- Visiones
iniciales - Un paso fundamental: la
definitiva integración de los
sistemas - Diversas
ondas - Geografía Global
y Paradigma Geotecnológico
- Ciberespacio
- CiberGeografía
- CiberCartografía
- El mito de la red
mundial sin centro - La lucha por el nuevo
espacio
- Tecnología,
contenidos técnicos y vínculos
temáticos - La inteligencia
espacial - Percepción y
lógica a través de los modelos
digitales - Estudio geo-digital
regional
Abstract
Desde el mundo real al modelo digital
del mundo real, hemos seguido los siguientes pasos: la
estandarización de la información geográfica en formato
digital y su incorporación en el ambiente
computacional para su almacenamiento,
análisis y distribución; el comienzo del Paradigma
Geotecnológico a través de la Geografía Global y el
nacimiento de la Cibergeografía al momento de analizar el
impacto de las redes de comunicaciones
desde una perspectiva geográfica. Finalmente, se discute
acerca de una preponderancia modelística en las visiones
espaciales del siglo XXI.
El presente texto muestra una
síntesis de las investigaciones
realizadas desde 1998 y que han sido sintetizadas en dos
publicaciones recientes: Buzai (1998, 2001) y Toudert-Buzai
(2004, en prensa). El
objetivo es
analizar los vínculos entre la Geografía como
ciencia y las
actuales tecnologías digitales, en cuanto al tratamiento
geográfico de la información y la
conformación de nuevas realidades a través del
Ciberespacio. A continuación se desarrollan tres
líneas principales.
La primera corresponde a un recorrido que hoy cumple una
década y en el cual se ha debatido respecto del impacto de
la automatización digital en nuestra disciplina. El
surgimiento de la Geografía Automatizada como
especialidad que revaloriza desarrollos geográficos de
años anteriores y la conceptualización de una
Geografía Global como disciplina científica
de amplio impacto transdisciplinario a través de los
conceptos y metodologías geográficas incorporados
en los sistemas
computacionales.
La segunda corresponde a un avance hacia la
Cibergeografía, la cual está surgiendo a
partir del uso de las redes de información y comunicación, principalmente de los
espacios reales y virtuales que se encuentran física y
conceptualmente entre las pantallas de las computadoras.
Corresponde al impacto que el Ciberespacio está
teniendo en nuestra visión del mundo y en el surgimiento
de la nueva especialidad con sus diferentes líneas de
abordaje.
La tercera discute de que manera tendrá
preponderancia una visión modelística ante los dos
sustentos previos. Comienza con la relación entre
contenidos técnicos y teóricos para llegar a la
modelización digital de diferentes procedimientos
metodológicos en el campo de la Geografía: desde
aquellos que tienen una base cualitativa y se pueden incoporar al
ambiente computacional a partir de identificaciones
numéricas, hasta los mundos de simulación
digital como nuevos espacios de la percepción. La Geoinformática
y los Sistemas de Información Geográfica
abarcan todo un espacio intermedio.
Finalmente es nuestra intención aclarar que los
dos trabajos mencionados inicialmente son los únicos
citados en la bibliografía final. Ellos concentran
más de cien citas
bibliográficas, imposibles de consignarse aquí,
por lo tanto se ha mencionado únicamente el apellido de
cada autor en cada caso entre paréntesis y se recomienda
dirigirse a la bibliografía citada para obtener las citas
completas en cada caso.
En la década del sesenta pueden verificarse los
primeros aportes relativos al tema de la automatización de
procedimientos en la investigación geográfica (Tobler,
Kao, Hägerstrand y Haggett), sin embargo recién
en la década del ochenta (Debate en la
revista The
Profesional Geographer, vol.35 n° 3, 1983) a partir del
trabajo
inicial de Dobson se produce el primer debate formal
acerca de la posibilidad de aplicación de las
tecnologías informáticas integradas y su impacto en
los procedimientos en el marco de nuestra disciplina.
Los notables avances en el campo de la informática, según Dobson
perimitieron automatizar la mayoría de los procedimientos
de análisis espacial y vislumbra el surgimiento de una
nueva especialización: la Geografía
Automatizada, la cual se define como una disciplina
particular que utiliza sistemas cibernéticos, humanos y
electrónicos para el análisis de
sistemas físicos y sociales.
Si bien sus conclusiones son muy optimistas en cuanto al
camino irreversible que llevará hacia la
automatización, no deja de reconocer dos inconvenientes:
(a) la posibilidad de pérdida de rigor teórico en
detrimento de la tecnología, y (b) las
limitaciones que pueden surgir cuando las investigaciones se
orientan hacia la automatización.
El primer inconveniente ya era conocido en el
período dominado por el paradigma cuantitativo a mediados
del siglo veinte y el segundo –surgido directamente de la
automatización- podría ser superado mediante el
avance técnico y una integración flexible de los sistemas
computacionales.
Si bien en un inicio los componentes integrantes de la
Geografía Automatizada (Cartografía Computacional, Computación Gráfica, Procesamiento
Digital de Imágenes
de Sensores Remotos,
Modelos
Digitales de Elevación y Sistemas de
Información Geográfica) resultaban
compartimentos rígidos en la actualidad las diferentes
posibilidades de integración se ha cumplido bajo el
concepto de
GeoInformática (Buzai).
Las críticas hacia la conceptualización de
esta especialidad han sido diversas; desde simples cuestiones
terminológicas respecto del uso de Geografía
Automatizada (Marble, Moellering, Peuquet, Poiker,
Stetzer) hasta la incorporación de aspectos
teóricos de relevancia al considerar una falta de
neutralidad ideológica en los sistemas computacionales al
momento de su aplicación (Cromley).
Queda claro que la mayoría de los autores no
consideran que la automatización pueda formar un nuevo
paradigma (Cromley, Moellering, Poiker, Stetzer y el mismo
Dobson), pero se alerta sobre el notable impacto que la
automatización geográfica tendrá en otros
campos del conocimiento y
las posibilidades que los geógrafos
tendrán para participar con mayor preponderancia en
equipos interdisciplinarios (Kellerman,
Monmonier).
Una década más tarde, la misma revista
(vol.45, n° 4, 1993) retoma retoma el debate a través
de un Open Forum titulado Automated Geography in
1993, a fin de analizar su evolución en el desarrollo de
la disciplina.
De este debate queda claro que la integración de
los sistemas comenzaba a ser una realidad a partir de la fuerza
innovadora de los Sistemas de Información
Geográfica (SIG) y que empezó a delinearse un
avance teórico a partir de la construcción de un campo de mayor amplitud:
las Ciencias de la Información Geográfica
(Goodchild, ver Bosque Sendra). En este sentido
Dobson avanza al considerar que más allá de
una "revolución
tecnológica" se está llegando a una
"revolución científica". Esto último apoyado
por la teoría
de las "inteligencias
múltiples" (Gardner) la cual permite
conceptualizar que la inteligencia espacial
comenzará a ocupar un lugar destacado junto a las
habilidades intelectuales
valorizadas tradicionalmente.
Por lo tanto, con este nivel de desarrollo en diversas
escalas, la Geografía impactará de forma notable no
solo en diversas disciplinas, sino principalmente en el pensamiento
humano y con ello será partícipe al ocupar un lugar
destacado en la revolución intelectual que se
vislumbra.
Un paso fundamental: la
definitiva integración de los sistemas
La integración de los sistemas se enmarca en el
tratamiento de la información geográfica. Una
información obtenida a través de las
manifestaciones tangibles conceptualizadas en un doble nivel: (a)
atributos como resultado de la medición de diversos aspectos relativos a
los objetos de existencia real y (b) sus geometrías
particulares.
Las primeras están asociadas al uso de editores
de textos, administradores de bases de datos,
planillas de cálculo,
software de
análisis estadístico y sistemas de posicionamiento
global (GPS), mientras que las segundas se asocian al
diseño
asistido por computador
(CAD), la cartografía asistida por computador a
través del diseño
gráfico, el procesamiento digital de imágenes
satelitales, el modelado digital de elevación para
trabajos en tres dimensiones y los software de conversión
gráfica.
La GeoInformática representa un campo de gran
amplitud dentro del cual la tecnología SIG ocupa el lugar
central al vincular las bases de datos
alfanuméricas y gráficas, pero no se define a través
del tipo de software que lo compone, sino a través de la
información que maneja: información
geográfica o geoinformación, cuya
condición básica es su referenciación
espacial a un sistema de
coordenadas.
Finalmente, toda esta conjunción
informática puede ser utilizada tanto en los entornos de
las computadoras personales como sistemas integrales o
en los entornos de las redes computacionales (GIS Online,
ver www.nationalgeographic.org) desde donde puede avanzar
hacia los mundos de simulación digital de la realidad
virtual (RV) en el Ciberespacio (Gibson,
Dodge, Kitchin, ver Curry, Buzai, Toudert) aspectos
que están proporcionando un gran impacto en la
investigación y el pensamiento geográfico
actual.
Desde el surgimiento de la Geografía como ciencia
humana (finales del siglo XIX) hasta hoy se considera la
existencia de dos cambios paradigmáticos revolucionarios:
(a) en la década del cincuenta, la aparición del
paradigma cuantitativo (Schaefer, Bunge)
como postura crítica
al paradigma regional que había tenido su mayor
actualización con el paradigma racional
(Hartshorne) de finales de la década del treinta, y
en la década del setenta la aparición de las
posturas radicales del paradigma crítico
(Peet, Harvey) y del paradigma humanista
(Yi-Fu Tuan, Buttimer, Relph) como posturas opuestas al
paradigma cuantitativo.
El concepto de paradigma (Kuhn) lo hemos tomado
en su visión de mayor amplitud como "visión del
mundo" y en este caso podría pensarse una Geografía
de las ondas cortas al
analizar la sucesión paradigmática durante el siglo
XX: Paradigmas
regional (decada del ´10), racional
(década del ´30), cuantitativo (década
del ´50), radical crítico y radical humanista
(década del ´70). Con esta lógica,
la década del ´90 debería presentar un nuevo
punto de ruptura y en este sentido hemos verificado una
evolución hacia un campo de conocimientos tripartito
formado por la Ecología del Paisaje (Naveh,
Lieberman, Forman, Godron), la Geografía
Postmoderna (Soja, Harvey) y la Geografía
Automatizada, campo definido por Dobson.
Ingresando en las características particulares de
cada uno de los paradigmas mencionados y de las tres perspectivas
geográficas de finales del siglo XX podemos verificar que
el péndulo histórico de sucesión entre el
historicismo y el positivismo
(Capel) se ha trabado al concentrar ambas perspectivas en
un mismo momento, y al mismo tiempo se
puede avanzar en el descubrimiento de ciclos paralelos en esta
evolución.
Un ciclo intermedio con ondas de 50 años de
duración corresponden a las que se han analizado para la
evolución socio-espacial mundial general (Berry,
Taylor) o de la difusión tecnológica desde un
punto de vista geográfico (Hall, Preston), ambos
basados en los ciclos económicos del capitalismo
(Kondratiev, ver Schumpeter).
En este sentido existe una onda "positivista" que hace
evolucionar al análisis geográfico hacia la
automatización digital: (a) Nacimiento de la
Geografía Humana – positivismo ligado a la Biología
(Ratzel) a finales del siglo XIX (b) Revolución
Cuantitativa – positivismo ligado a la Física a
mediados del siglo XX y (c) Paradigma Geotecnológico
– positivismo ligado a la Informática a finales del
siglo XX y principios del
XXI.
Finalmente una onda larga de 100 años ya
descripta en una serie de trabajos marcaría dos momentos
de explosión disciplinaria que toma los extremos de los
ciclos anteriores, el primero cuando la Geografía brinda
objetos de estudio a muchas disciplinas "geográficas" que
se separaron de su ciencia madre y el segundo cuando la
Geografía brinda una "visión espacial" necesaria
para el resto de las disciplinas a partir de haber incorporado
sus conceptos y metodologías en los sistemas
computacionales ampliamente difundidos; es lo que hemos definido
como Geografía Global (Buzai).
Geografía Global y
Paradigma Geotecnológico
La Geografía explota hacia el resto de las
disciplinas a través de la Geografía Global
y sus conceptos incluidos en el interior de la
Geotecnología propician una nueva visión del mundo,
no como un paradigma de la Geografía sino como un
paradigma geográfico, perspectiva que la Geografía
brinda al resto de las disciplinas y prácticas humanas. En
este sentido, lo que se ha tratado de definir en una serie de
trabajos: que nos dirigimos "hacia un nuevo paradigma de la
Geografía basado en la Geotecnología", se ha
verificado.
Pero no se verificó en el ciclo corto de 20-25
años, en el cual la Geografía Automatizada
sólo aparece como perspectiva que revaloriza aspectos del
paradigma racional y del paradigma cuantitativo
(Buzai) sino que surge con esplendor en el ciclo de mayor
amplitud, porque allí aparece como "visión del
mundo" que la Geografía brinda al resto de las ciencias. No
es un paradigma de la Geografía, es un paradigma
geográfico que nuestra ciencia provee a otros campos y
junto con ello comienza a ocupar un lugar destacado en la
cultura del
siglo XXI.
En 1984 el escritor William Gibson en su novela de ciencia
ficción Neuromancer propuso el concepto de
Ciberespacio, definiéndolo como "Una
alucinación consensual experimentada diariamente por
billones de legítimos operadores, en todas las naciones,
por niños a
quienes se les enseña altos conceptos
matemáticos… Una representación gráfica de
la información abstarída de los bancos de datos
de todos los ordenadores del sistema humano. Una complejidad
inimaginable. Líneas de luz clasificadas
en el no-espacio de la mente, conglomerados y constelaciones de
información. Como luces de una ciudad que se
aleja".
A partir de esta perspectiva, el Ciberespacio se
considera como una matriz
electrónica de interconexión entre
bases de datos digitales a través de los sistemas
computacionales conectados en red. Un nuevo espacio que se
superpone cada vez con mayor fuerza a la geografía real de
los paisajes empíricos y en el cual se puede interactuar
(Gibson, Barlow, Dery, Dertouzos, Echeverría) para
ser dominado como etapa posterior a la ocupación terrestre
(Nora, Capel).
Explorar tiene que ver con la empresa de
conocer lugares desconocidos, la utilización de medios
materiales
para localizar el nuevo mundo y la conservación de los
hallazgos para su difusión. El espacio relacional que hoy
encontramos entre las pantallas de las computadoras ha abierto
nuevas pautas para la exploración y algunos
geógrafos interesados por el estudio del
Ciberespacio se han lanzada a esta aventura, cambiando el
laberinto del bosque por hojas del hipertexto y el machete que
abre caminos por el mouse en una relación hombre-máquina de importante sentido
antropológico (Levy, Piscitelli, Reinghold,
Mayans).
En este sentido, el nuevo siglo se nos presenta con
novedosas perspectivas para el análisis de las relaciones
que se establezcan entre el mundo real y el mundo digital en
diversas escalas en el marco de la Cibercultura (Dery,
Dertouzos) y aspectos de la simulación digital a
través de la RV que se harán de uso
corriente como medio exploratorio, hoy solamente visible en los
juegos de
video
(Levis).
La Cibergeografía se presenta entonces,
como el estudio de la naturaleza
espacial de las actuales redes de comunicación y los
espacios existentes entre las pantallas de las computadoras. Los
estudios posibles (Dodge, www.cibergeography.org)
incluyen una amplia variedad de fenómenos, desde los
puramente materiales como el estudio de la distribución
espacial de las infraestructuras físicas de
comunicación hasta los más abstractos como la
percepción humana de los nuevos espacios
digitales.
Uno de los puntos más atrayentes de la
Cibergeografía es la representación
cartográfica del Ciberespacio, aspecto que ha
quedado demostrado cuando la prestigiosa revista National
Geographic en su primer número del 2000
presentó un mapa de esta nueva realidad, realizado por
Cheswick y Burch de los Laboratorios Bell (Carroll)
y en los años siguientes salieran publicadas las mayores
obras sistemáticas sobre el tema: Mapping
Ciberespace y Atlas of Ciberespace, ambos productos del
trabajo de los geógrafos Dodge y
Kitchin.
Los mapas de
equipamiento representan la modelización básica a
ser obtenida en el nivel de cartografía temática, y
en Argentina los primeros realizados han sido posibles a partir
de los datos a nivel departamental del Censo Nacional de Población y Vivienda 2001. Esta secuencia
cartográfica corresponde al trabajo de Velázquez y
Gómez Lende (2004).
En ellos puede verse en color rojo el
déficit de equipamiento computacional y de conexiones
hogareñas a Internet. Mientras para el
primer caso este color abarca las regiones con mayor nivel de
pobreza en el
país, la segunda se hace mucho más amplia, y
considerando las categorías debajo del intervalo medio,
prácticamente todo el país se encuentra cubierto.
Es decir, que a nivel nacional aún se debe esperar que
muchos más sectores poblacionales accedan estas
tecnologías.
Por otro lado, los mapas llamados "topológicos"
son los que presentan las conexiones lineales en el espacio
relacional, los vínculos entre lugares, sus posiciones
relativas y las distancias ciberespaciales medidas en tiempos.
Utilizando esta posibilidad técnica se ha realizado el
primer mapa del Ciberespacio desde Buenos Aires
(Buzai) mediante la utilización del software
VisualRoute 5.0b (Pickard) posible de ser obtenido en
versión con tiempo limitado de utilización en
www.visualroute.com.
La experiencia fue realizada desde una computadora en
la Universidad de
Buenos Aires (Centro de Estudios Avanzados, www.uba.ar) y
su conexión a por lo menos una página web
de cada país integrado a la red de INTERNET. Mediante el
empleo del
software mencionado se han obtenido los datos
correspondientes a la cantidad de routers que la
conexión fue transitando, su nombre, número
identificatorio (IP), su localización
geográfica en latitud y longitud, zona horaria y tiempo
del viaje de la conexión en milésimas de segundo
(ms).
El mito de la red
mundial sin centro
El mapa del Ciberespacio muestra una notable
centralización (Buzai) y su simple
visión muestra inmediatamente la existencia de diversos
centros en su configuración. Nuestra posición en
Buenos Aires es evidentemente periférica.
Cabe mencionar que de todas las conexiones realizadas
ninguna recorrió un camino directo entre el punto de
origen y punto de destino. Todas ellas han pasado primero por
algún punto que finalmente se transformó en lo que
llamamos "punto de control".
De todas las conexiones solicitadas el 27,27% pasaron
primero por Pennsauken (New Jersey, USA), el 25,75% por Tysons
Corner (Virginia, USA) el 15,91% por Italia (Europa), el
15,15% por Middletown (New Jersey, USA), el 11,36% por Miami
(Florida, USA) y el 4,56% restante entran al Ciberespacio por
Boston (Massachussets, USA), Bagnolet (Francia,
Europa) y Viena (Virgina, USA).
Todos los viajes
confirman la alta jerarquía ciberespacial, por ejemplo New
York (480 ms.) se encuentra más cerca que Uruguay (713
ms), puesto que el viaje hacia nuestro país
limítrofe no cruzó por el Río de la Plata,
sino que pasó previamente por Miami, Atlanta, New York,
Newark, Baltimore, Fairfax, para llegar a Montevideo.
Algunos datos confirman que desde Buenos Aires nuestro
punto más cercano es Middletown (380 ms.) y el punto
más lejano es Armenia (2852 ms.), mientras que nuestro
segundo país más lejano es un país
limítrofe en el espacio geográfico real: Paraguay (2765
ms.), bastante más lejos que Sri Lanka (1219 ms.),
Mongolia (1373 ms.), Zambia (1285 ms.) o Kuwait (1409
ms.).
El centro del Ciberespacio se nos presenta a la
distancia de medio segundo: Boston (552 ms.), Londres (555 ms.),
Italia (559 ms.) y Montreal (583 ms.), algunos lugares de Europa
Occidental están apenas más lejos: París
(620 ms.), Madrid (635
ms.), Portugal (637 ms.), Luxemburgo (637 ms.), Suiza (646 ms.) y
Estocolmo (668 ms.), mientras siguen las ciudades de Europa
Oriental: Moscú (690 ms.), Bratislava (704 ms.), Budapest
(786 ms.) y Varsovia (800 ms.). La región del
Océano Pacífico, en líneas generales
amplía aún más las distancias: Auckland (753
ms.), Sydney (865 ms.), Canberra (994 ms.), Hong Kong (981 ms.) y
Beijing (1192 ms.).
La configuración de las distancias
ciberespaciales y su determinación a nivel
cartográfico muestra que las conexiones desde Buenos Aires
deben pasar por ciertos puntos determinados y ubicados en los
países centrales. Puntos de control que permiten tener un
cierto dominio sobre el
nuevo espacio.
En síntesis, los dos puntos anteriores muestran
una visión centrada en Argentina, un análisis de
configuración local y otro de relaciones contextuales. De
ambos análisis espaciales queda claro que aún
debemos recorrer un largo camino para que la conexión en
red y sus beneficios sean ampliamente utilizados por nuestra
sociedad.
En una serie de trabajos se han presentado los
mecanismos de control en el ciberespacio (Virilio, Goodspeed
Graham,, Buzai, García Mostazo), principalmente a
través del sistema ECHELON que tanta discusión ha
generado en la comunidad
científico-tecnológica y en la opinión
pública internacional desde el año
2000.
Este sistema, si bien en los días de la "guerra fria"
se encontraba orientado a interceptar las comunicaciones de la
exURSS y de los países del bloque comunista, hoy su
costo millonario
se justifica en cuanto al accionar oficial en contra del terrorismo
(más justificado que nunca a partir del 11/9/01). La falta
de privacidad en las comunicaciones nunca estuvo tan afectada
como en la actualidad y de esta forma han recobrado interés
metáforas como la del Panóptico (Bentham) o
del Gran Hermano (Orwel). Esto nos permite pensar que ni
siquiera en el Ciberespacio nos podemos desligar de la
centralidad del poder.
El Ciberespacio como ya se ha mencionado, es un
nuevo espacio para explorar y dominar. En este sentido, como los
romanos dominaron los caminos, los ingleses los mares, estados unidos el
aire y el espacio
exterior, hoy se presenta un nuevo espacio de dominio: el
Ciberespacio (Nora) y la lucha por su control
será una constante en el nuevo siglo.
HACIA LA PREPONDERANCIA
MODELÍSTICA
Tecnología, contenidos
técnicos y vínculos
temáticos
Las tecnologías de la información y las
comunicaciones basadas en los desarrollos digitales son
significativamente diferentes a los tradicionales medios masivos
de comunicación. Mientras estos mantienen una audiencia
pasiva a través de una comunicación lineal (TV,
radio) los medios digitales promueven la interactividad, y de
esta manera, un usuario influirá en el desarrollo de las
secuencia a través de su intervención.
Interactuar a través de la mediatización
de las nuevas
tecnologías requiere un cierto grado (no muy elevado)
de capacitación y aquí se produce una
doble posibilidad; la dicotomía entre la enseñanza de las herramientas y
la enseñanza de contenidos temáticos a
través de ella. En nuestro caso resultan de particular
interés los procedimientos de automatización
geográfica, puestos en un lugar destacado desde hace dos
décadas (Dobson).
En este sentido, el aprendizaje de
la tecnología puede convertirse en un fin en si mismo y
también puede convertirse en un medio para abordar, en una
etapa posterior, conceptos y procedimientos propios de la
actividad científica.
El aprendizaje de un
SIG en si mismo implica, entre otros aspectos, conocer
procedimientos de transformación de un mapa en papel
(modelo analógico) a formato digital (conocimiento
técnico), mientras que su uso para el aprendizaje de
conceptos geográficos como el de escala
implicará en uso de "filtros" que permitan ocultar o hacer
visibles diferentes entidades geográficas en distintos
niveles de resolución espacial (conocimiento
teórico).
Por otra parte, la tecnología no es neutra, y en
el caso de los SIG, mediante su uso "neutral" se
revalorizarán indefectiblemente ciertas perspectivas
paradigmáticas con sus procedimientos metodológicos
asociados. Principalmente vinculados a aspectos
racionalistas y cuantitativos (Buzai),
aunque consideramos que la capacidad del geógrafo actual
debe estar direccionada a buscar las mejores conjunciones
paradigmáticas y con ello enriquecer la interpretación de todo estudio de
aplicación.
Se propone un avance sobre las capacidades
procedimentales para lograr una transmisión de contenidos
humanistas y el apoyo a estudios críticos. Aspectos en los
que la Geografía como ciencia adquiere una posición
destacada por su amplitud en sus perspectivas
paradigmáticas, posibilidades interdisciplinarias y su
nexo entre aspectos físico-naturales y humanos en la
diferenciación espacial y en la comprensión de la
realidad.
En síntesis, la tecnología puede ser vista
en dos planos: como contenido en si mismo y como medio para
acceder a otros contenidos. Conjugar estas diferencias se torna
sumamente necesario a fin de que las nuevas tecnologías
digitales se utilicen en su total dimensión y al servicio de
aplicaciones socialemente significativas.
La inteligencia
espacial
La inteligencia no queda confinada al cerebro de una
persona, sino
que es mucho más amplia. Abarca también las
herramientas, los documentos
disponibles y la red de relaciones personales (Gardner),
es decir, que en el ámbito geográfico podremos
decir que un SIG, libros e
informes, y
los colegas forman parte de la inteligencia actual de un
investigador.
La inteligencia se ha ampliado a través de las
herramientas de aplicación, las tecnologías
digitales han provisto materiales que van desde los simples
editores de textos a los actuales GPS (Sistemas de
Posicionamiento Global) dentro del campo de la
Geoinformática. Todo esto, al trabajar bajo las
mismas condiciones digitales, contribuye al desarrollo de la
inteligencia global al momento de avanzar hacia el ambiente de
Internet: "De la misma forma que la rueda es una extensión
del pie, el telescopio una extensión del ojo, así
la red de comunicaciones es una extensión del sistema nervioso"
(McLuhan apud Ianni)
A través de los procesos de
digitalización y de este nuevo sistema nervioso, la
Geografía se hace global e impacta en diferentes
ámbitos, como hemos señalado, desde la actividad
científica a través de la interdisciplina hasta la
vida cotidiana en los más variados aspectos
empíricos. A nivel personal todos
estos aspectos se relacionan fuertemente con el surgimiento, en
estos últimos años, de una "inteligencia espacial"
que comienza a ocupar un lugar de importancia en la
conceptualización de la realidad.
La Teoría de las inteligencias
múltiples (Gardner) propuesta a principios de
los ochenta apunta a desterrar la creencia de que el individuo
tiene una inteligencia única que se debe desarrollar de
forma global, considera que los seres humanos han desarrollado
diferentes tipos de inteligencia y no una única
inteligencia flexible. Establece que existen siete tipos de
inteligencia: 1. Lingüística, 2. Lógico-matemática, 3. Musical, 4. Espacial, 5.
Cinésticocorporal, 6. Personal que se dirige hacia los
demás, y 7. Personal que apunta a la propia persona. Las
dos primeras según el autor son las que más
privilegios tienen en la enseñanza general de la
actualidad.
La inteligencia espacial se basa en los aspectos
visuales (tan importante en la cultura posmoderna) y
principalmente en la manera de percibir formas y objetos en un
espacio relativo. Desde un punto de vista general sirve para que
una persona se oriente y también para la
interpretación de diferentes aspectos gráficos como mapas y diagramas, pero
también obras de arte, con lo cual
puede considerarse que este código de
imágenes junto a un código
lingüístico forman los dos grandes sistemas de
representación.
Por lo tanto, consideramos que a través de la
difusión de información geográfica, la
Geografía Global, se presentan los elementos para
el entrenamiento de
la "inteligencia espacial" y el impacto del espacio
geográfico es tan grande en todo tipo de
investigación que consideramos que comienza a ocupar un
lugar destacado junto a las capacidades lingüísticas
y lógica-matemáticas que tradicionalmente
privilegió la enseñanza.
Particularmente en cuanto a la educación
geodigital, podemos percibir que se da otro momento de
transición, la Geografía tradicional se
vinculó principalmente a la lingüística
(viajes y descripción de paisajes y combinaciones
espaciales) mientras que la Geografía Automatizada
se vincula principalmente con la lógica-matemática
(digitalización y modelización del espacio a
través de las tecnologías digitales).
Por supuesto, si bien consideramos importante la
existencia de inteligencias especiales, no consideramos que los
componentes sean aislados y nuevamente, la combinación
acertada de los diversos grados de desarrollos intelectuales,
permitirán acceder a una comprensión global de la
realidad.
Percepción y
lógica a través de los modelos
digitales
En la sociedad actual la utilización de
computadoras es naturalmente motivador en cuanto a su uso con
múltiples propósitos, y eso ya representa un gran
camino despejado para que la Geografía se presente como
global en la red.
Aprender y aplicar procedimientos geoinformáticos
se convierte en una tarea dinámica y de descubrimiento en un doble
sentido, en cuanto al uso de la herramienta –en ciertas
oportunidades novedosa- y en cuanto al contenido temático
en determinados campos del conocimiento –conceptos y
métodos
geográficos incorporados al ambiente digital y al resto de
las disciplinas-, por lo tanto un desafío para los
geógrafos será poder utilizar la tecnología
principalmente como medio que a través de la actividad
científica genere soluciones
concretas a los problemas de
la población.
La tecnología SIG (desktop u
online), en su etapa de operación, motivan la
búsqueda de resultados a través de procedimientos
establecidos, como la correlación espacial
(alfanumérica o gráfica) pero previo a ello
muestran su utilidad al
demandar procedimientos relativos a la observación y descripción de
paisajes (método del
paradigma regional) con la finalidad de
recopilación de datos primarios, como así
también la interpretación indirecta a través
de mapas, fotografía
aéreas e imágenes satelitales desde un punto de
vista visual (método del paradigma
racional).
Por lo tanto, en este sentido puede verse un camino
claro que va desde el mundo real al modelo digital
de la realidad, representación que será incorporada
al sistema (Buzai) para su tratamiento y
análisis.
En todo proceso, la
percepción está lejos de ser objetiva, tiene que
ver con las experiencias previas que haya tenido el individuo
(Piaget apud Graves), los conceptos adquiridos son
fundamentales para que el individuo pueda incorporar nuevos
aprendizajes a su estructura de
conocimientos, en un proceso intelectual dinamizado por la
estructuración-acomodación dentro de su
esquema conceptual.
Cabe nombrar aquí los estudios realizados en
cuanto a la realización de Mapas Mentales
(representación cartográfica de la
percepción espacial) en dos grandes líneas: (a) una
física generalizable a partir de ciertos elementos urbanos
identificables: sendas, bordes, nodos, áreas e
hitos (Lynch, Kepes) y otra a partir de la
generalización cuantitativa de los espacios de preferencia
a nivel regional (Gould, White). En ambos casos se
recomienda acceder a los trabajos de Constancio de
Castro.
Finalmente se mencionará la aplicabilidad
conceptual como tarea fundamental para el desarrollo de la
actividad científica, ya que se presenta como forma de
estructurar, clasificar y ordenar los elementos de la realidad.
La mayoría de los conceptos surgen de la
observación empírica y su descripción. En
este sentido la aplicación de procedimientos
metodológicos a través de la tecnología SIG
implica tomar una serie vinculada de conceptos pertenecientes,
según el procedimiento, a
determinados paradigmas de la Geografía.
Por ejemplo, si luego de aplicar un procedimiento de
superposición temática obtenemos la
conclusión de que la variable A y B tienen una alta
correspondencia espacial, esto significa reconocer la existencia
de dos regiones sistemáticas y la generación
de una región homogénea como procedimiento
válido (paradigma racional). Si bien el concepto de
"región" es siempre discutible la aplicación del
método establece que existe un acuerdo en cuanto a su
significado y si se considera al resultado como "objetivo" se
utilizará su paradigma de origen para explicarlo, pues se
genera un resultado no directamente observable y por lo tanto un
concepto de mayor complejidad.
En síntesis, percepción y
conceptualización son aspectos centrales en el proceso de
aplicación de las nuevas tecnologías
Geoinformáticas pues en su interior producen una
serie de relaciones entre los paradigmas de base y la
interpretación de los resultados. Es imprescindible tener
conocimientos de estas relaciones a fin de poder utilizar las
tecnologías como disparadoras para el abordaje
interdisciplinario y multiparadigmático sin entrar en
contradicciones en la aplicación concreta.
Las tecnologías geoinformáticas
actuales revalorizan claramente, a través de los
procedimientos de análisis utilizados, ciertas posturas
paradigmáticas mencionadas en este trabajo. Perspectivas
de análisis espacial que muestran diferentes grados de
utilidad al realizar abordajes regionales como
aproximación geográfica al estudio de la
realidad.
La evolución del concepto de región, un
elemento que ha brindado cierta unidad a nuestra disciplina
experimentó importantes cambios desde su aparición
como objeto de estudio a principios del siglo XX hasta su
revalorización actual. Podemos considerar que se pueden
generar regiones como modelos digitales con la finalidad de
actuar sobre el mundo real.
Por ejemplo, desde un punto de vista cualitativo, la
metodología de construcción de
regiones por superposición temática mediante un SIG
se hace posible al incorporar cada variable en una capa
(layer) dentro de la base de datos
del área de estudio. Su identificación
numérica es sólo eso, una identificación, de
ninguna manera representa un proceso de
cuantificación.
Se pueden incluir en esta línea los
procedimientos booleanos que permitirán determinar
regiones con "aptitud" mediante la combinación de
diferentes factores. En este caso, cada variable individual
tendrá dos áreas definidas: valor 0 (sin
aptitud) y valor 1 (con aptitud), las que a través de una
multiplicación utilizando la totalidad de las capas
temáticas mostrará el siguiente resultado: valor 0
(donde exista por lo menos una variable sin aptitud) y valor 1
(donde solamente se encuentre la aptitud combinada de todas las
variables).
Estos procedimientos pueden ampliarse a través de
la cuantificación en una combinación lineal
ponderada (WLC) en las cuales se determine un valor de
ponderación de acuerdo a la importancia de cada variable
dentro de la problemática total que representa un 100%. De
esta manera unas variables se compensarán sobre otras en
un riesgo medio en
la decisión de localización (Eastman,
Toledano ver Hasenack, Weber, Bosque Sendra,
Barredo Cano, Buzai, Caloni).
Por otro lado, desde un punto de vista cuantitativo, sin
embargo, el mayor aporte para la construcción de regiones
se produce mediante la aplicación de procedimientos
estadísticos a través del uso de software de
análisis estadístico para la transformación
matricial de datos: original, índice, estandarizada y de
correlaciones, tanto en variables como en unidades espaciales
(Berry, Haggett, ver Baxendale, Buzai,
Sánchez). Se incluyen aquí los procedimientos
del valor índice medio (García de
León), Linkage Análisis
(McQuitty), Cluster Analysis (Ward),
Análisis Factorial (Thurstone, Kline).
Existen algunos textos clásicos de aplicación
urbana (Berry, Kasarda, Davies ver Bosque Sendra,
Moreno Jiménez, Díaz Muñoz, Ortiz
Véliz, Leonardo Aurtenetxe, Buzai) y una obra reciente
que aborda el tema considerando los modelos para las ciudades de
América
Latina (Buzai).
Debe tenerse en cuenta que los únicos
procedimientos que generan resultados únicos son los dos
primeros, los siguientes presentan una importante flexibilidad
para la determinación de macrovariables, cantidad de
regiones sobre el espacio geográfico o factores de la
estructura socio-espacial. La solución aparece en la
decisión de nivel teórico en lo que se ha llamado
"la subjetividad de los métodos objetivos"
(Johnston).
Llegado a este punto, es importante avanzar más
allá de los procedimientos anteriores al mostrar que en la
actualidad nos encontramos ante la existencia de regiones
digitales propias del mundo digital, ya que la simulación
digital permite la generación de mundos paralelos en el
ámbito del Ciberespacio. Varios ejemplos pueden ser
considerados.
A escalas mundiales o nacionales a través de los
mapas del ciberespacio pueden determinarse regiones funcionales
de flujos de comunicación digital con el soporte de
INTERNET (Dodge, Kitchin ver para algunos países de
América
Latina: Toudert, Buzai). Se representará una
geografía cuantitativa a partir de la utilización
de grafos y hasta la aplicación de modelos potenciales de
simulación interaccional.
Pueden considerarse también los mundo virtuales
surgidos de los Chats en tres dimensiones (3d), los cuales
pueden ser recorridos a través de un avatar (cuerpo
virtual) que realizará los movimientos indicados desde una
ubicación remota. Se representará una
geografía cualitativa a partir de la percepción
empírica del mundo digital (tradicional y humanista), los
cuales presentarán paisajes y una fricción espacial
entre realidad y realismo
mágico.
Muchos de los nuevos espacios virtuales hoy al alcance
de todos, toman modelos tradicionales que desde la
Geografía consideraron en sus postulados iniciales la
utilización de un espacio isotrópico.
Algunos creadores de mundos virtuales como ViOS
(http://www.vios.com) presentan conceptos propios de los
modelos geográficos clásicos (Von Thünen,
Weber,
Christaller) durante la búsqueda de sitios Web. Aunque otros
como Active Worlds (http://www.activeworlds.com) intentan
representar los mismos impedimientos friccionales del mundo real
(véase la capacidad didáctica de estos sistemas a partir del
recorrido por el Arlés de Vincent Van
Gogh).
Actualmente algunos desarrollos de la realidad virtual
están llegando al público a través de los
videojuegos,
ya que muchos desarrollos tecnológicos deben dar este
paso, pues solamente así comienzan a ser rentables
(Levis). Algunos de estos mundos pueden ser visitados
personalmente a través de los modelos 2000SD, 2000SU,
1000SD y 1000CS de la empresa inglesa
Virtuality (http://www.virtuality.com) los cuales pueden
llevar al usuario a paisajes digitales de realismo inmersivo (ver
los films: The Lawnmower Man, Total Recall o
Matrix).
La consideración de una evolución
histórica de la Geografía por ciclos regulares,
ligados a sus vínculos contextuales, ha sido de suma
utilidad para analizar sus cambios paradigmáticos y llegar
al descubrimiento de ciclos paralelos en su
evolución.
La Geografía de inicios del siglo XXI muestra una
notable fragmentación, propia del desarrollo de lo que se
ha llamado sociedad postindustrial y cultura
postmoderna. Una fragmentación que ha roto el
péndulo de sucesión entre positivismo e
historicismo para concentrar en un único momento un campo
de conocimientos tripartito.
De esta cristalización es la Geografía
Automatizada la que ocupa nuestro interés, debido a
que es la especialidad que se apoya en los nuevos medios
informáticos y yendo más atrás en los
desarrollos racionalistas y cuantitativos de
mediados del siglo XX. La incorporación de los conceptos y
metodologías desarrolladas por cincuenta años han
ingresado en los sistemas computacionales para distribuirse en
los más variados ámbitos y esta Geografía
estandarizada genera la Geografía
Global.
En la actualidad, por causa a la Geografía
Global nuestra disciplina ha tenido el mayor impacto en otras
ciencias y un reconocimiento cultural de importancia. Aunque es
una geografía que trabaja a través de modelos
digitales simplificadores de la realidad es la que ha podido ser
utilizada en numerosas aplicaciones a partir del uso masivo de
los medios informáticos.
En este sentido, todo conocimiento geográfico
estandarizado al nivel del byte tiene posibilidades de
ingresar, ser distribuido o ser utilizado/procesado a
través de las redes de información y
comunicación. Pero esta situación va mucho
más allá, ya que el Ciberespacio, un lugar
casi inmaterial que se encuentra entre los monitores
computacionales generando nuevas visiones y percepciones a partir
de la simulación digital.
Quizá en un futuro será normal caminar por
el interior de los mapas que hemos creado. Hoy los estudios en el
campo de la Cibergeografía tienen que ver con la
intervención que cualquier usuario puede realizar desde el
teclado y
mouse de su computadora. En el futuro seguramente
serán ampliados los estudios correspondientes al campo de
la percepción de los espacios virtuales, pero mentalmente
reales.
Los resultados presentados en el campo de la
realización de mapas ciberespaciales ponen de manifiesto
que esta zona es un nuevo espacio de lucha por el dominio de las
nuevas actividades en un nivel planetario y que ya surge como
prioridad por parte de las grandes potencias mundiales. Por lo
tanto no es un espacio exento de peligros en cuanto a las
lógicas del poder.
Finalmente, ambos sustentos técnico-conceptuales:
(a) Geotecnología-Geografía Global y, (b)
Redes-Ciberespacio-Cibergeografía privilegian una
preponderancia de la visión modelística de la
realidad, en la cual los esfuerzos estarán destinados a
una resolución en la tensión de la dicotomía
entre lo cualitativo y lo cuantitativo en la finalidad de
representar el mundo real en su mejor
aproximación.
La Geografía tendrá nuevos
desafíos. A la relación sociedad-naturaleza se le
deberá agregar el plano de lo virtual y en este sentido
aparecerán una gran variedad de relaciones. Apenas el
e-comercio, el e-trabajo, las e-revistas, el
e-gobierno son unos pasos iniciales que por el momento
necesitan de muchas resoluciones.
Por las velocidades vistas, considero que antes de
mediados del siglo XXI tendremos una respuesta concreta acerca
del verdadero papel que nuestra ciencia desempeñará
y deberá desempeñar en la sociedad digital.
Aunque el momento para intentar construir una sociedad más
igualitaria, que luego se traslade a las relaciones virtuales, es
hoy.
- BUZAI, G.D. 1998. Geografía Global.
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Gustavo D. Buzai