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De la fluencia vital argentina y del profundo argentinismo cultural



    Cuando como en nuestro caso, se adscribe a los abordajes
    conceptuales tipo "holístico", donde lo caótico y
    lo ordenado coexisten; donde la causa es efecto y el efecto es
    causa, y donde la parte esta en el todo y el todo en la parte;
    uno encuentra algo complicado abocarse a un aspecto de la
    realidad indesglosable del contexto global y
    cambiante.

    Así donde "hasta el pelo más delgado/ hace
    su sombra en el suelo", uno puede
    imaginar un acontecer como una suerte de gema de enésimas
    (que no es lo mismo que infinitas) facetas; y luego, escoger en
    función
    de los propios intereses y/o preferencias una faceta de ese
    acontecer global, procurando no olvidar la pertenencia de esa
    faceta a ese contexto. Y quien dice faceta, dice variable o
    dimensión

    El tema de la presente comunicación intentará ser el de la
    fluencia o flujo vital argentinos y el del desarrollo del
    "profundo "argentinismo" cultural".

    Partiendo de supuestos como que "la realidad es producto de la
    imaginación", o como que "tan sólo podemos ver
    afuera lo que tenemos dentro", se diluyen los límites
    que pudiera haber entre una visión desapasionada y
    aséptica del acontecer argentino, y una imagen deseable
    para una realidad futura para ese acontecer. Dicho de otra manera
    la prognosis estará inmersa en el diagnóstico.

    Si bien, asumimos deliberadamente el transito por lo
    monográfico, nuestra comunicación (que es conducta), no nos
    exime de formular impresiones sobre el acontecer en general, ya
    que de otro modo se tornaría imposible la
    comunicación.

    Así las cosas, comienzo por afirmar que la masa
    de interacciones que se vienen generando entre los que habitaron
    y habitan, lo que los mapas identifican
    como Republica Argentina, configura un acontecer del que solo
    tenemos visiones parciales y distorsionadas. De allí
    colegimos que seria un aporte interesante, contribuir a contar
    con visiones más planares del acontecer argentino pasado y
    presente, con miras de extraer conclusiones de provecho para el
    futuro.

    No es de ahora nuestra opinión acerca que no
    contamos con diagnósticos exhaustivos de la
    cuestión argentina. Pareciera que ello es atribuible a que
    los ejercicios interpretativos quedaron sujetos a las disputas
    políticas e ideológicas en medio del
    cual eran formulados esos diagnósticos. La imparcialidad
    es nada más que una loable expresión de
    deseos.

    Como que somos inescindibles del contexto en que nos
    toca desplegar nuestra parábola existencial- un adulto del
    año 2006 del calendario gregoriano- vivenciamos con
    intensidad la traumática irrupción del
    fenómeno conocido como TICs, emblematizado por la Internet. Estas herramientas,
    han trastocado los modos de trabajo
    intelectual a niveles quánticos. Ello es aplicable en
    mayor medida a los espíritus inquietos. Resulta
    conmocionante la catarata de nociones que uno puede absorber,
    así como el flujo de informaciones a través del
    empleo
    creativo y entusiasta de estas tecnologías. Todo ello en
    una actitud de
    interconectividad. No solo podemos absorber más nociones,
    sino que podemos comunicar mejor nuestras
    elaboraciones.

    Aun con innegables restricciones, las Tecnologías
    de la Información y la Comunicación, abren
    espacios de democratización de la información, e
    inducen nuevas alternativas para el aprendizaje y
    la investigación. Quien disfruta de esta
    otrora inexistente posibilidad, no puede menos que propiciar que
    sus ventajas se extiendan a la mayor cantidad de
    personas.

    En el reporte de la UNESCO, recientemente publicado
    sobre "Las sociedades del
    conocimiento",
    hay un énfasis hacia la cuestión de la "brecha
    cognitiva", que ultrapasa a la mas promocionada noción de
    la "brecha digital".

    Quienes como nuestro caso, veníamos en las
    épocas "Pre-TICs" con una intensa actividad investigativa,
    nos hemos subido a estos portentos tecnológicos y,
    reiteramos, ello nos permite ampliar a niveles muy superiores
    tanto la masa de informaciones como el bagaje conceptual, para
    estudiar y/ o operar sobre las realidades con las que nos
    sentimos comprometidos.

    No sin antes reconocer, que las consideraciones previas
    son aplicables a cualquier franja del acontecer humano,"nuestro
    acaecer" es el argentino. Desde el mismo nos aventuramos a
    la
    globalización o mundialización, insita en las
    TICs. Y hacemos una apropiación crítica
    y, en la medida de nuestras capacidades, creativa de todo lo que
    ello comporta.

    Todo ello reafirma nuestras impresiones "pre -TICs" en
    el sentido a que hay visiones alternativas de la Argentina, a las
    que que han venido irradiando, ciertos sectores
    académicos, culturales y empresarios insertos en
    determinados cenáculos e instituciones
    asentados en unos pocos barrios de la ciudad de Buenos Aires, y
    en algunos distritos residenciales del llamado Gran Buenos Aires,
    incluido el fenómeno de los countries y condominios
    (fenómeno que se ha hecho visible en la ultima
    década).

    Mas allá de las concepciones de esos sectores
    (muy vinculados ellos a los localizados en el llamado "Primer"
    mundo), las que se irradian por los medios de
    comunicación de mayor impacto; más allá
    de ese plexo de afectos y intereses, coexisten
    traumáticamente "otras Argentinas".

    A hacer más visibles a esas "Argentinas" va
    también la presente comunicación

    Y en nuestra óptica
    no podría ser de otra manera, porque para remontar un
    cuadro de situación que catalogamos como indeseable en
    función de las potencialidades del capital humano y
    los recursos
    naturales con que cuenta el país de los argentinos, es
    ineludible hacer una suerte de "inventario" de
    ese potencial humano y material, que nos permita formular
    propuestas alternativas para hacer un aporte contribuyente al
    sustantivo incremento de la calidad de
    vida de los argentinos, así como para contribuir a
    paliar la situaciones de inequidad que atraviesan el Planeta
    Tierra.

    Somos de lo que postulamos una suerte de
    reivindicación de lo que se conoce como "perogrulladas".
    Se nos hace que el hábito de dar por supuestos, a la hora
    del análisis, algunos conocimientos, de traduce
    a la larga en la poca sustentabilidad de los resultados
    obtenidos.

    En alguna medida el empleo de los algoritmos
    para el desarrollo computacional, puede ser interpretado
    también como una revalorización de las
    perogrulladas. Así nos parece relevante consignar en un
    abordaje de tipo holístico como el presente, realizado a
    comienzos del año 2006, repito de calendario gregoriano,
    que somos alrededor de 6.400 millones los habitantes de la nave
    Tierra, 38 de los cuales, transcurren sus parábolas
    existenciales en el sector identificado en los mapas como
    Republica Argentina.

    Ello genera una masa de interacciones de diferente
    intensidad y calidad tanto
    entre los aproximadamente 38 millones de argentinos, como entre
    los 38 millones y el resto de los tripulantes de la nave Tierra.
    Y al decir interacción, creemos que lo global afecta a
    lo local y viceversa. Y esa masa casi inimaginable de
    interacciones no se da sobre una suerte de "base cero" sino
    insertas en las interacciones precedentes, es decir en las
    respectivas culturas, de donde cada tripulante de la nave Tierra
    ha nacido y se ha criado.

    Por eso, si cultura como
    sostuvo Romano Guardini "Es todo lo que el hombre hace
    crea y conforma", ello también es aplicable en tempo
    pasado y proyectable en tiempo futuro,
    habida cuenta de las invariantes de la condición humana.
    Cada uno de nosotros esta siendo, influido de lo que hicieron,
    crearon y conformaron los que lo precedieron en sus respectivos
    entornos próximos y aun lejanos; y es explicita o
    implícitamente, influyente de lo que acontecerá a
    los que lo precedan. Y ello es válido, sin desmedro de la
    libertad
    asumida como uno de los motores
    básicos de la aventura humana.

    Por lo inmediatamente precedente creemos que cada
    argentino o argentina, cualquiera sea la franja etaria, capacidad
    psicofísica, nivel socioeconómico, grado de
    instrucción formal alcanzado, o sitio de residencia, esta
    en capacidad y aptitud, si así lo quiere de hacer
    algún aporte a la fluencia vital argentina. Va de suyo que
    quienes no hagan aporte o participen, se considera que
    tácitamente, permiten el desarrollo de las voluntades que
    participan. Se participa en la saga humana en general y la
    argentina en particular por el mero hecho de existir.

    Nos parece adecuado, en orden a los propósitos
    explícitos de la comunicación en curso, recordar
    algo expresado por Hernán Benítez, en su
    "Aristocracia frente a la Revolución", de 1953. Allí
    decía que: "Tan cual sea la noción de persona que se
    tenga, tal será la noción de sociedad o
    estado que se
    poseerá": A tal efecto adoptamos una noción de
    persona, que es una conjunción de notas relevantes tomadas
    de quienes nos precedieron en la elaboración de conceptos
    sobre el hombre.
    Así: Persona es el animal lógico, que se comunica
    cooperativa
    y/o conflictivamente, para satisfacer sus necesidades inserto en
    su geocultura. Eso seriamos cada uno de nosotros; unidades
    psicofísicas interrelacionándonos desde nuestros
    respectivos hábitats y desde nuestras respectivas
    trayectorias. La manera y el lugar donde cada existencia se
    individua, invita a tomar con precaución, las
    generalizaciones, como por ejemplo las formalizadas por las
    estadísticas. La precaución no
    implica el soslayo ni la descalificación de
    estas.

    Las distintas escuelas
    psicológicas concuerdan lo definitorio que resultan
    los primeros cinco o seis años de vida en cada
    parábola personal. Aunque
    la concordancia no es tanta, algunos arriesgan hasta
    condicionamientos conductuales de tipo genético. Lo que
    resulta ostensible es la influencia de la cultura portadora del
    grupo primario
    de cada párvulo en su formación. Esa impronta
    cultural fundacional, resistirá la educación formal
    posterior. Y a esa influencia definitoria del grupo primario
    familiar, se sumará la del entorno geográfico
    inmediato: el barrio, el pueblo, la comarca rural. En esos
    ámbitos geográficos, el niño o la
    niña se irán socializando en las entidades de bien
    publico, en los establecimientos educacionales y por los medios de
    comunicación.

    Se nos dirá que este proceso es
    universal y que las reacciones de los individuos son similares
    atentos las invariantes de la condición humana. Así
    es, pero lo que acentúa las diferencias propias de
    cada personalidad
    es la influencia del entorno, de aquello que Rodolfo Kusch
    (1922-1979) denominó como "geocultura".

    Esa geocultura comporta aspectos de lo que otrora se
    denominaba "geografía física", paisaje
    incluido y de la que también otrora se denominaba
    "geografía humana". La literatura, con sus
    códigos abiertos de creación sintetiza la
    expresión: "Cada comarca en la tierra
    tiene un rasgo prominente". Y así cada barrio,
    pequeña población o comarca rural, imprimen unas
    características comunes a sus habitantes.
    Características que son de casi imposible
    ponderación en términos de la"ciencia
    experimental matemáticamente formalizada"( Juan Bernardo
    Pichon Riviere dixit- 1971) y que no implican la anulación
    de las irrepetibles individualidades, pero que resultan palpables
    para el observador de la vida cotidiana de los
    argentinos.

    A esos perfiles que caracterizan barrios,
    pequeñas y medianas poblaciones, y comarcas rurales, y mas
    aun dentro de ellos a las instituciones educativas y a las
    entidades de bien publico, se les suele denominar en idioma
    ingles como "belonging", algo así como "sentimiento de
    pertenencia" o de comunidad. Y
    así partiendo del grupo primario familiar se engarzan en
    el respectivo barrio, pueblo o comarca, a través de las
    instituciones educativas y las entidades de bien publico, los
    sentimientos de pertenencia de cada persona, que le dan una
    suerte de matriz
    cultural que lo acompaña a lo largo de su existencia
    permanezca o no en el sitio inicial de residencia.

    A esta postura básica, algunos le han denominado
    "comunidad", otros "lo familístico", otros anticipadamente
    lo folklórico (folk). De alguna manera se ha hecho patente
    este tipo de fenómenos ante lo urbano y lo contractual: Y
    en forma confrontativa: Lo familístico Versus lo
    contractual, lo folklórico frente a lo urbano. No obstante
    nos da la impresión( y aclaramos que empleamos en termino
    "impresión", como el resultado de las conclusiones que
    sobre la temática que venimos desenvolviendo en esta
    comunicación hemos llegado a esta altura de nuestra
    parábola vital), que tales confrontaciones, no son mas que
    conclusiones académicas, ya que en el acontecer se percibe
    mas bien una suerte de compenetración de esas polaridades,
    y de otras tan relevantes como las expresadas, no exentas de las
    cuotas de cooperación y/o de conflicto que
    acompañan toda conducta
    humana.

    Circunscrito a la fluencia o flujo vital argentino
    pasados y en curso- sin olvidar las interrelaciones con los
    contextos continentales y planetarios, así como sus
    influencias inerciales previas- vale comentar que el proceso de
    formación del estado Nacional argentino a partir de
    1810-1813 -1816, fue generando una actitud de pertenencia
    nacional en la que están subsumidas con intensidad
    creciente a medida que se acercan a los respetivos habitats, las
    distintas pertenencias. Con ese plexo de pertenencias incluidas,
    los argentinos contemporáneos afrontan el fenómeno
    de globalización/mundialización en
    curso.

    En un trabajo reciente ("Por
    una desconcentración demográfica
    argentina
    "), algunos de cuyos contenidos se
    repiten y/o se amplían en el presente, hemos aludido a la
    noción de "visibilidad" y sus posibilidades, las que
    estimamos muy sugerentes. En ese sentido, se pueden hacer
    "visibles", estudios y registros hechos
    en el pasado remoto y reciente (aunque Pre- TICs) por
    observadores de la realidad argentina: Dicha visibilidad incluye
    ya sea la resignificación a la luz de nuevas
    herramientas de análisis otrora no disponibles, ya sea
    el
    conocimiento por nuevas camadas de estudiosos que no
    habían tenido acceso a dichos documentos, por
    una viscosa circulación de la información o por
    conocimientos a destiempo.

    En ese trabajo que mencionamos, nos referíamos a
    una posibilidad que abren las TICs y en particular los motores de
    búsqueda, tipo Google. En uno de
    los sitios Web, donde se
    ofrecen cuentas de
    correo
    electrónico gratuita, existe un vínculo (link)
    que lleva a los periódicos argentinos que han habilitado
    su propio sitio. Atento cada ciudad importante en términos
    demográficos tiene su periódico,
    normalmente de larga trayectoria, y dado que esos medios brindan
    información de su región de influencia; en la
    actualidad es posible a bajísimo costo, tener un
    panorama actualizado del acontecer de gran parte de los
    asentamientos humanos de la Argentina y sus respectivas comarcas.
    Reiteramos que el procesamiento de esa información, da una
    visión distinta del país, de la que se viene
    abrevando en los grandes medios de comunicación de la
    ciudad de Buenos Aires y aun de las grandes ciudades argentinas
    que siguen sus pautas de difusión de
    contenidos.

    En lo que hace a los contenidos provenientes del pasado
    argentino; se perciben también visiones distintas de la
    Argentina. Lo curioso es que ello proviene de obras de
    calificados observadores, quedando la impresión que se ha
    realizado una difusión inadecuada de esa obra a
    través del sistema
    educativo formal.

    Como en las perspectivas hologramáticas,
    según las cuales el todo esta en la parte, los ejemplos
    amplifican su potencial aclarativo, vamos a mencionar a obras y
    autores que nos permiten tomar conciencia del
    flujo vital argentino precedente a 1880, consignando más
    adelante porque escogimos esa fecha. Así el "Facundo" de
    Sarmiento(1845), "Una Excursión a los Indios Ranqueles",
    de Mansilla (1871); "El Martín
    Fierro( 1872 y 1879), la producción folletinesca de Eduardo
    Gutiérrez("Juan Moreira"(1879); "La ciudad indiana" de
    Juan Agustín García"(1900), "EL País de la
    Selva",de Ricardo Rojas(1905) y "La guerra
    gaucha",de Leopoldo Lugones(1906), todas estas obras nos traen
    impresiones de un tiempo donde aun no se habían desplegado
    en plenitud el paradigma
    occidentalizador post – hasburgués preconizado por
    epígonos como Manuel Belgrano, Bernardino Rivadavia,
    Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi y sus
    seguidores.

    Del listado no exhaustivo de las obras mencionadas, nos
    produce cierta perplejidad, cierto desconocimiento de la riqueza
    de sus contenidos, algo así como solo se hubiera recogido
    de ellos la belleza formal de sus expresiones.

    Tal vez pueda suponerse que al haberse impartido en los
    niveles primarios y secundarios del sistema educativo
    formal, la edad de los educandos comportaba limitaciones en su
    comprensión. Tal vez pueda hipotizarse que durante un
    tiempo las ciencias de la
    conducta o de la cultura, encandiladas por las posibilidades de
    la "ciencia experimental matemáticamente formalizada", las
    descalificaran considerándolos como meros "ensayos".Lo
    concreto es
    que ha habido excepciones a la corriente principal(mainstream),
    como son los casos de las obras de Carlos Astrada, Bernardo de
    Canal Feijoó, Saúl Taborda, José Imbelloni,
    Ezequiel Martínez Estrada, Carlos Molina Massey, Rodolfo
    Gunther Kusch, Fernando Pages Larraya, entre otros, que de
    algún modo construyeron un enlace entre aquellos autores y
    la Argentina que consolido su fisonomía formal a partir de
    1880.

    Estudios como los realizados por Ataulfo Pérez
    Aznar y Juan Alvarez ("Las guerras
    civiles argentinas"), confirman que a partir de 1880,
    disminuyó la intensidad y la virulencia de las luchas
    intestinas, casualmente con los cruentos combates librados en
    distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, que según
    Saldías, dejaron 4.000 muertos y 10.000 heridos. Sobre ese
    luctuoso suceso, se basó la "federalización" de
    Buenos Aires, y a partir de allí su puso en marcha sin
    obstáculos mayores, la partitura que adelantara Belgrano
    desde el Consulado en 1794 y predicaran los ingleses desde
    Montevideo, mediante su boletín "La Cruz del Sur", es
    decir el plexo de ideas de la Revolución
    industrial inglesa, la emancipación norteamericana y
    la Revolución
    Francesa. Era el orden mundial monitoreado por Inglaterra,
    abriendo una etapa argentina, que concluiría con el inicio
    de la Primera Guerra
    Mundial en 1914, a cuya finalización cuatro
    años después seguiría el entonces no
    percibido comienzo del depotenciamiento ingles.

    Para el análisis del acontecer argentino, este
    "momento (1880-1914), representa una suerte de punto de
    inflexión, insoslayable a la hora de la interpretación. Es posible que las
    realizaciones materiales del
    periodo, induzcan a la sobrevaloración de la etapa. Por
    ejemplo nos impresiona el salto que implica que la red ferroviaria trepara
    desde los 2.500 kilómetros al comienzo del periodo
    mencionado a los 33.500 kilómetros al final del mismo.
    Algo similar impresiona en cuanto a los edificios públicos
    construidos en ese periodo, que se conservan en las grandes
    ciudades del país, o al inicio en esa época ya sea
    de fundaciones de pueblos y ciudades, o de algunas entidades
    señeras de bien público, como muchos clubes
    deportivos.

    A partir de 1980 con el centenario de la
    fundación del Club Gimnasia y
    Esgrima de Buenos Aires, y de 1982, con el centenario de la
    fundación de la Plata, se vienen sucediendo a nuestros
    días, las celebraciones de las trayectorias seculares de
    poblaciones e instituciones. Esas creaciones coincidieron con la
    llegada inducida de migraciones provenientes de Europa y Cercano
    y Medio Oriente (cuya magnitud consta sintetizada en la obra de
    Warren "Emancipación económica americana"), y la
    implantación de industrias
    ligadas a los "frutos del país", que esta cronicada
    sucintamente en la obra de Antonio Vaquer "Historia de la Ingeniería Argentina", publicada en 1968.
    Ese pasado, acaeció cuando nacían los bisabuelos o
    tatarabuelos de la actual generación argentina adulta.
    Dato no menor para ponderar como ese acaecer, se proyecta a
    nuestro acontecer actual habida cuenta como las "memorias "
    familiares, cuentan en la formación de nuestras
    respectivas personalidades.

    Mas no sólo las "memorias"familiares se proyectan
    a nuestro presente, sino también la inercia de
    realizaciones publicas y privadas, y los marcos legales
    pertinentes. Muchos de los proyectos
    esbozados en esa época, se implementaron luego. Y esa
    implementación se realizó conflictivamente, sea por
    las interrupciones al estado de derecho
    acaecidas a partir de 1930, que se prolongarían hasta
    1983; como la representada por la abrupta sustitución del
    sistema ferroviario, implantado por los intereses ingleses por el
    sistema automotor alentado por los intereses norteamericanos.
    Sustitución que en nuestra opinión ha causado
    graves perjuicios estructurales y profundas deseconomías
    en el funcionamiento de la Argentina como sociedad diferenciada
    en el marco de las naciones estados del planeta.

    Es dable comprobar que la red de asentamientos urbanas
    perfilada entre 1880 y 1914 a través de los enlaces
    ferroviarios y telegráficos y en menor medida, de la
    actualmente desaprovechada navegación de cabotaje
    marítimo y fluvial, se proyectaría a nuestros
    días, con las incorporaciones tecnológicas del
    caso, inclusive las traumáticas como fuera, la ya
    comentada del minimización ferrocarril y la
    navegación de cabotaje por el complejo automotor- camino y
    aeropuerto pavimentado. Así al telégrafo se
    agregarían la telefonía, la radiodifusión,
    la
    televisión y sus respectivas actualizaciones, hasta
    llegar a la Internet y la telefonía
    celular.

    El esquema se ha mantenido, solo que con ostensibles
    desequilibrios demográficos, el más evidente el del
    Área Metropolitana de Buenos Aires. Ese acontecer
    irregular ha sido acompañado por las políticas
    públicas implementadas aun en medio de las irregularidades
    del estado de derecho experimentadas hasta 1983. Más estas
    consideraciones hacen a la materialidad y a las instalaciones
    fijas.

    Sobre esas instalaciones o mediante algunas de ellas,
    discurrían los aspectos espirituales o culturales de la
    vida cotidiana de las personas. No obstante que cada existencia
    humana concreta tiene una duración limitada, las mismas
    son ultrapasadas por las influencias culturales recibidas y los
    legados aportados
    respectivamente. Así volviendo al emblemático 1880,
    debemos perogrullescamente recordar que a esa fecha habían
    transcurrido tres siglos desde la segunda fundación de
    Buenos Aires. La primera fundación estable española
    (Santiago del Estero) databa de 1553.El poco conocido Molina
    Massey, citado mas arriba, apunta un hecho que en su momento
    parecía casi anecdótico, pero que a la luz de
    nuevos esquemas analíticos, resulta sugerente. Juan de
    Garay era vasco y los que lo acompañaban eran mestizos
    hijos de españolas e indias guaraníes. Reforzando esta líneas
    interpretativas a la que adscribimos, en el libro
    colectivo "Folklore",
    publicado en 1959, que dirigía José Imbelloni,
    estudioso italiano que hizo gran parte de su trayectoria
    académica en Argentina, expresa (reproduciendo una
    conferencia
    suya de 1942), que el "flujo vital indio" era mayoritario y que
    la presencia española estaba reducida
    espacialmente.

    Debemos recordar, tal cual menciona Pages Larraya en "La
    ultima noche de la Araucania", que las luchas entre las etnias
    aborígenes y los huincas, recién finalizaron hacia
    1883. En medio de esas luchas se había producido entonces,
    un mestizaje entre los españoles y las indias de las
    distintas etnias precolombinas que estaban aquí desde el
    origen y que habrían de aportar su impronta cultural a los
    hijos que parían y criaban.

    También Imbelloni, hace alusión a otro
    componente de la argentinidad, cual es el aporte de la
    africanidad negra, que en forma de esclavitud
    comenzó a ingresar a tierras argentinas desde mediados del
    siglo 17. Los africanos habrían de miscegenizarse con
    blancos, y con indios. Sobre esa base de mestizos, mulatos y
    zambos, dominados por una minoría española que
    hacia gala de heterodoxia frente a lo imperante en la
    metrópolis, habría de llegar con la influencia
    borbónica, las ideas del iluminismo, reiteramos
    institucionalizadas en la Creación del Consulado de Buenos
    Aires en 1794, y encarnadas en el primer titular de esa
    repartición Manuel Belgrano. Con ese cambio de
    paradigma, cuyos acontecimientos referentes, reiteramos fueron la
    Revolución Industrial inglesa, la emancipación
    Norteamericana y la Revolución francesa, se
    iniciaría con Belgrano y se intensificaría con
    Rivadavia, Sarmiento y Alberdi como referentes, una corriente de
    "occidentalización "de estas tierras, que habría de
    generar un polo que evidenciaría una actitud de
    confrontación, o rectificación aunque
    tardaría mucho tiempo en formalizarse como actitud
    explicita. Esa confrontación ya acompañaría
    las primeras décadas de la emancipación argentina y
    solo encontraría un sosiego- fruto de la contundente
    victoria miliar de un bando sobre otro- en 1880, mas
    encontraría un episodio previo, la batalla de Caseros en
    1852, conducentes a la solución de 1880.

    Ello se concretaba en la adopción
    de una Constitución, tomando como referencia el
    texto
    norteamericano y el suizo, y plasmando en la misma un proyecto de
    país: El que claramente habían señalado
    Rivadavia, Sarmiento y Alberdi, estos dos últimos
    protagonistas de los acontecimientos, e insinuado por Belgrano.
    Este Proyecto, quería hacer de la Argentina una suerte de
    Estados Unidos
    y de ciertos países de Europa (Francia, Gran
    bretaña y Alemania).
    Para ello necesitaban población proveniente de esos
    países y capitales también de allí
    provenientes. No tenían empacho sobre todo Alberdi y
    Sarmiento, de proponer hacer un cambio de población, para
    terminar con el "coloniaje", como ellos estigmatizaban la
    influencia española.

    En su imaginario, la influencia aborigen no contaba y
    menos la africana. Es muy sintomática la manera que
    Sarmiento finaliza su libro "Conflicto y Armonía de Razas
    en América".Termina diciendo en ese libro de
    1883:"Seamos Estados Unidos" (De Norteamérica, se
    entiende…). Pero el tipo de inmigración que propugnaron no vino a la
    Argentina. Llegó otro tipo de inmigración, que hoy
    con otras herramientas de análisis disponibles, podemos
    encuadrar como la compuesta por los "perdidosos" de los procesos de
    formación de los estados Nacionales y de las
    conformaciones imperiales. Llegaron minorías desplazadas
    portadoras de lo que hoy se conoce como culturas "arcaicas". Tan
    arcaicas como las que ya venían conformando las
    mayorías de mestizos, mulatos y zambos. Tan distantes como
    ellos de los intentos de "occidentalización "que los
    seguidores de los referentes intentaban y aun intentan imponer
    desde el sistema educativo y los medios de comunicación.
    Es ese fenómeno el que nos hace calificar a las
    "Argentinas" como un "".

    Así, hoy resulta claro que se crearía una
    convivencia traumática entre los que mayoritariamente
    integraban mayoritario polo arcaico "transoccidental" y el
    minoritario, más poderoso polo "occidentalizador". Por
    debajo de las luchas políticas no exentas de picos de
    violencia ha
    sido esta convivencia traumática, la que ha caracterizado
    el devenir argentino y amenguado sus posibilidades en orden a la
    calidad de vida.

    Esto que a vuela pluma venimos desplegando, apunta a la
    necesidad de hacer "visible" en toda su dimensión esa
    fluencia o flujo vital real de la Argentina. Visión que
    entendemos tarda en hacerse carne en quienes de buena voluntad
    y/o por inercia se sitúan en el polo "intraoccidental",
    aun en medio de fuertes y a veces insalvables diferencias
    ideológicas, pero que aun en su condición de
    minorías, dominan los aparatos públicos y privados
    de la Argentina "formal", aparatos en transe acelerado de
    burocratización y ensimismamiento o
    encapsulamiento.

    Por lo que venimos enunciando panorámicamente y
    con todas las limitaciones inherentes a la comunicación
    monográfica, hemos procurado esbozar a muy grandes trazos,
    lo que nosotros consideramos la fluencia o el flujo vital
    argentino. En el mismo que intenta ser abarcativo de la
    diversidad y plural y étnica, así como de la
    sinergia que
    generan alrededor de 38 millones de personas interactuando, queda
    implícita una suerte de postura político
    ideológica, habida cuenta la reticencia de los
    minoritarios sectores "occidentalizantes" de admitir que hay
    otras cosmovisiones cuantitativamente superiores que procesan sus
    problemáticas cotidianas desde otros valores.

    Hacer "visibles" a las otras maneras de vivir que hay en
    la Argentina, en una de las maneras de "desarrollar el profundo
    argentinismo cultural", que es el juicio de valor que da
    sustento a esta comunicación.

    Demás esta decir que no somos originales en la
    formulación. La propuesta de "desarrollar un profundo
    nacionalismo
    cultural", fue formulada por el presidente Juan Domingo Perón, en
    su mensaje al Parlamento del 1ero. de Mayo de 1974, poco antes de
    su fallecimiento. Nosotros casi irreverentemente, nos hemos
    permitido sustituir el termino "nacionalismo" por el termino
    "argentinismo", lo que no cambia el sentido asignado por
    Perón al concepto. Sin
    embargo en nuestra trayectoria hemos conocido a mas de una
    persona que se autoproclama enfáticamente como
    "nacionalista" y su innegable sentimiento nacional esta
    acompañado por un sesgo totalitario que no compartimos en
    modo alguno. Nuestra propuesta es que la libre fluencia de la
    argentinidad debe operarse en la plena vigencia del sistema
    republicano, representativo y federal que consagra la
    Constitución argentina vigente. La fluencia vital,
    irá siendo la que las personas, vayan elaborando a
    través de sus grupos familiares
    en intenso contacto con las entidades de bien publico, y ha de
    ser la linfa nutricia argentinista, que aporte contenidos a las
    distintas convenciones Constituyentes, al Parlamento Nacional, a
    los las Legislaturas Provinciales, a los Concejos Deliberantes
    Municipales y a las Asambleas de las universidades
    estatales.

    Por ello hacer "visible" a la fluencia vital argentina
    es desarrollar un profundo argentinismo cultural. Una manera
    participativa, creativa y descentralizada de procesar desde
    nuestros barrios metropolitanos, desde nuestras pequeñas y
    medianas poblaciones, desde las comarcas rurales, aquella triple
    crisis
    ecológica, alimentaria y energética planetaria que
    denunciara la carta de Machu
    Picchu de 1977, y que tomara jerarquía en las
    preocupaciones de los organismos internacionales con la Agenda
    XXI de la conferencia de Rió de Janeiro de
    1992.

    Ante una fluencia vital caracterizada por la diversidad,
    la contradicción, la complejidad, la incertidumbre, la
    imprecision y el descontrol, resulta hasta enfermiza toda
    puntillosa planificación. Lo que sí resulta
    racional es actuar informado responsablemente y solidariamente en
    los respectivos hábitats y alentar creativamente las
    medidas de coordinación y enlace que posibilitan una
    optimización creativa de lo existente conducente a una
    calidad de vida que sea compatible con el "lugar en el mundo" que
    a cada uno le toque en suerte y que sea sostenible en el tiempo
    no solo para la propia existencia, sino para las generaciones
    venideras

    Redactado entre el 24/01/2006 y el 02/02/2006

     

     

    Alfredo Armando Aguirre

    http://choloar.tripod.com/choloar.html

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