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Estudio merceológico para la implementación de un plan HACCP en
un molino harinero



Partes: 1, 2, 3, 4

    El mismo sirve para calificar el trabajo
    por haber sido premiado como una de las 3 tesis
    sobresalientes 2005 de la Univesidad de Buenos Aires
    (UBA) por una empresa
    privada de la categoría de Dow Agrosciences a nivel
    internacional.
    Además dejo mis datos para
    cualquier consulta que seguramente su lectura
    puede ocasionar

    Partes: 1, , 3, 4

     

    1. Resumen
    2. Introducción
    3. Marco teórico y
      revisión de la literatura
    4. Metodología
    5. Resultados
    6. Bibliografía
    7. Apéndice

    Resumen del trabajo.

    En la mayoría de los países del mundo, e
    incluso en la Argentina, el requisito de calidad total, se
    ha presentado abruptamente, como una exigencia de los mercados
    globales. Pasó a ser una pauta comercial obligatoria junto
    a la evolución de los criterios de calidad, los
    cuales, valorizan por excelencia al consumidor. Un
    componente fundamental de toda empresa
    alimenticia y condición para lograr la calidad total es el
    HACCP. Entre sus beneficios, logra un producto y un
    proceso
    diferenciado que cumple con los requisitos de inocuidad e
    higiene,
    exigido por los Estados Unidos y
    por la Unión
    Europea, para introducir productos en
    sus mercados. Además, es sugerido por el Codex
    Alimentarius y es aceptado internacionalmente como
    parámetro de referencia.

    Este trabajo se basó en un estudio descriptivo de
    la producción de harinas con
    formulación y puesta a punto de un plan de Análisis de Riesgos y
    Puntos Críticos de Control (HACCP)
    en el molino de Bahía Blanca del Grupo Los
    Grobo que representa el punto final de una coordinación vertical.

    Para la realización del trabajo se recorrieron
    las diferentes etapas de la agregación de valor del
    trigo que coordina la empresa
    mencionada, incluyendo producción primaria, acopio y
    molinería. Luego de recabar toda la información y teniendo pleno conocimiento
    global de la producción y almacenaje del commodity, se
    formó un equipo interdisciplinario, se armó un
    diagrama de
    flujo del proceso de producción, se identificaron los
    potenciales peligros físicos, químicos y
    microbiológicos que podrían contaminar el alimento
    y sus medidas de prevención. Posteriormente, se
    identificaron los puntos críticos de control (PCC) donde
    enfocar los recursos, se
    determinaron los sistemas de
    monitoreo y los límites
    críticos o tolerancias que no debían ser
    sobrepasados. Para el caso de que esto sucediese, se enumeraron
    las acciones
    correctivas. Por último, se dejaron diseñados los
    procedimientos
    de verificación, registros y
    documentación para la empresa.

    Palabras clave: Coordinación vertical, sistema de
    calidad, inocuidad, seguridad
    alimentaria, consumidor.

    "Merceological study for the designing,
    experimentation and implementation of a HACCP Plan in a flour
    mill of Argentina: The Grobo Case"

    Abstract

    The concept of total quality requirement has imposed
    itself in a very short time over all world markets. It has become
    very quickly a mandatory commercial condition, along with the
    evolution of the quality assurance criteria, which adds
    excellence value to the final consumer. HACCP, is a mechanism for
    food safety control, a component of overall food quality control
    programs. Its approach is internationally recognized as essential
    to ensure the safety and suitability of food for human
    consumption, and it enhances the potential for international
    trade, enabling the obtaining of a differential product category
    and ensuring processes that follow the requirements of the US and
    the EU for food safety and hygiene, as a pre-requisite from most
    selected importers, in order to introduce products into their
    markets. It is also suggested by the Codex Alimentarius and is
    internationally accepted as a parameter of reference. This work
    was based on a detailed study towards the creation and
    implementation of a Hazard Analysis Critical Control Points
    (HACCP) in a flour mill of a vertically coordinated company named
    Los Grobo. As a first step, every loop of the supply chain was
    visited and analyzed, including wheat production, grain storage
    and flour industry. The second step consisted in overseeing the
    following prerequisites of the CODEX Alimentarius General
    Principles of Food Hygiene and the principles and steps for
    implementing HACCP: assemble an interdisciplinary team, describe
    the product and identify its intended use, construct the
    production process flow diagram, identify in a list the potential
    physical, chemical, and microbiological hazards that could
    contaminate the food, and the preventive measures for their
    control. Once the risks were detected, the Critical Control
    Points (CCPs) were validated (where the resources needed to
    focus). Followed by the establishing of a system to monitor
    control of CCPs procedures and the critical limits which must be
    met to ensure that the CCPs were under control. Where required,
    the corrective actions to be taken were enumerated. Finally,
    procedures were established for the verification which include
    supplementary tests and verification procedures to confirm that
    the HACCP system is working effectively and documentation
    concerning all procedures and records appropriate to these
    principles and their application.

    Key Words: Vertical Coordination, Quality Control, Food
    Safety, Costumer.

    CAPÍTULO 1 –
    INTRODUCCIÓN

    1.1. Planteo del problema

    Las enfermedades trasmitidas por
    los alimentos (ETAs)
    son una importante causa de mortalidad en todo el mundo.
    Anualmente se registran grandes pérdidas asociadas con los
    alimentos debidas a la
    contaminación y el deterioro microbiano,
    principalmente por defectos en la industrialización, mala
    manipulación/ conservación y a las ETAs;
    pérdidas de productividad por
    inasistencia al trabajo, gastos de
    atención médica,
    hospitalización, juicios, análisis de laboratorio,
    costos
    industriales o comerciales, etc., y por supuesto, la invalorable
    pérdida de vidas humanas. Los alimentos crudos proceden de
    animales y
    vegetales, cuyas superficies externas están siempre
    contaminadas por una microflora muy heterogénea procedente
    de los lugares de cultivo y producción.

    Una vez los vegetales recolectados, los productos
    derivados se someten a una serie de procesos con
    el fin de destruir o eliminar la microflora inicial. No obstante,
    a veces los mismos, originan una contaminación adicional o
    multiplicación de los ya existentes. Por ello, es muy
    importante reconocer que cada etapa del proceso o
    manipulación puede influir cualitativa o
    cuantitativamente, tanto en la composición de la flora
    microbiana que sobrevive como en el desarrollo
    pos-proceso, pudiendo ocasionar peligros para la salud. Pese a que hoy se
    conocen bien los principios
    aplicables para combatir la mayor parte de las ETAs, los métodos
    tradicionales han resultado insuficientes para resolver este
    problema. Así la
    Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que
    las ETAs, aun en el umbral del siglo XXI seguían siendo el
    principal problema de salud
    pública mas extendido del mundo.

    1.2. Revisión de
    antecedentes

    Como ejemplos de ETA en la India, en
    1974, murieron más de 100 personas por consumo de
    maíz
    contaminado con aflatoxinas. Con respecto específicamente
    a enfermedades por consumo de pan contaminado se estima que
    murieron 100.000 personas durante la segunda guerra
    mundial (entre 1941 y 1947) por trigo contaminado. Amplios
    estudios rusos determinaron que la causa eran hongos del
    género
    Fusarium o Clamidosporium debido a un horneado deficiente
    que no destruyó las micotoxinas.3

    Un concepto
    relativamente nuevo en la prevención y la lucha contra las
    enfermedades alimentarias es el sistema de Análisis de
    Riesgos y Puntos Críticos de Control (HACCP). Este
    sistema tiene por objeto identificar, con fundamentos
    científicos y carácter sistemático, los peligros
    vinculados a cualquier fase de la producción, tratamiento
    o preparación de alimentos, evaluar los riesgos
    consiguientes y determinar las operaciones en
    las que resultan eficaces ciertos métodos de control con
    el fin de garantizar la inocuidad de los mismos. Estos
    métodos pueden aplicarse directamente a las operaciones
    cuya importancia es crucial para garantizar la seguridad del
    producto. Se centra en la prevención en lugar de basarse
    en el ensayo del
    producto final. Todo sistema HACCP es susceptible de cambios que
    pueden derivar de avances en el diseño de equipos,
    procedimientos de elaboración o del sector
    tecnológico.

    El HACCP fue desarrollado en 1959 en Estados Unidos con
    un fin claro: asegurar la calidad sanitaria y
    microbiológica de los alimentos utilizados en los primeros
    programas
    espaciales de la NASA. Hace más de cuarenta años
    los sistemas de
    calidad de las industrias
    alimentarias se basaban en el estudio del producto final, de modo
    tal que era imposible garantizar la seguridad total del alimento.
    En su lugar se buscaba un sistema preventivo que ofreciera un
    alto nivel de confianza. El sistema diseñado por la
    Compañía Pillsbury, la NASA y los laboratorios del
    ejército de los Estados Unidos en Natick fue la
    solución a dicha problemática.

    En la Conferencia
    Nacional de Protección de Alimentos en 1971, se
    introdujeron tres principios: identificar peligros, determinar
    los puntos críticos de control (PCC) y establecer sistemas
    de monitoreo para cada PCC. Estos conceptos no eran utilizados
    hasta ese momento por la industria
    alimenticia. Durante el Concilio Nacional de la
    Investigación, en el año 1985, se evaluó el
    papel de los criterios microbiológicos en los alimentos y
    sus ingredientes, peligros no controlados mediante
    análisis. A partir de este momento se recomendó el
    uso del HACCP para asegurar la inocuidad de los alimentos. El
    Comité de Asesores sobre Criterios Microbiológicos
    en Alimentos de Estados Unidos (NACMCF) propuso en 1988, la
    adopción
    del HACCP en la industria de los alimentos, desarrollando un
    consenso para la aplicación de dicho sistema. Propuso 7
    principios para la aplicación de HACCP, publicados en
    1989, sufriendo estos su primer modificación en 1992 y la
    segunda (la más reciente) en 1997, distribuida
    inmediatamente por Internet y publicada en 1998
    en el Journal of Food Protection.

    Los siete principios de HACCP son:

    1) Conducir un análisis de peligros,

    2) Identificar los puntos críticos de control
    (PCC),

    3) Establecer límites críticos,

    4) Establecer procedimientos para monitoreo de
    PCC,

    5) Establecer acciones correctivas,

    6) Establecer procedimientos de
    verificación,

    7) Establecer procedimientos para mantener
    registros.

    Basándose en estos principios, surgen los
    lineamientos u orientaciones para evaluar los riesgos que se
    producen durante el tratamiento, preparación, y
    conservación de los alimentos.

    El HACCP es simplemente la aplicación
    metódica y sistemática de la ciencia y
    la tecnología para planear, controlar y
    documentar la producción inocua de los alimentos. Es una
    forma lógica
    de autocontrol que garantiza la seguridad sanitaria de los
    alimentos.

    En este sistema se identifican los puntos donde
    podrían aparecer los peligros más importantes para
    la seguridad del alimento (biológicos, físicos o
    químicos) en las diferentes etapas del procesado
    (recepción de las materias primas, producción,
    distribución y uso por el consumidor final)
    con un objetivo
    claro: adoptar medidas precisas y evitar que se desencadenen los
    riesgos de que se presenten esos peligros. Esta metodología permite, a partir de las
    fallas, hacer un análisis de las causas que los han
    motivado y adoptar medidas que permitan reducir o eliminar los
    riesgos asociados a las mismas. Asimismo, puede aplicarse a
    aquellos errores potenciales relativos a la calidad
    organoléptica del producto, su peso, volumen, vida
    útil o calidad comercial.

    Según el Instituto Panamericano de
    Protección de Alimentos y Zoonosis
    (INPPAZ), la creciente aceptación del HACCP en el mundo
    por la industria, los gobiernos y los consumidores, además
    de su compatibilidad con sistemas de gestión
    de la calidad como ISO y TQM
    (Total Quality Management) hace prever que este enfoque
    será, en el siglo XXI, el instrumento más utilizado
    en el aseguramiento de la inocuidad de alimentos en todos los
    países. Ha sido respaldado por el NRC (National Research
    Council), el ICMSF (International Commission on Microbiological
    Specifications for Foods) y por el NACMCF de los Estados Unidos y
    otros países. La Organización Mundial de Comercio (WTO)
    determinó que todas las relaciones económicas que
    involucran a los alimentos sean reguladas por las normas, pautas y
    recomendaciones de: la comisión del Codex Alimentarius, la
    organización internacional de Epizootias
    (IEO) y la Convención Internacional de Protección
    Fitosanitaria (IPPC). Las normas, pautas y otras recomendaciones
    del Codex Alimentarius se han vuelto específicas en la
    producción de alimentos inocuos y la protección del
    consumidor en el comercio
    internacional de alimentos. Debido a esto, la pauta para la
    implementación del sistema HACCP del Codex Alimentarius se
    ha convertido en la referencia para los requisitos de inocuidad
    internacional de alimentos. Es así como muchos
    supermercados de la Unión Europea traccionan en la cadena
    hacia programas de gestión de
    calidad que incluyan HACCP para permitir el ingreso de
    productos a sus góndolas llegando a hacer auditorias de
    sus proveedores y
    de sus respectivos abastecedores de materias primas o
    exigiéndoles certificaciones de terceras
    partes.

    Por su parte, las Buenas Prácticas de Manufactura
    (BPM), contempladas en el Codex Alimentarius, en la
    legislación del MERCOSUR y del
    Código
    Alimentario Argentino (CAA). Constituyen la base para la
    implementación del Sistema de Análisis de Riesgos y
    Puntos Críticos de Control.

    En Argentina, la percepción
    de la necesidad de certificación de calidad como
    herramienta de competitividad
    por parte de las empresas, es
    reciente, especialmente en las pequeñas y medianas y ha
    sido desencadenada por el proceso de globalización, apertura a nuevos mercados,
    ingreso de nuevos productos, la competencia, y
    por la difusión de estos mecanismos en el mundo como
    instrumentos de competitividad. A nivel HACCP, en la Argentina,
    del conjunto de empresas que forman parte de rubro
    agroalimentario existen relativamente pocas que lo han
    homologado. Estas corresponden principalmente al sector de las
    carnes con la finalidad de cumplir con los requisitos
    establecidos para la exportación. Esto se debe a que los
    alimentos afectados con más frecuencia son los animales
    (90 %) y las fuentes de
    contaminación suelen estar en los establecimientos donde
    fueron servidos más que en las plantas de
    procesado.

    Además en el caso de la harina de trigo su baja
    aw (actividad acuosa) dificulta la multiplicación
    microbiana de los principales patógenos, y el hecho de
    cocinar en forma adecuada la masa del pan previo a la ingesta
    disminuye el riesgo de
    ETAs.

    Este sistema puede aplicarse a lo largo de toda la
    cadena de
    valor alimentaria, desde el productor primario hasta el
    consumidor final, incluyendo los intermediarios, distribuidores,
    proveedores y las empresas de transporte. Su
    aplicación debe basarse en pruebas
    científicas de peligros para la salud humana.
    Además de mejorar la inocuidad de los alimentos, la
    aplicación del sistema HACCP puede ofrecer otras ventajas
    significativas como facilitar la inspección por parte de
    las autoridades de reglamentación, promover y dinamizar el
    comercio
    internacional al aumentar la confianza en la inocuidad de los
    alimentos.

    Con la misma metodología, se pueden abordar
    también aspectos de calidad de los productos, aunque el
    sistema no fuera diseñado originalmente para ello.
    Asimismo, permite reducir los llamados costos ocultos al
    disminuir el número de productos que no cumplen con las
    exigencias al final del proceso, ya que se ha eliminado el riesgo
    de que estos puedan sufrir algún tipo de
    contaminación. Es decir, el producto no llegó con
    problemas
    porque en toda la línea se realizaron controles desde el
    principio y durante todo el proceso. De este modo, industria y
    autoridades no tienen que depender del análisis por
    muestreo de
    productos finales, sistema tradicional que, a diferencia de
    HACCP, es más reactivo que preventivo y los problemas de
    inocuidad pueden ser detectados y corregidos antes de que el
    producto esté listo para su distribución o
    consumo.

    Reemplazar el sistema de control tradicional por el
    autocontrol, es importante, seguro, y a la
    larga menos costoso. La adecuada puesta en práctica del
    HACCP tanto en establecimientos del servicio de
    alimentación como en las casas particulares
    dará como resultado una disminución de las
    ETAs.

    1.3. Determinación del
    Sistema:

    Este trabajo se realizó en una pasantía
    clase "A" en
    el Grupo Los Grobo y, particularmente, en su molino harinero, a
    continuación se describirán brevemente sus
    características.

    1.3.1. Grupo Los Grobo:

    Esta empresa es originaria de la localidad de Carlos
    Casares, en la provincia de Buenos Aires. Se dedica a los
    negocios
    agropecuarios, es de origen familiar, y reconoce sus inicios en
    el año 1910, momento en el que Bernardo Grobocopatel, su
    fundador, llega a Argentina para desempeñarse como
    contratista rural. A través de los años sus hijos
    se consolidaron como productores y acopiadores en el noroeste de
    la provincia de Buenos Aires. En 1984, la segunda y tercera
    generación de la familia,
    desarrollan una empresa con una nueva dinámica y flexibilidad en relación
    con los tradicionales negocios del área. La
    incorporación de tecnologías innovadoras, nuevas
    áreas de negocios y escala de
    trabajo, la convirtió en una de las empresas agropecuarias
    más grandes e importantes del país.

    La casa central está ubicada en Carlos Casares
    (provincia de Buenos Aires) y cuenta con sucursales y
    dependencias distribuidas en distintos sectores, principalmente
    de la provincia de Buenos Aires. Entre ellas podemos nombrar a
    Guaminí, Francisco Madero, Salliqueló, Casbas, 30
    de Agosto, Trenque Lauquen, Pellegrini, Bonifacio, Pasteur,
    Quiroga, Timote, Chivilcoy, Gral. Lamadrid, Darregueira, Magdala,
    San Miguel del Monte, General Pico, Intendente Alvear, Juan
    José Paso, San Antonio de Areco, Carhué, Saavedra,
    Bahía Blanca, Pigüé, América, Roberts, etc. Posee una
    facturación anual U$S 80 millones, da trabajo directamente
    a más de 180 personas, ocupa más de 1000 camiones
    por campaña agrícola y acopia más de 480.000
    toneladas de granos cada año.

    Desde hace 15 años es líder
    en el país sembrando asociada con distintos productores y
    empresarios agropecuarios. Si bien la empresa comenzó con
    el tradicional acopio de granos, sumó las tareas de
    corretaje y exportación, con lo que integró
    verticalmente a todas las etapas de la comercialización. En 1998 comenzó a
    operar en el Mercado a
    Término de Buenos Aires, siendo actualmente uno de los
    mayores protagonistas del mismo. Incorporó también
    el asesoramiento permanente en la evolución de los
    Mercados y el uso de los Futuros y las Opciones. También
    opera en el Mercado de Cereales de Chicago a fin de ofrecer
    nuevas alternativas para la cobertura de las operaciones. En mayo
    de 2000 se comenzó con la implementación de la
    Norma IRAM-ISO 9001:2000,
    habiendo logrado la certificación de los sistemas de
    Comercialización, Agroinsumos, Producción
    Agrícola y desde septiembre del 2004 ha certificado el
    Molino Harinero.

    En octubre de 2001 Los Grobo Agropecuaria S.A. adquiere
    el molino y crea una nueva figura societaria, Los Grobo Inversora
    SA, y comienza a dedicarse al negocio de la molienda de trigo y
    comercialización de harinas. En el mes de Diciembre de ese
    mismo año se realizaron tareas de mantenimiento
    y ajuste reiniciando las actividades de molienda de trigo. Como
    resultado, se logró integrar corporativamente la
    producción, provisión de insumos,
    comercialización y procesamiento de materias
    primas.

    En 2003 Los Grobo Agropecuaria S.A. decide formar una
    nueva figura jurídica: El Grupo Los Grobo, y de este modo,
    separa el futuro de la empresa del de la familia y ordena
    la sucesión. También facilita la profesionalización de las personas que
    trabajan en la empresa a través del Plan de Desarrollo
    Gerencial. De esta manera, Los Grobo Inversora S.A., con el
    molino, pasa a formar parte del Grupo Los Grobo.

    1.3.2. El molino Los Grobo:

    En el año 1909 los señores Vattuone y
    Vignolo construyeron un molino harinero en tierras fiscales
    ubicadas en el Puerto Galván de Bahía Blanca y
    comenzaron a producir harinas. La Empresa cambió de
    responsables en repetidas oportunidades. El molino dejó de
    funcionar en el año 1999, retomando sus actividades en
    Diciembre de 2001 con la aparición de Los Grobo
    Agropecuaria SA.

    El molino, posee una capacidad de molienda de 210 ton.
    por día y del proceso se obtienen varios tipos de harinas.
    Entre ellas podemos nombrar tipo 000, 0000, integrales,
    semolín, salvado, germen de trigo, pellets de afrechillo y
    premezclas de pan. Está emplazado en el muelle de Puerto
    Galván, con salida directa a rutas de acceso terrestres y
    marítimas. Sus productos se comercializan en puntos de
    todo el país como Buenos Aires, Mendoza, Santa Cruz, Alto
    Valle del Río Negro, Bahía Blanca con su zona de
    influencia, y además en Chile. Cuenta con un staff de
    vendedores propios y un grupo de distribuidores repartidos en
    todo el país.

    El transporte de las mercaderías se realiza a
    través de transportistas autorizados, a excepción
    de Bahía Blanca, donde el reparto a las panaderías
    locales lo efectúa un transporte propio. Se han
    implementado acciones para comenzar a exportar los productos a
    diferentes países vecinos. Posee un departamento de
    desarrollo de nuevos productos, una panadería experimental
    donde se llevan a cabo pruebas para controlar la calidad de las
    harinas y para responder reclamos y sugerencias de clientes.
    Realizan visitas a panaderías que utilizan la harina para
    aconsejar a los maestros panaderos en el mejor uso de la
    misma.

    El Grupo Los Grobo se ha posicionado como un coordinador
    de procesos en la cadena agroalimentaria y especialmente en la
    agregación de valor del trigo, desarrollando una extensa
    red de comercio
    colaborativo intentando integrar corporativamente la
    producción, provisión de insumos,
    comercialización y procesamiento de materias
    primas.

    El molino, al igual que la producción primaria,
    cuentan con una reciente certificación IRAM-ISO 9001:2000,
    esta resulta ser un complemento ideal, tanto de las buenas
    practicas de manufactura (BPM), como para el plan HACCP. Juntas
    apuntan a la mejora continua garantizando no sólo los
    procesos sino también la inocuidad de sus productos.
    Lamentablemente, aun no cuenta con estas dos últimas
    herramientas
    de Seguridad Alimentaria que son un objetivo de este proyecto.

    1.4) Justificación

    La importancia
    científico-tecnológica del proyecto
    recayó en la búsqueda sistemática de
    medios
    alternativos para adoptar medidas precisas que eviten el
    desencadenamiento de la presentación de peligros. Estos
    pueden ocurrir en cada etapa del proceso productivo, desde el
    campo hasta la panadería. Se presentan como agentes
    contaminantes físicos, químicos y biológicos
    (plagas, hongos, virus y bacterias) que
    se podrían encontrar presentes o introducirse en el
    proceso y se identificaron las condiciones que favorecían
    su supervivencia y/o multiplicación con el fin de asegurar
    su remoción/contención a niveles aceptados
    internacionalmente.

    En cuanto a la importancia educativa del
    proyecto se aprendió el funcionamiento de una
    agroindustria integrada y coordinada verticalmente. La forma en
    que se realiza la
    administración de la producción a campo y en el
    acopio, sus defectos y virtudes. Con la visión global de
    los caminos que sigue la principal materia prima,
    se realizó un planteo completo para la
    implementación de un sistema HACCP en el molino que
    contribuyó a integrar los conocimientos teóricos
    adquiridos en el ámbito facultativo (Carreras de Ingeniería Agronómica y la
    Licenciatura en Gestión de Agroalimentos) y los
    prácticos del paso por la empresa en la pasantía.
    Así se profundizó en el empleo de las
    metodologías científicas y tecnológicas
    requeridas en el mercado laboral
    actual.

    Se estableció para la empresa un sistema de
    gestión para el control estandarizado de la seguridad
    alimentaria sin precedencia conocida. Lo que determinó un
    factor de importancia científico, social y
    económica
    de suma importancia.

    En cuanto a las características
    innovadoras de la investigación, no se han
    detectado molinos con implementación HACCP en la
    Argentina, ni con certificación en Latinoamérica, tampoco hay indicios del uso
    del vaporizado del cereal previo al procesamiento ni tampoco que
    incluyan en el muestreo la medición del % de micelio en el surco del
    grano con lupa 8x para correlacionar con la cantidad de
    DON.

    Todas estas técnicas
    innovadoras de procesamiento han sido creadas y experimentadas en
    el molino o identificadas e implementadas en el (por el
    intensificando) para prevenir la ocurrencia de los fallos que se
    presentaban en el HACCP. Las mismas pueden ser un
    "puntapié inicial" en la creación de una nueva
    forma de producción de harinas mas seguras y una ejemplo
    de la creación y difusión del conocimiento desde
    las áreas educativas hacia las productivas.

    1.5) Objetivos del trabajo

    General: El objetivo general del presente trabajo
    consistió en el diseño e implementación de
    un Plan HACCP en un molino harinero.

    Específicos:

    1. Se identificó el funcionamiento cabal de la
      agregación de valor del trigo en una empresa coordinada
      verticalmente con normas de calidad acordes a una visión
      global.
    2. Se intercambió experiencia
      teórico/práctica con los profesionales
      intervinientes en cada área, incluyendo la
      producción, acopio e industrialización logrando
      mayor comprensión de la cadena de
      valor del trigo. Esto permitió adquirir experiencia
      in situ de los peligros a los cuales se exponía la
      principal materia
      prima de la harina facilitando la evaluación de cada uno de los eslabones
      para la realización del plan HACCP.
    3. Se desarrollaron capacidades para la
      comprensión, capacitación, motivación y control del personal en
      cada etapa, incluyendo el dictado de cursos para el personal
      del molino favoreciendo un feedback con los operarios para la
      implementación del sistema deseado.
    4. Se identificaron los métodos utilizados en la
      industria molinera para prevenir la contaminación y se
      evaluó la posibilidad de su implementación en la
      empresa.
    5. Se diseñaron y experimentaron métodos
      innovadores utilizando el razonamiento y la integración de conocimientos.

    CAPÍTULO 2
    – MARCO CONCEPTUAL Y REVISIÓN DE LA
    LITERATURA

    Antes de aplicar el sistema de HACCP a cualquier sector
    de la cadena alimentaria, el sector deberá estar
    funcionando de acuerdo con los Principios Generales de Higiene y
    los Códigos de Buenas Prácticas del CODEX
    Alimentarius, y la legislación nacional en materia de
    inocuidad de los alimentos. Esta tarea ha sido y es una de las
    más arduas. Es la implementación de las diferentes
    herramientas estratégicas de gestión de calidad en
    alimentos que anteceden a la realización del plan HACCP.
    Entre ellos se pueden mencionar:

    1. Buenas Prácticas Agrícolas
      (BPA)
    2. Procedimientos Operativos Estandarizados de
      Saneamiento (POES)
    3. Manejo Integrado de Plagas (MIP)
    4. Buenas Prácticas de Manufactura
      (BPM)

    A continuación se hace una breve reseña
    bibliográfica de cada uno de ellos.

    2.1. BPA

    Son las medidas higiénicas y sanitarias
    mínimas que se deben tomar en la producción
    primaria, a campo, para prevenir la contaminación por
    prácticas inadecuadas. De esa forma, reducir las
    posibilidades de que ingresen peligros a la materia prima que
    determinen un riesgo en la salud de los consumidores finales del
    alimento. Se busca asegurar la inocuidad desde el principio de la
    cadena. Es promovida principalmente para productos
    frescos.

    Su objetivo es minimizar toda probabilidad de
    contaminación (física, química o
    biológica) del cultivo que pueda poner en riesgo la
    inocuidad del producto o su aptitud para el consumo en las etapas
    posteriores de la cadena agroalimentaria. La FAO promueve
    actualmente una evolución conceptual de las BPA que
    incluye la gestión integral de productos / procesos, medio
    ambiente,
    salud y seguridad laboral.

    Además de sus incumbencias técnicas
    propias es importante subrayar que, como todo sistema de
    gestión, la puesta en práctica de las BPA se basa
    en un completo protocolo de
    documentación y registro que
    permite el monitoreo y control de las acciones
    realizadas.

    2.2. POES:

    Para la norma IRAM 14104 son los procedimientos que
    describen las tareas de saneamiento. Este incluye tanto las
    tareas de limpieza como de desinfección que se aplican
    antes, durante y después de las tareas de
    elaboración del alimento. Los POES son de
    aplicación obligatoria.

    El énfasis está puesto en la
    prevención de una posible contaminación directa o
    adulteración del alimento. Cada establecimiento tiene la
    posibilidad de diseñar el plan efectivo que desee con sus
    detalles y especificaciones particulares.

    2.3. MIP:

    El objetivo del MIP es minimizar los peligros
    ocasionados por la presencia de plagas, utilizando procedimientos
    operativos estandarizados. A diferencia del control tradicional
    que es reactivo, el MIP es preactivo ya que se adelanta a la
    incidencia del impacto de las plagas en los procesos productivos.
    La importancia de controlar las plagas radica en las
    pérdidas que estas ocasionan a través de
    mercaderías arruinadas, alimentos contaminados,
    potenciales demandas, productos mal utilizados para el control,
    daños a estructuras
    físicas de la empresa, pérdida de imagen,
    etc.

    El MIP debe ser aplicado a todos los sectores de la
    planta (internos y externos). El plan MIP incluye los siguientes
    pasos:

    • Diagnóstico de las instalaciones e
      identificación de sectores de riesgo.
    • Monitoreo.
    • Mantenimiento e higiene (control no
      químico).
    • Aplicación de productos (control
      químico).
    • Verificación (control de
      gestión).

    2.4. BPM:

    Las BPM son los procedimientos necesarios para producir
    alimentos inocuos, saludables y sanos. Son una herramienta
    básica para la obtención de productos seguros para el
    consumo y se focaliza en la higiene y en como se deben manipular
    los alimentos. A pesar de su gran desconocimiento y falta de
    aplicación por parte del sector agroalimentario, su
    aplicación es obligatoria.

    Las BPM consideran aspectos como:

    • Estructura, diseño e higiene de las
      instalaciones con uso de POES.
    • Recepción e higiene de materias
      primas.
    • Higiene en la elaboración.
    • Entrenamiento e higiene del personal.
    • Almacenamiento y transporte de materias primas (MP) y
      producto terminado.
    • Control de plagas (MIP).
    • Control del proceso de producción.
    • Documentación.

    CAPÍTULO
    3 – METODOLOGÍA:

    3.1. Metodología de
    investigación:

    El plan de acción
    del proyecto se dividió en 2 etapas.

    La primera etapa consistió en trabajar 3 meses en
    los diferentes sectores de la cadena de producción de la
    harina de la empresa. Empezando en plena cosecha del trigo
    recorriendo las zonas de producción que
    abastecen de materia prima al molino. Allí se observaron
    aspectos como: elección de zonas, campos, variedades,
    tratamientos, ensayos,
    fertilidad, tecnologías, criterios para las decisiones,
    certificaciones, etc.

    En el sector de acopio se observaron
    aspectos como: clasificación, procesos, maquinarias,
    diseños de flujos de procesos, diferenciaciones,
    metodologías de medición de las calidades,
    elección de trigos destinados al molino, etc. De esta
    manera se prestó especial atención y se evaluaron
    los posibles determinantes que afectan a la contaminación
    del trigo y se aprendió como trabajan los ingenieros y
    administradores de la empresa.

    En el Molino de Bahía Blanca se
    atendió especialmente a: producción, métodos
    de análisis de calidad de harina y trigos del molino,
    estandarización de procesos y productos (análisis
    IRAM-ISO 9001:2000), resultados, plan de mantenimiento de equipos
    y planta, plan de higiene personal y BPM, plan de
    formación-capacitación, plan de limpieza,
    desinfección y control de
    plagas, control de proveedores, químicos y agua,
    especificaciones de materias primas y productos finales, registro
    de documentación, mantenimiento de condiciones
    higiénicas en la recepción, almacenamiento y
    transporte de los alimentos, trazabilidad y recuperación
    de productos.

    La segunda de etapa consistió de la
    evaluación del diseño e implementación de un
    plan HACCP en sus harinas tipo "000". Para lograrlo, durante un
    año, se realizaron sucesivos viajes, se
    tomaron registros de la situación previa y posteriores a
    la implementación del plan, se capacitó al personal
    mediante cursos y personalmente. Se guió a la empresa en
    la implementación de sistemas de calidad que incluyan las
    BPM, POES y MIP (que hasta ese momento no se
    cumplían).

    Para recabar la información relevante para la
    confección del trabajo, se averiguaron métodos
    alternativos de análisis en harinas y su posible utilidad, se
    investigaron los diferentes estudios de conservación de
    cereales y cuales de ellos se aplican en el mercado nacional y
    mundial. Se procedió a entrevistar/preguntar vía
    e-mail, telefónica o personalmente asistiendo a diferentes
    expertos sobre la materia. Se asistió a los cursos
    accesibles de la agregación de valor del trigo o
    relacionados que exponían los autores de la bibliografía. A los mismos
    se les preguntó por material de consulta y sus opiniones
    del trabajo. Se conocieron diferentes fábricas
    alimenticias para extraer ideas y comprender métodos de
    manejo y control para la inocuidad en la industria.

    Como criterio para la aplicación de requisitos
    específicos, en este trabajo, se optó por
    preguntarse que es lo estrictamente necesario y apropiado en
    relación a la inocuidad y aptitud del alimento para el
    consumo. Es así como, a pesar de solicitarse a la empresa
    el cumplimiento de normas legales de BPM, se prestó
    especial atención en los puntos de control necesarios como
    para eliminar y/o disminuir los riesgos de que se presenten
    peligros para la salud humana.

    Como el producto no podía asegurarse que fuese
    microbiológicamente apto para consumo humano, se
    comenzó con la investigación recurriendo a las
    bibliotecas y
    preguntando por fuentes de consulta. Así se evaluaron las
    diferentes posibilidades de lograr su inocuidad teniendo siempre
    en cuenta el costo de las
    mismas y su viabilidad en un molino de la Argentina.

    3.2. Metodología empleada para la
    implementación de las BPM

    Para el trabajo en el molino se comenzó evaluando
    los principios generales de higiene que deben seguir la cadena
    desde la producción primaria hasta el consumidor final,
    estableciendo las condiciones necesarias para producir alimentos
    aptos para el consumo.

    La aplicación de las BPM permite al productor
    operar dentro de las condiciones medioambientales favorables para
    la producción de alimentos inocuos. El código de
    los principios generales de higiene recomienda las
    prácticas generales a ser aplicadas en la
    manipulación (en desarrollo del recurso, cosecha,
    preparación, proceso, envasado, almacenamiento,
    transporte, distribución y venta) de
    alimentos para el consumo humano a fin de asegurar un producto
    inocuo, puro y saludable.

    La exitosa aplicación de planes HACCP debe estar
    acompañada por programas de pre-requisitos los cuales
    brindan el ambiente básico para que el sistema se
    construya sobre una base firme, aceptable y actualizada de BPM y
    POES (ambos son considerados aparte del HACCP). A
    continuación explicaremos brevemente como fue la
    metodología en BMP sin exponer resultados.

    Instalaciones: Se recorrieron las mismas
    detalladamente siguiendo el flujo lineal del proceso productivo
    enfocando el análisis en el diseño sanitario.
    Así se tomaron fotografías de los diferentes puntos
    positivos y negativos, remarcándose todas las
    modificaciones que debieran realizarse para mantener un
    tráfico de producto sin contaminación cruzada
    evitando el ingreso de posibles agentes contaminantes (plagas,
    aire, productos
    químicos varios, pérdidas de equipos, etc.). Se
    puntualizaron los puntos de difícil limpieza (pisos,
    paredes, techos, uniones, ventanas, etc.) y su
    mantenimiento.

    Los edificios, equipos e instalaciones debieran de haber
    sido diseñados, ubicados y construidos con un criterio
    higiénico sanitario. Lamentablemente esta situación
    no es tan fácil puesto que el edificio es muy antiguo y
    las máquinas
    no han sido construidas en su mayoría con esta
    precaución. Esto hace que se deban adaptar procesos y/o
    agregar pasos para reducir los riesgos. En cuanto a los
    alrededores del establecimiento, el mantenimiento incluye
    eliminar basura y
    desperdicios, recortar el césped y controlar malezas
    dentro de las inmediaciones de la planta que puedan constituir
    una atracción, criadero o refugio de plagas, manteniendo
    vías de paso de automotores, estacionamientos y jardines
    con drenaje apropiado.

    Así se propuso asfaltar las zonas de paso de
    vehículos y/o colocar piedras en los lugares donde se
    producía barro que, tarde o temprano, terminaba en la
    planta o en la rejilla de descarga. Para controlar el crecimiento
    de malezas se realizó POES.

    Control de proveedores: Para este punto se
    evaluaron todos los abastecedores de insumos. Se exigieron
    registros de su condición higiénico sanitaria que
    incluya al menos BPM. Se evaluaron los proveedores de: agua,
    productos de limpieza de equipos, bolsas, aditivos (vitaminas,
    minerales y
    agentes blanqueadores) y principalmente a los almacenadores y
    distribuidores de trigo. Se les exigieron especificaciones,
    concentración de ingredientes e identificación de
    cada lote, registros de su forma de producción con firmas
    en documentos que
    certifiquen la inocuidad. Para cada uno, se formuló un
    cronograma de análisis y auditorias de visita a sus
    plantas de elaboración / distribución. Asimismo, se
    propuso la realización de controles químicos y/o
    microbiológicos no rutinarios.

    Especificaciones: Para cada ingrediente, producto
    y material de empaque se
    redactaron especificaciones de sus características
    químicas, físicas y microbiológicas (en caso
    de que sean necesarias). Internamente se redactó un
    procedimiento
    de preparación y homogeneización de
    aditivos.

    Equipo de procesamiento: Las BPM enuncian que
    todos los equipos deben de ser construidos e instalados de
    acuerdo a los principios de diseño sanitario. Se tuvo en
    cuenta que el molino ya tiene 100 años y para realizar
    dicha tarea se debiera de reconstruir gran parte del mismo. Se
    decidió utilizar el criterio ya enunciado de
    reducción de riesgos teniendo en cuenta la industria en la
    cual estábamos trabajando.

    Se establecieron programas de mantenimiento
    preventivo y de calibración de algunos equipos con
    responsables asignados.

    Limpieza y desinfección: Para este punto
    se tuvo también en cuenta la importancia de la limpieza
    del molino y que las máquinas no podrían sanearse
    muy asiduamente, siendo la desinfección en muchos casos
    innecesaria. De esta forma, se decidió priorizar la
    formulación de un programa
    estándar de higiene que pudiesen ser cumplidos y
    documentados.

    Cuando proviene el trigo del campo ya posee una
    contaminación "natural", al tener (el molino) un flujo
    continuo de 200 tn/día, el volumen de cereal provoca una
    dilución que permite alargar los plazos de limpieza. Esta,
    se realiza en los momentos que se detiene la producción
    por un periodo prolongado. Así se trabaja principalmente
    en la inocuidad del producto.

    POES:

    Se consideran dentro de las BPM pero por su importancia
    muchas veces se realizan por separado.

    Para la FDA y el FSIS (Food Safety and Inspection
    Service) los POES son todos los procedimientos escritos de
    sanitización diarios pre y post operacionales de higiene
    que un establecimiento debe implementar para prevenir la
    contaminación directa o la adulteración de los
    productos. Los POES deben utilizarse en: mantenimiento general,
    sustancias usadas en la limpieza y sanitización, control
    de plagas, saneamiento de las superficies en contacto con los
    alimentos, almacenaje, manipulación de equipos y
    utensilios portátiles, disposición de basura y
    desperdicios.

    Edificios, instalaciones y otras dependencias de la
    planta deben ser mantenidos en buen estado y
    condiciones sanitarias de manera de evitar la
    contaminación por superficies.

    Se decidió realizar una prueba de POES con
    algunos operarios para que ellos mismos describan sus tareas de
    limpieza y desinfección, que expliciten productos,
    frecuencias mínimas, concentraciones, desechos,
    responsables, firmas, registros, etc y luego comparen con lo que
    se realizaba en los otros 2 turnos con sus colegas de
    trabajo.

    Fue así como se decidió, en los POES
    realizados, que había que corregir, donde no se limpiaba y
    donde la frecuencia o el producto eran inadecuados. Se tuvo en
    cuenta que al ser un producto de baja humedad e
    higroscópico, no era posible realizar sanitizaciones con
    agua como se acostumbra en las empresas alimenticias. Es
    así como se recomendó el uso de aspiradoras
    industriales para la remoción del polvo y/o uso de
    cepillos para cuando este se adhería a
    superficies.

    Se requieren procedimientos firmados y fechados por un
    empleado responsable al inicio y cuando sufran modificaciones. Se
    exige siempre monitoreo, registros y verificación de los
    POES.

    Higiene personal: Se decidió que todas las
    personas debían ser capacitadas en peligros y fundamentos
    de la higiene personal, se determinaron los contenidos
    mínimos y momentos para la capacitación de cada
    trabajador de la empresa. Todos los empleados y visitantes que
    ingresen a la zona de producción deberán cumplir
    con los requisitos de higiene, BPM, y seguridad. Incluyendo entre
    otros ítems: manos, hábitos personales, vestimenta,
    etc.

    Control de productos químicos: En los
    procedimientos documentados indicados se reparó en los
    lugares apropiados donde se debían colocar dichos
    productos a fin de asegurar la separación y la correcta
    utilización (incluyen productos químicos de
    limpieza, fumigación, pesticidas y cebos usados tanto
    dentro como fuera de la planta). Dichos productos debían
    de ser aptos para el uso en industrias alimenticias (aprobados
    por el SENASA/ ANMAT). Se requirió que las sustancias
    peligrosas se mantengan almacenadas sobreelevadas, bajo llave, en
    lugares de fácil limpieza y acceso restringido inclusive a
    las plagas.

    Recepción almacenamiento y despacho: En
    este punto se trató de propiciar el mejor trato de
    productos y materias primas bajo condiciones higiénicas y
    ambientales adecuadas, tales como temperatura y
    humedad a fin de asegurar que se mantengan inocuos y saludables.
    Se implementó un sistema FIFO con separación
    adecuada de los pallets y pasillos libres. También se
    incorporó un registro de los transportistas de cereal y
    chequeo de su estado al ingreso de la planta.

    Identificación: Trazabilidad y retiro de
    productos. Aquí se asesoró a la empresa para que
    pueda realizar la identificación de sus productos y
    realice un sistema de recall. En el mismo, se Identifican
    productos por lotes para que puedan hacerse rastreos y retirar la
    mercadería lo mas rápido posible en caso de que sea
    necesario. Al no ser un sistema fácil de realizar en la
    producción primaria se postergó su
    implementación hasta que las condiciones de la cadena
    "río arriba" sean más propicias y/o "río
    abajo" se valore dicho esfuerzo. Se aconsejó un sistema de
    identificación de cada bolsa con fecha y lote que pueda
    ser correlacionado con el llenado del día. Así se
    puede seguir la producción cadena abajo de manera de que,
    en caso de emergencias, se pueda realizar un recall.

    Control de Plagas: Se estableció un
    programa eficaz de control con la empresa que se ocupa del mismo
    (PCO). El mismo incluye realizar un informe mensual
    indicando tipos de productos (principios activos), cebos,
    ubicaciones, estado de control, recomendaciones, novedades,
    etc.

    A los empleados se los capacitó acerca del papel
    de las plagas en los alimentos (insectos, roedores y mascotas) y
    su contaminación. Se les indicó que debían
    hacer para no atraerlas y como identificar su presencia (manchas
    de grasitud, envases roídos, huellas, deyecciones, manchas
    de orina, etc.). De esta manera, pueden advertir al Gerente de
    producción, a quien se designó como responsable de
    supervisión de la eficacia de los
    trabajos de la PCO. El gerente debe adjuntar al informe de la PCO
    una respuesta con acciones preventivas y correctivas pertinentes
    que también está incluido en las Normas ISO
    9001:2000.

    El MIP se basa tanto en la prevención como en el
    combate, los registros y análisis para formular estrategias. La
    investigación de las diferentes alternativas
    permitió realizar una sugerencia de los mejores
    métodos a emplear.

    Tanto con los empleados del molino como con la PCO se
    trataron como principales los siguientes puntos:

    1) Diagnóstico de instalaciones e
    identificación de sectores de riesgo. (Por ejemplo: pasto
    alto, agua estancada o basura acumulada, ingreso por
    cañerías, desagües, puertas y ventanas, mallas
    metálicas rotas y mampostería
    deteriorada).

    2) Monitoreo de plagas (nidos e indicios de su
    paso).

    3) Mantenimiento de la higiene.

    4) Aplicación de productos químicos
    (cebos, con principios activos autorizados específicos e
    identificación de estos en el mapa y la
    planta).

    5) Verificación y reformulación. Incluye
    análisis de registros y quien los realiza.

    Criterios de diseño de estructuras
    interiores:

    Los pisos, paredes y techos deben ser construidos de
    manera de que puedan limpiarse y mantenerse en buen estado para
    evitar contaminaciones. Para ello debe tenerse en cuenta que los
    materiales
    utilizados sean impermeables, las superficies lisas, que los
    desagües reduzcan al mínimo la acumulación de
    suciedad y la condensación. También se debe tener
    en cuenta el desprendimiento de partículas y que estas no
    tengan efecto tóxico para el uso al que se destinan. Se
    debe proporcionar iluminación adecuada, especialmente a las
    zonas de manipulación y de examen de alimentos.

    Para las ventanas, como con todo, se recomendó un
    diseño de fácil limpieza, que estén
    provistas de mallas contra insectos o de lo contrario, que sean
    fijas. En cuanto a la iluminación, se protegieron las
    lámparas para evitar la rotura de las mismas y la posible
    caída de fragmentos dentro de algún alimento o
    insumo.

    Así se determinó un plan para mejorar paso
    a paso los diferentes sectores priorizando las variables
    más importantes desde el punto de vista de la inocuidad y
    las menos onerosas que pudiesen realizarse en primeras
    instancias.

    Para el exterior se recorrió y se divisaron los
    posibles puntos de ingreso de plagas y contaminantes, así
    se determinó la mejor solución para cada problema,
    protegiendo o sellando cada abertura.

    Se verificó que todas las pinturas,
    químicos, lubricantes y otros materiales utilizados para
    superficies o equipos que puedan estar en contacto con el
    alimento no contribuyan a la contaminación del
    mismo.

    Se realizó una lista de los equipos que
    requerían mantenimiento con procedimientos y frecuencias
    de inspección, ajuste o reemplazo de las partes basados en
    al manual del
    fabricante y la experiencia de los operarios. Reduciendo
    así la posibilidad de la ocurrencia de algún
    peligro físico o químico por reparaciones impropias
    o desatención (desprendimiento de pinturas,
    sobre-lubricación, retenes con pérdidas,
    etc.).

    Se procedió a identificar, además de todas
    las máquinas, todos los recipientes para los desechos,
    subproductos y sustancias comestibles o no.

    Servicios de higiene y aseos para el personal: Se
    capacitó a todo el personal en que momentos y lugares
    asearse y como evitar recontaminaciones. Se colocaron carteles de
    aviso y modo de realización del método
    correctamente. Se instaló un lavamanos a la vista dentro
    de la planta en la zona del flujo de proceso que cuenta con
    temperatura controlada, jabón, desinfectante y papel para
    hacer el hábito más fácil. Además se
    tuvo en cuenta que la tarea sea visible para que todos puedan
    observar como y cuando se realiza.

    Se cuenta con vestuarios adecuados para el personal
    fuera de la planta para que se cambie la ropa al ingreso y egreso
    del molino. También se prohibió el consumo de
    alimentos dentro de la zona de proceso (exceptuando el mate en un
    sector cerrado) y se refaccionó una cocina – comedor
    fuera de la planta.

    Calidad de aire y ventilación: Para
    reducir la contaminación transmitida por aire, por ejemplo
    por aerosoles y gotas de condensación, se cerró
    todo posible punto de ingreso de aire al flujo de proceso
    (exceptuando previo paso por filtros). Se evaluaron los
    materiales que se utilizan en las bolsas para controlar el paso
    de humedad ambiente al alimento que tanto nos preocupó
    mantener dentro de los márgenes tolerables. En cuanto al
    cierre de las mismas se averiguó por proveedores y
    posibles cierres herméticos. Así se encontraron
    algunas bolsas con cierre cocido (no son compatibles con los
    tiempos del proceso) y con doble cierre, el tradicional y uno
    plástico
    que se cierra aplicando calor luego de
    llenar la bolsa. Esta alternativa no permite el paso de insectos
    ni adulteraciones al producto terminado sin ser divisados por el
    consumidor.

    Control de las operaciones: Tiene por objeto la
    producción de alimentos seguros para el consumo humano.
    Esto se alcanza a través del cumplimiento de las
    especificaciones de diseño, formulación de
    ingredientes, composición, procesamiento,
    distribución y uso por parte del consumidor. Los sistemas
    de control deben ser proyectados, implementados, controlados y
    revisados continuamente. Es de mucha ayuda para esto el poseer
    implementado el sistema IRAM-ISO 9001:2000.

    3.3. Directrices para la aplicación del
    sistema de HACCP

    El empeño por parte de la dirección es necesario para la
    aplicación de un sistema de HACCP eficaz. Cuando se
    identifican y analizan los peligros y se efectúen las
    operaciones consecuentes para elaborar y aplicar sistemas de
    HACCP, deben tenerse en cuenta:

    Las repercusiones de las materias primas, los
    ingredientes, las prácticas de fabricación de
    alimentos, la función de
    los procesos de fabricación en el control de los peligros,
    el probable uso final del producto, las categorías de
    consumidores afectadas y las pruebas epidemiológicas
    relativas a la inocuidad de los alimentos.

    La finalidad del sistema HACCP es lograr que el control
    se centre en los PCC. En el caso de que se identifique un peligro
    que no puede controlarse (no se encuentre ningún PCC)
    deberá considerarse la posibilidad de formular de nuevo la
    operación. El sistema de HACCP debe aplicarse por separado
    a cada operación concreta. Cuando se introduzca alguna
    modificación en el producto, el proceso o en cualquier
    fase, es necesario examinar la aplicación del sistema
    HACCP nuevamente y realizar los cambios oportunos. Es importante
    que se aplique de modo flexible, teniendo en cuenta el
    carácter y la amplitud de la operación.

    La aplicación de los principios del sistema de
    HACCP consta de las siguientes operaciones, que se identifican en
    la secuencia lógica:

    1. La empresa alimentaria deberá asegurar que
      se disponga de conocimientos y competencia
      específicos que permitan formular un plan de HACCP
      eficaz. Para lograrlo, lo ideal es crear un equipo
      multidisciplinario. Cuando no se disponga de servicios de este tipo in situ, debe
      recabarse asesoramiento técnico de otras fuentes e
      identificarse el ámbito de aplicación del
      plan del sistema HACCP. El mismo determinará
      qué segmento de la cadena alimentaria está
      involucrado y qué categorías generales de
      peligros han de abordarse (por ejemplo, indicará si
      se abarca toda clase de peligros o solamente ciertas
      clases).

    2. Formación de un equipo de HACCP

      Debe formularse una descripción completa del producto que
      incluya información pertinente sobre su inocuidad,
      por ejemplo: composición, estructura físico/química
      (incluidos aw, pH,
      etc.), tratamientos estáticos para la
      destrucción de los microorganismos (MO) (tales como
      los tratamientos térmicos, de congelación,
      desecación, etc.), envasado, durabilidad,
      condiciones de almacenamiento y sistema de
      distribución.

      El uso al que ha de destinarse deberá
      basarse en los usos previstos del producto por parte del
      usuario o consumidor final. En determinados casos, como en
      la alimentación en instituciones, habrá que tener en
      cuenta si se trata de grupos
      vulnerables de la población (ancianos, niños, enfermos, etc).

    3. Descripción del producto y
      determinación del uso al que ha de
      destinarse
    4. Elaboración de un diagrama
      de flujo y confirmación in situ.

    El diagrama de flujo deberá ser elaborado por el
    equipo de HACCP y cubrir todas las fases de la operación.
    Cuando el sistema de HACCP se aplique a una determinada
    operación, deberán tenerse en cuenta las fases
    anteriores y posteriores a dicha operación.

    El equipo de HACCP deberá cotejar el diagrama de
    flujo con la operación de elaboración en todas sus
    etapas y momentos, y enmendarlo cuando proceda.

    3.4. PRINCIPIOS

    1. Identificación de peligros, valorar su
      gravedad y riesgos, describir medidas
      preventivas.

    El equipo de HACCP debe enumerar todos los peligros que
    pueden preverse que se producirán en cada fase analizada,
    desde la producción primaria, la elaboración, la
    fabricación y la distribución hasta el punto de
    consumo. Se refieren a cada ingrediente del alimento a partir del
    diagrama de flujo. Luego, el equipo de HACCP debe llevar a cabo
    un análisis de peligros para identificar, en
    relación con el plan HACCP, cuáles son los peligros
    cuya eliminación o reducción a niveles aceptables
    resulta indispensable, por su naturaleza,
    para producir un alimento inocuo. Al realizar un análisis
    de peligros, deberán incluirse, siempre que sea posible,
    los siguientes factores:

    • la probabilidad de que surjan peligros y la
      gravedad de sus efectos perjudiciales para la
      salud;
    • la evaluación cualitativa y/o cuantitativa
      de la presencia de peligros;
    • la supervivencia o proliferación de los Mo
      involucrados;
    • la producción o persistencia de toxinas,
      sustancias químicas o agentes físicos en los
      alimentos; y
    • las condiciones que pueden originar lo
      anterior.

    Así el equipo podrá determinar qué
    medidas de control, si las hay, pueden aplicarse en
    relación a cada peligro.

    1. Determinación de los puntos
      críticos de control (PCC)

    Es posible que haya más de un PCC al que se
    aplican medidas de control para hacer frente a un peligro
    específico. La determinación de un PCC en el
    sistema HACCP se puede facilitar con la aplicación de un
    árbol de decisión (Figura 1), en el que se indique
    un enfoque de razonamiento lógico. Este deberá
    aplicarse de manera flexible, con carácter orientativo en
    la determinación de los PCC. El árbol de decisiones
    puede no ser aplicable a todas las situaciones, por lo cual
    podrán utilizarse otros enfoques. Si se identifica un
    peligro en una fase en la que el control es necesario para
    mantener la inocuidad, y no existe ninguna medida de control que
    pueda adoptarse en esa fase o en cualquier otra de producto o
    proceso, debería de modificarse en esa fase, o en
    cualquier fase anterior o posterior, para incluir una medida de
    control.

    Figura 1; Árbol de
    decisión:

    3.4.3. Establecimiento de límites
    críticos para cada PCC

    Un límite crítico está constituido
    por una o más tolerancias pre-escritas que deben ser
    satisfechas para garantizar que un determinado PCC controla
    realmente un riesgo, estos, deberán especificarse y
    validarse. En determinados casos, para una determinada fase, se
    elaborará más de un límite crítico.
    Entre los criterios aplicados suelen figurar las mediciones de
    temperatura, tiempo, nivel
    de humedad, pH, aw y cloro disponible, así como
    parámetros sensoriales como el aspecto y la
    textura.

    1. Establecimiento del sistema de vigilancia o
      procedimientos para controlar cada PCC.

    La vigilancia es la medición, comprobación
    u observación programadas de un PCC en
    relación con sus límites críticos. Mediante
    los procedimientos de vigilancia deberá poder
    detectarse una pérdida de control en el PCC.
    Además, lo ideal es que la vigilancia proporcione esta
    información a tiempo como para hacer correcciones que
    permitan asegurar el control del proceso para impedir que se
    infrinjan los límites críticos. Cuando sea posible,
    los procesos deberán corregirse en caso de que los
    resultados de la vigilancia indiquen una tendencia a la
    pérdida de control en un PCC, y las correcciones
    deberán efectuarse antes de que ocurra una
    desviación. Los datos obtenidos gracias a la vigilancia
    deberán ser evaluados por una persona designada
    que tenga los conocimientos y la competencia necesarios para
    aplicar medidas correctivas, cuando proceda. Si la vigilancia no
    es continua, su grado o frecuencia deberán ser suficientes
    como para garantizar que el PCC esté controlado. La
    mayoría de los procedimientos de vigilancia de los PCC
    deberán efectuarse con rapidez porque se referirán
    a procesos continuos y no habrá tiempo para ensayos
    analíticos prolongados. Todos los registros y documentos
    relacionados con la vigilancia de los PCC deberán ser
    firmados por la persona/s que efectúan la vigilancia,
    junto con el funcionario/s de la empresa encargados de la
    revisión.

    1. Con el fin de hacer frente a las desviaciones que
      puedan producirse, deberán formularse medidas
      correctivas específicas para cada PCC del sistema
      HACCP. Estas medidas deberán asegurar que el PCC
      vuelva a estar controlado. Las mismas deberán
      incluir también un sistema adecuado de
      eliminación del producto afectado. Los
      procedimientos relativos a las desviaciones y la
      eliminación de los productos deberán
      documentarse en los registros del HACCP. Se debe intentar
      eliminar el riesgo que originó el error del
      plan.

    2. Establecimiento de medidas correctivas

      Deberán establecerse procedimientos de
      comprobación para determinar si el sistema de HACCP
      funciona eficazmente. Podrán utilizarse
      métodos, procedimientos y ensayos de
      comprobación y verificación, incluidos el
      muestreo aleatorio y el análisis. La frecuencia de
      las comprobaciones deberá ser suficiente para
      confirmar que el sistema de HACCP está funcionando
      eficazmente. Las actividades de comprobación
      comprenden la creación de esquemas para
      inspección.

    3. Establecimiento de procedimientos de
      verificación
    4. Establecimiento de un sistema de
      documentación y registro

    Para aplicar un sistema HACCP es fundamental contar con
    un sistema de documentación y registro preciso con
    mantenimiento eficaz ajustado a la naturaleza y magnitud de cada
    operación en cuestión que entre otros requisitos
    encontrados también en IRAM-ISO 9001:2000
    Incluya:

    Que lo posea todo el personal que lo requiera, no sea
    modificado sin la autorización pertinente, los cambios de
    los documentos en uso sean incorporados en todas las copias, sean
    retirados los documentos obsoletos, se desaliente la copia no
    oficial y se conserven adecuadamente.

     

    CAPÍTULO 4 –
    RESULTADOS

    1. Formación del equipo
      HACCP:

    El equipo HACCP esta integrado por:

    • Gerente de Producción
    • 3 Técnicos molineros
    • Gerente de Calidad del Grupo Los Grobo
    • 1 persona de staff externo asesor en HACCP
      (intensificando).
    • 2 personas del laboratorio

    Además se requiere el apoyo y la
    participación de los diferentes recursos de la empresa ya
    sea con tareas específicas o siguiendo la Buenas
    Prácticas de Manufactura, entre ellos
    destacamos:

    • Operarios de distintas áreas (mantenimiento,
      recepción y despacho, plansiftero, cilindrero,
      limpiecero, etc).
    • Área Administrativa.
    • Empresa de Control de Plagas (PCO).
    1. Descripción del producto, Uso y
      destino previsto:

    Nombre del Producto

    Harina de Trigo panificable "000"

    Breve descripción del proceso de
    elaboración

    Elaborada con trigo común Triticum
    aestivum L.
    Por medio de procedimientos de limpieza,
    mojado, trituración o molienda, en los que se
    separa parte del salvado o del germen, y el resto se
    muele hasta darle un grado adecuado de finura y son
    separados por diversos tamices. Se obtiene así, un
    polvo fino, de color
    crema y granulometría específica. Posee
    olor propio, ligero y agradable. Su gusto es a cola
    fresca.

    Presentación

    Bolsas de papel de 3 capas con cierre de
    válvula interna a presión de 25 Kg. y 50 Kg. o a
    granel.

    Mercado

    Panaderías artesanales e
    industriales.

    Consumidor final

    Todo el público. Excluyendo celiacos
    (debe rotularse).

    Forma de almacenamiento

    En bodegas, sobre pallets de madera

    Sistema de distribución

    Directo, desde la planta de procesamiento hasta
    los clientes, con vehículos de la empresa o de
    terceros cubiertos con lonas. Cuando se hace a granel es
    cerrado hermético en tolvas.

    Forma de uso

    Materia prima básica para la
    elaboración del pan, que incluye: mezcla con otros
    ingredientes, amasado, fermentación y cocción a
    200º C por 30 minutos aproximadamente pero muy
    variable. Esta harina puede utilizarse para fabricar todo
    tipo de productos relacionados con la
    panificación, harina de gran versatilidad, como
    por ejemplo pan francés, panes de grasa, facturas,
    masas de hojaldre, pizza, pan de hamburguesa, alfajores,
    productos de confitería, o se desecan para
    elaborar pastas. Las harinas son ingredientes
    también básicos de una gran variedad de
    salsas, embutidos, productos enlatados y otros. A veces
    se precocinan y se muelen parcialmente para elaborar
    cereales para desayunos, aperitivos y alimentos
    infantiles. Algunas veces se fermentan para elaborar
    cerveza u otros.

     

     

    FORMULACION BASICA DE LA HARINA
    000

    Harina de
    Trigo

    99.99472%

    Enzima alfa amilasa
    fungal

    30
    ppm

    Premezcla
    vitamínica

    Tiamina
    B1

    0.00063%

    Riboflavina
    B2

    0.00013%

    Hierro

    0.003%

    Niacina
    (nicotinamida)

    0.0013%

    Ácido
    Fólico

    0.00022%

    Ácido
    Ascórbico

    100
    ppm

     

     

    Partes: 1, 2, 3, 4

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