La fitonimia y su impacto social en la comunicación y solución de los problemas ambientales
- Desarrollo
- El regionalismo de los nombres
vulgares como limitante comunicativa - La sinonimia en los nombres
científicos como problema social y
económico - La fitonimia en la
solución de los problemas
ambientales - Conclusiones
- Bibliografía
La comunicación es un proceso de
interacción social a través de
símbolos y sistemas de
mensajes que se producen como parte de la actividad
humana.
La comunicación puede entenderse como
intercambio, interrelación, como diálogo,
como vida en sociedad, todo
ello relacionado indisolublemente con las necesidades productivas
de los hombres y no puede existir sin el
lenguaje.
Desde la antigüedad cada vez que el hombre
conoce algo nuevo, ya sea un ser vivo o algo inanimado, lo
primero que hace es darle un nombre. Esto le permite que , cada
vez que hable de ellos, pueda usar una palabra en vez de una
frase que lo describa, lo que sería muy largo y
engorroso.
Los nombres son símbolos convencionales que el
hombre otorga
a las cosas o a los seres vivos y tienen la finalidad de hacer
más fácil la comunicación entre las
personas. Sin embargo, los nombres son más útiles
cuando son comprendidos y tienen el mismo significado para todo
el mundo. Deben conseguir que se piense inmediatamente e
inequívocamente en los conceptos deseados , por tanto,
deben ser universales y concretos, pero en la mayoría de
las veces no es así.
El objetivo de
este trabajo es
contribuir a resolver la problemática de
comunicación con los nombres de las plantas (
fitonimia ) ya que, se puede afirmar que ni los nombres vulgares,
ni los científicos son universales y concretos por varias
razones que iremos analizando durante nuestro trabajo.
El lenguaje es un
fenómeno social, histórico, y multidimensional,
cada persona, a partir
de su experiencia y objetivos
buscados, se representa el significado de las mismas palabras de
múltiples formas, dándole un valor
distinto.
Por ejemplo, en el caso de las diferentes especies de
plantas, se han usados los nombres científicos, apelando
al Latín dentro del sistema de
clasificación iniciado por Carlos Linneo. Así se
puede identificar una planta a pesar de que se llame de forma
distinta en lugares diferentes. Cabe anotar que, en este caso,
esto corresponde a objetivos taxonómicos en un tipo de
visión de la naturaleza y
con objetivo específico.
Ese ha sido uno de los grandes esfuerzos de la ciencia
moderna, la identidad
simbólica y la economía de
conceptos. Pero, en este caso, el deshacer los nombres vulgares o
populares cumple un objetivo de la clasificación, pero
tira por la borda los contenidos simbólicos y funciones que
estos nombres tienen en su marco cultural.
Los nombres son referentes claves de un sistema
simbólico o de una cosmovisión determinada. Este
hecho no demerita ese sistema de clasificación que
responde a sus propios objetivos, pero si nos señala la
importancia de aprovechar otros caminos para ampliar el universo de
comprensión.
El regionalismo
de los nombres vulgares como limitante
comunicativa.
Los nombres populares de las plantas naturalmente
cambian de idioma en idioma, por ejemplo ( caña de
azúcar,
tabaco, mangle,
etc) en español; (
sugar cane, tobacco, mangrove, etc ) en inglés.
Por tanto, esos nombres no reúnen las condiciones
necesarias para ser nombres universales y concretos debido a que
muchos de ellos son muy diferentes entre sí.
Por otra parte, dentro de un mismo idioma los mismos
nombres pueden ser aplicados a diversos objetos o diversos
nombres a un mismo organismo.
Los nombres populares, por tanto, pueden ser fuente
constante de inexactitud en las investigaciones
científicas y confusión en la botánica. Por ejemplo, mangle rojo, mangle
colorado y mangle uña, referido a la misma especie. Otro
ejemplo es el referido a la planta “ Young palm Orchid
´´ que apareció publicada en un
artículo en los Estados Unidos
por encontrarse amenazada de extinción.
El editor no incluyó el nombre científico,
por lo que " Young palm Orchid ", podría referirse a
Eulophia alta, ya que esa especie algunas veces la llaman " Wild
Coco " un nombre posiblemente derivado del cocotero,
quizás refiriéndose a la similitud de las plantas
saludables de Eulophia con plántulas de palma.
Pero Eulophia alta es una especie de orquídea muy
diseminada en la Florida subtropical, que considerarla en peligro
de extinción era ilógico. El nombre " Young palm
Orchid " podría referirse a la Tropidia polystachya o
Govenia utriculata, raras en la Florida. De las ilustraciones del
Dr. C.A. Luer, en su libro
Orquídeas de la Florida ( 1972 ), las plantas de esa
especie tienen un parecido muy vago a las plántulas de
palmas. Al final no se conoció la orquídea que
estaba en peligro hasta que no se consultó al escritor del
artículo. (American Orchid Society Bulletin, Agosto 1985
).
El regionalismo de los nombres vulgares conduce
indudablemente a la homonimia, entendida ésta como los
nombres iguales que se aplican a plantas diferentes, lo cual crea
un problema social de comunicación y se convierte en una
fuente constante de inexactitud.
A continuación se muestran algunos ejemplos que
ilustran fehacientemente esa problemática creada por la
homonimia.
Por el nombre de " Pantomima " se le conoce en el Cabo
de San Antonio al
Solanum aculeastissimum, Jaq; arbolito de jardín de
la familia de
las Solanáceas. En Peña Blanca, Pinar del
Río, dan el mismo nombre a una especie hermana, Solanum
mammasum, Lin. Y el mismo nombre lo recibe el Physalis pubescens;
Lin. Hierba silvestre de la misma familia
más comúnmente conocida por el revienta
caballo.
Otro ejemplo es el del " Cuerno de Vaca " que habita en
la Florida y que es el Cyrtopodium punctatum. Se le da ese nombre
debido a su parecido con la cornamenta de este animal, en
invierno cuando los pseudobulbos pierden sus hojas.
También se le da el mismo nombre en la Florida y América
Central a Schomburgkia tibicinis.
Por último tenemos el caso de " Carpodiptera
cubensis Gris ", que se le conoce como Majaguilla en la
región Occidental seca, de Oriente y Camaguey y que es un
árbol. En Pinar del Río e Isla de la Juventud se le
llama por el mismo nombre al " Malvaviscus sagraeanus; arbusto de
flores rojas que crece en terrenos calcáreos cerca de las
costas y que se usa como ornamental.
Hay nombres vulgares muy restringidos a un lugar
específico ya que se utilizan por razones afectivas o muy
locales y puede coincidir con el mismo nombre vulgar de otra
especie o género en
el mismo país o provincia.
Por ejemplo, llaman roble en Cuba a muchas
especies de distintas familias botánicas por el parecido
de su madera con la
del roble, las Fagáceas, no tenemos en Cuba más que
la Encina.
En oriente llaman roble a dos especies que habitan en la
Sierra Maestra en el llamado Pico del Monte, a 4000 pies de
altura.
El regionalismo también conlleva a la sinonimia,
entendida esta como los nombres diferentes que se aplican a una
misma planta, lo que afecta la comunicación y la
confiabilidad en la ciencia. Es
decir, hay nombres vulgares muy restringidos a un lugar
específico, ya que se utiliza por razones afectivas o muy
locales y pueden provocar que una planta posea muchos nombres
vulgares en un mismo país.
El nombre vulgar, a pesar de la ventaja de reflejarse en
el idioma de cada país, conlleva irremediablemente a un
problema social de comunicación en ese lugar.
Por ejemplo, cuando hablamos de la majagua común
o hembra nos referimos al Hibiscus tiliaceus, que nace en toda la
Isla de Cuba; pero en Oriente se le conoce como Damajagua o
Majagua azul, debido al color de su
madera azul – verdoso, con manchas azules oscuras. Hay otra
Majagua en Panamá,
que se le nombra así a la corteza o fibra sacada del tallo
del plátano.
Este y otros muchos ejemplos más pudieran
citarse, pero se considera que el anterior permite afirmar que
ciertamente la sinonimia, a través del uso del nombre
vulgar, puede en alguna medida crear problemas de
comunicación, pero según el ejemplo anterior para
lograrla habría que mostrar la planta o utilizar el nombre
científico ( si la persona es entendida en Botánica
), como una primera solución.
La otra solución que se propone en el trabajo,
para resolver tanto los problemas de sinonimia como los de
homonimia, es la confección de catálogos de nombres
vulgares para su uso, como es el caso de el catálogo de
nombres vulgares de las orquídeas del Dr. López
Trabanco ( 1996 ), donde se tienen en cuenta los nombres
populares de Cuba, Costa Rica,
México,
Venezuela,
Panamá, Guatemala,
Colombia,
Puerto Rico,
Brasil,
Estados Unidos, Francia,
Alemania e
Inglaterra y la
confección de otro en proceso de elaboración por el
autor de este trabajo, en el que se ha tomado al manglar cubano (
nombres vulgares de las especies que lo conforman ), por la
riqueza de nombres existentes en esta exuberante flora, lo que ha
permitido corroborar, a partir del estudio de campo, que
también se dan en los ecosistemas
costeros casos de sinonimia y homonimia que crean problemas de
comunicación; y por otro lado como forma de dar
continuidad a los estudios fitonomásticos en Cuba, desde
una pespertiva lingüística y lo que a su vez
contribuirá a la solución de un problema de
comunicación social, ya que los
especialistas, botánicos y todas las personas relacionadas
con el estudio, comercialización y convivencia con estas
plantas, no solo tendrán la posibilidad de conocer y usar
el nombre vulgar, sino que podrán contar con instrumento
útil de trabajo que les proporcionará información acerca de los factores que
incidieron en la formación de los fitónimos (
nombre de las plantas ), lo que hará más
fácil y universal la identificación de las
especies, subespecies y las formaciones vegetales que constituyen
estos hábitats.
Por otro lado, estos catálogos pueden convertirse
en fuentes de
captación de divisas ya que la
investigación forma parte de un proyecto
internacional relacionado con la gestión
comunitaria de manejo integral de los recursos
costeros, el cual se lleva a cabo conjuntamente con un grupo de
especialista de la universidad de
Québec, Canadá, del cual se esperan valiosos
resultados.
Se toman a los recursos costeros para la
realización de esta investigación por lo que ello
representa desde el punto de vista económico y
ecológico.
La sinonimia
en los nombres científicos como problema social y
económico.
Los nombres científicos también adolecen
de los problemas de sinonimia y por tanto, en no pocos casos, se
aprecian problemas de comunicación respecto a
denominaciones diferentes a una misma especie. Esto puede
ocurrir, por ejemplo, cuando al estudiar con más
profundidad una determinada planta, se describen caracteres que
no se habían visto anteriormente y se decide que el lugar
de la clasificación y su nombre no eran adecuado. Por
consiguiente, ocurre lo mismo que en los nombres
vulgares.
La fitonimia en la
solución de los problemas
ambientales.
El medio ambiente
puede ser entendido como la esfera de las relaciones del hombre y
la Naturaleza en el curso del desarrollo del
proceso productivo: el medio global, el entorno natural, los
objetos, artefactos de la civilización y el conjunto de
todos los fenómenos sociales y culturales que transforman
a los individuos y grupos humanos (
N. Sosa, 1995 ).
De esta forma el medio ambiente
estaría integrado por el conjunto de tres aspectos
interrelacionados entre sí: en primer lugar, el resultado
material de la acción
humana, llamada por los clásicos del marxismo la
segunda Naturaleza transformada por el trabajo; en segundo lugar,
los flujos y relaciones que interconectan los objetos creados por
la acción humana y, en tercer lugar, el medio ambiente no
puede dejar de incluir al hombre; pero un hombre cualificado por
sus relaciones sociales, su cultura, sus
ideas, sus mitos,
símbolos, utopías y conflictos (
R. Lobeto 1993 ).
En los tiempos actuales la vertiginosa rapidez de los
cambios culturales, tecnológicos, sociales y productivos
implica la necesidad de frecuentes adaptaciones y readaptaciones
de la actividad humana en sus múltiples facetas a las
mutables exigencias del entorno.
El problema ecológico, puesto sobre el tapete,
desde hace varias décadas como un problema global de la
humanidad, adquiere dimensiones particularmente serias cuando se
considera el impacto tecnológico que los descomunales
avances de la ciencia y la técnica han provocado en la
vida social de los últimos tiempos.
La conceptualización de la ciencia , elevada a un
alto grado en los últimos años, ha puesto en el
primer plano de la atención pública toda la
batería conceptual de la ecología. Conceptos
de nueva creación y otros poco manejados – como
educación
ambiental, ecosistemas, biosfera y
muchos otros de notable repercusión en el ámbito
social, se han convertido en términos de referencia
obligatoria no solo en los libros
eruditos y ensayos
especializados, sino incluso en revistas de divulgación
científica o en la prensa de amplia
circulación.
La educación ambiental
ha adquirido un carácter generalizador y por tanto,
está en el centro de la atención de todas y cada
una de las instituciones
del país y cuenta con el apoyo del gobierno y
el
estado.
La conceptualización científica del medio
ambiente distingue tres enfoques necesarios para su tratamiento.
Uno de ellos se refiere a la vía interdisciplinaria como
forma de contribuir a la intervención de las ciencias
naturales, tecnológicas y sociales.
Ejemplo de lo anterior es la conformación del
grupo MASOREC en la Universidad de Pinar del Río,
compuesto por especialistas de distintas ciencias y que
tiene en su haber el estudio y manejo sostenible de los recursos
costeros con especial referencia a los manglares, por lo que esto
representa desde el punto de vista económico y
ecológico. En este grupo se inserta nuestro proyecto "
Estudio lingüístico de la fitonimia costera con
especial referencia a los manglares ", como muestra del
carácter multidisciplinario de la ciencia en la
solución de los problemas socio – ambientales en una
determinada zona de estudio.
Cuba por su condición insular, posee una extensa
zona costera con una variada riqueza en recursos
naturales, si sumamos a ello su agradable y soleado clima tropical y
su posición dentro de la región Caribeña,
podríamos decir que desde el punto de vista
científico y profesional se justifica cualquier
investigación de su entorno costero, que brinde pautas
para la ansiada sostenibilidad en un mundo donde la crisis
económica unida a los cambios climáticos globales,
nos afecta a todos en mayor o menor medida.
Dentro del área del Caribe, Cuba puede
considerarse un país privilegiado en cuanto al cuidado y
conservación de sus recursos costeros, puesto que es tarea
de primer orden del gobierno encaminar esfuerzos en tal
sentido.
Nuestro Comandante en jefe ( 1998 ) refiriéndose
a la necesidad de preservar el medio ambiente
señaló: " Nuestro Partido rojo y comunista debe
ser, el Partido verde de este país para proteger la
Naturaleza. " Esta idea constituye un reto, no solo para Cuba,
sino para las fuerzas progresistas de todo el mundo.
Así pues, se hace más necesaria aún
la realización de una investigación
fitonomástica, no solamente desde una pespertiva
lingüística, sino también con un enfoque
social encaminada a dar solución a los problemas socio
– ambientales existentes en los ecosistemas
costeros.
Los estudios fitonímicos que se desarrollan en la
zona de estudio contribuirán además al
enriquecimiento del léxico popular y científico de
los nombres que conforman cada una de las especies de plantas
costeras, lo que en el orden social constituye un elemento de
vital importancia en la elevación del nivel cultural de
los habitantes de estos ecosistemas, así como de un
cambio de
actitud de los
mismos con respecto a su medio.
La fitonimia ( del griego phyton = planta; nimia =
nombre ), ha devenido herramienta fundamental para el desarrollo
del conocimiento
humano con relación a una parte de la Naturaleza nada
despreciable y que la constituye la flora o el reino
vegetal.
Gracias a la fitonimia, el hombre puede llegar a conocer
que hay más allá del nombre de una planta, saber
que factores motivaron su surgimiento, es decir, si está
ligado al color, forma, tamaño, localización e
incluso a los beneficios que le brinda.
En otro sentido, la fitonimia puede adentrarse
más en el estudio del nombre de una determinada especie y
llegar a considerar que elementos desde el punto de vista
morfosintáctico son los que están presente en uno u
otro nombre. Esto aunque por razones obvias se aprecia desde un
enfoque lingüístico, juega un papel esencial en el
orden social, por la sencilla razón de que mientras
más profundo sea el
conocimiento del hombre sobre el medio que lo rodea mejor
será su relación con el mismo.
Estudios de campo realizados en la zona de estudio (
sector Coloma – Las Canas, Mcpo de Pinar del Río ),
han demostrado que se está produciendo un deterioro
continuado del ecosistema
manglar.
La tala indiscriminada, la
contaminación de las aguas y del litoral costero con
desechos provenientes del combinado pesquero y de sus
embarcaciones, el arrojo de basuras y otros desperdicios al
manglar y el propio desconocimiento que tiene una gran
mayoría de los pobladores de los múltiples
beneficios que les pueden brindar cada una de las especies
presentes en este hábitat, constituyen algunas de las causas
de su acelerado deterioro.
Esto no significa que tales acciones se
lleven a acabo de forma consciente y mucho menos que se realicen
de forma intencionada, lo que dista mucho de la conducta y
valores
humanos de las personas que laboran y viven en esta
región, sino por el contrario nos pone de manifiesto la
necesidad de fortalecer su conocimiento en las prácticas
de conservación y manejo sostenible de los recursos
costeros, donde un role importante le corresponde a la
fitonimia.
El estudio lingüístico de la fitonimia de la
flora del manglar cubano, constituye un interesante y útil
proyecto , pues como no existe cultura sin lenguaje y lenguaje
sin cultura, la denominación, es decir, la
identificación de plantas y conceptos muy cercanos a ellas
es de sumo interés
como objeto de estudio y como ya se ha dicho anteriormente
facilita la comunicación.
- Los nombres de las plantas conducen a diversas
contradicciones que no son fáciles de solucionar porque
se sustentan en diversos criterios que no se han podido
unificar. - Los nombres populares son la mayoría de las
veces muy regionales y se reflejan en el idioma de cada
país, lo que hace imposible la
internacionalización. No obstante, no se pueden
desechar, ya que despreciaríamos los contenidos
simbólicos y funcionales que esto nombres tiene en su
marco cultural. Los catálogos de nombres vulgares juegan
un papel importante en la solución de estos
problemas. - En el caso de las especies que conforman la flora del
manglar predomina el uso del nombre vulgar en el habla popular,
por los beneficios que ellas le brindan, ya que como se conoce
el hombre denomina a los objetos con los que tenga mayor
dependencia. El manglar es fuente proveedora de
energéticos, medicinales, madereros, alimenticios,
pesca y
miel, por lo que son de gran utilidad
económica y ecológica. - Las diferentes denominaciones que una planta pueda
tener a partir de un enfoque taxonómico hace que los
nombres científicos no sean concretos ni universales.
Esto puede ocurrir debido a cambios taxonómicos,
incorrecta identificación o cambios nomenclaturales. La
solución a esos problemas descansa más en un
enfoque particular para señalar la mejor
comprensión de una línea botánica
universal y en la confección de catálogos de
sinonimia. - La comprensión de los nombres
científicos puede ser menos compleja si se interesan por
el estudio del significado de los nombres de sus plantas
favoritas. Sería más útil que recibir esos
nombres científicos en otro idioma. El Dr. López
Trabanco sugiere que la confección de un diccionario
semántico de fitónimos que presente los nombres
por áreas de significado a partir del rasgo motivador
del nombre sería la solución a este
problema. - El estudio lingüístico de la fitonimia
costera y en particular de los manglares puede contribuir a la
solución de los problemas de comunicación
existentes en estos ecosistemas, además de contribuir a
un cambio de actitud del hombre con el medio que le rodea, pues
tendrá la posibilidad de ampliar sus conocimientos y
cultura socio – ambiental. - El trabajo relacionado con la fitonimia costera
será de gran utilidad no solo para los pobladores de
estos habitats, sino para los especialistas, botánicos,
biólogos y demás personas vinculadas al estudio
de estas formaciones vegetales, ya que se convertirá de
hecho en un instrumento de consulta del cual podrán
obtener información acerca de los factores que motivaron
la denominación de una u otra especie, lo que muchas
veces se hace de forma mecánica.
En resumen, la fitonimia como una de las
clasificaciones pertenecientes a la fitonomástica ( rama
de la lingüística que se dedica al estudio del
nombre de las plantas ) resuelve además un problema de
comunicación, ya que su estudio está muy ligado a
los nombres y estos a su vez se reflejan en la sociedad a
través del lenguaje, el que como ya se conoce es un
fenómeno social como resultado de su actividad
productiva, pero también como forma de expresión
de sus necesidades y objetivos.
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