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¿Las Flores de Bach le han hecho peor?




Enviado por Liliana Dercyé



    ¡Bingo!  Lo más probable es que
    usted haya tenido un efecto paradojal. Esto es el agravamiento
    que surge frecuentemente en la terapia floral y debe
    interpretarse como una señal de que se ha dado en el
    blanco con la fórmula indicada para su caso.

    ¿Es esto motivo para alarmarse? De ninguna
    manera: Es para celebrar: usted está andando el camino
    correcto. Cuando se interpreta cabalmente el problema emocional y
    se toma el compuesto floral justo y necesario, comienzan a
    agitarse fibras íntimas adormiladas y el cuerpo responde
    con renovada energía.

    Obviamente, no conviene interrumpir el
    tratamiento.

    No significa que se haya debilitado el sistema de
    defensas. Todo lo contrario: significa que se quebraron las
    forzadas resistencias y
    se revigorizaron las fuerzas que verdaderamente defienden al
    individuo de
    riesgos de
    consideración.

    Por incómodas o desconcertantes, nunca hay que
    confundir estas respuestas tan vitales del organismo con los
    llamados "efectos colaterales adversos" o efectos secundarios de
    algunos medicamentos tradicionales. Nunca un efecto paradojal
    degenerará en enfermedad
    y cualquiera sea el
    síntoma que sobrevenga,
    todo efecto paradojal
    debidamente abordado, durará a lo sumo, un par de
    días.
    Si en lugar de tomarlo como una agresión
    o una amenaza, se lo explora con sabiduría ofrecerá
    además hallazgos que serán de valor
    único para la persona.

    Las esencias no dañan. Con un efecto paradojal
    denuncian un daño
    posible. Un efecto paradojal es la expresión de poder y
    determinación del mundo interior hacia el bienestar
    general. Como la firme presión de
    un amigo interior que se resiste a acompañarlo a uno en
    sus más alocados caprichos ni se asociará a
    él en su afán por engañarse a sí
    mismo.

    Adecuadamente comprendido, y aprovechado con inteligencia,
    un efecto paradojal ofrece al hombre la
    magnífica oportunidad de sincerarse consigo mismo y hacer
    frente a sus problemas
    verdaderos. Los más íntimos.

    Las Flores de Bach proponen un tipo de terapia de la
    emoción, no en vano se las denomina "remedios para el
    alma". Ellas
    remedian; no anestesian; sanan, no alivian. ¿Cómo
    lo logran? Porque se comportan como agentes de un tipo de
    inteligencia arquetípica que se recibe por vía de
    la intuición, se capta mediante flashes de conciencia
    diurna, en el sueño, a través de una amplia gama de
    percepciones que devienen sin falta en certezas sólo
    propias.

    Las técnicas
    para el trabajo
    floral serio brindan herramientas
    para explorar la complejidad de ese rico mundo interior a fin de
    embellecerlo traduciéndose esto en salud y en un estado de
    alegría y vigor.

    Son sin lugar a dudas, influencias altamente
    movilizantes que generan reacciones no solamente emocionales,
    sino también orgánicas de variada naturaleza e
    intensidad.

    Cabe decir entonces que el ingreso de la flor correcta
    para un individuo dado en un momento dado de su vida nunca ha de
    ser inocente para él.

    El tratamiento floral bien entendido compromete
    seriamente la interioridad de la persona impulsándola
    desde allí siempre en procura de su beneficio.

    ¿Por
    qué aparecen entonces efectos
    paradojales?

    Aparecen porque son la expresión más vital
    de las fuerzas sanadoras del organismo puestas nuevamente en
    acción.
    Son la manifestación concreta del ser que fortificado,
    consigue barrer al exterior lo que estaba gestándose en el
    interior.

    Puede denunciar una enfermedad latente o una tendencia
    señalando al mismo tiempo la
    parte más sensible del organismo ante el tipo de problema
    de base: (afectivo / emocional) que el paciente manifiesta.
    Demuestran la potencia de la
    esencia para sacudir de cuajo aquello que está en estado
    de latencia y que, si no se remueve a tiempo, podría
    degenerar en males mayores.

    Si bien hay modos de agilizar este proceso, hay
    que saber que solo expresa la tensión que se inicia en
    el interior de la persona entre el cambio
    inaugurado y la rigidez de sus hábitos personales, sus
    creencias, su actitud
    general
    .

    El efecto paradojal constituye, por lo tanto, una
    vía de sinceramiento. No es la respuesta de rechazo o
    defensa a un elemento extraño.

    Siempre de la auténtica superación del
    problema de base, (afectivo/emocional) resulta la verdadera
    curación en la superficie, la erradicación
    definitiva del problema. De lo contrario, el mismo persiste, se
    distorsiona, o vuelve cada tanto.

    Entonces, ante un efecto paradojal, lejos de suponerse
    que el elemento floral que ingresó en el sistema
    causó daño debe saberse que tal elemento ha
    iniciado un proceso de limpieza profunda  (en
    el sentido más puro de esta palabra), una vía
    natural de purificación.

    Si se tiene en cuenta que el remedio floral actúa
    sobre las emociones
    mientras que el medicamento tradicional modifica la química del cuerpo,
    se entenderá la diferencia oceánica entre estos dos
    enfoques terapéuticos y el tipo de riesgos que cada uno
    puede presuponer.

    Se hará claro también que poco puede
    constituirse uno en alternativa del otro puesto que transitan
    distintas vías de curación y se proponen objetivos
    diferentes muchas veces.

    Por ejemplo, uno puede recurrir a la medicina
    tradicional para "atacar" una "alergia que le está
    haciendo la vida imposible", o uno puede elegir ayudarse con
    Flores de Bach para iluminarse y descubrir eso que en su vida le
    produce "alergia"; es decir: eso que verdaderamente le hace la
    vida imposible. (y que puede ser un vínculo enfermizo, un
    lugar desagradable, un olor evocador, una actividad irritante, un
    pensamiento
    perturbador, una inhibición, un recalcitrante deseo
    oculto, etc.).

    La sola intención de indagar sobre algo de todo
    esto ya agita el pseudo-equilibrio que
    se viva. Si, entonces, una molestia sobreviene, lo mejor es
    persistir y atravesarla con valentía y optimismo, permitir
    que el proceso de purificación se complete y esperar a ver
    qué sucede en la mente, qué ideas surgen del
    interior, qué se capta del exterior.

    Así es como con las Flores se obtienen "efectos
    secundarios" altamente beneficiosos en ocurrencias a menudo
    insospechadas y un estado de claridad tal que lleva sin
    resistencias a resolver un problema de una forma
    magnífica, completa y definitiva.

    No solamente se consiguió desterrar la alergia,
    sino que "gracias a ella" se obtuvo una lección de vida y
    se consiguió desplegar una actitud completamente
    renovadora de una manera natural, no traumática que
    devolvió la alegría.

    Cuando la terapia floral es abordada con seriedad y
    compromiso genuinos los resultados maravillan. Cuanto más
    en profundidad se trabaje la esencia y cuanto más
    abiertamente se explore uno mismo, más asombra la
    contundencia de los resultados.

    A partir de "hacer aflorar en uno lo mejor de
    uno"
    (como decimos habitualmente) sucede que el individuo
    sana en su totalidad. Las esencias no son remedios curativos de
    un síntoma, sino elementos sanadores del ser.

    Lamentablemente las interpretaciones facilistas, las
    fórmulas estándar nacidas, entre otras cosas, de la
    fascinación por lo rápido han lastimado el concepto de
    terapia floral; han distorsionado tanto su uso como sus alcances
    reales.

    Cuando detectamos el compuesto floral que necesitamos
    –y solo ése recibimos—ingresa en nuestro
    sistema la carga energética faltante clave que
    será la que obrará maravillas. Ninguna otra. Ante
    este acierto, las necesarias transformaciones interiores
    comienzan a activarse inevitablemente.

    Estos aciertos benditos no siempre ocurren: raramente
    surgirán a partir de una fórmula floral
    estándar; sería una colosal inocencia esperar un
    grado de comprensión significativo a partir de las 3 o 4
    preguntas de los cuestionarios elementales que se divulgan por
    doquier.

    ¿Y cómo se llega entonces a la
    fórmula correcta?

    Mediante el rastreo correcto que merece aprenderse y que
    consiste en trabajar las esencias a la manera de Bach porque
    "De un modo justo de pensar, sale el modo justo de
    obrar"
    .

    Él rastreo correcto es ése que guía
    obligando a la sinceridad y se obliga a sí mismo a
    librarse de formulismos, ése que se niega a ajustarse a
    teorías
    sabiendo que la complejidad personal y de la
    vida misma, son superiores a ninguna teoría.

    De nada sirve engañarse: no se descubre el alma
    humana a través de estudios académicos; mucho menos
    la propia.

    Aquella voz que pretenda constituirse en portavoz del
    inconsciente ajeno está mal garantizada; no fue por
    capricho que la terapia floral nació para estar al alcance
    de todas las personas. Nació a partir de un hombre que
    confiando en las voces de su interior, terminó confiando
    en las voces del hombre. Descubrió así Edward Bach
    que lo que se busca con sencilla sinceridad, se encuentra con
    claridad luminosa. Así debe procederse.

    El rastreo sobre el elemento natural necesariamente debe
    ser simple, sincero, genuino sin confundir simpleza con
    raquitismo; lo simple, lo sencillo conserva gracia, ingenuidad y
    misterio.

    Entonces, si lo que se persiguen son mejoras hay que
    permitir que la naturaleza siga su curso tan simplemente con su
    gracia y sus misteriosos efectos.

    Y en el camino comprobamos cómo resulta tan
    tremendamente reveladora la sinceridad genuina y valiente y
    únicamente ella: porque no hay secretos para la
    naturaleza.

    Ella se alza majestuosa y a la larga o a la corta
    imprime su sello incorruptible por encima de los códigos
    culturales, de las modas, de las imposiciones arbitrarias.
    Así es que, quien en términos florales pretenda
    reducirse a una fórmula estándar, habrá
    perdido su tiempo, sus energías, su ilusión y
    posiblemente dinero
    también.

    Quien se atemorice frente a un efecto paradojal sepa que
    su temor o su rechazo está puesto en el lugar
    equivocado.

    Ése no es el "mal" que debería preocuparle
    y que bien le vendría explorar sus verdades inconfesas
    para encontrar el tesoro que guardan. Un efecto paradojal puede
    constituirse en una bendición en la vida de alguien, casi
    como un espejo mágico que refleja la existencia de algo
    misterioso, benéfico, inquietante, y posible pero poco
    frecuentado todavía y al que vale la pena
    asomarse.

    Luego, quien aprende a "pensar los problemas en flores "
    de un modo atinado, liberado de toda idea liviana sobre la
    terapia floral, y decide impulsar su vida con energías
    palpables, consigue la respuesta que necesita y encuentra la
    guía para actuar con inteligencia.

    Comprobará que de un modo natural asoman verdades
    indiscutibles, que no solo serán sentidas subjetivamente
    sino también demostradas objetivamente por ejemplo, en la
    superación de un síntoma o de una
    enfermedad.

    De un modo suave, o de una sacudida, se hacen claras
    esas ideas que siempre hemos albergado, se apoderan del
    pensamiento y obligan a transformar conceptos y actitudes
    anticuadas.

    Luego hay menos fricciones estériles y más
    cambios de auténtico provecho. A mayor claridad, menos
    episodios orgánicos, mayor vitalidad y efectividad bien
    entendidas. O simplemente: a mayor alegría, menos
    sintomatología porque como bien lo define Jung: Nada
    es tan difícil de soportar como la carga de uno
    mismo.

    Así, una fórmula floral
    puede ser lo que usted quiera: la alternativa de un remedio
    cualquiera o la flecha certera para bien de su organismo
    barriendo al exterior lo que no debe contaminar su esencia y de
    este modo preservándolo a usted en su totalidad y
    defendiendo el camino de su progreso y de su
    individualidad.

    El que el tratamiento floral sea también para
    usted fuente de claridad y guía confiable hacia el
    bienestar y recurso para resolver sus problemas humanos desde la
    raíz es un asunto posible.

    Y cuando estas vibraciones energéticas comiencen
    a hacerse sentir, recuerde que bien vale la pena darles la
    bienvenida con agradecimiento, y avanzar con entusiasmo por este
    excitante camino hacia su autosuperación.

    ¡A su salud!

     

     

    Liliana Dercyé

    Creadora del método
    "AflorArte" para la auto-asistencia con Flores de Bach"

    Autora de El Primer Vademécum de las Flores de
    Bach entre una variedad de libros que ha
    publicado sobre Flores de Bach
    Se desempeña como Directora de Aflorarte.com, sitio
    web de
    especialistas en Flores de Bach, y como Consultora
    On-line.

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