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Los Determinantes




Enviado por jaimemontoya



Partes: 1, 2

    1. Los
      determinantes
    2. Determinante
      artículo
    3. Determinantes
      demostrativos
    4. Determinantes
      posesivos
    5. Determinantes
      indefinidos
    6. Determinantes
      interrogativos y exclamativos
    7. Cuestionario
    8. Conclusiones
    9. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Es importante conocer los diferentes tipos de
    determinantes para darles el empleo
    correcto cuando nos comunicamos, ya que estos presentan accidentes
    gramaticales fundamentales en la oración, como lo son el
    género
    y número.

    Los determinantes son palabras que están formadas
    por monemas libres y que sirven para expresar a qué objeto
    se refiere la una frase expresada; los más conocidos son
    los determinantes artículo, los cuales pueden ser
    definidos o indefinidos. Otro tipo de determinantes que las
    usamos aun desde nuestra infancia son
    los determinantes numerales, pues los números son parte
    indispensable de nuestro hablar, por ejemplo cuando pedimos una
    cantidad determinada de objetos, donde estamos usando
    determinantes numerales cardinales.

    Este estudio nos permitirá igualmente comprender
    de qué forma un determinante puede cambiar el sentido
    completo de una oración, de modo que los determinantes no
    son una parte superficial o secundaria en la oración. El
    determinante por tanto nos permite especificar la
    extensión del nombre o sustantivo, tal como la misma
    palabra "determinar" nos lo dice.

    Se ha organizado el estudio de cada uno de los temas de
    manera que podamos fácilmente comprender gradualmente los
    diferentes tipos de determinantes, su uso, importancia,
    etc.

    Siempre utilizamos los determinantes en nuestro diario
    hablar aun cuando no conocemos su significado gramatical; sin
    embargo este estudio nos hará capaces de usar los
    determinantes conociendo plenamente la función
    gramatical que estos desempeñan en una
    oración.

    De esta manera podemos notar la importancia de aprender
    acerca de la función que estos desempeñan en una
    frase u oración gramatical. Para ello estudiaremos a
    continuación los diferentes tipos de determinantes, sus
    funciones, su
    significación y los casos más comunes del uso de
    los mismos.

    CAPÍTULO
    I

    Los determinantes

    Los determinantes son las palabras formadas por monemas
    libres que necesariamente preceden al nombre en cualquier
    función que esta desempeñe.

    Determinantes son las palabras que, junto con el nombre,
    constituyen el sintagma nominal. Recordemos la regla:

    Sintagma Nominal Determinante +
    Nombre

    Esta abarca una cantidad de palabras distintas que
    tienen en común el desempeñar la misma
    función, la de determinar a los nombres que usamos en la
    oración.

    Sirven para expresar a qué objeto se refiere la
    frase expresada. A esto se le llama actualización. Cumplen
    la función de actualizar al nombre.

    En los determinantes se incluyen: el artículo y
    los que la gramática tradicional llamaba adjetivos
    determinativos y que son los determinantes demostrativos,
    posesivos, indefinidos, numerales interrogativos y
    exclamativos.

    El sustantivo, cuando aparece sin determinantes, se
    refiere a algo abstracto o conceptual, remite a una idea; cuando
    va precedido de alguno de ellos, se refiere a algo concreto,
    cercano o conocido, cuya existencia es real o
    imaginada.

    SIGNIFICADO DE LA PALABRA
    "DETERMINAR"

    Esta función consiste en
    actualizar a los nombres limitando así su
    significación.

    Nosotros tenemos grabados en nuestra memoria una serie
    de nombres, como "silla", con su correspondiente significado
    (objeto que sirve para sentarse, con respaldo, etc.) Y este
    término nos sirve para poder
    referirnos a todas las sillas que han existido, existen o puedan
    existir, pues esa palabra no es el nombre para designar a uno
    solo de esos objetos, sino a todos.

    Sin embargo, cuando hablamos, sacamos de nuestra memoria
    ese término y lo hacemos actual, presente en una
    determinada oración:

    Esta silla está vieja.

    Me regaló una silla.

    Mi silla se rompió.

    (No podríamos decir: "silla está vieja";
    "silla se rompió", porque no sabríamos de
    qué silla se habla).

    Para actualizar un nombre, para usarlo en una
    oración concreta, se necesitan los determinantes que
    indiquen a qué cosa, animal o persona me
    refiero (mi, su, aquel, diez,
    muchas sillas, etc.) De este modo, limitamos su
    significado: mi silla sólo se refiera a un objeto
    concreto de mi propiedad.
    Incluso si quiero hablar de todas las sillas necesito indicarlo
    así y decir:

    Todas las sillas del mundo.

    Estas palabras que nos permiten actualizar a los nombres
    y que limitan así la extensión de su significado
    son los determinantes.

    OMISIÓN DE LOS
    DETERMINANTES

    Recordemos que los determinantes preceden siempre a
    cualquier nombre en la estructura
    profunda de la oración, cualquiera que sea la
    función de ese nombre. Pero en la estructura superficial a
    veces los omitimos (es decir, hemos realizado una
    transformación de omisión) y el nombre aparece sin
    el determinante:

    Juan juega con sus amigos.

    Compramos mangos.

    Pero es obvio que ambos nombres están
    determinados en la estructura profunda, es decir, su significado
    está delimitado, pues Juan se refiere a una persona
    concreta y mangos a una cantidad limitada de esa fruta, no
    a todas las que han existido, existen o puedan
    existir.

    CLASES DE
    DETERMINANTES

    En español
    tenemos las siguientes:

    • Artículos
    • Demostrativos
    • Posesivos
    • Numerales
    • Indefinidos
    • Interrogativos
    • Exclamativos

    Las gramáticas tradicionales dividen estas
    palabras en dos grupos:
    "artículos" y "adjetivos determinativos" (posesivos,
    indefinidos, etc.) Pero no hay razón para clasificarlas
    así: los artículos también determinan al
    nombre. Por ello preferimos reunirlas a todas en una clase de
    palabras (los determinantes) que tienen en común la
    misma función: actualizar el nombre constituyendo con
    él un sintagma nominal. Tampoco estamos de acuerdo en
    llamarlas "adjetivos determinantes", porque, por un lado, con un
    término que las denomine, es suficiente y -por otro- la
    palabra "adjetivo" la reservamos para referirnos a los
    "calificativos".

    Ahora presentamos el siguiente esquema que nos permite
    comprender fácilmente la forma en que se clasifican los
    determinantes:

    CAPÍTULO
    II

    Determinante artículo

    EL
    ARTÍCULO

    El artículo no tiene significación por
    sí solo, sino que es un modificador directo del
    sustantivo. Tiene una posición fija ya que
    obligatoriamente se antepone o precede al sustantivo y anuncia su
    género y número.

    Llamamos artículos, a las palabras: el, la,
    los, las,
    que siempre preceden a un nombre que designa algo
    ya conocido por los oyentes, bien porque ese objeto esté
    presente o porque ya haya sido mencionado.

    Se diferencian de los otros determinantes en que el
    artículo sólo lo podemos usar con nombres que
    designan cosas ya conocidas por el que nos escucha, de modo que
    podemos decir: "El libro me
    gustó" si mi oyente sabe de qué libro se trata,
    de otro modo no comprendería de qué libro hablo; en
    este caso yo tendría que haber utilizado un determinante
    distinto, como por ejemplo:

    Este libro me gustó.

    Tu libro me gustó.

    Un libro me gustó.

    Existen dos posiciones respecto a incluir las palabras
    "un", "una" y "unos" dentro de los determinantes
    artículo:

    1. No se deben incluir

    Algunas gramáticas hablan de artículos
    determinados e indeterminados. Estos últimos serían
    un, una, unos y unas. Pero estas
    palabras no son artículos, ya que permiten hablar de cosas
    no determinadas previamente, por lo cual se clasifican como
    determinantes indefinidos, que serán estudiados más
    adelante.

    2. Se deben incluir

    Los artículos pueden variar en género y
    número, como ya hemos visto que le sucede al sustantivo.
    En el cuadro que aparece a continuación vemos las
    correspondencias de el, la, lo, los,
    las y un, una, unos y
    unas:

    Artículos

     

    Determinante

    Indeterminante

     

    Masculino

    Femenino

    Neutro

    Masculino

    Femenino

    Singular

    el

    la/el

    lo

    un

    una/un

    Plural

    los

    las

    unos

    unas

    Los sustantivos que elegimos para integrar en nuestro
    mensaje aparecen con frecuencia solos, sin otras palabras que los
    modifiquen:

    Como agua para chocolate
    (best-séller de L. Esquivel, México).

    Pero muchas veces van acompañados de algún
    adjetivo y casi siempre de una palabra diminuta, de significado
    ciertamente vago, que conocemos con el nombre de
    artículo y que modifica directamente al sustantivo
    como lo hacen los adjetivos:

    El agua en exceso te hará un
    chocolate más claro.

    Consideramos en conclusión que las palabras
    un, una, unos y unas deben incluirse
    dentro de los determinantes artículo.

    Este ejemplo contiene las dos clases de artículos
    que poseemos en español: el determinante y el
    indeterminante, nombres más bien imprecisos. Para
    compender su uso y significado estudiaremos en qué
    consiste cada uno de ellos de forma separada:

    EL ARTÍCULO
    INDETERMINANTE

    Se confunde fácilmente con el adjetivo indefinido
    homónimo (algún):

    Un día cualquiera volveré
    (algún día).

    Me quedan unos cuantos dólares (algunos
    dólares)

    De la misma manera es fácil confundirlo con el
    numeral un/una, por supuesto solo
    singular:

    ¿Por qué me has traído solo
    una botella?

    Se puede usar con un nombre propio de persona en
    singular (ya sea de pila ya apellido) para marcar
    individualidad:

    Conozco a un Díez que vale por
    diez.

    ¡Vaya un Juan que estás
    hecho!

    Es frecuente la combinación un tal, una
    tal
    para referirse a alguien más o menos
    desconocido:

    Ayer me presentaron a un tal Olivares.

    Una tal Juana ha preguntado por ti.

    EL ARTÍCULO
    DETERMINANTE

    Se usa mucho con los nombres propios geográficos
    en expresiones ciertamente elípticas (falta alguna palabra
    que se supone fácilmente):

    El (río) Amazones

    Los (montes) Andes

    El (océano) Atlántico

    Las (islas) Filipinas

    Algunos nombres de países y poblaciones llevan
    siempre un artículo determinante:

    El Uruguay La Habana

    El Paraguay El Ferrol

    La Argentina El Escorial

    Los Estados
    Unidos La Guaira

    El Perú Los
    Ángeles

    Sin embargo, el extender este uso a todos los
    países es clara señal de galicismo (rasgo
    procedente del francés) que debe evitarse. Solo es
    válido cuando quiere distinguirse entre épocas,
    tendencias, orígenes, etc.:

    La Cuba de ayer y
    la Cuba de hoy.

    El Madrid de
    España
    y el Madrid de Tejas.

    Con los nombres propios es diversa la intencionalidad
    del uso del artículo determinante:

    1. Nombre de pila en singular: el Juan, la María
    (vulgar, forense).

    2. Apellido en singular y artículo en plural:
    los/las García (bloque familiar).

    3. Apellido referido a mujeres: la Loren,
    la Callas, la Gandhi (celebridad)

    4. Nombre de pila o apellido en plural: los
    Juanes, las Marías, los Garcías
    (pluralidad).

    Se usa también el artículo determinante
    con las horas (la una y media, las cinco de la
    tarde), los días de la semana (el domingo que viene
    iremos de excursión; los sábados
    serán pronto festivos).

    El castellano posee
    dos artículos: el definido y el indefinido, además
    de las formas contractas.

    Ambos artículos son variables, es
    decir que tienen accidentes de género y número.
    Veamos los cuadros que aparecen a continuación:

    Artículo
    definido

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    El libro

    Los libros

    Femenino

    La casa

    Las casas

    Neutro

    Lo ridículo

    Artículo
    indefinido

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    Un río

    Unos ríos

    Femenino

    Una fuente

    Unas fuentes

    Neutro

    Lo ridículo

    No existe la forma de neutro plural.

    Los artículos determinados proceden del
    demostrativo latino "ille", "illa", "illud".
    "Ille" evolucionó en castellano hacia la forma
    masculina "el"; "illa" dio origen a la forma
    femenina "la"; "illud" se trasformó en el
    neutro "lo". El artículo indeterminado procede del
    numeral latino "unus": "una" o "uno". Puede
    ser correlativo de otro: Uno es inteligente, otro tonto.
    También puede ser intercambiable en algún contexto
    con "algún" o "alguno": Debe haber ocurrido
    "un/algún" accidente.

    EL ARTÍCULO CERO
    (OMISIÓN DEL ARTÍCULO)

    Se usa como mero recurso estilístico:

    Hombres eran quienes dirigían; mujeres, las que
    obedecían.

    Unos hombres eran quienes dirigían; unas mujeres,
    las que obedecían.

    Niños, con niños;
    niñas, con niñas.

    Los niños, con los niños; las
    niñas, con las niñas.

    Hetairas y poetas, todos somos hermanos (Antonio
    Machado, España).

    Las hetairas y los poetas somos todos
    hermanos.

    LA FORMA NEUTRA
    "LO"

    Existen dos posiciones respecto a la forma "lo". Una de
    ellas dice que no existe artículo neutro porque no hay
    nombres neutros, mientras que la segunda posición
    afirma que sí existe el artículo neutro. A
    continuación daremos a conocer ambas
    posiciones:

    1. No existe artículo
    neutro

    Esta palabra que aparece seguida de un adjetivo (lo
    bueno, lo agradable) era considerada por algunos un
    "artículo neutro" que sirve para sustantivar al adjetivo
    al que acompaña y, así, este funcionaría
    como un nombre en la oración:

    Lo mejor del día ha sido la noticia de tu
    recuperación. ("Sujeto", según dicha teoría).

    Pero eso no es cierto porque los artículos son
    determinantes que sólo preceden a los nombres, pero
    no son nombres. Como no existen nombres neutros, tampoco puede
    haber artículos neutros.

    Esta palabra lo es un pronombre y, como
    tal, está en lugar o equivale a "un conjunto de cosas".
    Así:

    Lo bueno = Todas las cosas
    buenas.

    Lo agradable = Las cosas
    agradables.

    También puede equivaler a una oración;
    en este caso no va seguido de un adjetivo:

    ¿Te contó Luis que ya encontró
    trabajo?

    Sí, ya me lo contó (lo =
    "que encontró trabajo")

    Insistimos en que no hay artículo neutro porque
    no hay nombres neutros. Lo siempre es un pronombre que
    reproduce, o está en lugar de, otros sintagmas u
    oraciones.

    2. Existe el artículo
    neutro

    Los adjetivos pueden sustantivarse anteponiendo
    el artículo lo a la forma masculina del
    adjetivo:

    Lo bueno

    Lo bello

    Lo ridículo

    Lo sublime

    Lo grotesco

    Se sabe que en español el sustantivo carece de
    género neutro. No sólo los nombres animados
    (de seres con movimiento:
    personas y animales) no
    pueden ser neutros, sino tampoco los de inanimados (de
    seres sin movimiento: cosas, ideas, abstracciones) a diferencia
    del inglés,
    lengua en la
    que los inanimados son siempre neutros. Así resulta que el
    artículo lo no se usa precisamente con sustantivos
    y sí solo con adjetivos, los cuales quedan
    automáticamente sustantivados:

    Lo valiente de John Wayne cae en lo
    mítico.

    Pienso a veces en lo diverso que aparece lo
    hispano.

    Por la misma razón acompaña frecuentemente
    a participios e incluso a frases de carácter adjetivo:

    Lo dicho, dicho y a Flandes me vuelvo (frase
    hstórica).

    Lo que tú y yo sabemos.

    Contrasta con la forma el, que acompaña a
    infinitivos y frases de carácter sustantivo:

    El comer y el beber, dos actor
    necesarios.

    El que pienses así me preocupa.

    En conclusión creemos que sí existe el
    artículo neutro. Más adelante veremos algunas
    aclaraciones sobre el artículo que nos permitirán
    comprender mejor el porqué afirmamos la existencia de un
    artículo neutro.

    FORMAS
    CONTRACTAS

    El determinante masculino singular "el" se contrae
    normalmente con la preposición "a" dando "al" y con la
    preposición "de" dando "del", de esta forma:

    Contracciones

    al

    del

    (a + el)

    (de + el)

    Estas son el resultado de la unión de las
    preposiciones "a" o de con la forma masculina singular del
    artículo definido, que sufre la pérdida de la
    "e".

    Formas
    contractas

    Significado

    Ejemplos

    a + el

    Al

    Vamos al río

    de + el

    Del

    Venimos del río

    Sólo si el artículo entra a formar parte
    de un nombre propio como "El Escorial", un apellido, nombre o
    sobrenombre como "El Viti" o "El Salvador", o el título de
    una obra como "El Caballero de la Armadura Oxidada", puede
    mantenerse la separación:

    Fueron ‘a El’ Escorial.

    Al torero Santiago Martín se le conoce con el
    sobrenombre ‘de El’ Viti.

    Fui al estreno ‘de El’ Perro del
    Hortelano.

    El próximo mes regresaré ‘a
    El’ Salvador.

    Entonces nos damos cuenta que las dos formas contractas
    de preposición y artículo que existen
    son:

    Al (a + el): Dale de comer al
    gato.

    Del (de + el): La silla del
    abuelo está vieja.

    ACLARACIONES SOBRE EL
    ARTÍCULO

    1. Cuando un objeto es desconocido se utiliza para
    nombrarlo por primera vez un artículo indeterminado, pero
    si se vuelve a mencionar con posterioridad se hace uso del
    determinado porque ya ha sido presentado al receptor y
    éste lo identifica con algo concreto. El artículo
    determinado tiene, pues, un valor
    referencial:

    En la tienda vi ‘un armario’; ‘el
    armario’ era grande y lindo.

    2. "Uno" y "una" pueden utilizarse como pronombres
    personales indefinidos, con el significando de "uno
    cualquiera".

    3. No se han de confundir los artículos con los
    pronombres o adjetivos que tienen su misma forma (lo, los, las),
    pues los artículos van siempre delante de un sustantivo o
    elemento sustantivado. Los pronombres nunca acompañan a
    ningún sustantivo, siempre lo sustituyen y se refieren a
    personas. "Un" y "unos" como artículos designan a
    personas, animales u objetos indeterminados; como pronombres
    tienen un significado numeral o de
    aproximación.

    CONCORDANCIA ENTRE EL
    ARTÍCULO Y EL NOMBRE

    La función de los artículos es modificar a
    un núcleo sustantivo; así, se ven obligados a
    coincidir con éste en género y número, a lo
    cual le llamamos concordancia.

    Por ejemplo:

    Hay una excepción: cuando el nombre es
    femenino singular y empieza por a tónica, se
    le antepone el, para evitar la cacofonía (sonido
    desagradable) que produciría el pronunciar dos letras "a"
    seguidas. Así decimos: el agua, el alma,
    el hacha; pero estos nombres siguen siendo femeninos como
    lo prueban los adjetivos que los puedan
    acompañar:

    El agua
    limpia, el hacha afilada.

    Y lo mismo haremos en caso de los determinantes
    un y algún:

    Un ave, algún
    águila.

    Insistimos en que esta excepción ocurre
    sólo cuando el nombre femenino está en singular,
    pues en plural ya no se produce cacofonía: las almas, unas
    hachas, algunas aguas.

    Los otros determinantes concuerdan en femenino,
    así diremos:

    Esta agua, aquella hacha, cierta ave,
    etc.

    Cuando enumeramos varios nombres seguidos, podemos decir
    cada uno con su determinante: los carros y
    las motos son los principales medios de
    transporte; pero si preferimos usar un solo
    artículo delante de dos o más nombres, debe ir
    en:

    • Plural masculino, si los nombres son
      masculinos (los perros, gatos y ratones,
      siempre pelean) o si hay nombres masculinos y
      femeninos: Los tenedores y cucharas se guardan en esta
      gaveta. (En este caso los nombres masculinos se dicen
      antes que los femeninos).
    • Plural femenino, si todos los nombres son
      femeninos: Las montañas y colinas han
      reverdecido.

    CASOS
    ANÓMALOS

    1. Delante de un sustantivo femenino singular que
    empiece por "a ha" tónicas se usan los
    artículos el un:

    El agua de Vichy.

    Vichy, un agua carbónica.

    El hacha india de la
    guerra.

    Un hacha de dos filos.

    Obsérvese que los adjetivos van en femenino
    (carbónica, india) comoera de esperar. El
    mismo artículo cambia a la una cuando está
    separado del sustantivo por alguna palabra
    interpuesta:

    La excelente agua de Vichy.

    Una odiosa hacha de guerra.

    Igualmente cuando se trata de nombres propios (la
    Ángeles) o patronímicos (la
    Álvarez), así como de dos letras: la a y
    la hache.

    Esta anomalía de la concordancia solo se da en el
    artículo, por lo que no debe imitarse la
    incorrección este agua, ese
    hacha.

    2. Las contracciones "al" y "del" no se
    logran cuando el artículo "el" pertenece a un
    nombre propio, caso en el que se escribe con
    mayúscula:

    El marinero español José Gómez era
    hijo de El Ferrol pero le llevaron a enterrar a El
    Callao.

    Nota: desde un punto de vista práctico, el
    artículo facilita a los extranjeros, sobre todo, el
    descubrimiento del género de los sustantivos
    españoles, algo connatural para un hispanohablante pero
    más bien penoso para un anglófono, por
    ejemplo:

    El problema (masculino).

    La soprano (femenino).

    El análisis (masculino).

    La síntesis (femenino).

    En ocasiones el artículo sirve para
    desambigüizar el género, e incluso el
    número:

    El rioplatense/la rioplatense.

    El testigo/la testigo.

    Una dosis/unas dosis.

    Un croquis/unos croquis.

    CAPÍTULO
    III

    Determinantes
    demostrativos

    Los determinantes demostrativos son los que anteponen al
    nombre para señalar el sitio o la situación que un
    objeto ocupa en relación con el hablante. Sus formas
    son:

    Cerca del hablante o
    próximo al hablante

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    este

    estos

    Femenino

    esta

    estas

    Neutro

    Esto

    Ni cerca ni lejos del
    hablante

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    ese

    esos

    Femenino

    esa

    esas

    Neutro

    Eso

    Lejos del hablante o alejado
    del hablante

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    aquel

    aquellos

    Femenino

    aquella

    aquellas

    Neutro

    Aquello

    La diferencia entre adjetivos y pronombres estriba en
    que los primeros acompañan a un sustantivo, mientras que
    los segundos van en su lugar, de ahí que exista forma
    neutra en los pronombres y no en los adjetivos.

    En todos ellos se puede distinguir un lexema o
    raíz: est-, es-, aquell-, un morfema gramatical de
    género: masculino: e, o, femenino: a, neutro: o, y un
    morfema gramatical de número: Ø para el singular,
    -s para el plural. Los adjetivos se escriben sin tilde pero en
    los pronombres masculinos y femeninos es aconsejable que la
    lleven para evitar ambigüedades en el texto que
    puedan inducir a confusión.

    Los adjetivos demostrativos concuerdan con el sustantivo
    en género y número. Cuando el sustantivo comienza
    por a o ha tónica el adjetivo debe mantener la forma esta,
    esa o aquella delante de él: esta agua, aquella aula; la
    utilización de las formas masculinas en estos casos es
    incorrecta y puede llevar a error en cuanto al género del
    nombre.

    Los determinantes demostrativos actualizan el nombre,
    limitando su significación general al indicar la
    situación del objeto mencionado por ese nombre, respecto
    del hablante. Este objeto puede estar cerca (esta casa), lejos
    (aquella casa), o ni cerca ni lejos (esa casa).

    Desde este punto de vista, podemos clasificar los
    determinantes demostrativos en un solo cuado,
    así:

     

    Objeto cerca del
    hablante

    Objeto ni cerca ni lejos
    del hablante

    Objeto lejos del
    hablante

     

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Masculino

    Este

    Estos

    Ese

    Esos

    Aquel

    Aquellos

    Femenino

    Esta

    Estas

    Esa

    Esas

    Aquella

    Aquellas

    Los demostrativos, además de referirse a seres
    que están ante nosotros, puede aludir también
    a:

    • Algo o alguien que acabamos de
      nombrar:

    Ya leí la última novela de Vargas
    Llosa; este escritor es magnífico.

    Conversé con Luis y Juan. Aquel es
    más simpático que este.

    • Una época próxima o
      lejana:

    Cuando era pequeño, pasaba la Semana Santa con
    mis abuelos; aquellos días fueron
    inolvidables.

    Estos días ha hecho mucho
    frío.

    • Algo que recordamos:

    El esposo de aquella persona que nos
    visitó la semana pasada es un gran
    pianista
    .

    OMISIÓN DE LOS
    NOMBRES

    En algunas ocasiones, cuando el sentido o la
    situación indica claramente de qué hablamos,
    omitimos el nombre y pronunciamos o escribimos únicamente
    el determinante; así, si estoy comprando unos zapatos y
    digo: Me gustan más estos, se
    entiende "estos zapatos". La situación indica claramente a
    qué objetos me refiero, por eso no pronuncio su nombre.
    Esto no convierte al determinante demostrativo en
    pronombre, como indican algunas gramáticas; el pronombre
    lo usamos en lugar de un sintagma, y los determinantes
    siempre acompañan a un nombre tácito o
    explícito, pero no lo sustituyen:

    De todos los cuadros, el que más me gusta es
    este. (Se sobreentiende el nombre: es este
    cuadro
    ).

    ¿Qué profesor te lo
    dijo? Aquel que está allí. (Se entiende
    Aquel profesor que está allí).

    ¿Cómo analizar sintácticamente
    una oración en la que algún nombre no esté
    explícito?
    Pues igual que señalamos "el sujeto
    tácito" cuando no está escrito, pero se supone
    claramente, así debemos hacer con los nombres que no se
    mencionan.

    Al analizar la oración: Estudio tres horas
    diariamente, decimos: sujeto tácito yo. De la
    misma manera con la oración Tu cartera es
    esta, haremos el siguiente análisis:

    El paréntesis indica que el nombre que encierra
    está tácito, es decir, no se pronuncia, no
    está en la estructura superficial, pero se sobreentiende,
    o sea, está en la estructura profunda. Insistimos,
    entonces, en que la omisión de un nombre (no pronunciado
    ni escrito porque se sobreentiende) no convierte su determinante
    en pronombre.

    Existen tres pronombres demostrativos, de los cuales
    hablaremos más adelante, cuyas formas son neutras:
    esto, eso y aquello. Pero las formas
    señaladas en el cuadro, al inicio de este capítulo,
    o son femeninas o masculinas, para concordar con el nombre
    expreso o tácito al que determinan. Y son siempre
    determinantes.

    FUNCIONES DE LOS DETERMINANTES
    DEMOSTRATIVOS

    Los adjetivos son determinantes del sustantivo al que
    acompañan: esta pared, aquellos paraguas. Cuando van
    antepuestos al sustantivo impiden la aparición del
    artículo, lo que no ocurre si están pospuestos: esa
    casa / la casa esa. Pueden aparecer junto a posesivos (esta mi
    casa), numerales (esos tres pantalones) e indefinidos (aquellas
    pocas cosas). Si dentro del sintagma nominal concurren con otros
    adjetivos, ocupan siempre el primer lugar, excepto con todo, que
    se les antepone: Todos estos días.

    SIGNIFICACIÓN DE LOS
    DETERMINANTES DEMOSTRATIVOS

    Tomando como punto referente casi siempre al emisor o
    una persona gramatical, los adjetivos señalan la
    proximidad o lejanía espacial o temporal: este coche, ese
    siglo, etc.. Este representa la mayor cercanía a la
    persona que habla, ese una relativa proximidad al que escucha,
    aquel la lejanía tanto del que habla como del que
    escucha.

    Con los demostrativos se indican también
    elementos nombrados con anterioridad: Nos paramos ante una casa;
    ‘esta’ casa era grande.

    El demostrativo tiene un valor despectivo en
    determinados casos, mucho más acentuado si se utiliza la
    forma neutra para referirse a una persona: Me encontró
    ‘ésta’; te presento a
    ‘éste/esto’.

    LA TILDE EN LOS
    DEMOSTRATIVOS

    Los determinantes demostrativos no llevan tilde nunca,
    esté el nombre al que acompañan tácito o
    explícito.

    Esta señora se golpeó en el
    accidente, pero aquella no.

    Pero en ocasiones, cuando el nombre al que determinan no
    está en la estructura superficial, puede resultar una
    oración ambigua:

    Acaban de llegar sus invitadas; traen estas
    flores para usted.

    En este caso, "estas" se interpreta como el determinante
    de "flores"; pero si nosotros nos referíamos a "estas
    invitadas", es decir, como determinante de un nombre
    tácito, es necesario que tildemos el
    demostrativo:

    Acaban de llegar sus invitadas; traen
    éstas flores para usted.

    En este último caso, se entenderá "Traen
    estas invitadas flores para usted".

    Insistimos en que sólo en este caso extremo es
    necesario tildar el determinante si queremos que la
    oración se interprete como si el demostrativo se refiriera
    a un nombre que se acaba de mencionar, y no al que le
    sigue.

    CAPÍTULO
    IV

    Determinantes posesivos

    Los determinantes posesivos, indican la posesión
    o pertenencia del objeto designado, es decir que limitan la
    significación general del nombre indicando a
    quién pertenece
    el objeto designado por dicho nombre;
    es decir, indican quién es el poseedor de ese objeto. Como
    el objeto u objetos pueden pertenecer a una sola persona
    (mi casa, tu brazo, su camisa), o a
    varias personas (nuestro libro, sus
    hamacas), clasificamos estos determinantes en dos
    grupos:

    1. Posesivos de un solo poseedor.

    2. Posesivos de varios poseedores.

    Sus formas son:

    a) Cuando el objeto tiene un solo
    poseedor:

    Cuando el objeto pertenece al
    hablante

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    mi-mío

    mis-míos

    Femenino

    mi-mía

    mis-mías

    Neutro

    lo mío

    Cuando el objeto pertenece al
    oyente

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    tu-tuyo

    tus-tuyos

    Femenino

    tu-tuya

    tus-tuyas

    Neutro

    lo tuyo

    Cuando el objeto pertenece a
    otra persona o cosa

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    su-suyo

    sus-suyos

    Femenino

    su-suya

    sus-suyas

    Neutro

    lo suyo

    El género neutro se expresa en español
    anteponiendo a las formas masculinas el artículo neutro
    lo: lo mío, lo tuyo, lo suyo…

    b) Cuando el objeto pertenece a varios
    poseedores:

    Cuando uno de los poseedores es el
    hablante

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    Nuestro

    nuestros

    Femenino

    nuestra

    nuestras

    Neutro

    Lo nuestro

    Cuando uno es el oyente pero el hablante no
    es poseedor

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    Vuestro

    vuestros

    Femenino

    vuestra

    vuestras

    Neutro

    Lo vuestro

    Cuando ni el oyente ni el hablante son
    poseedores

     

    Singular

    Plural

    Masculino

    su-suyo

    sus-suyos

    Femenino

    su-suya

    sus-suyas

    Neutro

    lo suyo

    Para mayor facilidad en la comprensión de lo que
    nos ilustran los cuadros anteriores, podemos resumir las formas
    de los determinantes posesivos únicamente en dos cuadros,
    como vemos a continuación:

    Un solo
    poseedor

    Objeto que pertenece al
    hablante

    Objeto que pertenece al
    oyente

    Objeto que pertenece a otra
    persona o cosa

     

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Masculino

    Mi, mío

    Mis, míos

    Tu, tuyo

    Tus, tuyos

    Su, suyo

    Sus, suyos

    Femenino

    Mi, mía

    Mis, mías

    Tu, tuya

    Tus, tuyas

    Su, suya

    Sus, suyas

    De varios
    poseedores

    Uno de los poseedores es el
    hablante

    Uno de los poseedores es el
    oyente (y no el hablante)

    Ni el oyente ni el hablante
    son poseedores

     

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Singular

    Plural

    Masculino

    Nuestro

    Nuestros

    Vuestro

    Vuestros

    Su, suyo

    Sus, suyos

    Femenino

    Nuestra

    Nuestras

    Vuestra

    Vuestras

    Su, suya

    Sus, suyas

    Partes: 1, 2

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