Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Pandora – Lo que todo hombre debería saber antes de enamorarse (página 5)




Enviado por Steel Nobles



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Partes: 1, ,
4, 5

 

 

DEL DESAMPARO Y
DE LA SOLEDAD.— 19
Suele decirse que el tiempo todo lo
cura; ello constituye la más antigua y recurrida
esperanza, aunque en el caso de Pandora, ocurre que el tiempo la
empeora. Dado que cuando ella envejece o se desgasta, y le
sobrevienen los achaques —aparejados con el aburrimiento y
la terrible soledad— es cuando ya no existe ni paz, ni
resignación para soportar tanta frustración
acumulada. Al final debe tragarse su olímpico orgullo para
evitar el desamparo total. A estas alturas ya no hablaremos de
quien la acompaña, mas estoy seguro que si se
trata de alguna mascota es, sin duda, el animal que peor la
pasa.

20 Resulta
del todo imposible imaginar a Pandora —ya anciana y
respetable— viviendo años dorados, rodeada de hijos
y nietecitos que la colmen de bendiciones y regalos, que se
disputen entre ellos por tenerla en casa. La Plaga es incapaz de
perdonar a su propia madre. Así, Pandora ya anciana, se
tiene que resignar sólo con migajas afectivas.

21 Es
entonces cuando la compañía de seres queridos
matafantasmas se reduce a visitas esporádicas,
inspectivas, tipo relámpago; breves llamados
telefónicos forzados, y una o dos veces al mes —a lo
más— se reúnen todos en la casa de la bruja
para no tener que aburrirse y llevar al día el inventario de sus
chucherías y ahorritos bancarios, y de los otros; cuidando
que ningún pariente se adelante en cobrar por cuenta
propia, y a espaldas del resto, su herencia.

22 Mientras
tanto ocurren anticipadas celebraciones que, en el fondo, nada
tienen que ver con las expectativas y tristezas de Pandora
abandonada, enferma y "oxidada". Menos aun con celebrar aquello
que dicen celebrar en compañía de ella. Por
ejemplo: celebrar su cumpleaños… o su santo. En vez de
agasajarla, abusan de su interesada disposición para
preparar y servir bocadillos.

23 El final
de fiesta consiste en dejarla de nuevo sola cuando cae la noche
sobre su casa vieja, azumagada, "cargada", sin servidumbre ni
comodidades. Esto dura hasta lo que su estructura
aguante; pronto vendrá ese asilo de ancianos donde
será una extranjera mal recibida. Y no aquel asilo que la
publicidad
muestra como
hotel de cinco estrellas, sino una
triste hospedería hecha para viejos pobres, abandonados y
enfermos, que van a morir allí, menospreciados,
insultados, golpeados, e incapaces ya de despertar el menor
afecto ni la compasión de alguien.

24 Tal vez
sea entonces cuando Pandora, por primera vez en su vida,
comprenda la futilidad de su soberbia; y la imagen ya borrosa
del hombre que
más la amó sea tal vez su única
compañía antes de despedirse de una vida plagada de
engaños, perversiones, abusos y discordias. En esos
instantes de esclarecimiento, alguien podría recordarle
esa frasecita tan de ella y que tanto le gustaba: ¡Nada es
gratis!

25 En
cambio, para
nosotros los varones, el hecho de enfrentarnos a la soledad
constituye un conocido y practicado privilegio, porque la
consideramos una compañera que nos permite el diálogo
interno, observar en silencio, orar, meditar, ordenar nuestros
pensamientos, recordar, crear, recrear e idear soluciones de
toda índole o, simplemente, complacernos con las
maravillas de la Naturaleza que
nos rodea… y acoge.

26 Es
conocido que muchos sabios, personajes rectores de la Humanidad,
encontraron en la soledad del desierto o en la cumbre de la
montaña, sus mejores pensamientos. No es por nada que
Albert
Einstein nos confiese así su íntima verdad:
"Soy, en realidad, un viajero solitario y nunca he pertenecido a
mi patria, mi hogar, mis amigos o siquiera mi familia
inmediata, con todo mi corazón;
ante todos estos lazos, jamás he perdido cierto sentido de
distanciamiento y necesidad de soledad y silencio; sentimientos
que han aumentado con los años…". Posiblemente, Einstein
se regocijaba con este sentimiento.

27 En
cambio, si Pandora tuviese ese instante de soledad y silencio
saldría corriendo a refugiarse en su jaleo
sicotrópico, al que permanece irrenunciablemente adicta
¡No en vano es hiperquinética hasta el aturdimiento,
el agotamiento… y la panne totales. Ahora es oportuno
aclarar que esta evasión en ningún caso es un
escape al Edén: el agotamiento por saturación
exacerbará su agresividad, y el
esclavo-guardián-proveedor de turno será la piedra
de tope incapaz de contener las furias de ella, por más
que él recurra al servilismo, a la alcahuetería y a
la obsecuencia a que la tiene malacostumbrada.

28 Dicho
sea de paso, este condicionado y resignado esfuerzo opera como
enervante en Pandora, ya que en el fondo a ella le indigna todo
cuanto pudiera evitar hacer del conflicto su
"terapia" favorita. Irónicamente este es su
círculo infernal del que no puede ni desea
escapar.

29
Recordemos el punto en que Pandora teme a su soledad y abandono;
a ese temor suyo tan exclusivo y tan comprensible, y que es otra
de sus tantas debilidades que le impiden igualarse a nosotros.
Salvo algunas excepciones, a los hombres no nos ocurre el triste
hecho de vivir con el Credo en la boca y el rosario en las manos
a consecuencia del miedo. Muchos vivimos solos, y ni siquiera
echamos llave a la puerta de nuestro hogar, menos aun ponerle
trancas antes de quedarnos dormidos.

30
«Antes de terminar nuestra comunicación, quiero decirte algo muy
importante: si nunca has vivido solo, estás interesado en
intentarlo y gozas de buena salud, hazlo, jamás
te arrepentirás. Desecha esos prejuicios que te impulsan a
vivir acostillado. No eres más hombre porque vivas con una
mujer, y si lo
vemos desde otra perspectiva puede deducirse lo contrario: el
mundo está lleno de Edipos camuflados y de masoquistas
recios.

31
Vuélvete más bien autosuficiente, de modo que tu
estado
anímico dependa sólo de ti, y así, cuando
tomes decisiones constructivas y alegres no haya nadie que te las
sabotee y, menos aun dependas de apoyos indispensables para
avanzar en la dirección elegida.

Recuerda:
sólo bajo régimen de independencia
absoluta podrás compartir una buena relación
amorosa junto a una mujer que tú respetes, te acepte y te
respete tal como Dios te creó».

"Piense en
sí mismo y siéntase a sí mismo, como un
respirador", nos recomienda el gestáltico Fritz
Perls.

DE LA
CONSECUENCIALIDAD.— 32
Conviene ser firme y claro en
nuestra posición con respecto a las mujeres, especialmente
en todo lo bueno que esperamos de ellas. Y a la vez, ser
tolerantes y pacientes porque la naturaleza femenina es
emocionalmente voluble, inestable e imprevisible tal cual lo es
la Naturaleza. Sin embargo, ella se regula lo suficiente en la
medida que seamos buenos amantes, trabajadores, concientes y
seguros de
nuestros íntimos valores.

33 A
nuestro lado ellas adquirirán esa misma seguridad,
aplacarán sus temores y aceptarán con natural
agrado que seamos los jefes de familia, las cabezas de hogares
debidamente estructurados. Sitial que ganaremos con
méritos ubicados más allá del aspecto
cultural, físico, del dinero, y de
la fama; y por sobre todo lo que nuestra sociedad
enferma nos proponga como solución a nuestros problemas
familiares y de pareja, ya latamente aquí
expuestos.

34 Si por
muchos que sean nuestros méritos desplegados ante los ojos
de personas criteriosas, aun nada de esto hemos conseguido junto
a nuestra pareja, no vale la pena seguir intentándolo,
pues estaríamos luchando contra Pandora. Por nuestro bien
tendremos que dejarla y olvidarla en el más breve plazo,
pensando que siempre existirá una nueva y mejor
oportunidad de encontrar esa mujer divina con la que es factible
sentar las bases de una familia sana y verdadera. Y,
además, guardar fundada esperanza de retornar al
Paraíso perdido cogidos de la mano de una compañera
que sea grata a los ojos de Dios.

DE LA
SUPERVIVENCIA.— 35
Por ningún motivo me asiste
el deseo de asustar a algunos amigos y volverlos tan
llamativamente esquivos con Pandora, que ésta los confunda
con viles seductores, y se sienta inspirada a desplegar todas sus
artes amatorias-brujeriles-aniquilatorias en contra de ellos. En
otras palabras, que ella sienta el deseo de capturarlos como
presas de sus cacerías. Me conformo con que adquieran
clara y firme conciencia de
urgentes verdades acerca de la
personalidad e influencia de cierta dama que, en más
de una ocasión podría presentarse en sus vidas y
así no acaben colgados de una viga o, al menos, no salgan
tan malparados después de sufrirla en carne
propia.

36 Por el
bien de la Humanidad sugiero no olvidar las presentes
observaciones y recomendaciones. Convendría guardarlas en
un lugar a nuestro alcance. En caso de urgencia, todo lo
aquí expuesto es material de primeros
auxilios —junto al misal y una tira de
analgésicos— para ordenar la mente y manejarse con
cierta técnica frente a las furias, celadas y
manipulaciones de Pandora y su Plaga.

37
Recomendación fundamental para no parecer
esquizofrénico: frente al carácter caótico que luce Pandora,
nos conviene ver en él la acción
de otro tipo de mente; la que se torna más
tolerable e inteligible, en la medida en que no la asemejemos ni
la confundamos con la nuestra.

 

18

LA ALERTA ROJA

Si se
enseñara a los hombres cómo pensar, en vez del
eterno y estéril qué pensar, se evitarían
los malos entendidos…

Georg
Lichtenberg

…y
especialmente los malos matrimonios.

Steel
Nobles

1 Creo que
a fin de cuentas tenemos
un bosquejo medianamente comprensible del perfil
sicológico de Pandora y de su influencia social
¿Verdad? Entonces sería oportuno preguntarnos:
¿aceptaríamos por esposa a Pandora Siglo XXI? No
debemos reírnos. Pensemos que esta pregunta nos la puede
formular nada menos que el señor cura, el ministro del
mismo Dios que por culpa de ella nos expulsó del
Paraíso… Estoy seguro de que nuestra respuesta
será: ¡no, gracias, por ningún
motivo!

2 Pero:
¡cuidado! ella es hábil en artes persuasivas y
seductoras. Es la discípula predilecta de la serpiente
sabia y perversa que puede salir de la Iglesia,
enrollada a nuestro bíceps con virginal devoción.
Recordemos que, aunque nos aprendamos de memoria todo lo
aquí escrito, ninguno está libre de perder fuerza y
decir: ¡sí, la acepto! Luego tendremos que
resignarnos a aceptar en conciencia un vínculo sagrado que
tendrá mal diagnóstico para nosotros. Por nuestro
bien, y aunque nos fastidie, recordemos siempre al mosquito
entrampado por la araña en su red invisible y tan
estratégicamente ubicada.

DE LA
INVOLUNTARIEDAD.—
3 Durante el sondeo de
opiniones sobre el tema, entregué copia de este volumen a un gran
amigo. Al cabo de estudiarla, me manifestó su
preocupación en cuanto a que los varones seríamos
harto tontos sufriendo por Pandora. Que ella, de seguro,
tenía atractivos muy especiales que yo excluía. Por
falta de tiempo no pudimos aclarar este punto.

Pudiera ser que
muchos amigos lectores piensen parecido a él, por lo tanto
creo conveniente emitir una aclaración; Tal como Franco me
lo advirtió en cap. 5 vers. 26, Pandora es
magnética; vale decir que, durante los primeros flirteos
es más simpática y cautivante que la mayoría
de las mujeres. Pero, esto no es lo fundamental: la clave
está en que ella, a diferencia de las mujeres normales,
hace mal uso de la sexualidad y
de los sentimientos que en nosotros despierta. Felizmente existen
mujeres, mujeres de Dios, que nos enamoran con iguales y mejores
encantos que los que posee Pandora, y podemos ser muy dichosos
junto a ellas.

4 La
aflicción que provoca el esfuerzo inútil por
mejorar una relación amorosa negativa, induce al morboso
engaño de creer que así se ama más y mejor.
Este esfuerzo es comprensible y no desmerece a la inteligencia,
porque se realiza en el plano emocional, y en forma involuntaria,
igual que las acciones
emprendidas bajo efecto de alucinógenos ¡Nadie se
resigna a perder a un ser amado, sin antes luchar por
retenerlo!

En síntesis:
es muy bueno enamorarse, pero, no de la mujer
equivocada. También recordemos y tengamos presente que,
corazón y razón difícilmente se entienden
entre ellos y es preciso efectuar un súper esfuerzo mental
para no perder la razón ya que el corazón es un
órgano en el que jamás debemos confiar.

DE LA
VIRTUD.— 5
Como la virtud es un bien cada día
más escaso, insistiré en que ya suman millones los
hogares disfuncionales que necesitan orientación urgente
manada de sanos principios
morales, elementales y perfectos, iguales a los que contienen los
Diez Mandamientos, las virtudes cardinales y teologales, la
luminosa Desiderata o el Código
de Hamurabi, entre muchos otros.

Por tanto, es en
oposición a la saga de virtud, amor y
sabiduría de los Grandes Iniciados, que irrumpe Pandora
para corregirlos o anularlos y, de paso, comprobar la eficacia de su
software. Y, al fin, implantar en la Tierra un
nuevo "buen pasar" por esta vida, aprovechándose de que
pocos creen ya en la otra vida. Todo esto debido a la
obnubilación mental y cultural avenidas por creencias y
doctrinas extrañas que ponen mayor énfasis en lo
demagógico, material, contingente y sensual, que en lo
divino, natural, ético y espiritual.

6
Aquí es preciso arribar a una inferencia. El final de
Pandora y de su pervertido legado, como ya dijimos, es un
problema que debemos solucionar nosotros los varones, con la
ayuda de las pocas Mujeres de Dios que van quedando. En este
punto participan y compiten dos alternativas diametralmente
opuestas. Una: que a causa del desquiciamiento colectivo, se
produzca una explosión de acciones criminales
incontenibles, incontrolables, bestiales, emprendidas por la
Plaga; iguales o peores a las de aquella historia que Galeano nos
contó en el capítulo 9 vers.11. Y, dos: que hombres
contrapuestos a la Plaga emprendamos campañas
educacionales —con amplia publicidad sostenida durante el
tiempo que fuese necesario— a fin de recrear o retornar la
conciencia femenina en las discípulas de Pandora; para
restituirles sus equilibrios internos y, de tal modo, ellas
puedan aportar sus femeninas e incontaminadas bondades
cromosomáticas X, a la familia y a
la sociedad, en forma natural, confiada, digna y llena de
contento.

7
Más que nunca, ahora hace falta una nueva conciencia
social; una orientación social y familiar menos
materialista y demagógica. Que en lo principal contribuya
a la formación de hogares verdaderos, con padres e hijos
verdaderos, con hombres y mujeres de verdad. Aterra ya la
presencia dominante y cada vez más extendida de mujeres
incapaces de criar seres humanos, y de hombres incapaces de
corregirlas.

8
Posiblemente alarmada por la presente situación, la
sicóloga Joyce Brothers escribe un artículo para
Reader’s Digest, titulado: «Lo que los hijos
más necesitan de sus madres» Y en él
puntualiza las siguientes características de una madre
virtuosa (con respecto a sus hijos):

1º Que les ayude a
desarrollar su capacidad afectiva.

2º Que les ayude a resolver
los problemas cotidianos.

3º Que los censure menos y
los elogie más.

4º Que aborde con ellos temas
"prohibidos".

5º Que se vuelva más
flexible a medida que sus hijos crecen.

6º Que predique con el
ejemplo.

7º Que disfrute a sus
hijos.

8º Que les mime y
acaricie.

9º Que les cocine con amor y
se siente a la mesa a comer junto a ellos
(comunión).

Tal vez el
último punto de esta breve lista de deberes maternos
insoslayables, debería ser el primero.

9 Estudios
recientes coinciden en que la dieta alimenticia es determinante
en la conducta de la
persona,
especialmente la conducta infantil. Una alimentación casera,
hecha con amor, variada, ingerida en calma y tranquilidad, hace a
la persona más dulce, más inteligente y
psíquicamente equilibrada. Por el contrario, la comida
hecha en forma industrial e ingerida a la carrera, hace a una
persona orgánicamente enferma y síquicamente
desequilibrada, especialmente violenta, hiperquinética y
malhumorada.

Si ella
está envenenada, entonces su leche
está envenenada, entonces su manera de criar a los hijos
está envenenada.

Osho

10 En este
punto corresponde hacer la siguiente sugerencia: las mujeres
—normales y sanas— deberían hacer valer, de
una vez por todas, sus verdaderos derechos fundamentales e
inalienables. Me explico: el primer derecho de la mujer
debería ser el derecho a ser mujer. El segundo,
debería ser el derecho a ser madre virtuosa ¡Puesto
que —unas más, otras menos— todas anhelan ser
madres! Y, en verdad ¿Qué porcentaje de mujeres
anhela ser madre virtuosa? ¿Por qué ninguna reclama
—siquiera por dignidad— este derecho? El tercero
debería ser el derecho a fundar un hogar en el que los
hijos crezcan y se desarrollen junto un padre que sea modelo y
ejemplo de masculinidad; y ella, de feminidad. Y, el cuarto: el
derecho a discrepar abiertamente del feminismo, sin
ser insultada, silenciada, deshonrada, ridiculizada, discriminada
y acosada por una sociedad que, en estas materias, sólo
debería avergonzarse y callar.

Retomando el tema
de la madre virtuosa, que tan magistralmente nos describe la
sicóloga Joyce Brothers, cabe hacernos las siguientes
preguntas ¿Qué ocurre en el corazón de
aquellas madres que prefieren abandonar a sus hijos, para ir a
ganarse un dinero que a veces no alcanza ni para cubrir los
gastos
mínimos? ¿Te gustaría saberlo? Además
¿te parece justo y bueno que a nadie le interesen estos
nueve derechos fundamentales que tienen nuestros hijos menores?
¿Son los niños y
los jóvenes todavía indefensos, las víctimas
propiciatorias e indispensables para el triunfo final de la
maldad, de la indolencia y del egoísmo feminomachista en
su búsqueda de bestialización
tempranera?.

DE LA
RAZÓN.—
11 Es muy factible que no
esté diciendo novedades sorprendentes, pues todo lo dicho
en este tratado fundamental, de un modo u otro es perfectamente
visible y comprobable en la experiencia de vida del hombre
común… y despierto. Tal vez a quienes pasaron los
cuarenta les queda poco o nada por aprender sobre Pandora Siglo
XXI; de su magnetismo-despotismo, y de la problemática
familiar, social y existencial en que ella nos mantiene
entrampados. A lo mejor provocaron sonrisas algunas afirmaciones
vertidas en el transcurso de estas páginas; pero, haberme
encontrado la razón… eso es lo mejor y más
importante por el momento. Pues, querrá decir que se
reordenaron un poco más acertadamente principios vitales
de la interrelación humana, de la pareja y de la
familia.

DE LA
INSTRUMENTALIZACIÓN.—
12 Esperemos que
hombres mayores y responsables, que laboran en los medios de
comunicación, no sigan prestándose como
instrumentos fáciles de las denuncias lastimeras que hace
la "pobre" Pandora, golpeada y abandonada por un troglodita de
rostro neoprénico y sonrisa sardónica, que
sólo Dios sabe cual fue su formación o
deformación, su desamparo, su frustración, y
cuánto sufrió y soportó antes de
estallar.

13 Que la
aun íntegra y armónica mujer contemporánea,
si le es posible, aplique todas sus capacidades e irreemplazables
talentos femeninos —explícita y latamente
reconocidos en este libro— a
actividades complementarias y no substituyentes del varón.
Que se cuide de ideas perniciosas que sólo desean
instrumentalizarla para beneficio de plagarios que buscan el
poder
político y económico, cometiendo y permitiendo
cometer crímenes de lesa humanidad, hasta, posiblemente,
llevarla a su extinción.

14 Existen
millones de testimonios que validan las inquietudes, denuncias y
propuestas aquí planteadas, sobre los que se podría
escribirse cientos de libros para
sensibilizar a una población masculina mitad indiferente y
mitad ignorante del problema, aunque, a su vez, es
copartícipe y responsable del mismo.

15 Al
respecto, me conforma la idea de dejar en la conciencia de
hombres jóvenes alguna señal de alerta temprana que
—en situaciones inevitables de la vida— pudiera
salvarlos de experiencias alienantes o, al menos, tengan clara
una posible situación de la que no van a salir indemnes ni
en forma fácil, si es que lo logran. Quizás
todavía tengan la posibilidad de evitar la
destrucción o autodestrucción de sus propias
almas.

DEL
PERDÓN.— 16
Cabe recordar que Jesús
perdonó a Magdalena, lo que de ningún modo
significa su aceptación ni su automática
rehabilitación. Siguiendo este noble ejemplo cristiano,
perdonemos a Pandora, pero sin involucrarnos en su jueguito
perverso, y más bien emprender acciones para
desenmascararla, a fin de contribuir al pronto resurgimiento de
familias más dichosas. Además "No en todos los
casos es esencial subyugar al enemigo", observa, criterioso, Karl
Von Klausewitz, en «De la Guerra»
(texto
obligatorio en todas las academias militares).

DE LA
FRATERNIDAD.— 17
Ten presente que, quizás tengas
un hijo, hermano, pariente o amigo que necesita
orientación sobre este tema. Regálale este libro,
pues le será sumamente beneficioso. En último
término, él podrá disponer de varios
elementos de juicio —posiblemente impensados o
inconexos— que le harán reflexionar y apreciar
más y mejor a su compañera. Comprenderá que
es injusto y riesgoso quejarse de ella porque no luce como top
model
, no cocina igual que un chef, o porque lo
reprende cuando va al fútbol en vez de invitarla
gentilmente a divertirse juntos, los domingos y festivos. Que por
lo mismo, deberá amarla, valorarla y cuidarla más;
porque si llegase a perderla, la posibilidad de encontrar otra
Mujer de Dios será casi nula.

Él
además correrá un riesgo: lo
más probable es que termine succionado y destruido por el
irresistible y siempre crecedero magnetismo pandoriano; especie
de ley física oculta que
rige la involución de nuestra especie y que espera,
siempre ávida, la incorporación de nuevas
energías potenciadoras. El padre bien nacido, y la madre
virtuosa, jamás permitirán que su hijo termine como
combustible en el infierno de Pandora.

19

LA MUJER DE TUS SUEÑOS
PUEDE SER UN VARÓN DE PESADILLA

Lo inesperado y
lo inaudito, son propios de este mundo.

Carl Gustav
Jung

1 Antes de
concluir estas revelaciones y reflexiones, sería bueno
anotar lo siguiente: en una prolija encuesta
efectuada en los Estados Unidos de
Norteamérica, a comienzos de 1994, se detectó el
desarrollo
acelerado del lesbianismo y de la virilidad potencial en grandes
segmentos de la población femenina. No es extraño
que para detectar y asombrarse de este hecho evidente, haya
tenido que mediar una encuesta; pues, la experiencia individual
propia, a la mayoría de las personas no les dice nada. Y
es verdad, en estos tiempos —de tanta "igualdad"— pasa ya desapercibida la
célebre marimacho que, hasta la década de los 60,
todos identificábamos con claridad. Actualmente, esta
perversión ha quedado camuflada por la moda, usos y
costumbres de la mujer "emancipada", creándose la
posibilidad de que también nos equivoquemos al elegir por
esposa a una lesbiana.

2 Amigo
mío ¡Dios te ampare y te fortalezca!, al enfrentar
la elección de pareja, con éxito y
sin error, ante tanta confusión, estridencia,
perversión y desequilibrio ético-social desatado
(plaguismo), a nivel planetario, por Pandora y sus
seguidoras.

20

BRILLA LA ESPERANZA

Todo puede
cambiar, sólo si uno mismo cambia
.

Anónimo

La naturaleza no
revela sus secretos de una vez y para siempre.

Séneca

1 La
mayoría de las personas que estudiaron los originales de
este ensayo, me
preguntaron por el porcentaje de mujeres que poseen las
características de Pandora. Dada la posibilidad que a
muchos amigos lectores los haya rondado la misma interrogante,
debo confesar que no hice tal encuesta. Sin embargo, y a ojo de
buen cubero, posiblemente el porcentaje en cuestión gire
alrededor del tres al cinco por ciento. La observación histórica de algunos
hechos, me lleva a inferir que este porcentaje —sea cual
sea en la realidad actual— debió ser bastante menor
hace tan sólo 30 años. Además, conversando
con mujeres muy jóvenes, que todavía no constituyen
pareja ni tienen hijos, deduje que la cantidad de Pandoras
podría quintuplicarse al cabo de 10 o 15 años. Lo
aquí tratado aborda sus raíces, tendencias y avala
esta estimación.

Creo que el
porcentaje actual todavía podría ser
ético-socialmente manejable y controlable; aunque, por el
momento, la solución final permanezca sólo a nivel
de inquietud paladina o… de latencia social, de futuros
resultados inciertos.

2 Lo
más inquietante es el rumbo y velocidad que
está tomando la influencia de Pandora —en mayor o
menor grado— sobre una cantidad siempre creciente de
mujeres bien intencionadas aunque un tanto ingenuas,
desinformadas o mal informadas, de un fenómeno
extraño que nos arremete a todos desde su posición
permanentemente oculta.

3 Siempre
recordemos: los actores más sensibles a estos embates son
nuestros hijos menores, que necesitan con urgencia una
auténtica educación familiar
que les permita el máximo desarrollo espiritual, principio
básico de sociedades
para enorgullecerse o, al menos, para no avergonzarse.

¡SORPRESA!:
COMENTARIO INIMAGINADO

4 Una de
las damas a quienes entregué copia del manuscrito, para su
lectura,
análisis y comentario —después
de analizarlo detenidamente— me comentó,
entristecida: "Pobre Pandora, creo que tú sabes de ella,
diez veces más de lo que ella sabe de sí misma…".
Su aporte, lacónico y algo críptico, me hizo ver
—tal como en la sana sonrisa de un niño— una
luz de
esperanza concreta; esperanza que también ha quedado en el
fondo de la antiquísima Caja de Pandora, aguardando salir.
En consecuencia cabría preguntarse si Pandora actúa
en forma inconsciente. Si, después de tantos siglos
viviendo junto a nosotros, se habrá humanizado un poco.
"Porque lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo
es lo que hago" (Romanos). ¿Será
posible?

5 En Chile
aun nos quedan restos de cultura y
voluntad de actuar para bien; especialmente en mujeres
hogareñas, laboriosas, positivas y anónimas que
podrán ver en este libro un sincero y fraternal llamado a
tomar conciencia de una realidad tan temible, tan inimaginable
como indeseable. Para que, y por el bien de la humanidad, pronto
encontremos en conjunto —hombres, y mujeres— un
camino cierto de recomposición natural, afectuosa,
equitativa y armónica, de una estructura familiar
verdaderamente sólida, constructiva y amorosa.

DEL
CARÁCTER

Creer que las
personas cambian, es el autoengaño más frecuente y
lastimosamente ignorado por la inmensa mayoría de
nosotros. Y es a este mismo autoengaño al que debemos casi
la totalidad de nuestras frustraciones y desavenencias
interpersonales; y es, en consecuencia, al que debemos gran parte
de nuestros traumas y desequilibrios
sicológicos.

En consecuencia,
resulta bueno para nosotros saber que las personas jamás
cambian; que aquello que llamamos: cambio, es una trampa que nos
tiende nuestro propio cerebro, a fin de
autobrindarse consuelo y esperanza ante los frecuentes e
inevitables errores de su capacidad de apreciación. O
bien, para brindarnos expectativas felices; por ejemplo:
ilusiones. Esta clase de
ilusiones casi siempre consisten en decorar o etiquetar
gratuitamente y en forma precipitada —por pura
empatía… o simple temor— el carácter de
determinadas personas que recién estamos conociendo y nos
interesan.

Esto puede verse
con claridad en la atracción sexual y en las emociones
causadas por las características del objeto, y por las
propias necesidades del sujeto. Es parte de la subjetividad pura,
y es por lo mismo que solemos hacernos ideas equivocadas de que
tales personas son de la manera que más nos agrada, o
desagrada… o que más nos conviene; luego, sin
más, lo damos por un hecho cierto… e inapelable. De esta
manera, podemos llegar a creer que tales personas son confiables,
o que no merecen nuestra confianza; que son amables, o que son
violetas; que son trabajadoras, o que son haraganas. En fin, sean
como ellos sean, lo más seguro e inevitable es que
terminarán, tarde o temprano —para el bien o para el
mal de nosotros y de ellos— sorprendiéndonos,
negativa o positivamente.

Luego, lo primero
que exclamaremos será: ¡Tales personas cambiaron!
¡Quién se lo iba a imaginar! Y es cierto, pareciera
ser que hubo cambios, pero, aquel parecer sigue siendo una
pura excusa de nuestro cerebro para no aceptar nuestras
limitaciones; o bien, sus propias equivocaciones y limitaciones
en esta materia. Y,
simultáneamente, también nuestra defectuosa
capacidad de percepción, evaluación, aceptación o rechazo, de
las demás personas… Para, al final, sentirnos siempre
ilusionados… o amparados en una creencia generalizada de cambio
que, además, debe existir, necesariamente,
incuestionablemente, en el cerebro de quienes puedan juzgarnos
para mal a causa y consecuencia de nuestro humano e inmodificable
polo negativo, a ese que reprimimos más que al otro.
Recordemos que todo cuanto existe posee ambos polos, y
estaría por demás redescubrir, aquí y ahora,
este punto. Lo fundamental es tenerlo presente, cuando se debata
acerca de cambios actitudinales en la persona.

. Lo que
también suele percibirse como cambio de carácter es
la natural oscilación anímica y actitudinal
ocurrida al enfrentamos a diversos estímulos y
circunstancias. Siempre habrá alguien que al respecto
comentará: "zutano y fulana ahora son otros desde que se
divorciaron, o desde que se casaron; desde que se enriquecieron,
o desde que quebraron". Son comentarios frecuentes. Sin embargo,
nadie repara que frente a iguales expectativas, ellos vuelven
nuevamente, inexorablemente, a ser ellos mismos; y así
vuelven a intentarlo con nuevos bríos y renovadas
esperanzas ¡Y es legítimo, pues resulta imposible
vivir por siempre resignados! Después, ese mismo alguien
exclamará, y de nuevo sorprendido: ¡Pero, si
fracasaron, cómo es que se casan nuevamente! ¡Si
quebraron, cómo se les ocurre poner negocio de nuevo!
¡Casi se matan en sus automóviles, y vuelven a
conducirlos! Son las expresiones normales de las personas
normales que creen en el cambio de carácter en las
personas, y que diariamente se sorprenden ante las porfiadas y
continuas evidencias que
contrarían sus creencias… o deseos ¡Sin embargo
—ni aun vistas las palmarias evidencias— el mismos
asombrado, o asombrada, resulta incapaz de cambiar!
¿Acaso, desea sinceramente cambiar? No creo.

Tras las
enseñanzas que nos dejan los fracasos, siempre vale la
pena volver a intentar aquello que le da sentido a nuestras vidas
personales; sólo que de mejor forma, por supuesto.
Modificaciones dramáticas, definitivas y drásticas
de los caracteres, sí pueden ser causadas por accidentes
cerebrales, así también por excesos en consumo de
drogas o
alcoholes,
pero jamás por los traumas emocionales —más o
menos frecuentes— que inevitablemente sufrimos mientras
pertenecemos a este mundo, y para los cuales nacemos preparados.
Capítulo aparte constituyen aquellas sicopatologías
que evolucionan hasta invalidarnos, hasta transformarnos en seres
irreconocibles.

Nuestro ser
esencial es inmutable; sin embargo, su crecimiento y desarrollo
naturales pueden —con el paso del tiempo— inducirnos
al error de creer que nuestro carácter cambia. Otro
elemento engañoso que suele confundirse con nuestro
carácter, es lo que llamamos: personalidad.
Pero, aquí ya estaríamos hablando de un asunto muy
diferente; estaríamos hablando de estrategias, de
actuaciones; de "cortinas" tras las cuales escondemos nuestras
características permanentes: nuestro yo verdadero:
Agni; y en la mujer: Soma, a fin de no exponerlo al peligro de lo
desconocido.

Por estas
últimas características, que son consustanciales a
nuestro ser, resulta en extremo riesgoso entregarnos a una
amistad, o a un
amor, sin tener ni la más mínima seguridad de que
el objeto de nuestra entrega corresponde, o no, a nuestro ser
esencial, a nuestras verdaderas necesidades y expectativas
ciertas de felicidad.

El carácter es una
impronta, un sello indeleble grabado en los genes.

HAY UNA
MUJER…

que tiene algo
de Dios

por la
inmensidad de su amor

y mucho de
ángel por la incansable

solicitud de sus
cuidados.

Una mujer que,
siendo joven, tiene

la
reflexión de una anciana… y en la vejez

trabaja con el
vigor de la juventud.

Una mujer que,
si es ignorante, descubre

los secretos de
la vida

con más
acierto que un sabio;

y, si es
instruida, se acomoda

a la simplicidad
de los niños.

Una mujer que,
siendo pobre, se satisface

con la felicidad
de los que ama y,

siendo rica,
daría con gusto

su tesoro por no
ver sufrir

en su
corazón la herida de la ingratitud.

Una mujer que,
siendo vigorosa,

se estremece con
el llanto de un niño

y, siendo
débil, se reviste a veces

con la bravura
de un león.

Fragmento de:
Monseñor Ramón Ángel Jara

PEQUEÑO GLOSARIO DE
ALGUNAS EXPRESIONES QUE APARECEN EN ESTE LIBRO

Acostillado: Hombre que
vive con mujer.

Agarrar gallo: Cazar un
hombre a como dé lugar.

Andar a palos con el
águila
: Vivir pidiendo favores de dinero.

Aterrizar: Ver la
realidad.

Cabro(a): Joven.

Cacho: Persona
inútil.

Cafiche: Hombre que vive a
expensas de su mujer.

Calzonudo: Poco hombre.
Alcahuete.

Cargada (casa): Casa que da
mala suerte e infelicidad a sus moradores.

Carrete: Juerga.

Cebollero:
Melodramático.

Con qué ropa: No
existen argumentos ni pruebas que
validen determinada afirmación o
posición.

Cornudo: Hombre al que su
esposa lo engaña con otro.

Chispeado: Hombre levemente
ebrio.

Enrollarse: Obsesionarse
con ideas tormentosas.

Gallo: Hombre.

Gateador: Varón que
se levanta sigilosamente a media noche para meterse en la
cama de una mujer.

Goma: Mandado (candidato a:
calzonudo; orejón; cornudo; pollerudo y
pelele).

Jaguar: Hombre hábil
y agresivo en los negocios.

Jai: De rancia
estirpe.

Lata:
Aburrimiento.

Ley del embudo: Ventajismo
exagerado y evidente.

Loca: Homosexual
XY.

Lolosaurio: Viejo que se
cree joven.

Marimacho:
Lesbiana.

Morir con las botas
puestas
: No darse a la razón, aunque cueste la
vida.

Mosquita muerta: Mujer
licenciosa que posa de inocente.

No estar ni ahí: No
interesarse ni en lo más mínimo.

Orejón: Hombre que
cree todo lo que le dice su mujer.

Parelé: Llamado al
orden.

Pasarlo bomba: Pasarlo
sensacional y permisivamente.

Patas negras: Amante
secreto de una mujer casada.

Patudez: Falta de respeto y de
vergüenza.

Pelele: Hombre maltratado
por su mujer.

Pescar: Prestar atención.

Picado: Persona que no
acepta su derrota e intenta desquitarse
inmediatamente.

Picar:
Interesarse.

Piola: Persona que calla
por conveniencia.

Pisado: Hombre violado por
su mujer.

Pitiada: Inhalación
de marihuana.

Plagario: Ser humano que no
posee calidad de
persona.

Pololeo: Relación
amorosa formal.

Pololo: Varón
comprometido en romance formal.

Pollerudo: Hombre que se
ampara en su mujer, y nada hace sin su
aprobación.

Poner cuernos: Ser infiel a
la pareja.

Rasca: Mediocre. Que deja
mucho que desear.

Rayar la cancha: Fijar
pautas, derechos y obligaciones.

Reventarse: Enfermarse.
Morir.

Revolver las borras:
Mostrar lo malo de algo que otros tienen por bueno aun sabiendo
que no lo es.

Río revuelto:
Ocasión para oportunistas sinvergüenzas.

Rollo: Pensamiento
mortificante y obsesivo.

Satélite:
Dependiente.

SOFOFA: Sociedad de Fomento
Fabril.

Tincudo: Hombre atractivo
para las mujeres.

Tomada de pelo: Burlarse de
la persona sin que ésta se percate.

Tranca: Miedo.
Inhibición.

Vacunado: Hombre que
aprendió de una dura experiencia.

Vivaracha: Mujer que saca
indebido provecho de las equivocaciones y debilidades
ajenas.

Volada (una): Dejarse
llevar por la imaginación.

Volado: Drogado.

QUÉ HACER SI TU COMPAÑERA FUESE
PANDORA

Steel
Nobles

Lo más
probable y seguro es que, llegado el momento propicio, ella se
decida a engañarte con otro hombre, si es que ya no te
engaña. Lo más grave e inmediato es que si te
enteras de su engaño, de forma sorpresiva, podrías
llegar a vivir y provocar situaciones catastróficas
irreversibles e incontrolables, por ejemplo: homicidios y/o
suicidio. Todo
a consecuencia de tu legítimo e implacable dolor, y
desesperación.

Respondiendo a la
propuesta inicial —y en el bien entendido de que tienes
fundadas sospechas que te provocan inquietud y desazón al
respecto— mi recomendación es que te serenes, y
luego converses con algún abogado que conozca acerca del
"caso Pandora". A partir de allí, él evalúe
tu situación legal y económica, y te ponga al
día, de cual es tu realidad ante una posible ruptura con
tu pareja. Y, finalmente, te dirija en todos los pasos que debes
dar, a fin de evitar, con debida anticipación y
discreción, que tu pareja te deje en la ruina, y/o te
atrape con fallos judiciales injustos, económicamente
insostenibles en el tiempo; y que pueden hacerte imposible la
justa realización de una vida nueva junto a una mujer
normal y positiva.

Concluido este
primer trámite, te sugiero que contrates los servicios de
un investigador privado, recomendado para el caso. Paralelamente
consíguete nombre y teléfonos de algún
siquiatra, también recomendado, y que el "caso Pandora" lo
conozca lo más a fondo posible.

Si la investigación arrojó evidencias de
infidelidad, tú, inmediatamente debes concurrir a la
consulta del siquiatra previamente elegido, para que éste
pueda evitar que te destruyas psíquicamente, y recibas a
tiempo toda la ayuda necesaria para que puedas recuperarte del
trauma, de manera rápida y segura, y luego volver a la
oficina del
abogado, para concretar legalmente y con éxito tu
definitiva separación de Pandora.

¿Por
qué es importante esta elección de profesionales
conocedores del "caso Pandora"?

Si el abogado no
conoce del caso Pandora, corres riesgo de que él no pueda
apreciar, en su real magnitud, el motivo de tu
preocupación; o piense que tal vez tú seas el
culpable de las desavenencias con tu pareja; además,
sospeche que pretendes sacar ventaja ilícita de la
eventual separación. Ahora, si el abogado está
felizmente casado, con una mujer normal, puede que no se
identifique lo suficiente con tu posición, o no la
entienda bien. Finalmente, puede que el licenciado no se sienta
muy motivado por tomar tu caso, y menos aun se incentive a poner
ese "plus" que tú necesitas de él, para salvar con
éxito y rapidez tu muy posible complicadísima
situación.

Si el siquiatra no
conoce bien el caso Pandora, corres el riesgo de que él
pida conversar con tu pareja —y lo antes posible— a
fin de él formarse un cuadro más completo de las
razones causantes de tu deplorable situación.
También puede suponer que estés medio paranoico.
Luego, el médico —sin quererlo, ni
imaginárselo siquiera— puede alertar a tu Pandora
para que ella tome medidas precautorias tempranas destinadas a
salvar su imagen y todos sus intereses ahora puestos en peligro;
y además manipule, para su provecho personal —y
a espaldas tuyas y las del siquiatra— todo el descalabro
causado por ella. Para ello, cuenta con Ministerio propio, y con
un aparato judicial enorme, ágil y experto, destinado a
defenderla en todos los frentes. Además, ella
también cuenta con herramientas
mediáticas dedicadas, capaces de bajarles el perfil hasta
a sus transgresiones más flagrantes y brutales.

Aclaración:

La histeria
¿sólo una de las tarjetas de
presentación de Pandora?

El problema del
siquiatra, radicaría en que: el sicoanálisis,
posteriormente la sicología y la siquiatría, poco y
nada saben de la "psiquis" de Pandora, de su mecanismo y
funcionamiento. Lo más cercano de que ellos disponen, es
de la "patología" histérica, descubierta, analizada
y rotulada por Sigmund Freud,
hace ya un siglo. Lamentablemente, todo lo inherente a la
histeria se pierde como descubrimiento científico
—amplio, claro, útil— en cuanto la histeria
sigue trascendiendo al conocimiento
humano, a su método. Y,
finalmente, tanto su principio así como su fin se sumergen
en una fosa oscura, insondable a toda investigación
—hasta ahora— emprendida. ¿Qué tenemos
ante nos? ¿histerismo… o pandorismo?.

Es por eso que
siquiatras y sicólogos propenden a buscar algo de
luz-más-visible, bajo la configuración de
razones y soluciones arrancadas del plano mismo de los
desencuentros entre Pandora y su pareja; luego, a partir de
allí, formular una restauración —lógica,
respaldada, consistente, efectiva y definitiva— de la
pareja. Plausible esfuerzo; mas, éste resulta infructuoso
frente a una realidad mal conocida, o desconocida, que no acusa
recibo alguno de estos nobles esfuerzos. Los mismos que, lejos de
solucionar problemas, más bien terminan
agravándolos, con severas consecuencias síquicas
para el no-histérico, que termina defraudado,
descorazonado, desorientado y desamparado. En cambio la
histérica, mejor dicho: Pandora sale triunfadora,
confirmada y fortalecida en su "ser" natural y
espontáneo.

www.librodepandora.cl

Agradecemos y
valoramos tu participación.

POR UN HOGAR DEL MÁS EXCELSO ORDEN
SOCIAL

Steel
Nobles

En julio de 2004
debutó en librerías el libro titulado "No quiero
casarme". A mi juicio: inspirador y didáctico. Con el fin
de brindar más antecedentes a los amigos lectores de mi
ensayo "Pandora, lo que todo hombre debería saber antes de
enamorarse", procedo a transcribir parte del libro primeramente
citado.

En Chile
«Entre 1992 y 2002 subió al doble el número
de mujeres que estudiaron en la universidad. Por
lo tanto, las protagonistas de este libro son más cultas
que aquellas de la generación anterior que a los
veinticinco años lamentaba no haber encontrado
marido.

Entre 1962 y 2002
hubo otro cambio: bajó de cinco a dos y medio por ciento
el promedio de hijos por chilena. A esa baja de población
se suma otra: están naciendo más varones, por
tanto, en treinta años más habrá
proporcionalmente menos mujeres que conciban hijos.

Son
fenómenos relacionados con la familia formada en torno a las
chilenas y chilenos de veinticinco a treinta y cinco años,
y son consecuencia de algo que no me canso de repetir: esta
generación de mujeres recibió mensajes
contradictorios de sus padres y de su cultura. Primero, su
familia les imploró que creyeran en la institución
matrimonial civil y religiosa, al mismo tiempo que les
exigía que estudiaran en la universidad… por si se
separaban.

Segundo, la
sociedad las dejó entrar a todos los rincones
administrativos, políticos, empresariales,
académicos y de negocios hasta provocarles la necesidad de
sentirse protagonistas de sí mismas y de su entorno; ello
implicó, necesariamente, postergar su decisión
primaria de ser madre.

Por su parte y
paralelamente, a los hombres las organizaciones
donde se desempeñan laboralmente les han ido exigiendo
mayores especializaciones, pero la meta se aleja
cada vez que se da un paso acercándose a ella. La cultura
de la información y el
conocimiento implanta cambios tan frecuentes que a medida que
alguien se capacita en A queda obsoleto porque aparece B; y estar
atrasado es sinónimo de no acceder a un mejor
estándar de vida o significa la posibilidad de perder
el trabajo o
el negocio.

En otras cosas, la
economía
de libre mercado tiende a
fomentar la competencia, el
trabajo sin
contrato.
Muchos profesionales jóvenes se ganan la vida con ingresos variables.
Angustiante para todos, pero, por sobre todo, para las mujeres
que estudiaron para tener seguridad. Doble pérdida: el
marido les quitó la certeza de encontrar en él
apoyo económico de por vida y el mundo laboral le
quitó la certidumbre del contrato laboral.

La
globalización hizo también su aporte: el estar
informados, en vivo, de todo lo que pasa en el mundo, precipita
una aprensión a nivel inconsciente que genera en muchas
parejas el temor a exponer a los hijos a un planeta deteriorado
ambiental y socialmente». NO QUIERO CASARME (Grijalbo) de
Giorgio Agostini, doctor en sicología, y master en
sociología.

Ciertamente, la
mujer moderna sigue siendo una protagonista de su entorno,
sólo que me parece que ahora ella es una protagonista
más negativas que positiva; y debo decirlo bien claro y
sin eufemismos para que así no surjan interpretaciones
equívocas. Me explico: en la actualidad existe un
número importante de mujeres que son más instruidas
en el área laboral profesional; pero a cambio muestran ser
menos cultas y más insensibles en el área familiar,
parental, conyugal y maternal. En este ambiente, no
pocas se han vuelto tristemente desvergonzadas, violentas,
soberbias, calculadoras, egoístas, oportunistas y poco
femeninas, amparadas en su pretendida independencia del hombre, y
gracias a su nueva capacidad económica.

Esta metamorfosis
femenina negativa sólo se está haciendo presente en
nuestro subconsciente —y no en nuestro conciente—
hecho que se manifiesta en ciertas inseguridades y temores
inexplicados que emergen del fondo de nuestra siquis masculina.
El "no quiero casarme" masculino podría tener una carga
importante de: muchas mujeres han dejado de lado aquellas
particularidades tan suyas que nos las hacen deseables como
compañeras, y madres de nuestros hijos. Y si a esta
realidad le agregamos los conocimientos que ya tenemos de
Pandora, tendríamos una visión más clara de
las influencias ocultas seudofemeninas que están
destruyendo a la familia humana y a cada uno de sus
componentes.

Sin embargo la
humanidad, merced a sus capacidades misteriosas, se defiende toda
vez que cierto tipo de mujer insiste en encontrar ese marido "por
siempre perfecto", imaginario y surrealista… que
jamás encuentra porque éste no existe en el mundo
real; pronto, ella se decepciona y se desespera. Luego, dado que
este tipo de mujer no ve ni reconoce las razones ocultas de su
penar, casi siempre termina acudiendo a la bruja, al
sicólogo o al siquiatra, en busca de alguna panacea para
su "injusta" tribulación… porque ella es joven,
agraciada, "culta", emancipada, modernísima y tiene casi
todo lo que su dinero —tantas veces ganado sin contrato
laboral— le puede dar; y además se siente
protagonista de sí misma… y de su entorno. Sin
embargo, aquel nidito de amor por ella soñado no se divisa
en su entorno, ni puede ella ser parte de él; y si lo
hace, pronto resulta ser una cárcel de pesadillas y
frustraciones, todas innecesarias.

Ahora
¿Qué sentido tiene la familia cuando la mujer no es
apta para integrarla? ¿Qué sentido tiene vivir en
pareja cuando ambos se necesitan sólo para copular?
¿Qué sentido tiene la procreación, si
hombres, y mujeres, yacen incapacitados, o impedidos —por
el trabajo abrumador y el estudio permanente— para criar
seres humanos? Son preguntas de este tipo las que, como bien lo
escribe Giorgio Agostini, precipitan aprensiones inconscientes
que nos generan el temor de traer hijos a este mundo disolutorio,
irracional, destruido emocional y socialmente ¿Entonces
qué soluciones ciertas podemos brindarnos a fin de evitar
que nuestros hijos sean: maleducados, desalmados, drogadictos,
depravados y asesinos, iguales a los cientos de miles que ahora
se mueven libertinamente por esquinas y rincones de todos los
pueblos y ciudades?

Muchos
podrían pensar que la humanidad ha comenzado a procesar su
autodestrucción, y las únicas razones que
estarían dándole alguna "razón" a su
existencia serían: la consecución rápida,
sobreabundante, fácil y al margen de la ley, de dinero…
y de sexo en
exceso, sin amor ni moral. Todo
esto con el espurio fin de dar, por una parte, rienda suelta a la
compulsión de acumular bienes
materiales y,
por otra parte, de alcanzar la mayor cantidad de orgasmos y de
otros placeres puramente sensuales, muchas veces autodestructivos
como los vicios. Además ¿qué sucederá
cuando toda la actividad laboral sea totalmente absorbida por la
informática y la robótica? ¿Qué
sucederá cuando la adquisición compulsiva de bienes
materiales ya no motive ni satisfaga a persona alguna?
¿Existirán parejas estables cuando el fornicio
promiscuo se ejerza en las calles, infecundo, a destajo y a pleno
día, tal cual lo hacen los perros?

Tan sólo
nuestro inconsciente sigue "advirtiéndonos" que nuestros
hijos cada vez tendrán menos hijos, y que además
ellos tienen escasa posibilidad de tener una pareja estable,
gratificante, y que los ame de verdad; por consiguiente resultan
nulas las posibilidades de que los mismos constituyan familias
sanas; de que tengan hijos y, menos aun, de criarlos en forma
humana. Angustiante advertencia del inconsciente ¿verdad?
Pero ¿dónde radica el problema de fondo? Radica en
que
no-tenemos-conciencia-esclarecida-de-lo-que-nos-está-ocurriendo
¡Pues muchos todavía insisten en casarse, tener
hijos y educarlos, como si esto aun fuese posible! Por
consiguiente el actual problema estaría en aquellos que
insisten en casarse o emparejarse… para constituir familias
sanas, en el seno de sociedades enfermas e
inconscientes.

Y no sabemos que
todo ese saber no-conciente se nos manifiesta en la conciencia en
forma de presentimientos inhibitorios, angustiantes,
confundentes, desmoralizadores. Mas, dado a que nuestra
conciencia no recibe información conciente a fin de
neutralizarlos o eliminarlos, están proliferando los seres
humanos estresados, o hiperquinéticos; holgazanes, o
trabajólicos; todos angustiados y deprimidos; todos
candidatos a fracasados; también a homicidas, a suicidas,
a sicópatas… y sepa Dios a que otras monstruosidades
¡Así, nadie debería pensar en tener pareja
estable, y menos aun en tener hijos!

Si pretendemos dar
solución a estos problemas reales, perceptibles y
actuales; antes que nada necesitamos hacer fuerte hincapié
en el génesis de los mismos. Saber a ciencia cierta
quién es el ser humano actual; qué necesita para
desarrollarse con seguridad, y para ser feliz. Y qué de
todo lo que estamos haciendo en la actualidad está dando
resultados positivos en el logro de estas metas fundamentales; la
respuesta más cierta es: nada. Entonces ¿Qué
nos está ocurriendo? ¿Acaso se detuvo la evolución? ¿Por qué se
detuvo? Intentemos algunas respuestas, aunque sólo sean
con visos de certeza.

Vamos a la
historia: ciertamente la mujer no tuvo reconocimiento social
explícito durante los tiempos primitivos porque ella no
funcionó bien en los momentos críticos; tampoco fue
líder
tribal ni una heroína deslumbrante. El hombre fue
superior a la mujer en los campos de batalla, en la caza, en las
artes y en la industria
primitiva; sin embargo en el hogar la mujer casi siempre
controlaba al más diestro troglodita. Mediante el manejo
astuto de su atractivo sexual siempre fue capaz de ejercer cierto
dominio sobre
el hombre, y ganar su protección como madre y esposa
amante, comprometida con la causa familiar, dando de este modo
plena satisfacción a sus personales intereses y a su
natural desarrollo.

Contrariamente a
lo que ahora se cree, las mujeres primitivas no tenían
misericordia consigo mismas, tampoco la exigían de los
hombres del modo que la exigen sus congéneres
recientemente liberadas. Las primitivas ni siquiera se planteaban
la posibilidad de salir a competir con ellos en sus propios
dominios. Al fin y al cabo ellas eran relativamente felices y
tenían sus necesidades adecuadamente satisfechas y acordes
a la realidad de su época. Les resultaba innecesario
pensar en formas de convivencia diferentes. Repitiendo más
o menos aquellas mismas estructuras
familiares, la sociedad humana —al menos la
occidental— se desarrolló y creció
normalmente hasta mediados del siglo veinte de la era
actual.

Retornemos al
presente. Con los ideales de modernidad,
muchas mujeres han ganado finalmente nuevos derechos,
educación profesional, igualdad e independencia propia,
sin embargo: todos dentro de los territorios propios del hombre.
Cuando se hable de un merecido reconocimiento a la mujer, y de su
"nueva dignidad", se debería dejar en claro de que nos
estamos refiriendo a una mujer absolutamente nueva, a un nuevo
espécimen bastante más parecido al hombre que a la
mujer normal e histórica. Los derechos de la
mujer histórica no son, ni fueron, en ningún
caso, los derechos del hombre. La mujer no puede crecer ni
realizarse con los derechos del hombre, ni el hombre puede
progresar con los derechos de la mujer. En este punto conviene
que nos preguntémonos ¿Qué o quién
cambió los ideales de la mujer, por los mismos del
hombre?

Es oportuno
aclarar que cada género
tiene sus dominios propios y disímiles, con derechos
propios dentro de su dominio. Ahora cabe preguntarnos
¿Está respondiendo la mujer "emancipada" a estos
logros de libertad,
igualdad y derechos, con egoísmo, libertinaje, despotismo,
esterilidad e infidelidad? ¿Se demuestra merecedora de
todos estos logros recientes y sin precedentes? Si esta mujer
aspira literalmente a invadir los dominios del hombre y
éste resulta perjudicado, entonces, más pronto que
tarde, la competencia despiadada y sin emociones,
reemplazará a la caballerosidad, y a las consideraciones
especiales de las que gozan muchas mujeres en este siglo, y que
desde hace mucho tiempo han conseguido… de nosotros los
hombres.

En lo que la
sociedad debiera establecer pronto acuerdo es en darles
más seguridad, dignidad y educación a las madres.
Nutrición,
filosofía, sicología y sociología infantil y
juvenil; artes y letras, y toda especialidad inherente a la
puericultura podrían ser algunas de las carreras
obligatorias —con cargo al Estado— a seguir por todas
las madres, y por todas las mujeres mayores de cierta edad que
tengan un fuerte instinto maternal, y sientan deseo sincero de
configurar familia y dedicarse a ella en forma responsable; de
modo que sus hijos aprendan sus lecciones de amor, paciencia,
generosidad, tolerancia y
comprensión que son indispensables para la práctica
del entendimiento entre los seres humanos.

Y ante el
desafortunado caso de que faltase el hombre en ese hogar
maravilloso, que sea nuevamente el Estado
quien provea de todo lo necesario a los hijos y a esa madre
dedicada, hasta que todos ellos —con madre incluida—
queden debidamente capacitados para valerse por sí mismos
en forma digna y contenta. Sería bueno que legisladores y
gobernantes comprendieran, de una vez para siempre, que
así de importante es la familia humana.

Las demandas
sociales jamás podrán eliminar la enorme
desigualdad de valores y conducta de los géneros. De
tiempo en tiempo las modas cambian, pero el instinto nunca
cambia. El instinto materno también es congénito y
no permitirá jamás a la mujer madre y esposa
transformarse en una rival seria del hombre en lo que son sus
ocupaciones propias e históricas. Para siempre cada
género regirá absoluto en sus propias esferas, las
que están determinadas por el contraste genético y
por la divergencia mental.

Como dualidad
desigual de una misma especie, hombres, y mujeres, difieren en
sus apreciaciones y reacciones frente a los mismos hechos de la
vida; por lo mismo son totalmente incapaces de un acuerdo
absoluto, satisfactorio e imperecedero entre ambos. Un acuerdo
absoluto y completo entre los géneros es inalcanzable. Por
esto mismo se hace inevitable la asignación de
responsabilidades personales exclusivas dentro del núcleo
familiar. Sin embargo, ante apremios, éstas podrían
traspasarse, pero tan sólo por el tiempo que fuese
necesario.

El hombre ha sido
siempre el líder intelectual, moral y espiritual
más lógico, e históricamente probado. La
mujer ha resultado ser menos lógica que el hombre; pero a
cambio ella posee más intuición, más
persuasión histriónica, más sensibilidad,
más delicadaza y amor. Sin embargo la mano que algunas
veces mece la cuna, podría tener nada femenino que hacer
allí; esa mano podría no fraternizar con el
desarrollo natural de una inocente criatura humana; por lo mismo
sería justo y bueno que su dueña
—tempranamente— desistiera de su idea de ser madre y
se ocupe en otras labores menos delicadas o femeninas. Esta
realidad deberíamos reconocerla y encausarla por el bien
de la familia y de la humanidad, partiendo de premisas
históricas y científicas, y no puramente
«ideales» o utópicas, ahora.

Por una parte la
familia es la conquista humana más noble de la sociedad,
ya que armoniza las relaciones biológicas de hombre, y
mujer, con las relaciones sociales de pareja. Por otra parte,
traer hijos al mundo —y hacerse cargo de ellos en forma
integral— comprende la responsabilidad suprema de la existencia humana.
Es por estas dos razones que todo lo inherente a la familia debe
ser repensado en profundidad por personas desprejuiciadas,
dedicadas, expertas y capaces, hasta que surjan ideas enteramente
nuevas que apunten a soluciones del todo diferentes a las, hasta
ahora, conocidas y concluyentemente fracasadas. Para ello es
importantísimo saber que, tal como sean las familias de
determinada estirpe, o país, así será su
sociedad. Si las familias son positivas y armónicas, la
sociedad también será positiva y
armónica.

Es por esta
razón que cada sociedad propende a excluir del cause
reproductor de las especies a aquellos individuos cuyo instinto
paterno-materno es débil o distorsionado para la
preparación de hijos capaces de ser padres, o madres, de
futuras generaciones ¡Pero estos individuos también
tienen un lugar en este mundo, y debemos darles su lugar…
donde funcionen para bien de la humanidad!

Los problemas que
más afectan a la puericultura se deben, primero: a
la
educación errónea y superficial; segundo: a la
alimentación de mala calidad, y a los malos hábitos
aprendidos del entorno y, tercero: a la imposibilidad de que los
niños, y niñas, se desarrollen imitando a sus
padres porque éstos permanecen demasiado tiempo lejos de
ellos, negándoles la participación mínima
indispensable dentro de un cuadro familiar coherente y
armónico. «Educad a los niños y no
será necesario castigar a los hombres»
(Pitágora).

Es justo aclarar
que en ningún caso la mujer es una pura maraña de
inestabilidades, como lo supone el machismo. La mujer aporta
cierta sabiduría específica sumamente efectiva para
darnos consejos oportunos y acertados, especialmente en el plano
de lo sutil e inmediato; plano en el que los varones pocas veces
brillamos. Esta cualidad femenina es un aporte determinante, ya
que por un detalle, una sutileza aparentemente insignificante,
puede perderse un gran negocio; o bien, la familia entera puede
verse en peligro a causa del tan criticado descuido varonil con
respecto a ciertos detalles importantes. Y es esta misma
sensibilidad específica la que hace indispensable a la
mujer en la crianza y cuidado de sus hijos.

En esta tarea ella
siempre permanece en estado de alerta extrema ante la menor
señal de alarma o peligro. En cambio, en estos cuidados,
los hombres somos comparativamente ineptos, por decirlo en forma
suave, aunque en reciprocidad estamos mejores dotados que ellas
para atender y resolver con innegables visos de certidumbre los
asuntos macro, los del futuro, y los de alta
complejidad.

FRENTE A PANDORA…

NUEVAS ACCIONES
SOCIALES.

9/11/2004

Un lector de
Internet observa
que la lectura de
mi libro "Pandora" lo dejó un poco angustiado, y que
él no cree en una salida segura a la problemática
allí planteada. A él quiero decirle que, de hace
algún tiempo a esta fecha, parece ser que Pandora ha
motivado a algunas personas e instituciones
importantes a ocuparse positivamente del tema que aquí y
ahora nos ocupa, y sin ellos dejarse apabullar por situaciones
adversas, menos todavía por ideas o creencias que marcan
la moda social de turno.

Buen ejemplo de lo
mismo vemos en la carrera de Administración y Servicio, que
se imparte desde 1993 en la Universidad de Los Andes, la que
propende a hacer de la mujer joven una buena esposa, buena madre,
y buena dueña de casa. Creo importante advertir que,
extrañamente, las alumnas han resultado ser blanco de
burlas por parte de algunos compañeros de Universidad; y
de críticas públicas mordaces y prejuiciosas, al
menos por parte de una articulista del diario La Nación.cl (7/11/2004). Aunque, y hasta
donde he podido saber acerca de dicha carrera, sí me
parece un tanto ligera, ya que existen disciplinas
académicas elementales e indispensables para fortalecer
adecuadamente tan grande iniciativa, y que no habrían sido
allí consideradas, pudiendo éstas proporcionarle a
esa misma carrera una mayor contundencia social.

Con
relación a este tema escribí en esta misma página web
un artículo titulado "Por un hogar del más excelso
orden social" y que bien podría complementar la idea madre
que impulsó a la Universidad de Los Andes a crear e
impartir una enseñanza que podría ser ejemplo a
imitar por todo el dispositivo docente chileno, y
mundial.

En similar
línea de trabajo, mi libro enseña y propone al
lector prestar atención a la existencia de una amplia
línea de acciones científicas, espirituales y
filosóficas, hasta ahora mal exploradas, inexploradas o no
percibida por nuestra conciencia; para luego ver, proponer, e
implementar salidas ciertas a la peligrosa encrucijada social,
familiar y económica en la que se encuentra actualmente
entrampada gran parte de la humanidad. Las consecuencias de este
entrampamiento sí pueden ser por todos vistas y analizadas
bajo sus formas de desencantos, de angustias, de estrés y
de depresiones, que sufren, en diversos grados: niños,
jóvenes, adultos y ancianos, todos sin ninguna real
posibilidad de "evitamiento" o soluciones eficaces.

En este espacio se
nos presenta la evidencia de que la humanidad ha perdido claridad
mental, energía, valor y
seguridad suficientes para salvarse a sí misma de estos
males —ciertamente evitables— que la agobian y la
destruyen. La sociedad actual ya no es aquel cuerpo organizado y
formado por personas comprometidas en la realización de un
fin o valor común, natural o artificial, que otorgue a sus
integrantes una existencia feliz, con propósitos nobles,
con amplio desarrollo para todos y en todas las esferas de la
vida humana.

La sociedad actual
se manifiesta ya como una horda que sólo busca satisfacer
sus instintos más primitivos, bajo el imperio de la ley
del más fuerte, del más brutal y despiadado, lo que
se torna francamente aterrador al pensar que se trata de una
elección democrática (?).

Así, y en
el tiempo presente, la democracia se
ha vuelto impracticable porque, dadas las evidencias ya
manifiestas, nuestra sociedad está enferma. Una "sociedad"
vacía, inculta, inconsciente y enajenada no puede
constituir —en propiedad y
responsablemente— un sistema hecho
para personas apropiadamente educadas, concientes y con sus
facultades mentales aptas para emprender acciones sanas que les
permitan idear para ellas mismas sistemas de
convivencia de orden superior.

Ahora bien, si la
democracia se ha tornado impracticable, creo que ha llegado el
momento de que aquellos que la usan a modo de sésamo que
les abre las puertas hacia aquel poder que legitima —y en
nombre de la misma democracia enceguecida por ellos— toda
clase de abusos, por su bien sepan que la especie humana es
más de lo que ellos imaginan. Con superior cultura, muy
pronto una nueva actitud
surgirá de la misma especie enfermada y abusada, y tan
sólo entonces la democracia tendrá una nueva y
mejor oportunidad de ayudarnos con sus virtudes, y no
transformarnos en víctimas de sus defectos… y
debilidades.

A mis
hijos

El aire vivificante
y penetrante de la verdad no es

para todos los
pulmones.

Dominaciones y
Potestades

Jorge
Santayana

AGRADECIMIENTOS

Debo gratitud a
una enorme cantidad de personas, que para no incurrir en
omisiones involuntarias he preferido no citarlas, y así
también no herir la sensible modestia de quienes prefieren
la discreción.

Agradezco a todos
aquéllos que en amables y criteriosas conversaciones de
altas horas de la noche y en compañía de un
café,
me aportaron sus experiencias, conocimientos y sabidurías
personales en torno a estas materias, desde la perspectiva de la
historia, sicología, siquiatría, sociología,
antropología, religión,
filosofía, leyes,
publicidad, etc; todos profesionales en sus respectivas
áreas; entre otros, ingenieros, constructores civiles,
médicos, físicos, profesores, etc.

Y, desde luego,
agradezco a todos quienes de una u otra forma me confiaron los
relatos de sus dramas y tragedias personales en torno a esta
problemática a través de percepciones y discursos que,
aunque fragmentados y dispersos, daban cuenta de un
fenómeno social en gestación y expansión que
ya alcanza magnitud planetaria sobre estas materias; sin cuyas
inquietudes y planteamientos quizás no habría
surgido el presente ensayo que intenta darles coherencia,
consistencia e integridad a estas percepciones y discursos nunca
antes considerados.

Particularmente me
es un privilegio agradecer la cálida acogida y
comprensión de muchas mujeres de los más diversos
sectores, incluso de grupos feministas
que, al leer estos planteamientos, me brindaron valiosos aportes
y también algunos reparos y objeciones que contribuyeron a
mejorar y ampliar el contenido de este texto, para hacerlo
más sensitivo, comprensible, positivo y constructivo en la
búsqueda de soluciones convergentes e integradoras en
torno a esta problemática que afecta tan peligrosamente a
toda la Humanidad.

Steel
Nobles.

LLAMADO DEL
AUTOR

Este es un ensayo en
constante desarrollo. Un libro abierto. Y, seguramente, futuras
ediciones del mismo no podrán agotar su temática.
Por tal motivo, hago ferviente llamado a todos los lectores a
contribuir a este ensayo, aportando antecedentes, ideas y
opiniones que ayuden a hacer del mismo una herramienta
inédita y dinámica destinada a una mejor y mayor
evolución de la persona y de la Humanidad. De igual modo,
mi dirección web
también está disponible a lectores que soliciten
información y ayuda confidenciales relacionadas al
contenido del presente trabajo.

Atentamente

Steel Nobles

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter