- Introducción
- ¿Qué son las
teorías? - ¿Por qué y para
qué estudiar administración y sus
teorías? - Evolución de las
teorías de administración - Críticas y limitaciones
de las teorías de
administración - Búsquedas y
propuestas - Conclusiones
principales - Referencias
bibliográficas
"No hay nada más práctico que una
buena teoría".
Lenin (1918) Peter Drucker (1956).
Según especialistas, los que dirigen organizaciones se
caracterizan por ser gente práctica, disponen de poco
tiempo y
tienen que tomar decisiones constantemente, muchas veces guiados
más por la experiencia y la intuición que por el
análisis de información sistematizada.
Minztberg, en su investigación "cronómetro en mano"
sobre lo que hicieron cinco gerentes generales durante dos
semanas, que fue la base de la formulación de su
teoría sobre los "roles directivos", encontró que
"? sus actividades se caracterizan por la brevedad, variedad y
discontinuidad, están fuertemente orientados hacia la
acción
y no les gustan las actividades reflexivas?" (Minztberg,
1991, p. 10). Años después, Kotter hizo una
investigación parecida llegando a conclusiones similares
"?el trabajo de
los que dirigen se caracteriza por una gran variedad, mucha
intensidad y poco tiempo para pensar ?". (Kotter, 2000,
pp.7-8).
Makridakis se lamenta de que "?la tarea aislada
más importante que normalmente se descuida en la dirección es aprender?". (Makridakis,
1993, p. 13). Según Stoner "?los directivos se
impacientan al estudiar teorías, que piensan son cosas del
pasado?". (Stoner, 1989, p. 30). Por estas razones, es
comprensible su reacción hacia las teorías. Son
sinceros en reconocerlo, cuando vas a impartirles algún
programa de
desarrollo
directivo te dicen: "Profe, nosotros no queremos
teoría, lo que necesitamos son cosas
prácticas".
Con mucho respeto trato de
explicarles que las teorías no son elucubraciones de
especialistas para hacerles la vida difícil a los
dirigentes. Hago referencia a la cita que encabeza este trabajo y les
comento que me llamó la atención que coincidieran dos pensadores de
ideologías tan diferentes: Lenin, fundador del primer
estado
socialista del mundo y; Peter Drucker, el principal
ideólogo del "management" del capitalismo
desarrollado.
Las teorías no son más que
generalizaciones de la práctica, interpretaciones que
hacen especialistas sobre lo que sucede. En lo que se refiere a
las teorías de administración Stoner ofrece la siguiente
definición: "Grupo
coherente de supuestos que se presentan para explicar la
relación entre dos o mas hechos observables y proporcionar
una base sólida para predecir futuros eventos".
(Stoner, 1989, p. 30).
En esta, y en cualquier otra definición, se
pueden destacar tres aspectos: los "supuestos", que es el
"marco
teórico", los sistemas
conceptuales de los que parte el que formula la teoría
para la interpretación de lo que ha observado (o
estudiado); los "hechos observables", que son los eventos que
cualquier otra persona puede
comprobar y; finalmente, las "predicciones", que expresa la
posibilidad de que la teoría nos ayude a pronosticar lo
que podrá pasar en el futuro.
No siempre las teorías cumplen todos estos
"requisitos". A veces, los "supuestos" no son convincentes ni
compartidos por todos; los "hechos" que se han tomado como base
no son fácilmente "observables". La posibilidad de que nos
sirva para "predecir el futuro" es el aspecto más
cuestionable, en un mundo que se caracteriza por la celeridad de
los cambios.
En el caso de las teorías sobre la
administración, en el texto de
Koontz-Weirich, el mas difundido en la enseñanza de la administración en América
Latina, se destaca que hasta los años cincuenta los
aportes principales no procedían de académicos sino
de especialistas empíricos.
Sólo en las últimas cuatro o cinco
décadas es que se ha producido "?un verdadero diluvio
de investigaciones y
trabajos procedentes de recintos académicos?".
(Koontz-Weirich,l 2004, p. 14). Se lamentan de la enorme variedad
de enfoques sobre el análisis administrativo, la gran
cantidad de investigaciones y el considerable número de
opiniones divergentes que han dado como resultado "?.una
terrible confusión acerca de qué es
administración, qué son la teoría y la ciencia de
la administración?".
A pesar de esto, que Koontz llamó "la selva de
las teorías
administrativas", todos los especialistas consideran que la
administración es una mezcla de ciencia y de
arte. El arte
está dado en la habilidad para hacer las cosas adecuadas,
en función
de una situación y momento determinados. "Aún
así ? destaca Weirich- los administradores
trabajarán mejor si hacen uso de los conocimientos
organizados acerca de la administración, que es lo que
constituye la ciencia". (Idem anterior).
¿Por qué y
para qué estudiar administración y sus
teorías?.
A la pregunta ¿Por qué estudiar
administración? Robbins (1994) responde: .
Primero, porque todos tenemos un interés
permanente en el mejoramiento de la forma en que se administran
las organizaciones, porque interactuamos con ellas todos los
días de nuestra vida. Las organizaciones bien
administradas satisfacen mejor a sus clientes y todos
somos clientes, plantea Robbins.
Segundo, Porque cuando usted empiece a hacer su
carrera, en algún momento podrá tener que
administrar algo o será administrado por
alguien.
En resumen, nos interesa conocer estas cosas:
1ero. Como clientes de las organizaciones;
2do. Como sujetos potenciales del proceso
administrativo. (dirigir personas).
3ero. Como posibles objetos (ser dirigidos).
En estas respuestas sencillas se puede identificar la
administración como, los procesos a
través de los cuales se organizan y dirigen los recursos y las
personas para producir bienes y
servicios, en
lo cual todos estamos involucrados de alguna manera.
Los factores que intervienen, los procesos que se
ejecutan, las interrelaciones que se establecen y los posibles
efectos de todo esto son las cosas que se expresan en las
teorías de administración que, por supuesto,
están influidos por la interpretación del que la
formule.
Sobre la necesidad de la dirección, Carlos Marx, en
El Capital,
expresó:
"Todo trabajo directamente social o colectivo en gran
escala requiere
en mayor o menor medida una dirección que establezca un
enlace armónico entre las diversas actividades
individuales y ejecute las funciones
generales que broten de los movimientos del organismo productivo
total, a diferencia de los que realizan los órganos
individuales. Un violinista sólo se dirige él
mismo, pero una orquesta necesita un director". (Marx, 1962, p.
286).
A la pregunta ¿Por qué estudiar
teoría de la administración? Stoner responde
que, al menos, por cuatro razones, que se resumen a
continuación.
Las teorías guían las decisiones
administrativas.
El estudio de la teoría contribuye a la
comprensión de los procesos sobre los cuales trabaja el
que dirige. Con este conocimiento,
puede elegir el curso de acción mas adecuado. Las
teorías, como generalizaciones de la práctica,
permiten predecir qué sucederá en determinadas
situaciones. "Con este conocimiento ? concluye Stoner-
podemos aplicar distintas teorías a situaciones
diferentes..". (Stoner, 1989, p. 30).
Las teorías conforman nuestro concepto de
administración.
El estudio de las teorías sobre la
administración permite identificar de dónde
provienen las ideas acerca de las organizaciones y la gente que
las integra. La teoría de la administración
científica, que fue la base de la
organización de la producción en cadena, en la primera planta
de la Ford, donde el hombre era
virtualmente una extensión de la máquina,
partía de considerar que el trabajador era una pieza
más, que su función se limitaba a la
utilización de sus energías
físicas.
Estudios posteriores, que dieron origen a las
teorías de las ciencias del
comportamiento, reconocieron que la productividad
estaba influida por la interacción entre la gente y que su
participación en el proceso de
producción podía elevarse si, además de sus
energías físicas, aplicaban sus mentes y
participaban en los procesos de decisión.
Las teorías ayudan a comprender el
ámbito de los negocios.
Cuando se estudia la evolución de las
teorías sobre la administración se comprende como
estas son producto de
los cambios que se han producido en el entorno en el que se
mueven las organizaciones, influido por factores
tecnológicos, económicos, sociales y
políticos.
Este conocimiento ayuda a comprender por qué
determinadas teorías son adecuadas para determinadas
circunstancias. Esto explica por qué el enfoque
taylorista, que prevaleció en los primeros años del
siglo XX, era válido en una situación en la que
escaseaba la mano de obra calificada. Pero, que sería
contraproducente, en condiciones de una fuerza de
trabajo con niveles de calificación y expectativas
superiores.
Las teorías son fuente de nuevas
ideas.
Las teorías dan la oportunidad de considerar
diferentes maneras de ver y hacer las cosas. Deben asumirse, por
tanto, como estímulos al pensamiento.
Stoner nos alerta de que ninguna teoría predomina en este
campo. Por el contrario, el enfoque ecléctico, la
costumbre de tomar principios de
distintas teorías según lo requieran las
circunstancias, es algo muy común en la teoría y la
práctica administrativa. Por tanto- concluye Stoner- es
necesario mantener la mente abierta y familiarizarse con cada una
de las principales teorías que en la actualidad
coexisten.
Koontz-Weirich, fundamentan la necesidad de estos
estudios en lo siguiente:
"A menos que los practicantes de la
administración, como de cualquier otro campo, aprendan a
fuerza de "prueba y error" (se ha dicho que los errores de los
administradores son las pruebas de
los subordinados), no encontrarán una orientación
significativa en otra parte que no sea el
conocimiento acumulado subyacente en su
práctica". (Koontz-Weirich, 2004, p.14)
Con independencia
de las limitaciones que pueda presentar una teoría,
siempre nos ofrece la posibilidad de comprender fenómenos,
interpretar acontecimientos y procesos que, si no existiera la
teoría, nos resultaría mas difícil
explicarnos.
Dos de los temas que trabajo en programas de
desarrollo directivo, motivación
y liderazgo, son
de los más prolíficos en la cantidad de
teorías que se han generado. Algunas, con una base amplia
de evidencias e
investigaciones, otras con menos "consistencia
científica". No obstante, es difícil prescindir de
alguna cuando se estudian estos temas. A Maslow le
critican que su teoría sobre la "Pirámide de
necesidades" no tiene suficientes evidencias empíricas que
la sustenten. Sin embargo, nadie que trabaje el tema de motivación puede prescindir de
analizarla.
Cuando trabajo alguno de estos dos temas, después
de analizar las formulaciones de las teorías principales,
los grupos tratan de
identificar ¿qué nos puede servir de cada una de
estas teorías en nuestro medio?. Siempre llegamos a dos
conclusiones:
1-Ninguna de las teorías nos sirve para
interpretar, en forma completa, nuestras realidades.
2-En todas las teorías hay "algo que nos sirve".
Ninguna de las teorías, incluyendo la de Maslow, se
desecha completamente.
Evolución de las
teorías sobre la
administración.
Los conocimientos sobre administración son muy
antiguos. Desde que el hombre tuvo
que organizarse para relacionarse con la naturaleza fue
necesario hacer una división de funciones y tareas,
establecer jerarquías y estructuras,
entre otras actividades administrativas. En la Biblia se recogen
referencias sobre procesos de administración. En el tema
"Delegación" se utiliza como "bibliografía" el pasaje en
el que Jetro, suegro de Moisés, le sugiere como proceder
para poder
multiplicar la atención de los feligreses, de lo que surge
el "Nombramiento de los Jueces". (Libro Exodo,
versículo 18).
Estos conocimientos primitivos vinieron a sistematizarse
con la creación y funcionamiento de los estados, los
ejércitos y la iglesia. La
creación de las primeras grandes empresas:
automotrices, siderúrgicas, y comerciales en EEUU a fines
del siglo XIX se formaron con estos conocimientos y
experiencias.
Por estas razones, Hammer y Champy, en su libro
"Reingeniería", se lamentan de que "?el
problema de los negocios norteamericanos es que entrarán
en el Siglo XXI, con compañías diseñadas con
patrones del Siglo XIX?". (Hammer-Champy, 1902,
pp.93-94).
A pesar de estos antecedentes, las "teorías de
administración" empiezan a formularse y reconocerse como
tales a inicios del siglo XX. Desde ese momento, estas
teorías han tenido una evolución que, en un
esfuerzo de síntesis,
pueden resumirse en las siguientes etapas o escuelas
principales::
-La Administración
Científica.
Se inició con los estudios de tiempo y movimiento de
Taylor sobre
los que Lenin dijo, en los años veinte, "…
reúne en sí toda la refinada ferocidad de la
explotación burguesa y muchas valiosísimas
conquistas científicas sobre el estudio de los movimientos
durante el trabajo, la supresión de movimientos superfluos
y torpes, la elaboración de los métodos
más racionales…La República Soviética debe
adoptar las conquistas más valiosas de la ciencia y la
técnica en este dominio..".
(Lenin, 1963, p. 254).
Realizaron aportes a esta escuela otros
especialistas: Gantt, estableciendo mecanismos de
estimulación a los supervisores; los esposos Gilbreth, en
los estudios sobre movimientos y la fatiga; Fayol,
estableciendo los "14 principios de la
administración"; Weber, con la
administración burocrática, que propone
jerarquías, normas y
lineamientos de autoridad;
entre otros. (Stoner, 1989).
–Escuela de las Ciencias del
Comportamiento.
Las limitaciones del "taylorismo", que analizaba al
hombre como una prolongación de la máquina
empezaron a cuestionarse. Chaplin lo ridiculizó en la
película "Tiempos Modernos". Psicólogos y
sociólogos empezaron a interesarse por los problemas de
la productividad. Se realizaron una serie de estudios que
revelaron que la productividad no era un problema exclusivo de
ingeniería sino que influían en esto
las relaciones jefe-subordinado, las dinámicas de los
grupos, entre otros factores sociales. Según Stoner,
"…la atención fue centrándose cada vez mas en
enseñar las destrezas administrativas y menos las
habilidades técnicas…". (Stoner, 1989, p.
48).
-La Escuela Cuantitativa: la investigación
de operaciones y las ciencias administrativas.
Surge de las experiencias de la II Guerra Mundial en
que se desarrollaron técnicas económico-matemáticas para la industria
militar (investigación de operaciones, la
Ruta Crítica, entre otros). Al concluir la
guerra estas
herramientas
se "liberaron" para su utilización en la esfera civil y,
con el advenimiento de las primeras computadoras,
se incorporaron al arsenal de enfoques y herramientas para la
gestión
de las organizaciones. Con esto, se constituyó lo que se
denomina "escuela de las ciencias administrativas".
Estas son las tres escuelas principales del pensamiento
administrativo, que siguen conservando su influencia en la
teoría y las prácticas administrativas, con
evoluciones posteriores. Pero, como reconoce Stoner, los limites
de las diversas escuelas se diluyen cada vez mas.
Después de estas escuelas, las tres perspectivas
principales que se identifican en la bibliografía son las
siguientes:
-el "enfoque de sistemas", que analiza las
organizaciones como un sistema integrado
y que incorpora conceptos como: sub-sistemas, sinergia,
sistemas abiertos y cerrados y retroalimentación, entre otros;
-el "enfoque de contingencia", que parte de que
"no existe un sistema óptimo de administración"
sino que, los enfoques y técnicas más adecuadas,
dependen de las circunstancias y situación
específicas en un momento determinado, lo que puede ser
bueno en un momento o lugar determinados no lo es necesariamente
en otros;
-finalmente, el llamado "nuevo movimiento de las
relaciones
humanas", que incorpora los conceptos de cultura,
valores
organizacionales, entre otras cosas, a los componentes que deben
atenderse en los procesos de dirección.
Críticas y
limitaciones de las teorías de
administración.
Hasta los años setenta, las teorías de
administración, al igual que el entorno en el que se
movían las organizaciones, permanecieron en una "relativa
calma". Los especialistas no se cuestionaban su capacidad para
interpretar los procesos
administrativos, ni para orientar el trabajo práctico
de los administradores y las organizaciones.
Con los cambios que empezaron a producirse en el entorno
en el que se mueven las organizaciones a partir de los
años setenta del siglo pasado muchos especialistas
empezaron a cuestionarse la capacidad de los enfoques que
habían estado prevaleciendo en la teoría y la
práctica de la administración desde principios de
siglo. Peter Drucker, el gurú principal del "management
contemporáneo", fallecido recientemente,
expresó:
"Hacia fines de la década del sesenta, o
principios de la del setenta, comenzaba a verse claramente que
el conocimiento en que se basaba el boom de la
administración ya no bastaba. Incluso en la
mayoría de las áreas básicas se
manifestó la necesidad de nuevos conocimientos … La
administración científica ya no podía
aportar una mayor productividad… los administradores
tendrán que olvidar las cosas que saben con tanta
rapidez como aprendan las cosas nuevas que deben
saber…"". (Drucker, 1973, p. 20).
Hammer y Champy (1992) son más traumáticos
cuando, en la portada de su libro Reingeniería, ponen como
subtítulo, "Olvide lo que usted sabe sobre como debe
funcionar una empresa. Casi
todo está errado".
Las limitaciones principales que se le señalan a
las teorías que orientaban el pensamiento y la
práctica de la administración hasta los años
setenta pueden resumirse en lo siguiente:
-Estaban centradas "hacia adentro" de la organización.
-Abordaban aspectos específicos del trabajo de
administración.
-Estaban muy sesgadas por situaciones coyunturales del
momento en que fueron formuladas.
-Su preocupación central era optimizar los
procesos gerenciales internos.
-Poca consideración de la influencia del entorno,
o considerarlo como algo relativamente estable y
predecible.
Makridakis presenta lo que denomina "..errores
importantes (cometidos tanto en el campo de la dirección
como en otros), que debemos evitar si queremos progresar en el
terreno de la dirección". (1993, pp.13-16). A
continuación un resumen de lo que plantea:
1-Las teorías son pasajeras.
Según este autor, se ha demostrado que la gran
mayoría de las teorías de dirección no
duran mucho. Recomienda a los que dirigen que las asuman para
orientar sus ideas y facilitar o mejorar su toma de
decisiones, pero que no den nada por sentado, que sean
selectivos y busquen con lupa para encontrar la teoría
que pueda resultar mas conveniente en una situación
determinada.
2-Extrema simplicidad de las
teorías.
El propósito de las teorías de
dirección es contribuir a crear modelos de
la realidad (al ser la realidad demasiado compleja para
tratarla), que puedan conducir el proceso de pensamiento para
mejorar la toma de decisiones. Para esto, no pueden ser tan
complejas que haga difícil su asimilación. Pero,
tampoco tan simples que ofrezcan explicaciones fáciles
de la realidad. Como ejemplo, se señala el
"behaviorismo" que fue muy popular durante veinticinco
años, y todavía atrae a algunos, pero explica el
comportamiento
humano en términos muy simples. También
incluye entre sus críticas la Matriz de
Cartera, el Director en un Minuto, la Rejilla Empresarial,
entre otros.
3-Principios básicos o supuestos no
apropiados o incorrectos.
El descontento con una teoría aparece cuando la
observación no concuerda con las
predicciones teóricas. Esto requiere una nueva
teoría para explicar y corregir las discrepancias. Para
Makridakis, un serio problema que complica la evaluación de las teorías de
dirección es que rara vez se plantean sus supuestos
explícitamente, incluso aquellos que están en la
mente del autor. Por tanto, el "usuario" de la teoría
está limitado para valorar su consistencia.
4-La demanda crea
su propia oferta.
La demanda de teorías crea una amplia oferta,
no necesariamente motivada por el deseo de un conocimiento
más avanzado o de mejora de la dirección, sino
por una compensación económica, para los que
"venden" la teoría. ironiza este autor. Hoy en
día, las teorías de dirección,
están en el mismo punto en que estaban las
teorías médicas antes del siglo XX, lo que
significa que hace falta una evaluación crítica
de las ventajas concretas de la teoría antes de
decidirse a usarla, concluye Makridakis.
5-Verdades generales contra predicciones
detalladas.
El hecho de que una teoría sea válida no
significa automáticamente que pueda utilizarse para
llegar a predicciones precisas. Ni siquiera en las ciencias
"exactas" como la física y la
química
esto es absolutamente válido. En el campo de la
dirección, con más razón, las
teorías no pueden establecer las trayectorias de una
forma precisa, porque influyen muchos factores, como
organización, recursos, liderazgo. Makridakis no lo
menciona pero, otro aspecto que expresa las limitaciones de las
teorías de administración en sus posibilidades
predictivas es que muchas experiencias demuestran que, lo que
ha dado resultados en un entorno (empresa)
específico, no resulta exitoso en otro
diferente.
6-El mañana cambiante.
A diferencia de lo que sucede con la física, u
otras ciencias "exactas", el mundo de los negocios se
caracteriza por cambios acelerados, que modifican
rápidamente el entorno en el que se mueven las
organizaciones. Lo que dió resultados en el pasado, no
necesariamente lo dará, en un futuro difícil de
predecir. Drucker ha dicho que, cuando Dios quiere castigar a
una empresa, le concede treinta años de éxito.
A pesar de sus críticas "irreverentes" sobre las
limitaciones de las teorías de administración,
Makridakis concluye que "Las teorías de
dirección son indispensables. La práctica sin la
teoría es un ejercicio peligroso, no menos arriesgado que
una teoría inadecuada". (Makridakis, 1993, p.
17).
Como respuesta a estas insatisfacciones con las
teorías sobre el "management" que habían
prevalecido desde inicios del siglo XX, empezaron a proliferar
teorías y propuestas.
Entre las que tuvieron más difusión en su
momento, que generaron libros que
resultaron "bestsellers", (algunas de las cuales todavía
conservan influencia, tanto en medios
académicos como empresariales), se encuentran:
Teoría Z, de William Ouchi (1982); el enfoque de
la Excelencia, de Tom Peters, Waterman y Austin (1987, 1992);
las Ventajas y Estrategias
Competitivas", de Michael Porter (1990, 1991); la
"Teoría de las Restricciones (TOC)", de Goldratt,
presentada en diferentes libros "novelados".
Más recientemente, los "Siete Hábitos
de la Gente Altamente Efectiva", de Covey; la
"Inteligencia Emocional", de Goleman; la "V Disciplina y
las Organizaciones que aprenden", de Senge; la
"Dirección por Valores", de Dolan y Blanchard; la
"Dirección por Procesos"; la "Gestión por
Competencias", entre otras. Además, herramientas
gerenciales, como la Reingeniería, el Benchmarking, el
Outsourcing
(terciarización), el Empowermente y el Coaching, entre
otras.
Los años ochenta y noventa del pasado siglo XX
han sido los mas prolíficos en la generaron de
teorías y herramientas sobre la dirección. Pero,
como plantea un destacado especialista latinoamericano, Enrique
Sarabia (1991)
"La velocidad de
la innovación tecnológica lleva a la
rápida obsolescencia del conocimiento. Los hallazgos
científicos y técnicos son rápidamente
superados. Ello ocurre también con el conocimiento
vigente en el campo de la administración. El "ciclo de
vida" de los modismos organizacionales es cada vez
más breve?".
Ante las insatisfacciones con las "teorías de
administración" que surgen y pierden actualidad con tanta
rapidez, muchos especialistas del "management
contemporáneo" plantean buscar respuestas a los nuevos
retos en otras disciplinas "mas maduras". Nada nuevo, muchos
conceptos, teorías y herramientas del "management" han
sido importados de otras disciplinas como: las ciencias
militares, la ingeniería, la economía, la psicología, la
sociología, para mencionar
algunas.
Entre las criticas a los que se ocupan de las
"teorías de administración" está el
señalamiento de que son oportunistas y pragmáticos.
Efectivamente, en cuanto economistas, ingenieros,
psicólogos o especialistas de cualquier otro perfil,
formulan alguna teoría, sistema de conocimientos o
herramientas que puedan utilizarse en la dirección,
inmediatamente la incorporan al "arsenal" conceptual del
"management".
Sobre esta búsqueda en ciencias más
maduras Makridakis plantea: :
"La administración es un campo muy joven, en
relación con otras disciplinas, se está
exagerando mucho sobre su contribución al aumento de la
eficiencia en
las organizaciones y de la calidad en las
decisiones empresariales. Deben comprenderse y aceptarse tanto
las limitaciones como las ventajas del entorno de la
dirección… debemos buscar en otras disciplinas
más maduras (por ejemplo, la estrategia
militar) aquellos conocimientos significativos que podamos
aplicar después al campo de la dirección…".
(Makridakis, 1993, p. 162).
Otros autores coinciden con esto. Han proliferado los
trabajos y libros que acuden a clásicos de las ciencias
militares o al análisis de campañas y batallas
militares para extraer principios y enseñanzas que puedan
aplicarse al campo de la administración. Entre los
clásicos militares más "citados" por especialistas
de "management" se encuentran: Alejandro
Magno, Clausewitz y Sun Tzu. A continuación, se
presentan referencias a algunos ejemplos.
J.B. Quinn (1991), en su trabajo Estrategias para el
cambio,
destaca lo que puede encontrarse en las "enseñanzas" de
Sun Tzu, Napoleón, Clausewitz, Marshall, o
Montgomery destacando que "..los principios básicos de
la estrategia fueron registrados mucho antes de la era
cristiana..". Consecuente con esto, analiza en detalle
batallas de los macedonios Filipo y su hijo Alejandro Magno
(alumno de Aristóteles) en el año 339 a.c.,
extrae conclusiones y hace propuestas para las estrategias
empresariales.
Ries y Trout (1985), en la introducción de su libro "La guerra de
la mercadotecnia", que fue un bestsellers cuando
se publicó a inicios de los años ochenta, plantean:
"El mejor libro sobre mercadotecnia, a nuestro entender, no es
obra de un profesor de
Harvard, tampoco de algún colaborador distinguido de la
General Motors?es el que escribió en 1832 un general
prusiano en sus días de retiro Karl von Clausewitz
titulado "Sobre la guerra" que describe los principios
estratégicos observados en todas las guerras
triunfales..".En todos los capítulos del libro sus
autores utilizan profusamente referencias al trabajo de este
clásico militar, extraen conclusiones y proponen
estrategias para aplicar en La Guerra de la
Mercadotecnia"..
El autor de temas militares más "citado" en los
últimos años, es Sun Tzu, filósofo y militar
chino de los años 400-320 a.c., del que se están
editando versiones de su obra cumbre "El Arte de la
Guerra" (Sun Tzu, 2001). También abundan libros
que aplican sus enseñanzas en esferas específicas
del "management". Entre otros que se informan en internet están
"Sun Tzu y el Arte los negocios" de Mark NcNeilly. En
"Sun Tzu: el Arte de la Guerra para Directivos", la
editorial presenta a su autor Gerald Michaelson como
"?líder
mundial de las estrategias de Sun Tzu para negocios
modernos..". En el año 2004 se hizo un Simposio
Internacional "El Arte de la Guerra. Aplicaciones de las
estrategias de Sun Tzu en los negocios". En la
película Wall Street, el personaje principal, que
interpreta Michael Douglas, hace referencia a sus
enseñanzas.
También se está acudiendo a las
experiencias "gerenciales" de entrenadores deportivos exitosos,
para encontrar experiencias que puedan extenderse a la administración de empresas. Pat Riley,
(1995) famoso entrenador de la NBA, en "Forjador de Exitos.
Como optimizar el trabajo en
equipo", relata enfoques y prácticas que
condujeron al éxito a los equipos que entrenó,
incluso utiliza citas de jugadores famosos como Magic Johnson,
cuando expresó "No preguntes qué pueden hacer
por ti tus compañeros de equipo. Pregunta lo que puedes
hacer tú por ellos..".
1-Como sucede con otras ciencias
sociales, la mayoría de las teorías de
administración no se han anticipado a los
acontecimientos, sino que han sido el resultado de los mismos.
Han tenido un carácter más empírico que
predictivo.
2-Ninguna teoría, en ningún momento de
la evolución de este proceso, ha sido capaz de integrar
en forma absoluta todos los fenómenos y procesos de la
administración.
3-La interpretación teórica de los
procesos de dirección ha estado más fraccionada y
dispersa que integrada en un cuerpo conceptual coherente. Esto
fue lo que llevó a Koontz a hablar de "la selva de
las teorías administrativas". La gran
aspiración de Einstein, que no llegó a cumplir,
de poder expresar en una formulación única el
movimiento de la naturaleza, también es una asignatura
que está pendiente en las teorías de
administración.
4-Las teorías de administración se
encuentran en un cuestionamiento profundo, pero todavía
nos siguen siendo útiles, al menos nos hacen reflexionar
sobre los problemas de los que tenemos que
ocuparnos.
5-La administración es una actividad compleja,
integradora y universal, que puede y debe continuar acudiendo a
otras disciplinas "mas maduras", para nutrirse de enfoques y
experiencias que puedan resultarles útiles, tanto para
la interpretación teórica de algunos
fenómenos como para la formulación de estrategias
y la toma de decisiones y acciones
prácticas.
La conclusión principal que puede extraerse de
todo esto es que, con independencia de las limitaciones que
puedan presentar y la insatisfacción con que nos dejen
para comprender algunas cosas, las teorías sobre la
administración no son "abstracciones ni cosas del pasado".
Son interpretaciones sobre los procesos de administración
que ayudan a entender muchas cosas. En el peor de los casos,
contribuyen a desarrollar la cultura profesional sobre una de las
actividades más importantes en cualquier sociedad.
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Autor:
Alexis Codina Jiménez
Lic. en Economía. Doctor en Ciencias
Económicas (Ph.D.).
Profesor Titular y Director del Centro de Estudios de
Técnicas de Dirección (CETED) de la Facultad de
Contabilidad y
Finanzas de la
Universidad de La
Habana.