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Indicadores de gestión de enseñanza de la Universidad del Zulia



Partes: 1, 2, 3

    1. Resumen
    2. Introducción
    3. Características
      de la institución
    4. Planteamiento
      del problema
    5. Marco
      teórico
    6. Marco
      metodológico
    7. Análisis
      de la información
    8. Conclusiones
    9. Recomendaciones
    10. Bibliografía

    RESUMEN

    Durante
    más de una década en Venezuela se han venido realizando esfuerzos
    para desarrollar indicadores, definiciones, clasificaciones y metodologías
    de medición que, aplicados a las casas de estudios, contribuyan a mejorar
    el conocimiento del estado y la dinámica de la docencia y la investigación
    en las universidades.

    Antecedentes significativos al respecto
    han sido los cuestionarios y encuestas que al respecto aplica el CONICIT, la OPSU
    y el CNU para la acreditación de Programas de estudios de IV nivel. Recogiendo
    los resultados obtenidos de algunos talleres y transformando algunos elementos
    de estos ejercicios, la Universidad del Zulia desarrolló en el lapso de
    octubre de 2000 y noviembre de 2002 un procedimiento de evaluación que
    suministra la información en relación con procesos evaluativos en
    las diferentes instancias o niveles y que ha aplicado en los últimos años.

    El presente trabajo tiene como finalidad la construcción
    de un Manual de indicadores de gestión de enseñanza adaptado a las
    necesidades de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia,
    tomando como fuente de información el Manual de indicadores de La Universidad
    del Zulia y las encuestas del CONICIT y La Facultad de Odontología.

    PALABRAS
    CLAVES
    : Indicadores de Gestión, enseñanza, División de
    Estudios para Graduados, Instituto de Investigaciones.

    ABSTRACT

    For
    more than a decade, in Venezuela they have made efforts to develop indicators,
    definitions, classifications and methods of measuring, that applied to institutions,
    have contributed to improve our knowledge of the status and dynamics of university
    teaching and research. Consequently, significant records on this field are applied
    by The CONICIT (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas), The OPSU
    (Oficina de Planificación del Sector Universitario) and The CNU (Consejo
    Nacional de Univerisdades) to certify and accredit post-graduate programs. Focusing
    on the results of specialized workshops and changing some of their elements, the
    University of Zulia developed, from October 2000 to November 2002, an evaluation
    procedure that provided information related with the evaluation processes at different
    levels. This procedure has been applied during the past years. This study intends
    to design an indicator manual, based on the information from the management indicators
    manual of LUZ and surveys from The CONICIT and The FACOLUZ (Facultad de Odontología
    de La Universidad del Zulia), to be adapted to a needs analysis of the Faculty
    of Dentistry.

    KEY WORDS: Performance indicators,
    teaching, Division of Graduate Studies, Investigation´s Institute.

    INTRODUCCIÓN

    El
    presente trabajo fue realizado en la Facultad de Odontología de la Universidad
    del Zulia, específicamente en la División de Estudios para Graduados
    e Instituto de Investigaciones, con la finalidad de construir un manual de indicadores
    de gestión de enseñanza para estas direcciones.

    La Facultad de Odontología es una institución
    pública cuya finalidad esencial radica en tres principios: Docencia, Investigación
    y Extensión y dada su importancia surge la presente investigación
    estructurada metodológicamente en cinco capítulos.

    El
    capítulo I describe las características de la institución,
    la actividad a la que se dedica y su estructura organizativa.

    En
    el capítulo II se hace referencia al planteamiento del problema y la justificación
    de la investigación, el objetivo general y los objetivos específicos;
    así como también, la delimitación de la investigación
    donde se reflejan los límites espaciales y temporales del problema estudiado.

    En
    el capítulo III se sistematizan los antecedentes teóricos, se establecen
    las bases teóricas y se definen los términos básicos para
    darle mayor comprensión y un mejor sentido a la información.

    El
    capítulo IV comprende el marco metodológico, en el cual se describe
    el tipo de estudio, las técnicas de recolección de datos empleados
    en el trabajo.

    Posteriormente, en el capítulo V se
    desarrollan los objetivos específicos planteados en la investigación,
    haciendo un análisis de la información suministrada por la institución
    y por las fuentes primarias y secundarias.

    Por último,
    se presentan las conclusiones y recomendaciones efectuadas en base a los resultados
    logrados en el estudio.

    CAPITULO
    I

    CARACTERISTICAS DE LA EMPRESA

    RESEÑA
    HISTÓRICA DE LA INSTITUCIÓN

    La Facultad
    de Odontología de la Universidad del Zulia fue creada por resolución
    del Consejo Universitario, en reunión ordinaria del 10 de agosto de 1948,
    e inaugurada el 15 de octubre del mismo año.

    Es
    a partir del primer semestre de 1952, cuando se hace mención sobre "cursos
    de Postgrado en Odontología" en nuestra casa de estudios. Pero no
    es sino en el año de 1968 cuando se crea una estructura académico-administrativa
    para la prosecución de estudios de cuarto nivel de forma funcional y reconocida
    a nivel nacional e internacional.

    Así mismo, el 25
    de febrero de 1959, se acordó en reunión ordinaria del Consejo Universitario
    la creación del Instituto de Investigaciones, pionero a nivel nacional
    en su categoría, y su inauguración se produce mediante acto solemne,
    por el Rector Dr. Antonio Borjas Romero, el 23 de mayo de 1959.

    ACTIVIDADES
    A LAS QUE SE DEDICA

    Continuando con los lineamientos
    generales de la Universidad del Zulia, la Facultad de Odontología concentra
    su razón de ser institucional en la Investigación, Docencia y Extensión.

    En
    este sentido Morón y colaboradores (1996), expresan que el modelo educativo
    de la Facultad de Odontología en su tendencia actual se enmarca en los
    principios curriculares que tienen su génesis en la visión, misión
    y valores de la universidad venezolana, a saber: pertinencia académica
    y social como principio integrador de la docencia-extensión-investigación-producción;
    principio de calidad, correspondencia entre el ser y el quehacer de la institución
    con su deber ser, y la integralidad y el equilibrio armónico entre la formación,
    la capacitación profesional y las experiencias personales y sociales.

    En
    el contexto universitario, la función de docencia puede ser definida como
    la actividad sistemática de planificación, desarrollo y evaluación
    de los procesos de enseñanza y aprendizaje y otras actividades relacionadas
    con la generación, construcción y difusión del conocimiento
    en un área o disciplina determinada. Asociados a esta definición
    de docencia, se consideran relevantes los atributos siguientes: dominio de la
    disciplina o disciplinas objeto de la docencia; disposición manifiesta
    al autodesarrollo pedagógico, actualización y desarrollo continuos;
    disposición al cambio y la innovación; habilidad para estimular
    la capacidad cognitiva y meta cognitiva de los estudiantes; habilidad comunicativa
    y capacidad evaluativa.

    En cuanto a la investigación,
    se parte de la premisa según la cual debe existir una estrecha relación
    entre docencia e investigación/creación, la cual se proyecte en
    la función de extensión, y más ampliamente, en la función
    social de la universidad. Desde esta perspectiva, la investigación/creación
    abarca un amplio espectro de procesos, actividades y productos que constituyen
    la expresión del talento en sus múltiples manifestaciones: científicas,
    tecnológicas, artísticas y filosóficas, realizadas tanto
    en forma individual como en grupo.

    En relación
    a la extensión, se entiende esta como la proyección en forma integrada,
    de las funciones de docencia e investigación, mediante la interacción
    permanente y continua con la comunidad local, regional o nacional, con el propósito
    de difundir y aplicar los conocimientos científicos, tecnológicos
    y humanísticos, así como de fomentar y promover actividades culturales
    y deportivas y contribuir a la solución de problemas de la comunidad.

    La
    gestión universitaria está asociada al concepto general de gestión
    o gerencia estratégica. Desde esta perspectiva, y según David (1994)
    la gerencia estratégica se define como "la formulación, ejecución
    y evaluación de acciones que permitirán que una organización
    logre sus objetivos" (p.11) A partir de esta definición, la formulación
    de estrategias supone una secuencia que incluye la identificación de las
    debilidades y fortalezas internas de la organización; la determinación
    de amenazas y oportunidades externas; el establecimiento de misiones; la fijación
    de objetivos; el desarrollo y análisis de estrategias alternativas, y la
    decisión de escoger las más convenientes.

    En
    el contexto específico de las universidades venezolanas, el proceso de
    gestión abarca la dirección, jefatura y/o coordinación que
    incluyen la formulación, ejecución y evaluación de estrategias,
    acciones, operaciones y tareas, tanto en forma individual como en grupo, orientadas
    a la realización de procesos y al logro de los objetivos y metas de unidades
    o programas académicos en diferentes niveles de la organización.

    DESCRIPCIÓN
    DEL DEPARTAMENTO DONDE SE REALIZÓ LA PASANTÍA

    El
    Decanato de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia es el
    ente coordinador de las actividades que se realizan en la misma, por tanto están
    entre sus funciones:

    • Coordinar y vigilar, de
      acuerdo con el Consejo de la Facultad, las labores de enseñanza, de investigación
      y las otras actividades académicas de la respectiva Facultad.
    • Representar
      a la Facultad en el Consejo Universitario.
    • Presidir
      la Asamblea y el Consejo de Facultad.
    • Mantener
      el orden y la disciplina en la Facultad, tomando las medidas pertinentes, previa
      consulta al Consejo de Facultad, y de acuerdo a la Ley y su Reglamento.
    • Preparar
      el Proyecto de Presupuesto Anual de la Facultad y presentarlo al Consejo de la
      misma. Una vez aprobado por éste, presentarlo al Rector, quien lo utilizará
      en la preparación del Proyecto de Presupuesto de Rentas y Gastos de la
      Universidad, que deberá someter a la consideración del Consejo Universitario.
    • Someter
      a consideración del Consejo Universitario los acuerdos y medidas adoptadas
      por el Consejo o la Asamblea de la Facultad.
    • Proponer
      al Rector el nombramiento o remoción de los empleados administrativos de
      la Facultad.
    • Proponer al Consejo Universitario
      el nombramiento o remoción de los Directores de Escuela, previo acuerdo
      del Consejo de la Facultad.
    • Rendir cuenta
      al Rector de los asuntos de la Facultad.
    • Someter
      a la consideración de la Asamblea de Facultad un informe anual del estado
      y funcionamiento de la misma.
    • Conocer y
      decidir sobre los permisos de ausencia de los miembros del Personal Docente y
      de Investigación, previa solicitud escrita del interesado, con el aval
      del Jefe de Cátedra y departamento y que no exceda de siete días.
    • Autorizar
      las reuniones que propendan a la superación científica, cultural
      y social de la Odontología.
    • Completar
      las listas de jurados examinadores cuando, por impedimentos legales, se hubiere
      agotado la nómina designada por el Consejo de Facultad.

    MISIÓN
    Y VISIÓN DE LA INSTITUCIÓN.

    Misión:

    La
    Facultad de Odontología es el ente encargado de planificar, gestionar,
    gerenciar y evaluar todos aquellos procesos que conlleven a la formación
    y capacitación integral de profesionales de la Odontología, con
    capacidad de liderazgo, asertividad, pertinencia social y comprometidos con las
    principios éticos de la Universidad del Zulia, igualmente, constituye el
    centro productor de conocimiento científico, de servicios y de tecnología
    en el marco de la transformación social y económica del país
    y la región.

    Visión:

    La Facultad de
    Odontología de la Universidad del Zulia, centra todas sus acciones en el
    desarrollo de un Modelo Educativo, cuyas características le permitan constituirse
    en una institución líder en América Latina, capaz de formar
    recursos humanos odontológicos a nivel de pre y postgrado, de alta competencia
    científica, ética y moral, de generar conocimiento científico
    competitivo y comprometido con las necesidades del país y de realizar una
    actividad extensivista capaz de fortalecer el vínculo universidad-sociedad
    y ofertar los escenarios asistenciales que se requieren para incidir en la calidad
    de vida y salud del venezolano.

    La División de Estudios
    para Graduados de L. U. Z. tiene como misión fundamental el "fortalecimiento
    de la enseñanza de Pre-grado, para lograr que el profesional egresado de
    nuestra casa de estudios mantenga un alto nivel, mediante la confrontación
    de nuevas ideas técnicas y conceptos científicos, que los mantengan
    inquietos por los problemas de la Odontología y su realidad social."

    Así mismo, el Instituto de Investigaciones tiene
    como propósito "planificar, organizar, dirigir y evaluar los programas
    y proyectos de investigación en el áreas odontológica, esto
    a través de procesos gerenciales efectivos y considerando las nuevas visiones
    curriculares, la vinculación con la docencia y la extensión, contribuyendo
    a dar respuestas a las necesidades y exigencias del entorno social de referencia".

    El
    área donde se realizó las pasantías son el Decanato de la
    Facultad y el tercer y cuarto piso del Edificio "Ciencia y Salud", donde
    están ubicadas las áreas administración de La División
    de Estudios para Graduados e Instituto de Investigaciones de la Facultad de Odontología
    de la Universidad del Zulia.

    ESTRUCTURA
    ORGANIZACIONAL DE LA INSTITUCIÓN

    Organigrama de la División de Estudios para Graduados
    de la Facultad de Odontología / LUZ

    Fuente:
    Decanato de La Facultad de Odontología de LUZ

    CAPÍTULO
    II

    EL PROBLEMA

    PLANTEAMIENTO
    DEL PROBLEMA

    La postura
    seguida a nivel global hacia una mayor eficiencia y optimización de los
    recursos estimulan a las autoridades de la Universidad del Zulia a centrar sus
    esfuerzos en localizar las áreas en las cuales poseemos ventajas comparativas
    y así definir lineamientos en cuanto a investigación, formación
    y extensión, y así de esta manera orientar los recursos por medio
    de ajustes concertados entre las autoridades y la comunidad académica.
    La crisis por la cual atraviesa nuestra sociedad nos compromete a integrar todos
    los sectores y campos en torno a la búsqueda de soluciones específicas
    y prácticas.

    A nuestro modo de ver, unos indicadores
    de gestión para la Facultad de Odontología no pueden estar orientados
    a comparar la gestión de una institución educativa pública
    que proporciona no solo servicios educativos; (Postgrados, Cursos de Educación
    Continua, Foros, Seminarios, etc.), así como aportes científicos,
    por medio de los proyectos de investigación realizados por su personal
    docente y servicios a la comunidad por medio de la atención clínica
    realizada por el personal docente, cursantes de los postgrados e investigadores,
    con organismos privados (Laboratorios de investigación y Clínicas),
    cuando estas últimas trabajan bajo la premisa de administrar con criterio
    de escasez con la finalidad de obtener el máximo beneficio, eso si, bajo
    normas estrictamente racionales.

    Es así, como
    la educación superior debe estar insertada en un proyecto de nación,
    donde las responsabilidades deben ser compartidas. Esto nos lleva a inducir que
    unos indicadores de gestión para un componente del sector salud deben ser
    integrales, de fácil interpretación y no simples indicadores de
    eficacia y eficiencia, donde se visualice el papel que juegan los diferentes actores
    universitarios en el conjunto de la economía, y la estrecha relación
    entre educación y desarrollo.

    JUSTIFICACIÓN
    DE LA INVESTIGACIÓN.

    Hasta hace dos décadas,
    los criterios de competitividad giraban en torno del costo; es así como
    la producción de bienes y servicios en general no poseían características
    innovadoras ni de calidad. Con el correr de los años se apoyó en
    la publicidad, donde los medios de comunicación jugaron un papel primordial
    y de primera índole.

    Con la saturación
    de los mercados, la innovación fue adquiriendo su rol de primer orden,
    donde el producto o servicio no va a diferenciarse solamente gracias a su nombre,
    sino que se establece gracias a algunas características incorporadas por
    su creador. Allí, el conocimiento tecnológico juega un papel importante
    y coloca a la investigación y a la actualización en un primer plano.
    En la actualidad, la calidad de los productos y servicios constituye el principal
    criterio a la hora de escoger en la compra por parte de los consumidores.

    La
    organización de las empresas ha ido evolucionando desde la racionalización
    de la producción (principios empleados por Taylor, Fayol y Ford, entre
    otros) a la planificación estratégica y el control de calidad, pasando
    por varios estratos. Esas características que dominan el mercado nacional
    e internacional, exige un cambio de formación y calificación que
    deben tener los profesionales en general para insertarse en el mercado laboral.
    Por todo esto, lo diseños, funcionamiento y evaluación de las carreras
    universitarias deben corresponder al comportamiento del mercado y a su entorno.

    La
    educación superior en América Latina, y en especial en Venezuela,
    enfrenta una serie de retos para su superación, entre las que tenemos:

    • La incorporación al mercado de una serie de
      instituciones universitarias (Institutos Universitarios y Universidades) privadas
    • Nuevas formas de valoración de la educación superior por
      parte de entes privados y gubernamentales.

    Todo
    esto hace que la universidad realice un enfoque hacia la comprensión de
    los signos que la sociedad le envía, y si esta realiza procesos de cambios
    radicales, esta debe seguir sus pasos, no solo en la académico, sino también
    en la forma como la sociedad la ve.

    Visto desde una óptica
    objetiva, las universidades venezolanas nunca fueron evaluadas. La función
    contralora se centraba principalmente en la parte presupuestaria.

    Hoy
    en día algunas casas de estudios, entre ellas la nuestra, en su afán
    por su reconocimiento internacional, para así adaptarse a las nuevas realidades
    a nivel global, han iniciado un proceso de identificación de las áreas
    a las cuales tiene que enfocar su potencial y así definir los lineamientos
    en cuanto a docencia, investigación y extensión, mediante presupuestos
    acordes con sus necesidades.

    Es así como empieza
    a surgir una tendencia hacia la evaluación en las instituciones de educación
    superior, con un claro desplazamiento en sus objetivos:

    • De una estructura básicamente burocrática a una productiva,
      que va de un control administrativo de tipo rígido y sin una finalidad
      formal, se pasa a una búsqueda de la evaluación de los resultados,
      fortaleciendo sus funciones normativas.
    • De
      los insumos y procesos a productos y resultados, donde se busca vincular la asignación
      de recursos a metas alcanzados antes que asociarlas a condiciones o planes previos.
    • De una evaluación administrativo-burocrática a una de actores
      múltiples; donde la localización de los agentes involucrados y el
      proceso evaluador se desplaza de los organismos gubernamentales hacia los organismos
      involucrados, y estos a su vez, incorporar los procesos de tomas de decisiones
      a sus actores institucionales.

    Nuestra Carta
    Magna (artículo No. 102), reconoce:

    "La
    educación como un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática,
    gratuita y obligatoria. El estado asumirá como una función indeclinable
    y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento
    de conocimiento científico, humanístico y tecnológico al
    servicio de la sociedad. Dicho acceso y el desarrollo de la investigación,
    la ciencia y la difusión de los valores culturales de la nación
    deberán estar garantizados".

    Para puntualizar, el artículo subsiguiente (art. 103) define que:

    "El estado realizará una
    inversión prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización
    de las Naciones Unidas. El estado creará y sostendrá instituciones
    y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y culminación
    en el sistema educativo".

    Más
    adelante, en el artículo 109, reconoce la autonomía al afirmar que
    "

    "Las universidades
    autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración
    eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca
    la ley. Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar,
    elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión".

    Por
    todo esto, y dado que en nuestra Carta Magna estipula la obligatoriedad de las
    universidades de aportar un sistema educativo de calidad, nuestras autoridades
    ven necesario construir un sistema de evaluación que establezca un patrón
    específico en cuanto a la calidad de la enseñanza y así mismo
    les proporcione los correctivos necesarios a corto plazo en todas las instancias
    evaluativas.

    OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

    Objetivo general:

      • Construir
        un modelo de indicadores de gestión de enseñanza de la Universidad
        del Zulia. Caso: División de Estudios Para Graduados e Instituto de Investigaciones
        de la Facultad de Odontología.

    Objetivos
    específicos:

      • Conocer las características
        específicas de la División de estudios para Graduados e Instituto
        de Investigaciones de la Facultad de Odontología de la Universidad del
        Zulia.
      • Evaluar la utilidad de los indicadores
        de gestión estandarizados, propuestos por la Dirección General de
        Planificación Universitaria a las características específicas
        de la División de Estudios para Graduados e Instituto de Investigaciones
        de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia.
      • Construir nuevos indicadores de gestión de enseñanza, basados
        en las necesidades de la División de Estudios para Graduados e Instituto
        de Investigaciones de la Facultad de Odontología de la Universidad del
        Zulia.

    DELIMITACIÓN

    Para el Trabajo Especial de Grado se realizó una revisión
    en el Decanato, la División de Estudios Para Graduados y el Instituto de
    Investigaciones de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia,
    Núcleo Salud, Municipio Maracaibo, sitio seleccionado para la realización
    de las Pasantías. El período de análisis estuvo comprendido
    entre el 11 de octubre del 2004 y el 15 de enero de 2005.

    El
    soporte para la construcción de los indicadores de gestión de enseñanza
    lo constituyen principalmente los Manuales realizados por la Dirección
    General de Planificación Universitaria, algunas encuestas propuestas por
    el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICIT), para la evaluación
    de Centros de Investigación, así como varios documentos que se encuentran
    en la Web, sobre la experiencia latinoamericana en la construcción de indicadores
    de gestión de enseñanza.

    CAPÍTULO
    III

    MARCO TEÓRICO

    ANTECEDENTES
    DE LA INVESTIGACIÓN.

    Existen diversas investigaciones
    dirigidas a revisar y optimizar los procesos utilizados en las instituciones de
    educación superior para organizar las acciones inherentes a sus funciones,
    ubicándose en las diferentes bibliografías que informan acerca de
    la construcción de indicadores a nivel nacional e internacional.

    La
    construcción de indicadores de ciencia y tecnología se realiza,
    a nivel internacional, a partir de la aplicación de metodologías
    diseñadas, principalmente, por dos organizaciones: La Organización
    de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) y la Organización
    para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Estas metodologías,
    cuya versión más actual se compila en los manuales de la OCDE, donde
    proponen, en términos generales, definiciones, clasificaciones, criterios
    y herramientas para la recolección e interpretación de información
    sobre: Insumos para la investigación y el desarrollo experimental (Manual
    de Frascati, 1963, 1970, 1976, 1981, 1983, 1994); Recursos Humanos para la Ciencia
    y la Tecnología (Manual de Canberra); Innovación Tecnológica
    en las Empresas (Manual de Oslo 1992, 1996); utilización de los datos de
    patentes como indicadores de Ciencia y tecnología (Manual de Patentes,
    1994) y recuento e interpretación de datos sobre Balanza de Pagos Tecnológica
    (Manual de Balanza de Pagos Tecnológica, 1990).

    Las
    recomendaciones del Manual de Frascati relativas a la normalización internacional
    de las estadísticas sobre Ciencia y Tecnología fueron adoptadas
    por la Conferencia General de la UNESCO en 1978. Allí se estudiaron las
    formas de mejorar y desarrollar nuevas estadísticas para la Docencia e
    Investigación. En 1984, publico un manual con estas normas y, desde entonces,
    aparecen publicadas en su Anuario Estadístico. No es sino a partir de 1995
    cuando esta organización se dedica a la recolección, análisis,
    publicación y normalización de datos de ciencia y tecnología
    en los países miembros. Estas estadísticas se realizan teniendo
    en cuenta los principales objetivos socioeconómicos de la investigación.

    En
    Latinoamérica, los esfuerzos por construir indicadores de Ciencia y Tecnología
    estuvieron descuidados por largo tiempo; sólo a partir de la década
    de los 90 fueron retomados con la creación de la Red Iberoamericana de
    Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), quien se ha nutrido del conocimiento
    y experiencia que sobre indicadores han acumulado las organizaciones internacionales
    mencionadas.

    Sin embargo, los esfuerzos han estado dirigidos,
    principalmente, a construir indicadores de insumo y de resultado.

    En
    cuanto al caso venezolano, podemos nombrar algunas experiencias evaluativos en
    el país: Núcleo de Planificadores Universitarios, que cubre la etapa
    de 1983 hasta 1994; el diseño de un sistema de indicadores cualicuantitativos
    para la evaluación institucional de la universidad venezolana (OPSU,
    1994); un conjunto de evaluaciones universitarias ad hoc que realizara
    el Departamento de Evaluación Institucional de la OPSU a solicitud de las
    propias instituciones, por encargo del Consejo Nacional de Universidades (Sardi,
    1994); la creación de un sistema de acreditación de estudios de
    Postgrado, desde 1996; las experiencias de diferentes universidades en autoevaluaciones
    institucionales como la de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador
    (UPEL, 1985), Simón Rodríguez, Simón Bolívar, y un
    sin fin de documentos realizados en la mayoría de las universidades nacionales,
    a veces con el asesoramiento de organismos internacionales como el Proyecto Columbus,
    que realizó durante el período de 1998-2000 una auto evaluación
    de algunas facultades de Ingeniería.

    Sustentando
    la necesidad de homogeneizar estos criterios, la OPSU presentó una propuesta
    para diseñar, conjuntamente con las universidades, un sistema de evaluación
    y acreditación de las universidades nacionales, que fue aprobado a principios
    del 2001, donde propone un instrumento de evaluación y acreditación
    que abarque dos niveles académicos: el pre y postgrado, donde sea obligatorio
    en lo que respecta a la evaluación y voluntario en lo que se refiere a
    acreditación, donde refleje la calidad académica de todo el subsector
    y promueva y certifique la excelencia académica de las instituciones que
    lo conforman, permitiendo evaluar las instituciones y programas en su pertinencia,
    eficiencia y eficacia.

    BASES TEÓRICAS.

    El marco teórico que sirve de sustentación al
    presente estudio tiene como referencia fundamental los conceptos de gestión
    universitaria, regulación, auto regulación, evaluación, auto
    evaluación, presentación de cuentas, toma de decisiones, evaluación
    institucional y validación, ubicados en el contexto de las universidades
    venezolanas. Estos conceptos están estrechamente vinculados a la utilización
    de indicadores de gestión, por cuanto constituyen marcos de referencia
    para un uso adecuado y válido de tales instrumentos.

     
    Aunque son numerosos y variados los puntos de vista y opiniones respecto del grado
    de eficiencia (o ineficiencia) de las universidades, e implícitamente,
    del mayor o menor grado de calidad que las caracteriza, en este trabajo se aborda
    el problema de la pertinencia y utilidad de un sistema de indicadores que contribuya
    a transformar los procesos de gestión que se realizan en estas instituciones
    y, en consecuencia, a elevar su nivel de calidad, es decir, su funcionamiento
    integral en atención a su misión y funciones de docencia e investigación.
    Desde una perspectiva amplia, el tema de la pertinencia forma parte de la agenda
    de transformación de las universidades latinoamericanas, objeto de estudio
    por destacados investigadores, entre éstos Brunner, (1997), Crespo (1997)
    y García Guadilla (1997), entre otros.

    Regulación 

    Este concepto implica, en el contexto universitario, el examen
    o diagnóstico del desempeño o funcionamiento de una institución
    de educación superior y las acciones o mecanismos que se proponen para
    mantener o cambiar tal nivel de desempeño. En efecto, este concepto tiene
    un alcance mayor que los conceptos de control o control de calidad, y aunque incluye
    el proceso de evaluación y la presencia de estándares de desempeño
    relativo respecto de ciertas expectativas o normativas, éste opera en un
    campo más amplio que el concepto convencional de  evaluación.
    Por consiguiente, regular el desempeño de una universidad o programa supone
    evaluar el desempeño a la luz de los propósitos o estándares
    de dicho programa, decidir acerca de los cambios requeridos y su ejecución.
    En síntesis, el proceso de regulación requiere poder, liderazgo,
    la búsqueda del mejoramiento del sistema y una disposición a la
    negociación.

    Bajo esta perspectiva, el concepto de
    calidad es "inherente" al proceso de regulación, en tanto que
    dicho proceso juzga la calidad relativa del programa o institución de que
    se trate, es decir, su grado de desempeño respecto de estándares
    normativos de comportamiento institucional. En este sentido, es de importancia
    crucial determinar claramente por parte de los organismos o agencias responsables
    del proceso de regulación, bajo qué acepción o acepciones
    se utilizará el concepto de calidad: si se trata de proporcionar al público
    interesado seguridad acerca de ciertos niveles de calidad alcanzados por la institución
    (garantía o seguridad de calidad institucional); si el propósito
    central es mejorar la calidad de la institución (evaluación de la
    calidad, control o gestión), o si el propósito es categorizar a
    las instituciones según rangos diferenciales, es decir, juzgarlas comparativamente.
    Las decisiones respecto de los propósitos y usos que se harán del
    concepto de calidad, determinarán enfoques, los métodos y procedimientos
    a utilizar en el proceso de regulación. Bajo esta premisa, el uso de indicadores
    puede ser relevante en cualquier de los enfoques más conocidos: logro de
    objetivos, ambiente institucional y procesos, y cumplimiento o satisfacción
    de estándares.

    Auto regulación 

    El concepto de auto regulación está estrechamente
    asociado al de auto evaluación, en tanto que supone juzgar, según
    ciertos criterios y estándares, el propio desempeño o progreso de
    un programa o institución respecto de determinadas metas u objetivos, con
    el propósito de mejorar dicho desempeño. En un proceso de auto regulación,
    la institución organiza y ejecuta diagnósticos, estudios o revisiones
    de sus programas por sí misma, e informa acerca de los resultados a una
    instancia o agencia externa.

    Evaluación institucional.

    La evaluación institucional puede ser definida como
    el proceso sistemático de diagnóstico y solución de los problemas
    que presenta la institución tanto en sus diversos componentes como en su
    totalidad, cuyo objetivo es dar respuestas a dichos problemas en correlación
    con el ambiente sociocultural y político que lo rodea, además de
    contribuir a su mejoramiento continúo. 

    Auto
    evaluación

      La autoevaluación es
    un proceso cuyo propósito central es revisar y actualizar los objetivos,
    programas, políticas, procedimientos, servicios y el ambiente organizacional
    y académico de la institución, así como su desempeño
    general, con miras a su mejoramiento, estimulando el compromiso de poner en práctica
    los procedimientos recomendados para introducir los cambios requeridos.

    Como
    puede observarse, pareciera que los conceptos de evaluación institucional
    y auto evaluación son sinónimos, sin embargo, no es así,
    por cuanto la evaluación institucional puede ser realizada por agentes
    u organismos tanto internos como externos (por ejemplo, la revisión por
    pares o "peer review"), en tanto que la auto evaluación es eminentemente
    un proceso de auto estudio, basado en la reflexión, análisis y diagnóstico
    efectuados por los propios actores dentro de la institución: profesores,
    estudiantes, personal administrativo y otros agentes relevantes.

    Presentación
    de Cuentas y Estado Evaluativo.

      El concepto
    de presentación de cuentas se ha convertido en uno de los lugares comunes
    de uso más frecuente en el ámbito educativo venezolano, y en particular
    de las universidades. Una explicación posible de tal frecuencia en el uso
    de esta expresión reside en las deficiencias generalmente asociadas a la
    gestión de estas instituciones, y a la preocupación concomitante
    de ciertos sectores de la sociedad por disponer de alguna evidencia respecto de
    la racionalidad y eficiencia con las cuales se utilizan los recursos financieros
    otorgados por el gobierno a las universidades públicas. Así, la 
    presión que se registra por parte de algunos sectores respecto de la necesidad
    de una rendición o presentación de cuentas, tanto al estado como
    a la sociedad, está estrechamente vinculada a la crisis económica
    que confronta el país, y la consiguiente contracción de recursos
    disponibles para la educación superior, unidas a la necesidad de sustituir
    el modelo del Estado benefactor acostumbrado a suministrar grandes recursos financieros
    a estas instituciones sin exigir, a cambio, resultados que se correspondan, en
    cantidad y calidad, con la magnitud de tales erogaciones.

    Esta
    situación está asociada al surgimiento, en los países europeos
    durante la década de los años ochenta, del denominado Estado evaluativo,
    como respuesta a la necesidad de mantener o mejorar la calidad de la educación
    superior dentro de nuevas circunstancias tales como el incremento del estudiantado,
    el número de áreas de estudio y las restricciones presupuestarias
    que comportan cuestiones relacionadas con la calidad de los procesos y productos
    de la educación superior. Como señala Brunner (1997: 25)

    "(…) los gobiernos se han visto
    llevados, por este camino, a ser más cuidadosos con el gasto público,
    a exigir value for money y a reclamar de las instituciones de educación
    superior que se hagan responsables frente a la sociedad y las autoridades por
    el uso de los recursos provenientes del tesoro público y por la efectividad
    de sus resultados y la calidad de sus productos (accountability)"

    El
    Concepto de Calidad: Diversas Acepciones

    El Concepto Tradicional
    de Calidad

    Este concepto está asociado a la
    idea de proporcionar un producto o servicio distintivo y especial, el cual confiere
    estatus al propietario o usuario  y supone el establecimiento de elevados
    estándares, así como costos muy elevados que hacen tal producto
    o servicio inaccesible a la mayoría de personas. Desde este punto de vista,
    la calidad es algo exclusivo, es decir, al alcance sólo de unos pocos.
    Además, la calidad no es determinada mediante una evaluación del
    producto o servicio que se ofrece, sino que es identificada con la exclusividad
    o inaccesibilidad de éste,  por lo cual la calidad es convertida en
    una suerte de categoría metafísica la cual escapa a la evaluación
    según ciertos criterios, considerándose inherente al objeto que
    la posee.

    En el caso venezolano, es posible encontrar ejemplos
    de tal percepción de la calidad. Sin embargo, juzgar a las universidades
    de conformidad con los estándares de excelencia de Harvard, Oxford o Cambridge
    sería, además de injusto, inútil, por cuanto no es posible
    establecer criterios y estándares de validez universal y además
    sería irreal pretender hacerlo, dados su carácter exclusivo y los
    elevados estándares que supone. El concepto de calidad es relativo y no
    absoluto, y en consecuencia debe responder al contexto sociocultural en el cual
    se utiliza.

    Una versión educativa del concepto de
    calidad como algo distintivo o excepcional asocia ésta con la excelencia,
    en el sentido de sobrepasar altos estándares, e identifica sus componentes
    destacando la dificultad presente en el logro de dichos estándares. La
    concepción basada en los recursos descansa en la idea según la cual
    la excelencia depende fundamentalmente de la abundancia de recursos, existiendo
    una relación directa entre ambas. Tales recursos son de tres tipos: financieros,
    personal docente y de investigación de alta calidad, y estudiantes de alto
    rendimiento, para cada uno de los cuales existen los criterios de evaluación
    correspondientes.

    Calidad como conformidad con ciertas
    especificaciones o estándares

    Este concepto
    está asociado a la noción de "control de calidad" en la
    industria, y supone que la calidad de un producto se evalúa en términos
    de su correspondencia con ciertas especificaciones, y se atribuye a aquellos productos
    que satisfacen estándares mínimos establecidos por el fabricante,
    descartándose los que no satisfacen tales estándares. Según
    este punto de vista, la calidad mejora si se elevan los estándares, por
    lo que una educación que satisface elevados estándares es considerada
    como de alta calidad. 

    En el caso de Venezuela, si
    se considera la educación como un servicio y a los estudiantes, padres
    o representantes como los "usuarios", de aplicarse estrictos controles
    de calidad al desempeño de estas instituciones, probablemente surgirían
    conflictos de difícil solución. 

    Calidad
    como adecuación a un propósito

    Según
    este punto de vista, la calidad es juzgada en términos del grado en que
    un producto o servicio satisface los propósitos establecidos previamente.
    Este concepto es utilizado con frecuencia por los analistas de la educación
    superior, ya que ofrece un modelo que especifica lo que el producto o servicio
    debe ser en diferentes niveles de la institución, y además toma
    en consideración los cambios en el tiempo. Sin embargo, su mayor desventaja
    reside en las dificultades que comporta la definición de los propósitos
    o finalidades de la universidad, ya que puede haber tantos propósitos como
    puntos de vista, dependiendo de los sectores y grupos sociales y políticos
    involucrados y de quiénes tengan acceso a la definición de tales
    propósitos.

    Evidentemente, existen modelos diferentes
    de universidad, cada uno con propósitos más o menos definidos. Así,
    existe la universidad cuya finalidad fundamental es ofrecer educación al
    mayor número de personas; la universidad con fines eminentemente académicos
    y profesionales, y la institución cuyos fines fundamentales son la investigación. 

    En Venezuela, la redefinición del rol social, la
    misión y funciones de la universidad constituye un problema prioritario.
    Por consiguiente, los dilemas de excelencia frente a masificación, calidad
    frente a cantidad, universidad elitesca frente a universidad popular, eficiencia
    frente ineficiencia, entre otros, tendrán que ser analizados en profundidad
    y habrá de decidirse cuál es el modelo de universidad que más
    conviene al país, ante los cambios que tienen lugar en ámbitos diversos.
    Así, las funciones tradicionales de docencia, investigación y extensión
    están siendo revisadas críticamente, y se están estableciendo
    sistemas de indicadores de calidad y excelencia para cada función, de conformidad
    con la situación y los nuevos roles que le corresponde cumplir a la universidad
    venezolana en particular y a la educación superior en general.

    Calidad como efectividad en el logro de fines institucionales

    Este concepto es una variante del concepto de calidad
    como adecuación a un propósito, pero referido a la evaluación
    de la calidad a nivel institucional general. En el caso de Venezuela, la misión
    establecida en la Ley de Universidades -promulgada en 1958 y reformada en 1970-
    para estas instituciones, se expresa, aunque no en forma explícita, en
    las finalidades de docencia, investigación  y extensión, correspondiendo
    la realización de las dos primeras a las escuelas y los institutos, respectivamente,
    y la tercera a la institución en su conjunto, a través de programas
    diversos, auspiciados a diferentes niveles organizativos.

    Aunque
    se han registrado numerosos intentos orientados a introducir algunas formas de
    control en el desarrollo de las actividades de docencia, investigación
    y extensión, y cada nuevo equipo de autoridades generalmente trae en su
    agenda de gobierno nuevas ideas y nuevos proyectos los cuales son ampliamente
    promocionados durante el primer año de la gestión respectiva, se
    trata siempre de proyectos que no logran la credibilidad y el apoyo necesarios
    como para propiciar la participación de profesores, estudiantes y personal
    técnico y administrativo en las proporciones requeridas por un proyecto
    de carácter institucional.

    Cada rector y cada vice-rector
    suelen ser conocidos o recordados por algún plan innovador cuya denominación
    varía según el estilo personal y los propósitos que cada
    uno persiga: auditorias académicas, planes de reforma académica,
    evaluaciones académicas o institucionales, rediseños curriculares
    y otras denominaciones, las cuales son sólo variaciones sobre el mismo
    tema de la innovación y el mejoramiento académico. Un proceso similar
    tiene lugar en el ámbito de cada facultad o estructura equivalente, pero
    generalmente bajo un clima de improvisación, discontinuidad en el esfuerzo
    y desconocimiento de los resultados, si es que alguna vez se obtienen.

    El
    clima mencionado, el cual caracteriza a la mayoría de las universidades
    públicas venezolanas, pone de relieve la ausencia de mecanismos y procedimientos
    que aseguren o garanticen, en algún grado, el logro y mantenimiento de
    la calidad institucional, por lo que resulta muy difícil la puesta en práctica
    del concepto de la calidad como efectividad en el logro de las metas o misión
    institucional, ya que éste está asociado a la existencia de los
    mecanismos y procedimientos mencionados antes. De aquí que el presente
    trabajo constituya un paso de avance en la dirección de realizar estudios
    que conduzcan a la puesta en práctica de procesos de planificación,
    toma de decisiones y evaluación que contribuyan efectivamente a canalizar
    los recursos disponibles en la dirección de obtener resultados que puedan
    ser sometidos a discusión por los diversos sectores y grupos que integran
    la educación superior. 

    Calidad como Satisfacción
    de las Necesidades de los Consumidores

    La definición
    de calidad como "satisfacción de las necesidades de los consumidores",
    como las definiciones anteriores, confronta algunos problemas para los cuales
    no hay soluciones fáciles. Uno de tales problemas se refiere a los conceptos
    de "cliente", "usuario" y "consumidor". ¿Quién
    es el consumidor en educación superior? ¿Es el usuario del servicio, en
    este caso el estudiante, o es la entidad u organismo que paga por el servicio,
    el empleador? ¿Y en cuanto al estudiante, es éste el consumidor, el producto
    o ambos? En efecto, los conceptos de "productor" y "consumidor"
    difícilmente pueden ser equivalentes a los conceptos de profesor y estudiante,
    respectivamente, dadas las características de la relación que tiene
    lugar entre ambos, por lo cual adquiere aun mayor importancia definir la calidad
    tomando en consideración las características específicas
    de la educación superior en cada contexto sociocultural y político,
    sin perder de vista que la calidad y la excelencia no están en conflicto
    con la utilidad y la pertinencia social.

    Calidad como
    presentación de cuentas.

    El concepto de calidad
    asociado a la "presentación de cuentas" es, sin duda, el concepto
    más controversial respecto de la calidad de la educación superior,
    debido a las implicaciones que presenta. Evidentemente, por una parte, supone
    la competición por recursos financieros entre instituciones o programas,
    así como una estrecha relación entre el mercado y sus fluctuaciones
    y mecanismos y, por otra, el proceso de financiamiento está relacionado
    con la evaluación de la calidad, y en consecuencia implica la injerencia
    del gobierno en la evaluación de la institución, lo cual puede implicar
    a su vez el uso de la evaluación con propósitos punitivos o de discriminar
    entre instituciones de "baja" y "alta" calidad. 

    En
    estrecha relación con el concepto de calidad como "accountability"
    o expresión de la eficiencia de una institución o programa, se ha
    desarrollado, durante los últimos veinte años, aproximadamente,
    especialmente en los países de Europa Occidental, el concepto de "indicadores
    de desempeño", los cuales cumplen una función de gran importancia
    en el control de la calidad de los procesos propios de la educación superior. 
    Según la definición de la OCDE (1994), "los indicadores son
    señales derivadas de bases de datos o de datos de opinión que indican
    la necesidad de explorar las desviaciones con respecto a niveles normativos u
    otros niveles preseleccionados de actividad o ejecución.".

    Esta
    noción ha sido diferenciada por la OCDE en tres categorías: (a)
    indicadores para controlar la respuesta institucional a metas o políticas
    gubernamentales; (b) indicadores de enseñanza/aprendizaje, investigación
    y servicio; y (c) indicadores requeridos en la gerencia universitaria. En este
    sentido, los indicadores propuestos en la primera fase del Proyecto Interinstitucional
    Indicadores de Gestión para las Universidades Venezolanas, incluye indicadores
    que corresponden a las dos últimas categorías, en tanto que la primera
    puede ser incluida en la segunda fase. 

    Desde la perspectiva
    de los países de Europa Occidental, la selección y refinamiento
    de indicadores de desempeño ha constituido una tarea de gran importancia,
    no obstante las dificultades de diversa índole confrontadas hasta ahora.
    Sin embargo, en los países latinoamericanos, y particularmente en aquellos
    con sistemas educativos centralizados, como es el caso de Venezuela, las reservas
    y dudas respecto del uso de indicadores no son del todo infundadas, ya que tales
    indicadores se prestan a ser utilizados como fines en sí mismos, en lugar
    de como medios para el logro de un fin legítimo como es el mejoramiento
    de la calidad de una institución o programa. En efecto, el uso inadecuado
    de indicadores en evaluación de la educación superior podría
    conducir a una situación análoga a la de "estudiar para el
    examen", es decir, focalizar la atención de la institución
    o el programa en ciertos aspectos generalmente cuantificables y relativamente
    fáciles de observar, en desmedro de otros de mayor relevancia o trascendencia,
    y de aspectos o dimensiones cualitativas difíciles de evaluar. 

    Calidad como transformación

    El
    concepto de calidad como transformación sugiere ciertas reminiscencias
    filosóficas, en tanto que alude a la concepción dialéctica
    de los fenómenos, es decir, a la conversión de ciertas cosas en
    otras mediante cambios cualitativos. En el contexto educativo esta noción
    de calidad adquiere una relevancia extraordinaria, por cuanto el objeto central
    del proceso educativo, el estudiante, no es de la misma naturaleza ni puede ser
    considerado de la misma manera que se consideraría cualquier otro 
    "consumidor" o "usuario". De hecho, el proceso educativo es
    interactivo, dialógico, y en consecuencia entraña cambios significativos
    en el estudiante, no sólo expresados en la adquisición de conocimientos
    y destrezas, sino más importante aun, en sus cambios actitudinales y de
    valores.

    Como puede observarse, el concepto de calidad
    como trasformación tiene un cierto matiz utópico, pero no hay que
    perder de vista que el impacto resultante del  paso por la institución,
    espera aún por su evaluación en términos comprensivos y realmente
    válidos.

    Respecto de las definiciones generadas
    en el propio seno de la universidad, éstas también son múltiples,
    pero en general se relacionan con los conceptos de insumos, procesos y productos
    de una institución, así como con el concepto de "valor agregado".
    En consecuencia, definir la calidad de la educación superior supone definir
    criterios que reflejen tales conceptos. Así, juzgar la calidad desde el
    punto de vista de los insumos, significa tomar en consideración la naturaleza
    y magnitud de los recursos disponibles, las características de los estudiantes
    que ingresan, las características del profesorado, la dotación de
    las bibliotecas y otras instalaciones y los recursos financieros, en tanto que
    evaluar la calidad de los procesos supone considerar la participación de
    los diferentes grupos que interactúan en los procesos académicos,
    administrativos y gerenciales de la institución.

    Puede
    concluirse, entonces, que la definición de la calidad constituye un problema
    más propicio a la negociación que al logro de un acuerdo unánime,
    dado el carácter relativo de este concepto. En efecto, siempre habrá
    tantas definiciones de calidad como puntos de vista de los sectores o grupos involucrados
    en el debate.

    Además, la definición de la
    calidad dependerá también de las circunstancias y de los cambios
    sociales, políticos y culturales que tienen lugar en un período
    de tiempo determinado. Como el concepto de belleza, el concepto de calidad no
    es estático sino dinámico, cambiante y sujeto a los factores sociales
    circundantes en el momento en que es definido. Por consiguiente, la evaluación
    de la calidad de la educación superior requiere, como condición
    básica, la definición clara y precisa de los criterios e indicadores
    a partir de los cuales se han de emitir juicios de valor acerca de sus aspectos
    o dimensiones relevantes.

    Sin tal definición y una
    clara articulación entre los criterios e indicadores seleccionados y los
    instrumentos y procedimientos a utilizar, la evaluación que se realice
    carecerá de validez, es decir, no reflejará plenamente el acuerdo
    y la congruencia que debe existir entre los resultados obtenidos y los valores
    implícitos en los diferentes puntos de vista expresados por los distintos
    actores involucrados.

    Las consideraciones anteriores conducen
    a concluir que la evaluación de la calidad y la excelencia de la universidad
    requiere tomar en cuenta dos premisas: en primer lugar, la búsqueda sistemática
    y continua de la calidad sin perder de vista el concepto de  pertinencia,
    pero desde una perspectiva multidimensional, como la concibe García Guadilla
    (1997), es decir, no sólo como la atención a necesidades locales
    inmediatas, sino también en términos de la selección de la
    información más relevante en relación con el contexto en
    que operan las instituciones de educación superior, la organización
    trans disciplinaria del conocimiento, una nueva concepción de las profesiones,
    una nueva función social de la universidad y una nueva visión del
    desempeño de sus egresados. Esta visión de la pertinencia institucional,
    ha de responder, como se dijo al comienzo, a la contextualización de la
    evaluación, dentro de una atmósfera de confianza propicia a los
    cambios que se proponen.

    En segundo lugar, una concepción
    de la evaluación que tenga como marco de referencia la institución
    en su totalidad, ubicada dentro de un contexto sociocultural con características
    que lo diferencian de otros contextos y que en consecuencia considera que el mejoramiento
    institucional continuo sólo es posible si se logra el mayor grado de participación
    y compromiso por parte de todos los sectores, grupos y personas interesados en
    el desarrollo y permanencia de la universidad. 

    Así,
    del análisis de todas las definiciones consideradas es posible concluir
    que el concepto de calidad es un concepto multidimensional, relativo, y fuertemente
    influido por el aspecto o componente central a considerar, por ejemplo, dentro
    de una perspectiva sistémica, los insumos, procesos o productos; los fines
    que orientan su estudio; las funciones que se consideren fundamentales como expresión
    de la misión institucional: docencia, investigación, extensión
    y servicio; o criterios extrínsecos e intrínsecos relacionados con
    la calidad.  

    Sin embargo, el estudio del concepto
    de calidad no debe conformarse sólo con el análisis de los atributos
    o rasgos que lo caracterizan, sino que es necesario, además, ubicarlo en
    el contexto socio cultural e histórico del cual  es parte la institución
    o programa objeto de evaluación. La calidad es un concepto con profunda
    consistencia histórica, el cual ha respondido siempre a expectativas muy
    diversas, asociadas a movimientos y desarrollos sociales pertenecientes a épocas,
    culturas y momentos definidos, cada uno de los cuales caracterizado por intereses
    y exigencias relacionados con la calidad, pero susceptibles de integración
    en una perspectiva de la evaluación y de la calidad cuyo propósito
    central sea el cambio y mejoramiento general de la institución.

    Indicadores de gestión.

    Se
    entienden como la expresión cuantitativa del comportamiento o el desempeño
    de toda una organización o una de sus partes, cuya magnitud al ser comparada
    con algún nivel de referencia, puede estar señalando una desviación
    sobre la cual se tomarán acciones correctivas o preventivas según
    el caso. Son un subconjunto de los indicadores, porque sus mediciones están
    relacionadas con el modo en que los servicio o productos son generados por la
    institución. El valor del indicador es el resultado de la medición
    del indicador y constituye un valor de comparación, referido a su meta
    asociada. Es una unidad de medida que permite el seguimiento y evaluación
    periódica de las variables claves de una organización, por comparación
    entre información interna de distintos años, por comparación
    con información externa de otras organizaciones, y por comparación
    con valores preestablecidos.

    En el desarrollo de los Indicadores
    se deben identificar necesidades propias del área involucrada, clasificando
    según la naturaleza de los datos y la necesidad del indicador. Esto es
    fundamental para el mejoramiento de la calidad, debido a que son medios económicos
    y rápidos de identificación de problemas.

    El
    principal objetivo de los indicadores, es poder evaluar el desempeño del
    área mediante parámetros establecidos en relación con las
    metas, así mismo observar la tendencia en un lapso de tiempo durante un
    proceso de evaluación. Con los resultados obtenidos se pueden plantear
    soluciones o herramientas que contribuyan al mejoramiento o correctivos que conlleven
    a la consecución de la meta fijada.

    Criterios

    Cada medidor o indicador debe satisfacer los siguientes
    criterios:

    • Medible: El medidor o indicador
      debe ser medible. Esto significa que la característica descrita debe ser
      cuantificable en términos ya sea del grado o frecuencia de la cantidad.
    • Entendible: El medidor o indicador debe
      ser reconocido fácilmente por todos aquellos que lo usan.
    • Controlable: El indicador debe ser controlable dentro de la estructura
      de la organización.

    Tipos
    de indicadores
    .

    En el contexto de orientación
    hacia los procesos, un medidor o indicador puede ser de proceso o de resultados.
    En el primer caso, se pretende medir que esta sucediendo con las actividades,
    en el segundo se quiere medir las salidas del proceso.

    También
    se pueden clasificar los indicadores en indicadores de eficacia o de eficiencia.
    El indicador de eficacia mide el logro de los resultados propuestos. Nos indica
    si se hicieron las cosas que se debían hacer, los aspectos correctos del
    proceso. Los indicadores de eficacia se enfocan en el qué se debe hacer,
    por tal motivo, en el establecimiento de un indicador de eficacia es fundamental
    conocer y definir operacionalmente los requerimientos del cliente del proceso
    para comparar lo que entrega el proceso contra lo que él espera, de lo
    contrario, se puede estar logrando una gran eficiencia en aspectos no relevantes
    para el cliente.

    Los indicadores de eficiencia miden el
    nivel de ejecución del proceso, se concentran en el Cómo se hicieron
    las cosas y miden el rendimiento de los recursos utilizados por un proceso. Tienen
    que ver con la productividad.

    Partes: 1, 2, 3

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