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Algoritmos de la pericia medicolegal en el lugar de los hechos



Partes: 1, 2

    1. Breve reseña
      histórica
    2. Algunas definiciones
      conceptuales
    3. El estudio del lugar de los
      hechos
    4. La información verbal
      que se obtiene inicialmente
    5. El estudio del
      cadáver
    6. La
      descripción del lugar del hecho
    7. Otras
      técnicas de fijación
    8. Particularidades
      de los levantamientos de cadáver
    9. Aspectos
      éticos del trabajo medicolegal en el lugar del
      hecho
    10. A forma de
      resumen
    11. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    A pesar de que nuestro país tiene una larga
    tradición en la enseñanza y la práctica

    de la Medicina Legal
    y de que los forenses cubanos, tenemos el honor de contar entre
    nuestras filas, con valiosos colegas que han demostrado ser
    depositarios del más alto conocimiento
    científico en el tema, aun en la actualidad carecemos
    de una guía que unifique las acciones del
    médico forense en el momento de conocerse de un hecho
    criminoso que tenga como resultado la pérdida de la vida
    de la víctima.

    Conocida por todos la importancia que tiene "el
    primer ataque
    " en el lugar de loshechos y dada la posibilidad
    de que las personas que lo emprendan, pueden cambiar indicios que
    resulten irrecuperables, se comprende la necesidad de que los
    peritos actúen de forma rápida y organizada, con
    acciones previamente estudiadas y fundamentadas y que a su vez
    estas acciones no entorpezcan el trabajo de
    otros científicos y técnicos que se
    desempeñen en disciplinas distintas a la Medicina Legal
    y que tengan que interactuar con nosotros en la búsqueda
    de información.

    Actualmente en Cuba no existe
    nada que guíe un trabajo
    uniforme de los médicos forenses al desarrollar su pericia
    y la práctica de la especialidad está fraccionada
    bajo la subordinación de departamentos provinciales, por
    lo que existe el peligro (al menos hipotético) de
    que no siempre todos los peritos médicos, actúen
    siguiendo una única metodología.

    Acéptese el presente trabajo como un modesto
    aporte que señale el mínimo de elementos a tener en
    cuenta por los médicos que practiquen la Medicina Legal o
    los que sean requeridos como peritos por la
    administración de justicia, en
    el momento de enfrentarse a un lugar donde ha ocurrido un
    delito contra
    la vida, o en situaciones en las que se dude de tal y
    tómese por tanto, más que como una
    metodología de trabajo o como una guía didáctica de aprendizaje (pues
    no pretendemos que conociendo el contenido del texto
    simplemente el lector estará formado para trabajar un
    lugar del suceso, ni tampoco que aplicándolo se
    logrará el esclarecimiento de un caso) como algoritmos de
    operaciones
    que realizará el perito ante situaciones en las que se
    puedan aplicar procederes varios, que pueden estar relacionados
    entre si y no fórmulas únicas y completas de
    resultado previsible e invariable.

    Tomamos una terminología del cálculo
    (algoritmo) que
    en lo único que vemos que se diferencia es en cuanto a que
    no trabajamos variables
    numéricas, pero que conceptualiza perfectamente como
    pretendemos discurrir entre lo general y lo específico del
    trabajo medicolegal en la escena del crimen.

    BREVE RESEÑA
    HISTÓRICA

    Los países de nuestra región tienen la
    peculiaridad de haber sufrido un choque entre dos culturas, en el
    cual la cultura
    europea destruyó completamente la autóctona y solo
    se incorporaron de esta escasos elementos que no permiten
    reconstruir para nada la historia anterior, los
    pobladores del archipiélago no tenían una
    tradición escrita, por lo que tampoco es posible una
    reconstrucción atendiendo a escrituras de ningún
    tipo y esto nos lleva a afirmar que en Cuba se pierden las fases
    del pensamiento
    inherente a las distintas épocas de la humanidad y
    realmente se pasa de la barbarie de los primitivos
    aborígenes al pensamiento moderno de la Europa del siglo
    XV en pleno auge del ilustracionismo.

    Si bien en un principio las villas que se forman en Cuba
    no son de gran interés
    para la metrópoli, al quedar nuestra isla en el trayecto
    de las flotas que llevaban lo recaudado a la corte, se acelera el
    desarrollo
    económico de la colonia y con él aparece
    también un auge en lo socio-cultural. El crecimiento de
    estas villas hace que el 26 de Agosto de 1522, el Cabildo
    autoriza al Maestro Juan Gómez para que ejerciera
    como barbero y cirujano en la villa de San Cristóbal de la
    Habana. En 1569 se autorizó el ejercicio al Licenciado
    Gamarra, graduado en Alcalá de Henares y titulado
    de medicina, cirugía y farmacia, pero de forma privada y
    sin ningún nexo que lo uniera al Cabildo.

    El día 3 de Septiembre de 1610 se nombra al
    Licenciado Juan Tejeda Pina para que ejerciera en la
    villa, con un sueldo de 100 ducados anuales y dentro de sus
    funciones como
    primer médico municipal, se contaban auxiliar a la
    administración de justicia, en los casos en
    que las autoridades así lo requirieran.

    En 1634 se constituye el Real Tribunal del
    Protomedicato, primera institución de salud
    pública del país y tercero de América
    (precedido solamente por los de los virreinatos de México y
    de Lima
    ) que tenía la función de
    velar por todos los asuntos médicos de la
    colonia.

    El primer protomédico nombrado fue Francisco
    Muñoz
    que fallece a los tres años de su
    nombramiento y sin haber realizado funciones destacables. Lo
    sustituye Francisco de Teresa y Rubira que si realiza una
    actividad intensa y fundamentalmente se dedica a luchar contra la
    eutanasia,
    el aborto y
    las violaciones del secreto médico.

    En 1728 se funda la Universidad de la
    Habana que comienza con la enseñanza de bachillerato, con
    5 asignaturas y las facultades mayores de Jurisprudencia,
    Cánones y Medicina
    , pero no es hasta 1842 que no se
    funda la primera cátedra de Medicina Legal, la que se le
    otorga a José de Lletor Castroverde quién
    venía impartiendo la asignatura de forma privada en el
    seminario de
    San Carlos y San Ambrosio desde 1839; es en esta fecha de 1842 y
    gracias a la reforma universitaria que se comienzan a hacer
    disecciones en cadáveres en nuestro
    país.

    Al jubilarse Lletor Castroverde ocupa la
    cátedra el primer cubano: Ramón Zambrana
    Valdés
    , que produce grandes cambios en la
    enseñanza de la asignatura, que deja de ser teórica
    y comienza a impartirse una docencia
    práctica.

    El 19 de Marzo de 1880 se inauguró oficialmente
    el primer necrocómio de la Habana, nombrándose como
    encargado del mismo al estudiante de medicina Fernando
    Acevedo
    .

    El 17 de Septiembre de 1882 entra en vigor en España la
    Ley de
    Enjuiciamiento Criminal, que es la primera en regular la
    inspección del lugar del hecho, cuando dice en su
    artículo 326: "….Cuando el delito que se persiga haya
    dejado vestigios o pruebas
    materiales en
    su perpetración el juez instructor o el que haga sus veces
    los recogerá y conservará para el juicio oral si
    fuera posible, procediendo al efecto a la inspección
    ocular y a la descripción de todo aquello que pueda tener
    relación con la existencia y naturaleza del
    hecho.

    A este fin hará consignar en los autos la
    descripción del lugar del delito, el sitio y estado en que
    se hallen los objetos que en el se encuentran, los accidentes del
    terreno o situación de las habitaciones y todos los
    demás detalles que puedan utilizarse tanto para la
    acusación como para la defensa".

    En esta propia Ley, en sus artículos 344 al 349,
    se regula la forma de designación, nombramiento, competencia y
    otros aspectos relacionados con los médicos forenses y a
    pesar de que no entró en vigor en Cuba hasta el 1 de Enero
    de 1889 y por Real Decreto del 19 de Octubre de 1888, no puede
    ser una casualidad que en el mismo año 1882, el 18 de
    Febrero fueron nombrados los que se llamaron "médicos
    de funciones
    ", encargados de comprobar las muertes y sus
    circunstancias, convertido este grupo de
    médicos posteriormente, en los primeros forenses nombrados
    del país y que fueron: Manuel Antonio Aguilera,
    Juan Tomás Reyes, Juan Ramón del
    Cueto
    , Manuel Fraga, Joaquín Jacobsen y
    Arturo Sansores, siendo nombrado como primer director del
    CUERPO MÉDICO FORENSE el Dr. Obregón
    Mayol
    el 4 de Enero de 1886 que se venía
    desempeñando como director del
    necrocómio.

    En 1925 el necrocómio es trasladado a un
    pabellón de madera del
    Hospital: Calixto García, ubicación que solo
    dura un año pues con el ciclón del año 1926
    el pabellón quedó destruido y se traslada al
    cementerio Colón.

    Así todo hasta el 27 de Junio de1958 en que se
    inaugura la Morgue Judicial y Banco de Tejidos en los
    locales que ocupa hoy el Instituto de Medicina Legal, el que
    adquiere este nombré después del triunfo
    revolucionario de 1959.

    En esta época de los primeros años de la
    Revolución, ocurre un éxodo de
    médicos a los E.U. y la especialidad como todas las
    demás, se siente amenazada por el déficit de
    personal
    especializado, es entonces que el Profesor
    Francisco Lancís Sánchez, alumno predilecto y
    colaborador de Castro Bachiller junto al también Profesor
    Ignacio Fournier encabezan la formación de nuevos
    especialistas que dan un avance, ahora ininterrumpido a la
    Medicina Legal en nuestro país.

    El antecedente más cercano al presente trabajo,
    conocido por el autor, es el realizado por el Dr. Raúl
    Larrinaga en 1980, el que en su tesis de
    especialista hace señalamientos para el trabajo en el
    lugar de los hechos.

    ALGUNAS
    DEFINICIONES CONCEPTUALES

    Si bien en la actualidad pudiera parecer el estudio del
    lugar del hecho, como parte integrante de un todo y desprovisto
    de una importancia "per se", hay que tener en cuenta que
    el desarrollo de
    la técnica policiaca y de la criminalística, en su momento se
    adelantó al de la medicina, exigiendo la
    colaboración pericial del médico en tiempos en que
    se prohibía la realización de necropsias a los
    cadáveres. Esta prohibición comienza a declinar
    gracias a los trabajos de Andreas Vesalius en 1543 y no es
    hasta 1624 que comienza la enseñanza académica de
    la Medicina Legal en la Universidad de Leipzig. Hasta tanto, todo
    el aporte que pudiera realizar un médico al
    esclarecimiento de un caso, se limitaba a la información
    que pudiera obtenerse de la observación del cadáver y el lugar
    donde ocurre el delito, siendo el precedente más antiguo
    en la cultura occidental, la descripción que hace
    Antistio del cadáver de Julio César
    después de ser apuñaleado.

    Aún hoy en momentos en que la práctica de
    la necropsia es obligada y cuando existen gran cantidad de
    pericias sofisticadas que utilizan técnicas
    de laboratorio de
    gran complejidad, sigue siendo imprescindible un trabajo
    cuidadoso, eficaz y rápido del lugar del hecho;
    fijándose y obteniéndose indicios que pueden
    desaparecer por la acción
    de las mismas personas que investigan el delito o por el simple
    transcurso del tiempo.

    Para Lacassagne: "El
    levantamiento de cadáver
    es la operación consistente en examinar un
    cadáver a fin de declarar si la muerte es
    el resultado de un suicidio o un
    crimen, permitiendo así que sea retirado por la autoridad
    pública del lugar en que aquel se hallaba".

    Para Castro Bachiller: "Siempre que un
    individuo
    sucumbe inesperadamente o bruscamente, de manera violenta o que
    se supone de tal, sin asistencia médica, se llama a un
    médico para

    que examine al cadáver y expida a las
    autoridades competentes un informe donde
    consten las observaciones efectuadas para que el cadáver
    pueda ser retirado por la autoridad pública del lugar en
    que se encuentra; esta diligencia se practica por el
    médico y lleva el nombre de
    levantamiento del cadáver. En el
    cuerpo del cadáver no deben efectuarse incisiones ni
    operación alguna".

    Lugar de los hechos: "En
    la investigación en los casos de delitos, tal
    lugar no es otro que el real o supuesto de la comisión del
    acto sometido a indagación y donde suelen quedar los
    vestigios materiales más importantes de su
    comisión. Por ello el instructor debe proceder a la
    inspección del mismo siempre que quepa recoger pruebas o
    indicios en el lugar si la visita de este permite reconstruir
    mejor el posible curso de los hechos…." (1).

    Como inspección del
    lugar del suceso entendemos: "Es la diligencia de
    instrucción que consiste en el examen del lugar donde se
    cometió el hecho delictivo, por parte del instructor,
    mediante la observación y fijación directa, con el
    objetivo de
    hallar las huellas del delito y otras pruebas materiales, el
    esclarecimiento del ambiente del
    suceso y de otras circunstancias que tengan relación con
    el caso"
    (2).

    Los dos conceptos anteriores pueden interpretarse como
    sinónimos, a diferencias estos del lugar del hallazgo, entendiéndose
    por tal el sitio donde es encontrado un cadáver
    después de ser trasladado desde el lugar de la
    comisión del delito. A diferencia de los anteriores pueden
    ser múltiples hallazgos para un mismo hecho delictivo
    (en casos de más de una víctima, de mutilaciones
    del cadáver y de trucidación o
    descuartizamiento
    ) y puede considerarse como tal,
    también para pruebas ajenas al cadáver mismo
    (vestuario de los comisores, armas empleadas,
    etc.
    ).

    1. Cabanellas G. Diccionario
      enciclopédico de derecho usual. Ed. Heliasta S.R.L.
      Buenos
      Aires. 1979.p:236.
    2. Vasiliev A. Criminalística. UPM
      9565 F.A.R. Ciudad de La Habana.1981.

    A los efectos del presente trabajo, consideramos
    conveniente emprender el estudio del lugar del hecho
    fraccionándolo en los siguientes
    acápites:

    • El lugar del hecho propiamente dicho.
    • La información verbal que se obtiene
      inicialmente.
    • El estudio del cadáver:
      • Examen del vestuario.
      • Identificación del
        cadáver.
      • Establecimiento de la data de la muerte.
      • Estudio de las violencias que se encuentran en el
        cadáver.

    EL ESTUDIO DEL
    LUGAR DE LOS HECHOS

    La explicación más utilizada para
    justificar el incumplimiento de acciones y para explicar el
    fracaso de la obtención de una información
    confiable, es escudarse en la falta de condiciones para realizar
    el trabajo en el lugar del suceso; con relación a este
    planteamiento, no queremos comenzar el presente acápite
    sin afirmar que lo más
    frecuente en el lugar donde se descubre la ocurrencia de un hecho
    criminal contra la vida, es que no se encuentren condiciones
    ideales de trabajo. Tanto el forense, como los
    demás peritos, instructores policiales y oficiales
    operativos, tienen que incorporar la premisa de que el trabajo
    del lugar del hecho debe realizarse con premura de tiempo, bajo
    presión
    de los superiores, con curiosos civiles que entorpecen las
    acciones, colegas que no tienen nada que hacer que no sea
    estorbar, con poca iluminación, en lugares de difícil
    acceso y además no se puede descuidar el trabajo que
    realizan otras personas y que pueden no tener la pericia y la
    experiencia requerida para cumplir sus funciones sin entorpecer
    el trabajo de los demás.

    Para que el lugar de los hechos pueda ser considerado
    como tal, a los efectos medicolegales, es una condición
    indispensable que este haya sido preservado y a los efectos
    puramente aplicativos del presente trabajo, consideramos que esto
    ha ocurrido, siempre y cuando se hayan practicado en el las
    acciones mínimas necesarias para confirmar la existencia
    de un cadáver y no un ciudadano vivo herido o con
    algún grado de afectación de la
    consciencia.

    Hablamos solamente de la confirmación de la
    existencia de un cadáver y no de las acciones necesarias
    para comprobar que la muerte de la persona de que se
    trate haya sido producto de un
    delito, pues incluso al final de todas las acciones que se
    decidan practicar es posible que no se aclare este supuesto, por
    tanto no tiene sentido permanecer en un lugar del hecho para
    buscar evidencias de
    criminalidad, ni de la identificación de la
    víctima, esas serán acciones que serán
    emprendidas, en su momento por personal especializado.

    Queremos recalcar que si se comienza a trabajar un
    supuesto lugar del hecho de un homicidio o un
    asesinato, sin estar seguro de que
    estos hayan ocurrido, la pérdida es mucho menor de que si
    se alteran condiciones indispensables de preservación por
    buscar una certeza que tal vez no se obtenga nunca, a pesar del
    mayor esfuerzo y la mejor pericia. También queremos
    señalar que si un supuesto lugar del hecho no ha sido
    preservado, o si se trata de un lugar de un hallazgo, esto no
    cambia para nada la forma en que se debe desarrollar el trabajo;
    la diferencia entre el levantamiento de cadáver y el
    reconocimiento del cadáver en el lugar del suceso, es
    solamente formal pues metodologicamente nada cambia en las
    acciones a emprender ni en el cuidado que debe ponerse en la
    ejecución de las mismas.

    EXTENSIÓN A PRESERVAR EN EL LUGAR DEL
    HECHO

    La preservación del lugar de ocurrencia de un
    hecho como el que nos ocupa es responsabilidad de los miembros de la
    Policía Nacional Revolucionaria, inicialmente del
    funcionario de seguridad
    pública que corresponda y en un segundo tiempo del
    instructor policial con el personal de que se apoye para el
    trabajo, quienes establecerán barreras que delimiten la
    zona de interés y cuidarán de que se respeten las
    mismas.

    Es imposible hablar de preservación sin delimitar
    hasta donde debe aceptarse la misma, espacial y temporalmente
    hablando y en este sentido existen múltiples criterios; en
    el presente nos adscribimos al criterio de la particularidad, no
    creemos que existan reglas en este sentido atendiendo a lo
    específico de cada caso. Está bien preservar una
    habitación, mejor preservar el apartamento completo,
    más aún preservar el edificio y así
    sucesivamente hasta la imposibilidad de seguir
    preservando.

    Un homicidio con un vehículo de trayecto obligado
    se puede preservar muy poco tiempo, atendiendo a los horarios en
    que es utilizada una misma vía por otros vehículos,
    pero también una escalera o un pasillo que sean el
    único acceso para todos los habitantes de un edificio se
    podrá preservar por un tiempo limitado. Pero de cualquier
    forma existe un mínimo que es indispensable respetar y
    pensamos que la cota a este mínimo, la ponen todos los
    indicios que aparezcan y que se pretenden llevar a la
    categoría de prueba, durante el tiempo mínimo
    indispensable como para que este indicio sea debidamente fijado y
    analizado por el especialista facultado para hacerlo y
    permitiendo la opción de crear vías de acceso
    debidamente delimitadas en lugares en los que es
    "racionalmente previsible" que no se encontrarán
    indicios. Para ejemplificar podemos exponer el caso de un
    homicidio con arma blanca en la vía pública, en el
    cual se preservó una distancia de 10 metros cuadrados
    alrededor de las primeras manchas hemáticas aparecidas,
    toda la calle hasta el cadáver y 10 metros cuadrados
    más allá del mismo, pero se permitió el paso
    de peatones por una acera, con un cruce limitado en un sitio
    intermedio, hasta que se terminó el trabajo.

    Atendiendo a un proceso por
    fases, donde es necesario darle prioridad a los peritos que mayor
    premura tienen y que necesitan menos manipulación del
    lugar, es posible considerar el caso de que se requiera movilizar
    el cadáver antes de entrar a trabajar el médico
    (por ejemplo una huella olorosa en una atadura, un objeto
    parcialmente cubierto, etc.), en este caso debe avisarse al
    forense, permitirle observar todos los particulares que él
    considere, fijar fotograficamente el cadáver y solo
    entonces realizar la movilización mínima necesaria
    mientras el médico espera su turno de trabajar.

    Como resumen queremos decir que debe comprenderse que el
    lugar del hecho debe ser trabajado en equipo, por fases y que el
    médico puede ser el último perito en realizar su
    trabajo, pero nada justifica que se movilice al cadáver
    sin avisar antes, aspecto este que debe ser cuidado por todos,
    pero particularmente por el médico mismo. La autoridad que
    estipula la Ley (instructores policiales, fiscales) tienen
    competencia para designar al perito médico y para decirle
    en que momento particular desarrollará su pericia, pero no
    para indicar como debe hacerla, aspecto este que solo decide el
    forense.

    QUE NO DEBE HACERSE EN EL LUGAR DEL
    HECHO

    • Romper la preservación pasando o permaneciendo
      en la zona restringida sin una razón impostergable y
      debidamente autorizado.
    • Si se está trabajando en la zona delimitada:
      No fumar, no peinarse, no escupir, conversar el mínimo
      indispensable.
    • Actuar expontaneamente sin haber sido requerido o en
      un momento en que no se le haya indicado.
    • Hacer comentarios sobre el trabajo que se realiza y
      que pueden ser escuchados por personas presentes ajenas al
      equipo de trabajo o que adelanten conclusiones de las que no se
      tenga certeza.

    LA
    INFORMACIÓN VERBAL QUE SE OBTIENE
    INICIALMENTE

    Siempre que se comienza a trabajar un caso de homicidio
    o asesinato existen muchos curiosos, no falta quién
    esté dispuesto a brindar información, pero sobre
    todas las cosas, todos quieren obtener información. Esto
    nos obliga a pensar en que tenemos muchos voluntarios aparentes
    para colaborar pero lejos de estar dispuestos a brindar
    información lo que buscan es un intercambio de esta,
    malintencionado o simplemente por curiosidad morbosa para luego
    sentirse importante divulgando lo que conoce. Si el lector no
    tiene la experiencia, puede realizar el experimento de pasar a un
    curioso a alguna zona restringida del lugar del hecho para
    interrogarlo, verá que su interrogado tendrá la
    atención tan dispersa en todo lo que lo
    rodea que le cuesta trabajo concentrarse en las preguntas que se
    le hacen.

    Si a lo expuesto en el párrafo
    anterior, añadimos que la ocurrencia de un hecho como el
    que nos ocupa es el producto de una relación interpersonal
    previa, se comprende el hecho frecuente de que el autor o a
    alguno de los implicados en el hecho se encuentre entre los
    curiosos que invaden el lugar del suceso, llegando incluso a
    ocurrir que se instale un puesto de mando en la casa del comisor
    del delito.

    El médico forense durante su trabajo puede
    tropezar con interrogantes propias de su especialidad que no
    pueden ser esclarecidas por las autoridades policiacas que
    brindan los antecedentes por que sencillamente no se les puede
    ocurrir indagar al respecto, pero los médicos no tienen la
    formación profesional necesaria para manejar entrevistas
    del tipo que se requiere y que no se parecen para nada a la
    relación normal médico-paciente.

    Por otra parte, desde el mismo momento en que se tiene
    conocimiento
    de un caso de homicidio o asesinato, se desencadenan una serie de
    acciones policiales que incluyen entrevistas a testigos,
    caracterización de personas, trabajos de
    penetración y otros de probada eficacia para la
    obtención de información y verificación de
    la misma.

    De lo dicho hasta el momento se comprende que el
    médico tenga preguntas que hacer durante el primer ataque
    en el lugar de los hechos, pero esta necesidad lleva el peligro
    implícito de que con las mejores intenciones del perito,
    transmita sus dudas a una persona muy receptiva y no bien
    intencionada; por lo que afirmamos que lo ideal es que el
    médico evacue sus dudas primero con el instructor policial
    y el oficial operativo y excepcionalmente entreviste personas por
    cuenta propia, pero si va a hacerlo, debe realizar preguntas con
    astucia, preferentemente dentro de otras sin interés y que
    desvíen la atención del entrevistado hacia aspectos
    banales y nunca sin contar antes con el resto de los colegas que
    si tienen formación académica y/o experiencia
    empírica en técnicas de interrogatorio.

    Ni decir que es un error craso hacer empatía con
    el interrogado y pretender un rapport basado en el intercambio de
    información entre iguales o de forma
    interactiva.

    ASPECTOS
    MÍNIMOS INDISPENSABLES QUE DEBE ESCLARECERSE EL
    MÉDICO ANTES O DURANTE EL LEVANTAMIENTO DEL
    CADÁVER

    • Si está detenido el autor y si ha sido
      interrogado.
    • Enfermedades padecidas por el que resultó
      occiso.
    • Tratamientos médicos recibidos.
    • Síntomas aquejados en los últimos
      tiempos.
    • Cambios en sus conductas habituales.
    • Cuando fue visto por última vez.
    • Últimas acciones realizadas por la
      víctima.
    • Conviventes y familiares allegados.
    • Modo y nivel de vida.
    • Aspectos muy generales sobre su vida
      sexual.
    • Actividad económica lícita e
      ilícita de la víctima.
    • Toxicomanías y dependencias.
    • Círculo de amistades y papel que
      desempeñaba dentro del mismo.

    ASPECTOS QUE VICIAN LA INFORMACIÓN Y NO TIENEN
    PRIORIDAD PARA EL MÉDICO FORENSE

    • Dudas sobre una evolución clínica o diagnóstico de enfermedad.
    • Suspicacias infundadas sobre enfermos a los que
      la familia
      no brinda la atención esperada.
    • Otros derivados de intereses ajenos a los problemas
      judiciales.

    EL
    ESTUDIO DEL CADÁVER:

    EXAMEN DEL VESTUARIO

    El examen del vestuario de una víctima de
    homicidio o asesinato no es incumbencia exclusiva del
    médico, existen indicios en la ropa que le interesan
    además a otros peritos ajenos a la medicina. Si bien en el
    estudio del lugar de los hechos, el forense debe velar por que
    los demás peritos hagan su trabajo sin modificarle el
    cadáver, con el vestuario por el contrario, el
    médico es el primero en manipularlo y deberá tener
    el cuidado de no entorpecer otras pericias que se realicen
    posteriormente.

    El examen médico del vestuario en el lugar de los
    hechos no será conclusivo, pues se tendrá la
    oportunidad de un mayor detalle cuando se llegue al salón
    de necropsias, por lo que es importante obtener
    información cuidando de otros aspectos como el pudor de
    las personas presentes y observando respeto al que
    fue persona y no retirar las prendas, describir la
    extensión y localización de máculas y
    desgarros, cuidando no añadir otros durante la
    manipulación y traslado del cadáver, Observar y
    describir alteraciones de la ropa y su relación con
    violencias en el cadáver que puedan perderse con el
    cambio de
    posición del mismo.

    Observar las tallas de las prendas de ropa puede
    resultar importante después de haber comenzado la fase
    enfisematosa de la putrefacción, pues puede brindar
    información sobre la complexión de la
    víctima, la que se pierde por el aumento de tamaño
    que provocan los gases
    putrefactivos en los tejidos blandos.

    QUE NO SE DEBE HACER CON RELACIÓN AL
    VESTUARIO

    • Dejar de revisar y vaciar bolsillos, dobleces, falsos
      y costuras.
    • Añadir desgarros para facilitar el acceso a
      partes del cadáver.
    • Añadir máculas por depositar las
      prendas de ropa en superficies sucias o al superponer porciones
      limpias a manchas húmedas.
    • Describir solamente el tipo de prenda y su color.
    • Permitir que se le retire al cadáver alguna
      prenda del vestuario para trasladarlo al laboratorio antes de
      concluir la necropsia.

    IDENTIFICACIÓN

    Una vez ya examinando el cadáver, lo primero que
    tiene que hacer el médico es establecer la individualidad
    de los restos que estudia, siempre expresarse sobre
    características generales como edad, sexo y raza y
    si es posible sobre características individuales como
    tatuajes, cicatrices, nevos o defectos físicos.

    Como en el lugar de los hechos no se deben realizar
    "incisiones u operaciones sobre el cadáver" todas
    las informaciones que se manejen deben ser consideradas "a
    priori
    " y no conclusivas y deben ser basadas solamente en
    apreciación de elementos somatoscópicos u
    osteoscópicos en casos de reducción
    esquelética.

    DETERMINACIÓN DEL SEXO

    La determinación de género
    debe realizarse solamente observando los genitales externos y los
    caracteres sexuales secundarios; en casos de restos óseos
    no es recomendable pronunciarse categoricamente en el lugar,
    hasta tanto no se practiquen técnicas
    osteométricas, aún cuando el perito tenga amplia
    experiencia en antropología forense y considerando que
    deben tenerse en cuenta varios indicadores
    que pueden cambiar con la raza, el biotipo o la edad.

    No siempre puede hacerse la determinación en el
    lugar del suceso y no tiene rigor científico una
    determinación del sexo basada en el vestuario u otras
    consideraciones ajenas a lo dicho hasta el momento.

    DETERMINACIÓN DE LA RAZA

    El tema de las razas humanas ha sido tan polémico
    y tan manipulado, tanto por criterios pseudo científicos y
    supremacistas como por las posiciones reactivas y contrarias, que
    aun contando con toda la información que pueda obtenerse
    sobre un sujeto determinado, resulta difícil clasificarlo
    atendiendo a los muchos criterios existentes y al mestizaje que
    se observa en casi todas las poblaciones. Queriendo aclarar por
    nuestra parte que vemos las clasificaciones de raza más
    como ideales que como reales.

    No obstante lo dicho, puede plantearse que hay al menos,
    tres grupos generales
    de razas humanas los europoides, los negroides, y los mongoloides
    y que en el mestizaje entre ellos, predomina en una persona en
    particular, los rasgos somatoscópicos más
    frecuentes de uno de los grupos sobre los restantes. Por lo que
    en términos generales consideramos acertado plantear, que
    se puede decir que un cadáver perteneció a un
    individuo de alguno de los tres grupos raciales o que en
    él se aprecia un mestizaje entre determinados grupos y que
    este mestizaje se puede describir nombrando primero al grupo que
    predomine y después al o los secundarios

    Las características generales de los tres grupos
    y siguiendo los criterios de Nesturj (1) son los
    siguientes:

    Raza negroide: Color
    oscuro de la piel, del
    cabello y del iris de los ojos, cabello ensortijado u ondulado;
    el vello del cuerpo y de la cara por lo común muy
    débil, poca anchura cigomática de la cara; nariz
    pequeña y de anchas alas, con posición más o
    menos transversal de las ventanas de la nariz; prognatismo,
    labios gruesos el superior algo prominente, boca ancha,
    extremidades inferiores largas.

    Raza europoide:
    Color de piel claro, cabello lacio de color rubio a negro,
    vello del cuerpo y de la cara espeso; frente ancha o ligeramente
    deprimida, cara ortognata, pómulos poco salientes, ojos
    horizontales, nariz estrecha, de raíz alta; labios
    delgados, ventanas de la nariz con los orificios nasales hacia
    abajo, mentón delgado o pronunciado.

    Raza mongoloide: Tez
    clara o bronceada con matiz amarillo o amarillo-pardo; cabello
    recto y rígido de color negro, vello de la cara escaso y
    tardío y del cuerpo casi nulo, cara grande medianamente
    prognata, pómulos pronunciados, abertura parpebral
    estrecha con el ángulo externo más alto que el
    interno, pliegue del párpado superior muy desarrollado;
    presencia de epicanto (el pliegue superior cubre la
    glándula lagrimal
    ), nariz de anchura mediana, poco
    saliente y de dorso alto, alas de la nariz de posición
    media.

    1. Nesturj M.F. Las razas humanas. Ed.
      Progreso. Moscú. P:18-29.

    DETERMINACIÓN DE LA EDAD

    Para la determinación de la edad y siguiendo el
    principio de que hacer y que no, en el trabajo en el lugar de los
    hechos, es indispensable pronunciarse con relación a un
    rango, ya que resulta muy difícil establecer la edad
    exacta que tiene una persona en particular y con los recursos de que
    se dispone durante un levantamiento de cadáver, esta
    dificultad se crece.

    En el presente acápite nos proponemos brindar el
    mínimo de los elementos que se deben tener en cuenta para
    establecer estos rangos.

    En fetos y recién
    nacidos:
    Con relación a estos, creemos
    prudente en el lugar de los hechos, referirnos solamente al grado
    de madurez fetal, pudiéndose solo afirmar si se trata de
    un producto de la concepción a término o no y no si
    trata de un feto o un
    recién nacido, hasta tanto se practiquen las docimasias
    fetales y se exploren los puntos de osificación,
    considerando como signos de
    madurez: El color rosa pálido de la piel con un
    panículo adiposo abundantemente desarrollado, sin
    presencia de arrugas en la cara, piel recubierta por unto
    sebáceo, cráneo recubierto de cabellos gruesos, de
    por lo menos 2 cm. de longitud; glándulas sebáceas
    ocluidas persistiendo solo en la piel del dorso de la nariz; los
    cartílagos nasales y auriculares forman un armazón
    sólido; las uñas son duras y las de las manos
    rebasan el borde de los dedos; el anillo umbilical se encuentra
    en el centro del cuerpo o ligeramente por debajo del mismo. En
    los varones los escrotos aparecen rojos y arrugados y se palpan
    los testículos
    en su interior y en las hembras los labios mayores cubren los
    menores y el clítoris.

    Las fontanelas en el producto a término,
    están abiertas en el caso de la anterior (2,5 cm. en
    ambos sentidos
    ),la posterior muy estrecha y cerradas las
    laterales.

    En niños y
    adolescentes:
    El desarrollo
    dentario del niño es un indicador confiable para
    determinar la edad, pero esta afirmación se hace
    más útil si consideramos que durante el
    levantamiento de cadáver estamos privados de un análisis pondoestatural ni
    radiográfico.

    La dentición temporal comienza alrededor de los 6
    meses de vida, con la aparición de los incisivos centrales
    inferiores, al año los niños tienen 6 piezas
    dentárias, a los 2 años tienen 18. La
    fórmula de 24 piezas se observa en el niño entre
    los 6 y los 12 años, la de 28 entre los 12 y 18
    años y al encontrar la fórmula adulta de 32 piezas,
    se puede afirmar que el cadáver en cuestión tiene
    más de 18 años.

    Otro indicador a tener en cuenta son los criterios de
    Tanner (1) para el desarrollo genital en los varones:

    1. Tipo prepuberal con genitales de aspecto infantil:
      Hasta los 12 años.
    2. Aumento de tamaño de los testículos y
      el escroto, con poco desarrollo del pene; la piel del escroto
      forma pliegues: 12-14 años.
    3. Aumento de tamaño de escroto y
      testículos con elongación del pene: 14-15
      años.
    4. Se oscurece la piel del escroto. Los genitales
      parecen grandes en comparación con otras partes
      corporales: 15-17 años.
    5. Aspecto adulto: Más de 17
      años.

    Para las hembras se pueden tener en cuenta los criterios
    de Stratz (2) para el desarrollo mamario

    1. La areola se encuentra al nivel de la piel y solo el
      pezón está elevado: 10-12
      años.
    2. El pezón y la areola están elevados:
      11-12 años.
    3. Mama primaria (la areola hace relieve
      sobre la mama): 12-15 años.
    4. Mama secundaria (areola marcada solo por
      pigmentación, solo el pezón hace relieve):
      Más de 15 años.
    1. Pospisil M. Manual de
      prácticas de Antropología física. Ed. Nac. de
      Cuba. C. de la Habana. 1965. P: 186.
    2. Op.Cit. p: 160.

    Determinación de edad en
    adultos:
    Esta determinación debe hacerse
    sin seguir un solo carácter y considerando al mismo tiempo,
    variedad de indicadores, de los que pasamos a enunciar los
    más simples y que pueden apreciarse sin ninguna
    manipulación excepcional del cadáver.

    Desgaste de la superficie oclusal de los dientes: A
    pesar de que existen tablas para determinar la edad atendiendo a
    los cambios fisiológicos que sufre la dentición con
    el transcurso de los años, de forma muy general puede
    decirse que antes de los 30 años la superficie oclusal del
    diente es del mismo color que el resto de la pieza, de 30 a 40
    años, el desgaste del esmalte aporta un color amarillo,
    entre 40 y 50 el desgaste llega a la dentina dando un color
    carmelita y después de los 60 se ve el color negro de la
    pulpa.

    Trastornos de la córnea: Si tenemos en cuenta que
    la deshidratación de la córnea le confiere un color
    opaco en cadáveres con los ojos abiertos y en corrientes
    de aire, en los
    casos en que la cornea aún se mantenga transparente se
    puede apreciar el arco senil que aparece alrededor de los 60
    años.

    Arrugas de la cara: Las arrugas aparecen más
    rápido en la piel seca y se retardan en los cutis grasos,
    aparece primero la arruga pre-auricular a los 30 años y en
    el ángulo externo de los ojos a los 35.

    La aparición de la canicie comienza por los
    temporales después de los 35 años y después
    de los 60 aparecen en el pubis y las piernas.

    Los trastornos tróficos de la piel hacen aparecer
    manchas hipercrómicas en el dorso de las manos
    después de los 60 años.

    Después de los 45 años se desarrolla un
    ramillete de pelos en la porción interna del
    trago.

    DETERMINACIÓN DE LA DATA DE LA
    MUERTE

    La determinación de la data de la muerte en el
    lugar de los hechos no debe darse como conclusiva sino solamente
    como un dato preliminar. Téngase en cuenta que con una
    sola evaluación
    se hará una apreciación transversal de un proceso
    que está constituido por aspectos multifactoriales, los
    cuales a su vez pueden ser modificados por múltiples
    variables difíciles de cuantificar (estado nutricional
    de la víctima, esfuerzos físicos realizados,
    temperatura,
    humedad, etc
    .) y si se tiene en cuenta que durante el acto de
    la necropsia se podrá repetir la evaluación, se
    podrán superponer entonces los dos rangos calculados
    (el primero durante el levantamiento y el segundo durante la
    necropsia, la que se realiza habitualmente, al menos una hora
    después
    ) y así obtener un rango de
    cálculo para la data de la muerte más
    estrecho.

    Equivalente a lo dicho para el cálculo de la
    edad, en la determinación de la data de la muerte deben
    explorarse varios indicadores y hacerse un criterio basado en la
    totalidad de la información no dejándose llevar por
    la constatación de un solo signo.

    Seguidamente expondremos el mínimo de los
    elementos a tener en cuenta para establecer un rango de
    ocurrencia en la determinación de la hora en la que
    ocurrió la defunción.

    Muerte reciente (menos de 24
    horas
    ):

    Enfriamiento cadavérico: Este ocurre al
    extinguirse los procesos
    exotérmicos del organismo, inicialmente se demora en
    hacerse evidente por que al enfriarse primero las porciones
    más superficiales del cuerpo, la pérdida de
    calor es
    compensada por las porciones subyacentes y solo se percibe cuando
    esta pérdida llega el eje central del cuerpo del
    cadáver.

    El enfriamiento cadavérico se retarda por aumento
    de la temperatura ambiental y viceversa y es inversamente
    proporcional al diámetro del cuerpo (ocurre primero en
    los delgados que en los gruesos
    ). El enfriamiento del
    cadáver se acelera también proporcionalmente a la
    humedad y a la ventilación.

    Aparece inicialmente en las porciones distales (manos
    y pies
    ) por lo general alrededor de las 2 horas, se hace
    evidente entre las 8 y las 12 horas y se terminan de igualar la
    temperatura corporal y la ambiental a las 24 horas.

    No recomendamos la toma de la temperatura en el lugar de
    los hechos por que el trabajo y la pérdida de tiempo que
    implica, no se ve recompensado por el resultado; existiendo en la
    actualidad otras pericias médicas de mayor confiabilidad
    que podrán emprenderse posteriormente si así se
    requiriera.

    Livideces
    cadavéricas:
    Aparecen al cesar la
    circulación cardiaca y la sangre llenar los
    capilares por efecto de la gravedad.

    Se inician como pequeñas manchas en la
    región posterior del cuello (cuando el cadáver
    está en decúbito supino
    ) entre los 20 y los 40
    minutos de ocurrida la muerte y empiezan o confluir alrededor de
    las 2 horas; en el resto del cadáver aparecen entre las 3
    y las 5 horas y se hacen fijas a las 12 horas (no desaparecen
    al ser comprimidas con el dedo
    ).

    Antes de hacerse fijas las livideces, pueden cambiar si
    se cambian los planos declive,pero una vez impregnados los
    tejidos por la extravasación de los pigmentos, si se
    cambia al cadáver aparecen livideces nuevas sin
    desaparecer las antiguas (entre las 10 y 12 horas, hasta las
    24
    ).

    Lo dicho obliga a observar las livideces en el lugar de
    los hechos comparándolas con los planos declive; pero
    obliga también a fijar su localización aunque sea
    descriptivamente por que pueden cambiar durante la
    movilización y transporte del
    cadáver.

    Rigidez cadavérica:
    Aparece por cambios bioquímicos ocurridos a los
    músculos del cadáver y a los efectos de su
    constatación se divide en tres fases:

    • Instauración: Puede
      vencerse la rigidez, al manipularlo el músculo se pone
      flácido y después nuevamente se contrae (esta
      fase comienza alrededor de las 3 horas
      ).
    • Estado: La
      rigidez es invencible y solo se cambia la posición del
      cadáver por desgarros y fracturas.
    • Resolución: La rigidez se
      vence pero después el músculo no la recupera
      (esta fase desaparece con la
      putrefacción
      ).

    En los niños, ancianos y desnutridos la rigidez
    es precoz, débil y de poca duración, en
    cadáveres de sujetos atléticos es tardía,
    intensa y prolongada.

    Respuesta supravital a la
    estimulación mecánica de los músculos:

    Es un fenómeno vital que se va perdiendo una vez
    ocurrida la muerte, desaparece a las 6-8 horas de su
    ocurrencia.

    Muerte tardía (más de
    24 horas
    ):

    La muerte tardía está marcada por el
    comienzo de la putrefacción y esta ocurre por el efecto
    destructivo de las bacterias que
    existen en el organismo y las que van apareciendo al modificarse
    el medio interno del cadáver; se divide en cuatro periodos
    bien diferenciados, que van apareciendo con superposición
    de elementos constitutivos (no tiene que desaparecer un
    periodo para aparecer el otro
    ).

    • Periodo
      cromático
      :
      Coloración verde a pardo-negruzca que comienza en
      la fosa ilíaca a las 24 horas y se va extendiendo a todo
      el cadáver, en ahogados y recién nacidos comienza
      rodeando la boca.
    • Periodo
      enfisematoso
      :
      Acúmulo de gases que invade todos los tejidos
      (protusión de los ojos, proyección de la
      lengua,
      distensión del tórax y el abdomen, aumento de
      tamaño de los testículos y red venosa superficial
      visible
      ); alcanza su expresión máxima a las
      72 horas, puede comenzar a las 24-48 horas en dependencia de
      las condiciones del lugar.
    • Periodo
      colicuativo
      :
      Aparecen las flictenas putrefactivas con desprendimiento
      de la epidermis y las uñas, los gases se van escapando y
      el cadáver pierde el aspecto macrosómico, se hunden los ojos y se
      aplastan las alas de la nariz, todos los órganos
      reblandecidos dejan escapar una serosidad sucia. Aparece
      alrededor del 10mo día, pero en cadáveres en
      el agua, el
      desprendimiento epidérmico ocurre el 4to
      día.
    • Periodo de reducción
      esquelética
      : Comienza alrededor de los
      8-10 meses, se pierden las partes blandas y se desinsertan los
      huesos, dura
      hasta los 2-3 años.

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