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Que dicen los expertos en Mejora Empresarial y Desarrollo Organizacional



    Abstract de una Jornada posterior al
    Congreso de Desarrollo
    Organizacional a cargo de Eric Gaynor Butterfield realizado
    en Trelew, Argentina en septiembre de 1997 –

    Una de las preguntas que más compartían
    con nosotros los participantes en el Congreso de Desarrollo
    Organizacional tenía que ver con la variable Cambio. Otro
    aspecto interesante y que fue razón de mucho debate se
    vincula con "qué necesidad existe de visualizar un
    escenario futuro preferido cuando el actual es satisfactorio" y
    un área de abierta discusión ha tenido que ver con
    "porqué es tan importante la adversidad".

    A los ojos de la inmensa mayoría de los
    participantes la Argentina en general se encontraba en una etapa
    donde alguien ha llegado a definir como de "resurgimiento" y con
    un alto potencial de crecimiento como resultado de la perspectiva
    de ampliar los mercados. Ahora,
    en la mente de muchos argentinos tenemos a nuestra
    disposición un mercado global
    que multiplica nuestro actual mercado local
    varias veces, y particular atención se prestaba a las posibilidades de
    nuestro vecino país Brasil.

    Los gobernantes en los distintos países de
    Latinoamérica – impulsados
    posiblemente en gran medida por lo que estaba sucediendo en los
    países más desarrollados económicamente
    – decidieron participar del proceso de
    globalización que suponía acceder a
    un mercado de tipo ilimitado. Lo que sucede es que quizás
    no han podido distinguir respecto de los que impulsaron
    originalmente la medida y las razones que ellos tuvieron que a
    veces pueden o no coincidir con las de aquellos países
    – menos desarrollados – que se sumaron más
    tarde. ¿Qué es lo que ha pasado hace unos 2.000
    años atrás? Creemos que es bueno tenerlo en cuenta,
    aunque las implicancias ahora ya están en
    vigor.

    Hace dos milenios el emperador romano Augustus
    consideró su intención de capturar otros mercados
    "fuera de sus fronteras" a diferencia de la política (local) de
    otro emperador romano, en este caso Adriano. Este último
    prefirió cerrar las fronteras de Roma. Augustus
    estaba fuertemente tentado por las sabinas, las mujeres de otros,
    lo que por supuesto era alcanzable. Pero a veces el precio de
    ellas tiene que ver con "perder a las propias". Con la
    globalización se presenta un fenómeno similar;
    nos encontramos tentados de un mercado global enorme sin a veces
    tener en cuenta lo que puede pasar con nuestro propio
    mercado.

    En esta corta Jornada nos encontramos con más
    personas empresarias y emprendedoras en proporción al
    total de participantes en comparación con aquellos que
    atendieron el Congreso, de modo que vamos a esforzarnos en bajar
    a tierra algunos
    conceptos para explorar la aplicabilidad de los mismos en manos
    de empresarios. En principio queremos aclarar que lo que
    está pasando en cuanto a cambio, es solamente la punta del
    ovillo y sería bueno que tengamos esta apreciación
    en cuenta. La globalización tecnológica, comercial
    y financiera representa un poderoso mecanismo que ha de producir
    grandes transformaciones y mucho más allá de la que
    estamos viviendo, por supuesto.

    Posiblemente estemos viviendo solamente el inicio de un
    cambio que por lo general se produce con manifestaciones muy
    bajas que no siempre son percibidas totalmente, algo parecido a
    lo que sucede con las imperceptibles y pequeñas olas en la
    playa pero que dan origen a olas muy grandes en la
    rompiente.

    Las empresas pueden
    acomodarse bastante bien a las pequeñas olas de la playa
    puesto que tienen mayores facilidades para acomodarse pero no les
    resulta tan fácil hacerlo con las olas de la rompiente.
    Aquellos que han visto la película "El Naúfrago"
    pueden dar muestra de ello.
    Charles R. Darwin ("Origen
    de las Especies" – 1859) destaca desde hace muchos
    años que cuando la tasa de cambio se ve modificada de
    manera drástica los mecanismos habituales que tienen las
    personas a su disposición en materia tanto
    de acomodación, adaptación y asimilación
    pueden llegar a ser insuficientes.

    Para comprender que es lo que dicen los expertos en
    materia de Mejora Empresarial y Desarrollo Organizacional debemos
    introducirnos algo más en la comprensión de este
    fenómeno tan relevante para la supervivencia y crecimiento
    de las empresas, que resulta ser el cambio. De una manera
    sencilla podemos decir que el cambio representa un proceso por el
    cual nos distanciamos del statu quo; nos alejamos de un escenario
    actual donde podemos – o no – sentirnos relativamente
    cómodos – hacia un nuevo escenario que visualizamos
    como más positivo o preferido. Implica la necesidad
    imperiosa de modificar nuestra visión, redefinir nuestra
    misión
    y alterar los objetivos y
    procesos. Todo
    esto lo pueden "pensar y decir" los líderes con capacidad
    de cuestionamiento respecto de lo que está sucediendo,
    pero lo que sucede es que los líderes necesitan que
    alguien implementa y "haga" las cosas distinto de lo que
    están haciendo hasta este momento.

    Este gran número de personas que deben cambiar
    ahora no solamente sus actitudes sino
    también sus comportamientos, por lo general se siente muy
    confortable en lo que llamamos la "zona de comodidad". Hasta
    ahora, y debido a todo lo que han ido aprendiendo y pagando un
    precio por ello tal cual ellos lo perciben, han aprendido una
    "mejor y más efectiva manera de hacer las cosas". Mas
    aún, han sido "maestros" en cuanto a que esta manera mejor
    y más efectiva de hacer las cosas sea también
    compatible "con los intereses y conveniencias de ellos".
    ¿Cómo lidia tradicionalmente la dirección de la empresa u
    organización con éste tipo de
    fenómeno? Muy simple: toman gerentes bajo la
    concepción de que los gerentes han de ser capaces de
    articular las "ideas" que tienen los líderes en sus
    cabezas (metafóricamente ya que en realidad está en
    sus mentes) y estos gerentes han de conseguir que las personas
    "hagan" las cosas de acuerdo a lo previsto desde la
    cúspide.

    Algunos consultores y expertos en Mejora Empresarial y
    Desarrollo Organizacional llamaron a esta "Best Practice" con el
    nombre de "Alineamiento". Ahora bien, todos ustedes o por lo
    menos la inmensa mayoría de ustedes como empresarios y
    propietarios de empresas cuentan con gerentes o supervisores o
    encargados en los niveles intermedios de sus empresas.
    ¿Podrían decirme cuál es el éxito
    que logran a través de sus gerentes, supervisores y
    encargados en cuanto a que se hagan las cosas como Ustedes
    quieren o ustedes han planeado?

    Y fíjense que aquí estamos hablando que se
    hagan las cosas "de manera repetitiva" en base a lo que ustedes
    como líderes han planificado que se hagan. Es decir, bajo
    el no-cambio, con rutinas establecidas, con personas que tienen
    asignados roles puntuales, con procesos claramente descriptos,
    con productos
    establecidos que no se modifican y con un mundo de acciones
    diarias que NO se modifican, así y todo usted ya sabe que
    las cosas NO se están haciendo de acuerdo con como usted
    como empresario lo
    ha planeado.

    Lo que estamos diciendo es que bajo el escenario actual,
    con una estructura
    organizativa que tiene años de vigencia, con todo el
    conocimiento que tienen los miembros organizacionales, con
    productos repetitivos que venimos fabricando y comercializando
    por años, así y todo si nos dedicamos a reflexionar
    solamente un par de segundos, encontramos que no estamos haciendo
    todo de la mejor manera. Es decir que lo que realmente existe
    ahora, ante el no-cambio y la tranquilidad, y un contexto
    estable, y sin cambios en las reglas de juego desde
    fuera de la empresa, todo
    ello no nos garantiza que estemos haciendo las cosas de lo mejor.
    ¿Y como es esto posible? Se pueden buscar muchas
    explicaciones y hay una de ellas que no queremos dejar pasar por
    alto y que tiene que ver con la variable "tiempo". Con
    el tiempo todo, absolutamente todo, puede deteriorarse de una
    manera casi natural.

    Tomemos a título de ejemplo de las distintas
    implicancias del cambio lo que ha de pasar con esta naranja que
    yo coloco en este momento sobre el escritorio. Si la dejo a la
    naranja quieta, sin moverla, y por muchos días con toda
    seguridad se ha
    de comenzar a pudrir en la parte que tiene contacto con la
    madera de este
    escritorio (algo similar sucede con la madera del escritorio pero
    resulta que es más imperceptible ante nuestros
    ojos).

    Puedo encontrar una solución parcial a este
    problema y es algo que hacemos frecuentemente cuando posamos
    fruta sobre un recipiente por cierto tiempo. Para evitar que se
    pudra a partir de la parte inferior, las damos vuelta. Las
    ponemos en movimiento
    cambiando su posición original. Esto por supuesto lo
    podemos hacer por cierto tiempo, y no de manera alguna por tiempo
    indefinido. Podemos decir que estamos ante la presencia de
    cambios (de posición solamente) que se asemejan a lo que
    podemos llamar cambios transicionales.

    Los cambios transicionales son los que la mayor parte de
    las empresas han venido desarrollando por muchos años en
    sus intentos de acomodarse a nuevas situaciones. Pero como hemos
    visto con el simple ejemplo de la naranja los cambios de
    posición de la misma, no son suficientes para conservarlo
    por mucho tiempo más en buen estado.
    ¿Qué podemos hacer entonces? Podemos crear un nuevo
    escenario distinto del actual.

    Bastante distinto ya que en lugar de colocar la naranja
    sobre el escritorio resulta que ahora la introducimos en un
    habitáculo donde existe cierto ambiente
    refrigerado a una temperatura
    que hemos anticipado como la más conveniente, que recibe
    el nombre de refrigeradora. Y colocamos allí a nuestra
    naranja. Esto nos hace extender la vida útil de nuestra
    naranja mucho más allá de la naranja que
    habíamos colocado sobre este escritorio. Y también
    podemos extender aún más la existencia sana de una
    naranja haciendo uso de lo que hemos aprendido en cuanto a
    congelar en lugar de refrigerar. Es por ello que a estos nuevos
    diseños ya no los llamamos por el nombre de refrigeradora
    sino por la denominación de conservadora. Y podemos
    extender la vida de esta y muchas naranjas más en este
    nuevo mobiliario hasta en porcentajes superiores al 1000 por
    ciento de la situación original.

    En todos los casos nosotros hemos estado moviendo las
    naranjas, primero cambiando la posición de la misma que
    estaba sobre el escritorio pero luego hemos hecho uso de otras
    opciones realizando un cambio mayor. Estos cambios mayores cuando
    ganan en intensidad y en complejidad pueden recibir el nombre de
    cambios transformacionales. Y cuando nuestras empresas ya no
    pueden operar simplemente porque lo que nosotros teníamos
    previsto es alterado por las fuerzas del contexto, debemos
    entonces prepararnos para introducir cambios
    transformacionales.

    Ahora bien ¿Qué es lo que hacen las
    personas que están acostumbradas en una empresa a
    cambiar de posición a la naranja cada dos o tres
    días para que no se pudra cuando le decimos que la ponga
    en la refrigeradora? ¿Cómo creen ustedes que ellos
    han de responder ante esta "idea" que llega desde la
    cúspide de la
    organización. ¿Y que piensan respecto de
    cómo han de responder los gerentes cuando desde la
    cúspide se decide comprar una refrigeradora y una
    congeladora en lugar de tener a muchas personas que cada tanto se
    dedican a dar cierto movimiento a las naranjas?

    Aquí debemos hacer mención especial a la
    existencia de un fenómeno que muchas veces ha pasado
    desapercibido por muchos líderes y también por
    consultores. Es bueno que tanto aquellos que lidian con los
    problemas
    diarios de la empresa como también aquellos que debieran
    tener una perspectiva distinta, tengan en cuenta si la empresa u
    organización está funcionando bajo el mecanismo que
    hemos denominado "consenso hacia abajo" o "hacia arriba". Eric
    Gaynor Butterfield ha encontrado evidencia donde se muestra que
    muchas empresas eligen entre estas dos opciones principales,
    especialmente dentro de las culturas latinoamericanas. Se ha
    encontrado con que en intervenciones de consultoría donde se propone "ascensos" de
    personal
    algunos de ellos prefieren mantenerse en sus posiciones
    habituales (que son inferiores a las propuestas). Y cuando sucede
    este tipo de fenómeno es posible que nos encontremos con
    una empresa con consenso hacia abajo.

    Los especialistas en nuevas y mejores
    metodologías para implementar cambios como es el caso de
    aquellos que introducen mejoras a través de un nuevo
    software se
    encuentran con un dilema interesante ante la propuesta de cambio
    o mejora que realizan ante la alta dirección. Esta alta
    dirección después de escuchar la propuesta
    envía la misma al responsable del sector o unidad donde el
    cambio sería posible de aplicar con la nueva herramienta
    tecnológica. Y ésta práctica muchas veces es
    la que justamente frena e impide el cambio pues la
    implantación de un nuevo sistema no
    solamente le ha de cambiar la vida al personal de ese
    departamento sino también y de manera especial al propio
    gerente.

    El gerente está en su "zona de comodidad" y no
    quiere por lo general recibir olas nuevas porque ya ha aprendido
    a lidiar con los problemas y ha transformado de a poco a las olas
    de las rompientes en olas de playa. Más aún, muchos
    de ellos se han dedicado a eliminar a aquellas personas que traen
    ideas innovadoras; por lo general, a éstas personas
    creativas los gerentes pueden crearles denominaciones muy
    especiales.

    En lugar de manifestar que son creativos y que tienen
    ideas innovadoras, es bastante común que el gerente se
    refiera a ellos como personas "que se apartan del resto y parece
    ser que no son buenos para trabajar en equipo". Por lo tanto, la
    empresa sigue teniendo personas que – cada tanto –
    siguen cambiando de posición a las naranjas.

    ¿Cuánto sabes respecto de cambio?
    ¿Cuánto sabemos respecto de cambio de
    comportamientos? ¿Cuánto recursos y tiempo
    dedican las mejores universidades para enseñar a sus
    profesionales diplomados a lidiar eficazmente con el cambio?
    Especialmente dentro de las culturas latinoamericanas no se ve
    mucho de ello. Más aún, es posible que para aprobar
    un examen en la Universidad uno
    tenga que "dedicar más tiempo a lo que el profesor
    quiere escuchar como respuesta correcta" que a profundizar en los
    conocimientos respecto de otras opciones y enfoques disponibles.
    Resulta fascinante que en las mejores Universidades en
    Latinoamérica a veces lo aprendido a nivel de
    Licenciaturas y Master´s sea profundizado aún
    más a nivel de los doctorados, fortaleciendo en mayor
    medida lo aprendido en la maestría. No todos los programas de
    doctorado en las mejores Universidades dedican esfuerzos hacia
    cuestionar lo que los Master´s habían aprendido
    anteriormente.

    En muchas casas de altos estudios las tesis
    están mucho más cerca de ser monografías que
    tesis. Se ha dado un fenómeno fascinante en algunas
    Universidades donde encontramos "tesis" que no hacen referencia a
    las hipótesis básicas a ser tenidas en
    cuenta. De modo que no nos quejemos si las personas en el
    ámbito de trabajo no
    están dispuestas a cambiar, puesto que muchos años
    antes de trabajar estas mismas personas han estado expuestas
    – muy posiblemente – a un patrón de aprendizaje
    más de tipo autoritario tanto dentro del ámbito de
    la familia
    como de lo educativo.

    El cambio transformacional es indispensable en estos
    tiempos donde las alteraciones que se presentan desde fuera de
    nuestros cuerpos y desde fuera de nuestras empresas, es realmente
    de tipo dramático. Los cambios transicionales a los que
    nos habíamos acostumbrado y estábamos en
    condiciones de tolerar ahora no resultan suficientes.

    El estrés
    comienza a ser percibido como pequeñas dosis de
    electro-shocks, que inicialmente han sido suaves y van ganando en
    intensidad en algunos momentos y situaciones particulares (ver:
    "Suicidio
    Profesional o Asesinato Organizacional" del Dr. Donald W. Cole y
    Eric Gaynor Butterfield – 2003). El cambio transformacional
    nos obliga a tener presente todos los días que debemos
    tener en cuenta modificaciones en nuestra Visión, en la
    definición de una nueva Misión, en el
    establecimiento de nuevos objetivos con una dirección
    distinta, y con la necesidad de crear – y también
    matar – nuevos productos y servicios.

    Pero esto no lo podemos hacer simplemente porque lo
    tenemos en nuestra cabeza por estar en la cúspide de la
    empresa; esto tiene que ser realizado por otros en sus acciones
    diarias. Y allí es donde comienza uno de los dilemas que
    viven todos los líderes diariamente.

    Una perspectiva interesante y diferente de la que hemos
    mencionado anteriormente respecto de las etapas de cambio y que
    es sumamente útil es la que propone Robert Golembiewski
    ("Ironies in organization Development"; New Brunswick, N.J.:
    Transaction Publishers, 1990). Golembiewski señala la
    existencia de diferentes tasas de cambio las que a su vez pueden
    gestar diferentes tipos de cambio. En primer término
    tenemos el cambio que es denominado "Alfa" donde tanto las
    variables que
    intervienen como así también las diferentes
    mediciones se mantienen constante y por otro lado tenemos el
    cambio "Beta" que se caracteriza por el hecho de que tanto las
    variables como las mediciones se ven modificadas. Finalmente
    tenemos el cambio "Gamma" donde además del cambio "Beta"
    debemos sumarle un cambio de paradigma que
    implica un salto dimensional mayor.

    ¿Cómo podemos visualizar las
    modificaciones que están sucediendo alrededor de nuestras
    empresas para tener mayor conciencia de la
    necesidad de cambiar? Todos ustedes como empresarios y
    emprendedores seguramente han estado comercializando productos
    durante muchos años de modo que puedo tratar de aprender a
    partir de ésta pregunta: ¿Cuántos de ustedes
    comercializan los mismos productos de hace unos 10 o 15
    años atrás? ¿Cuántos de ustedes
    siguen manteniendo el mismo diseño
    para sus negocios y sus
    empresas? ¿Cuántos de ustedes han mantenido
    inalterables como estaban haciendo las cosas? De algo estamos
    seguros: las
    empresas anteriormente se asemejaban en gran medida a una "vaca
    lechera" que producía razonablemente buena leche en el
    orden de unos 23 litros por día.

    Al igual que las vacas lecheras la mayor parte de las
    empresas tenían – y también vivían –
    dentro de un escenario de poco cambio o no-cambio o de cambio
    transicional. Por supuesto que hemos tenido alzas y bajas pero
    era bastante fácil reacomodarse y confrontar las nuevas
    situaciones. Si la vaca dejaba de producir los 23 litros por
    estar enferma, pues entonces traíamos a un veterinario y
    luego de cierto tiempo, relativamente corto, volvíamos a
    la producción de 23 litros por día
    hasta que la vaca ingresara a su fase Terminal.

    Pero ahora no sucede lo mismo. Un negocio puede no ser
    jamás una vaca lechera, ni siquiera desde sus comienzos
    siendo muy joven. Y puede dramáticamente en muy poco
    tiempo estar en una situación casi Terminal. Y el
    veterinario se presenta como un consultor en introducir Mejoras
    Empresariales y Cambio
    Organizacional. Usted se presenta ahora en una
    situación difícil, que no se asemeja a su historia anterior como
    empresario. Incluso en el esquema anterior de cambio transicional
    en lugar de transformacional en el peor de los casos
    después de muchos buenos años de rendimiento de la
    "vaca lechera" uno podía encarar la fase Terminal con
    optimismo consiguiendo recursos como resultado de faenar esa
    vaca.

    Hoy en día usted no sabe si realmente le ha de
    quedar un valor residual
    que alguien está dispuesto a pagar para asumir el control de su
    empresa (existen Bancos y empresas
    que más recientemente han pagado a otros para "salir de su
    negocio").

    Lo que sucede hoy día y que pone al empresario en
    una posición de prestar atención a cambios
    transformacionales tiene que ver con algunas de las conclusiones
    a las que arriba Alvin Toffler ("La creación de una nueva
    civilización", Plaza & Jones , 1995). Toffler sugiere
    que el mundo de las empresas que desea sobrevivir ha de tener que
    lidiar diariamente con la creación de cada vez más
    nuevos productos y servicios. Y el empresario comúnmente
    no tiene en su cabeza que su empresa – que visualiza
    más bien como pequeña o mediana – no tiene
    "los recursos para contar con todo un departamento entero de
    Investigación y Desarrollo".

    Por otro lado no solamente debe contar con más
    productos sino que estos mismos productos deben ganar en variedad
    y finalmente confronta algo que inicialmente percibe como una
    tarea titánica: tener que matar sus propios productos
    nuevos y la variedad de los mismos "antes" de que lo haga la
    competencia. Esto
    no tenía mucho sentido hace un par de décadas
    atrás, pero ahora resulta ser indispensable, y los
    empresarios exitosos deben tenerlo muy presente. Para el
    empresario exitoso "de antes" muchas veces se percibía que
    "el secreto del éxito… es el secreto" (Mateo
    Vaccaro) pero ahora ya no sabe si "su dicho" es correcto. Peter
    Senge ("La Quinta Disciplina";
    Doubleday, 1990) nos hace saber que las empresas "exitosas" se
    caracterizan por el hecho de que los distintos miembros
    organizacionales realicen aportes y contribuciones a su
    organización; y esto es solo posible si comenzamos a
    operar de una manera muy distinta donde compartimos la información y el conocimiento
    dentro de nuestras empresas (la "Best Practice" conocida como
    Knowledge Management es una de ellas).

    Pero ahora nuevamente nos encontramos con que podemos
    estar dispuestos a cambiar, pero: ¿Quién realmente
    quiere impulsar el cambio? Y una pregunta más
    ¿Quién realmente quiere ser el Líder
    que quiere implementarlo? Si actualmente los gerentes perciben
    que se encuentran dentro de una zona de comodidad ¿Por
    qué tendrían que cambiar y acompañar el
    cambio? Además ¿En qué medida han de cambiar
    las consecuencias – y las recompensas – asumiendo que
    el cambio ha sido positivo? Y ¿Quién está
    dispuesto a asumir la responsabilidad del cambio no-efectivo y a pagar
    por las consecuencias negativas de ello? En realidad lo que
    estamos viendo es que tanto nosotros como otros, al percibir que
    estamos dentro de nuestra "zona de comodidad" estamos viviendo un
    fenómeno particular que me gusta definir de ésta
    manera: "La ilusión de que nos va bien". Ya hemos visto en
    el Congreso muchas de las consecuencias fatales que tienen las
    ilusiones en las personas.

    Y aquí es donde comienza a surgir en la cabeza de
    los líderes que tienen la responsabilidad de llevar su
    empresa adelante, la búsqueda de una opción
    adicional cuando se da cuenta que la necesidad de cambio es
    Tranformacional y va más allá de los recursos
    personales que tienen usualmente a su disposición. Se
    habla mucho respecto de lo que los consultores hacen pero no
    siempre las percepciones de las personas concuerdan con lo que
    los consultores hacen. Y menos aún con los procesos que
    desarrollan. Y ni que hablar con las consecuencias y
    resultados… que finalmente son pagados en su inmensa
    mayoría por los empresarios (después de todo, el
    consultor está acostumbrado a percibir honorarios por sus
    servicios, los que muchas veces están estipulados en base
    a las horas trabajadas y no en los resultados
    conseguidos).

    Que ES lo que realmente sabemos del servicio de
    consultoría, y que podemos llegar a verificar si es
    cierto, no representa una mala pregunta para comenzar. Estamos
    como empresarios convencidos de que el cambio "desde afuera" nos
    impacta muy duro "dentro de nuestros cuerpos y dentro de nuestra
    empresa" especialmente en materia de consecuencias que no
    habíamos previamente anticipado. Y muchas de ellas con
    consecuencias disfuncionales.

    En el Congreso hemos visto las diferencias entre un
    consultor con un expertise profesional particular, que es donde
    están usualmente posicionados la mayoría de los
    consultores que se auto-definen como tal, y esto también
    puede incluir en algunos casos a las propias empresas
    consultoras.

    El dilema aquí es que bajo esta figura el
    consultor en realidad puede terminar haciendo un trabajo como si
    perteneciera a la misma planta de la empresa y por lo tanto
    estaría contaminado en alguna medida por pertenecer a la
    misma cultura y de
    esa manera estar orientado a sostener la misma perspectiva que la
    que está vigente (de no cambio o cambio transicional,
    dando vuelta cada tanto a la naranja que está sobre el
    escritorio.

    Ahora ese talento y conocimiento que muchas veces
    proviene de excelentes Profesiones Diplomadas resulta que es
    necesario, pero por otro lado no es necesario para poder impulsar
    el Cambio en la empresa. Al final de cuentas, si el
    propio líder que maneja los recursos dentro de la empresa
    y que también tiene acceso a un sistema de recompensas y
    castigos en relación a su propio personal, no lo puede
    hacer por sí solo ¿Cómo sería posible
    que lo realice un consultor que viene de afuera de la empresa y
    no tiene estas ventajas?

    El empresario realmente sigue sintiéndose dolido
    respecto de cómo está su empresa y de los
    resultados que ahora está alcanzando de manera que de
    todas maneras persiste en que alguien de afuera "los vea". Y
    surge ahora otra pregunta importante: ¿Cómo hace el
    empresario para apreciar lo que puede conseguir en materia de
    cambio el consultor que viene de afuera? Está convencido
    el propietario que no está alcanzando lo esperado en
    materia de ingresos, que sus
    costos
    están creciendo en proporción lo que da como
    resultado un menor margen de contribución, se encuentra
    con el dilema de mecanizar y automatizar en mayor medida pero por
    otro lado no tiene todo el dinero a su
    disposición que es requerido para adquirir la nueva
    tecnología
    y además para cumplir con los compromisos que debe asumir
    "con el personal saliente" pero de todas maneras persiste "en
    aprender de otro respecto de una nueva perspectiva" que ahora "se
    encuentra sentado frente a él". ¿Qué es lo
    que le provoca preguntarle al consultor para saber si es
    competente?

    En pocas palabras tiene que contar ahora con una
    habilidad adicional; la de evaluar a un consultor. Y esto
    también es una nueva tarea que había llegado a
    confrontar anteriormente y por lo tanto no tiene experiencia.
    Como sigue convencido de que debe introducir Mejoras
    Empresariales y alcanzar el Desarrollo Organizacional, luego de
    un par de diálogos introductorias "cordiales" se atreve
    a preguntarle al Consultor que experiencias anteriores ha
    tenido. Es muy probable que el consultor no haya tenido
    experiencia puntual dentro de ese mismo sector industrial y si
    así lo fuera es posible que dicha experiencia haya sido
    en otro tiempo no muy cercano lo que sugiere – en la
    mente del empresario – que ha lidiado con problemas
    distintos. Y ahora se encuentra el empresario con un dilema
    adicional que se le agrega a lo que vive dentro de su propia
    empresa.

    Se sugiere que aquí se siga el camino de si
    realmente es necesario un tipo de expertise técnico que
    es la categoría en que en su inmensa mayoría se
    auto-definen los consultores, o si puede estar requiriendo a un
    "Consultor en Desarrollo Organizacional". Este último
    tiene como profesión al Cambio en sí mismo y en
    ello radica la diferencia fundamental. Es por ello que un
    notable experto (Edgar Schein: "Process Consultation";
    Addison-Wesley – 1969) sugiere la existencia de un rango
    de dos opciones más además de la que propone bajo
    el nombre de consultoría de procesos. Las otras opciones
    que usualmente son adoptadas por los consultores-expertos son
    la de "Médico-Paciente" y la "de Compra". Y las
    consecuencias no-beneficiosas que sugiere Edgar Schein tienen
    que ver con que la primera de ellas asume en mayor medida que
    el Consultor es "genio" mientras que en la organización
    el Cliente es
    más bien "ignorante". La segunda opción asume que
    se ha elegido correctamente alguna "Best Practice" o metodología que se debe implementar y que
    ha de resultar beneficiosa lo que es implementado "sacando un
    libro del
    estante" que, por supuesto, tiene como título el nombre
    del problema que – supuestamente – tiene que
    resolverse.

    Este representa el principal punto de partida para
    poder implementar un Cambio de tipo Transformacional donde el
    empresario pueda verse en el futuro acompañado por el
    personal a través de los niveles intermedios de la
    empresa. No queremos entrar en detalles puntuales respecto de
    los distintos enfoques que seguirían los más
    expertos consultores pues pueden tener acceso a ello entrando a
    la sección artículos – Autores y
    expertos… de la página www.theodinstitute.org

    Por otro lado se pueden familiarizar muy
    fácilmente con una gran cantidad de "Best Practices" a
    las cuales han acudido los consultores en los últimos 50
    años para introducir Mejoras Empresariales y Desarrollo
    Organizacional", y esta información también puede
    obtenerse de la página
    web arriba mencionada.

    A estas alturas los empresarios ya están en
    condiciones de saber que es lo que han estado haciendo los
    expertos en introducir mejoras en empresas y organizaciones,
    pero no sabe exactamente como lo hacen. La metodología
    que siguen los consultores con la "Profesión de
    Desarrollo Organizacional" puede ser encontrada en la
    página: www.monografias.com

    Pero todavía queda una duda que debe resolver
    el empresario. Comúnmente como empresarios ustedes
    están acostumbrados a contratar personal y tienen muy
    buenas ideas respecto de cómo evaluar sus conocimientos,
    habilidades, destrezas y competencias
    antes de contratarlos y hacerlos efectivo. Pero ahora tienen
    que apreciar en qué medida el Consultor tiene las
    competencias necesarias para el ejercicio de su trabajo, y como
    tiene que ver con cambiar todo lo que a usted le ha costado
    mucho construir, no quiere dejarlo en las manos del consultor,
    sin tener algún tipo de evaluación. Para ello pueden entrar en la
    página web:
    www.gestiopolis.com
    donde hacemos mención a las competencias
    necesarias para el desarrollo de su trabajo.

    Y pueden sentirse más seguros de cómo se
    ha de desarrollar el trabajo si
    es que indagan con el consultor respecto de las etapas o fases
    que ha de seguir en el trabajo de consultoría. En la
    página www.theodinstitute.org
    se hace mención a las distintas etapas que el
    consultor debe tener en cuenta de modo que el cambio de mejoras
    no sea circunstancial sino que más bien pueda sostenerse
    en el tiempo. Queremos destacar que no es común que el
    consultor-experto a diferencia del consultor que tiene la
    "Profesión de Desarrollo Organizacional" no presta
    suficiente atención a la importancia que tiene la fase de
    "Separación". Durante esta etapa el consultor o el agente
    de cambio se prepara para abandonar el esfuerzo de
    cambio.

    Esta es una de las etapas más críticas de
    todo el proceso ya que consultor debe asegurarse que las mejoras
    introducidas han de perpetuarse sin su presencia. Por supuesto
    esto es posible cuando el conocimiento y las habilidades del
    consultor en materia de cambio han sido eficazmente transferidas
    a la Empresa.

    A estas alturas el empresario está convencido de
    que está ante un problema complejo, pero afortunadamente
    ha aprendido que no se puede tratar a un problema complejo de una
    manera sencilla. Y para ello hemos puesto en la página a
    que hacemos mención en este mismo párrafo, mucho material en relación
    con temas que se vinculan directamente con Cambio y Mejoras
    Empresariales como por ejemplo: Trabajo en
    Equipo, Liderazgo,
    Motivación, Selección
    e Instalación de personal, Compromiso –
    Involucramiento, Toma de
    decisiones, Coaching, entre
    otros. En total allí se mencionan más 5000
    importantes aportes y contribuciones de notables expertos en la
    materia.

    Una última acotación antes de ir al break.
    Los consultores-expertos suelen mencionar que los resultados
    alcanzados con el esfuerzo de cambio no fueron iguales a los
    previstos y anticipados por el hecho de que las personas (en la
    empresa) "se han resistido al cambio". Por mi parte he aprendido
    que los consultores también nos resistimos mucho al cambio
    y que también lo hacen aquellos que desarrollan la tarea
    que yo hago en este momento estando al frente de este
    salón y delante de ustedes; me refiero a los denominados
    capacitadores – entrenadores – facilitadores quienes
    a veces tienden a "guardar algunos secretos puntuales y hasta
    pantallas del PP". Es por ello que no asumimos que las personas
    se resisten al cambio así de simple. Las personas se
    resisten al cambio de manera especial cuando no tienen todo el
    conocimiento respecto de las implicancias de dicho cambio. Por
    otro lado no hemos visto a muchos consultores-expertos hacer uso
    de todo lo que hemos aprendido en ciencias del
    comportamiento, especialmente desde Kurt Lewin y
    hasta la fecha. De manera que tenemos por delante un hermoso
    futuro teniendo en cuenta "todo lo que no se está
    haciendo".

    Disfruten el break pues nos hemos de dedicar a un
    interesante caso práctico que vamos a desarrollar
    trabajando en mesas redondas con un número entre 4 y 5
    participantes.

    Muchas gracias por compartir y por debatir.

     

    Eric Gaynor Butterfield

    – RODP

    Presidente The Organization Development Institute
    International, Latinamerica

    www.theodinstitute.org

    Board Member of The Organization Development Institute
    – Worldwide (World Leader in Organization
    Development).

     

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