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Negocios Electrónicos – Una puerta para el desarrollo de CRM




Enviado por Carlos Petrella



    1. Los objetivos y el alcance del
      trabajo
    2. Los Negocios Electrónicos
      e Internet: un cambio de paradigma
    3. Los nuevos conceptos para
      realizar negocios electrónicos
    4. Las tecnologías claves en
      el contexto Negocios-Internet
    5. Los tipos de negocios
      electrónicos que se están
      consolidando
    6. Análisis del proceso de
      desarrollo de los tipos de negocio
    7. El potencial de los negocios
      electrónicos como parte de los CRM
    8. La forma de introducir y
      sustentar la asociación de Internet y los negocios en
      una organización
    9. Conclusiones de cara al
      desarrollo de los CRM por Internet
    10. Bibliografía de
      referencia

    1. Los objetivos y el
    alcance del trabajo

    El desarrollo explosivo de las tecnologías de la
    información aplicadas a los negocios
    tradicionales y la aparición de Internet como medio para
    realizar operaciones
    comerciales a escala mundial,
    ha cambiado de manera radical las formas de relacionarse entre
    empresas,
    consumidores y gobierno,
    generando un antes y un después. Un punto de
    inflexión entre los dos milenios.

    Como en toda tecnología durante su
    aparición, comúnmente surgen confusiones en cuanto
    a los nuevos conceptos manejados y sobre todo, en lo referido al
    alcance de su aplicación. No tanto en lo vinculado con sus
    posibilidades – muchas tecnologías están ya
    maduras para ser empleadas en las organizaciones
    sino con la capacidad de los agentes para poder
    capitalizarlas.

    Los negocios
    electrónicos, no han quedado fuera de esta
    confusión y aunque hoy existen infinidad de definiciones y
    puntos de vista para describirlos, todavía no tienen un
    alcance preciso. Respecto de Internet – si bien existe una
    mayor comprensión de sus funcionalidades actuales –
    persisten todavía ciertas incógnitas sobre sus
    posibilidades de desarrollo futuro en los negocios.

    Este trabajo
    plantea un conjunto de precisiones conceptuales sobre los nuevos
    componentes que habilitan operaciones virtuales, a la luz de las cuales
    se analizan las potencialidades de las nuevas
    tecnologías para cambiar las formas de
    vinculación de las organizaciones con otros agentes y se
    exponen los cambios de paradigma que
    se están produciendo para generar un salto cualitativo
    relevante en el desarrollo de la relación entre dichos
    agentes.

    Se expone el cambio de
    paradigma que ha generado la aparición de Internet y los
    Negocios Electrónicos, se identifican las
    tecnologías claves para hacer posible ese cambio y se
    analiza el impacto que tienen sobre los tipos de negocio, para
    finalmente presentar el potencial trasformador que generan los
    negocios electrónicos, como parte de la nueva
    generación de medios para
    mejorar el relacionamiento con los clientes en su
    mas amplio sentido.

    Como elemento integrador de la propuesta se maneja el
    pensamiento
    sistémico. Tratándose de un mundo que se conecta
    cada vez mas, la problemática de Internet, los negocios
    electrónicos y CRM requieren
    fundamentalmente una nueva forma de apreciar los patrones de ese
    relacionamiento y las alternativas para encontrar métodos
    mas eficaces de resolver los problemas que
    se plantean.

    Se considera que por encima de la valoración del
    soporte tecnológico requerido, en estos períodos de
    grandes cambios hay que difundir y fomentar una nueva
    visión del fenómeno comercial y productivo y
    generar mayor cultura
    informática, aportando información y
    conocimientos sobre el impacto de Internet en los negocios y
    sobre todo, en los aspectos sistémicos de la
    relación entre los agentes.

    2. Los Negocios
    Electrónicos e Internet: un cambio de
    paradigma

    Las organizaciones como sistemas
    están abriéndose cada vez mas a su relación
    con el contexto económico, social y político en el
    que están inmersas. Las barreras que limitaban esa
    relación a nivel de aspectos físicos de la misma,
    parecen estarse cayendo. Las relaciones virtuales entre
    diferentes agentes, están teniendo un creciente impacto
    sobre la industria y el
    comercio desde
    fines del siglo pasado.

    El nuevo relacionamiento de las organizaciones con su
    contexto comienza a impactar sobre las estructuras y
    el funcionamiento interno de una amplia gama de instituciones.
    Sin embargo, una cosa son las ideas en el laboratorio y
    otra muy distinta, trasformar esas ideas en innovaciones. Esto es
    llevarlas a la práctica. Para ello es necesario que puedan
    operar "en gran escala" y "a costes prácticos".
    Recién allí se crean nuevos negocios que
    transforman la realidad existente (Senge, 1992, pág.
    14).

    En el terreno de las comunicaciones
    sucede lo mismo. La
    comunicación comercial con el contexto, está
    pasando del laboratorio a la realidad. Y al hacerlo se
    está convirtiendo en una de las claves para el desarrollo
    de las organizaciones en el siglo XXI. Aquellos que aciertan en
    el producto
    correcto, al cliente adecuado,
    en el momento oportuno, mediante el canal apropiado son los que
    en definitiva, logran retener al cliente y conseguir una elevada
    rentabilidad
    (Swift, 2002, pág. XIX).

    A lo que Ronald Swift agrega seguidamente que en el
    terreno conceptual también se está produciendo un
    cambio tan trascendente como el de los productos
    exclusivamente tecnológicos. Estamos realizando
    rápidamente la transición de la tecnología
    de la información a la tecnología de las
    relaciones. Precisamente la verdadera explosión de nuevas
    formas de operaren los negocios, tiene que ver con las
    tecnologías que han potenciado las relaciones entre
    diferentes organizaciones.

    Luis Couce, en el capítulo: Comercio
    electrónico (páginas 73 a 110) de El management en
    el Siglo XXI (1999, pág. 74) plantea que la convergencia
    de varias tecnologías relacionadas con la
    informática inter-empresarial y las comunicaciones
    globales, ha producido una revolución
    en la demanda de
    información y de nuevos canales de comercialización. Y agrega mas adelante que
    se estaría produciendo un proceso de
    "desintermediación" de gran impacto sobre los negocios
    futuros (1999, pág. 78).

    Figura 1

    Algunas tecnologías han provocado un cambio
    estratégico en la forma de realizar esas relaciones.
    Específicamente, dos innovaciones han revolucionado la
    gestión, cambiando la forma de
    funcionamiento de las organizaciones: las transacciones
    electrónicas e Internet como soporte. A partir de la
    salida del laboratorio de estas herramientas,
    la gestión del relacionamiento con el cliente (CRM) tiene
    un antes y un después. La aparición de estas
    tecnologías como innovaciones fuera del laboratorio,
    están generando una revolución en los
    negocios.

    Ese antes y después, no es solo una
    transformación en la forma de hacer negocios, es un cambio
    de paradigma. Altera sustancialmente las reglas de juego con que
    las organizaciones conciben la comunicación con su entorno comercial, en
    su concepción mas amplia. Replantea la tácticas
    empleadas y las herramientas utilizadas.

    Los paradigmas son
    precisamente quienes de alguna manera definen las reglas de juego
    generales con las que se opera en cada sector de actividad. Y el
    mundo de los negocios, no es la excepción. Las "mejores
    prácticas" no son otra cosa que los instrumentos que
    emplean los agentes para, a partir de los paradigmas
    prevalecientes, realizar de la mejor manera posible los negocios
    que consideran mejores.

    A su vez, esas prácticas requieren
    tecnologías para ser desarrolladas. Esto reclama
    herramientas para concretar efectivamente los negocios. Como
    antes se podía considerar opciones como la
    televisión y el correo, ahora se puede comenzar a
    pensar en Internet y los negocios electrónicos como
    herramientas para generar nuevas prácticas.

    Se trata de un ciclo normalizado que – en condiciones de
    estabilidad – opera consistentemente, porque los paradigmas
    establecen marcos para los negocios y se buscan prácticas
    adecuadas para desarrollarlos, utilizando las tecnologías
    existentes como soporte.

    Los sistemas estabilizados operan mediante procesos de
    mejora y refinamientos en general sin rupturas. Se generan de
    esta manera, ajustes mas o menos predecibles y continuos, para
    mejorar la eficiencia del
    sistema. Eso es
    "hacer las cosas bien" en el encuadre aceptado por las
    circunstancias.

    Figura 2

    Pero por cierto, este circuito de influencias, no
    siempre tiene fatalmente un flujo continuo y predecible en el que
    las prácticas y las tecnologías refuerzan
    necesariamente los paradigmas preexistentes. ¿Qué
    pasa cuando una nueva herramienta habilita nuevas
    prácticas comerciales? Muchas veces termina por generar
    nuevos paradigmas, que a su vez pueden generar nuevos
    negocios.

    Se produce un ciclo de realimentación que genera
    un cambio cualitativo en todo el proceso habilitando una innovación. Un cambio que hace que
    emprendimientos que antes no eran considerados, debido a que era
    imposible encararlos, ahora pueden ser desarrollados incluso en
    condiciones ventajosas.

    Se abren repentinamente ventanas de oportunidad para
    operar "en gran escala" y "a costes prácticos" como
    planteaba Peter Senge (1992, pág. 14). Se está ante
    las puertas de un cambio en la efectividad del sistema. Eso es:
    "hacer lo correcto" ante nuevas circunstancias.

    Figura 3

    Hacer las cosas bien (eficiencia) y hacer lo correcto
    (efectividad) son las dos dimensiones que siempre hay que
    considerar en la mejora de los sistemas actuales o el desarrollo
    de nuevos sistemas (Ackoff, 2000, pág. 10). Dimensiones
    que es necesario analizar las situaciones con pensamiento
    sistémico, considerando las variables mas
    representativas y las relaciones en la esfera de influencia del
    sistema.

    Por supuesto que los cambios de paradigma se
    sucederán cualquiera sea nuestra visión de la
    realidad. La diferencia radica fundamentalmente en el grado de
    preparación con el que lo enfrentamos. Si podemos apreciar
    las variables que operan de manera interdependiente y somos
    capaces de integrar muchas mentes para encarar la búsqueda
    de propuestas, seguramente podremos interpretar con mayor
    antelación qué está sucediendo.

    A partir de la potencialidad de Internet, se ha dado un
    cambio muy grande en la forma de concebir los negocios. Se trata
    de un salto cualitativo que Luis Joyanes (1997, pág. 9)
    expone claramente cuando plantea que la revolución de las
    tecnologías de la información y las comunicaciones
    está cambiando la cultura tradicional basada en un mundo
    material, al crear mundos virtuales en los cuales se puede buscar
    información, realizar negocios y hasta
    entretenerse.

    Erik Tamplin, Jim Marchwick y Cortney Wanca (1997)
    realizan un interesante análisis del impacto temprano de Internet
    en los negocios. La Internet se está expandiendo
    rápidamente desde fines del anterior milenio, con la
    promesa de cambiar negocios, entretenimiento y la vida diaria. La
    vastedad del alcance de Internet ha generado procesos de
    innovación muy complejos y a su vez, ha capitalizado
    innovaciones y creado herramientas de amplio impacto.

    En el marco de ese mundo virtual en explosiva
    expansión, es que las relaciones entre las organizaciones
    y su entorno están variando sustancialmente, en cuando a
    sus posibilidades de establecer vínculos y capitalizarlos.
    Parte de esa transformación se ha visto reflejada en los
    sistemas de gestión de la relación de las
    organizaciones con sus proveedores y
    con sus clientes, cambiando la forma en que se perciben los CRM
    en el siglo XXI.

    Los CRM son vistos – al transitar el cambio de milenio –
    como una estrategia de
    negocios para seleccionar y manejar las relaciones más
    valiosas de las organizaciones con sus clientes. Por ello este
    enfoque requiere de una filosofía de negocio y una cultura
    centrada en el cliente, para apoyar procesos efectivos de
    mercadeo,
    ventas y
    servicios
    (CRMguru.com).

    La posibilidad de administrar las relaciones entre
    clientes de manera personalizada, superando las barreras
    geográficas y con tiempos y costos
    sustancialmente menores; han cambiado lo que las organizaciones
    pueden hacer para relacionarse con proveedores, clientes,
    fiscalizadores y auditores entre otros agentes.

    Ese cambio en la forma de administrar las relaciones con
    los clientes representa una ventana de oportunidad que no siempre
    puede abrirse. Una ventana que podrá capitalizarse
    adecuadamente, si la
    organización tiene la estrategia conveniente y la
    cultura apropiada. Y para ello es necesario que algunos patrones
    de pensamiento se modifiquen.

    El problema central se manifiesta dentro de las
    organizaciones. Tal vez el principal reto que deba enfrentarse es
    lo que Regis McKenna en su libro Marketing de
    Relaciones llama "competidores intangibles" que pueden resumirse
    en la propia forma de pensar y modos de considerar el mundo, mas
    que en los competidores reales de cada negocio en sí
    mismos y las tecnologías emergentes que estén
    disponibles (1995, pág. 269).

    Se necesita un cambio de enfoque para afrontar nuevos
    problemas. Una nueva forma de apreciar el todo en relación
    con las partes. Comprendiendo cada parte independientemente – con
    un enfoque reduccionista – se puede dejar de comprender el todo.
    Esto pasa por ejemplo, cuando se analizan por separado: las
    nuevas tecnologías de la información, las
    posibilidades de las comunicaciones y la forma de hacer negocios
    en un mundo globalizado.

    Se requiere un pensamiento integrador para comenzar a
    apreciar la realidad de otra forma. La propuesta consiste en
    utilizar el pensamiento sistémico como una forma mas
    adecuada de apreciar el desarrollo de nuevos paradigmas y
    sacarles rápidamente provecho. Y esto lleva a ver a las
    organizaciones como sistemas abiertos que deben entenderse en
    relación con el contexto (Herrscher, 2003, pág.
    19).

    Precisamente, "El pensamiento sistémico es la
    base de un razonamiento claro y una buena comunicación,
    una forma de profundizar y ampliar nuestro punto de vista. Las
    explicaciones obvias y los criterios mayoritarios no son siempre
    los acertados. Desde una perspectiva diferente y mas amplia, se
    puede averiguar qué es exactamente lo que ocurre y adoptar
    las medicas más adecuadas a largo plazo." (O’Connor
    y McDermott, 1998, pág. 19).

    Con ayuda del pensamiento sistémico es mas
    sencillo comprender cómo se plantean los negocios en cada
    circunstancia, respecto de los tradicionales ejes
    producto-mercado y a su
    vez de éstos, con los requerimientos tecnológicos.
    Precisamente la arquitectura
    sistémica se basa en la interacción entre las tres dimensiones y
    evita la subordinación o suboptimización alrededor
    de una de ellas (Herrscher, 2003, pág. 82).

    Finalmente la posibilidad de anticiparse de manera
    sistemática ante los posibles cambios de paradigma,
    resulta fundamental para ganar tiempo para
    generar alternativas de futuro menos duras, para la organización en la que trabajamos (Barker,
    1996, pág. 22). La idea es generar campos
    sistemáticos para el estudio del futuro, tanto en
    términos de "contenidos" (especulando sobre los qué
    del futuro) como de "procesos" (especulando sobre los cómo
    pensar respecto de los qué del futuro), todo lo cual
    requiere buenas bases de "exploración
    estratégica".

    3. Los nuevos
    conceptos para realizar negocios
    electrónicos

    El "pensamiento sistémico" contempla el todo y
    las partes, así como las conexiones entre las partes. Es
    lo opuesto al reduccionismo, es decir, la idea de que algo es
    simplemente la suma de sus partes (O’Connor y McDermott,
    1998, pág. 27). Este enfoque parece ser la propuesta
    adecuada para analizar el fenómeno revolucionario que ha
    provocado Internet en la forma de realizar negocios, cambiando la
    relación entre los agentes.

    No estamos simplemente ante la presencia de una red global de
    comunicación. Internet es en los hechos, una
    combinación de muchas innovaciones internas (como el
    correo
    electrónico, los foros electrónicos o el manejo
    de audio y video) que operan
    integradas facilitando la interactividad entre diversos agentes,
    el mejor uso de los canales de comunicación y que en
    determinado momento comenzaron a capitalizarse de manera
    explosiva en el ámbito de los negocios.

    Las tecnologías que pueden llegar a revolucionar
    muchos negocios – como el caso de Internet – no son
    necesariamente generadoras de esos negocios. Muchos negocios que
    hoy operan sustentados en Internet, existían antes de la
    era digital. Por supuesto que algunos nuevos negocios
    serían imposibles de desarrollar si no se contara con el
    poder integrador de agentes que se a creado a partir de la
    existencia de una red de comunicaciones
    global.

    Internet – salvo excepcionalmente para sectores
    muy especializados– no es un negocio en sí mismo.
    Opera fundamentalmente como un "facilitador" de negocios (del
    Barrio, 2003, pág.14). Según el autor el verdadero
    impacto de Internet es que influye día a día sobre
    las empresas y las personas de múltiples maneras. Internet
    permite operar de una manera diferente en el entono de las
    personas y las empresas. De allí la importancia del
    enfoque sistémico.

    Jay y Adam Curry (2002, pág. 222) plantean sin
    embargo, la importancia creciente de ese rol de "facilitador" que
    se le adjudica a Internet en el relacionamiento entre diversos
    agentes que operan como proveedores o clientes. Se está
    consolidando la fortaleza de una relación operativa
    indisoluble que comienza a hacerse evidente entre el marketing
    con agentes externos e Internet, como soporte de esa
    relación.

    Uno de los vehículos principales del cambio en la
    forma de realizar negocios hacia fines del siglo XX y comienzos
    del siglo XXI es el uso de transacciones electrónicas para
    concretar operaciones comerciales soportadas por redes globales como
    Internet. Se trata según Jay y Adam Curry, de una
    tecnología "barata que está perfectamente
    capacitada para captar, analizar y usar información
    relacionada con los clientes."

    En términos generales, esta asociación
    entre Internet y los negocios empresariales poniendo foco en las
    relaciones que genera, permite lograr mayores grados de
    flexibilidad y de eficiencia en sus operaciones a las
    organizaciones del mas diverso espectro. Flexibilidad para
    seleccionar los mejores proveedores sin importar su
    localización geográfica y eficiencia para dar una
    respuesta personalizada a las necesidades de los clientes en el
    lugar donde estos estén.

    Figura 4

    La asociación tiene su soporte conceptual.
    Específicamente el concepto de
    "negocios electrónicos" describe genéricamente la
    ejecución de los procesos de negocio, combinando las
    posibilidades de Internet como red de alcance global, con las
    Tecnologías de la Información como soporte de las
    operaciones. Y ello genera opciones dinámicas de "comercio
    electrónico" particularmente aptas para mejorar la
    relación con agentes externos en contextos
    cambiantes.

    Las facilidades que aporta Internet para habilitar
    cercanías virtuales, permiten crear nuevas formas de
    realizar transacciones en las cuales las partes
    interactúan electrónicamente en lugar de mediante
    intercambios materiales o
    contacto físico directo, eliminando en muchos casos los
    costos innecesarios de presencia física de esos
    actores y de transporte de
    materiales para ofrecer nuevos productos y hasta para concretar
    negocios.

    Esta asociación organización-contexto
    genera nuevas alternativas para integrar los procesos internos de
    gestión de una organización con agentes externos y
    especialmente con sus clientes y proveedores. Esta integración – con un importante soporte
    tecnológico – está provocando saltos cualitativos
    relevantes en términos de tiempos de operación,
    costos de operación y calidad de los
    servicios, que deben ser estudiados de manera
    integrada.

    Estos cambios sustantivos re-plantean los problemas de
    efectividad de los que hablaba Ackoff (2000), desde una
    dimensión diferente.

    Sin embargo, las nuevas alternativas de negocio
    generadas a partir de la asociación de agentes, no siempre
    da resultados inmediatos. Requiere desarrollos en tres
    dimensiones diferentes, por un lado las nuevas tecnologías
    en sí mismas, por otro es necesario integrar esas nuevas
    tecnologías al negocio y finalmente se debe lograr un
    cambio cultural extendido hacia fuera del ámbito de las
    organizaciones, lo que es sin duda mucho mas complejo.

    El conocimiento
    temprano y el uso adecuado de las nuevas tecnologías es un
    reto en si mismo. Esto implica saber qué puede aportar
    Internet como red global asociada con las otras
    tecnologías de la información que ya
    estábamos empleando. Sin embargo, con todas las
    dificultades que ello acarrea, esta no parece ser la barrera mas
    importante. Hay que buscar los caminos mas apropiados.

    La dificultad para encontrar nuevos caminos está
    relacionada con poder capitalizar con eficacia, una
    innovación que rompe la continuidad con las
    prácticas del pasado. Es necesario generar nuevas
    prácticas para realizar negocios en Internet, sabiendo que
    al plantearlo se va a operar cambios sustantivos en la forma
    tradicional de hacer esos negocios.

    Esos cambios alteran las reglas de juego para hacer
    negocios y abren una ventana de oportunidad a nuevos agentes,
    nivelando posibilidades de desarrollo comercial entre
    organizaciones de envergaduras muy diferentes y generando
    mecanismos de intercambio que hacen desaparecer fronteras
    físicas, replanteando el ciclo habitual del funcionamiento
    de los negocios en empresas o instituciones todavía no
    globalizadas.

    Tamaños cambios en la forma de hacer negocios, no
    pueden ser tratados mediante
    el análisis de la complejidad estática,
    que se aprecia como si las partes fueran simplemente elementos de
    un puzzle. Se requiere comprender la complejidad de manera
    dinámica, como se aprecia una partida de
    ajedrez
    (O’Connor y McDermott, 1998, pág. 39). Esto es;
    realizar una valoración del comportamiento
    interrelacionado de los diversos agentes utilizando las nuevas
    tecnologías.

    La implantación requiere frecuentemente grandes
    cambios en la cultura
    organizacional previamente al ingreso al ciberespacio, ya que
    en muchos casos debe plantearse el abandono de viejos paradigmas
    en la formas de hacer negocios. Es necesario generar una
    visión extendida de lo que es el concepto de "cliente" y
    replantear la forma de utilizar las innovaciones para buscar
    oportunidades de prosperar, en un mundo cada vez mas
    competitivo.

    A partir de una visión extendida de los negocios
    electrónicos como instrumentos de relacionamiento, es
    posible ampliar los procesos internos hacia las entidades fuera
    de nuestra organización, ya sean clientes, proveedores,
    reguladores, fiscalizadores o recaudadores utilizando la
    tecnología de Internet para revolucionar la forma
    clásica de ver los sistemas de administración de clientes en sentido muy
    amplio.

    Lo anterior está relacionado con poder captar
    directamente a cualquier agente (cliente, proveedor, fiscalizador
    etc) que tenga algo que ver con un negocio, independientemente de
    su ubicación física y de ciclos temporales
    tradicionales de operación, puede desarrollar al instante
    y de manera rápida, segura y amigable, cualquier
    trámite relacionado con las operaciones comerciales de la
    organización. Y tamaño cambio requiere un enfoque
    integrador de las acciones de
    los agentes ante las nuevas posibilidades.

    Esa posibilidad de captar adecuadamente agentes es lo
    que Luis Couce, reconoce como el proceso de
    "desintermediación" y que ya mencionamos precedentemente.
    Según el autor: "El escenario futuro está
    planteado: una colaboración directa entre
    compañías y consumidores. Acceso directo a las
    correspondientes bases de datos.
    Todo en un mercado electrónico en el que las redes de
    valor agregado
    trabajan en base a estándares …" (1999, pág.
    78).

    4. Las
    tecnologías claves en el contexto
    Negocios-Internet

    Las ventanas de oportunidad generan también
    grandes dudas. ¿Qué tecnologías seleccionar
    para apoyar nuestros negocios? ¿Qué debemos saber
    para poder administrarlas correctamente? ¿Cuáles
    son los riesgos de
    utilización de esas nuevas formas de operar? Estas
    preguntas están estrechamente relacionados con la
    estrategia, la innovación y la gestión en las
    organizaciones.

    Una organización que decide capitalizar estas
    ventanas de oportunidad de Internet y los negocios
    electrónicos, tiene que aceptar ciertos desafíos y
    manejar riesgos
    empresariales relacionados con el hecho de que estas
    tecnologías van a impactar fuertemente sobre las
    actividades sustantivas de la organización.

    Teruo Yamanouchi planteaba tempranamente (1995) ciertas
    claves para encarar este desafío. Insistía en la
    necesidad de adecuada resonancia entre los requerimientos del
    mercado y la creación de tecnología, el replanteo
    de la cadena de la innovación basada en la creación
    de negocios y la valorización de la gente de
    tecnología como innovadores. Todo ello necesario, para
    poder capitalizar las oportunidades que surgen ante cada
    renovación tecnológica.

    El ingreso a la era de los negocios en el ciberespacio
    no es sencillo. Las tecnologías surgen y desaparecen
    vertiginosamente procurando ofrecer nuevos servicios soportados
    por Internet. Existe una amplia gama de herramientas y
    proveedores disponibles que compiten fuertemente para
    diferenciarse generando servicios adicionales de todo tipo. Una
    gama que ha ido creciendo en la concepción y complejidad
    de las operaciones que son soportadas.

    Sin embargo, todas las tecnologías tienen algo en
    común. Hay algunos patrones a los que generalmente
    adhieren para poder integrarse. Esto es que pueden utilizar la
    infraestructura informática existente y operan de manera
    casi transparente dentro y fuera de la organización,
    mediante mecanismos muy flexibles de integración
    horizontal. Esto ha facilitado el rápido crecimiento de
    las prestaciones
    que se agregan unas sobre otras.

    Como en la mayoría de las tecnologías
    emergentes, los adoptadores tempranos usaron lo que mejor
    conocían y estaba disponible. Los primeros productos que
    fueron capitalizados para desarrollar transacciones por las
    organizaciones fueron los propios correos electrónicos,
    como vía de establecer enlaces con los clientes, que luego
    debían generar nuevas operaciones a través de los
    sistemas tradicionales que utilizaba cada agente.

    Poco después se "descubrió" la importancia
    de los servidores como
    medios de registro
    sistemático de la relación de una
    organización con diversos agentes y específicamente
    clientes y proveedores actuales y sobre todo clientes y
    proveedores potenciales. Así se comienza a generar una
    base de datos
    de contactos registrados a partir del intercambio de los usuarios
    con servicios de soporte de páginas
    web. Una base que en principio no era percibida como algo
    fundamental, pero que fue creciendo gradualmente en
    importancia.

    Este registro se estandarizó a través de
    la creación de perfiles estándares de usuarios, que
    generan un conjunto de información relevante de cada
    visitante al que el sistema le requiere datos de su
    perfil personal para
    habilitarle determinado tipo de operaciones. A su vez, ese
    registro del perfil personal asociado a una identificación
    y contraseña facilita al usuario nuevos ingresos al
    sistema simplificando su relacionamiento con el sitio web en
    cuestión y el acceso a las facilidades que requiere
    (Curry, 2002, pág. 242).

    Otro salto importante se generó a partir de la
    posibilidad de intercambiar bloques de información entre
    diversos agentes en la red. El intercambio electrónico de
    datos (EDI Electronic Data Interchange) fue una de las primeras
    tecnologías utilizadas sistemáticamente en las
    comunicaciones empresariales de fines del siglo XX. El protocolo EDI
    establecía "formatos comunes para transmitir
    información sobre pedidos, precios,
    descuentos, disponibilidad y situación del pedido" (Curry,
    2002, pág. 243).

    Saber fácilmente quiénes podrían
    ser los proveedores o clientes potenciales y poder recibir o
    remitir información de posibles operaciones, es solo parte
    del proceso de generar nuevos negocios en la red. La evolución natural de esta forma artesanal
    de ingresar a la era de los negocios electrónicos fue la
    creación de software y equipos para
    desarrollar redes de "servidores comerciantes" que permitieron a
    los compradores hacer sus órdenes y pagar de manera segura
    desde Internet. Ese fue uno de los puntos de partida que mas
    dinamismo aportó al desarrollo del cambio.

    Estos componentes de mayor evolución comercial
    que los sitios web de información básica de
    la empresa,
    proporcionan servicios como: rastrear el producto y visualizar
    sus detalles en bases de datos, llenar una cesta electrónica de compras, procesar
    las órdenes, identificar al usuario, detectar las
    preferencias del comprador, ejecutar comercialización
    personalizada, ofrecer cupones y descuentos, manejar los impuestos de
    venta y ofrecer
    información complementaria al usuario y estadísticas al vendedor.

    Sin embargo, estos servidores comerciantes requirieron a
    su vez mayores y mejores condiciones de seguridad. La
    desconfianza de los usuarios de registrar en la red su
    número de cuenta bancaria o clave de tarjeta, ha generado
    prácticamente de manera sistemática servicios
    adicionales para mejorar la seguridad . En esa línea se ha
    desarrollado el "Comercio Electrónico Seguro" (SET –
    Secure Electronic Trading), para aportar la seguridad integral y
    codificación que necesita el comercio
    electrónico para poder extenderse.

    Estos sistemas de operación comercial mas segura
    tuvieron como impulsores a las grandes organizaciones de tarjetas de
    crédito
    como Visa y MasterCard, apoyadas por los gigantes de la industria
    del software como Microsoft, IBM
    y Netscape, para habilitar que los servidores de venta
    verificaran la identidad de
    los compradores, garantizaran la legitimidad del vendedor y
    aseguraran la privacidad de las transferencias, con el uso de
    tarjetas de crédito o débito.

    Este modelo
    generó servicios para mejorar la seguridad de las
    operaciones de venta minorista en gran escala generando el
    concepto de "mercados
    electrónicos abiertos" como el Open Market Incorporated
    para soportar un servidor de venta
    superior dirigido a minoristas muy grandes y a proveedores de
    servicios en Internet que abrió las puertas a la
    integración de los grandes vendedores por catálogo
    al mundo Internet.

    La posibilidad de estos mercados electrónicos,
    operando bajo mejores condiciones de seguridad, ha generado
    oportunidades de realizar operaciones en áreas tan
    variadas como: las finanzas, los
    seguros, las
    manufactureras, los medios incluyendo el broadcasting y el propio
    gobierno.

    Algunos agentes fuertes del mercado han comenzado a
    capitalizar sus conexiones mas rápidas con la red y sus
    mayores presupuestos
    de compra para crear condiciones para operar en Internet. Esta
    realidad ha estimulado el ingreso de grandes
    compañías que han comenzado a utilizar Internet
    para ordenar productos y servicios y luego comienzan a aprovechar
    ese "know how" para crear sitios generales con ese
    propósito.

    Se han desarrollado modelos
    integrados de operación, para potenciar actividades de
    comercio electrónico. En muchos casos ya hay verdaderas
    arquitecturas funcionales que establecen sistemáticamente
    la relación entre proveedores y clientes en el
    ciberespacio. Arquitecturas que relacionan la producción con la comercialización y
    aportan soluciones
    para la
    administración general y la logística de las operaciones, con el uso
    eficiente de las tecnologías básicas de Internet en
    su centro. (Curry, 2002, pág. 249)

    Las corporaciones no han sido indiferentes a ese
    desarrollo. Hoy en día grandes empresas del sector
    tecnológico como IBM obtienen importantes ingresos, no de
    la venta de equipamiento, sino de sus servicios y asesoramientos.
    Precisamente según Jay y Adam Curry (2002, pág.
    225): "Una gran parte de su nuevo modelo es proporcionar
    servicios de comercio electrónico a empresas que quieren
    identificar clientes, conseguirlos, mantenerlos y hacerlos
    ascender de categoría usando Internet".

    Sin embargo, no necesariamente quien tiene mayor
    envergadura y posibilidades financiaras es quien logrará
    generar el cambio de paradigma. Será quien tenga mayores
    capacidades para aprender sin atarse al pasado, el que lo logre
    primero. Como afirma Ray Stata: "La velocidad con
    la cual los individuos y las organizaciones aprenden puede
    convertirse en la única ventaja competitiva sustentable,
    especialmente en las industrias de
    conocimientos intensivos." (McKenna, 1995, pág.
    297)

    Adicionalmente las nuevas tecnologías de
    streaming, utilizadas para transferir audio y video por Internet,
    han generado una verdadera revolución en aspectos como la
    enseñanza y el entretenimiento en la red,
    al generar una opción comercialmente mas sólida
    para compartir contenidos entre los generadores y los usuarios,
    sin vulnerar los derechos de
    autor. Esto ha abierto una nueva ventana de oportunidad para
    el e-learning y
    los juegos, que
    antes estaba muy limitada. Grandes empresas están
    procurando capitalizar este negocio.

    Las nuevas tecnologías que capitalizan la
    posibilidad de operar desde cualquier lugar y sin utilizar cables
    (Mobile and Wireless
    Technologies) están replanteando la forma de hacer
    negocios capitalizando las sinergias de Internet con los
    productos portables. Según el Gartner Group se esperan
    fuertes inversiones en
    estas tecnologías a partir del 2005 y un uso mucho mas
    intensivo de la tecnología celular móvil en las
    corporaciones, en los próximos años (gartner.com,
    2005).

    Cada nueva tecnología que aparece en el mercado
    replantea – muchas veces dramáticamente – la forma
    de ver los negocios. Grandes operadores tradicionales que se
    sentían seguros con determinado control del
    mercado, pasan a tener que enfrentar competidores que no
    conocían en períodos cada vez mas cortos.
    International Data Corporation (IDC.com, 2005) habla de
    "plataformas asesinas" que alteran el status quo pasando en
    ciclos muy breves del mundo de las teorías
    a la práctica empresarial.

    Autores como Daniel Amor (2000)
    son todavía mas audaces y proclaman genéricamente
    la revolución del e-business
    planteando "las claves para vivir en un mundo interconectado"
    hacia fines del año 2000. Y en este caso lo hacen
    formulando proyecciones en etapas tempranas de los nuevos
    desarrollos de negocios. Y esas predicciones audaces – lo
    que no es frecuente tratándose de nuevas
    tecnologías – parecen estarse confirmado en la realidad, a
    comienzos del tercer milenio.

    Figura 5

    Más allá de la forma de categorizarlas,
    las nuevas tecnologías asociadas fundamentalmente con las
    comunicaciones y las operaciones comerciales en Internet, van
    madurando e integrándose con las prácticas
    habituales en los negocios. Ya se plantean con mayor generalidad,
    estrategias para
    triunfar a través de la innovación en el e-business
    y se comienza a hablar de éxito
    en la e-conomía, dejando atrás la crisis de las
    punto com, de fines del milenio (Hartman, Sifonis y Kador,
    2000).

    Los cambios se suceden. Sin embargo, no es sencillo
    predecir hasta dónde nos llevarán estas
    trasformaciones. Se trataría de vislumbrar el futuro de
    la ciencia y
    la tecnología a mediano y largo plazo. La idea
    sería hacerlo sistemáticamente. Y en esa
    línea, el desarrollo de la prospectiva tecnológica
    es una alternativa, puesto que permite detectar las áreas
    de desarrollo científico que pueden servir de soporte para
    impulsar las tecnologías emergentes, y localizar las
    carencias y obstáculos que pueden aparecer en su
    desarrollo.

    En ese terreno, los planteos sobre el verdadero dilema
    de los innovadores de Clayton Christensen (1999, pág. 30 y
    siguientes) constituye un aporte orientador relevante que no ha
    perdido vigencia. Entre los principios
    recogidos por el autor destacamos que "no se pueden analizar
    aquellos mercados que aún no existen" y que "la
    provisión de tecnologías puede no ser igual a la
    demanda del mercado". Esos dos puntos fuertes son claves para
    relativizar los hallazgos generados a partir de ensayos de
    prospectiva tecnológica, por mas buenos que
    sean.

    Toda esta evolución acelerada plantea la
    necesidad de un enfoque diferente para apreciar el impacto de las
    nuevas tecnologías. Un enfoque que contemple las
    innovaciones como parte de un sistema. Es necesario comprender
    mejor como las tecnologías emergentes impactan sobre la
    "telaraña" de las tecnologías pre-existentes,
    generando nuevas tensiones en sistemas que previamente
    parecían estables y que pueden enfrentar rupturas, a veces
    traumáticas, por imperio de cambios en los paradigmas y en
    los negocios que de pueden realizar.

    Trascendiendo a los estudios parciales de determinados
    aspectos del desarrollo de instrumentos tecnológicos, se
    replantea la importancia de un enfoque de sistemas para poder
    entender y administrar los cambios tecnológicos. "Con
    frecuencia quienes instauran reformas, sobre todo en el mundo
    empresarial, cometen el error de presionar y presionar hasta
    agotar la capacidad de adaptación del sistema. Llegados a
    ese punto, se produce la ruptura, que siempre va en prejuicio de
    todos." (O’Connor y McDermott, 1998, pág.
    43).

    5. Los tipos de
    negocios electrónicos que se están
    consolidando

    Hay muchas formas de clasificar los negocios
    electrónicos. Una de las mas usadas es considerar una
    tipología basada en las partes (agentes) que se relacionan
    en una transacción. Esas partes pueden ser empresas,
    consumidores o el propio gobierno, generando diversas
    denominaciones. Considerando estos 3 tipos de agentes
    (empresarios B, consumidores C y gobierno G) se establecen
    variadas combinaciones que han generado denominaciones
    diversas.

    Para realizar una primera aproximación a modo de
    identificación inicial y planteo de ejemplos; solo se
    considerarán las alternativas que son mas relevantes en la
    actualidad.

    Figura 6

    El tipo inicial de mayor impacto fue el Business to
    Business (B2B) en que los agentes que realizan la
    transacción son dos organizaciones. Por ejemplo una empresa que
    realiza pedidos de suministro de materia prima
    a sus proveedores por Internet. Opera como un servicio de
    enlace entre dos empresas. Por extensión se plantea el
    Business to Consumer (B2C) cuando
    una organización vende sus productos o servicios a
    través de Internet a clientes. Por ejemplo los sistemas de
    venta de libros y de
    CDs de música. Opera como
    tiendas virtuales con foco en los consumidores.

    Adicionalmente se están creando denominaciones
    como por ejemplo Business to Employ (B2E) que apunta al
    desarrollo de negocios hacia la interna de las organizaciones,
    por la vía del desarrollo de una Intranet
    corporativa.

    Como una variante muy singular y diferenciada de las
    anteriores aparece E – Government. En ese modelo los
    gobiernos nacionales, estaduales o provinciales, pasan a utilizar
    Internet en sus operaciones. Es fundamentalmente un medio para
    establecer una relación por Internet entre organizaciones
    del Estado y
    ciudadanos. Por ejemplo el pago de contribuciones inmobiliarias
    por Internet. Opera como un soporte de trámites adicional
    al presencial tradicional, en oficinas
    gubernamentales.

    A su vez, el consumidor como
    protagonista pasa a ocupar un lugar en las operaciones en el
    ciberespacio. Así nace el Consumer to Business (C2B) donde
    el consumidor ofrece a las empresas un precio por un
    bien o servicio. Por ejemplo una persona que
    ofrece una cierta cantidad de dinero por un
    pasaje y alguna empresa se lo
    vende al precio solicitado. Como posibilidad se plantea el
    Consumer to Consumer (C2C). Los consumidores se relacionan por
    Internet. El sistema de subastas en la Red es un ejemplo. Un
    consumidor ofrece a otro, bienes y
    servicios, pagando de ser requerida una comisión por la
    venta.

    Otra forma de categorización de los negocios en
    Internet es según el canal de suministro que provee el
    soporte del comercio. Así Ricardo Potts
    (Monografías.com, 2005) habla de comercio
    electrónico Indirecto y Directo. En el primero, se realiza
    la selección
    y pedido de las mercancías, insumos o materias primas por
    medios
    electrónicos y se envían al cliente final por
    los canales tradicionales, lo cual requiere una logística
    de apoyo en transportes e infraestructura. En el segundo, la
    selección, pedido, envío y pago se realizan
    totalmente en línea e integrados, a través de la
    misma red mundial, lo cual abarata considerablemente los costos
    para el fabricante o distribuidor.

    Este último tipo de comercio electrónico
    en el que la logística física no es relevante
    sólo puede realizarse, evidentemente, con
    mercancías denominadas "intangibles", cuyo ciclo total de
    venta, pago y entrega puede realizarse enteramente por Internet.
    Es el caso fundamentalmente de los videos y la música y de
    los programas de
    computadora
    aunque el universo de
    productos seguirá extendiéndose (Por ejemplo libros
    electrónicos).

    Todos estos modelos tienen algo en común. Su
    aplicación impacta sobre las organizaciones que deben
    adaptar su estructura, su
    funcionamiento y su gente de acuerdo con las nuevas reglas de
    juego que plantea una relación virtual con clientes ,
    proveedores y gobierno. Se plantean cambios organizacionales que
    deben romper con el equilibrio
    existente, para transformarlo en otro mas provechoso, en
    períodos cada vez mas breves, lo que vuelve a poner sobre
    la mesa, la necesidad de nuevos conceptos para administrar esos
    cambios.

    6.
    Análisis del proceso de desarrollo de los tipos de
    negocio

    La tecnología no siempre se integra al mundo de
    los negocios, sin alterar a las organizaciones y su contexto. Los
    cambios organizacionales que se están generando para
    capitalizar las formas de comunicación virtual son cada
    vez mas complejos y acelerados. Impactan fuertemente sobre la
    organización y su entorno, alterando la forma de
    capitalizar oportunidades y sobre todo, la forma de concretar
    negocios.

    No todas las organizaciones reaccionan igual ante las
    innovaciones. Erik Tamplin y otros (1997) sostienen –
    citando estudios de Robert LaRose y Anne Hoag, de la Universidad
    Estatal de Michigan – que el proceso de adopción
    de las nuevas tecnologías no fue homogéneo.
    Específicamente, los sectores que capitalizaron
    rápido las posibilidades de Internet en los negocios,
    fueron las telecomunicaciones, computación e industrias
    electrónicas.

    Estos adaptadores tempranos no capitalizaron las
    innovaciones rápidamente por azar. Los adoptadores
    tempranos provenientes de esos sectores, presentaban desde fines
    del siglo pasado, una mayor presencia de innovaciones en sus
    sitios en Internet porque le eran mas cercanas y afines. De todas
    maneras, gradualmente en otros sectores, la generación de
    "canales electrónicos de distribución" fue haciéndose cada
    vez mas evidente en las operaciones comerciales de las
    organizaciones.

    Estos nuevos canales fueron creando una nueva
    visión de la disponibilidad total del servicio de contacto
    con el contexto (365X24X7) y decretando el fin de la coincidencia
    física y temporal de los agentes para realizar
    operaciones. (Fernández y Bajac , 2003, pág. 166 y
    siguientes). El no tener que estar físicamente presente
    para realizar negocios y poder concretar operaciones en cualquier
    momento del día, ha cambiado la mayoría de las
    reglas imperantes antes de disponer de Internet.

    En ese contexto, el acercamiento directo al cliente fue
    el primer paso de la integración, apoyado en la
    publicación de contenidos a comienzos de los 90. Poco
    después, comenzó a desarrollarse un proceso de
    interacción entre diversos agentes en la Red,
    capitalizando el relacionamiento directo entre empresas.
    (Según la publicación de Arthur Andersen Business
    Consulting de 1998, citada por Luis Couce (1999, pág.
    82).

    Simultáneamente se comenzó a generar una
    opción para la relación gobierno-ciudadanos y sus
    múltiples derivaciones, incluyendo acciones proactivas de
    los consumidores. De esta forma, empezaron a desarrollarse
    vínculos mas o menos directos entre ciudadanos y gobierno
    vía Internet, en sus diversas modalidades operativas.
    Conceptualmente se trata del mismo nivel evolutivo, cambiando los
    tipos de agentes que intervenían.

    Para contemplar estas necesidades, se ha desarrollado un
    modelo de soporte para operaciones gubernamentales usando
    Internet. Este servicio se llama genéricamente
    "e-government" y permite atender al ciudadano por la red para
    realizar trámites ante las oficinas aduaneras, los
    organismos impositivos y la seguridad
    social entre otros servicios oficiales, incluyendo
    transacciones como pagos, cobros, constancias y certificaciones
    entre otros.

    El siguiente paso fue la posibilidad de generar opciones
    de comercio electrónico que representan un nivel mas
    sofisticado de integración entre los agentes. Esto es la
    realización completa de operaciones sociales o comerciales
    entre muy diversos agentes en la Red. Precisamente a partir de
    este nuevo tipo de relaciones sociales o comerciales, comienza a
    producirse un cambio de paradigma en la propia relación
    entre los diferentes actores en el ciberepacio.

    B2C (para llegar a los clientes) fue la modalidad de
    mayor desarrollo inicial en la cual se utiliza Internet y el
    correo electrónico para sustituir la compra tradicional
    por catálogo en modalidades que previamente utilizaban
    como medio la televisión, el teléfono o fax. B2C ha
    sido una opción de los fabricantes para prescindir de una
    parte de sus distribuidores minoristas, operando directamente
    como comercializadores directos de sus mercancías con el
    consumidor final.

    Los beneficios de la compra por catálogo usando
    Internet tienen que ver fundamentalmente con la
    eliminación de la producción y distribución
    de los catálogos. La venta directa por Internet sin usar
    minoristas permite ampliar el espectro de clientes y opera como
    servicio de valor agregado para el mismo. (la ya citada
    desintermediación). La reducción de costos
    dependerá de la logística de distribución
    del fabricante. En todos los casos el cambio opera mejorando el
    control de la base de clientes.

    Esta modalidad ha funcionado bien en campos como el
    equipamiento de computación, donde grandes productores
    multinacionales – con el caso paradigmático de Dell
    a la cabeza – lograron generar sistemas de
    distribución en que los pedidos de equipos no iban contra
    inventario de
    productos elaborados sino directamente contra
    fábrica.

    Las enormes posibilidades de venta directa al consumidor
    están en productos que no requieren movimientos del
    soporte físico en la operación como software,
    video, fotos y
    música. Por este lado se están desarrollando
    mayoritariamente el comercio electrónico entre empresas y
    consumidores desde fines del 2000.

    Sin embargo, el verdadero negocio – por el
    volumen de su
    impacto comercial a escala global – radica en las operaciones de
    comercio electrónico entre empresas, que están
    generando fuertes procesos de integración de sus
    intercambios comerciales por Internet, capitalizando la
    potencialidad del B2B, en contextos cada vez mas
    extendidos.

    Según Horacio Marchand – haciendo una
    recapitulación del alcance del B2C respecto del B2B:
    "Quedó la polvadera y apenas se está asentado.
    Después de la estampida y la burbuja de Internet, el mundo
    B2C (negocio a consumidor) acabó por hacer mucho ruido pero
    pocas nueces, mientras que el B2B (negocio a negocio) hizo poco
    ruido pero promete muchas nueces." Se puede decir que el B2B ha
    acentuado su lugar para permanecer
    (www.gestiopolis.com/Canales4/ger/ahora.htm).

    Analizando el incremento de operaciones, el sector
    financiero – a pesar de reparos en el tema seguridad – ha
    ingresado fuertemente en la era de los negocios por Internet. Las
    instituciones financieras dieron finalmente un primer gran paso.
    De hecho, todo parece indicar que muy pronto Internet será
    la forma corriente de pagar y cobrar cuentas,
    transmitir facturas y manejar todas las demás
    transacciones que fluyen a través de las economías
    nacionales, regionales y globales.

    Más recientemente han surgido modelos del tipo
    C2C como subastas en línea, donde cualquier particular
    puede colocar a la venta un producto en un sitio especial al
    efecto, el cual brinda una plataforma para todos los ciudadanos
    que deseen vender directamente sus productos. Sobre la base de
    este modelo se han creado mercados de intercambio de objetos, uno
    de los cuales tuvo particular suceso como el intercambio gratuito
    de música y drástico final.

    Y esta nueva apertura de oportunidades de
    relación usando Internet no disminuye. La cantidad de
    espacio dedicado a la divulgación de la
    problemática de los negocios por Internet crece día
    a día. Basta realizar un análisis primario con
    buscadores
    estándares como Google, para
    apreciar la cantidad de artículos, noticias,
    investigación y recomendaciones de mejores
    prácticas en negocios electrónicos que se
    desarrollan individualmente o a través de organizaciones
    (En abril de 2005 habían 6.720.000 entradas de
    "ebusiness").

    Pero mas allá de acumular reportes sobre los
    cambios por venir sería importante mejorar los
    conocimientos sobre esos cambios. No se pueden capitalizar
    sinergias o utilizar efectos palanca sobre los sistemas a
    través de la acumulación de datos sobre los mismos.
    Es necesario poder interpretar esos datos y convertirlos en
    información. Y dando un paso mas, deberían poderse
    manejar los conocimientos esenciales que hacen a los negocios
    emergentes y su impacto sobre los agentes del mercado, lo que nos
    lleva nuevamente sobre la necesidad de desarrollar el pensamiento
    sistémico.

    7. El potencial de
    los negocios electrónicos como parte de los
    CRM

    No es fácil establecer genéricamente el
    potencial de los negocios electrónicos para las
    organizaciones, los clientes y el gobierno. Ciertamente que ese
    desarrollo dependerá de aspectos de componentes como la
    infraestructura de comunicación y sus costos asociados,
    las necesidades de los actores para poder desarrollarse
    comercialmente y sobre todo de aspectos culturales relevantes de
    cada sociedad.

    Sin embargo, considerando la tipología planteada
    para describir los negocios electrónicos las cosas parecen
    estar mas claras. Aunque el B2C tiene mayor cantidad de sitios
    donde está presente, el que más dinero mueve es el
    B2B, y la mayoría de los expertos estiman que el B2C
    quedará como la parte menor de la revolución
    tecnológica del comercio electrónico.

    El B2B se está convirtiendo rápidamente en
    la espina dorsal de los sistemas de gestión,
    procuraduría y compra-venta de gobiernos y corporaciones,
    los cuales planean utilizar la tecnología de Internet para
    perfeccionar la forma en que tratan directamente con
    suministradores, clientes y en general con los
    ciudadanos.

    Si pasamos de la consideración de aspectos
    generales a aspectos más específicos aparecen
    factores relevantes como: el mercado donde está la
    organización y su situación respecto a la competencia, los
    canales de venta o compra que ha desarrollado, la estabilidad y
    madurez de sus sistemas transaccionales y la inversión que requiere la
    implantación de la estrategia.

    Como se planteó al inicio del estudio es muy
    importante la capacidad de innovación que la empresa pueda
    tener y en general la cultura organizacional de la misma para
    asimilar y movilizarse hacia cambios "rápidos y profundos"
    que son requeridos cuando se cambian radicalmente las modalidades
    de interacción con los proveedores y clientes y
    demás agentes vinculados.

    Las propias empresas se pueden beneficiar de las
    posibilidades que brinda Internet. Desde la oportunidad de
    colocar ofertas de bienes intangibles a través de la red
    que no requieren logística para el envío
    físico de la mercancía al cliente hasta la
    reducción de los costos de inventario y de
    distribución de bienes materiales debido a la
    generación de una relación directa con sus
    proveedores y clientes actuales y potenciales.

    A su vez, las oportunidades que ofrecen los nuevos
    negocios para los usuarios de los sistemas son muy grandes. Van
    desde el acceso a productos sin importar su ubicación
    geográfica al ahorro de
    tiempo y dinero en obtener información a la hora de elegir
    entre diversas opciones para la compra de un producto
    determinado.

    Se ha dado una tendencia creciente de diversos agentes
    comerciales procurando reducir costos, aumentar el universo de
    clientes y obtener mayores beneficios no solamente con productos
    básicos. Ya se han integrado al negocio quienes ofrecen no
    solo videos, música, libros o programas sino bases de
    datos integradas que pueden incluir portafolios de temas
    especializados diversos, sobre todo económicos. Se han
    desarrollado sitios con millones de solicitudes de
    información general y especializada que requiere un pago
    adicional por el acceso a determinada
    información.

    Existen, desde luego, barreras subjetivas para
    desarrollar algunos negocios. Entre ellas la credibilidad en la
    seguridad del medio, la dificultades en cambiar los
    hábitos de compra y consumo, la no
    adecuación de los productos existentes a los requisitos de
    la venta electrónica (la mayoría del mercado se
    concentra en música y libros) y las dificultades en el
    manejo de Internet para el público no
    especializado.

    A su vez, no todos los países del mundo
    están en similares condiciones para capitalizar los retos
    y las oportunidades que está generando Internet. No es lo
    mismo la realidad del hemisferio norte que la del sur. Ciertas
    debilidades estructurales como ser una limitada infraestructura
    de comunicaciones o el menor porcentaje de computadoras
    personales por habitante, continúan ensanchando la brecha
    entre países pobres y ricos.

    Analizando los indicadores
    proyectados por el Gartner Group los negocios electrónicos
    del comienzo del milenio serán equivalentes al 10% del PBI
    mundial y consistentemente, se producirá una fuerte
    inversión en nuevas aplicaciones a los negocios y en la
    infraestructura tecnológica para soportarlas. Todo ello
    apuntando a la transformación de los modelos de negocios
    electrónicos como soporte de las operaciones.

    Pero el tema no pasa solo por el impacto comercial en
    los negocios o la cantidad de las inversiones realizadas, tiene
    que ver con la rapidez con que estos cambios se están
    dando. Sobre la velocidad con que se procesa los cambios en la
    nueva era, poco hay que explicar: lo que la Internet le llevo dos
    años alcanzar – 60 millones de usuarios – a otras
    tecnologías que impactaron en el siglo XX como la radio o la
    televisión, le llevó mas de diez
    veces mas.

    La propia dinámica de los cambios, está
    generando la necesidad de una óptica
    diferente para apreciar las situaciones que se están
    dando. Analizar cada factor que impacta sobre una
    problemática, con una visión reduccionista de la
    realidad, no aporta demasiado sobre la naturaleza de
    los procesos de cambio que se están desarrollando. Mas que
    de la suma descontextualizada de estos factores, la
    evolución dependerá de las relaciones entre ellos,
    reforzando el enfoque sistémico con el que deberían
    plantearse estas situaciones.

    8. La forma de
    introducir y sustentar la asociación de la Internet y los
    negocios en una organización

    Para capitalizar las posibilidades de Internet y los
    negocios electrónicos hay que innovar. Y el problema
    reside en que la innovación es una forma de conocimiento
    que hay que desarrollar (Nueno, 1998, pág. 11). Es
    necesario que las organizaciones aprendan qué se puede
    hacer y cómo hacerlo, para que puedan incorporar
    exitosamente los beneficios de nuevas teorías y
    prácticas empresariales en el ciberespacio.

    Los puntos mas importantes que hay que desarrollar en
    las organizaciones para capitalizar exitosamente las
    potencialidades de Internet y Negocios (integradas)
    son:

    1. potenciar los negocios por la vía de llegar
      más permanentemente y más efectivamente a sus
      clientes y
    2. transformar los negocios existentes en el mundo no
      virtual, al explorar nuevas formas de operar más
      eficientemente por  Internet.

    El problema es que encarar tales esfuerzos de
    innovación sin provocar estragos no es una tarea sencilla.
    No todas las organizaciones están en iguales condiciones
    para innovar. Las investigaciones
    sobre la innovación muestran que hay una estrecha
    relación entre el tamaño de las organizaciones y su
    habilidad para adoptar innovaciones. Según Everett Rogers:
    cuanto mayores son las organizaciones, mas facilidades tienen
    para adoptar innovaciones (1995, pág. 379).

    Para potenciar los negocios innovadores y trasformar las
    organizaciones según Amir Hartman, John Sifonis y John
    Kador (2000, pág. 3) se requiere una buena dosis de
    liderazgo, el
    replanteo del modelo empresarial, nuevas capacidades para
    gestionar los negocios y por supuesto, el uso adecuado de las
    nuevas tecnologías. Todo esto forma parte de la
    "preparación para la Red" procurando capitalizar las
    oportunidades que se generan en la "nueva economía".

    En el ámbito de potenciar los negocios
    existentes, la llave para comenzar es en esencia desarrollar
    mejor la comunicación institucional capitalizando la
    potencialidad de Internet como medio de comunicación. Es
    importante darse a conocer, generar interés en
    los productos y servicios, y estar permanentemente de cara al
    cliente, justamente cuando está tomando decisiones y
    así lograr nuevas relaciones de negocios y la venta de
    bienes y servicios.

    Figura 7

    La llave de entrada es entonces descubrir cómo
    transformar el saber (conocer) en hacer-saber
    (comunicar).

    En el ámbito de transformar los negocios
    empresariales, es imprescindible integrar los cambios en la
    propia organización. Para ello, en general se requiere una
    ruptura, replanteando los procesos de negocio. Hay que mejorar
    sustancialmente las operaciones internas de la
    organización y las operaciones realizadas ante el cliente
    – en sentido amplio – procurando optimizar procesos y
    atender más ágilmente al servicio que se le da a
    los agentes con los que se interactúa.

    El camino a transitar requiere descubrir cómo
    transformar el saber (conocer) en saber-hacer
    (actuar).

    Estas ideas generales de cambio
    organizacional que pasan por "hacer-saber" y "saber hacer",
    deben ser transferidas a la práctica. Para abordar los
    aspectos prácticos seguiremos fundamentalmente las
    recomendaciones de Horacio Marchand que resultan ser un buen
    compendio de prácticas para ir aprendiendo desde dentro
    hacia fuera de la organización, cómo introducir
    Internet + Negocios con un claro enfoque situacional
    ().

    Pero todo esta trasformación no se produce
    actuando sobre cada componente aislado del sistema
    independientemente con un enfoque reduccionista. También
    se requiere "ver" todos estos componentes como integrantes de una
    red en la que todos impactan de diversa manera, generando
    circuitos
    reforzadores y retardadores, que es necesario entender
    adecuadamente para poder actuar. Esto es planteando un enfoque de
    sistemas para analizar y transformar la realidad.

    La aproximación inicial a la necesidad de la Red,
    tiene que ver con la percepción
    ampliada de Internet como un medio general para realizar negocios
    en un contexto mas amplio. Cuando una organización realiza
    una apuesta para entrar en el mundo de los negocios
    electrónicos, debe percibir a Internet como una importante
    plataforma de Comunicación. La mayor que el mundo
    jamás ha creado hasta la fecha.

    Esa percepción debe generar un cambio de cultura
    en la organización y a la vez incorporar efectivamente el
    uso de Internet con nuevas formas de apreciar la
    interacción ente los sistemas y su impacto sobre los
    agentes. En un principio – señala Marchand – se
    sacará de su zona de confort a mucha gente, pero con el
    tiempo será tan normal como utilizar el teléfono.
    Es mejor eliminar a la gente que utiliza "mal" al Internet, que
    restringir o prohibir su uso "para que no se distraigan".
    La recomendación práctica es llevar la
    trasformación desde dentro hacia fuera de la
    organización. Esto es comenzar por un sistema que opera a
    menor escala y luego extenderse. Para ello, es recomendable
    iniciar el proceso de cambio por la parte interna de la
    organización y luego extenderse a su contexto comercial.
    Es mejor lanzar iniciativas internas (Intranet), por ejemplo B2E
    con el área de recursos
    humanos, o mejora de procesos y eficiencias, y después
    extender los esfuerzos hacia la Extranet.
    Luego hay que operar sobre el contexto. Al relacionarse con el
    exterior de la organización, es más natural y
    conveniente empezar con la extensión de la Extranet hacia
    los proveedores, de esta manera se podrá aprender en
    el trabajo,
    para cuando le toque a clientes. Usualmente se conoce mas a los
    proveedores que a los clientes. Sin embargo, la mejor estrategia
    de introducción dependerá en cada caso
    de qué tanto, proveedores y clientes, estén
    "culturizados" en Internet y los negocios que esta habilita.
    Es importante rescatar la visión de la potencialidad de
    Internet para desarrollar los negocios de la organización
    actuales y los que puedan desarrollarse en el futuro. Conviene
    ver a la tecnología como un medio de incrementar ingresos
    y de reinventar un negocio con una clara visión de las
    relaciones entre las partes. Si no se saltean los pasos previos
    para el aprendizaje
    organizacional, será más fácil ubica r-
    desde dentro de la organización – hacia donde apuntar y
    cómo hacerlo.

    Finalmente ante sistemas tan complejos es necesario
    tener presente el enfoque situacional, para evitar
    generalizaciones inapropiadas. Debe dejarse bien claro que no hay
    fórmulas mágicas para desarrollar la
    transformación requerida. Dependiendo de las
    circunstancias, la industria, la competencia y el mercado, cada
    quién hará su propia secuencia, las reglas en
    Internet se siguen escribiendo. Por lo tanto, un enfoque caso a
    caso, parece ser lo mas prudente, ante el nuevo desafío de
    vincular Internet con negocios.

    Finalmente, aunque la introducción de Internet y
    los negocios electrónicos haya generado un salto
    cualitativo inesperado – provocando una ruptura en la forma de
    ver la administración del relacionamiento con lo
    clientes – es necesario ver los cambios como una oportunidad de
    generar modelos de innovación sostenibles con una
    visión estratégica, para que los nuevos saltos
    cualitativos no nos encuentren tan desguarnecidos, como el
    referido ingreso a la era de los negocios virtuales, hacia fines
    del milenio anterior.

    La clave para anticipar sorpresas desagradables ante los
    grandes saltos – como muy bien plantea Pedro Nueno (1998,
    pág. 25) – es lograr un mayor domino del "networking",
    procurando generar procesos de innovación abiertos y
    recticulados, en el sentido de integrar centros de diseño,
    laboratorios, investigadores y consultores externos. Por supuesto
    que la base interna en la organización marca la pauta y
    genera el sustento, pero el rectículo externo, aporta
    avances en etapas tempranas de desarrollo de las
    innovaciones.

    Para reaccionar rápidamente ante las
    innovaciones, como señala Pedro Nueno (1998, pág.
    22), se debe poner especial atención en el "Time to Market". Las
    empresas deben manejar sistemáticamente estos procesos
    innovadores procurando acortar el tiempo de desarrollo de los
    nuevos productos. Las urgencias deben trasladarse también
    al desarrollo y no solo ejercerse ante la producción o la
    comercialización. No es suficiente desarrollar un buen
    producto. Hay que ponerlo en el mercado en el momento adecuado,
    muchas veces anticipándose a la acción
    de la competencia.

    Estas apreciaciones refuerzan indirectamente la
    necesidad del pensamiento sistémico para abordar estos
    problemas.

    Y por encima de todas las claves propuestas – por
    mejor que estas sean consideradas – está la prudencia que
    aconseja Clayton Christensen al plantear "el dilema de los
    innovadores" (1999) analizando los casos en que "las nuevas
    tecnologías pueden hacer fracasar a las grandes empresas".
    Todo está vinculado, según el autor, con la validez
    de las proposiciones que se realizan sobre la propia
    innovación y sobre todo, con la viabilidad aplicada al
    caso, de los principios de la innovación general que se
    consideran.

    9. Conclusiones de
    cara al desarrollo de los CRM por Internet

    La realidad del relacionamiento entre los diversos
    agentes en el sector industrial y comercial a escala global, se
    ha modificado en calidad y cantidad y estas modificaciones, se
    extienden en la actualidad rápidamente a otros
    sectores.

    La producción y comercialización mundial
    de productos ha cambiado radicalmente hacia fines del segundo
    milenio. La industria moderna cuenta cada vez con mayor capacidad
    en los proveedores, se incrementa la competitividad
    global y las expectativas de los compradores son mayores, y en
    respuesta el comercio mundial está cambiando en
    organización y forma de actuar debido a que las antiguas
    estructuras y funcionamientos ya no pueden satisfacer la
    demanda.

    El desarrollo industrial y la capacidad de
    comercialización requiere una fuerte dosis de
    innovación para que los emprendimientos sean sustentables
    en el tiempo. Las organizaciones exitosas – como plantea
    Pedro Nueno (1998) – no podrán conformarse con producir y
    vender exitosamente, deberán innovar con éxito para
    competir en el siglo XXI. Un mundo de globalización y grandes distancias reales
    que paradójicamente valora la diferenciación y las
    cercanías virtuales.

    Este es el mundo real cargado de virtualidad, en que los
    diversos actores productores y consumidores deberán actuar
    y lograr satisfacer las necesidades de los consumidores. Un mundo
    que ofrece soluciones, pero a la vez plantea problemas.
    Soluciones y problemas que son diferentes que los que estaban
    sobre la mesa hace apenas 10 años y que serán
    seguramente muy distintos que los que habrá que considerar
    por el 2015. El cambio será lo permanente.

    Mucho se ha avanzado en la última década
    para acercar la oferta y la
    demanda usando Internet. Actualmente todo el ciclo de
    comercialización por Internet está
    técnicamente resuelto. Disponemos de variados
    catálogos electrónicos, la selección de un
    artículo a adquirir es con un "click" y la
    utilización de tarjetas de crédito como medio de
    pago no genera contratiempos. El comprador de la era digital
    puede operar con una cadena de agentes integrados que relaciona
    la oferta de nuevos productos con el pago, sin
    dificultades.

    Los problemas tecnológicos básicos para
    soportar los negocios están prácticamente
    solucionados y las disyuntivas han pasado del ámbito
    tecnológico al terreno de la comercialización,
    donde la pregunta no es de tecnologías sino de
    disposición para la compra de los agentes involucrados.
    Hay que saber fundamentalmente lo que estaría dispuesto a
    comprar el usuario potencial. Y recién allí pueden
    establecerse con mayor claridad qué modelos de negocios
    electrónicos utilizar.

    Las preguntas clave deben apuntar entonces a la
    naturaleza de los propios negocios, no a su soporte
    tecnológico. El gran reto de las organizaciones hoy por
    hoy es:

    1. integrar esas tecnologías a la
      operación para obtener mejores mercancías y
      materias primas por menos dinero
    2. perfeccionar las operaciones para ahorrar costos de
      operación y llevar mejores controles
    3. dar mayor satisfacción a los clientes y atraer
      otros nuevos y
    4. mejorar la imagen de la
      entidad y sus relaciones
      públicas.

    Todas estos desafíos de comercialización
    tienen que ver fundamentalmente con los sistemas de CRM y
    podrían resumirse en sólo una pregunta
    estratégica: ¿Cómo aplicar la
    tecnología ya disponible para ser más eficientes y
    competitivos para relacionarnos en escala nacional y
    fundamentalmente internacional? Quien no sea capaz de encontrar
    las respuestas adecuadas, tampoco podrá obtener los
    beneficios necesarios para perdurar en el mundo comercial del
    futuro cercano.

    Hay que buscar las repuestas a través del
    mejor conocimiento de los clientes y del uso de los canales
    apropiados para llegarles. Como plantea Bernardo Godar (2003), el
    futuro del marketing para establecer un puente permanente con el
    cliente, está en explotar al máximo la "ingeniería del dato" tomando como base las
    estrategias de la empresa para canalizarlas por distintos medios
    operativos. La minería de
    datos puede ser un excelente auxiliar en la tarea e Internet
    parece ser un canal privilegiado para realizar esta
    aproximación.

    Precisamente la reingeniería del dato, plantea la necesidad
    de buscar lo que se necesita, donde ello se encuentre, aun sin
    tenerlo claro al comenzar el proceso. Cuando se planean los
    nuevos diseños organizacionales para el siglo XXI, se
    debería cuestionar cuál es la esencia de los
    sistemas que se desean transformar. El futuro desempeño de las organizaciones
    dependerá en gran medida de cómo los agentes puedan
    aprender a trabajar con nuevos conocimientos para trasformar los
    negocios y resolver los problemas, incluso aquellos que
    todavía no saben en el presente, cómo encarar
    (Ackoff, 2000).

    Dentro de esta revolución en la forma de
    organizarse para aprender y producir, por supuesto la
    tecnología de la información jugará un papel
    preponderante (fundamentalmente Internet + negocios
    electrónicos), ya sea por las inversiones a realizar, por
    la definición de los nuevos planes de negocio o porque
    esta función
    depende del soporte tecnológico que pueda darse. Sin
    embargo, con todo lo importante que las tecnologías son
    para que los negocios en el ciberespacio prosperen, no pasan de
    ser un instrumento al servicio de los diferentes agentes que en
    él se interrelacionan.

    Retomamos aquí la reflexión de Regis
    McKenna (1995, pág. 269). Las organizaciones en el siglo
    XXI deberán enfrentar algo mas que la competencia real de
    otros agentes. Deberán superarse a si mismas, para cambiar
    sus propias formas de pensar y modos de considerar el mundo. Por
    ello, muchos consultores piensan que – aún
    tratándose de corporaciones – la propia interna de la
    organización tiene que "comprar" primero la idea de
    operación en un mundo virtual, para luego exportarla a los
    demás agentes.

    Como plantea claramente Horacio Marchand resaltando la
    visión de la importancia de esos intangibles: "Una de las
    principales causas del fracaso de iniciativas en Internet, aparte
    de la baja penetración de computadoras, es la cultura y el
    impacto en los hábitos de la gente. Este es el verdadero
    reto. Y no sólo el comprar en Internet demanda un
    cambio de comportamiento, sino también el uso de Internet
    en el trabajo. La tecnología puede ser la adecuada, la
    solución la indicada, el sitio bien diseñado y
    eficiente, pero la gente no lo usa" (www.gestiopolis.com/Canales4/ger/ahora).

    Los procesos de cambio en los umbrales del tercer
    milenio, tienen que ver mas con gente que con equipos. "Un
    proceso de cambio no se caracteriza por la potencialidad que
    aportan los factores motivadores del cambio (en este caso,
    tecnología, técnica, conocimiento o planificación); un proceso de cambio se
    caracteriza por la interiorización que de dichos factores
    realiza el conjunto de mujeres y hombres al que afecta" (Reinares
    y Casado, 2002).

    Por encima de la valoración del soporte
    tecnológico requerido, hay que difundir y fomentar en las
    organizaciones del siglo XXI, una nueva visión del
    fenómeno comercial y productivo, generar mayor cultura
    informática, más información y
    conocimientos, porque para gestionar una corporación
    moderna con éxito ya no alcanza con los procedimientos
    tradicionales, porque Internet y su posibilidad de hacer negocios
    en el ciberespacio ha generado un antes y un
    después.

    Michel Porter (1996, pág. 181) ya advertía
    hace casi 20 años, la fuerte relación entre la
    ventaja competitiva y la tecnología. El cambio
    tecnológico "juega un importante papel en el cambio
    estructural de los sectores industriales, así como en la
    creación de nuevas industrias. Es también un gran
    ecualizador, erosionando la ventaja competitiva aun de empresas
    bien afianzadas y empujando a otras hacia el frente." Internet
    reafirma esta asociación de manera particularmente
    evidente.

    Internet y los negocios electrónicos están
    afectando las ventajas competitivas preexistentes y las
    estructuras de muchos sectores de actividad. Las empresas que
    quieran sobrevivir con la nuevas reglas de hacer negocios en el
    ciberespacio, no pueden quedar al margen de la revolución
    que ha generado Internet y los negocios electrónicos.
    Deben aprender rápidamente cómo sacarle provecho a
    estas nuevas herramientas estratégicas.

    Se ha producido – con la terminología de Khun –
    un cambio de paradigma. Se ha generado una migración
    del mundo real al mundo virtual, para realizar negocios de todo
    tipo. Esta revolución se ha iniciado con la
    aparición de Internet y el desarrollo de comercio
    electrónico entre instituciones y personas. Los aciertos y
    errores de todos los agentes del nuevo mercado se están
    sucediendo vertiginosamente y así será hasta que el
    modelo emergente finalmente se consolide.

    Como reflexión vale reiterar el llamado de
    Clayton Christensen a los innovadores (1999, pág. 21):
    nunca está demás construir un marco de referencia
    de errores que otros han cometido al desarrollar proyectos
    innovadores. Es realmente muy importante saber cómo
    utilizar los principios básicos de la innovación y
    aplicar las mejores prácticas para llevar adelante
    proyectos sustentables. El mundo comercial – Internet
    incluido- está lleno de proyectos interesantes que
    finalmente no prosperaron.

    Es importante generar ámbitos para compartir
    conocimientos y experiencias. Por supuesto, tanto en el caso de
    éxito, como cuando se dan grandes decepciones. ¿Por
    qué no hacerlo también a través de Internet?
    Existen comunidades virtuales de todo tipo que permiten un mejor
    acercamiento a los problemas comunes y las posibles soluciones,
    como es el caso por ejemplo del sitio crmcommunity, dedicado
    específicamente a CRM o el sitio B2Bcommunity dedicado a
    negocios electrónicos entre empresas.

    Las ideas de Peter Senge (1992) sobre el arte y la
    práctica de las organizaciones abiertas al aprendizaje,
    mantiene enteramente la vigencia de un clásico de la
    teoría de
    sistemas, aplicada en las organizaciones. Son las personas
    las que crean la realidad, a partir de sus actos y también
    las que finalmente pueden cambiarla. Y en este contexto, las
    "organizaciones inteligentes" – las que aprenden de sus aciertos
    y desaciertos – serán las que marcarán las pautas
    en el futuro de los negocios, y la problemática de la Red
    no será la excepción, con sus oportunidades y
    amenazas a cuestas.

    10. Bibliografía de
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    Autor:

    Carlos Petrella

    Abril 2005

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