- Resumen
- Campo concreto sobre el que tiene
actuar el departamento de orientación o el
orientador - Aspectos éticos de la
orientación educacional - Qué espera el orientador
del orientado o los orientados - Conclusión
- Bibliografía
La trascendencia del trabajo de
orientación educacional es innegable y cada día
cobra más fuerza, en los
marcos de la comunidad
educativa, la necesidad de acrecentar la atención a su instrumentación en la práctica
profesional pedagógica, de modo tal, que conduzca a la
obtención de los resultados deseados, por lo que
aproximarse a su esencia y conocer las criterios que en torno al mismo
poseen un espacio en las concepciones modernas es el
propósito principal de este trabajo.
De la propia experiencia práctica en el trabajo de
formación pedagógica general, se aprecia con
claridad que la orientación educacional es un procedimiento de
ayuda e intervención desde el punto de vista individual y
grupal, extendiéndose su alcance más allá
del proceso de
enseñanza–aprendizaje.
Palabras claves:
Educación
Orientación
Orientación educativa
Abstract
The importance of the work about the educational
orientation is undoubted and it takes more strength every day.
Within the educational community, paying attention to its
practical implementation on the pre-professional practice
constitutes a necessity, in such a way, that it could lead to the
achievement of the desired results. That is why; the main purpose
of this work is to get into its essence and to know the criteria,
which have a space within the modern conceptions.
Out of the very practical experience in the work with
the general pedagogical formation, it is quite evident that the
educational orientation is a procedure for help and intervention
from the individual and group perspective; whose influence goes
beyong the teaching-learning process.
Key words:
Education
Orientation
El tema de la Orientación Educacional como
función
profesional del psicopedagogo ha sido subutilizado. De la propia
experiencia práctica en el trabajo de formación
pedagógica general, se aprecia con claridad que la
orientación educacional es un procedimiento de ayuda e
intervención desde el punto de vista individual y grupal,
extendiéndose su alcance más allá del
proceso de enseñanza-aprendizaje.
La orientación educacional bajo la mirada de un
especialista en psicopedagogía es un acto de comunicación, es imposible pensar en un
buen orientador que no
Domine las técnicas
de la
comunicación, las cualidades como comunicador siempre
han sido un factor favorecedor de la praxis como
orientador y como educador.
Al revisar la literatura especializada,
los autores asumen diferentes posiciones en cuanto a las
definiciones, por citar algunos ejemplos; Paul Jacobson
considera a la orientación como un servicio
destinado a la ayuda de alumnos o estudiantes entre variadas
alternativas y que puedan reconocer sus limitaciones habilidades
con la finalidad de adaptarse a las condiciones de
vida.
En el caso de Lathan Hatcher; la orientación
es un proceso para descubrir y desarrollar potencialidades con
sus propios esfuerzos y en función de una utilidad social;
en otra dimensión C.C Ross, la asume como
propósito de asistencia al educando para que adquiera
suficiente conocimiento
de sí mismo y de su medio
ambiente, con la intención de aprovechar las
oportunidades educacionales ofrecidas por la escuela y la
comunidad.
Basilia Collazo investigadora en la línea
temática orientación en la actividad
pedagógica la considera, como el esfuerzo que realizan
las instituciones
educativas para asistir al alumno de manera especial en la
comprensión de su medio y de sí mismo, que persigue
como finalidad la utilización inteligente de las
oportunidades educacionales, así como del progreso
ofrecido por la escuela, la comunidad y la sociedad.
Entendemos que la orientación debe ser un proceso
continuo, dinámico que incluya actividades de
estimulación, capacitación, movilización,
compromiso y responsabilidad para que el orientado o los
orientados desarrollen sus puntos de vistas, asuman decisiones y
aporten significativamente a la sociedad.
Cuál es el
campo concreto sobre
el que tiene actuar el departamento de orientación o el
orientador.
Las acciones
profesionales del psicopedagogo como orientador son
múltiples no solo por los diferentes ámbitos en las
que se realizan, sino también por la especificidad de cada
una de ellas.
Por ejemplo, las relaciones de ayuda personalizada o
individual, tienen como fin propio ayudar a los estudiantes.
No importa si ellas se realizan individualmente, lo que
seguramente resulta más común, o si se realizan
grupalmente, ellas actúan en contacto directo con los
sujetos y la pretensión de lo que sería su objetivo
fundamental: el Cambio
personal, el
crecimiento y desarrollo.
Estas ayudas no solo recaen en los mencionados
anteriormente, se incluyen dentro del campo de orientación
escolar otros elementos personales como: el equipo directivo,
profesores, tutores y personal no docentes y
del campo social no deben quedar al margen de la
orientación: las asociaciones de vecinos donde se
encuentra ubicada las instituciones educativas, las organizaciones
políticas y de masas, los medios de
información masiva, asociaciones de padres
, instituciones recreativas, deportivas y culturales
pertenecientes a la comunidad.
El alcance de la orientación educacional en el
siglo XXI se ubica en los siguientes niveles:
- Tratamientos u orientación de casos problemas.
- Promoción del desarrollo
personal y de la salud
mental. - Orientación a padres y maestros.
- Orientación a grupos.
Y las funciones
especializadas de la orientación persiguen alcanzar los
siguientes objetivos:
- Planificar, ejecutar y controlar las orientaciones
escolares, profesionales y personales para el
alumnado. - Planificar, ejecutar y controlar las orientaciones
escolares, profesionales y personales para el profesorado.
Así como su selección, puesta en marcha e integración en el centro. - Planificar, ejecutar y controlar las orientaciones
escolares, profesionales y personales dirigidas a la familia y
responsables de las instituciones sociales, políticas y
de masas.
El programa de
orientación educacional que se asume debe concebirse como
parte del trabajo educativo. Pero para que este tenga logros es
necesario cambiar actitudes y
viejos procedimientos
que faciliten las modificaciones o transformaciones que se han
trazado como metas. Cuáles son las modificaciones a las
que hacemos referencia; se resumen a
continuación.
- La reestructuración de representaciones bajo
cuya influencia el estudiante o el grupo se ve
limitado de mantener una relación de equilibrio
entre sus exigencias y las condiciones para
concretarlas. - La disminución perceptible de los estados
emocionales particulares de valencia negativa asociados a
dichas representaciones (la molestia, la preocupación en
sentido general, la ansiedad, la angustia, la falta de
concentración o problemas en su desarrollo meta
cognitivo). - La recuperación de un estado de
capacidad para movilizar los recursos
personales o grupales en la dirección de solucionar los problemas
vitales fundamentales que tienen que ver con las relaciones de
adaptación y transformación sujeto-entorno:
asimilación del aprendizaje y su manifestación en
la actividad práctica. - La recuperación de un estado de capacidad para
movilizar los recursos personales o grupales en la
dirección de solucionar los problemas vitales
fundamentales que tienen que ver con las relaciones de
adaptación y transformación sujeto-entorno:
asimilación del aprendizaje y su manifestación en
la actividad práctica. - La recuperación de un estado de capacidad para
movilizar los recursos personales o grupales en la
dirección de solucionar los problemas vitales
fundamentales que tienen que ver con las relaciones de
adaptación y transformación sujeto-entorno:
asimilación del aprendizaje y su manifestación en
la actividad práctica. - El aprendizaje para la reorganización (nuevas
formas de utilización) de los recursos personales
así como la creación de recursos
nuevos.
Hablamos de dos tipos fundamentales de cambio. Los
primeros son cambios al interno del sistema (el
sistema como unidad final o integral no se modifica), los
segundos son cambios del sistema mismo.
.El trabajo de orientación educacional esta
sujeto al establecimiento de un sistema de relaciones personales
y todo contacto humano esta sujeto a una mediatización
simbólica (la palabra, la representación) que no es
otra cosa que el instrumento de ese contacto. El contacto
significa implicación emocional, intelectual y actitudinal
entre las personas, supone compromisos y acuerdos, interés
mutuo en un objetivo o tarea común.
La efectividad de la ayuda de orientación
educacional, tiene como necesidad fundamental el ajuste del
mediador simbólico a la realidad subjetiva y objetiva de
los sujetos que interactúan. Requiere que se establezca
sobre la base de la solicitud que un sujeto hace de la
actuación de otro sujeto (un profesional), de la
disponibilidad de este último y de una
acuerdo entre ambos (el acuerdo puede devenir contrato o
no).
La relación se da solo cuando se establece el
contrato y es una concreción sobre la estabilidad en
tiempo,
cantidad de contactos, sesión-proceso y espacio
(situación: encuadre de la relación), de los
registros
emocionales, intelectuales
y comportamentales.
Siguiendo los criterios más generales de la
literatura científica sobre Orientación, la misma
cumple los siguientes encargos:
- Remedial – (algo tiene que ser
reparado) - Preventiva –(anticipar dificultades,
crear condiciones para que no ocurran o para que se enfrenten
bien). - Educativa – (obtener y derivar los
máximos beneficios de las posibilidades personales,
descubrir el potencial personal). - Crecimiento –(elaborar nuevas
capacidades y estilos).
No son estas funciones excluyentes. En ciertas
condiciones y trabajada desde ciertas premisas una
intervención de orientación enfocada (familiar
desde ya nos resulta el término foco – focalizar, enfocar,
etc.) en alguna de sus posibles funciones puede derivar a
otra o tenerla como efecto colateral.
¿Cuáles son las formas de relacionarse
el Orientador con el orientado que favorecen la tarea
común? Algunas de ellas son:
- Creación de un clima de
seguridad y
confianza. - La aceptación del cliente tal
como es. - Comprensión empática.
- La congruencia, genuinidad.
- Autenticidad.
- Incondicionalidad.
Entre el orientador y el orientado o los orientados
debe establecerse un convenio que se enmarque en los siguientes
aspectos:
- los objetivos que se persiguen,
- las dificultades a las que se enfrentarán
(retribución, costo y
beneficio), y los compromisos que necesariamente se
asumirán, - orientación y clarificación de las
expectativas, - tipo de relación, o establecimiento de los
límites a la relación
(Límites espacio temporales – día, hora,
lugar – , y también los de los espacios privados del
orientador), - esclarecimiento de los estilos de funcionamiento
(qué se va a hacer, como, cual debe ser la
actitud del
orientado etc.). - clarificación del problema sobre el que se va
a trabajar (de cierto modo esto es también un
límite), - esclarecimiento de los resortes actitudinales del
orientado.
Cada uno de estos componentes o elementos van a tener
una repercusión o manifestación específica
en los elementos constitutivos de la situación.
La relación de orientación es una
relación de compromisos en la que cada uno de los miembros
hace o intenta hacer lo que le corresponde para hacer avanzar la
relación en una dirección. La movilización
de los recursos motivacionales del orientado o de los orientados
es fundamental, el comprometimiento del mismo con un comportamiento
resolutivo igualmente lo es, no hay duda de que sin el
empeño del orientado o los orientados no se puede acometer
una intervención de tiempo limitado.
Esclarecer las expectativas es precisamente ubicar con
realismo la
potencia de cambio de la acción
que se va a emprender. En primer lugar es imprescindible ubicar
con claridad el sentido de lo que se va a hacer primeramente en
el proceso, y no en el efecto (objetivo en el
proceso).
En segundo lugar ubicar una meta, en el sentido no solo
de objetivo sino de cierre, de fin (objetivo en la
culminación). Como objetivo la meta puede
estar en una condición personal más favorable
para tener más elementos que favorezcan la
comprensión de u otras cercanas. En tercer lugar, es
necesario significar el objetivo pero nunca la solución de
todo.
La verdadera y más productiva formulación
del objetivo en orientación es la clara definición
del problema, y la tarea es precisamente el trabajo sobre el
problema. Un problema por definición tiene diversas
soluciones.
No debemos pasar por alto lo que podríamos llamar
el esclarecimiento contractual en el uso de los recursos
técnicos indirectos. Me refiero al uso de libretas de
apuntes, en ocasiones tan necesarias y útiles para ayudar
a la memoria, el
uso de grabadoras, incluso de cámaras de vídeo
tape, etc.
Esto es algo que debe ser analizado
casuísticamente por el orientador, pero lo que no puede
ser producto de la
elección del orientador es la comunicación al
orientado o los orientados de lo que se va a hacer, como se va a
hacer, y para qué se va a hacer.
La Orientación es sobre todo comunicación.
Y es este su gran reto profesional. Es difícil pensar en
un buen orientador que no sea un buen comunicador. Y la
comunicación es una habilidad que requiere aprendizaje. La
comunicación es una categoría sumamente
compleja.
No obstante, por su significación técnica
quiero al menos llamar la atención sobre el hecho de que
en la situación de orientación podemos claramente
descubrir tres tipos de emisiones de mensajes según el
medio del que se valga la expresión : objetales,
sensoriales, lingüísticos. La comunicación que
se establece entre dos personas incluye el contexto en que tiene
lugar, los mensajes verbales, las pautas paralinguísticas
y los movimientos del cuerpo.
Los objetales, vistos desde el orientador, tienen que
ver con cosas tales como el ambiente de la
sala de trabajo, la disposición y el tipo de mueble que se
utiliza, la forma de vestir del especialista. Ellos dicen mucho
de lo que va a suceder allí. Así mismo, desde el
orientado, su forma de vestir, de arreglarse, etc. son elementos
informacionales de suma importancia que hay que llevar en cuenta
y destacar que para la relación de orientación un
ambiente neutro.
La comunicación no verbal, muy especialmente
el lenguaje
gestual, domina cerca del 65% de la comunicación. Lo no
verbal es un recurso técnico de la trama, es un recurso de
la actuación del especialista, y es un medio de
explicitación del orientando.
Con respecto a la dimensión lingüística es necesario enumerar al
menos algunas reglas de la comunicación en
orientación:
- Claridad, síntesis
y concreción son peculiaridades deseadas en la
comunicación al orientado. Lo que pueda decirse de
manera clara y comprensible con dos palabras, no hay que
decirlo con tres. La claridad no es solo función del
bien decir, sino también de la adecuación del
lenguaje a
las posibilidades del orientado. El carácter abstracto de las hipótesis con las que el especialista
piensa, no deben marcar el tipo de expresión que entrega
al orientado. - El que tiene más cosas que decir en una
relación de orientación es siempre el demandante.
De parte del orientador la función comunicativa
prioritaria es la escucha, de la que se derivará
más tarde el decir. - Una comunicación se ve facilitada en su
legitimidad si ella resulta comprometida, abierta,
personalizada, lógica, coherente, democrática.
Estas son exigencias a la capacidad comunicativa del
orientador. - La credibilidad de las palabras está
directamente vinculada a la credibilidad del orientador, y esta
última en gran medida depende de su autenticidad, su
empatía, su capacidad de ser una persona
profesional en situación.
Podemos subrayar, para seguir avanzando, que todo el
dominio
técnico del orientador puede ser insuficiente si no ha
desarrollado las habilidades y cualidades básicas de la
comunicación, su técnica, su estética y su ética.
Aspectos éticos
de la orientación educacional.
La Ética de la relación de
Orientación, es construida desde una Etica de las relaciones
interpersonales. La primera es uno de los modos particulares
de existencia de la segunda. Y se resumen a
continuación:
- El Respeto al
Derecho del otro. - El Respeto a la individualidad, a la
diferencia (personal, emocional. Intelectual y por ende de
las elaboraciones a ellas vinculadas). - La igualdad en
lo esencial y la equidad en
lo importante. - La aceptación mutua (en lo común y en
lo no común) - El reconocimiento de la autoridad
sin detrimento de la autonomía y la independencia personal. - La libertad de
decisión responsable. - La independencia para la
interdependencia. - La observancia del interés
común. - La primacía de los valores
universales del ser humano. - El Compromiso y la solidaridad
humana.
Las personas que entran en una relación de
Orientación en calidad de
Orientado tienen derecho a:
- Recibir asistencia profesional de Orientación
y que esta le sea brindada en las mejores condiciones posibles
para favorecer su bienestar psicológico. - Que se respete su individualidad, sus creencias
religiosas, éticas, morales y
políticas. - Ser informado de que existen técnicas y
metodologías de trabajo distintas de aquellas con las
que trabaja el orientador. - Que el Orientador no se considere dueño
exclusivo del conocimiento y a que sus aportes sean
considerados en paridad con los del terapeuta. - Que las comunicaciones entre profesionales acerca de sus
problemas se realicen con el debido respeto a su dignidad. - Discrepar con las intervenciones del Orientador sin
que ello sea considerado ineludiblemente una forma de resistencia,
interferencia, ataque al tratamiento o atentado a la autoridad
e integridad profesional del especialista. - Que se resguarde su intimidad mediante el respeto del
secreto profesional. - Que se le confirme la realidad de sus percepciones,
incluyendo aquellas que se refieren a su
Orientador. - Que todas las intervenciones técnicas sean
realizadas de tal modo que su autoestima
no resulte dañada. - Expresarse libremente, pero también a guardar
silencio en aquellos momentos en que comunicarse pudiera
resultarle humillante, denigratorio o peligroso. - Tener la comprensión, la empatía y la
paciencia de su Orientador. - Una valoración de su Orientador que lleve en
cuenta sus posibilidades de cambio y también sus
limitaciones, que respete y considere su tiempo personal; pero
que también insista en que cambie hoy lo que hoy puede
ser cambiado. - Tener un proceso diagnóstico – exploratorio que permita
organizar adecuadamente las acciones a realizar, sin ser por
ello etiquetados ni limitados arbitrariamente en sus
posibilidades de desarrollo. - Recibir información diagnóstica y
pronostica, administrada de forma tal que permita la
autonomía de sus decisiones sin dañar la
valoración de sí mismo. - A que los terapeutas aporten todos los recursos y
métodos
que sea necesario aplicar para la resolución o alivio de
sus problemas. - Equivocarse y tener razón, como lo tiene su
Orientador. - Que lo Orientadores revisen los modelos y
teorías que sustentan sus
prácticas, a fin de descubrir si éstas los llevan
ineludiblemente a vulnerar los derechos arriba
enunciados. - Decidir si quieren ser atendidos a no por un
Orientador con el que por razones personales debidamente
justificadas no se sienten confiados y seguros,
después de haber escuchado el criterio del especialista
que recibió su demanda de
atención.
Qué espera el
orientador del orientado o los orientados, todos los autores
consultados entre lo que destaca el Doctor Manuel
Calviño coinciden en los logros siguientes:
- Mejoramiento del estado emocional y de la vivencia de
bienestar. - Levantamiento contextual de la autoestima, y
mejoramiento de la adecuación como base de su
estabilización. - Aumento de la auto confianza y la seguridad personal,
desarrollo de la asertividad. - Desarrollo de la capacidad de objetividad en la
evaluación y análisis de situaciones
vitales. - Adecuación de las exigencias y expectativas en
relación a sí mismo y a los
demás. - Aumento de la conciencia
de posibilidades. - Mejor y más productiva definición de
los rangos de tolerancia
personal a la frustración y los conflictos
sobre todo interpersonales. - Mejora de las condiciones personales para la toma de
decisiones prudentes. - Esclarecimiento y discriminación de situaciones cotidianas
de vida. - Elaboración de respuestas adaptativas de mayor
nivel. - Mayor ajuste y gratificación en las relaciones
interpersonales. - Comunicación más eficiente.
- Mejoramiento del sistema de actividades
complementarias (recreación, planificación, creatividad). - Inauguración o robustecimiento de ciclos
autónomos de crecimiento.
El Orientador no es un conjunto de acciones y de
instrumentos. Ni tan siquiera es la cabeza que científica
y artísticamente articula los instrumentos con los
materiales. El
Orientador es un Orientado sentado en la otra silla. Es
también un hombre en
busca de sentido. La Orientación es también un acto
humano cotidiano, tan cotidiano cuanto la lucha compartida por la
felicidad, el bienestar y el mejoramiento humano.
La orientación educacional constituye un
contenido esencial consustancial al ejercicio de la
profesión pedagógica que debe asumirse a partir de
la conciencia acerca de su impacto en la configuración de
la
personalidad de los estudiantes; lo que guarda estrechos
vínculos con la salud de la sociedad y la
contribución que los educadores están llamados a
realizar para que prevalezca el espíritu de
cooperación, la solidaridad, la paz y la tolerancia que
han de caracterizar la ciudadanía del siglo XXI, en un mundo
globalizado que debe tender cada vez más a constituirse en
el escenario de personas cada vez mejores en el más amplio
sentido de la expresión.
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Universidad
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Autor:
M.sC. José Heriberto Aparicio
Venegas
Prof. Auxiliar
Lic. Yannet Peña Ramírez
Prof. Instructora.
Lic .Damaris Rodríguez
Prof. Instructora.
Lic. Pedro Serrano Yero
Prof. Instructor
20 de abril de 2006