Las plantas transgénicas se cultivan en el mundo
como una panacea para el problema de una producción agrícola segura, en
respuesta a la crisis
alimenticia.
Sin embargo, la falta de información precisa al respecto, causa
confusión en la comunidad en
general. Es indispensable señalar algunos de sus
inconvenientes.
El propósito de esta breve revisión es
establecer una idea precisa sobre sus posibles implicaciones en
el ambiente con énfasis en la agricultura.
Palabra clave: Información, riesgo ambiental,
ADN.
En la actualidad, cultivos agrícolas se protegen
del ataque de insectos-plaga con pesticidas. Una alternativa para
reducir su aplicación y evitar la contaminación ambiental, es el empleo de la
biología
molecular y tecnología del ADN o
ácido desoxirribonucleico, molécula que contiene la
herencia
genética
de los seres vivos, manipulable para escoger o "clonar" algunas
cualidades únicas de ciertos individuos, como los
microorganismos.
Estas cualidades están contenidas o representadas
por "genes y/o plasmidos", los que pueden ser transferibles a
otro ser vivo, en el cual este gene o gen se expresa de igual
forma que en el organismo original (Nway y Ely, 2001).
Lo anterior puede explicarse con Bacillus
thuringiensis (Bt), un agente microscópico,
introducido en el mercado de los
pesticidas en Francia en
1930, para el control
biológico de insectos-plaga, agrícolas, forestales,
de granos almacenados y urbanos (Leal y
Sánchez-Yáñez, 1995; Rowe y Margaritis,
1987).
Basado en que Bt posee una cualidad gen ética
única, que es producir una proteína llamada
"cristal o δ-endotoxina"
(García et al., 2000) que actúa como
biopesticida, asperjado sobre hojas de plantas:
fríjol, maíz en
semillas en almacén,
para que cuando los insectos-plaga comen la hoja, succionen su
savia o perforen el grano, y este cristal alcanza el intestino
del insecto-plaga; le causa una ulcera acompañada de
vómito y
diarrea, ello
le provoca una severa deshidratación.
De esta manera detiene su acción
destructiva y después el insecto por su débil
salud muere
(García et al., 2000; Galán, et al.,
1998).
El cristal no afecta negativamente a la planta, al
campesino, al
consumidor del
vegetal o del grano, por que su efecto tóxico es exclusivo
contra el insecto-plaga (García et al., 2000). Sin
embargo, si la aplicación del cristal no se realiza cuando
los insectos salen de su huevecillo, el control biológico
es inútil, ya que este cristal se destruye por efecto de
la luz solar y la
humedad del ambiente (Medrano et al., 2000;
Sánchez-Yáñez y Peña Cabriales,
2000).
Una de las soluciones
propuestas para evitar la destrucción del cristal,
después de su aplicación, es usar un organismo con
una cualidad genética única, como es el caso
Bt y por ingeniería
genética transferir este carácter genético a plantas de:
maíz, fríjol, papa, etc.
Por ello, a las plantas a las que se les ha transferido
una o varias cualidades genéticas de otro organismo en
forma de un gen y/o plásmido, como en el ejemplo de las
plantas que contienen un gene Bt, se les conocen y vende
como transgénicas.
Cuando estas plantas Bt crecen en el campo,
simultáneamente liberan el cristal, si el insecto come la
hoja, o chupa su savia, se traga el cristal, entonces se intoxica
con las consecuencias previamente descritas (García et
al., 2000).
Sin embargo, el uso de plantas transgénicas no es
tan simple como parece, en Bélgica, investigadores en
ingeniería genética transfirieron el
gen de Bt en tabaco,
principalmente por razones económicas, ya que esta planta
tiene un mayor valor
comercial que los granos básicos como el maíz o el
fríjol.
La primera generación de tabaco
transgénico, liberó internamente el cristal de
Bt y de esa manera las plantas se protegieron del ataque
de insectos-plaga. Luego estos insectos desarrollaron
rápidamente resistencia al
biopesticida producido por el tabaco y las acabaron (Nway y Ely,
2001).
El problema no fue sólo que el gen de Bt
dejó de proteger al tabaco y ya que se había
producido miles de plantas de tabaco Bt, éstas
después de sembrarse, excretaron el cristal por sus
raíces en tal cantidad que después de seis meses la
concentración de los cristales de Bt, habían
aumentado en el suelo adherido a
las raíces; ambiente donde insectos benéficos
contribuyen a la descomposición de la materia
orgánica vegetal y la continuidad de la vida.
Estos insectos pueden consumir los cristales de
Bt e intoxicarse, enfermar y morir. Lo que causa una
pérdida de la diversidad biológica, que es otra
forma de contaminación (Risser et al.,
2001).
Esto es posible ya que en la naturaleza
toda regla tiene una excepción y la evidencia es que el
gusano de seda: Bombix mori, un insecto benéfico se
intoxica y muere si consume el cristal y las esporas de Bt
(Galán et al., 1998).
El mayor riesgo del cultivo de plantas
transgénicas, es el que pueden ocasionar mayores problemas al
ambiente de los que resuelven (Nway y Ely, 2001). Pues el
desarrollo de
resistencia de insectos-plaga, es tan rápido que obliga al
uso de pesticidas químicos más tóxicos que a
su vez repercuten en la desaparición de insectos
benéficos que lógicamente influye en el delicado
equilibrio
natural (Visser et al., 2001).
La mayoría de los países, especialmente
los europeos, han adoptado la nueva tecnología de plantas
transgénicas con lentitud por la incertidumbre y los
inconvenientes ya señalados. En especial, por los
problemas que implica para la salud humana.
Por ello, Austria bloqueó las importaciones de
maíz Bt, mediante una Comisión Europea en
1996. Este país es de los pocos de la unión, donde
aún no se permite la siembra de plantas Bt. Aunque
es probable que tales plantas ya existan en sus suelos austriacos
por contaminación de las transgénicas con las
plantas naturales, debido a las diversas vías de comunicación que actualmente existen,
resultados de la
globalización mundial. Mientras que países como
Francia y Portugal aceptaron cultivar maíz Bt, pero
con cautela después de un difícil debate entre
biotecnológos, ambientalistas, agricultores y
legisladores.
En conclusión, estos son los puntos clave del
cultivo de plantas transgénicas Bt en el mundo
actual:
La posibilidad de diseminación de los genes a
plantas naturales cercanas; esto ocasiona pérdidas
económicas para agricultores que comercializan cultivos
convencionales, o "naturales" y orgánicos.
Los insecto-plaga desarrollan en un tiempo
relativamente breve, resistencia a las toxinas de Bt, lo
que potencialmente lleva a la ineficacia del maíz
Bt y de otras plantas transgénicas
similares.
Es posible que genes de resistencia a
antibióticos en plantas transgénicas, en variedades
de maíz Bt, cause un incremento en la resistencia a
antibióticos en bacterias de
valor clínico, que afectan a la población en general y pueden provocar
enfermedad donde no la había.
Por los diversos mecanismos de interacción genética entre
microorganismos-plantas-humanos conocidos.
Otro riesgo, es que los genes de Bt se dispersen
en la naturaleza, a través de ¡as plantas
transgénicas, con lo cual insectos-plaga sensibles al
biopesticida adquieran resistencia, esto implica el uso de
pesticidas de mayor toxicidad y persistencia que contaminan y
dañan el ambiente.
Actualmente las plantas transgénicas Bt,
se venden y siembran en países como Canadá,
Argentina, Kenia e incluso México;
ejemplos: maíz y algodón
Bt, sin que se haya establecido con precisión por
las autoridades de salud y agricultura, estrategias para
determinar su impacto en el campo y las zonas urbanas.
Los reportes científicos no prueban lo que en
realidad sucede con los genes transferidos a plantas modificadas
por ingeniería genética, tampoco aseguran que
efectivamente sean una solución para los problemas de
producción sustentable en agricultura.
Es necesaria mayor y mejor investigación en los países donde se
cultivan las plantas transgénicas, para prevenir algunos
de los riesgos
señalados, antes de que sea tarde para evitar una
catástrofe ecológica de consecuencias no
calculadas.
Este trabajo se
dedica a la memoria del
Dr. Eduardo Aguirre-Pequeño, investigador
neoleonés, promotor de la educación a todo
nivel como una forma de superación humana e intelectual,
para la convivencia armónica de la sociedad y del
respeto a los
ancianos.
Agradecimientos
Al proyecto 2.7 de
la CIC de la UMSNH (20022003) por las facilidades para la
publicación de este trabajo.
Galán-Wong, L.J. y Luna-Olvera, HA 1998.
Biotecnología de la producción de
Bacillus thuringiensis, 1 er. Ed. Facultad de Ciencias
Biológicas, Universidad
Autónoma de Nuevo León, CONACYT. Monterrey, N.L.
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García-Yáñez J.,
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Sánchez-Yáñez,Juan
Manuel*;
Pinette-Gaona, Beatriz Eugenia**
Leal-Lozano, Libertad***
Microbiología ambiental. Instituto de Investigaciones
Químico Biológicas, Edificio B-1,
*autor correspondiente
**Facultad de Odontologia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo. Morelia, Mich, México.
***Educación
Ambiental, Facultad de Ciencias Biológicas,
Universidad Autónoma de Nuevo León, Apdo. Postal
414, San Nicolás de los Garza,
N.L., México.