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Niveles de depresión en adolescentes del 5º de secundaria de un colegio nacional



    1. Resumen
    2. Planteamiento del
      problema
    3. Objetivos
    4. Hipótesis
    5. Método
    6. Relevancia de la
      Investigación
    7. Resultados
    8. Recomendaciones
    9. Procedimiento
    10. Discusión
    11. Referencias
      bibliográficas

    RESUMEN

    El objetivo
    general fue identificar y comparar el nivel de Depresión
    entre varones y mujeres. La muestra estuvo
    conformada por 92 alumnos, varones y mujeres del quinto
    año de secundaria, de 15 a 17 años de edad, de un
    Colegio Nacional del Distrito de Los Olivos El tipo de muestreo fue
    intencional. El instrumento utilizado fue la Escala de
    Automedición de la depresión de Zung (EAMD). Como
    estadígrafo se utilizó la t de Student para
    muestras no correlacionadas, grupos separados,
    con un nivel de significación del 0,05. Los resultados
    obtenidos indican que no existen diferencias significativas entre
    varones y mujeres. Las implicancias de los resultados son
    discutidas.

    El principal objetivo del presente trabajo es
    identificar y comparar el nivel de Depresión entre varones
    y mujeres de un Centro Educativo, a fin de determinar si existe o
    no una relación estadísticamente
    significativa.

    Al examinar documentos y
    literatura del
    pasado, se puede advertir que desde tiempos de la antigüedad
    existía la depresión como un padecimiento tan
    característico del hombre, y que
    lo ha acompañado a todo lo largo de su historia. La Biblia hace
    referencia a dos casos de enfermedad mental en las que interviene
    la depresión, estas son los caos de los reyes Saúl
    y Nabucodonosor.

    Sin embargo, corresponde a Hipócrates las
    primeras referencias conceptuales y clínicas de la
    melancolía. En el Corpus Hipocraticum se reconoce ya un
    tipus melancolicus inclinado a padecer este trastorno, cuya causa
    es una patología de los humores básicos y
    concretamente un exceso o alteración de la bilis negra.
    Fue Aristóteles el primero que dedicó un
    estudio monográfico a este problema.. En el siglo IV
    Areteo de Capodocea describió casos de agitación
    maniaca e inhibición alternantes en una misma persona,
    siguiendo la teoría
    hipocrática, atribuía ésta condición
    a desequiibrios humorales.

    La palabra depresión se comienza a utilizar con
    frecuencia a principios del
    siglo XX, y se emplea como término diagnóstico de bastante asiduidad . En este
    siglo Leonhard (1957) diferencia las formas bipolares y las
    unipolares de la depresión. Autores más recientes
    como Perris, Winosur y Angst (1985), han abundado en esta
    distinción, abordándola desde varios puntos de
    vista (clínicos, genéticos, etc.) Perris, Herman
    (1987) ha sugerido a la era de la angustia (años 50), le a
    sucedido la era de la depresión (años 80). De
    hecho, la depresión es el diagnóstico
    clínico que se emplea con más frecuencia y el que
    potencialmente tiene más peligro de mortalidad debido a
    conductas suicidas. Ahora bien, como señala Cohen (1992)
    todavía hoy se desconoce la fisiología y la etiología del
    trastorno bipolar y posiblemente bajo este término se
    encubren varios trastornos diferentes que hoy en día no
    somos capaces de identificar.

    El múltiple uso del término y la carencia
    de una definición acarrea mucha
    confusión.

    El CEI-10 la define como un desorden afectivo en el cual
    habla de depresión leve, moderada y grave, dentro del
    episodio depresivo leve, se caracteriza por síntomas como
    tristeza, pérdida de interés y
    de la capacidad de disfrutar, aumento de fatigabilidad; en el
    episodio depresivo moderado se observa dificultades para
    desarrollar actividades sociales, laborales; y en el episodio
    depresivo grave, se suele presentar angustia o agitación,
    pérdida de estimación de sí mismo,
    sentimientos de culpa.

    La Adolescencia
    es el periodo de crecimiento y desarrollo
    humano comprendido aproximadamente entre los 12 y 18
    años de edad, que transcurre entre la pubertad y la
    edad adulta. La adolescencia es una fase dinámica en el continuo de la vida, durante
    la cual tienen lugar profundos cambios en el desarrollo
    físico, fisiológico y bioquímico, así
    como en el de la
    personalidad, de manera tal que el niño se transforma
    en un adulto sexualmente "atractivo", capaz de mantener en la
    reproducción.

    Su aparición está señalada por la
    pubertad, que es el comienzo de todo proceso
    somático y psíquico, el cual está
    influenciado por el ambiente
    social y cultural.

    El autor Harrocks, considera al adolescente como "un
    periodo de transformación física, emocional y
    social". Señala que el desarrollo humano, es un
    fenómeno que implica aspectos físicos, mentales,
    sociales y culturales; cuya base biológica del desarrollo
    está dada en el propio organismo. Y los agentes de la
    sociedad que
    enseñan al individuo a
    desarrollarse, de acuerdo con los cánones sociales
    aprobados. El trabajo de
    la escuela, los
    oficios, amigos y citas, toque de queda (hora que los chicos de
    una edad deben estar en su casa) y apariencia personal. La
    mayoría de estos desacuerdos se resuelven con menos
    problemas del
    que se cree a menudo, tales peleas pueden reflejar alguna
    búsqueda profunda de independencia
    o puede ser, con bastante exactitud la continuación de los
    esfuerzos de los padres para enseñar a los hijos a
    someterse a las reglas sociales.

    Es en este proceso de integración social, donde también
    encontramos una relación entre los factores
    desencadenantes de cuadros depresivos en el
    adolescente.

    Por otro lado es dentro de estas consideraciones que nos
    proponemos determinar cuál es el nivel de depresión
    en un grupo de
    adolescentes de un centro educativo, en tal sentido precisamos
    nuestra hipótesis conceptual que en este estudio se
    considera al factor género
    como el determinante de diferencias significativas en los niveles
    de depresión en los adolescentes.

    Determinar esta relación será
    significativa en tanto nos permitirá determinar y
    establecer posibles causas en el desarrollo de los
    síntomas depresivos en la adolescencia. Pues en la
    actualidad es cada vez más extendido el desencanto, la
    desesperanza, en grupos humanos, adultos, y adolescentes, en un
    contexto en el que está más extendido la pobreza, el
    sufrimiento y que solo una minoría accede al nivel de vida
    compatible con la condición humana. Esto nos lleva a
    plantear que vivimos en un tiempo de
    grave crisis
    psicosocial, económica y moral, lo que
    origina y genera una inestabilidad emocional y consecuentemente
    el incremento de enfermedades entre ellas la
    depresión, presente en casi todos los cuadros
    somáticos y que acompaña las formas de vida
    cotidiana.

    Palabras Claves.

    Depresión , Adolescentes.

    SUMARY

    The general objetive was to identify and compare the
    depression order, for the mens and womens. The sample was
    consisted of 92 subjets for the 5th. Grade of
    secundary of the 15 to 17 years old, of the national school for
    "Los Olivos" D. The tipe of sample was intentional. The
    instrument utilize was the scale for medition or Depression
    (EAMD) of Zung The stadigrafh for used is the "t" of Studentm was
    used for sam,ple not correlation (separate groups). With a level
    of significance of 0,05. The results indicate that not here exist
    significative diferences. Were the first present a mayor self
    steen ruplications of the results are discussed.

    INTRODUCCIÓN

    El principal objetivo del presente trabajo es
    identificar y comparar el nivel de Depresión entre varones
    y mujeres de un Centro Educativo, a fin de determinar si existe o
    no una relación estadísticamente
    significativa.

    Al examinar documentos y literatura del pasado, se puede
    advertir que desde tiempos de la antigüedad existía
    la depresión como un padecimiento tan
    característico del hombre, y que lo ha acompañado a
    todo lo largo de su historia. La Biblia hace referencia a dos
    casos de enfermedad mental en las que interviene la
    depresión, estas son los caos de los reyes Saúl y
    Nabucodonosor. Saúl presentó falta de dominio de sus
    impulsos y suspicacia casi paranoide con lo que mostró la
    gravedad de su depresión. Nabucodonosor padeció de
    depresiones intensas que se caracterizaron por irritabilidad
    anormal y periodos durante los cuales el rey creía haberse
    convertido en un animal salvaje.

    Corresponde a Hipócrates las primeras referencias
    conceptuales y clínicas de la melancolía. En el
    Corpus Hipocraticum se reconoce ya un tipus melancolicus
    inclinado a padecer este trastorno, cuya causa es una
    patología de los humores básicos y concretamente un
    exceso o alteración de la bilis negra. Fue
    Aristóteles el primero que dedicó un estudio
    monográfico a este problema.. En el siglo IV Areteo de
    Capodocea describió casos de agitación maniaca e
    inhibición alternantes en una misma persona, siguiendo la
    teoría hipocrática, atribuía ésta
    condición a desequiibrios humorales.

    En la Edad Media,
    Alejandro Trelles (525-605), dedica a este trastorno unas
    excelentes páginas en su obra "Doce libros sobre
    el arte
    médico". Constantino fue el primero en describir los
    síntomas de la melancolía, miedo a lo desconocido,
    remordimientos religiosos excesivos y ansiedad. Cabe mencionar a
    Tomás de Aquino quien atribuyó la melancolía
    a cambios en los humores corporales, pero sostuvo la creencia de
    que las enfermedades mentales eran producidas por demonios y por
    influencias astrológicas.

    Burton (1577 – 1640), publica en 1621 su obra "The
    anatomy of melancoly" que facilitó enormemente la
    identificación de los estados depresivos. Supo exponer con
    acierto las vivencias negativas de ésta situación
    mórbida a la vez que señaló los excesos de
    alegría desbordante que alternan con el estado
    depresivo.

    En la primera parte del siglo XVII el español
    Andrés Piquer (1711 – 1792), describió con
    suma precisión la enfermedad maniaco depresiva del rey
    Fernando VI, hasta su muerte el 10
    de Agosto de 1758. Cullen (1710 – 1790) incluye en la
    versariae dos géneros principales de depresión, la
    manía y la melancolía.

    Durante la década del siglo XIX la obra de Pinel
    (1745 – 1826) destaca cuatro formas de enfermedades
    mentales: manía, melancolía, demencia e idiocia. Su
    discípulo Esquirol (1772 – 1840) incluye la
    melancolía, que él denomina hipermanía,
    afirmando que la melancolía es un delirio parcial
    crónico sin fiebre
    determinada y mantenida por una pasión triste, debilitante
    o depresiva. En este siglo XIX se producen importantes
    transformaciones de las viejas categorías de manía
    y melancolía; va perfilando su contenido, centrado en un
    trastorno primario de la afectividad, y el término
    depresión va ganando adeptos, porque evoca unas bases
    más fisiológicas. En definitiva, los seis
    principios teóricos que sustentan el concepto de
    manía y depresión durante el siglo XIX fueron: 1)
    trastornos primarios de la afectividad y no del intelecto o la
    volición, 2) psicopatología estable, 3)
    representación cerebral, 4) Periódicos, 5)
    genéticos en su orígen con tendencias a aparecer en
    sujetos con personalidades predispuestas, y 6) endógenas
    en su naturaleza.

    La palabra depresión se comienza a utilizar con
    frecuencia a principios del siglo XX, y se emplea como
    término diagnóstico de bastante asiduidad . En este
    siglo Leonhard (1957) diferencia las formas bipolares y las
    unipolares de la depresión. Autores más recientes
    como Perris, Winosur y Angst (1985), han abundado en esta
    distinción, abordándola desde varios puntos de
    vista (clínicos, genéticos, etc.) Perris, Herman
    (1987) ha sugerido a la era de la angustia (años 50), le a
    sucedido la era de la depresión (años 80). De
    hecho, la depresión es el diagnóstico
    clínico que se emplea con más frecuencia y el que
    potencialmente tiene más peligro de mortalidad debido a
    conductas suicidas. Ahora bien, como señala Cohen (1992)
    todavía hoy se desconoce la fisiología y la
    etiología del trastorno bipolar y posiblemente bajo este
    término se encubren varios trastornos diferentes que hoy
    en día no somos capaces de identificar.

    El múltiple uso del término y la carencia
    de una definición acarrea mucha confusión. Sobre
    este punto cabe mencionar la existencia de una multiplicidad de
    definiciones como por ejemplo según Klein (1948), la
    depresión es un estado de
    ánimo en que se vive parcial o totalmente los sentimientos
    de la posición depresiva. Puede ser una reacción
    normal a experiencias de pérdida o una reacción
    patológica de carácter neurótico o
    psicótico.

    Como dice, Delgado (1960), la característica
    más común y específica de los estados
    depresivos es la pesadumbre intrínseca, con la
    consiguiente realidad negativa de la intencionalidad del
    ánimo frente al mundo, frente a sí mismo, frente al
    propio cuerpo, incluso, frente a la vida.

    Así mismo Seguín (1962) la define como una
    manera de reaccionar a una posición biológica
    puesta en función
    ante vivencias de importancia decisiva para el sujeto. Cavanagh
    (1963) opina que es el estado mental de reconocerse frustrado en
    los designios e ideales de la vida.

    Por otro lado Fritz (1965) afirma que es una
    condición de quien se siente triste, desanimado, inactivo,
    abatido, puede darse como una pena normal o exagerada, o en forma
    más acentuada: psicosis.

    Hay quienes la caracterizan como una tonalidad afectiva,
    triste y abatida a menudo impregnada de angustia, con
    regresión del curso del pensamiento y
    generalmente síntomas físicos manifiestos (Geigy,
    1972).

    Otros opinan que es un estado mental patológico
    caracterizado por pesimismo, sentimientos de culpa, fatigabilidad
    y ansiedad; una forma alternativa de melancolía
    (Cerdá, 1973).

    Según Rotondo (1973), es un estado de
    ánimo que puede variar de duración desde unos
    instantes u horas o días, hasta varios meses; estado
    emotivo de activación psicofísica baja y
    desagradable que puede ser normal o patológica.

    Arana (1988) la describe como un estado mental que se
    distingue por depresión, caracterizado por culpa,
    aflicción, ansiedad, apatía, síntomas
    físicos y mentales constituyendo un complemento de una
    pérdida de autoestima.

    Otros opinan que el término depresión se
    utiliza en tres sentidos: síntoma, síndrome y
    enfermedad. Como síntoma puede acompañar otros
    trastornos psicopatológicos primarios, como la neurosis de
    angustia. Como síndrome agrupa unos procesos
    caracterizados por tristeza, inhibición, culpa,
    minusvalía y pérdida del impulso vital. Como
    enfermedad, desde la óptica
    del modelo
    médico se observa como un trastorno de origen
    biológico en el que puede delimitarse una
    etiología, una clínica, un curso, un
    pronóstico y un tratamiento específico (Vallejo,
    1991).

    El CEI-10 la define como un desorden afectivo en el cual
    habla de depresión leve, moderada y grave, dentro del
    episodio depresivo leve, se caracteriza por síntomas como
    tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de
    disfrutar, aumento de fatigabilidad; en el episodio depresivo
    moderado se observa dificultades para desarrollar actividades
    sociales, laborales; y en el episodio depresivo grave, se suele
    presentar angustia o agitación, pérdida de
    estimación de sí mismo, sentimientos de
    culpa.

    Las teorías
    psicológicas de la depresión nacieron dentro
    del psicoanálisis y subrayaban la baja
    autoestima como síntoma clave del trastorno. Las teorías
    clásicas entendieron a la depresión como
    reacción a la pérdida del objeto amado, esta
    pérdida provocaría deseos hostiles hacia ese objeto
    que, sin embargo sería dirigido a uno mismo (Karl,
    Abraham, 1924) Las teorías psicoanalíticas
    más recientes siguen planteando la pérdida del
    objeto amado, pero no comparten la hipótesis de la
    ira interiorizada, por la pérdida han desarrollado una
    autoestima excesivamente dependiente de la aprobación y el
    afecto de los demás, de tal modo que se ven incapaces de
    superar la frustración cuando son rechazados, criticados o
    abandonados (Benporad, 1985).

    Dentro de las teorías conductuales. Rehm (1977)
    elaboró una teoría de la depresión basado en
    el aprendizaje
    social, en la cual su más importante contribución
    sea la forma de ver objetivamente a la gente deprimida y de hacer
    posible que comunique con exactitud una descripción de su conducta,
    así como de las circunstancias en que se presenta. Los
    teóricos del aprendizaje ve la
    depresión como una función del reforzamiento
    inadecuado o insuficiente, o como una falta de congruencias o
    relación entre el reforzamiento y determinadas clases de
    conducta. Específicamente la mayoría de los
    teóricos del aprendizaje han visto la depresión
    como una función de la poca frecuencia del reforzamiento
    social, que incluye dinero,
    prestigio, y amor;
    así también un déficit en el repertorio de
    conductas de autocontrol interactúa con la pérdida
    o ausencia de reforzadores externos para desencadenar un episodio
    depresivo (Kanfer, 1970).

    Así mismo, las teorías cognitivas,
    plantean que los síntomas cognitivos, son como el sujeto
    va a interpretar los acontecimientos que le ocurren. Este enfoque
    es el que domina actualmente la conceptualización
    psicológica. Para Beck (1983), se produce un procesamiento
    negativamente distorsionado de la información del entorno, procesamiento que
    se concreta en una visión negativa del yo, del mundo y del
    futuro. Los pensamientos distorsionados ocurren tempranamente en
    la cadena de eventos que
    culmina con la depresión. La creencia en el destino y las
    exigencias hacia sí mismo o hacia otros, son vistas como
    las causas de una predisposición a desilusionarse, perder
    el optimismo, y finalmente caer en una depresión. Beck
    encontró que los deprimidos tendían a distorsionar
    sus experiencias en forma peculiar, interpretando equivocadamente
    sucesos irrelevantes, como rechazos, fracasos, y generalizan
    arbitrariamente cualquier evento, basados en estos hechos. Beck,
    propuso que ciertos esquemas cognitivos dominan el proceso mental
    y llevan a distorsiones cognitivas en la
    depresión.

    La teoría de la autofocalización de
    Lewinsohn (1985), postula que los factores ambientales son los
    responsables primarios de la depresión, pero depende de
    una variable mediadora cognitiva que es la autoconciencia.
    Quizás como reacción a este exagerado
    énfasis de los síntomas cognitivos algunas de las
    más recientes teorías psicológicas han
    vuelto sus miradas hacia el ambiente, hacia los factores
    interpersonales, resaltan el papel de las primeras experiencias
    infantiles del apego en la configuración de la
    depresión. Consideran las habilidades interpersonales que
    el sujeto ha aprendido y que influyen en la cantidad de
    acontecimientos estresantes que afrontará en su vida, y
    por último señalan la importancia que tiene la
    respuesta de las personas significativas del entorno en la
    duración y gravedad del trastorno (Vásquez y
    Sánz, 1991).

    Por otro lado, uno de los últimos planteamientos
    psicológicos sobre los trastornos depresivos ha sido el
    enfoque interpersonal. Enfatiza la importancia de los factores
    interpersonales, tanto sociales como familiares, en la
    etiología, mantenimiento
    y tratamiento de la depresión. James Coyne (1976), sugiere
    que la depresión es una respuesta a la ruptura de las
    relaciones
    interpersonales de las cuales los individuos solían
    obtener apoyo social y que la respuesta de las personas
    significativas de su entorno sirve para mantener o exacerbar los
    síntomas depresivos, cuando esa ruptura interpersonal se
    produce, los depresivos se vuelven a las personas de su ambiente
    en busca de apoyo social, pero que las demandas persistentes de
    apoyo emitidas por los depresivos gradualmente llegan a ser
    aversivos para los miembros de su entorno social, la persona
    deprimida se da cuenta de estas reacciones negativas en los
    otros, y emite un mayor número de conductas
    sintomáticas, estableciéndose un círculo
    vicioso que continúa hasta que las personas del entorno
    social se apartan totalmente de la persona deprimida,
    dejándola sola y confirmando así su visión
    negativa sobre sí mismo.

    Las teorías más útiles parecen ser
    aquellas que integran diferentes factores cognitivos,
    conductuales, ambientales, biológicos, etc; resulta claro
    que un cuadro depresivo es el resultado de la intervención
    de variables
    diversos, psicológicos y ambientales.

    Respecto a la etiología de la depresión,
    es multifactorial, con predominio de algunos agentes
    predisponentes y determinantes sobre otros. Y son:
    psíquicas, endógenas y somáticas.

    Con relación a las causas psíquicas, se
    debe tener en cuenta los trastornos en el desarrollo infantil
    temprano o tardío, en los conflictos
    agudos, conflictos crónicos, trastornos de la
    relación social. En cuanto se refiere a los trastornos en
    el desarrollo infantil, se ha llegado a determinar que el
    lactante por el hecho de no hablar, no puede expresar su
    tristeza, su desolación y desesperanza, de la misma manera
    que lo haría el adulto. Al respecto las investigaciones
    que se han hecho, han determinado que la depresión en los,
    lactantes y niños
    se llama "depresión anaclítica", se debe a que
    cualquier circunstancia lo genera. Los expertos le dan el nombre
    de hospitalario a este fenómeno de estados depresivos
    graves con peligro para el desarrollo y que son consecuencia de
    la falta de la madre (Scheineider, 1980).

    Por otro lado, y a decir de O. Benkert (1981), cuando un
    niño ha perdido su agresividad natural, y se inhibe
    constantemente es que se encuentra haciendo un cuadro depresivo
    con sus respectivas consecuencias para la vida adulta.

    Melanie Klein (1948), explica el desarrollo de la
    depresión, diciendo que la base de la depresión se
    forma en el primer año de vida, en esta etapa los
    niños atraviesan un estadio evolutivo al que dio el nombre
    de "actitud
    depresiva", que se caracteriza por fases de tristeza, temor, y
    culpa; de no superarse forman la base patológica de la
    depresión.

    Según Freud (1917), la
    ausencia de amor, apoyo, a partir de una figura significativa
    (por lo general uno de los padres) durante un estado crucial del
    desarrollo del sujeto; predispone la depresión en
    épocas posteriores a la vida.

    Con respecto a la causa endógena y desde el punto
    de vista del organismo humano, de su estructura y
    de su función han sido observados diversos
    fenómenos de gran interés relacionados con las
    causas de la depresión, así tenemos: a) factor
    hereditario, b) cambios hormonales y c) alteraciones
    bioquímicas.

    En cuanto a las causas somáticas de la
    manifestación depresiva, Ostow (1963), menciona a algunas
    enfermedades orgánicas como la hepatitis
    infecciosa, la enfermedad de parkinson,
    etc; y el uso de drogas pueden
    tener su aspecto depresivo.

    Benkert (1981), señala que además de estas
    enfermedades se incluyen las lesiones cerebrales, epilepsia,
    afecciones cardiocirculatorias, abuso crónico del alcohol, etc;
    como causantes de depresiones.

    Así mismo Kielholg (1971), señala y
    correlaciona al estado depresivo, de la depresión
    orgánica como un daño
    orgánico posible de captar, en donde la estructura
    cerebral se encuentra lesionada.

    Con relación a la sintomatología de la
    depresión con fines didácticos para su
    comprensión se dividen en: síntomas
    anímicos, motivacionales y conductuales, cognitivos,
    físicos e interpersonales.

    En los síntomas anímicos, la tristeza es
    el síntoma anímico por excelencia de la
    depresión (Klerman, 1987). Aunque los sentimientos de
    tristeza, abatimiento, pesadumbre, infelicidad (habituales) en
    ocasiones predomina; también está presente la
    irritabilidad, sensación de vacío, ansiedad,
    incluso en depresiones graves el sujeto puede llegar a negar
    sentimientos de tristeza.

    Los síntomas motivacionales y conductuales,
    implican el estado general de inhibición,
    disminución en la capacidad de disfrute, levantarse de la
    cama por las mañanas o asearse puede convertirse en tareas
    casi imposibles, hay casos de abandono laboral,
    estudios, retardo psicomotor (forma grave, enlentecimiento
    generalizado de las respuestas motoras, el habla,
    etc.).

    Dentro de los síntomas cognitivos, la memoria,
    atención y concentración pueden
    llegar a resentirse, incapacitando su desempeño, el contenido de las cogniciones
    de una persona depresiva está bien alterado, la
    valoración de sí, de su entorno pueden ser
    negativas, autodepreciación, autoculpa, baja autoestima
    (se plantea que las cogniciones serían un elemento
    etiológico de la depresión más que un
    síntoma de la misma).

    En los síntomas físicos, aparecen cambios
    físicos y suele ser uno de los motivos principales por los
    que se solicita la ayuda de un profesional. Problemas de
    sueño (insomnio, quedarse dormido, despertarse
    frecuentemente, despertar precoz), fatiga, pérdida de
    peso, disminución del deseo sexual, molestias corporales
    (dolor de cabeza, espalda, nauseas, vómitos,
    estreñimiento, micción dolorosa, visión
    borrosa. Así pues, los síntomas físicos a
    veces se consideran como una importante línea divisoria
    entre la depresión normal y la clínica, o entre
    aquellos que buscan ayuda médica o psicológica; y
    aquellos que no lo hacen (Goldberg y Huxley, 1992).

    La Adolescencia es el periodo de crecimiento y
    desarrollo humano comprendido aproximadamente entre los 12 y 18
    años de edad, que transcurre entre la pubertad y la edad
    adulta. La adolescencia es una fase dinámica en el
    continuo de la vida, durante la cual tienen lugar profundos
    cambios en el desarrollo físico, fisiológico y
    bioquímico, así como en el de la personalidad,
    de manera tal que el niño se transforma en un adulto
    sexualmente "atractivo", capaz de mantener en la
    reproducción (Schonfild, 1992).

    Su aparición está señalada por la
    pubertad, que es el comienzo de todo proceso somático y
    psíquico, el cual está influenciado por el ambiente
    social y cultural.

    El autor Horrocks (1990), considera al adolescente como
    "un periodo de transformación física, emocional y
    social". Señala que el desarrollo humano, es un
    fenómeno que implica aspectos físicos, mentales,
    sociales y culturales; cuya base biológica del desarrollo
    está dada en el propio organismo. Y los agentes de la
    sociedad que enseñan al individuo a desarrollarse, de
    acuerdo con los cánones sociales aprobados. El trabajo de
    la escuela, los oficios, amigos y citas, toque de queda (hora que
    los chicos de una edad deben estar en su casa) y apariencia
    personal. La mayoría de estos desacuerdos se resuelven con
    menos problemas del que se cree a menudo, tales peleas pueden
    reflejar alguna búsqueda profunda de independencia o puede
    ser, con bastante exactitud la continuación de los
    esfuerzos de los padres para enseñar a los hijos a
    someterse a las reglas sociales.

    La discordia por lo general, aumenta durante la temprana
    adolescencia, se estabiliza durante la mitad de esta y luego
    disminuye y después que la persona joven tenga alrededor
    de los 18 años.

    Nivel social: La conducta apropiada para la masculinidad
    o femineidad se ira definiendo socialmente. Cada sociedad fija
    patrones para el varón y la mujer, cuando
    estos son inadecuados o injustos, deben ser modificados mediante
    la
    educación.

    Logro de identidad
    sexual: Nuestra identidad sexual parte desde el momento mismo de
    la concepción en el mensaje genético de la
    unión óvulo – esperma. La niña o niño
    crece, irá adquiriendo las características propias
    de su sexo a
    través del aprendizaje que se da en la familia y a
    través de los modelos de
    hombre y mujer que le
    presente su ambiente. Los roles asociados al sexo masculino y
    femenino en nuestra sociedad difieren entre sí.
    Así, la dulzura, la suavidad y ternura son
    características deseables para las niñas y la
    búsqueda y agresividad son mucho mejor toleradas cuando se
    trata de niños varones. Los niños aprenden a
    comportarse "como hombres" y "como mujeres" a través de la
    imitación y la identificación con el progenitor del
    mismo sexo. Los padres, la familia y la
    sociedad en general refuerzan el que se aprendan las conductas
    que se asocian al propio sexo. O sea, las niñas reciben
    aprobación por comportarse en forma femenina y los
    niños reciben aprobación por comportarse en forma
    masculina.

    Por tanto, puede afirmarse, en términos
    generales, que las personalidades femenina y masculina
    están influenciadas por la carga biológica de los
    individuos al nacer y por las experiencias de aprendizaje que se
    dan con relación al ambiente, a los padres y a los adultos
    importantes en la vida de los niños. En este sentido, es
    interesante señalar que las practicas de crianza infantil
    difiere entre culturas y también en el tiempo y lo que
    resulta deseable en una sociedad no necesariamente es deseable en
    otra (Mónica Silur).

    La autoimagen de un adolescente y las relaciones con los
    compañeros y los padres están muy relacionados con
    la sexualidad. La
    actividad sexual – besos accidentales, caricias y besos, manoseo,
    besuqueo, contacto genital – lleva un número de
    necesidades importantes de los adolescentes, una de las cuales si
    lo es el placer físico. Masturbacion: o
    autoestimulación sexual, es la primera experiencia de la
    mayoría de la gente joven y es casi universal.

    Establecer con seguridad el
    comienzo de la adolescencia, es difícil porque la edad de
    la madurez sexual es muy variable; como promedio la adolescencia
    se extiende desde los 13 años hasta los 18 años en
    las mujeres y desde los 14 a los 18 años en los hombres.
    En el código
    del niño y del adolescente (parte preliminar) el
    adolescente es considerado como tal de los 12 años hasta
    cuando cumpla la mayoría de edad.

    Los aspectos emocionales, en el adolescente, sufren
    cambios; de tal manera que las emociones como
    estado psíquico tienen sus características
    positivas y negativas. Entre las positivas se destacan las
    emociones que constituyen fuente de motivación
    como, el miedo, la ira, el amor, la
    curiosidad, etc. estas características positivas impulsan
    al individuo a la acción.
    La emoción puede constituirse en una fuente de esfuerzo
    constructivo. Las emociones negativas o nocivas de la
    tensión emocional son las pesadillas, insomnios, dolores
    de cabeza, pérdida de apetito, trastornos digestivos,
    pérdida de peso y de energías, decaimiento,
    inconstancia en las relaciones, son efectos de la tensión
    emocional. Uno de los efectos más grandes de las emociones
    es que la repetición constante se convierte en
    hábito. Por ello al adolescente se le debe orientar para
    que logre un dominio de la emociones, a fin de satisfacer las
    exigencias sociales y eliminar los efectos perjudiciales de las
    emociones, sobre las conductas, actitudes y
    bienestar en general. Entre las características de la
    adolescencia, encontramos a las características del
    crecimiento físico: y que comprende básicamente de
    estatura de peso: se cree que el mudo más rápido y
    simple de comprobar el crecimiento físico, es la estatura
    del pie (Meredith, 1969), Estirón: El crecimiento
    físico durante la infancia y la
    adolescencia parece mostrar tres ciclos claros (Tanner 1962). El
    primero que se extiende desde un mes después de la
    fertilización hasta dos años después del
    nacimiento. Durante el segundo ciclo, que se extiende de la edad
    de dos años a la de siete, la tasa de crecimiento tiene su
    cita por los 2 años y medio. El tercer ciclo, empieza
    gradualmente a los siete u ocho años de edad, entre los 9
    y 15 años. Todo muchacho crece rápidamente en casi
    todas las dimensiones corporales, lo que constituye el llamado
    "estirón".

    La iniciación del crecimiento de la adolescencia
    y los cambios constantes empieza con la secreción normal
    de ovarios, testículos
    y glándulas suprarrenales en la corriente sanguínea
    y tejidos. El
    desarrollo de la adolescencia se debe a la combinación de
    varias hormonas. La
    secreción de gonadotrofinas comienza por el mismo tiempo
    en el que aparece el vello pubiano en los dos sexos y alcanza
    niveles de adultez con la madurez de las características
    sexuales secundarias.

    pubertad: es decir, el periodo que se produce la madurez
    sexual forma parte de la adolescencia, pero que no equivale a
    esta que comprende todas las fases de la madurez y no solo la
    sexual. Como promedio la pubertad dura unos cuatro años.
    Durante unos dos años el cuerpo se prepara para la
    reproducción y aproximadamente otros dos sirven para
    completar el proceso.

    Entre los cambios corporales que se presentan en el
    varón tenemos: el cambio de voz
    aparición del vello en las axilas cara y pubis, desarrollo
    de los músculos y aumento de la fuerza,
    aparición de acné en la cara. se inicia la producción permanente de los
    espermatozoides en los testículos (el hombre no
    nace con el espermatozoide.

    Los cambios corporales en la mujer, van a comprender los
    siguientes: aparición del vello en las axilas y pubis,
    aparición de acné, desarrollo de las mamas, las
    caderas se redondean uy se afina la cintura. se inicia la
    maduración de los óvulos con los cuales nace la
    mujer y viven de 12 a 24 horas aproximadamente.

    Las características sexuales primarias: son los
    órganos necesarios para la reproducción. en la
    mujer, las estructuras
    del cuerpo involucradas son los ovarios el útero y la
    vagina, en el varón son los testículos, el pene, la
    glándula prostática y las vesículas
    seminales. durante la pubertad, estos órganos se agrandan
    y maduran. Ahora bien, el signo principal en las chicas es la
    menstruación; mientras que el signo principal de la
    madurez sexual en los chicos es la presencia del esperma en la
    orina (un chico es fértil tan pronto como se presenta el
    esperma).

    Con respecto a las características sexuales
    secundarias, éstos va a ser: cambios en la voz, textura de
    la piel y vello
    publico, vello publico facial en las axilas y en el cuerpo. el
    vello púbico que en el principio era recto y sedoso
    eventualmente llega a ser áspero y ensortijado y aparece
    en diferentes patrones de varones y mujeres. el vello axilar
    crece en debajo del brazo, en general los chicos adolescentes se
    ponen felices de ver vellos en su cara y pecho pero los chicos se
    aterran por la apariencia de una cantidad insignificante de
    facial alrededor de los pezones aunque este fenómeno es
    normal. La piel tanto de los chicos como de las chicas llega a
    ser más áspera y grasosa. el aumento en la
    actividad en las glándulas sebáceas (que segregan
    una sustancia grasosa dar lugar a las erupciones de barros y
    espinillas que son la ruina de muchas vidas de adolescentes. el
    acné es más problemático en chicos que en
    chicas y parece estar relacionado con el aumento en las
    cantidades en las hormonas testosteronas del
    varón.

    Entre las características cognoscitivas del
    adolescente busca un lugar en el marco social adulto, por ello
    tiende a participar en las ideas ideológicas de un grupo
    mayor que lo motiva a un aprendizaje cognoscitivo, obteniendo
    mayor conocimiento y
    que aprenderá a diferenciar entre lo que le
    gustaría ser y crearse expectativas. Ejemplo: qué
    desearía hacer como profesional?. O, en qué le
    gustaría trabajar? Es importante conocer sus habilidades
    cognoscitivas porque de ello va a depender su capacidad de
    entendimiento, comprensión, para las frustraciones. El
    fracaso en el área intelectual puede generar en el sujeto
    reacciones emocionales diversos como: ansiedad, tensión,
    sentimiento de minusvalía, timidez, desajuste a nivel
    social y agresividad.

    Según Piaget (1976),
    el nivel superior de desarrollo cognoscitivo se alcanza en la
    adolescencia, con el surgimiento del pensamiento de las operaciones
    formales. El pensamiento del adolescente se caracteriza por la
    capacidad para emplear conceptos abstractos con menor dependencia
    de las percepciones concretas, valorar sucesos hipotéticos
    y futuros, considerar todas las posibles combinaciones de
    conceptos de un problema y coordinar de una manera
    sistemática las variables relacionadas.

    De acuerdo con Piagget los adolescentes entran al mas
    alto nivel de desarrollo cognoscitivo; él llamó a
    este nivel el cual se caracteriza por la capacidad para el
    pensamiento abstracto, la etapa de las operaciones
    formales.

    En la etapa mas temprana de las operaciones concretas,
    los niños pueden pensar lógicamente solo acerca de
    lo concreto, el
    aquí y el ahora. Los adolescentes ya no están
    limitados de esta manera: ahora pueden trabajar con
    abstracciones, probar hipótesis y ver infinitas
    posibilidades. La capacidad para abstraer tiene consecuencias
    emocionales también, mientras que antes el adolescente
    podía querer a su madre u odiar a un compañero
    ahora puede dejar la libertad u
    odiar la explotación.

    Se iría determinando el desarrollo de su propia
    identidad y el logro de su autonomía, en una renovada
    búsqueda de la identidad de si mismo. Busca su imagen no dentro
    de si mismo sino afuera, en gente de su misma edad, se identifica
    con ellos, ya que es allí donde va a encontrar seguridad,
    comprensión, popularidad y la aceptación que
    necesita, porque son jóvenes que están atravesando
    los mismos cambios y conjuntamente, irán logrando
    reafirmando su propia identidad para lograrlo deberá
    producirse una ruptura con los padres, es decir lo que ata al
    niño a su familia es una ruptura necesaria (no de tipo
    afectivo). Muchas veces los padres dificultan la
    interrelación grupal y no acepta que crezca y tenga una
    vida propia y autónoma.

    Lucha constantemente para lograr su autonomía,
    para combatir los antiguos modelos de comportamiento
    infantil de dependencia y obediencia, ahora deberá
    enfrentarse a elecciones vitales como el amor, profesión,
    ideología y política.-

    La búsqueda de la identidad es un viaje de toda
    la vida, que empieza con la adolescencia. Como Erickson lo
    subraya (1950), este esfuerzo de darle sentido a si mismo al
    mundo no es "una especie de maduración de un malestar".
    Es, en su lugar, los conflictos en esta lucha estimula el
    crecimiento y el desarrollo
    personal.

    La identidad personal es un proceso que comienza a
    esbosarse en la infancia y se construye a lo largo de la vida. En
    la infancia la actitud de nuestros padres y/o de los adultos
    significativos que nos rodean juegan un papel muy importante, es
    como nos percibimos a nosotros mismos; así como un
    niño que ha sido elogiado y estimulado y que siente el
    apoyo y aprobación de sus compañeros y otros
    adultos importantes para él o ella, va a tener mayores
    probabilidades de sentirse bien consigo mismo de valorarse como
    persona y desarrollar confianza en su capacidad de tener éxito,
    que un niño (a) cuyo estimulo de crianza se haya
    caracterizado por la critica permanente y el castigo
    excesivo.

    Sin un niño ha estado sometido a este tipo de
    educación,
    lo mas probable es que aprenda a ver solo los aspectos negativos
    de su personalidad (los defectos y no va a ser fácil que
    descubra sus aspectos positivos, sus virtudes) y desarrolle
    confianza en sí mismos. Los cierto es que los seres
    humanos tenemos virtudes y defectos y aprendemos a vernos y
    conocernos asimismo dejamos que éstas virtudes o defectos
    desarrollen su actividad dentro del grupo.

    Con respecto a las investigaciones internacionales que
    sustentan nuestro trabajo, se pudo tener acceso a las siguientes:
    la realizada por Rosselló, Luisa , Sola Ralat,
    Martínez & Nieves (1992), quienes usando el inventario de
    depresión para niños (CDI) evaluaron a 217
    participantes entre 7 y 16 años de edad de una escuela de
    la comunidad, 57% (n
    125) mujeres y 43 % (n 92) varones. Los resultados demostraron
    que 28% (n 61) de los participantes presentaban
    características de depresión moderada, mientras que
    18% (n 40) depresión grave.

    En otro estudio, Nieves, Rosselló & Guisasola
    (1993), exploraron diferencias en edad y género entre
    niños, niñas, y adolescentes con depresión.
    En una muestra de comunidad por disponibilidad participaron 243
    jóvenes entre 7 y 16 años de edad, para evaluar
    diferencias por género en torno a la
    depresión. Se aplicó el CDI, para evaluar
    sintomatología depresiva, diferencias por género y
    edad en la puntuación general del CDI no resultaron
    significativas pero diferencia en género y edad en
    términos de sintomatología fueron significativas;
    las mujeres informaron llorar y sentirse solas más
    frecuentemente en peleas. En comparación los niños
    y niñas demostraron puntuaciones significativamente
    más altas en reactivos concernientes a toma de
    decisiones, soledad, preocupaciones en torno a dolores y
    sufrimientos, disgustos por apariencia, desobediencia, peleas, y
    relaciones interpersonales difíciles.

    Rosselló (1993), publicó un informe con dos
    estudios de casos de adolescentes deprimidos, quienes estuvieron
    bajo tratamiento interpersonal y cognitivo conductual (12
    sesiones). Se aplicaron dos medidas del CDI, el Inventario de
    depresión para niños y la Escala de
    depresión del centro de estudios epidemiológicos
    (CES-DC), como la Escala de autoconcepto de Piers Harris (PHSCS)
    antes y después del tratamiento. Los resultados indicaron
    que después del tratamiento disminuyó la
    sintomatología depresiva y aumentó la autoestima,
    comprobando así la viabilidad de estos
    acercamientos.

    Gonzáles & Andrade (1993), realizaron una
    investigación con los "estresores
    cotidianos, malestar depresivo e ideación suicida en
    adolescentes mexicanos", demostraron que en la adolescencia las
    relaciones con el grupo de pares constituyen elementos
    importantes para establecer nuevas relaciones sociales maduras,
    donde el grupo de amigos compite con el grupo familiar de
    referencia. Este trabajo intentó identificar la
    relación entre algunos estresores sociales cotidianos, el
    malestar depresivo e ideación suicida en adolescentes
    mexicanos. Los resultados indican que en adolescente varones y
    mujeres los conflictos con el mejor amigo (a) se relacionan con
    ánimos depresivos y tendencias a somatizar el malestar.
    Además las mujeres tienden a sentirse mal en sus
    relaciones interpersonales y con ideación suicida. Se pudo
    apreciar que el malestar depresivo tenía una forma
    diferente de expresión psicoplástica según
    el sexo.

    En otro estudio, Martínez & Rosselló
    (1995), exploraron la relación entre funcionamiento
    familiar y depresión, en una muestra de 265 estudiantes
    puertoriqueños del área metropolitana, con edades
    de 9 a 20 años, se utilizaron como instrumentos el
    Inventario de depresión para niños (CDI), el de
    Funcionamiento Familiar (FAM), y la Escala de envolvimiento
    emocional y crítica
    familiar (FEICS). Los resultados indicaron una correlación
    alta y significativa entre sintomatología depresiva y
    funcionamiento familiar pobre; las áreas de comunicación, envolvimiento emocional y
    cumplimiento de tareas en la familia se identificaron como las
    variables de mayor valor
    predictivo de sintomatología depresiva.

    Velásquez, Sáez & Rosselló
    (1995), exploraron las estrategias de
    manejo y síntomas depresivos en adolescentes, encontrando
    que los adolescentes utilizan más las estrategias de
    manejo por separado, siendo la más utilizada la de aliviar
    tensiones por medio de las distracciones y la menos utilizada fue
    la de aliviar tensiones por medio del uso y abuso de sustancias,
    expresiones de enojo o ambas.

    En otro estudio Sáez & Rosselló
    (1996), encontraron que en la relación entre percepción
    sobre los conflictos maritales de los padres, el ajuste familiar
    y la sintomatología depresiva en un grupo de adolescentes
    puertorriqueños. Los resultados reflejaron una
    relación positiva y significativa entre desajuste familiar
    y sintomatología depresiva.

    En la búsqueda de por Base de datos
    como Psyclit, Lilacs, se encontraron los siguientes reportes:
    Chan, David W. (1997), realizó una investigación
    sobre "Síntomas depresivos y competencia
    percibida entre estudiantes chinos de Escuelas Secundarias en
    Hong Kong".

    Por otro lado, Doll, Beth (1996), investigó sobre
    "Prevalencia de desórdenes psiquiátricos en
    niños y jóvenes: una agenda en defensa de la
    psicología
    escolar".

    Así mismo Marcotte, Diane (1995), elaboró
    un estudio sobre "la influencia de las distorsiones cognitivas,
    autoestima y actitudes hacia la pubertad en los síntomas
    de depresión en adolescentes". Universidad de
    Quebec. A Trois-Rivieres Canadá.

    También Berman A.L. & Jobes D.A. (1995),
    investigaron sobre "prevención del suicidio en
    adolescentes (edades 12 a 18 años): hacia el
    año 2000.

    Gonzáles, F. & Andrade, P. (1994),
    desarrollaron un trabajo sobre "estresores cotidianos,
    perturbaciones depresivas e ideaciones suicidas entre
    adolescentes mexicanos hombres y mujeres".

    Del mismo modo Peters, M. & Weller, E (1994),
    elaboraron un estudio sobre "varias semanas de síntomas
    depresivos después de ser expuesto al suicidio de un
    amigo, un desorden depresivo mayor negativo".

    Por otro lado. Levy, Alan & Land, Helen (1994),
    exploraron sobre "intervenciones escolares de base con
    adolescentes deprimidos de minorías ".

    Cole, Lise, Pronovost, J. & Larochelle, L (1993),
    realizaron un estudio sobre síntomas de depresión
    en adolescentes con tendencias suicidas".

    También Roberts, R. (1992), investigó
    sobre manifestación de síntomas depresivos entre
    adolescentes: una comparación de mejicanos americanos con
    la mayoría y otras poblaciones minoritarias".

    Así mismo Bailly, D., Alesandre, J. &
    Collinet, C (1990), desarrollaron un estudio sobre
    "depresión en adolescentes: un estudio en una población de estudiantes de escuelas
    secundarias. (Ver Anexo Nº 1).

    Dentro de las investigaciones nacionales, se pudo
    encontrar a Mezzich I, J. (1971), que hizo un análisis de depresión y un deslinde
    tipológico utilizando la Escala de Automedición de
    la Depresión de Zung, pretendiendo un análisis
    clínico de la depresión dando mayor importancia a
    esbozar un perfil sindrómico y el deslinde de sus tipos
    fundamentales.

    Por otro lado Cabrejos P. José (1972), utilizando
    la Escala de Automedición de la Depresión de Zung,
    intenta contribuir con el estudio de la depresión en el
    medio obrero. La muestra fue de 200 obreros teniendo en cuenta
    sexo, edad, raza, estado civil, grado de instrucción,
    raza, como elementos que influyen en la depresión. Obtuvo
    los siguientes resultados: índices promedios de la muestra
    estudiada (53,23) EAMD, categoría de depresión leve
    o moderada, el estado civil ejerce influencia en cuanto a la
    presentación de síntomas depresivos , a mayor grado
    de instrucción, menor índice depresivo; se
    encontró que un factor importante en el desarrollo de los
    síntomas depresivos , es el sexo femenino.

    Murillo (1997), realizó una investigación
    sobre "Depresión en pacientes con tuberculosis
    pulmonar que asisten a un programa de
    control del
    Hospital Hipólito Unanue, utilizando la Escala de
    Automedición de la Depresión de Zung,
    encontró que a mayor tiempo de enfermedad mayor es el
    grado de depresión. Por otro lado, considerando la
    variable sexo, encontró que en las mujeres es más
    intenso, acentuándose los grados depresivos debido a la
    enfermedad que padecen.

    Es dentro de estas consideraciones que nos proponemos
    determinar cuál es el nivel de depresión en un
    grupo de adolescentes de un centro educativo, en tal sentido
    precisamos nuestra hipótesis conceptual que en este
    estudio se considera al factor género como el determinante
    de diferencias significativas en los niveles de depresión
    en los adolescentes.

    Determinar esta relación será
    significativa en tanto nos permitirá determinar y
    establecer posibles causas en el desarrollo de los
    síntomas depresivos en la adolescencia. Pues en la
    actualidad es cada vez más extendido el desencanto, la
    desesperanza, en grupos humanos, adultos, y adolescentes, en un
    contexto en el que está más extendido la pobreza, el
    sufrimiento y que solo una minoría accede al nivel de vida
    compatible con la condición humana. Esto nos lleva a
    plantear que vivimos en un tiempo de grave crisis psicosocial,
    económica y moral, lo que origina y genera una
    inestabilidad emocional y consecuentemente el incremento de
    enfermedades entre ellas la depresión, presente en casi
    todos los cuadros somáticos y que acompaña las
    formas de vida cotidiana.

    La depresión, actualmente, es después de
    los problemas de adaptación, la causa más frecuente
    de visitas consecutivas a los servicios de
    atención primaria, un problema serio de salud mental, un
    trastorno que afecta a todas las edades, condiciones, y
    situaciones. Así en el adolescente que atraviesa por una
    etapa de profundos cambios, los experimenta afectando los
    aspectos emociomnales, intelectuales,
    y valorativos, como en el nivel familiar, social, y
    escolar.

    Por estas razones, esta investigación asume una
    importancia porque brindará un aporte científico en
    relación a la existencia de la depresión en
    adolescentes, y que a su vez nos permitirá identificar
    categorías de depresión en este grupo particular,
    que servirá a posteriores investigaciones.

    Con tales considerandos, nos permitimos responder a la
    siguiente interrogante

    Planteamiento del
    problema

    ¿Qué diferencias estadísticas existe en el nivel de
    depresión entre varones y mujeres del quinto de secundaria
    de un colegio nacional del Distrito de Los Olivos?.

    Objetivos

    El Objetivo general es:

    Determinar cuál es el nivel de depresión
    en un grupo de varones y mujeres que cursan el quinto
    año de secundaria en un Centro educativo Nacional del
    Distrito de los Olivos.

    Los Objetivo específicos son:

    Determinar el nivel de depresión y las
    categorías de depresión más significativas
    en el grupo muestral, en función al género.
    Y

    Comparar el nivel de depresión en varones y
    mujeres del quinto año de secundaria de un Colegio
    nacional del Distrito de Los Olivos..

    Hipótesis

    H1. Existen diferencias estadísticamente
    significativas en el nivel de depresión entre varones y
    mujeres del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del
    Distrito de los Olivos.

    H0. No existen diferencias estadísticamente
    significativas en el nivel de depresión entre varones y
    mujeres del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del
    Distrito de los Olivos.

    II.
    MÉTODO

    1. El presente trabajo es una investigación
      descriptiva comparativa.

    2. Diseño.

      La muestra está constituída por 92
      estudiantes de ambos sexos cuyas edades fluctúan entre
      los 15 a 17 años de edad, que se encuentran estudiando
      el quinto de secundaria en un Colegio Nacional del Distrito
      de Los Olivos.

      El tipo de muestreo utilizado es el
      intencional.

      Los criterios de inclusión de la muestra son
      los siguientes:

      Edad : 15 a 17 años

      Condición : Estudiantes de quinto año
      de secundaria.

      Procedencia : Colegio Nacional.

      Participación : Voluntaria.

      A continuación se presenta la Tabla Nº 1
      que muestra las principales características de la
      muestra:

      TABLA Nº 1.

      Distribución de la muestra
      según sexo y edad

    3. Participantes

      Para medir los niveles de Depresión de un
      grupo de adolescentes varones y mujeres se ha empleado la
      Escala de Automedición de la Depresión (EAMD)
      de William Zung y Zung, también conocido como Escala
      de Depresión de Zung; el mismo que establece un marco
      de referencia de las conductas ansiosas, basado en un
      cuestionario de 20 frases o relatos referidos
      por el paciente a manifestaciones de características
      de depresión como signo significativos en
      relación a trastornos emocionales.

      La Escala de Depresión de Zung consiste en un
      cuestionario de 20 frases, informes o
      relatos. Cada uno de los cuales se refieren a un
      síntoma o signo característico de la
      depresión.

      En conjunto las 20 frases abarcan síntomas
      depresivos, como expresión de trastornos emocionales y
      se presenta en una ficha con cuatro columnas de
      elección tituladas:

      Así mismo se observa que en el lado izquierdo
      de la tabla de evaluación, comprende cuatro columnas
      en blanco encabezado por las respuestas: "Muy pocas veces",
      "Algunas veces", "Muchas veces" y "Casi siempre".

      A los examinados les es imposible falsificar
      tendencias en sus respuestas, porque la mitad de los
      ítems están redactados como síntomas
      positivos y la otra mitad como síntomas
      negativos

      La aplicación puede ser individual o
      colectiva. Forma de evaluación: Para su
      aplicación se le pide al sujeto que ponga una marca en el
      recuadro que el considere más adecuado a como se ha
      sentido en la última semana.

      Calificación del Instrumento: Para obtener la
      calificación, se coloca la hoja de respuestas bajo la
      guía de puntuación y se escribe el valor de
      cada respuesta en la columna de la derecha y la suma de todas
      ellas al pie de la página.

      Para obtener el grado de depresión se compara
      la Escala obtenida con la escala clave para efectuar el
      recuento, con un valor de 1, 2, 3, 4 en orden variable
      según si la pregunta está formulada en sentido
      positivo o negativo. Luego se suman todos los
      valores parciales. A continuación se convierte la
      puntuación total en un índice basado en 100. En
      este sentido, con la Escala EAMD, se intenta estimar el
      estado de depresión presente en términos de
      medición cuantitativa de niveles de
      depresión, al margen de la causa.

      Por otro lado esta Escala nos permite relacionar los
      síntomas depresivos y las frases de la EAMD. Aunque
      estas frases están escritas en el
      lenguaje común del paciente con depresión.
      Cada una de ellas identifica un síntoma reconocido de
      la depresión. Entonces se tiene una lista de dichos
      síntomas y las frases que los expresan. Siendo
      descrito de la siguiente manera:

      1. Estado afectivo persistente

      2. Trastornos fisiológicos

      3. Trastornos psicomotores

      4. Trastornos
      psíquicos

      NIVELES DE DEPRESIÓN QUE CONSIDERA EL
      INSTRUMENTO

      Respecto a la validez y confiabilidad Zung (1965)
      valida la escala aplicándola, en primer lugar a un
      grupo de pacientes de Consultorio Externo en el DUKE
      PSYCRHIASTYK HOSPITAL, con diagnóstico de
      depresión, ansiedad y otros desórdenes de la
      personalidad. Los diagnósticos fueron establecidos
      separadamente por otros clínicos, obteniendo
      puntuaciones con escalas psicométricas standard, antes
      de la aplicación de ambas escalas.

      En todos los pacientes se encontró una alta
      correlación entre las puntuaciones obtenidas, y las
      recogidas con otras pruebas,
      se encontró así mismo diferencias
      significativas en relación con la edad, nivel
      educativo e ingresos
      económicos. En 1968 se realizó la
      validación de tipo transcultural, aplicando las
      escalas en Japón, Inglaterra, Checoslovaquia, Australia y
      Alemania.
      La autovaloración en dichos países eran
      comparables, encontrando que existen diferencias
      significativas en un grupo de pacientes con
      diagnóstico de Depresión Aparente y Pacientes
      deprimidos. Se obtuvo un índice promedio de 74
      pacientes con Diagnóstico de Depresión y en
      sujetos normales, un promedio de 33. En este mismo trabajo
      Zung delimitó sus niveles de cuantificación de
      la Ansiedad y la Depresión.

      Utilizando la Escala de Síntomas Depresivos
      de Zung (1975), va a encontrar en Estados
      Unidos, que el 13% de los sujetos de su muestra van a
      presentar muchos síntomas depresivos.

      Al igual que en Zaragoza (1983). Se encuentra un
      6.8% de sujetos con fuertes síntomas. La prevalencia
      de síntomas depresivos oscila entre 13 y 20 % de la
      población, según BOYD Y NEISSMAN (1982).
      Así mismo en España
      con la Escala de Síntomas de Zung, se encontró
      una prevalencia del 7%. Esto equivalía a una cifra de
      dos millones de adultos.

    4. Instrumento
    5. Procedimiento

    Para el desarrollo de nuestra investigación se
    coordinó con la Directora del Centro Educativo para
    aplicar la Escala de Automedición de Depresión en
    los alumnos del quinto de secundaria. Para ello se hizo entrega
    de la carta de
    presentación otorgado por la Universidad. Fijándose
    la fecha para la evaluación.

    El día fijado, 13 de noviembre, a las 4 pm se
    realizó la aplicación de la Escala a 106 alumnos
    entre varones y mujeres de 15 a 17 años de edad, se les
    entregó el cuestionario, y se leyeron las instrucciones
    indicándoles la manera de marcar el recuadro más
    aplicable a él en el momento de la prueba.

    Se les recomendó que no dejaran de marcar ninguna
    alternativa, que responder a toda la escala representa una
    valiosa información que ayudará a conocerlos mucho
    más.

    Culminada las explicaciones se procedió a dar la
    señal de inicio de la prueba, la que tubo una
    duración promedio de 20 minutos.

    Al término de la aplicación se
    agradeció la participación de los alumnos por su
    apoyo y colaboración.

    Se controlaron los estímulos ambientales
    retirando de las paredes aquellos que eran considerados como
    distractores (material didáctico).

    De las 106 pruebas aplicadas, se descartaron 14 por
    presentar criterios diferentes a los establecidos para la
    inclusión de la muestra, luego se procedió a la
    corrección, tabulación y análisis de
    resultados.

    Relevancia de la
    Investigación

    La depresión, actualmente, es después de
    los problemas de adaptación, la causa más frecuente
    de visitas consecutivas a los servicios de atención
    primaria, un problema serio de salud mental, un trastorno
    que afecta a todas las edades, condiciones, y situaciones.
    Así en el adolescente que atraviesa por una etapa de
    profundos cambios, los experimenta afectando los aspectos
    emociomnales, intelectuales, y valorativos, como en el nivel
    familiar, social, y escolar.

    Por tales razones, esta investigación asume una
    importancia porque brindará un aporte científico en
    relación a la existencia de la depresión en
    adolescentes, y que a su vez nos permitirá identificar
    categorías de depresión en este grupo particular,
    que servirá a posteriores investigaciones.

    Resultados

    De acuerdo a los resultados encontrados podemos
    señalar que entre los adolescentes varones y mujeres de
    nuestra muestra, no existen diferencias estadísticamente
    significativas, por lo que se acepta la hipótesis nula que
    dice que "no existen diferencias estadísticamente
    significativas en una muestra de varones y mujeres estudiantes
    del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del Distrito de
    los Olivos.

    Aunque puede observarse que dentro del promedio de
    puntuaciones obtenidas para cada grupo en función al
    género, existen diferencias pues en el de los hombres sus
    puntuaciones los ubican en la categoría de Dentro de
    los límites
    normales
    , al grupo de mujeres sus puntajes la ubican en el
    límite inferior de la categoría de
    depresión Leve o moderada.

    Asimismo, el análisis de los datos nos permite
    determinar que un gran porcentaje de la muestra de varones se
    ubica en la categoría de Dentro del límite (23
    sujetos) ocupando el segundo lugar la categoría de
    Depresión leve o moderada (12 sujetos). Mientras que en el
    grupo de las mujeres existe una cantidad similar en las
    categorías de Dentro del Límite y Depresión
    leve o moderada (19 sujetos respectivamente), aunque en este
    grupo también existen 2 sujetos ubicados en la
    categoría de depresión severa (1%).

    Estos resultados no hacen sino indicar que efectivamente
    en el proceso de adquisición de los síntomas
    depresivos, en la muestra, existe una relación en cuanto
    al género.

    Recomendaciones

    Se recomienda elaborar Programas de
    mejoramiento del Autoestima, como una alternativa para combatir
    la depresión en adolescentes secundarios.

    Ampliar al investigación a muestras
    significativas, así como el abordamiento de otras
    variables y grupos muestrales.

    Se recomienda estructurar Programas tendientes a mejorar
    los modos de afrontamiento frente a la depresión aplicable
    a las mujeres..

    Procedimiento

    Para el desarrollo de nuestra investigación se
    coordinó con la Directora del Centro Educativo para
    aplicar la Escala de Automedición de Depresión en
    los alumnos del quinto de secundaria. Para ellos se hizo entrega
    de la carta de
    presentación otorgado por la Universidad. Fijándose
    la fecha para la evaluación.

    El día fijado, 13 de noviembre, a las 4 pm se
    realizó la aplicación de la Escala a 106 alumnos
    entre varones y mujeres de 15 a 17 años de edad, se les
    entregó el cuestionario, y se leyeron las instrucciones
    indicándoles la manera de marcar el recuadro más
    aplicable a él en el momento de la prueba. Se les
    recomendó que no dejaran de marcar ninguna alternativa,
    que responder a toda la escala representa una valiosa
    información que ayudará a conocerlos mucho
    más.

    Culminada las explicaciones se procedió a dar la
    señal de inicio de la prueba, la que tubo una
    duración promedio de 20 minutos.

    Al término de la aplicación se
    agradeció la participación de los alumnos por su
    apoyo y colaboración. Se controlaron los estímulos
    ambientales retirando de las paredes aquellos que eran
    distractores (material didáctico).

    De las 106 pruebas aplicadas, se descartaron 14 por
    presentar criterios diferentes a los establecidos para la
    inclusión de la muestra, luego se procedió a la
    corrección, tabulación y análisis de
    resultados.

    DISCUSIÓN

    De acuerdo a los resultados obtenidos podemos
    señalar que entre los adolescentes varones y mujeres de
    nuestra muestra, no existen diferencias estadísticamente
    significativas, por lo que se acepta la hipótesis nula que
    dice que "no existen diferencias estadísticamente
    significativas en una muestra de varones y mujeres estudiantes
    del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del Distrito de
    los Olivos.

    Aunque puede observarse que dentro del promedio de
    puntuaciones obtenidas para cada grupo en función al
    género, existen diferencias pues en el de los hombres sus
    puntuaciones los ubican en la categoría de Dentro de
    los límites normales
    , al grupo de mujeres sus puntajes
    la ubican en el límite inferior de la categoría de
    depresión Leve o moderada.

    Asimismo, el análisis de los datos nos permite
    determinar que un gran porcentaje de la muestra de varones se
    ubica en la categoría de Dentro del límite (23
    sujetos, 54,76%) ocupando el segundo lugar la categoría de
    Depresión leve o moderada (12 sujetos, 28,57%). Mientras
    que en el grupo de las mujeres existe una cantidad similar en las
    categorías de Dentro del Límite y Depresión
    leve o moderada (19 sujetos respectivamente, 38% para cada uno),
    aunque en este grupo también existen 2 sujetos ubicados en
    la categoría de depresión severa (10 %).

    Estos resultados no hacen sino indicar que efectivamente
    en el proceso de adquisición de los síntomas
    depresivos, en la muestra, existe una relación en cuanto
    al género; en este sentido coincidimos con los trabajos de
    Cabrejos P. José (1972), quien utilizando la Escala de
    Automedición de la Depresión de Zung, en una
    muestra de 200 obreros teniendo en cuenta sexo, edad, raza,
    estado civil, grado de instrucción, raza, como elementos
    que influyen en la depresión. Encontró que a mayor
    grado de instrucción, menor índice depresivo; se
    encontró que un factor importante en el desarrollo de los
    síntomas depresivos , es el sexo femenino. Igualmente con
    el trabajo de Murillo (1997), quien utilizando la Escala de
    Automedición de la Depresión de Zung,
    encontró que a mayor tiempo de enfermedad mayor es el
    grado de depresión. Por otro lado, considerando la
    variable sexo, encontró que en las mujeres es más
    intenso, acentuándose los grados depresivos debido a la
    enfermedad que padecen.

    Así como los resultados hallados, se reafirman
    con los hallazgos de, Nieves, Rosselló & Guisasola
    (1993), quienes exploraron diferencias en edad y género
    entre niños, niñas, y adolescentes con
    depresión, para evaluar diferencias por género en
    torno a la depresión. Encontrando que si bien en la
    puntuación general del CDI no resultaron significativas,
    existía una diferencia en género y edad en
    términos de sintomatología que fueron
    significativas; las mujeres informaron llorar y sentirse solas
    más frecuentemente en peleas. En comparación los
    niños y niñas demostraron puntuaciones
    significativamente más altas en reactivos concernientes a
    toma de decisiones, soledad, preocupaciones en torno a dolores y
    sufrimientos, disgustos por apariencia, desobediencia, peleas, y
    relaciones interpersonales difíciles. Igualmente nuestros
    resultados se relacionan con los hallazgos de Gonzáles
    & Andrade (1993), quienes en la investigación
    "estresores cotidianos, malestar depresivo e ideación
    suicida en adolescentes mexicanos", demostraron que en la
    adolescencia las relaciones con el grupo de pares constituyen
    elementos importantes para establecer nuevas relaciones sociales
    maduras, donde el grupo de amigos compite con el grupo familiar
    de referencia. Este trabajo intentó identificar la
    relación entre algunos estresores sociales cotidianos, el
    malestar depresivo e ideación suicida en adolescentes
    mexicanos. Y que los resultados indican que en adolescente
    varones y mujeres los conflictos con el mejor amigo (a) se
    relacionan con ánimos depresivos y tendencias a somatizar
    el malestar. Además las mujeres tienden a sentirse mal en
    sus relaciones interpersonales y con ideación suicida. Se
    pudo apreciar que el malestar depresivo tenía una forma
    diferente de expresión psicoplástica según
    el sexo.

    De acuerdo a nuestra hipótesis teórica de
    que existe una relación entre el factor género y la
    intensidad de la Depresión, hemos logrado determinar que
    efectivamente puede existir tal relación, probablemente
    debido a que en nuestro medio la mujer se encuentra sujeta a una
    serie de condiciones y presiones de tipo social, que repercuten
    en su propia identidad y autoestima, que al verse disminuidas van
    a implicar que los estímulos depresores del medio puedan
    afectarle significativamente.

    En el caso de los hombres, nosotros encontramos que
    tienen mayor concentración dentro de los niveles normales,
    probablemente debido a que en nuestra sociedad tiene mayores
    posibilidades de canalizar su depresión en otras
    actividades socialmente aceptadas, que van a disminuir los
    efectos de los estímulos estresores.

    De acuerdo a los resultados, y considerando los objetivos de
    nuestro trabajo podemos concluir que:

    1. El nivel de depresión para nuestra muestra
      los ubica ,en el grupo de varones en la Categoría
      "Dentro de los límites", alcanzando una
      puntuación de 49,5.
    2. El nivel de depresión para el grupo de
      mujeres se encuentra en el límite inferior de la
      Categoría de "Depresión Leve moderada"
      alcanzando una puntuación de 52,1.
    3. Respecto a los niveles y categorías de
      depresión, en el caso de los hombres el 54,76% se
      ubica en la categoría "Dentro del Límite", el
      28,57% dentro de la categoría "Depresión leve o
      moderada" y el 16,7% en la categoría "De moderada a
      intensa". Mientras que en las mujeres, el 38% se ubica en la
      categoría "Dentro del Límite", y otro 38% en la
      de "Depresión leve o moderada", el 20 % se encuentra
      en la categoría de "Depresión moderada a
      intensa", y el 10% en la de "Depresión
      Severa".

    Partiendo de los resultados y de nuestras conclusiones,
    podemos sugerir que se hace necesario implementar Programas para
    disminuir los índices de depresión en estudiantes
    secundarios, y que se incentiven una mejor identificación
    personal.

    Que en el trabajo dentro del sistema escolar,
    el psicólogo pueda desarrollar investigaciones
    relacionando los factores etiológicos de la
    depresión en adolescentes en edad escolar.

    Del mismo modo se sugiere ampliarse las investigaciones
    con otros grupos muestrales de adolescentes estudiantes,
    así como de aquellos que ingresan a la juventud,
    considerando otras variables como edad, rendimiento por
    asignaturas, problemas de conducta, relaciones familiares, y
    ajuste psicosocial.

    REFERENCIAS
    BIBLIOGRÁFICAS

    • BELLOCH, Amparo &
      BONIFACIO, S (1995). Manual de Psicopatología.
      Vol. 2. España. Edit. Mc Graw Hill.
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      México. Edit. Trillas.
    • CHINCHILLA, M. (1997). Tratamiento de las
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    • HARROCHS, John (1990). Psicología de la
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      vital. Madrid.
      Edit. Morova.
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    • POLAINO, L. (1985). La Depresión. Barcelona
      Edit. Martinez Roca.
    • RUIZ, U. M. (1995). Relación entre
      autoconcepto y rendimiento escolar en adolescentes del 4º
      y 5º año de secundaria. Tesis .
      Perú.
    • ROSELLO, J. & MARTINEZ A. Z, U. (1995).
      Depresión en la niñez y adolescencia. Aportes
      de la Investigación. Revista
      Psicología Contemporánea. V.4. 70-71.
    • VALLEJO, R. & FERRER, G. (1990). Trastornos
      afectivos: Ansiedad y depresión. Barcelona. Edit.
      Salvat.

    Las tablas y otros datos pueden solicitarlos
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    JOSUE EGOAVIL DORREGARAY

    DIRECTOR-ACP

    www.palimpalem.com/1/JOSUETESIS


    **JOSUETESIS & JOSUETEST 98465848. LIMA PERU.

     

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