La sola idea de que lo vamos a "educar" ya asusta porque
podemos orientar, guiar, apoyar, promover situaciones de aprendizaje
pero… ¿EDUCAR? La primera incógnita a resolver es
qué entendemos por educar. Si por ello entendemos
canalizar, señalar, marcar la forma de caminar sus caminos
y escogerlos nosotros mismos, decirles cómo pensar y en
qué, ya empezamos mal.
Imagínese, por un momento, el llegar a ejercer un
cargo y que le digan (y le obliguen) la manera de ejecutarlo, no
le permitan intentar una manera diferente a pesar de que pueda
ser más efectiva, sencilla y hasta divertida y la
única explicación es: ¡Porque yo lo digo!
¿Cómo se sentiría usted? No resulta muy
difícil pensarlo porque la mayoría de nosotros
fuimos "educados" así.
Nosotros copiamos los modelos de
aprendizaje y los aplicamos, a pesar de habernos resistido
(interiormente) a muchos de ellos. Al trabajar con familias,
comenzando la terapia, se hace un MAPA FAMILIAR, (ahora
màs conocido por CONSTELACIONES FAMILIARES) y de una
forma, casi mágica, se dibuja la historia de la misma y es
seguro que, a
menos que los nuevos padres hayan decidido aprender a hacer las
cosas de manera diferente : "el que aprende a golpes,
enseña golpeando" así como el que creció en
un espacio abierto abrirá el espacio para sus
hijos.
Por ello no está demás comenzar por una
revisadita a nosotros mismos y volver a sentirnos como niños y
preguntarnos: ¿qué me hubiera gustado experimentar
que no me permitieron?, ¿cuántas maneras diferentes
hubiéramos podido encontrar de hacer las cosas?
¿cuáles fueron esos sueños que dejamos por
creer que eran sólo eso: "sueños" y que no
encontraron eco en quien nos impulsara a intentar hacerlos
realidad?
Mi índigo, como muchos de los que he encontrado
en mi camino, no acepta un "no" como única respuesta y
llega el conocido "por qué?" y cuantas veces caí en
las respuestas ilógicas, no apoyadas en razones sino en
creencias, malos hábitos y tantas otras excusas que damos
a lo inexcusable: "porque no", "porque no se puede", "porque es
así".
Mi gran suerte, como la de tantos padres de
índigos, fue que mi hijo no aceptara esas respuestas como
válidas y decidiera probar por sí mismo.
Cada vez que se proponía y propone algo no existe
como única alternativa el error o fracaso, por el
contrario impera el "si se puede", "lo voy a
conseguir".
Una vez me dijo que él no se sentaba a meditar el
por qué Dios no le había concedido algo que
él deseara sino se sentaba a pensar qué
había dejado de hacer para no haber logrado lo que se
había propuesto, de esta manera no culpa a Dios y dice que
Dios ya le dio lo que le quería dar, sus estudios, como
forma de salir adelante y que ahora depende de él. Supongo
que ayudaríamos más a Dios en su labor si
asumiéramos esa posición.
Hace años en mi consulta tenía a un
niño de 8 años, de una condición
económica poco favorable, tanto que los únicos
libros a los
que tenía acceso en su casa eran los de su grado escolar,
que, por cierto, eran regalados, y cuando le aplicaba una prueba
me hablaba de los instrumentos
musicales que se usaban en una orquesta filarmónica o
de los colores del
plumaje del ave del paraíso o de leyes
físicas que me explicaba en su léxico infantil y de
una manera muy sencilla de entender y cuando le preguntaba de
dónde sacaba esa información decía que de "su
cabecita" yo no había, como tantos otros mortales,
escuchado acerca de los niños índigo pero el placer
de aprender de él superaba mis preguntas y me entregaba
con la mayor apertura a sus enseñanzas.
Por supuesto llegó a mí porque "era un
niño problema" que no hacía las tareas como se las
asignaban, porque preguntaba mucho en clase y
molestaba a la maestra, porque siempre cuestionaba a la
mamá y casi regañaba al papá que le
contestaba con una cachetada. ¿Es esto nuevo para alguno
de nosotros? Lo dudo.
Este año entré a trabajar en una escuela del
gobierno, siempre
había estado entre
mi consulta y colegios privados y encontré todas las
respuestas a los múltiples comentarios y ataques recibidos
en talleres, charlas y programas de
radio y
televisión
a los que había sido invitada, algo así como: "Esos
son inventos para
encarecer la educación", "Ese
es el resultado de una mejor alimentación" sabemos
que en esas condiciones económicas la buena
alimentación no es la norma.
"Eso es por la estimulación prenatal", en esos
estratos sociales muchas veces lo que existe es el maltrato. "Eso
es porque ven T.V. por cable", no tienen ese servicio y lo
que más ven son las telenovelas que no son exactamente la
mejor educación. "Ahora hay muchas revistas con
temas científicos interesantes" ¿???.
Bueno para mayor gratificación mía, es
allí donde encontré respuestas en tantos
índigos. Uno de los casos más hermosos es el de
Pedrito a quien siempre estaré agradecida. Un niño
de 9 años quien por su forma de expresarse llamó
mucho mi atención y un día mantuvimos la
siguiente conversación:
Pedrito, ¿quién eres tú?
En mi vida anterior yo era energía pura, era un
rayo de luz
Y, ¿qué haces aquí?
La única manera de entender a los humanos es
hacerse uno para saber cómo sienten y piensan
A qué viniste?
A alertarles que catástrofes aún mayores
que la del Estado Vargas van a ver (a causa de un gran deslave
casi desaparece el estado
completo) Hay que cambiar
¿Te gusta ver las estrellas?
A todos nos gusta ver de dónde venimos, como mi
habitación no tiene ventana, me conformo con ver el
reflejo que se proyecta en un charquito que hago en el
baño, pero yo sé que si cierro los ojos las veo
dentro de mí y que aunque sea de día, ellas
están allí.
¿Qué te gustaría hacer?
Mi misión no
comienza hasta que tenga 19 años, mientras tanto sigo
aquí en la escuela como todos los demás.
Después de una conversación así,
Pedrito salía a jugar pelota con sus compañeros
como cualquier niño de 9 años
La mamá de Pedrito me pidió que no le
hiciera caso y que no le aprobara las cosas que decía, que
ya le resultaba suficientemente difícil entenderlo y que
no quería que hablara de esas cosas porque iban a pensar
que estaba loco.
Sin comentarios.
Como Pedrito he conocido muchos niños en la
escuela, quizás no tan seguros y claros
pero saben de muchos temas que ni nos imaginamos, en especial de
religión,
más que muchos adultos, su fe y respeto, su
amor y apoyo
hacia sus compañeros causan mucha sorpresa.
Un niño de 6 años me dijo que "la Virgen
está llorando porque nos dedicamos a hacer muchas máquinas y
nos olvidamos de su Hijo" y si los padres, los que trabajamos en
la escuela, en la consulta o donde nos desempeñemos no
cambiamos nuestros paradigmas,
apoyamos a estos niños y les hacemos más
fácil su llegada al planeta les causamos muchos problemas,
mucha confusión y, lo que es peor, mucho dolor.
No puedo negar la presencia de los que ya hemos
afectado, tanto en los hogares como en las escuelas, quienes
presentan conductas muy rebeldes y violentas y que muchos padres
y docentes
tratan de dominar desde la represión y la autoridad, es
como querer detener la erupción de un volcán
colocándole una tapa, sólo lograremos que la
erupción sea peor y que no sepamos por dónde va a
estallar.
Resulta tan sencillo sentarse a hablar con ellos, una
caricia en la cabeza, la espalda o el hombro, una sonrisa, una
mirada, no de reproche, sino de comprensión, pueden
resultar mágicas y abrir las puertas a un mundo nuevo para
nosotros y a una salida sana para esos sentimientos encontrados
que pueden tener en un momento de mucha ira.
Si nosotros vivimos situaciones de ese tipo, ¿por
qué negamos la posibilidad de que el niño y el
joven las viva? Hasta ahora no se le había prestado mucha
atención al stress y a la
depresión infantil y no nos damos cuenta
que en ellos pueden ser aún más fuertes porque
deben responder a las diferentes expectativas de todos los que
les rodean:
Las madres esperan que sus hijos sean modelitos de
cortesía y educación y no pregunten ni se muevan
más de lo que ellas consideren correcto.
Los padres, por su parte, que no sean cobardes y que se
defiendan en la escuela y en la calle pase lo que pase, como unos
"machitos".
Las maestras que no se muevan ni hablen para que no
estorben en clase
Las abuelas que sean tremendos y que hagan lo que nunca
nos permitieron hacer
Los compañeros que sean como el líder
del salón quiere o no los aceptan en el grupo.
Y así podríamos tener una lista
interminable de las expectativas que tienen los primos, los
vecinos, los del club y esto, Señores ,! estresa a
cualquiera ¡
Cambia el año, cambió el siglo y hasta el
milenio y nosotros pretendemos seguir siendo iguales y "educar"
como antes. ¡Imposible!
Se trata de propiciar situaciones de aprendizaje, apoyar
a nuestros niños y jóvenes
acompañándolos en su descubrimiento del mundo y sus
maravillas, no diciéndoles lo que deben descubrir.
ALGUNOS CONSEJOS
PARA EDUCADORES:
Sé que cada uno tiene la creatividad y
el interés
en la mejor preparación y adaptación de nuestros
niños y jóvenes a esta nueva era ( y la nuestra a
ellos,) más éstos han sido puntos que he puesto en
práctica durante años, gracias al compartir con
ellos y he disfrutado de los resultados, por eso quisiera
sugerirlas y, sería para mí un placer el que les
sirvan como referencia a sus múltiples
posibilidades.
La llave maestra para la mejor relación de
enseñanza-aprendizaje, o es mejor decir
como el Dr. Natalio Domínguez,"
enseñanza-enseñanza," es el RESPETO y nunca
será suficiente el repetirlo porque es la clave de
oro. Si usted
desea y espera respeto de sus alumnos, ofrézcalo primero
usted, no lo defraudarán.
Estimule a sus alumnos a establecer junto con usted las
"reglas de juego" del
aula, desde el comienzo, cuando son copartícipes de un
plan de
disciplina y
trabajo,
estarán más dispuestos a respetarlo.
Establezca en común acuerdo cuáles
serán las consecuencias de no respetarse las "reglas de
juego", de esa manera ya está estimulando a una toma de
decisiones que será un gran aprendizaje para toda la
vida.
Elijan un "JUEZ DE PAZ" entre todos, éste
escuchará razones y situaciones del salón y se
resolverán entre ellos mismos, cuando entre
compañeros manejan los conflictos
aprenden que hay maneras de llegar a acuerdos sin necesidad de la
violencia.
Dedique un tiempo diario
a un "PERIODO DE CIRCULO" este consistirá en comentar
todos los días acerca de situaciones de la vida en
familia, de la
comunidad, del
país, del día a día, se sorprenderá
de los temas que propongan sus alumnos y de los consejos que
pueden darse entre ellos, por ejemplo, frente a la muerte de
un familiar, el nacimiento de un hermanito, una mudanza … de
esta manera pierden el temor a demostrar sentimientos y a opinar.
Estipule un tiempo y respételo, si aún no han
terminado el tema, sugiera continuar al siguiente día,
esta actividad se disfruta tanto que si no se establece el
límite no querrán terminarla.
Explique la razón de cada aprendizaje y busque
con sus alumnos cuál es la relación del mismo con
su vida diaria, al encontrarle sentido real, lógica
y aplicación será más fácil que lo
acepten.
Prepárese para dar explicaciones a las
"múltiples" preguntas que surgirán en el aula,
más no tema, enséñeles que no siempre
tenemos todas las respuestas pero que entre todos podemos
encontrarlos y lo importante que resulta el investigar, aprender
a preguntar a especialistas y así llegar adonde queremos
para satisfacer las necesidades y la curiosidad.
Es recomendable que cada cierto tiempo les permita un
momento libre dentro de las actividades en el aula, todos nos
cansamos de una rutina y nos cuesta mantener focalizada la
atención. Una relajación activa con ejercicios
divertidos que ayudan a desarrollar y multiplicar las conexiones
entre los hemisferios derecho e izquierdo son altamente efectivos
para este propósito
Utilice músico terapia, existe extensa
información al respecto con todas las recomendaciones por
materias y las demostraciones de su validez en el
aula.
Manténgase coherente en lo que espera y ofrece y
cuide que sus estados de ánimo no interfieran, pues solo
logrará confundir a sus alumnos y como consecuencia,
perderá su respeto.
Invite a los representantes de sus alumnos al aula para
que conversen con ellos acerca de sus respectivos empleos. Una
vez invité a una amiga Aeromoza y se motivó tanto
con la idea, que se presentó uniformada como si iba a
embarcar en el avión, para los niños fue una
experiencia muy interesante ; otra vez el invitado fue un
Gerente de
banco y el
sorprendido fue él, pues luego de su charla acerca de sus
funciones, le
hicieron preguntas que nunca esperó de niños de 9
años y el feedback fue de gran madurez, cabe destacar que
todo esto es absolutamente espontáneo. La seguridad que
adquieren al comunicarse con adultos profesionales e indagar
detalles acerca de cada especialización,
contribuirá a dilucidar su vocación profesional
desde muy temprana edad.
Recuerde focalizar su atención en las conductas
positivas y reforzarlas cada vez que pueda. Cuando deba llamar la
atención de alguno de sus alumnos, piense en cómo
le hubiese gustado que hubieran hecho con usted, llámelo
aparte y pregunte qué está sucediendo, no desde el
juicio, sino desde el apoyo
Enseñe a sus alumnos que se pueden expresar
sentimientos sin sentirse vulnerables, diferentes alternativas
para solucionar conflictos y estrategias de
autoayuda. Recuerde que somos seres bio-psico-socio-espirituales
y que cada área debe ser atendida.
Por supuesto que se puede adaptar mucho de las
recomendaciones ofrecidas para los docentes y sumarlas a las que
les presento a continuación.
- Recuerde que es más importante la calidad que la
cantidad en lo que se refiere al tiempo de dedicación a
nuestros hijos, trate de que esa calidad sea maravillosa para
todos. - Los niños índigo vienen con una alta
comprensión de lo que es la democratización,
defienden su derecho a voz y voto con mucho ahínco, por
esta razón si no los incluye en los preparativos del fin
de semana, en los cambios familiares, en las cosas importantes
que los involucran a todos, pueden portarse un poco rebeldes y
no aceptar la imposición. - Recuerde que pueden tener muy desarrollada, su
telepatía, si quiere que las cosas fluyan positivamente,
evite el engaño, perdería el respeto de su
índigo, le crearía confusión y
podría aislarse un poco. - Escuche a su hijo, pregúntele, sí, pero
sin que se sienta perseguido, muchas mamás sienten que
lo hacen muy bien cuando al llegar a casa del colegio comienzan
un "interrogatorio", la consecuencia será que
sólo se limiten a responder con monosílabos y
cada vez cuenten menos. ESCUCHE, sin juzgar, sin
interrumpirles, sin acusarles antes de saber qué
sucedió. Recuerde que todos los extremos son malos, no
se trata de darles la razón en todo sino de
enseñarles que, a veces, existen otras posibilidades
para resolver las situaciones y que toda toma de decisiones
trae una consecuencia. - Cuando usted cometa un error (todos lo hacemos),
aproveche la gran oportunidad para enseñarle que
reconocerlo es señal del eterno aprendizaje y
crecimiento y que se pueden pedir disculpas y enmendar la
situación sin que esto sea señal de
debilidad. - Mantenga siempre la
comunicación abierta. - Sea coherente en lo que piensa, dice y hace, esto le
dará mucha seguridad a su índigo. Si la encuentra
llorando, por ejemplo, y le pregunta qué le pasa, no le
responda que "nada" pues su imaginación volará,
quién sabe hasta adonde y sólo logrará
confundirlo. - DISFRUTE A SU ÍNDIGO, deje que la
educación fluya, cada día le traerá una
nueva oportunidad de compartir sus aprendizajes, esté
sólo abierto a las múltiples
posibilidades. - Hágale saber su agradecimiento por tenerlo
como hijo o hija, por haberlo escogido como padre o madre y por
permitirle aprender de él y compartir este hermosos
viaje por la vida. - Lo más importante en el compartir con el
índigo es: SIEMPRE, pero SIEMPRE, ofrézcale
alternativas para que él elija, dentro de límites
normales. Por ejemplo, ante la eterna confrontación de
la ropa cuando van a salir, nunca quieren la que usted elige y
comienza la batalla que termina con tardanzas, llanto, gritos y
quien sabe qué más, es mucho más sencillo,
escoger dos o tres posibilidades y dejarle elegir cuál
quiere y … mágicamente se acabará el problema,
su índigo saldrá sintiéndose respetado, se
vestirá rápidamente y llegarán todos
felices y a tiempo. - Recuerde que siempre su índigo
encontrará una manera diferente de hacer las cosas,
permítaselo, de pronto le da ideas que a usted nunca se
le hubieran ocurrido. - Por favor, haga memoria de
cómo se sentía usted cuando lo comparaban
(desfavorablemente por lo general) y no caiga usted en el mismo
error, cada ser es único y por ello merece el
máximo respeto. - IMPORTANTE: Las recomendaciones NUNCA
sugerirán que usted no fije límites, el
índigo necesita saber hasta dónde puede llegar;
para desarrollar su seguridad las "reglas del juego" deben
estar claras, las consecuencias también y los
límites deben ser respetados.
Las reprimendas serán tan necesarias como en
cualquier otro niño, pero sin que sus emociones
entren en juego, no es desde su rabia o confusión que
debe reprender, es desde la comprensión del por
qué se le reprime, el hacérselo saber es de suma
importancia, como lo es el no esperar los momentos de crisis para
hacer entender ciertas situaciones de la vida.
Por supuesto que estas recomendaciones no se deben
limitar al índigo (aunque en este momento todos lo son)
respete a su hijo, fije los límites, oriéntelo,
ayúdelo, apóyelo y, sobretodo,
disfrútelo.
Podríamos hacer listas interminables entre todos,
lo importante es saber que no existen RECETAS MÁGICAS, que
usted tiene un ser de luz a su lado, un
maestro perfecto que espera lo ayudemos a cumplir con su
misión de vida, que vino a ayudarnos en la nuestra. No se
lo hagamos tan difícil. Confíe en que el gran AMOR
que fluye entre todos es la mejor ayuda y orientación en
todos los ámbitos de la vida. Apoye a los docentes y usted
comparta sus aprendizajes con ellos y con otros padres,
también aprenderá de ellos.
Nuestros índigos, entre tantas cosas, nos
vinieron a reconectar con el trabajo en
equipo, somos uno con el Amor, con
el Universo,
con el Padre y con todo ese apoyo: ¿CÓMO
PODRÍAMOS FRACASAR?
Y AHORA, ¿QUÉ PIENSA USTED ACERCA DE
"EDUCAR" A UN INDIGO?
YHAJAIRA PAZ-CASTILLO M.
Psicopedagoga- Terapeuta Familiar
Asesoría Familiar y Educativa
Venezuela