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El Problema del Trabajo en el Perú



    1. Coyuntura de las últimas
      décadas
    2. Estructura laboral en el
      Perú
    3. Factores que acondicionan el
      problema del trabajo en el Perú
    4. La
      Informalidad
    5. Costos
      Laborales
    6. Posibles
      soluciones
    7. Expectativas para el sector
      laboral
    8. Conclusiones
    9. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    El presente trabajo monográfico, tiene como
    finalidad, analizar y desarrollar los aspectos más
    importantes del Problema del trabajo en el Perú

    El problema del empleo en el
    Perú es uno de los más importantes en la percepción
    de la población, principalmente, por la falta de
    un empleo de calidad.

    En los últimos tiempos este problema se ha ido
    agravando, principalmente por falta de leyes claras, y
    si las hay, es evidente falta de ejecución y
    cumplimiento.

    PROBLEMA DEL TRABAJO EN EL
    PERÚ

    1. COYUNTURA DE LAS
    ÚLTIMAS DÉCADAS

    El inicio de la década de los noventa
    coincidió con la que fue, probablemente, la peor crisis
    económica en la historia reciente del
    Perú. Como consecuencia del caos generado por políticas
    macroeconómicas erradas la producción había caído en 30%
    acumulado durante los últimos tres años de la
    década de los ochenta, el producto bruto
    había retrocedido al nivel observado en 1978 y el producto
    per cápita se situaba en el nivel observado en
    1961.

    En 1990 la variación promedio del índice
    de precios al
    consumidor
    llegó a 7,484%. En agosto de ese mismo año un nuevo
    gobierno
    implementó un drástico programa de
    estabilización e inició una serie de reformas
    estructurales orientadas a lograr que el mercado sea el
    principal mecanismo de asignación de recursos y a que
    se reduzca el papel del Estado en la
    economía.
    El proceso de
    apertura comercial se inició en 1991, y redujo
    rápidamente el nivel medio del arancel de 66% a 17% y
    eliminó todas las restricciones cuantitativas al comercio
    exterior. Esto, junto con la privatización de las empresas
    públicas y el proceso de flexibilización del
    mercado de trabajo que se implementó de manera paulatina
    entre 1991 y 1995, fueron algunos de los componentes más
    importantes del paquete de reformas estructurales en el
    Perú.

    El posible impacto negativo sobre el empleo fue un
    elemento central de las críticas que recibieron la reforma
    comercial, la privatización, la reducción del
    aparato estatal y la flexibilización del mercado de
    trabajo. Luego de un estancamiento inicial la economía
    peruana ha crecido ininterrumpidamente, aunque con fluctuaciones,
    desde 1993.

    Siete años después del inicio del proceso
    de reformas estructurales los problemas en
    el mercado de trabajo parecen ser, en efecto, bastante graves, y
    son el desempleo y la
    "falta de empleo" los males más serios que aquejan a la
    población peruana. Se ha planteado que el modelo
    económico vigente en el Perú, orientado a que la
    asignación de recursos esté determinada
    principalmente por el mercado, es un modelo de crecimiento sin
    empleo.

    Este trabajo analiza los mecanismos de ajuste del
    mercado de trabajo durante los años posteriores a las
    reformas estructurales, evaluando si efectivamente los costos en cuanto
    a empleo han sido muy elevados.

    Una manera de enfocar esta problemática es
    preguntándose si en el Perú existen
    muchos

    empleos, pero de mala calidad. La respuesta es que
    sí, efectivamente muchos empleos son malos empleos. Pero
    la pregunta siguiente es si la apertura económica y la
    flexibilización del mercado de trabajo han empeorado la
    situación. ¿Ha crecido el empleo? Y si lo hubiera
    hecho, ¿sólo se han generado malos empleos?
    ¿Ha crecido principalmente el sector informal? ¿Son
    los empleos informales "malos empleos"? El análisis de la evolución del mercado laboral durante
    los años anteriores y posteriores al inicio de las
    reformas muestra que el
    empleo ha crecido claramente.

    Luego de un grave estancamiento entre 1989 y 1992,
    creció de manera acelerada, permitiendo absorber a un
    creciente stock de mano de obra cuya evolución
    estuvo impulsada por tendencias demográficas y por
    aumentos en la participación en la fuerza de
    trabajo.

    Entre 1985 y 1989, el empleo aumentó debido a la
    absorción de empleo del sector
    público y del empleo independiente. Las empresas, ya
    sean formales o informales no aumentaron su demanda de
    empleo.

    Este último patrón se mantuvo hasta 1992,
    y en esos años, dada la contracción del empleo
    público, la única fuente de generación de
    empleo fue el autoempleo.
    Esto llevó a que en esos años, al menos en Lima
    Metropolitana el empleo a en términos absolutos se
    mantuviera básicamente estancado. La evidencia disponible
    para Lima Metropolitana, así como a nivel nacional,
    muestra que la proporción de ocupados como
    proporción de la población en edad de trabajar
    cayó dramáticamente hasta 1992. Esta
    situación no se vio reflejada en aumentos en la tasa de
    desempleo debido a la reducción en la tasa de
    participación. Recién a partir de 1993, el empleo
    se empieza a expandir debido tanto al empleo independiente como
    al aumento en la demanda de empleo de las empresas.

    A pesar de la reducción del empleo
    público, tanto en términos absolutos como
    relativos, el crecimiento del empleo privado fue lo suficiente
    como para aumentar la proporción de ocupados en
    relación a la población en edad de
    trabajar.

    Así, la dinámica del empleo en el periodo posterior
    al inicio de las reformas fue íntegramente liderada por el
    sector privado, y permitió compensar la caída del
    empleo público.

    Se observa, sin embargo, que han habido segmentos
    específicos de la fuerza laboral, el de los más
    jóvenes y, en particular, el de los hombres de mayor edad,
    para los que se han reducido las oportunidades de empleo. La
    pregunta que sigue es saber si los empleos que se crearon fueron
    únicamente malos empleos. La evidencia muestra que se han
    creado empleos en toda la gama de actividades y sectores. El
    problema central es el lento crecimiento de la productividad del
    factor trabajo y, por ende, el lento crecimiento de los ingresos reales,
    tanto de los trabajadores asalariados como de los independientes.
    Como se observa en el estudio, existe una relación
    estrecha entre niveles y cambios en la productividad con niveles
    y cambios en las remuneraciones
    reales. Sin embargo, el crecimiento de la productividad es
    todavía muy lento.

    2. ESTRUCTURA LABORAL EN EL
    PERU

    La estructura
    laboral es independiente de la recesión de fines de los
    años noventa. Es insuficiente salir de la recesión;
    se requiere crecer a tasas elevadas y de manera sostenida. En
    consecuencia, resulta indispensable generar las condiciones
    necesarias para que la inversión crezca, lo que redundará
    en mayores tasas de crecimiento y de empleo. Para que aumente la
    tasa de inversión se necesita, en primer lugar, mantener
    la estabilidad macroeconómica.

    En segundo lugar, establecer un marco jurídico e
    institucional estable que garantice los derechos de propiedad, la
    estabilidad de las reglas y que en general, reduzca los costos de
    hacer negocios.

        Finalmente, se requiere introducir
    reformas en el mercado de
    capitales que faciliten el flujo de recursos de ahorristas
    nacionales y extranjeros a los inversionistas, lo que
    reducirá el costo del
    crédito
    y el de los fondos de capital y
    aumentará el acceso a ellos. Ésas son, en realidad,
    las reformas institucionales que permitirán un crecimiento
    sostenido del producto y del empleo.
        Por otro lado, en el mercado de trabajo
    interactúan la política macro, la
    legislación
    laboral, las políticas de fomento a la
    inversión privada, las políticas educativas,
    etcétera. Y es en esas interacciones en el mercado de
    trabajo donde se determina en gran medida el bienestar de los
    trabajadores y el de sus familias

        Las regulaciones que se establecen en
    este mercado deben tener como principio asegurar la flexibilidad
    necesaria en una economía que debe competir crecientemente
    en el entorno internacional. Pero al mismo tiempo, la
    política
    económica debe apuntar a satisfacer una
    legítima aspiración de los trabajadores y de la
    sociedad en su
    conjunto: tener ingresos crecientes y estables.

        La legislación laboral y las
    políticas activas de empleo deben apuntar a una
    estabilidad de ingresos derivada, en primer lugar, de la
    productividad de los trabajadores y de las empresas, y en segundo
    lugar, de mecanismos legales que permitan aislar a los
    trabajadores de fluctuaciones bruscas en sus ingresos.

        El error usual de la
    legislación es intentar imponer esta estabilidad de
    ingresos por decreto. En lo que sigue se presentan algunas
    políticas y cambios que, en nuestra opinión, deben
    tomarse en cuenta para mejorar la situación del empleo en
    el Perú.

    2.1 DE EMPLEO ASALARIADOS E INDEPENDIENTE A
    AUTOEMPLEO

    A diferencia de los países desarrollados, en
    muchos países de América
    Latina, incluyendo el Perú, el autoempleo o trabajo
    independiente representa una parte importante del empleo y ha
    sido una variable de ajuste importante para equilibrar el mercado
    de trabajo. Este sector, en donde las firmas unipersonales operan
    en un ambiente
    claramente competitivo es aquél que permite explicar el
    relativamente bajo nivel de la tasa de desempleo, aun cuando la
    demanda por empleo de las empresas –ya sea formales o
    informales- sea menor a la oferta de
    empleo, dado un salario
    real.

    Dadas las características peculiares del sector
    rural, en el que la mayor parte del empleo es independiente,
    mientras que el empleo asalariado tiende a ser una actividad
    secundaria y muchas veces estacional, (Valdivia y Robles, 1997),
    es útil hacer el análisis aislando el sector urbano
    del rural. En el Perú urbano, la participación del
    empleo independiente total crece ligeramente durante los
    años noventa, como se observa el , aunque no hay una
    tendencia clara durante el período de análisis. Es
    de destacar que el empleo independiente – incluyendo a los
    trabajadores no remunerados- alcanza la mitad del empleo total3.
    Por otro lado, es claro el incremento de la participación
    del empleo público tanto en el sector urbano como rural
    hacia 1991, para luego reducirse de manera drástica,
    caída que fue compensada por la expansión del
    empleo privado.

    3. FACTORES QUE
    ACONDICIONAN EL PROBLEMA DEL TRABAJO EN EL PERU

    3.1 Exceso de población como problema del
    subdesarrollo.

    En las visiones más abstractas y de largo plazo,
    el tema de la relación entre Oferta y demanda
    de mano de obra en países subdesarrollados como el
    Perú siempre está presente. la ausencia de una
    convergencia entre ingresos promedio y entre distribuciones de
    ingreso de países pobres y ricos, que explica el lento
    crecimiento de economías que, como la peruana, tienen una
    "sobrepoblación" laboral. También se ha recordado
    esa situación de otra manera:

    [L]a oferta —es decir la población en edad,
    en condiciones y con deseo o necesidad de trabajar—
    habitualmente la supera y lo hace muy claramente, en el caso de
    economías subdesarrolladas, o en etapas sólo
    incipientes del desarrollo.

    En la segunda mitad de los años setenta y en
    todos los años ochenta, a la sobrepoblación propia
    del subdesarrollo se habría añadido la que surge de
    la gran "crisis de la deuda" y las políticas posteriores,
    lo que ha profundizado cuantitativa y cualitativamente el
    problema.

    3.2 La transición
    demográfica

    El tema demográfico constituye un componente
    clásico de todo enfoque sobre el problema del
    subdesarrollo del empleo.

    La PEA debe de pasar de cerca de 8 millones en 1990 a
    unos 16,6 millones en el año 2010. Ese enorme aumento se
    debe también al incremento de la tasa de
    participación, que pasaría, según las
    estimaciones, de 57,7% en 1990 a 78,0% en el 2010.
    Podríamos decir que esas cifras son grandes, pero
    ¿en relación con qué? Ése es el tema
    del supuesto de la sobrepoblación.

    El tema poblacional está también siempre
    presente en los estudios de Vega Centeno (2003) sobre desarrollo
    y cambio
    técnico en el Perú. Garavito (2001b) recuerda una
    de las características que llama la atención sobre este campo, la relativa
    estabilidad de la tasa de desempleo, y la explica indicando que
    la oferta es procíclica. Yamada (2004a) se encuentra
    analizando la dimensión de horas trabajadas y su posible
    incremento ante situaciones de crisis.

    3.3 La gran crisis laboral de dos
    décadas.

    En efecto, y en una perspectiva más
    histórica, durante las tres décadas recientes se ha
    registrado un enorme retraso de la demanda de trabajo respecto de
    la oferta.

    Mientras que la tasa de crecimiento de la oferta se ha
    elevado desde 1940 hasta fines de siglo, manteniéndose en
    niveles cercanos a 3% anual durante los años ochenta, la
    tasa correspondiente a la demanda se convirtió en negativa
    durante esa década y han sido necesarios varios
    años de los noventa para alcanzar la tasa de crecimiento
    de la oferta total

    Al incrementarse la oferta laboral y contraerse la
    demanda, se generó un importante desequilibrio en el
    mercado de trabajo, que dio origen a un considerable excedente de
    mano de obra que, para equilibrar el mercado de trabajo,
    generó menores salarios reales
    para todos los trabajadores. Dado que las tasas de desempleo no
    se incrementaron de manera importante, el ajuste del mercado de
    trabajo se dio a través de menores ingresos reales o lo
    que es lo mismo, mayores niveles de subempleo.

    3.4 El nuevo contexto institucional.

    A esa situación hay que añadir la cuarta
    circunstancia importante: el nuevo contexto
    institucional.

    En el caso de este balance, tras casi cuatro años
    del anterior, debemos incluir los estudios sobre el nuevo
    contexto laboral después de las reformas puestas en marcha
    desde comienzos de los años noventa. El análisis de
    los efectos de dicho contexto es diverso y con distintos grados
    de crítica.

    4. LA
    INFORMALIDAD

    La informalidad es un fenómeno integral que se
    encuentra relacionado con todo el comportamiento
    peruano. Por ejemplo, por mencionar solo dos situaciones visibles
    y cotidianas: las reglas de tránsito y la piratería discográfica o editorial.
    Culpar a la legislación laboral de esos fenómenos,
    que son dos de las principales manifestaciones de informalidad en
    el Perú, me parecería exagerado. Nuestra propuesta
    consiste en identificar los factores que contribuyen a la
    informalidad en el Perú y, entre ellos, qué papel
    desempeñan tanto la legislación en general como la
    legislación laboral en particular. Luego, analizar
    qué se puede hacer desde cada ámbito, pero desde
    una perspectiva en conjunto e integral, lo cual es un esfuerzo
    netamente multidisciplinario y multisectorial.

    5. COSTOS
    LABORALES

    Creo que un primer problema es el concepto de
    costos salariales y no salariales, porque bajo mi perspectiva,
    por ejemplo, las gratificaciones, la compensación por
    tiempo de servicios y
    las vacaciones son costos salariales. El trabajador peruano
    percibe doce remuneraciones por once meses de trabajo, más
    dos por gratificaciones y una por compensación por tiempo
    de servicios. Ese conjunto de ingresos es su remuneración
    anual. Entonces, yo no le llamaría a ninguno de estos
    componentes un costo no salarial, sino más bien un costo
    salarial, el cual es uno de los más bajos de América
    Latina. Entre los costos no salariales, el típico era el
    IES, el cual ha sido suprimido. Por lo tanto, no me parece que
    tengamos costos no salariales importantes como para decir que el
    Perú es un país que, por ese lado, podría
    hacer más desventajosa la inversión. Inclusive, el
    trabajador promedio de América Latina puede tener menos
    vacaciones y gratificaciones y no contar con una
    compensación por tiempo de servicios; sin embargo, recibe
    remuneraciones más altas, con lo cual en términos
    de los costos anuales, nosotros continuamos por debajo del
    promedio.

    6. POSIBLES
    SOLUCIONES

    6.1 El Ministerio de Trabajo (a corto
    plazo)

    El Ministerio de Trabajo ejecuta una serie de programas
    sociales encaminados a mejorar la competitividad
    de la microempresa, la
    inserción de las clases
    sociales más pobres al mercado de trabajo, el ingreso
    temporal de los jefes de familia de
    barrios pobres y, en muy poca medida, a la posibilidad de
    generación de empleo productivo permanente. Esto
    último, más bien, creo que depende de un conjunto
    de políticas que reorienten la inversión de los
    sectores más intensivos en capital hacia los sectores
    más intensivos en mano de obra, porque el crecimiento se
    viene produciendo sobre todo en los primeros, lo cual no se
    refleja automáticamente en un incremento en el
    empleo.

    6.2 Mejorar las condiciones de trabajo (a corto
    plazo)

    No existe una evaluación
    exhaustiva del impacto que han tenido los cambios en la
    legislación laboral sobre las condiciones de trabajo. Sin
    embargo, la reducción de la actividad sindical, el aumento
    de la rotación del empleo y el uso de contratos
    temporales hace presumir que ellas se han deteriorado. Es
    necesario retomar el tema y evaluar cuál debería
    ser el papel del Estado, el de las empresas y el de los sindicatos en
    este campo.

    6.3 Avanzar en el planteamiento de
    relaciones trabajador empresa
    (mediano plazo)

        El debilitamiento del movimiento
    sindical puede atribuirse también a que éste es
    identificado únicamente como un mecanismo para incrementar
    los beneficios de corto plazo de los trabajadores.

        No existe una concepción
    moderna de movimiento sindical que tenga como objetivo
    negociar e impulsar mejoras ligadas a la productividad o que
    demande una mayor inversión de las empresas en capacitación y entrenamiento
    ocupacional.

        Es central avanzar en la
    concepción de instituciones
    sindicales modernas que tengan como objetivo el aumento de la
    productividad de los trabajadores como principal mecanismo para
    incrementar los ingresos y las condiciones de vida de sus
    afiliados.

    6.4 Corregir la legislación actual
    (mediano plazo)

        La CTS es un mecanismo adecuado para
    evitar fluctuaciones bruscas de los ingresos de los trabajadores
    en la eventualidad del desempleo. Pero este papel se ha
    desvirtuado al permitirse que los trabajadores utilicen parte de
    esos fondos para consumo
    corriente. Por otra parte, es necesario eliminar la posibilidad
    de establecer Convenios de Sustitución mediante los cuales
    los depósitos de la CTS puedan ser retenidos y manejados
    por la empresa, ya
    que se genera el riesgo de que si
    la empresa quiebra o es
    liquidada, los trabajadores se vean en dificultades para
    recuperar su dinero.

        Las reformas de inicios de los
    años noventa permitieron una reducción importante
    en los costos de despido. La abolición de la estabilidad
    laboral y su reemplazo por la protección contra el despido
    arbitrario aminoraron el nivel y la variabilidad de los costos en
    que se incurría al separar a un trabajador de una
    compañía.

        Actualmente la indemnización
    por despido arbitrario es de 1,5 salarios mensuales por
    año trabajado, a lo cual se suman los depósitos
    semestrales de la Compensación por Tiempo de Servicios
    (CTS). Así, un trabajador despedido sin causa justa con
    dos años de trabajo en la empresa recibe tres salarios de
    indemnización más dos salarios por CTS.

    La legislación laboral debe facilitar el
    encuentro entre trabajadores y empleadores, facilitar la
    movilidad laboral, proteger al trabajador de fluctuaciones
    bruscas de ingreso y asegurarle servicios de salud y una pensión.
    Pero debe tenerse en cuenta que si la productividad de las
    empresas y la de los trabajadores no aumentan como para permitir
    financiar esto, muchos trabajadores quedarán desprotegidos
    en el sector informal.

        Colombia,
    Ecuador y
    Brasil son los
    otros países de América Latina en los que aparte de
    la indemnización por despido arbitrario, existe un fondo
    similar a la CTS peruana. Un cálculo de
    los montos que se terminan pagando en estos países permite
    concluir que en el Perú los costos de despido están
    entre los más altos de la región.

        Este esquema de protección del
    empleo es perverso. Al ser caro, termina protegiendo a una
    fracción mínima de trabajadores; más bien
    desalienta la contratación y fomenta la inestabilidad en
    el empleo, ya que las firmas tienen una razón más
    aparte de los costos laborales para mantener planillas informales
    o modalidades de contratación temporal.

    6.5 Reducir el precio
    relativo del contrato
    permanente respecto

    del temporal

        El elevado costo de despido aumenta
    implícitamente los costos del contrato permanente. Una de
    las consecuencias de ello es el uso intensivo de contratos
    temporales y de modalidades contractuales atípicas. La
    estrategia actual
    de muchas empresas es utilizar los contratos temporales para
    reducir al mínimo los costos de despido; se firman
    contratos temporales de muy corto plazo que se renuevan
    continuamente.

        El uso indiscriminado de contratos
    temporales en sus distintas modalidades, en desmedro de los
    permanentes y en muchos casos, para el personal que en
    realidad realiza labores permanentes, tiene un impacto negativo
    en la productividad del trabajador. La calidad del empleo se
    reduce, ya que la inexistencia de un compromiso tácito
    entre trabajador y empresa aminora las posibilidades de
    adquisición de habilidades y de entrenamiento e induce a
    una mayor rotación.

        La política correcta en este
    punto es, pues, reducir el costo relativo del contrato
    permanente. Una reducción del costo de despido a
    través de la reducción de la indemnización
    por despido arbitrario incentivaría el uso de contratos
    permanentes y reduciría el empleo temporal y el empleo
    informal.

    6.6 En la Formación Educativa (Largo
    plazo)

    Aumentar la empleabilidad a través de
    la
    educación básica y la capacitación
    permanente.

        En primer lugar, el mejor mecanismo
    de empleabilidad radica en las habilidades y en los conocimientos
    específicos de las personas.
        El aumento de la productividad pasa por
    mejorar el sistema
    educativo, una clara inversión de largo plazo. En el
    corto y en el mediano plazo, la capacitación ocupacional
    constituye una opción tanto para mejorar la
    situación laboral de los jóvenes como la de
    trabajadores desplazados. Sin embargo, no han existido
    iniciativas específicas de gran escala en este
    terreno.

        Projoven, por ejemplo, es un programa
    muy interesante de capacitación laboral para
    jóvenes que tiene la ventaja de permitir una primera
    inserción al mundo del trabajo y, a la vez, dinamizar el
    mercado de capacitación, a través del
    establecimiento de estándares de calidad para las
    entidades capacitadoras y por medio del fomento de la interacción entre éstas y las
    empresas.

        Sin embargo, la cobertura del
    programa es todavía muy limitada. La poca atención
    que se ha otorgado a este tipo de programas evidencia que el
    problema central en este caso no es el financiamiento
    sino la voluntad política.

        Por otra parte, la mayor parte del
    gasto en capacitación ocupacional lo realizan las
    familias. Sin embargo, esta elevada inversión se
    efectúa sin el apoyo de mecanismos que permitan conocer la
    calidad de las instituciones en las que se invierte. Es esencial
    avanzar en la creación de mecanismos efectivos de supervisión de estas instituciones y en
    fórmulas de seguimiento que permitan proveer a las
    familias de información acerca de su desempeño.

        La capacitación en las
    empresas es muy poco frecuente aunque constituye una
    inversión extremadamente rentable. Sólo algunas
    empresas modernas tienen políticas de recursos
    humanos orientadas a capacitar a su personal y a crear una
    carrera en el interior de la compañía.
        Pero en general, la inversión en
    capital humano
    en empleos de mediana o baja calificación u orientada a
    trabajadores con educación secundaria
    o técnica constituye más bien la excepción.
    Debería estudiarse de manera cuidadosa el diseño
    de algún esquema de subsidios o de exenciones tributarias
    a la inversión en capacitación por parte de las
    empresas.

        Estado, familias y empresas deben
    invertir de manera intensiva en el capital humano de la fuerza de
    trabajo.

    Información

        La legislación puede ayudar a
    facilitar las transacciones en el mercado de trabajo de manera
    que no se desincentive el empleo asalariado formal, se facilite
    la movilidad y se permita proteger al trabajador de fluctuaciones
    bruscas en sus ingresos en caso de desempleo.

    6.7 A LARGO PLAZO

    La competitividad de los trabajadores

    El Ministerio de Trabajo tiene un interés
    muy especial por la calificación de los trabajadores.
    Tenemos un convenio con el Ministerio de Educación para
    trabajar en programas que incluso llegan a un nivel subregional
    andino. Hemos propuesto el bosquejo de una decisión andina
    sobre formación profesional, inspirada en la que se
    adoptó en el Mercosur.

    El mercado de trabajo dependiente está saturado y
    se debe abrir posibilidades al trabajo independiente. Nosotros
    apoyamos eso de distintas maneras. Por ejemplo, en lo que se
    refiere al trabajo dependiente, el programa Projoven intenta
    mejorar la capacidad de los jóvenes, primero a
    través de un entrenamiento técnico de tres meses y
    luego de inserción laboral en tres meses más; luego
    se realizan estudios de seguimiento de cómo,
    efectivamente, estos jóvenes logran insertarse y
    mantenerse en una adecuada posición en este
    mercado.

    En cuanto al trabajo independiente, generar en el joven
    la idea de transformación en empresario, a
    través de "Perú Emprendedor", programa que
    actúa mediante capacitación, asistencia
    técnica y asesoría, para que uno pueda formar un
    pequeño negocio y luego llevarlo adelante de manera
    exitosa

    Mejorar los sistemas de
    información laboral

        El Ministerio de Trabajo y Promoción Social reorganizó todo su
    sistema en 1996 y
    logró incrementar la cobertura de su bolsa de trabajo. El
    sistema es ahora mucho más moderno, orientado hacia
    trabajadores de poca calificación y
    descentralizado.

        Sin embargo, es necesario ampliar la
    cobertura del sistema incorporando un mayor número de
    entidades privadas tanto de Lima como de provincias. En general,
    las intervenciones de política que apuntan a reducir el
    costo de obtener información para quienes buscan empleo y
    para las empresas tienen una tasa de retorno social
    positiva.

    Establecer sistemas de
    acreditación de competencias
    laborales

    Varios países de América Latina han
    iniciado la conformación de sistemas de
    acreditación de competencias
    laborales. Éstos permiten que el trabajador acredite
    competencias laborales específicas aparte de las
    credenciales que le otorga la educación formal,
    información que facilita el matching en el mercado laboral
    (es decir, el contacto entre el postulante y la empresa). Algunas
    iniciativas se han dado al respecto en el Ministerio de
    Educación y en el de Trabajo y Promoción Social,
    pero es un área que requiere mayor impulso.

    7. EXPECTATIVAS
    PARA EL SECTOR LABORAL

    Dar al sector privado señales
    de que los cambios en las relaciones
    laborales son permanentes y que no se regresará a
    esquemas de excesiva protección del trabajador
    formal

        Esto es crucial en un contexto no
    inflacionario. Una de las posibles razones por las que los
    empresarios utilizan modalidades de empleo temporal y tienen un
    excesivo celo ante el incremento del personal en planilla es el
    temor a una reversión de las reformas y a que se regrese a
    la estabilidad laboral o a la existencia de sindicatos
    politizados como en el pasado.

        Si bien toma tiempo modificar las
    expectativas de los agentes, es necesario dar señales de
    que no es posible regresar a los extremos del pasado. La seguridad para
    ajustar la demanda de mano de obra de la empresa en los niveles
    deseados es mucho más importante ahora, en un contexto no
    inflacionario, en el cual los ajustes del mercado de trabajo se
    realizan con más frecuencia a través de
    contrataciones y despidos que mediante cambios en los
    salarios.

    CONCLUSIONES

    La población dice que hay un problema de falta de
    empleo porque lo estápercibiendo de manera uniforme:
    atraviesa todos los grupos de edad y
    diversos sectores sociales.

    El problema del Seguro Social
    comienza cuando el Estado
    utiliza los fondos del sistema para financiar la expansión
    del gasto
    público, y esto viene de Belaunde, Velasco continuando
    hasta el presente.

    El índice de sindicalizados disminuyó de
    47% a 12,7% para empleados y de 54% a 19,6% para obreros entre
    1991 y 1996.Una buena muestra de la actitud frente
    al trabajo es el texto
    constitucional, que ha reemplazado el reconocimiento de la
    estabilidad laboral por la «adecuada protección
    frente al despido arbitrario» (lo cual implica reconocerlo,
    nosancionarlo).La política laboral del Gobierno en
    materia de
    remuneraciones ha sido hecha para impedir la recuperación
    salarial aun cuando haya aumento del producto y de la
    productividad.

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    Yamada, Gustavo (1996), "Caminos Entrelazados: la
    Realidad del Empleo en el Perú" Lima, CIUP.

     

     

    MIGUEL ANGEL OLIVA HUAMANÍ

    ESPECIALIDAD: NEGOCIOS INTERNACIONALES

    MAYO – 2006

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