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Cibernética Educativa: Nuevo enfoque metodológico para el estudio de la educación (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, , 3

 

VII. El sistema como
entidad educativa para sus representantes.

El fenómeno de la transculturación como vía para
fraguar la síntesis
cultural del sistema
. En el interior del sistema cada
representante es portador de una cultura
específica, que debe poner a disposición de los
demás representantes para aumentar las fortalezas del
mismo y atenuar las debilidades, propiciando de esta manera la
apertura de nuevas oportunidades y la aparición de nuevas
vías para evadir las amenazas.

Se esta haciendo alusión a un necesario proceso de
transculturación en el propio seno del sistema, donde la
síntesis cultural referida actúa como fragua
educadora para los representantes, a través de un proceso
de negociación cultural permanente en la que
no deben contraponerse las culturas propias de los diferentes
representantes, sino que deben complementarse.

Este fenómeno de transculturación se
extiende mas allá de los limites del sistema, toda vez que
cada sistema es a su vez representante de algún
suprasistema que lo contiene, de manera que en el interior del
suprasistema se da el mismo proceso descrito para un sistema en
el párrafo
anterior, es así como se abre un escenario mucho
más abarcador de negociación cultural entre
sistemas y mas
allá de estos con características similares a las
que anteriormente se hizo referencia.

Según González E. 2004. Los principios
esenciales del esquema de la relación interacción ? desarrollo son
los que siguen:

  1. El concepto del
    sistema identificado para el análisis, es relativo: por una parte,
    cualquier componente es, a su vez, un sistema particular de un
    nivel estructural inferior; por otro lado, el sistema
    identificado para el análisis es un componente del
    sistema de un nivel estructural superior.
  2. La interacción no se produce directamente en
    los límites
    de un nivel, de una forma. La interacción está
    mediada por los pasajes a otras formas, porque sólo el
    conjunto total de una serie de transformaciones
    cualitativamente diversas produce un efecto en los
    límites de una forma.
  3. Cualquier proceso de interacción está
    vinculado a los productos de
    las interacciones predecesoras, fijados en cambios de los
    componentes de la interacción en
    cuestión.
  4. Cualquier producto de
    la interacción es una consecuencia, al menos, de dos
    procesos:
    uno propio del sistema identificado para el análisis y
    otro, un proceso en el que este sistema está incluido
    como componente.

El funcionamiento de los sistemas interactuantes se
vincula con la reorganización de las estructuras de
sus componentes. En este caso, los límites de la
conservación de la estructura del
sistema -tipo de vínculos de sus componentes- determinan
el segmento ocupado por esta forma en la jerarquía de la
interacción. La estructura de los componentes y el tipo de
sus vínculos son mutuamente dependientes.

El desarrollo es el modo de existencia del sistema de
sistemas interactuantes, vinculados con la formación
cualitativa de nuevas estructuras temporales y espaciales,
gracias al crecimiento -y en otros casos, la destrucción-
del efecto de la mutua interacción, que se realiza
mediante los productos colaterales o subproductos de la acción.
Los nexos entre las estructuras iniciales y las que se forman se
efectúa mediante los resultados de las
interacciones.

Lo nuevo, que surge en las profundidades de la forma
inicial, en el curso de su desarrollo, transforma lo inicial
constantemente, de modo que, en cierto sentido, los productos de
la forma inicial se pueden -y es necesario- interpretar como
consecuencia de la mutua interacción en una nueva forma.
La transformación de las estructuras iniciales continua,
mientras estas estructuras transformadas no sean capaces de
satisfacer las "demandas", "necesidades", relacionadas con el
funcionamiento de una nueva forma.

El problema del origen de las nuevas formas de organización de la materia es muy
difícil y complejo en la mayoría de las esferas del
conocimiento,
sean éstas, por ejemplo, las partículas del
micromundo en la física; el universo, las
galaxias, las estrellas, el sistema solar,
la Tierra en
la astronomía física, la
astrofísica, la cosmogonía, la cosmología,
la geología;
la vida en la biología; el hombre en
la antropología; la sociedad en la
historia y
así sucesivamente. Una de estas dificultades es la
constatación de un nivel definido de conclusión de
una u otra forma. Es así, que se discute la
cuestión de los antecesores del hombre y sobre
que fundamentos se puede reconocer al propio hombre (Homo
sapiens
).

Para una visión evolutiva de la información resulta productivo el concepto
de información como variedad reflejada, por cuanto el
reflejo es un fenómeno que existe en los distintos niveles
de organización de la materia.

VIII. Carácter político del desarrollo de
los sistemas educadores.

A partir de la propia definición de sistema se
observa que los elementos se integran constituyendo el sistema
con el propósito, objetivo o
finalidad de alcanzar una misión que
los elementos por separado no podrían lograr. Esas
aspiraciones, una vez reprimidas, pueden ser interpretadas como
falta o insuficiencia de poder por
parte del sistema, pues "poder" no es más que la
capacidad de hacer valer sus intereses. Se puede decir entonces
que los sistemas no son otra cosa que coaliciones para lograr el
poder, o lo que es similar coaliciones políticas,
toda vez que "política" no es otra cosa que la
relación con el poder.

La inserción política de los
sistemas educadores se va gradando en la medida en que este va
estableciendo relaciones de pertenencia, compromiso e
identificación con los diferentes suprasistemas que lo
contienen, pues así como las aspiraciones tienen
diferentes niveles de existencia, también tendrán
diferentes niveles jerárquicos las correspondientes formas
de satisfacerlas y por consiguiente las formas de
coalición y colaboración que se hace necesario
establecer para alcanzarlo.

Los conocimientos se dan en la relación objeto ?
sujeto y no son más que las características que
conforman el reflejo del objeto en el sujeto.

Los sistemas son sujetos en su relación con el
contexto y consigo mismos (un conocimiento sobre sí
mismos, un metaconocimiento). El sistema debe tener conocimiento
de su misión y por ende de su identidad
cultural (de otra manera como podría preservarla y
desarrollarla) Para conformar la FODA el sistema
no sólo debe tener un reflejo del contexto para determinar
oportunidades y amenazas, sino de sí mismo para la
determinación de fortalezas y debilidades. Es pues una
tarea prioritaria de cada sistema la metacognición.

Con relación a esto nos preguntamos: ¿Una
jauría de lobos no tiene conocimiento sobre sus presas? ,
¿Sobre el contexto? Y ¿Sobre sus debilidades y
fortalezas? ¿Por qué atacan a una liebre y no a un
león? Muchos de estos conocimientos, los más
estables, ya han pasado a ser hábitos y conforman la
cultura de los lobos. ¿Qué se entiende por
conocimiento ante los ojos del hombre? Si los sistemas tienen
conocimientos, también han de tener inteligencia y
pensamiento
para poder procesarlos.

Se toma como "verdad" a la coincidencia entre las
propiedades del objeto y su reflejo en un determinado sistema ?
sujeto.

El objeto jamás podrá ser agotado en su
totalidad por ningún sujeto independientemente de su nivel
jerárquico. Aunque se conozcan muchas propiedades de un
objeto siempre quedarán otras desconocidas, de manera que
el
conocimiento siempre será parcial y por consiguiente
abstracto. Por lo que obligatoriamente el procesamiento de ese
conocimiento, abstracto de por sí, tendrá un
carácter también abstracto.

Un factor que también propicia el carácter
dinámico de la verdad es el carácter cambiante de
los objetos en tiempo y
espacio: "Lo que hoy es cierto no tiene porque serlo
mañana", o sea que los sistemas están obligados a
reconocer constantemente a la realidad en que se desarrollan.
Aquí se percibe indudablemente una profunda
contradicción: "Todo lo que ocurre en derredor tiene en
esencia un carácter cíclico, y al mismo tiempo en
cada ocasión es diferente"

El predecir el futuro de alguna manera es inherente a la
materia viva, pero para ello es necesario percibir los ritmos (lo
que se repite y el periodo en que lo hace) y
simultáneamente percibir las directrices de desarrollo o
transformación. ¿Se podrá lograr esto sin
inteligencia?, ¿Qué ocurre con el sistema que no
logre rebasar estos obstáculos?

Cuando el hombre se vanagloria de su inteligencia
individual, no se percata que esta reconociendo
implícitamente su pobre inteligencia colectiva,
está reconociendo su postura extremadamente
egoísta, donde se defienden a ultranza los intereses
individuales y los propios de los sistemas jerárquicamente
inferiores, en detrimento de los intereses propios de los
suprasistemas superiores.

Cuando decimos "elefante" no se está haciendo
referencia a ningún elefante en particular: sino que se
hace referencia a su modo de comportamiento, su procedencia, su línea de
desarrollo, su futuro. En otras palabras hacemos referencia a su
cultura. Nos preguntamos ¿Cuál es aporte de cada
elefante a su especie en general y en lo particular a ese gran
esfuerzo evolutivo?, ¿Qué inteligencia ha concebido
una estrategia tan
perfectamente definida de desarrollo?, ¿Esta viva esa
inteligencia, y sigue conduciendo a esa especie como la ha hecho
hasta entonces? De estar presente: ¿Dónde se
encuentra y cómo se comunica con sus
representantes?

Al formular la definición de desarrollo para un
sistema educador se hizo alusión al movimiento
cultural que este describe para alcanzar la misión que
rige su existencia. Se hace obvio considerar que, al menos, los
sistemas educadores presenten una tendencia permanente a
satisfacer las necesidades inherentes al cumplimiento de su
misión y para ello están urgidos de estar dotados
de poder. El poder de un sistema esta en dependencia de la manera
en que este sintetiza su inteligencia y energía, su
cultura intangible y su cultura tangible, sus fortalezas y
debilidades, sus oportunidades y sus amenazas. Mientras
más oportunidades y menos amenazas tenga el sistema mayor
será su poder. Al carácter creciente de la entropía descrito por el Segundo Principio
de la Termodinámica (donde se refleja la
divergencia entre información y energía) se
contrapone el Principio de empoderamiento creciente que
postularemos a continuación, de manera que para aumentar
sus oportunidades el sistema deberá incrementar sus
fortalezas y por ende su coordinación, sincronización y
organización interna en términos de sus
configuraciones.

Postularemos como principio la tendencia permanente de
los sistemas educadores al incremento de su poder:

Principio del empoderamiento creciente: Los
sistemas educadores orientan su desarrollo sobre la base del
incremento permanente de su poder. El aumento creciente del poder
en los sistemas educadores es una de sus necesidades
básicas. Con su satisfacción se logran de manera
implícita satisfacer las necesidades de un sistema
descritas en la Pirámide de Maslow
referente a la actividad humana.

Por otro lado la "libertad"
aumenta en la medida en que gravitan menos restricciones para el
cumplimiento de la misión de los sistemas, o lo que es
equivalente hay más grados de libertad para lograr o
alcanzar el propósito o meta esperado. Mientras más
oportunidades, opciones o alternativas ha logrado propiciar e
inducir el sistema mayor es su poder y consecuentemente mayor
será su libertad, entendida esta como posibilidad de
alcanzar la meta en una
constante adecuación de la cultura del sistema al contexto
y la consiguiente transformación de este ultimo en
función
del cumplimiento de la misión del sistema. La tendencia
hacia el poder equivale a la tendencia hacia la
libertad.

En cualquier estado en que
se encuentre el sistema existirán amenazas y oportunidades
contextuales que obstaculizarán o propiciarán
respectivamente el cumplimiento de su misión.
Planteándose así el problema de cómo evadir
las amenazas y aprovechar las oportunidades. Para ello el sistema
cuenta con una determinada inteligencia generada a partir de
potencialidades internas propias de su cultura que lo dotan de
fortalezas y al mismo tiempo de debilidades.

Definición: Una fortaleza es una cualidad
o propiedad de
un sistema que le permite o facilita autotransformarse y/o
transformar al contexto en función del cumplimiento de su
misión.

Definición: Debilidad es una cualidad o
propiedad de un sistema que le impide la
autotransformación y/o la transformación del
contexto en función del cumplimiento de su
misión.

Definición: Oportunidad es una
situación contextual que brinda al sistema la posibilidad
de disponer su cultura de tal forma que se favorezca el
cumplimiento de su misión.

Las oportunidades no son inherentes sólo al
contexto, sino que dependen también de las posibilidades
del sistema para inducirlas y explotarlas.

Definición: Amenaza es una
situación contextual que puede potencialmente obstaculizar
el cumplimiento de la misión del sistema.

Definición: El conjunto que conforman las
fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
correspondientes a un determinado estado en que se encuentra el
sistema se le llama FODA del sistema.

Se debe destacar que a cada estado cultural de un
sistema le corresponde una FODA específica y a su vez,
como todos los sistemas son, en principio, diferentes entre
sí, se hace posible afirmar que esa diferencia
generará distintas fortalezas, oportunidades, debilidades
y amenazas. En resumen se ha arribado a la conclusión de
que a cada estado cultural de un sistema corresponde una, y
sólo una, FODA y a su vez a cada FODA corresponde un
estado cultural determinado. Esta correspondencia
biunívoca entre el conjunto de los estados culturales en
que se puede encontrar un sistema y el conjunto de las FODA
inherentes a dicho sistema permite una identificación
entre ambos conjuntos, de
manera que se pueden tomar a las variables: F =
fortalezas, O = oportunidades, D = debilidades y A = amenazas
como variables de estado que caracterizan a un estado cultural de
un sistema.

Si se representa por E al estado cultural del sistema,
entonces se puede expresar:

E= (F; O; D; A) por lo que las variables F; O; D; A se
pueden tomar como variables de estado o sea variables que indican
la presencia del sistema en un estado determinado.

Si las oportunidades aumentan las posibilidades de que
el sistema alcance disposiciones favorables de su cultura a
propósito del cumplimiento de su misión, debe
señalarse que las amenazas disminuyen la variedad de
formas eficaces de disponer la cultura para la consecución
de los objetivos del
sistema. Tanto amenazas como oportunidades una vez realizadas
dejan de serlo, incidiendo entonces en la conformación de
la cultura del sistema. Las fortalezas son oportunidades
realizadas, las debilidades son amenazas consumadas. Pero a su
vez las fortalezas generan o inducen nuevas oportunidades en
tanto que las debilidades crean la base para la aparición
de amenazas adicionales.

En el aspecto interno aparece pues, de forma
espontánea la fórmula:

(1) F1 ? O ? F2 que puede ser
leída sobre la base de que las fortalezas existentes
pueden generar nuevas oportunidades, las que a su vez una vez
aprovechadas generan nuevas fortalezas.

La fórmula, también perteneciente al
aspecto interno, (2) D1 ? A ? D2 se
interpreta como que las debilidades existentes pueden devenir en
amenazas, las que a su vez propiciaran la aparición de
nuevas debilidades.

En el plano externo aparecen las fórmulas: (3)
O1 ? F ? O2 y (4) A1 ? D ?
A2 donde la fórmula (3) expresa que una
oportunidad aprovechada se convierte en fortaleza y a su vez esa
fortaleza genera o induce nuevas oportunidades. La fórmula
(4) expresa la parte negativa del desarrollo de los sistemas
educadores en la que una amenaza consumada puede dar lugar a una
debilidad y esta a su vez generar nuevas amenazas.

Se puede afirmar que las fórmulas de
proyección interna (1) y (2) son de carácter
esencial, en tanto que las fórmulas (3) y (4) reflejan la
manifestación de esa esencialidad y adquieren un
carácter fenomenológico. Las fortalezas y
debilidades son esenciales en la actividad de los sistemas,
apareciendo las oportunidades y amenazas como
manifestación de esa esencia, por lo que adquieren el
carácter de fenómeno.

Como se podrá apreciar en la FODA de un sistema
se reflejan las contradicciones tanto internas, como externas que
rigen el desarrollo del mismo. La contradicción entre
aspiración y realidad se manifestará en las
más diversas esferas de la actividad
sistémica.

En el plano externo la contradicción entre
aspiración y realidad tiene manifestación a
través de la contradicción que se establecer entre
oportunidades y amenazas. Las oportunidades no son más que
posibles vías para incrementar las fortalezas en el plano
interno e inducir nuevas oportunidades en un futuro más
lejano como manifestación de esas nuevas fortalezas. Las
amenazas constituyen, de manera similar, formas o vías a
través de las cuales se puede contribuir a incrementar las
debilidades y un poco más tarde generar o inducir nuevas
amenazas. Las oportunidades son fortalezas adelantadas, las
amenazas son debilidades embriónicas. Oportunidades y
amenazas forman parte de la conexión del sistema con el
exterior, y además, constituyen una proyección
espacio ? temporal del sistema. En lo espacial el sistema puede,
a través de las oportunidades y amenazas, adecuar su
cultura al contexto existente, en lo temporal el sistema logra,
en su percepción
de amenazas y oportunidades, hacer una proyección hacia el
futuro y autoconcebirse en unas condiciones aun no existentes.
Las oportunidades permiten determinar a lo que se aspira, las
amenazas a lo que no se aspira. Ambas son manifestación
externa de la contradicción entre aspiración y
realidad.

IX. Inteligencia
orgánica en los sistemas educadores.

El carácter inteligente de los representantes de
un sistema educador puede dar la impresión de que el
sistema como tal también a de ser inteligente.
Evidentemente bajo el postulado de coincidencia de los intereses
individuales con los colectivos o sistémicos, se obtiene
que cuando surge un problema que obstruye el cumplimiento de la
misión del sistema, también se obstaculiza el
cumplimiento de las misiones individuales de al menos alguno de
sus representantes, los cuales haciendo gala de su
carácter inteligente individual dan solución al
citado problema, resolviéndose de paso el problema del
todo holístico que conforma el sistema. En tal caso no es
lícito considerar que se trata de una solución
sistémica o que el sistema se comportó como
orgánicamente inteligente.

La cultura intangible surge del mismo seno de la
estructura del sistema, pero va más allá. Hay que
admitir que el carácter inteligente manifiesto en los
sistemas educadores (capacidad para resolver problemas) no
se reduce a una red de relaciones
muertas que actúa como patrón de conducta y norma
el comportamiento del mismo. Por debajo, o por encima, de esta
red de relaciones
surge una determinada forma de conciencia que
aporta al sistema una capacidad innata para resolver de forma
creativa, y a veces hasta genial, los problemas que obstaculizan
su desarrollo.

Según García, J. D.
"La
organización social, no es única a las especies
humanas, sino se manifiesta en especies que van desde abejas y
termitas hasta mandriles y lobos. La evolución social puede considerarse como un
intento evolutivo para incrementar la inteligencia a un nivel de
suprametazoario, cuando una especie metazoaria ha llegado a su
límite superior de complejidad, dentro de una línea
específica de desarrollo. Esto es análogo a la
primitiva formación de colonias de células,
una vez que las células llegaban al límite de
complejidad… Las sociedades que
logren integrar mejor el conocimiento y la creatividad,
en un sistema de creciente capacidad para predecir y controlar el
entorno total se expandirán y reemplazarán a las
sociedades menos capaces."

Cuando se dice que el hombre es un ser biosocial se
trata de hacer referencia a que su naturaleza
social lo distingue o diferencia de las demás especies del
reino animal. No obstante hay muchas especies que describen una
vida social significativa. En tal situación en hombre echa
mano a que antes de llegar a ser social pasa por el movimiento
psíquico que lo distingue como el único ser
pensante, inteligente, de manera que su marcada diferencia con
los demás representantes del reino animal es que es un ser
bio ? psico ? social. Esta aparente marcada diferencia del hombre
con los demás animales conlleva
consigo una enorme incertidumbre si se consideran las
dificultades que se tienen en la actualidad acerca de los
conceptos de pensamiento, inteligencia, consciencia, etc. De
manera que aquello que marca la gran
diferencia entre hombre y animal es algo que aun no se puede
definir con precisión, y mucho menos se conoce
¿como funciona?, ¿cual es su naturaleza más
profunda? y ¿Cuál es el propósito real de su
existencia?

Considerando los 6 movimientos admitidos por la
filosofía: mecánico, físico, químico,
biológico, psíquico y social llama la atención el hecho que se puede observar
como regularidad que cada movimiento superior contiene las
principales características del movimiento inmediato
inferior en un estadio cualitativamente superior de desarrollo.
Independientemente del actual desconocimiento acerca del
pensamiento, la inteligencia y la consciencia, se hace posible
admitir que son cualidades inherentes al movimiento
psíquico, por lo que es de esperar que estas cualidades se
encuentren presenten en el movimiento inmediato superior, en el
movimiento social, en un estadio superior de desarrollo. De
manera que es posible considerar la existencia de una
inteligencia social, de un pensamiento colectivo y de una
conciencia superior.

Cuando se observa el carácter inteligente
(capacidad de resolver problemas, de tomar decisiones, de cambiar
su comportamiento ante la presencia de determinadas
informaciones) de los sistemas biológicos que conforman
las especies, se observa que aunque no se quiera reconocer el
carácter inteligente de cada animal individual, si hay que
aceptarlo a nivel de especie. Desde un determinado animal
individual hasta el todo que representa la naturaleza, median los
más disímiles sistemas, con una enorme diversidad
en cuanto a grados de jerarquía. Más del 80% de la
humanidad cree en la existencia de Dios, pero incluso aquellos
que conforman el 20% restante admiten la gran sabiduría de
la madre naturaleza. O sea que todos los seres humanos sin
excepción admitimos la existencia de una inteligencia
superior perteneciente al sistema jerárquicamente
más abarcador que conocemos, la naturaleza.

Si se admite que en uno de los sistemas más
simples, en el hombre, se alberga una conciencia dotada de una
determinada inteligencia y admitimos la presencia de inteligencia
y tal vez también de conciencia en el sistema todo
abarcador que conforma la naturaleza, ¿Por qué no
admitir la existencia de inteligencia en los sistemas
intermedios?

En la actualidad se trata de explicar la
evolución de las especies sobre la base de la diversidad,
de manera que para explicar como las ratas se vuelven inmunes a
un determinado tipo de veneno, se parte de la idea de que dentro
de la gran diversidad de ratas existentes, se encuentran algunas
que a priori son inmunes a dicho veneno, que por supuesto son las
únicas que tiene garantizada la sobrevivencia, de manera
que lo más posible es que de hay en adelante sus
códigos genéticos se conviertan en conquistas
evolutivas de la especie. Seria extremadamente difícil
explicar por esta vía las respuestas que dan las propias
ratas a nivel se especie, como por ejemplo el aumento de la
velocidad de
reproducción cuando la especie es
agredida.

Hay que admitir que uno de los poderosos mecanismos de
defensa con que cuentan las especies para sobrevivir es su
capacidad y velocidad de adaptación. Los médicos
aconsejan que cuando se este siguiendo un tratamiento a alguna
patología provocada por virus, bacterias u
hongos no se
suspenda el tratamiento temporalmente, pues le daría
tiempo a mutar y convertirse en inmunes al medicamento. Dicha
mutación no podría ser explicada sobre la base de
la diversidad, pues de existir entre los agentes portadores de la
patología individuos inmunes a priori, estos
sobrevivirían incluso aunque se continúe
estrictamente el tratamiento recomendado.

Cuando la Academia de Ciencias de la
URSS afirma acerca del carácter dependiente de los
elementos a la estructura, reconoce el hecho de que la actividad
del sistema no depende de la voluntad de los elementos, sino que
responde a intereses y necesidades jerárquicamente
superiores a los intereses y necesidades individuales. Se tiene
que reconocer en el sistema la existencia de una misión,
de una capacidad propia para alcanzar dicha misión
(inteligencia), de canales de comunicación con sus representantes y de un
proceso de irradiación cultural hacia estos últimos
(proceso educativo).

Se tienen testimonios de soluciones o
respuestas adaptativas geniales (no solo inteligentes) por parte
de las especies (o sistemas biológicos) que nos dejan
estupefactos y ante tales evidencias
solo nos queda exclamar "la naturaleza es sabia", o sea que
nuestra obstinación por no reconocer la existencia de una
genuina inteligencia (como capacidad), un pensamiento (como
proceso de realización de dicha capacidad) y una verdadera
conciencia (como un todo holístico) a nivel de sistema,
nos obliga a dotar de tales cualidades, al menos al nivel
jerárquico superior que podemos reconocer, la
naturaleza.

Consideramos que hay razones, más que
suficientes, para afirmar que los sistemas biológicos son
orgánicamente inteligentes, que piensan y que a su nivel
se alberga una forma muy específica de conciencia que vela
por su preservación, adaptación y desarrollo, al
igual que existe en un nivel jerárquicamente inferior como
es el individual.

Nos es fácil admitir que algún conocido
nuestro dio una solución inteligente a algún
problema que lo afectaba, pero no podemos admitir que una especie
o sistema biológico pensó, elaboró o
concibió una solución inteligente a algún
problema que obstaculizaba su supervivencia o
desarrollo.

En la actualidad no se ha podido explicar como funciona
el pensamiento que permite al hombre encontrar soluciones
inteligentes a los problemas que obstruyen su vida, pero nos
obstinamos en encontrar la formas o mecanismos reduccionistas a
través de los cuales los sistemas biológicos
conciben ingeniosas soluciones a los problemas que se oponen a su
preservación y desarrollo. No podemos explicar como a
Einsten se le ocurrió la Teoría
de la Relatividad, pero nos consideramos totalmente aptos para
explicar como a la especie de las ratas se le ocurrió
aumentar el número de descendencias para solucionar el
problema de su posible exterminio por parte del hombre. No
pedemos explicar como un artista crea un determinada obra, pero
nos consideramos en condiciones de explicar como una especie dada
es capaz de generar una solución que en nada envidia a la
creatividad depositada por el artista en su obra.

Al hombre le cuesta mucho trabajo
imaginar la presencia de inteligencia, pensamiento y/o conciencia
fuera de un portador material distinto al cuerpo humano,
a pesar de que todos admitimos que la naturaleza es sabia.
Incluso muchos creyentes, defensores de la existencia de una
sabiduría y conciencia superior propia de Dios. Parten del
principio de que éste creó al hombre a su imagen y
semejanza, lo que por carácter conmutativo (término
matemático) implica que esa inteligencia superior
estaría contenida en un cuerpo semejante al
humano.

En la actualidad sabemos que la conciencia es
inmaterial, no cuenta con localización espacial
física; no se sabe como funciona, pero a ella se le
atribuye inteligencia. No sabemos donde se encuentra, pero
sabemos que existe. No sabemos como funciona, pero sabemos que
piensa. No sabemos como piensa, pero sabemos que se las ingenia
para encontrar soluciones a los problemas. Los sistemas
biológicos describen todos esos comportamientos,
sólo que no están hechos a imagen y semejanza del
hombre.

Las conciencias albergadas en los sistemas
biológicos han elaborado ingeniosos métodos y
han dado soluciones extremadamente profundas y creativas para
lograr la
educación óptima de sus representantes. El no
reconocer la capacidad educativa desplegada por la conciencia
sistémica ha privado al hombre de participar en esa gran
escuela y con
ello lo ha privado del acceso a la enorme sabiduría de la
madre naturaleza en términos de educación.

X. Algunas
regularidades propias del comportamiento de los sistemas
educadores.

Como se ha expresado con anterioridad, consideramos que
en cada sistema educador se alberga una determinada forma de
conciencia, con una inteligencia jerárquicamente superior
a la de los elementos que lo conforman. Esta inteligencia permite
que los sistemas encuentren soluciones altamente creativas a los
problemas que obstruyen la preservación, desarrollo y
difusión de la identidad o cultura del sistema.

Es propósito de este epígrafe revelar
algunos comportamientos que los sistemas asumen con frecuencia
ante ciertas dificultades que surgen en su proceso de desarrollo.
Se parte del principio de que metodológicamente es
imposible determinar la respuesta que puede dar el sistema ante
una situación problémica determinada, pues el
carácter inteligente y creativo del mismo, concibe y
ejecuta estrategias que
nosotros sólo podríamos descubrir con un grado
elevadísimo de incertidumbre, por lo que no queda otra
alternativa que estudiar estas situaciones bajo la perspectivas y
preceptos de la teoría de
Juegos, donde no se sabe a "ciencia
cierta" cual es el plan
estratégico del adversario.

Existen algunos estereotipos de comportamiento que
indudablemente revelan esa gran creatividad e inteligencia de que
están dotados los sistemas educadores, veamos:

Ante agresiones externas muchos sistemas
reaccionan:

  • Aumentando el número de representantes cuando
    peligra la supervivencia del sistema. Se hace muy
    difícil de explicar el mecanismo de comunicación
    del supuesto mando general del sistema con los diferentes
    representantes.
  • Reforzamiento de la unidad interna del sistema y
    comportamiento polarizado del sistema contra el ente agresor.
    "Si quieres unir dos enemigos internos, buscas uno
    externo"
  • Mutación orientada hacia la acción
    agresiva. Se hace prácticamente imposible de predecir
    dicha mutación, siendo igual de complicada la
    explicación de la enorme velocidad de difusión de
    dicha mutación a grandes números de
    representantes.

Como camuflaje para defenderse:

  • Grandes manchas de pequeños peces
    simulan ser un gran pez impresionando de esa manera a sus
    depredadores y creando en los humanos serias dificultades para
    explicar su extraordinaria sincronización.
  • En la relación presa ? depredador se observa
    un rico derroche de creatividad tanto del uno como del otro en
    las transformaciones propias tanto de la cultura tangible, como
    de la intangible.

Adaptaciones contextuales:

  • Se observan adaptaciones extremadamente creativas en
    las más disímiles especies que nos
    acompañan en la actualidad, muy difíciles de
    explicar a partir del beneficio de la cantidad y la gran
    diversidad.

Todo parece indicar que la inteligencia orgánica
de un sistema es inversamente proporcional a la inteligencia
individual de sus representantes, o sea que mientras más
inteligentes son los representantes de un sistema, más
incipiente es la inteligencia orgánica del sistema que
conforman. Incluso en el caso de los sistemas humanos, cuando se
requiere del funcionamiento orgánicamente inteligente de
éstos, se trata de que los individuos piensen lo menos
posible, un ejemplo muy elocuente es la estructura de mando que
se realiza en los ejércitos, donde el soldado debe pensar
lo menos posible y limitarse a cumplir órdenes.

Ninguno de los animales unicelulares, supuestamente
inferiores, se encuentra en el libro rojo que
enumera las especies en peligro de extinción lo que brinda
testimonio de su efectividad adaptativa de su inteligencia y
energía. Ninguna especie ha hecho más por su propia
desaparición que la especie humana, lo que no le brinda un
lugar destacado en cuanto a la inteligencia orgánica del
hombre en comparación de las demás
especies.

Según el articulo "Inteligencia distribuida"
disponible en:


http://acp.sindominio.net/comments.pl?sid=03/09/06/0753244&cid=1

"?las hormigas (y las termitas y la abejas)
desarrollan estrategias adaptativas enormemente complejas sin
mando central y sin estrategias individuales. Son ejemplos
paradigmáticos (junto a las bandadas de pájaros y
los bancos de peces)
de lo que se denomina "comportamientos emergentes", es decir, de
conductas que se producen en un grupo, pero
que no están programadas en ningún miembro del
grupo. En ese sentido es en el que suele hablarse de
"inteligencia distribuida" o "mente colectiva"? Hay
muchísima literatura reciente con este
enfoque que postula esto de un modo u otro?Las hormigas no son
individuos, no tienen objetivos propios, no se reproducen y no
llevan una vida autodeterminada en ningún aspecto. Al
igual que nuestras células pueden ser vistas como
bacterias o seres unicelulares esclavizadas por nosotros, a las
que decimos que tipo de tejido ser, cuando han de reproducirse y
cuando morir, cuando trabajar más, y no pueden tener
sexo entre
ellas, las hormigas son diseñadas evolutivamente para
satisfacer las necesidades del hormiguero. Entre ellas no hay
comportamientos egoístas"

Otro ejemplo de disminución de la inteligencia
individual en aras de aumentar la inteligencia colectiva se puede
apreciar en la obra de Le Bon: "Cualesquiera sean los
individuos que componen una masa psicológica, y por
diversos o semejantes que pueden ser su género de
vida, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de
estar transformados en una multitud le dota de una especie de
alma
colectiva. El alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera
por completo distinta de cómo sentiría,
pensaría y obraría cada uno de ellos
aisladamente?

Ciertas ideas y ciertos sentimientos no surgen ni se
transforman en actos sino en los individuos constituidos en
multitud. La masa psicológica es un ser provisional
compuesto de elementos heterogéneos, soldados por un
instante, exactamente como las células de un cuerpo vivo
forman por su reunión un nuevo ser, que muestra
caracteres muy diferentes de los que cada una de tales
células posee?

Por el solo hecho de formar parte de la multitud,
desciende, pues, el hombre varios escalones en la escala de la
civilización. Aislado, era quizás un individuo
culto; en multitud, es un instintivo, y por consiguiente un
bárbaro. Tiene la espontaneidad, la violencia, la
ferocidad y también los entusiasmos y los heroísmos
de los seres primitivos"

El peligro
de la rutina en el comportamiento del sistema
: siguiendo
métodos matemáticos llamaremos atractores a
aquellos estados culturales, o grupo de éstos, que el
sistema ocupa cíclicamente y de los cuales no puede salir,
deteniéndose así el desarrollo del mismo. Los
atractores pueden provocar situaciones que rebasen los
límites de la inteligencia del sistema para seguir
describiendo un comportamiento progresivo hacia el cumplimiento
de su misión.

Los atractores pertenecen a las fuerzas
entrópicas que gravitan sobre el sistema,
pudiéndole ocasionar incluso la desaparición
física, pues al dejar de desarrollarse al encontrarse
inmerso el sistema en un círculo vicioso, deja de adaptar
su cultura a un contexto extremamente dinámico, lo que
trae como consecuencia que tanto su cultura tangible, como
intangible se hagan cada vez más obsoletas y
descontextualizadas.

Es importante reconocer que las matemáticas advierten que todo movimiento
tiende a ser presa de un movimiento cíclico hacia el cual
se aproximan cada vez más al transcurrir el tiempo, de
manera que lo más natural de esperar es que el
comportamiento del sistema se someta de manera espontánea
a la acción de algún atractor, lo que indica que la
inteligencia del sistema debe orientarse constantemente a la
evasión de los atractores para garantizar la supervivencia
del mismo, en este caso podemos destacar que el peligro de los
atractores constituye uno de los principales componentes de las
amenazas y debilidades que conforman la FODA del sistema en
cualquier estado que este se encuentre.

Tampoco se puede ir al extremos opuesto y considerar que
todo lo que ocurre de manera cíclica o periódica en
el sistema significa que se esta en presencia de un atractor,
pues el contexto, al que el sistema debe adaptar constantemente
su cultura, es cíclico por naturaleza, ya que la propia
natura es presa de un inmenso atractor que rige su
comportamiento.

La cuestión radica en que aunque el sistema se
enfrenta a situaciones periódicas similares, lo hace en
estados culturales siempre diferentes (ya que este crece con el
tiempo propio del sistema), por lo que no se puede conformar con
responder siempre con el mismo comportamiento aunque la
situación problémica a que se enfrenta sea la
misma.

Se debe destacar que tanto para el sistema, como para
sus representantes, se puede hablar de dos tipos de tiempo: el
tiempo relativo, impuesto a partir
de los fenómenos cíclicos contextuales y el tiempo
propio que describe el permanente crecimiento del sistema. Con el
enriquecimiento de la cultura el sistema puede y debe dar
soluciones más eficaces a un mismo tipo de problema,
obsérvese además que los demás sistemas con
que el sistema referido se interrelaciona se encuentran
enriqueciendo permanentemente sus respectivas
culturas.

Cuando decimos que el desarrollo se produce en espiral,
estamos haciendo referencia al hecho de que los estadios de
desarrollo de un objeto se repiten, pero con un grado de
desarrollo, obsérvese que en este mecanismo está
implícita la ley de la
negación de la negación, el nuevo estadio conserva
las cualidades positivas del estado anterior, pero lo ha superado
en alguna medida, o sea lo ha negado dialécticamente, se
trata de una repetición dirigida hacia el
desarrollo.

Los ritmos implican repetición, el conocimiento
no sería posible si los fenómenos que observamos no
fueran rítmicos, no se repitieran, lo que es válido
no sólo para la inteligencia humana, sino para todo el
mundo biológico y un poco más, para todos los
sistemas que aprenden.

El concepto de enlace inverso de un sistema queda
sustentado en la idea de que los procesos se repitan
sistemáticamente. La señal de salida actúa
sobre la cultura intangible del sistema para perfeccionar el
comportamiento de éste ante una próxima
señal de entrada que sea similar a la señal a la
que el sistema acaba de responder. Por supuesto bajo la creencia
de que esa situación se volverá a repetir, sino de
que serviría el aprendizaje
adquirido por el sistema. Se debe precisar que para que dicho
conocimiento se convierta en parte de la cultura sistémica
deberá recorrer el largo camino que exige el
comportamiento del sistema a tales propósitos. (ver
epígrafe 4)

Los sistemas educadores pueden encontrarse en estados
con diferentes niveles de estabilidad (Capacidad de
conservar el estado en
que se encuentre), lo que esta muy relacionado con el desarrollo
de la contradicción o correspondencia entre cultura
tangible y cultura intangible, en este caso la información
emergente que ingresa al sistema actúa como
perturbación, de manera que una vez que cesa su
influencia, el sistema retoma el estado en que describe su
estabilidad. En los estados inestables informaciones
aparentemente insignificantes, pueden provocar el abandono total
del estado en que se encuentra el sistema.

En la actividad de estos sistemas se destacan los
procesos cíclicos estables, que como se
expresó con anterioridad tienden a convertirse en
atractores con el peligro que ello representa para la existencia
del sistema. Como resultado de la actividad del sistema afloran
regímenes cíclicos determinados no sólo por
las interacciones contextuales, sino por las fuerzas internas de
organización del sistema. En contraposición con las
oscilaciones resultantes de la acción de perturbaciones
externas, la actividad cíclica a que se esta haciendo
referencia se manifiesta a través de lo que se llaman
autooscilaciones, que son producto de la actividad interna
del sistema.

En las contradicciones dialécticas en general se
manifiesta una estabilidad dinámica, estas contradicciones se mueve
alrededor de un punto de
equilibrio, o estado, alrededor del cual los contrarios
desarrollan la contradicción, en la que estos alternan su
predominio, produciendo una especie de oscilaciones alrededor del
punto de equilibrio.

Esta regularidad puede ser utilizada como
condición necesaria, aunque no suficiente, para la
búsqueda de las contradicciones dialécticas que
rigen el comportamiento de cualquier objeto sometido a un estudio
lógico – dialéctico.

Si se observa el movimiento del péndulo por
ejemplo; existe un punto de equilibrio alrededor del cual oscila
el péndulo, de manera alternativa se comporta el
predominio de cada uno de los contrarios que inducen el
movimiento. Las posibilidades de predominio de cada contrario
disminuyen en la misma medida en que se fortalece la
acción de la fuerza
contraria, de manera que en definitiva, el contrario predominante
se desgasta quedando todas las condiciones creadas para la fase
de predominio de su adversario. Es así como se obtienen
las oscilaciones que caracterizan a las contradicciones
dialécticas. Esta regularidad que acabamos de describir
tiene consecuencias teóricas de envergadura, se trata de
un criterio necesario para la existencia de contradicciones
dialécticas.

XI.
Clasificación de los sistemas educadores. Perspectivas de
las Ciencias de la
Educación.

La inteligencia del sistema sólo aparece cuando
éste se proyecta en consecuencia a la misión que ha
de cumplir, que como habíamos dicho con anterioridad
constituye su razón de existencia. A partir de dicha
misión el sistema debe ser capaz de configurar la FODA
correspondiente al estado en que se encuentra y a partir de
ésta conformar el sistema de problemas que de ser resuelto
le permitirían alcanzar los propósitos
preestablecidos. Por lo visto hasta ahora, alguna
configuración del sistema debe permitirle conformar su
FODA y alguna otra configuración ha de permitirle percibir
con la mayor precisión posible los problemas que
obstaculizan el logro de su misión. Otras configuraciones
deberán respectivamente brindar al sistema la posibilidad
de concebir soluciones a los problemas detectados, implementar
estrategias a partir de tales soluciones, educar a sus
representantes para implementar dichas estrategias, realizar
éstas últimas contando con mecanismos eficientes de
retroalimentación que le permitan corregir
las posibles fisuras de las estrategias aplicadas aun
susceptibles a perfeccionamiento. De esta manera hemos arribado a
la necesidad de existencia de una serie de configuraciones que en
conjunto se convierten en requisito indispensable para dotar a un
sistema educador de inteligencia orgánica, estas
configuraciones conforman lo que denominaremos ciclo de
desarrollo
y son:

  1. Configuración FODA.
  2. Configuración de percepción
    problémica.
  3. Configuración de creatividad o
    generación de soluciones.
  4. Configuración de gerencia.
  5. Configuración de educación.
  6. Configuración de implementación
    estratégica (aquí se encuentra presente la
    implementación, el control y la
    retroalimentación).
  7. Configuración de evaluación y transferencia al
    próximo ciclo de desarrollo.

El próximo ciclo de desarrollo comienza donde
termina el ciclo precedente. Cada ciclo de desarrollo
subsiguiente representa un paso de avance en la trayectoria
descrita por el sistema en el espacio de fases en su movimiento
hacia el logro de la misión.

Definición: Los sistemas educadores se
denominan aditivos cuando los resultados de una
configuración tienen poca influencia en el desarrollo de
las demás configuraciones. Los sistemas educadores se
llaman integrativos cuando los resultados de cada
configuración influyen en la realización de las
restantes.

El desarrollo de un sistema es mayor en la medida en que
es mayor su integridad. La inteligencia sistémica ha hecho
posible que la información que ingresa al sistema y se
convierte en cultura regule a la energía con que cuenta
para autotransformarse y transformar al contexto a
propósito del cumplimiento de sus objetivos. Con el avance
de la evolución se ha hecho posible el crecimiento de la
dependencia de la energía respecto a la
información.

Definición: Dos sistemas educadores se
denominan isomorfos si adoptan las mismas configuraciones para el
cumplimiento de su misión.

Definición: Dos sistemas educadores
isomorfos se denominan equivalentes si presentan el mismo grado
de integridad.

Definición: Se llama sistema integral de
una clase de
sistemas isomorfos a aquel sistema que presenta el mayor grado de
integridad posible.

Los sistemas integrales han
de contar con una alta eficacia en cada
una de las 7 configuraciones que conforman el ciclo de
desarrollo, donde además la actividad que realiza el
sistema en cada configuración se nutre de los resultados
obtenidos en la configuración precedente.

Los sistemas integrales presentan un alto grado de
inteligencia: es evidente que los sistemas que cuentan con un
ciclo de desarrollo conformado por configuraciones bien
definidas, eficaces y al mismo tiempo armónicamente
sincronizadas entre sí, están dotados de grandes
potencialidades para resolver los problemas que obstaculizan el
cumplimiento de su misión, de manera que son capaces de
utilizar de forma óptima la energía con que cuenta
a propósito del cumplimiento de sus objetivos.

Estudiando a los sistemas integrales pertenecientes a
una clase de isomorfismo determinada, se hace posible obtener
regularidades acerca de las propiedades necesarias para propiciar
el desarrollo de cualquier sistema de la clase.

Los sistemas modelos
imaginarios, son sistemas conformados de forma abstracta por el
sistema objeto, a estos sistemas se les hace corresponder una
FODA que también es de carácter abstracto. Inmerso
en el escenario de negociación cultural, el sistema objeto
en lo particular y los demás sistemas de la clase en lo
general, van conformando un sistema abstracto virtual depositario
de las más significativas fortalezas y debilidades, pero
que es capaz de aprovechar sus fortalezas y superar las
debilidades logrando un eficiente aprovechamiento de las
oportunidades y describiendo un comportamiento óptimo
respecto a las amenazas. Este sistema virtual funge como modelo para el
comportamiento de los sistemas de la clase y le permite corregir
sus líneas de desarrollo acercándose cada vez
más al comportamiento del sistema integral de la
clase.

Es importante destacar que la actividad de un sistema
determinado puede ser evaluada y perfeccionada en
comparación con la trayectoria que describe el sistema
integral de la clase de equivalencia a que pertenece el sistema
dado. Pero como en principio no se tiene acceso al desarrollo de
esos sistemas integrales, se hace necesario apelar a un sistema
abstracto que sintetiza la inteligencia del sistema y
suprasistemas asociados sobre la base de la negociación
cultural en que realizan su actividad, orientada esta por el
criterio cibernético de la eficacia que le permite
determinar las fortalezas y oportunidades y a la vez
oportunidades y amenazas. En esa síntesis juega un papel
preponderante el procesamiento de información por la
vía artística con el correspondiente predominio de
las imágenes
artísticas. A ese sistema modelo que funge como criterio
de comparación para corregir, controlar y evaluar la
actividad de los sistemas de una clase le llamaremos sistema
modelo
.

En el plano interno las fortalezas reflejan la
coincidencia o similitud del desarrollo del sistema objeto con la
actividad del sistema modelo, en tanto que las debilidades
reflejan la diferencia con el comportamiento de este.
Indudablemente aquí se da la relación entre
aspiración y realidad. La contradicción que se da
entre el desarrollo del sistema objeto y el sistema modelo tiene
manifestaciones concretas en todos y cada uno de los diferentes
niveles jerárquicos en que el sistema desarrolla su
actividad.

El carácter extremadamente dinámico del
contexto forza a transferir esa cualidad a los sistemas modelos
virtuales: lo que hoy es una fortaleza mañana puede ser
una debilidad, lo que hoy es una oportunidad, podría mas
tarde constituirse en una amenaza. Con frecuencia la inteligencia
del sistema no advierte esos cambios y paga un elevado costo por la
desviación.

Los sistemas educadores que adoptan las configuraciones
de investigación, gerencia, trabajo
metodológico y postgrado para preservar, desarrollar y
difundir la cultura que le da identidad se llaman sistemas
metadidácticos. La ciencia que
estudia al proceso de preservación, desarrollo y
difusión de la cultura propia de los sistemas
metadidácticos se llama Metadidáctica. (ver
González, M. 2004)

Los sistemas educadores que asumen a la fe como base de
sus configuraciones adquiriendo como estas a la oración,
la adoración a Dios, la congregación de fe se
denominan sistemas religiosos y la ciencia que estudia su
actividad se denomina Teología.

Los sistemas educadores unicelulares
prácticamente no adoptan configuraciones apreciables, los
organismos adultos se dividen, apareciendo dos nuevos organismos
que contienen toda la información genética
de su progenitor. No obstante es importante que no se reduzca la
profunda complejidad de estos sistemas, aparentemente simples,
pues están dotados de una extraordinaria capacidad de
adaptación, a través de mutaciones que se propagan
con una asombrosa y misteriosa velocidad hacia los más
diversos representantes del sistema.

Los sistemas educativos pueden ser clasificados a partir
de las configuraciones que adoptan para poder dar cumplimiento a
su misión de preservar, desarrollar y difundir la cultura
que los identifica y que constituye su razón de
existencia. Y en consecuencia, los sistemas de conocimientos que
estudian a esas clases de sistemas devienen en lo que hoy se
conocen como ciencias de la educación. No obstante, el
proceso educativo es inherente a toda la actividad humana, de
manera que esta obra revela la existencia de algunos sistemas de
conocimientos que actualmente no se clasifican como ciencias de
la educación y que desde el enfoque cibernético ?
educativo lo son evidentemente.

Indudablemente la Cibernética Educativa, surgida a la
luz en esta
obra, abre perspectivas extraordinarias para el desarrollo actual
y futuro de las ciencias de la Educación.

CONCLUSIONES.

La Cibernética Educativa, rama de la
cibernética dedicada el estudio de los sistemas educadores
(sistemas capaces de transferir cultura a sus representantes),
parte de la idea de que la razón de existencia de estos
últimos es la de "preservación, desarrollo y
difusión de su cultura". Desde la perspectiva
cibernético ? educativa se asume a la cultura como
identidad de cada sistema. Cultura que al encontrarse inmersa en
una red de contradicciones tanto endógenas, como
exógenas, adquiere un carácter dinámico y
por consiguiente es objeto de transformaciones permanentemente
que dan fe del crecimiento ininterrumpido del sistema. En el
epígrafe IV: "Movimiento de la información hacia la
cultura", se describen las etapas básicas de dicho proceso
de transformación.

Desde la óptica
del desarrollo de los sistemas educadores se pueden estudiar
también las transformaciones de su cultura, a
través del estudio del proceso de preservación,
desarrollo y difusión de la misma, que no sólo es
la razón de existencia de los sistemas educadores, sino
también su misión fundamental.

Los sistemas educadores exhiben una geometría variable con el propósito
de poder cumplir su misión, adquiriendo diversas
configuraciones que les facilitan el vencimiento de los
diferentes momentos tácticos, correspondientes estrategias
cuidadosamente concebidas, elaboradas, ejecutadas y evaluadas por
parte de la inteligencia orgánica asociada a los sistemas
educadores. En este trabajo se muestran algunos testimonios
elocuentes de estrategias altamente elaboradas concebidas por
dicha inteligencia orgánica dirigidas a dar
solución a problemas que de una forma u otra han
obstaculizado el cumplimiento de la misión de los sistemas
educadores. Observándose como regularidad, el
carácter inversamente proporcional de la inteligencia
orgánica del sistema con respecto a la inteligencia
particular de sus representantes.

Los representantes del sistema constituyen su forma
espacio – temporal de existencia, por lo que resultan ser los
protagonistas principales en el empeño por dar
cumplimiento a la misión del mismo, para lo cual deben ser
depositarios de la cultura que ofrece identidad al sistema. Es
por ello que los sistemas educadores están urgidos de
contar con mecanismos que permitan la transferencia de su cultura
hacia los representantes que lo constituyen, por lo que el
sistema deviene en entidad educadora para sus representantes. Las
conquistas evolutivas alcanzadas por los sistemas en
términos de educación pueden y deben ser utilizadas
para el estudio y perfeccionamiento de la educación
humana. Estas ideas abren nuevas perspectivas para el estudio de
la educación y constituyen un logro incuestionable de esta
obra, "aprender a educar desde el mismo seno de la
naturaleza".

Para cumplir su misión el sistema esta necesitado
de contar con suficiente poder (capacidad para hacer valer sus
intereses), y para eso se hace imprescindible la
realización de coaliciones políticas, devenidas en
suprasistemas con los cuales el sistema objeto establece
relaciones de pertenencia. Haciéndose menester,
además, el escudriñamiento permanente de su FODA
(fortalezas (F), oportunidades (O), debilidades (D) y amenazas
(A)), dado el carácter extremadamente dinámico del
contexto en que se desarrolla la actividad del
sistema.

El proceso de transformación de la FODA se
describe a través de las fórmulas esenciales de
desarrollo internas:

F ? O ? F (Fortalezas pueden generar
Oportunidades y estas a su vez devienen en nuevas
Fortalezas) y D ? A ? D;

y de las fórmulas fenomenológicas de
desarrollo externo:

O ? F ? O y D ? A ? D

Dada la correspondencia biunívoca existente entre
el conjunto de las FODAs y el conjunto de los estados culturales
en que se puede encontrar el sistema se hace posible considerar a
las variables: F, O, D, A como variables de estado que advierten
o indican la presencia del sistema en un determinado estado de
desarrollo cultural.

Tomando a las configuraciones como criterios de
isomorfismo, se obtiene la estratificación en clases del
conjunto de los sistemas educadores, y a su vez dentro de cada
clase, introduciendo una relación de equivalencia a
través del concepto de integridad, se logra establecer una
relación de orden con relación al desarrollo de
cada sistema educador, lo que permite enfocar el
perfeccionamiento de la actividad del sistema, su movimiento
hacia el cumplimiento de su misión, como un movimiento
gradual de convergencia o acercamiento hacia el comportamiento de
un sistema ideal, altamente integrativo, llamado sistema
modelo.

La clasificación del conjunto de los sistemas
educadores introducida abre nuevas perspectivas estructurales y
metodológicas para el desarrollo de las Ciencias de la
Educación. De esta manera la Cibernética Educativa
deviene en una plataforma metodológica coherente, eficaz y
armónica que orienta el estudio y perfeccionamiento del
proceso educativo, donde quiera que éste se realice. La
Cibernética Educativa permite, además sistematizar
las experiencias adquiridas por el hombre en los diversos y
más disímiles escenarios en que transcurren los
procesos educativos humanos. Por esta vía se hace posible
obtener nuevas leyes y
regularidades inherentes al fenómeno educativo que
indudablemente redundarán en beneficio de toda la
sociedad.

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    México: Editorial Fondos de Cultura
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Datos de los
autores:

Marcelino González Maitland,

Doctor en Ciencias Pedagógicas,

Valarie G. Williamson Cuthbert,

Master en
Administración de Empresas
de
Servicios,

Línea temática:
Educación.

Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, 2, 3
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