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Tópicos de la teología lucana



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Monografía destacada

    1. Tópicos de la
      teología lucana
    2. Independencia
      teológica de Lucas
    3. La deidad
      de Jesucristo
    4. El
      Espíritu Santo
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    La teología del Nuevo
    Testamento es muy extensa, pues va desde la Soteriología
    de los sinópticos, hasta la escatología de Juan, todos los temas que se
    tratan llevan como centro a Jesucristo. Pero en este trabajo vamos
    a hablar de la Teología Lucana, aunque esta es
    también muy extensa, trataremos de desarrollar algunos
    tópicos importantes del pensamiento
    teológico de estos interesantes escritos. Nos daremos
    cuenta de las prioridades de este escritor que además de
    ser historiador fue teólogo. El contenido de este trabajo
    tiene como fin demostrar que la teología lucana es
    sistemática, carismática y
    misionológica.

    TÓPICOS DE
    LA TEOLOGÍA LUCANA

    Este evangelio, perteneciente a los evangelios
    sinópticos, escrito aproximadamente en el año 65
    d.C., contiene una gran riqueza teológica, antes de su
    riqueza histórica. Por mucho tiempo se a
    considerado al evangelio de Lucas como un evangelio netamente
    histórico, siendo en verdad es un evangelio tan
    teológico como el evangelio de Juan.

    En este evangelio se presenta al Jesús
    histórico, (término que desde 1996 ha cobrado mucha
    fuerza en el
    campo teológico) pero de una manera teológica y
    cristocentrica. Hay muchos temas que se desarrollan en esta
    teología Lucana, pero los más importantes son entre
    otros: La Salvación para todos, la Misión de
    la Iglesia, el
    Ministerio del Espíritu
    Santo y la Cristología. Estos temas son utilizados por
    Lucas para enseñar a los helénicos de su tiempo, la
    importancia de los sucesos de Cristo el personaje más
    famoso y universal de aquel tiempo, pero de una manera más
    profunda.

    Hasta hace algunos años se creía en la
    característica histórica de esta carta como
    fundamental, pero a través de distintos descubrimientos en
    el Mar Muerto y la comprobación de otros evangelios como
    el de Felipe, Tomás y María Magdalena de los cuales
    obtenemos datos de mucha
    importancia para poder
    descubrir el mensaje de los evangelistas podemos conocer el
    propósito intelectual de los autores.

    Todo escritor tenía un propósito definido
    al momento de escribir, Lockward comenta al respecto:

    Su propósito es más
    teológico que histórico, su meta es eminentemente
    teológica. Lucas intenta resaltar que la salvación
    de Dios es para todos los hombres.

    El propósito principal de Lucas es, entonces, que
    todos los hombres sepan que la salvación es para todos y
    lo demuestra presentando a un Mesías Divino-Humano. El
    hijo de Dios en el cual se unen las dos naturalezas. Por este
    motivo es tan importante que al momento de leer los escritos
    lucanos, tengamos claro que no estamos leyendo solamente
    narraciones históricas, sino realmente estamos leyendo
    concepciones teológicas de uno de los escritores
    más profundos del Nuevo Testamento.

    Para poder ganarse a sus lectores, Lucas escribe no
    solamente como una información, sino que detalla los sucesos
    históricos, pero infiltra sus pensamientos.

    Si decimos que cuando uno piensa seriamente en las
    doctrinas de Dios y las explica se está haciendo
    teología, entonces cabe decir que Lucas además de
    ser historiador fue teólogo con personalidad
    propia que surgía de su conocimiento
    personal de
    Yeshúa y la Didaché recibida y estudiada juntamente
    con los apóstoles. Esto sin olvidar que fue
    acompañante de Pablo en múltiples
    ocasiones.

    Este evangelio nos presenta varias líneas de
    pensamiento tocante a diferentes temas, por ejemplo Lucas hace
    énfasis en los milagros de Jesús hechos a gentiles, como
    la mujer cananea,
    también notamos que Lucas tenía gran interés en
    los gentiles y dio participación a las mujeres. Lucas
    menciona repetidas veces el trabajo de
    las mujeres y casos donde se menciona la participación de
    ellas. No olvidemos que cuando estamos hablando de los escritos
    lucanos nos estamos refiriendo a Lucas y Hechos, por lo tanto,
    también debemos mencionar que Lucas es el que más
    menciona al Espíritu Santo y su función en
    la Iglesia primitiva. Con mucha razón Hoff nos dice al
    respecto:

    Es el evangelio universal, de los pobres, de la
    mujer, se
    interesa por los niños,
    y el que más se refiere al Espíritu
    Santo.

    Los temas tratados por
    Lucas, son muy importantes para todos los creyentes. Como dice
    Hoff, se refiere no solamente a ricos, sino a pobres, ni
    solamente a judíos,
    sino a gentiles, dando a entender que la salvación de Dios
    es para todos. Recordemos el caso del buen Samaritano que se
    menciona únicamente en el evangelio de Lucas. A mi parecer
    también es el evangelio misionero, aunque la Gran
    Comisión no se relata como en Mateo, las misiones
    están implícitas de una manera especial. Esta es la
    concepción soteriológica de Lucas.

    La tradición de la Iglesia, que data de finales
    del siglo II, lo atribuye a "Lucas, el médico querido"
    (Col. 4,14), uno de "mis colaboradores" (Flm. 1,24), mencionado
    por san Pablo en dos de sus epístolas. La misma
    tradición también atribuye a san Lucas los Hechos
    de los Apóstoles que, conjuntamente con el Evangelio que
    lleva su nombre, suele considerarse que constituyeron una
    única obra en los primeros años del cristianismo.
    La mayoría de los especialistas modernos aceptan que Lucas
    fue el autor de ambos libros, aunque
    algunos ?debido a la contradicción entre las
    epístolas de san Pablo y lo que de él se cuenta en
    Hechos? dudan que Lucas y Pablo estuviesen estrechamente
    asociados durante la obra misionera de este
    último.

    En la actualidad, la opinión más
    generalizada es que el Evangelio según san Lucas fue
    redactado entre los años 70 y 80 d.C. También se
    han sugerido fechas anteriores o posteriores: en torno al 63-65
    d.C. si, como se ha propuesto, Hechos fue escrito mientras Pablo
    estaba encarcelado en Roma; a finales
    del siglo I, si se toma como prueba de una fecha posterior
    cualquier ausencia de referencias al Evangelio en los escritos de
    los primeros padres de la Iglesia. Se desconoce si este Evangelio
    fue escrito en Roma, en Asia Menor o en
    Grecia.

    El contexto del Evangelio según san Lucas es el
    mismo que refiere el Evangelio según san Marcos. Sin
    embargo, Lucas amplió el relato de Marcos mediante dos
    importantes interpolaciones (Lc. 6,20-8,3; 9,51-18,14). La
    mayoría de los especialistas coincide en que estas
    inserciones fueron tomadas principalmente de una
    recopilación de los dichos de Jesucristo conocida como
    "Q", o "Logia", y de un cuerpo de tradiciones orales denominado a
    veces "L", recopiladas por Lucas o conocidas sólo por
    él.

    Lucas puede dividirse en seis secciones bastante
    diferenciadas: un prólogo (1,1-4); relatos del nacimiento
    e infancia de
    Jesús (1,5-2,52); el ministerio de Jesús en Galilea
    (3,1-9,50); su viaje desde Galilea a Jerusalén
    (9,51-19,48); su predicación en Jerusalén
    (capítulos 20-21); y su Pasión, Resurrección
    y Ascensión (capítulos 22-24).

    El prólogo, que expone las razones y la autoridad para
    escribir el Evangelio, está dirigido al "ilustre
    Teófilo" (1,3). Es posible que Teófilo no sea
    más que una denominación simbólica del
    lector cristiano, aunque lo más probable es que se tratase
    de una persona real,
    quizá un funcionario romano. El prólogo de Lucas es
    único en los tres primeros Evangelios. Modelado sobre la
    base de los prólogos de los historiadores helenistas, da
    la impresión de que Lucas escribió principalmente
    en calidad de
    historiador, registrando los hechos tras una exhaustiva investigación.

    La narración del nacimiento e infancia de
    Jesús que aparece en Lucas ha sido la que más peso
    tuvo para dar forma a la celebración cristiana de la
    Navidad. De
    ella se han tomado los grandes himnos conocidos como Magnificat
    (1,46-55) y Benedictus (1,68-79). Los relatos familiares que son
    exclusivos de Lucas incluyen la Anunciación (1,26-38); la
    visita de María, madre de Jesús, a Isabel, madre de
    Juan el Bautista (1,39-56); el nacimiento de Juan el Bautista
    (1,57-80); la circuncisión de Jesús y su
    consagración en el Templo (2,21-40); y la aparición
    de Jesús en el Templo a los 12 años de edad
    (2,41-52).

    Los pormenores que Lucas ofrece del ministerio de
    Jesús en Galilea son similares, con relativamente pocas
    excepciones, a los que encontramos en Marcos. Lucas da una
    descripción más detallada del
    rechazo de la predicación de Jesús en la sinagoga
    de Nazaret (4,16-30) y presenta una genealogía de
    Jesús que remonta sus orígenes humanos no
    sólo hasta Abraham, sino también hasta Adán
    (3,23-28). Por otra parte, sitúa el lugar del
    Sermón de la Montaña "en un paraje llano" (6,17) en
    lugar de hacerlo sobre la cima de un monte (6,20-49).
    Éstas son las principales diferencias entre ambos
    escritos.

    Sin embargo, en cuanto al viaje de Jesús hacia
    Jerusalén atravesando Samaria (9,51-19,48), este Evangelio
    contiene un material considerable que no aparece ni en Marcos ni
    en Mateo. Son sobre todo estos capítulos (probablemente
    tomados en su mayoría de la fuente "L"), que numerosos
    especialistas denominan "sección especial de Lucas", los
    que ofrecen sus cualidades distintivas.

    Las narraciones y dichos únicos y
    característicos que aparecen en estos pasajes incluyen las
    historias de la misión y el regreso de los 72
    discípulos (10,1-20) ?70 en la versión
    protestante?, de Marta y María (10,38-42), y del rico
    publicano Zaqueo (19,1-10), así como las parábolas
    del buen samaritano (10,29-37); de la dracma perdida (15,1-10),
    del hijo pródigo (15,11-32), y la del rico Epulón y
    el mendigo Lázaro (16,19-31). Aquí también
    se incluye la versión abreviada de Lucas del Padrenuestro,
    sin la doxología que puede encontrarse en Mateo 6,9-15,
    escenificada en un contexto diferente.

    Para sus relatos acerca del ministerio de Jesús
    en Jerusalén (capítulos 20-21), y de la
    Pasión y Resurrección (capítulos 22-24),
    Lucas vuelve a recurrir a Marcos. Sin embargo, añade a la
    narración de éste las últimas palabras de
    Jesús a sus discípulos (22,21-38), sus palabras en
    camino hacia la cruz (23,28-31), las palabras de los dos
    salteadores crucificados (23,39-43), las apariciones de Cristo
    resucitado en el camino de Emaús y en Jerusalén
    (24,13-49) y su Ascensión (24,50-53).

    El Evangelio según san Lucas fue escrito
    fundamentalmente para su difusión entre los gentiles. El
    objetivo
    declarado del evangelista es el de ser universal, ya que Lucas
    ?más que Mateo y Marcos? intenta situar a la persona y
    ministerio de Jesús dentro del tiempo y del mundo. Su
    genealogía de Jesús destaca la importancia
    universal de Cristo. Los pequeños toques que salpican la
    totalidad del texto
    mantienen constantemente este motivo de universalidad ante el
    lector. Sólo en Lucas puede leerse que llegaron soldados
    (seguramente gentiles) a ser bautizados por Juan (3,14);
    ningún otro evangelista mostró preocupación
    por los samaritanos (9,51-56; 17,11-19); y su Evangelio espera el
    día en que la palabra de Dios sea escuchada y prevalezca
    entre "todas las naciones" (24,47). También
    característico de Lucas es su preocupación por las
    relaciones sociales justas, en especial entre el rico y el pobre;
    su interés por los pecadores y los parias sociales; y su
    compasión por la mujer, única entre los
    evangelistas (7,11-17; 7,36-50; 8,1-3).

    Cuando hablamos de teología Lucana, estamos
    hablando de Cristología, Soteriología y
    Pneumatología. La teología Lucana es bastante
    carismática. Desde mi punto de vista es el evangelio
    más ordenado y el que presenta a Jesús como el Hijo
    de Hombre.
    También es el evangelio que da a conocer desde el
    principio la vida de Jesús, hablando de sus antepasados,
    permitiendo de esta manera la apreciación holística
    o amplia del lector.

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