- Tópicos de la
teología lucana - Independencia
teológica de Lucas - La deidad
de Jesucristo - El
Espíritu Santo - Conclusión
- Bibliografía
La teología del Nuevo
Testamento es muy extensa, pues va desde la Soteriología
de los sinópticos, hasta la escatología de Juan, todos los temas que se
tratan llevan como centro a Jesucristo. Pero en este trabajo vamos
a hablar de la Teología Lucana, aunque esta es
también muy extensa, trataremos de desarrollar algunos
tópicos importantes del pensamiento
teológico de estos interesantes escritos. Nos daremos
cuenta de las prioridades de este escritor que además de
ser historiador fue teólogo. El contenido de este trabajo
tiene como fin demostrar que la teología lucana es
sistemática, carismática y
misionológica.
Este evangelio, perteneciente a los evangelios
sinópticos, escrito aproximadamente en el año 65
d.C., contiene una gran riqueza teológica, antes de su
riqueza histórica. Por mucho tiempo se a
considerado al evangelio de Lucas como un evangelio netamente
histórico, siendo en verdad es un evangelio tan
teológico como el evangelio de Juan.
En este evangelio se presenta al Jesús
histórico, (término que desde 1996 ha cobrado mucha
fuerza en el
campo teológico) pero de una manera teológica y
cristocentrica. Hay muchos temas que se desarrollan en esta
teología Lucana, pero los más importantes son entre
otros: La Salvación para todos, la Misión de
la Iglesia, el
Ministerio del Espíritu
Santo y la Cristología. Estos temas son utilizados por
Lucas para enseñar a los helénicos de su tiempo, la
importancia de los sucesos de Cristo el personaje más
famoso y universal de aquel tiempo, pero de una manera más
profunda.
Hasta hace algunos años se creía en la
característica histórica de esta carta como
fundamental, pero a través de distintos descubrimientos en
el Mar Muerto y la comprobación de otros evangelios como
el de Felipe, Tomás y María Magdalena de los cuales
obtenemos datos de mucha
importancia para poder
descubrir el mensaje de los evangelistas podemos conocer el
propósito intelectual de los autores.
Todo escritor tenía un propósito definido
al momento de escribir, Lockward comenta al respecto:
Su propósito es más
teológico que histórico, su meta es eminentemente
teológica. Lucas intenta resaltar que la salvación
de Dios es para todos los hombres.
El propósito principal de Lucas es, entonces, que
todos los hombres sepan que la salvación es para todos y
lo demuestra presentando a un Mesías Divino-Humano. El
hijo de Dios en el cual se unen las dos naturalezas. Por este
motivo es tan importante que al momento de leer los escritos
lucanos, tengamos claro que no estamos leyendo solamente
narraciones históricas, sino realmente estamos leyendo
concepciones teológicas de uno de los escritores
más profundos del Nuevo Testamento.
Para poder ganarse a sus lectores, Lucas escribe no
solamente como una información, sino que detalla los sucesos
históricos, pero infiltra sus pensamientos.
Si decimos que cuando uno piensa seriamente en las
doctrinas de Dios y las explica se está haciendo
teología, entonces cabe decir que Lucas además de
ser historiador fue teólogo con personalidad
propia que surgía de su conocimiento
personal de
Yeshúa y la Didaché recibida y estudiada juntamente
con los apóstoles. Esto sin olvidar que fue
acompañante de Pablo en múltiples
ocasiones.
Este evangelio nos presenta varias líneas de
pensamiento tocante a diferentes temas, por ejemplo Lucas hace
énfasis en los milagros de Jesús hechos a gentiles, como
la mujer cananea,
también notamos que Lucas tenía gran interés en
los gentiles y dio participación a las mujeres. Lucas
menciona repetidas veces el trabajo de
las mujeres y casos donde se menciona la participación de
ellas. No olvidemos que cuando estamos hablando de los escritos
lucanos nos estamos refiriendo a Lucas y Hechos, por lo tanto,
también debemos mencionar que Lucas es el que más
menciona al Espíritu Santo y su función en
la Iglesia primitiva. Con mucha razón Hoff nos dice al
respecto:
Es el evangelio universal, de los pobres, de la
mujer, se
interesa por los niños,
y el que más se refiere al Espíritu
Santo.
Los temas tratados por
Lucas, son muy importantes para todos los creyentes. Como dice
Hoff, se refiere no solamente a ricos, sino a pobres, ni
solamente a judíos,
sino a gentiles, dando a entender que la salvación de Dios
es para todos. Recordemos el caso del buen Samaritano que se
menciona únicamente en el evangelio de Lucas. A mi parecer
también es el evangelio misionero, aunque la Gran
Comisión no se relata como en Mateo, las misiones
están implícitas de una manera especial. Esta es la
concepción soteriológica de Lucas.
La tradición de la Iglesia, que data de finales
del siglo II, lo atribuye a "Lucas, el médico querido"
(Col. 4,14), uno de "mis colaboradores" (Flm. 1,24), mencionado
por san Pablo en dos de sus epístolas. La misma
tradición también atribuye a san Lucas los Hechos
de los Apóstoles que, conjuntamente con el Evangelio que
lleva su nombre, suele considerarse que constituyeron una
única obra en los primeros años del cristianismo.
La mayoría de los especialistas modernos aceptan que Lucas
fue el autor de ambos libros, aunque
algunos ?debido a la contradicción entre las
epístolas de san Pablo y lo que de él se cuenta en
Hechos? dudan que Lucas y Pablo estuviesen estrechamente
asociados durante la obra misionera de este
último.
En la actualidad, la opinión más
generalizada es que el Evangelio según san Lucas fue
redactado entre los años 70 y 80 d.C. También se
han sugerido fechas anteriores o posteriores: en torno al 63-65
d.C. si, como se ha propuesto, Hechos fue escrito mientras Pablo
estaba encarcelado en Roma; a finales
del siglo I, si se toma como prueba de una fecha posterior
cualquier ausencia de referencias al Evangelio en los escritos de
los primeros padres de la Iglesia. Se desconoce si este Evangelio
fue escrito en Roma, en Asia Menor o en
Grecia.
El contexto del Evangelio según san Lucas es el
mismo que refiere el Evangelio según san Marcos. Sin
embargo, Lucas amplió el relato de Marcos mediante dos
importantes interpolaciones (Lc. 6,20-8,3; 9,51-18,14). La
mayoría de los especialistas coincide en que estas
inserciones fueron tomadas principalmente de una
recopilación de los dichos de Jesucristo conocida como
"Q", o "Logia", y de un cuerpo de tradiciones orales denominado a
veces "L", recopiladas por Lucas o conocidas sólo por
él.
Lucas puede dividirse en seis secciones bastante
diferenciadas: un prólogo (1,1-4); relatos del nacimiento
e infancia de
Jesús (1,5-2,52); el ministerio de Jesús en Galilea
(3,1-9,50); su viaje desde Galilea a Jerusalén
(9,51-19,48); su predicación en Jerusalén
(capítulos 20-21); y su Pasión, Resurrección
y Ascensión (capítulos 22-24).
El prólogo, que expone las razones y la autoridad para
escribir el Evangelio, está dirigido al "ilustre
Teófilo" (1,3). Es posible que Teófilo no sea
más que una denominación simbólica del
lector cristiano, aunque lo más probable es que se tratase
de una persona real,
quizá un funcionario romano. El prólogo de Lucas es
único en los tres primeros Evangelios. Modelado sobre la
base de los prólogos de los historiadores helenistas, da
la impresión de que Lucas escribió principalmente
en calidad de
historiador, registrando los hechos tras una exhaustiva investigación.
La narración del nacimiento e infancia de
Jesús que aparece en Lucas ha sido la que más peso
tuvo para dar forma a la celebración cristiana de la
Navidad. De
ella se han tomado los grandes himnos conocidos como Magnificat
(1,46-55) y Benedictus (1,68-79). Los relatos familiares que son
exclusivos de Lucas incluyen la Anunciación (1,26-38); la
visita de María, madre de Jesús, a Isabel, madre de
Juan el Bautista (1,39-56); el nacimiento de Juan el Bautista
(1,57-80); la circuncisión de Jesús y su
consagración en el Templo (2,21-40); y la aparición
de Jesús en el Templo a los 12 años de edad
(2,41-52).
Los pormenores que Lucas ofrece del ministerio de
Jesús en Galilea son similares, con relativamente pocas
excepciones, a los que encontramos en Marcos. Lucas da una
descripción más detallada del
rechazo de la predicación de Jesús en la sinagoga
de Nazaret (4,16-30) y presenta una genealogía de
Jesús que remonta sus orígenes humanos no
sólo hasta Abraham, sino también hasta Adán
(3,23-28). Por otra parte, sitúa el lugar del
Sermón de la Montaña "en un paraje llano" (6,17) en
lugar de hacerlo sobre la cima de un monte (6,20-49).
Éstas son las principales diferencias entre ambos
escritos.
Sin embargo, en cuanto al viaje de Jesús hacia
Jerusalén atravesando Samaria (9,51-19,48), este Evangelio
contiene un material considerable que no aparece ni en Marcos ni
en Mateo. Son sobre todo estos capítulos (probablemente
tomados en su mayoría de la fuente "L"), que numerosos
especialistas denominan "sección especial de Lucas", los
que ofrecen sus cualidades distintivas.
Las narraciones y dichos únicos y
característicos que aparecen en estos pasajes incluyen las
historias de la misión y el regreso de los 72
discípulos (10,1-20) ?70 en la versión
protestante?, de Marta y María (10,38-42), y del rico
publicano Zaqueo (19,1-10), así como las parábolas
del buen samaritano (10,29-37); de la dracma perdida (15,1-10),
del hijo pródigo (15,11-32), y la del rico Epulón y
el mendigo Lázaro (16,19-31). Aquí también
se incluye la versión abreviada de Lucas del Padrenuestro,
sin la doxología que puede encontrarse en Mateo 6,9-15,
escenificada en un contexto diferente.
Para sus relatos acerca del ministerio de Jesús
en Jerusalén (capítulos 20-21), y de la
Pasión y Resurrección (capítulos 22-24),
Lucas vuelve a recurrir a Marcos. Sin embargo, añade a la
narración de éste las últimas palabras de
Jesús a sus discípulos (22,21-38), sus palabras en
camino hacia la cruz (23,28-31), las palabras de los dos
salteadores crucificados (23,39-43), las apariciones de Cristo
resucitado en el camino de Emaús y en Jerusalén
(24,13-49) y su Ascensión (24,50-53).
El Evangelio según san Lucas fue escrito
fundamentalmente para su difusión entre los gentiles. El
objetivo
declarado del evangelista es el de ser universal, ya que Lucas
?más que Mateo y Marcos? intenta situar a la persona y
ministerio de Jesús dentro del tiempo y del mundo. Su
genealogía de Jesús destaca la importancia
universal de Cristo. Los pequeños toques que salpican la
totalidad del texto
mantienen constantemente este motivo de universalidad ante el
lector. Sólo en Lucas puede leerse que llegaron soldados
(seguramente gentiles) a ser bautizados por Juan (3,14);
ningún otro evangelista mostró preocupación
por los samaritanos (9,51-56; 17,11-19); y su Evangelio espera el
día en que la palabra de Dios sea escuchada y prevalezca
entre "todas las naciones" (24,47). También
característico de Lucas es su preocupación por las
relaciones sociales justas, en especial entre el rico y el pobre;
su interés por los pecadores y los parias sociales; y su
compasión por la mujer, única entre los
evangelistas (7,11-17; 7,36-50; 8,1-3).
Cuando hablamos de teología Lucana, estamos
hablando de Cristología, Soteriología y
Pneumatología. La teología Lucana es bastante
carismática. Desde mi punto de vista es el evangelio
más ordenado y el que presenta a Jesús como el Hijo
de Hombre.
También es el evangelio que da a conocer desde el
principio la vida de Jesús, hablando de sus antepasados,
permitiendo de esta manera la apreciación holística
o amplia del lector.
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