- Resumen
- Objetivos
- Marco
Teórico - Material y
Método - Análisis
y Discusión de los Resultados - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
Estrategia educativa para elevar el
nivel de conocimiento
sobre el tema, Consejo Popular Mamonal
PENSAMIENTO
"…Siempre que existan tantas cabezas
ardientes, llenas de fe y esperanza, tratando de hacer posible lo
imposible, pensemos que todo no estará
perdido…"
Fidel Castro Ruz
RESUMEN
En nuestra investigación se realizó un estudio
experimental, con el objetivo de
implementar una Estrategia
Educativa en el Consejo Popular Mamonal para elevar el nivel de
conocimiento de las embarazadas adolescentes
sobre los riesgos y
complicaciones que trae como consecuencias el embarazo a esa
edad. El universo
estuvo constituido por 8 adolescentes embarazadas que se captaron
de enero de 2004 a enero de 2005 y el procesamiento de la
investigación se realizó de forma manual utilizando
el análisis porcentual. Los resultados
muestran que con la aplicación de la estrategia educativa
se elevó considerablemente el nivel de conocimiento en el
grupo
estudiado.
Por último se hacen recomendaciones según
la experiencia y conocimientos adquiridos para lograr saltos
cualitativos superiores en la educación
comunitaria de las adolescentes en el Consejo Popular Mamonal del
municipio Majagua.
INTRODUCCIÓN
Los adolescentes son los adultos de mañana y
constituyen una proporción substancial de la población. Ignorar sus necesidades no
sólo es difícil sino imprudente e injusto. Es
difícil porque el número de los adolescentes es tan
grande; imprudente, porque lo que les sucede a ellos afecta a
toda la humanidad tanto ahora como en el futuro; e injusto,
porque los adolescentes son miembros de la familia
humana y no deben estar privados de los derechos de gozan los otros
miembros.1
Al respecto la OMS la define como: etapa que transcurre
durante el segundo decenio de la vida de los seres humanos, es
decir, entre los 10 y los 19 años, existiendo una
diferencia entre su etapa temprana (10 – 14 años) y
la tardía (15 – 19
años).2
La adolescencia
es el tiempo de las
contradicciones de lo absoluto, de la intransigencia para la
jóven; una de las primeras contradicciones es la de
mantener mente infantil en cuerpo de mujer. Es una de
las etapas más hermosas de la vida en la cual se deja de
ser niño para convertirse en adulto, operándose una
serie de cambios anatomofisiológicos y psicosociales. En
la adolescencia se producen definiciones de conducta que
regirán la vida adulta.3
La adolescencia es una etapa de cambios que suceden con
gran rapidez afectando la esfera social, cultural,
psicológica, anatómica y fisiológica. Se
trata de un momento en la vida del ser humano en que se pone de
manifiesto ,a veces, en forma muy notable, la importancia de los
factores sociales y biológicos, aunque quizás
exagere aquel autor que plantea la adolescencia como un nuevo
nacimiento, no se aleja totalmente de la realidad, ya que es en
etapa cuando aparecen intereses sociales y florecen sentimientos
nunca antes experimentados, lo que junto a los cambios
fisiológicos hacen evidentes una transformación
significativa en este sujeto que poco a poco deja de ser un
niño.
La adolescencia suele ser la edad de las contradicciones
e incomprensiones, donde se hace posible el descubrimiento de uno
mismo, de los demás y de la ampliación del
horizonte individual. El perfeccionamiento y madurez de estas
características psicosociales se desplazan, en el
adolescente, a edades más avanzadas de la vida, a
diferencia de la precoz madurez biológica imperante en
esta etapa. Todo esto unido a la desinformación y la falta
de educación
en el orden sexual, posibilita que las adolescentes se crean
aptas para concebir, por lo que se considera este período
como importante grupo de riesgo en la
salud
reproductiva, que pudieran dar lugar a una maternidad y una
paternidad precoz.4
Más del 10% de los nacimientos que se registran
anualmente en el mundo se producen en madres adolescentes. Cada
año nacen 15 millones de niños
de madres adolescentes. Cada día 41095, cada hora 1712. En
América
Latina los países con mayor tasa de maternidad en
adolescentes se encuentran en las regiones de: Nicaragua,
Guatemala,
Honduras, El Salvador, Venezuela,
representando entre un 15 – 25% de las
adolescentes.5
Antes de la creación de los consultorios del
médico de la familia la
aparición de embarazos en edades tempranas era frecuente,
difícil de prevenir y controlar debido a la incompleta
estructuración del Sistema Nacional
de Salud. Ahora gracias al arduo trabajo de
médicos y enfermeras, así como a la creación
de las consultas de planificación familiar, donde se
actúa directamente sobre el riesgo reproductivo
preconcepcional hemos logrado minimizar la aparición de
embarazos en las adolescentes. Otros autores plantean que nuestro
país se encuentra entre las naciones con índice
elevado (17%) de embarazos en adolescentes, se registra que en el
año 2000 en nuestro país hubo un total de
nacimientos de 143528 de estos 18325 en las edades comprendidas
entre 15 – 19 años y 510 nacimientos en menores de 15
años.6
El médico de la familia está en una
situación privilegiada para indicar al adolescente la
normalidad de las sensaciones de actividades sexuales en esta
etapa de la vida y en años posteriores, y de esta forma
contribuir a la formación de los hombres del
mañana. En nuestro municipio en el año 2003 se
reportaron 22 embarazos en adolescentes, predominando en las
edades comprendidas entre 18 y 19 años respectivamente. En
el año 2004 se registraron 19 embarazos en edades
tempranas, de estos 8 correspondieron a embarazadas del consejo
popular estudiado y en el año en curso se habían
reportaron 24 adolescentes embarazadas.7
De esta forma nos enfrentamos al siguiente problema
científico. ¿Cómo elevar el nivel de
conocimientos de las adolescentes embarazadas del Consejo Popular
Mamonal del municipio Majagua sobre los riesgos y complicaciones
que trae como consecuencia el embarazo a esa edad?
Partimos de la Hipótesis Científica que si se
aplicara una estrategia educativa se elevaría el nivel de
conocimientos sobre los riesgos y complicaciones que trae como
consecuencia el embarazo en estas edades.
OBJETIVOS
Objetivo general:
Implementar una estrategia educativa en el Consejo
Popular Mamonal del municipio Majagua para elevar el nivel de
conocimiento en las adolescentes embarazadas sobre los riesgos
y complicaciones que trae consigo el embarazo a esta
edad.
Objetivos específicos
- Realizar diagnóstico integral de la
situación de la población objeto de estudio
referente a: escolaridad, ocupación, estado
civil, anticonceptivos utilizados, antecedentes
obstétricos, estado nutricional a la captación,
ganancia de peso durante el embarazo, morbilidad durante el
embarazo, forma de terminación del mismo, complicaciones
que aparecen durante el puerperio y en el recién
nacido. - Evaluar antes y después de la
aplicación de la estrategia educativa el nivel de
conocimientos de las adolescentes en estudio.
MARCO
TEÓRICO
La adolescencia es la etapa de transición durante
la cual el niño se transforma en adulto. En
términos generales se puede enmarcar entre los 10 y 20
años de edad. La adolescencia, es un fenómeno
psicosocial, es el período de transición entre la
dependencia del niño y la independencia
del adulto, en el curso del cual el ser humano adquiere funciones de
miembros activos de la
sociedad.
Esta etapa es un estado en el que el sujeto aún
no se ha encontrado así mismo en la vida adulta, no se ha
constituido como personalidad
madura, con la forma de una actividad inherente solo a ella. En
este período ocurre un rápido incremento de las
dimensiones físicas, un cambio en la
forma y composición del cuerpo, a la vez que se produce un
rápido desarrollo de
los órganos sexuales secundarios. La nueva
formación central y específica en la
personalidad del adolescente es la tendencia a ser y a
considerarse adulto, esta expresa la nueva posición vital
del adolescente con respecto a las personas y al mundo, determina
la orientación específica y el contenido de su
actividad social, el sistema de nuevas aspiraciones y reacciones
afectivas.8,9
Es en la etapa que se adquiere una filosofía de
la vida y del mundo circundante acorde con los cambios sexuales,
las transformaciones físicas, el momento social en el cual
se desarrolla, y el equilibrio que
se produce entre los intereses, motivaciones, objetivos y
aspiraciones que señalan un nivel de aceptación
positiva o negativa de este grupo, en el espacio social y el
escenario cultural donde transcurren los años más
importantes de su desarrollo
humano.
El adolescente empieza a dirigirse sobre sí mismo
en la medida en que toma conciencia de que
tiene que ser ante el mismo y ante los demás, una persona diferente
e irrepetible. Es capaz de reflexionar sobre todo lo que ocurre
en su entorno, no solo desde una postura de espectador, sino
desde un punto de vista crítico.
En esta etapa el joven trata de buscar ámbito de
independencia personal, siente
necesidad de ser escuchado, valorando y comprendiendo, surge el
desbordamiento de la afectividad y la emotividad, rechaza su
pertenencia al círculo de niños, pero carece
aún de la sensación de auténtico y cabal
adulto. Para el adolescente es fundamental como lo ven sus
coetáneos, surge como necesidad principal ocupar una
posición respetada dentro del círculo de estos, y
la aspiración de encontrar un compañero
próximo, un amigo. Ellos evalúan a los otros de un
modo más completo y correcto que a sí mismos,
comienzan a formar su imagen a partir
de la valoración que hacen de los
demás.10
En la adolescencia se va a producir un proceso de
reestructuración de cambios endocrinos y
morfológicos, como son: la aparición de los
caracteres sexuales secundarios, la transformación y
crecimiento de los genitales, la aparición de la menarquia
en la niña y la eyaculación en el varón;
además, surgen nuevas formas de relación con los
adultos, nuevos intereses, actividades de estudio, cambios en la
conducta y en la actitud ante
la vida. Los adolescentes llegan a ser fértiles
aproximadamente 6 ó 7 años antes de ser maduros
emocionalmente, y crecen en una cultura donde
los compañeros, la
televisión, el cine y la
música
transmiten mensajes manifiestos a propósito de las
relaciones
sexuales que son muy comunes y aceptados. Plantean algunos
autores que la mayoría de las personas de todo el mundo,
tienen su primera experiencia sexual que puede tener
repercusiones para toda la vida en su salud sexual y reproductiva
antes de cumplir 20 años.11,12
Se define como embarazo en la adolescencia, aquella
gestación que tiene lugar durante la etapa de la
adolescencia, o lo que es igual, en mujeres menores de 20
años con independencia de la edad ginecológica. El
embarazo irrumpe en la vida de las adolescentes en momentos en
que todavía no alcanzan la madurez física y mental, a
veces en circunstancias adversas como son las carencias
nutricionales u otras enfermedades y en un medio
familiar generalmente poco receptivo para aceptarlo y protegerlo.
La población mundial de adolescentes ha ascendido a
más de 100 millones y en los países en desarrollo 1
de cada 4 personas está en la adolescencia, a diferencia
de 1 de cada 7 en los países desarrollados.
El embarazo en edades cada vez más tempranas se
está convirtiendo en un problema social y de salud
pública de alcance mundial. Afecta a todos los
estratos sociales, pero predomina en la clase de bajo
nivel socioeconómico, en parte, debido a la falta de
educación
sexual, y al desconocimiento de los métodos de
control de la
natalidad.13,14,15
El embarazo en la adolescencia es una
preocupación de estos tiempos. Estudios realizados por
demógrafos cubanos
han demostrado un rejuvenecimiento de la fecundidad, con gran
incidencia en el grupo de edad comprendido entre 10 y 19
años, fundamentalmente a partir de los 15 años, a
ello se asocia el incremento de las tasas de aborto en menores
de 20 años, quiénes han estado influenciadas por
diversas causas que se asocian a una deficiente educación
sexual, tanto en el hogar como en las instituciones
educacionales de salud. Algunos autores plantean que hay un
incremento del 10% anual de mujeres con relaciones sexuales a
partir de los 12 años hasta los 19 años, el 25% de
los adolescentes se embarazan, y el 60% de estos ocurren dentro
de los 6 meses iniciales de las primeras relaciones
sexuales.16,17,18
En estudios realizados aparecen porcentajes de mujeres
de 25 a 29 años de edad que parieron antes de los 20
años en países Latinoamericanos. Bolivia con un
39%, Brasil con 35%,
Colombia con 32%,
República Dominicana con un 38%, Guatemala con 49%,
Haití con 36%, Paraguay con 36%
y Perú con 33%.10
Las adolescentes viven en un contexto de erotismo,
desinformación y presiones. Hacer el amor no
siempre responde a sus verdaderos deseos, pero los varones exigen
la "prueba de amor".
¿Por qué se embarazan nuestras adolescentes?.
Muchos autores han descrito que esto ocurre debido a:
reducción de la edad de pubertad, por
inicio precoz de las relaciones sexuales, por la falta de
instrucción académica, por desconocimiento de la
sexualidad,
por no uso de protección contraceptiva, para "aguantar" a
la pareja, buscando afecto, por problemas
domésticos, por escasa percepción
del riesgo, por la educación sexual "que no
llega".5,19
Dentro de los factores de riesgo descritos del embarazo
en la adolescencia se encuentran los biológicos: aumento
de la morbimortalidad materno-perinatal. Médicos del
embarazo: trastornos digestivos, metrorragias, abortos
espontáneos, anemia,
infecciones urinarias, amenaza de parto
pretérmino, hipertensión arterial gravídica,
parto pretérmino y bajo peso al nacer, presentaciones
fetales distócicas, desproporciones cefalopélvicas,
trabajo de parto prolongado. Psicosociales: ambivalencia afectiva
por el neonato, atención prenatal deficiente, abandono
escolar, situación económica desfavorable,
estado de soledad, sobrecarga familiar, limitación de la
oportunidad educacional, se compromete la posibilidad de
autosuficiencia económica, desarrollo cultural frustrado
de la pareja, comenzar a trabajar sin la debida
preparación cultural, interrupción de los estudios
y de la preparación técnica y profesional, ir al
matrimonio sin
una debida madurez condenado muchas veces al fracaso, vivir en
condiciones de franca promiscuidad y hacinamiento, sentimiento de
frustración por no poder realizar
tareas propias de su edad. Para la familia: se altera la dinámica familiar, búsqueda
indirecta de soluciones,
falta de preparación para asumir la nueva
situación, situaciones económicas desfavorables,
actitud de rechazo a la adolescente, su pareja y al embarazo.
Para el hijo: aumenta la morbilidad neonatal, inadecuado
desarrollo psicosocial, insuficiente aprovechamiento escolar,
mayor número de accidentes en
el hogar, malnutrición, maltrato, paternidad inadecuada,
mortalidad incrementada, para el recién nacido: alto
índice de bajo peso al
nacer.20,21,22
Resulta alarmante saber que casi la tercera parte de
unos 175 millones de embarazos que se producen anualmente no son
deseados, y que gran parte de estos son de adolescentes. A pesar
de ello y de conocerse que los adolescentes no planifican la
familia, aún existen criterios erróneos en
relación con el uso de métodos
anticonceptivos en esas edades como favorecedores de la
relación sexual y la promiscuidad, entre otros aspectos;
produciéndose un cuestionamiento moral acerca
de la difusión del uso de los mismos.
Esto se plantea con el argumento de que con el uso de
métodos anticonceptivos ya no hay temor al embarazo y se
produce entonces un aumento en las relaciones sexuales activas.
Resulta importante destacar que rara vez los adolescentes
sexualmente activos están bien informados de las opciones
de anticonceptivos o de los riesgos de contraer enfermedades de
trasmisión sexual, que como también sabemos son
prevenibles por medios
anticonceptivos como el preservativo; y que a menudo dudan en
acudir a los consultorios y posiblemente los desanime aún
más la cercanía de los mismos, los horarios
inadecuados que coinciden con clases, becas, etc; así como
otros factores que pudieran estar relacionados con un personal no
bien entrenado que los recibe
etcétera.23,24,25
Las parejas de adolescentes necesitan asesoramiento
especial para aprender a usar los diferentes métodos
anticonceptivos, pues hay que tener en cuenta diferentes factores
tales como aspectos biológicos, de personalidad,
estabilidad de la pareja, medio familiar, promiscuidad,
antecedentes de embarazos y/o partos, proyecto de vida,
etc.
De lo anteriormente expuesto se infiere que el método
anticonceptivo a seleccionar en esta etapa debe ser individual,
teniendo en cuenta además, la aceptabilidad, eficacia y
seguridad del
mismo. Aunque no es lo ideal, se debe educar también al
adolescente en la anticoncepción de emergencia. A pesar de
los riesgos y complicaciones que tienen cada uno de los
diferentes métodos anticonceptivos, éstos son mucho
menos importantes que los que implica el embarazo no deseado, lo
que significa que debemos asumir el reto de la
anticoncepción como un aspecto fundamental en estos
pacientes en ambos sexos, donde la educación sexual sea el
pilar fundamental de estos servicios.26,27,28
Con respecto a las enfermedades relacionadas con el
embarazo, las adolescentes sufren más complicaciones que
la mujer adulta,
tales como: toxemia, eclampsia, anemia, partos
pretérminos, recién nacidos de bajo peso, traumas
obstétricos, riesgo elevado de muerte en el
transcurso del primer año de vida, imposibilidad para
continuar los estudios, riesgo nutricional, pues se añaden
a las necesidades normales de su crecimiento, las del feto que
engendra.
Para evitar las consecuencias nefastas de una vida
sexual "libre y plena" nos dedicamos tradicionalmente a matizarla
de todo tipo de violencia y
connotaciones negativas, de mitos y
prejuicios, y estereotipos que la van rodeando de un halo de
perniciosidad, culpabilidad,
represión y rechazo. Si estos criterios han sido
profusamente aplicados a adultos de las más diversas
edades. ¿Cómo será su práctica en los
niños, niñas y
adolescentes?29,30
Las adolescentes tienen el doble de probabilidad de
morir en relación con el parto Los niños nacidos de
mujeres menores de 20 años tienen 1½ más
riesgo de morir antes de su primer año de vida que los
niños nacidos de madres con edades entre 20 a 29
años.13 La inmadurez física coloca a la
madre adolescente en mayor riesgo para la morbilidad y la
mortalidad.
Los riesgos del embarazo en la adolescencia se
incrementan en los países en vías de desarrollo. En
reciente publicación se señala que entre el 20% y
el 46% de las mujeres, en la mayoría de un grupo
seleccionado de países en vías de desarrollo,
tienen su primer hijo antes de los 18 años de edad y al
llegar a los 20 años ya del 30% al 67% ha tenido su primer
parto. En los Estados Unidos de
Norteamérica esto ocurre en el 8% de la población
adolescente. Se considera que el embarazo en edades tempranas e
incluso aquel que es deseado lleva implícito un incremento
en los riesgos tanto para la madre, para el feto y el futuro
recién nacido, aceptándose que la mortalidad
infantil en hijos de madres adolescentes puede llegar a resultar
hasta 30 veces mas elevada que en hijos de madres adultas
(OMS).31,32,33
Estudios realizados recientemente nos muestran que
más de 2 millones de adolescentes son sometidos anualmente
a un aborto en países en desarrollo, casi siempre en
condiciones de riesgo, reportándose que una de cada 3
mujeres que acuden al hospital solicitando asistencia por
complicaciones de un aborto son menores de 20
años.
Cuba presenta similar problemática con la
diferencia de que en nuestro país el aborto se
realiza en condiciones adecuadas y por un personal calificado,
esto ha reducido las complicaciones inmediatas de este proceder
como: perforaciones uterinas, laceraciones del cuello,
hemorragias e infecciones, no así las secuelas a mediano o
largo plazo entre las que se destacan mayor riesgo de embarazo
ectópico, infertilidad e inflamación pélvica crónica;
incrementándose lo anterior señalado en embarazos
tempranos donde el útero no tiene la capacidad
fisiológica para albergar un
embarazo.25,27,31
Las afecciones maternas, perinatales y del recién
nacido, son más frecuentes en las mujeres menores de 20
años y, sobre todo, en los grupos de edades
más cercanos a la menarquia (menor de 15 años). Se
ha descrito un mecanismo común que podría explicar
diversas afecciones propias del embarazo que muestran mayor
frecuencia en adolescentes, se trata de una falla en los
mecanismos fisiológicos de adaptación circulatoria
al embarazo, síndrome de mala adaptación
circulatoria, cuyas diversas manifestaciones clínicas
pueden presentarse por separado o asociadas entre sí al
nivel materno y/o fetal. Los efectos psicológicos y
sociales del embarazo temprano son de larga duración,
tanto para la mujer como para sus hijos. Especialmente en los
países en vías de desarrollo, las adolescentes
embarazadas, casadas o no, tienden a abandonar la escuela. Para las
casadas, esto suele ser el comienzo de un patrón de
embarazos muy seguidos. Para las que no están casadas, la
vuelta a la escuela en muchos casos será imposible porque
se considera que han dado un mal ejemplo a los demás
alumnos. Al verse así perjudicada la educación de
las mujeres, se contribuye a perpetuar la baja condición
de la mujer de una generación a la siguiente. Sus
oportunidades de empleo
serán menores y lo más probable es que continuaran
dependiendo de otros para su sustento. El ciclo también se
repite de otra manera: las hijas de madres adolescentes con toda
probabilidad se convertirán en madres adolescentes ellas
mismas, y así la privación continúa. Por
otra parte, es probable que los hijos de madres muy
jóvenes se críen peor nutridos y con menos cuidados
que los de las mujeres más maduras. Esto es
particularmente cierto si la familia de una niña escolar
embarazada se niega a prestarle su apoyo económico o
emocional.30,31
Por estas razones consideramos que el embarazo en la
adolescencia se comporta como riesgo elevado, haciéndose
necesario el desarrollo de una política de salud y
sobre todo de educación sexual y sanitaria, que encaminen
a la reducción de las tasas de embarazo en este grupo
etáreo garantizando un mejor pronóstico de vida,
tanto para la madre como para su descendencia y una
recuperación positiva en el desarrollo futuro de la
sociedad. La prevención del embarazo no deseado se logra
por la información de sexualidad asegurando que
los métodos reproductivos sean de confianza para los
adolescentes creando así un ambiente de
apoyo en ellos.7,34
La posibilidad de crear la vida en un acto de amor,
sentirla crecer y compartir cada cambio hasta tener al hijo en
sus brazos, es algo que nos caracteriza como humanos y nuestro
compromiso es trabajar en pos de lograrlo en el momento
más oportuno.34
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