Procesos de integración en Latinoamérica: El ALBA como alternativa posible
- Resumen
- Integración en
Latinoamérica: Perspectiva
histórica - El
Área de Libre Comercio de las Américas
(ALCA) - La
Alternativa Bolivariana para las
Américas - Conclusión
- Bibliografía
Resumen:
Partiendo de una breve reseña histórica de
los principales acuerdos de integración regional, así como de
una clara presentación de los actuales modelos de
integración que se debaten en el presente, este ensayo
pretende lograr un acercamiento a ciertas inquietudes sobre el
tema de la integración en Latinoamérica. Al mismo tiempo, busca
ofrecer una idea conclusiva, basada en consideraciones
personales, sobre lo que podría considerarse un modelo
alternativo posible.
I-
Introducción
El concepto de
integración regional en el continente Americano ha ido
ganando espacio en las esferas sociales, políticas
y económicas de cada uno de los países del
hemisferio. Este ha sido materia de
debate en
conclaves regionales y continentales que han abarcados no solo a
mandatarios y a ministros de gobiernos, sino a miembros de la
sociedad
civil, representados en obreros, trabajadores, activistas; a
mujeres y hombres que buscan participar en la construcción social de sus pueblos.
Particularmente, ésta ha sido una de las
características principales para los encuentros de
negociación de integración
mantenidos en la última década. En los que las
protestas y manifestaciones se han perfilado como uno de los
rasgos más sobresalientes, no sólo por los
elementos de violencia,
sino también por el inmenso mar de gente que ha tomado
parte en ellas.
No obstante, nuevos caminos parecen abrirse a las
iniciativas de integración regional. Estos parecen recoger
la memoria
histórica, o mejor dicho, filosófico-política de los
próceres Latinoamericanos, principalmente representadas en
el pensamiento de
Bolívar y
Martí.
Pero, ¿cuáles han sido los intentos de
integración que se han dado lugar en el continente en el
pasado Siglo? ¿Cuáles iniciativas se han tornado
hasta nuestros días y que características
particulares definen las mismas?
Con el desarrollo de
la reseña histórica de los principales acuerdos de
integración regional, así como por la
presentación de los actuales modelos de integración
que se debaten en la actualidad, este ensayo pretende lograr un
acercamiento a dichas inquietudes. A la vez que busca ofrecer una
idea conclusiva, basada en consideraciones personales, sobre lo
que podría considerarse un modelo alternativo
posible.
II
– Integración en Latinoamérica: Perspectiva
histórica
La idea de integración en América
Latina y el Caribe no es nada nueva. Esta se remonta a los
inicios del Siglo XIX cuando en ciertos movimientos
independentistas se pretendía la conformación de
una región política y económicamente
sólida, capaz de competir en el escenario internacional
con otros países de mayor poder. Sin
embargo, no fue hasta mediados del Siglo XX cuando dichos
esfuerzos de integración tomaron curso (Estevadeordal,
Rodrik, Taylor &
Velasco, 2004). En ese entonces, dichas iniciativas fueron
motivadas por consideraciones meramente económicas con
base en las características de desarrollo que cada
país de la región podía ofrecer, sin olvidar
que históricamente dicho desarrollo fue enfocado en la
producción de materias primas para los
mercados europeos
y norteamericanos.
Además, dado que el desarrollo industrial de la
región no parecía tener respuesta en las estrategias
promovidas por la substitución de las importaciones, se
buscó facilitar un proceso de
integración regional al margen de los vínculos que
cada país pudiese tener con los Estados Unidos de
América
(Grunwald, Wionczek & Carnoy, 1972). En este sentido, desde
finales de la década de los 50s hasta el presente, la idea
de desarrollar en el contexto histórico Latinoamericano un
proceso de integración que se traduzca en la
mejoría de vida de los y las habitantes del subcontinente
ha sido el marco de referencia para una serie de acuerdos y
tratados que han
llegado hasta nuestros días.
Sin embargo hay que aclarar que dichos esfuerzos de
integración, sobre todo en las tres décadas
seguidas a la Segunda Guerra
Mundial, fueron promovidos por las cúspides
económicas vinculadas a los regimenes autoritarios que se
dieron lugar en la región (CIEPAC, 2006; Molina, 2001;
Seligson, 1999).
Los acuerdos formales de integración en
América Latina y el Caribe inician con la creación
en 1956 de la Federación del Caribe Británico cuyo
objetivo
principal era establecer una estructura
común de carácter político para los
territorios miembros. Esto luego dio paso al establecimiento de
la Federación de las Indias Occidentales (FIO) en 1958. La
vida de la FIO fue solo de cuatro años debido a su
carácter colonial y los constantes desacuerdos
políticos entre las comarcas que la integraban.
Sin embargo, el primer intento moderno de
integración regional que tuvo lugar en América
Latina se remonta a esta misma época cuando fue concebido
el Mercado
Común Centroamericano (MCCA) por iniciativa de la
Comisión Económica para América Latina de
las Naciones Unidas (ECLA). Esto sin tener en cuenta que entre
1840 y 1930 hubo más de treinta y cinco intentos fallidos
para la unión de Centro América (Grunwald, Wionczek
& Carnoy, 1972).
En sus orígenes, el MCCA solo contó con la
participación de Guatemala,
Honduras, El Salvador y Nicaragua, quienes en el Tratado de
Managua de 1960 formalmente acordaron la creación de un
órgano supranacional para asegurar la concreción de
la integración económica. Dos años
más tarde, Costa Rica
entró a formar parte de dicho acuerdo. Quedando así
conformado el primer ensayo contemporáneo de integración
económica de este tipo en el llamado mundo
subdesarrollado (Deere & Esty, 2002; Grunwald, Wionczek &
Carnoy, 1972).
El MCCA se vio gravemente afectado por la crisis
política y el conflicto
armado que caracterizaron la historia reciente de
Centroamérica. Lo que, en cierto modo, condujo a la
regresión de cada uno de los países miembros en la
formulación de políticas
proteccionistas.
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