- Resumen
- Introducción. El
problema - Ética para
hacerse rico: El proceso propuesto - La
dimensión axiológica - Bibliografía
Resumen
En este escrito se aplican categorías de la
semiótica para lograr una
aproximación diferente al tema de las competencias en
el
aprendizaje. Se analiza la enseñabilidad de las
asignaturas: "Ética para Hacerse Rico", y "Ética
Profesional" como un problema de competencia
proposicional y procedimental.
La solución propuesta es la alternación en
el ejercicio de roles entre el enunciador y el enunciatario y la
orientación del discurso
frente a la práctica social donde la pobreza es una
condición estructural limitante que demanda
acciones desde
el espacio de gobernabilidad de cada estudiante.
El presente ejercicio reflexivo surge como producto del
Seminario de
Competencias y Procesos
Pedagógicos, ofrecido en el mes de Julio del 2006 por
Centro de Desarrollo
Académico de la Universidad
Autónoma de Occidente, y que orientó el profesor de
Semiótica de la Universidad del Valle, Eduardo Serrano
Orejuela.
Introducción. El problema
Cuando se abre la discusión sobre la enseñanza de la ética se
hace patente la crisis por la
que actualmente atraviesa nuestra sociedad. Al
tratar del bien como una meta se asume el flujo de un enunciado
pero nada garantiza la
comunicación si sólo circula un sonido o una
imagen, si el
enunciador y el enunciatario se tratan desde distintos contextos,
no hay sincronía, sólo un desfase de tiempo y
lugar, un imposible encuentro a destiempo de desconocidos.
Resultado: Los referentes que el enunciador proclama en su
discurso no son los mismos referentes para el
enunciatario.
El docente como enunciador usa las palabras
"ética" y "bienestar", las entona con brío y
despliega en el tablero o en el proyector de diapositivas, como
gran grafema o fonema significante, explicita la felicidad como
fin humano, lanza interrogantes a modo de función
fática que dice que hay búsqueda de
interlocución, (aló, aló), indaga sobre el
arte de vivir,
propone la reflexión autónoma de las normas y de las
costumbres, pero la práctica social ha enseñado
otros significados al enunciatario que han confirmado los
medios masivos
con imágenes y
mil palabras, en el acto de enunciación del bienestar:
"Autónomo" suena como a auto nuevo de marca, bueno el
individualismo, buena la acumulación inmisericorde de
capital,
capacidad de compra, proyección de una imagen
pública siliconada, reconocimiento de los medios masivos,
capacidad de orientación del consumo,
ostentación de todos los juguetes,
flujo de caja,
cantidad de desechos producidos.
Se advierte el distanciamiento textual y contextual
entre enunciador y enunciatario. El enunciador cuando produce su
enunciado manifiesta su acuerdo con el enunciado, la
búsqueda del llamado bien, se inscribe en una línea
de continuidad, pero al mismo tiempo anticipa enunciados con los
que establece acuerdos y desacuerdos, lo que se ha dicho
históricamente que es la ética. Después de
todo asume un discurso bipolar, sobre el bien y el
mal.
El enunciatario cuando decodifica el enunciado
manifiesta su acuerdo o desacuerdo que no necesariamente es el
mismo del enunciador, y por lo demás no se ve urgido a
expresar el desacuerdo, sino a acallarlo para evitar ser
impactado negativamente por el poder
discriminatorio del docente.
El éxito
del proceso de
aprendizaje,
provocar el salto de un estado inicial
a un estado final, la transformación lingüística, cognitiva y
axiológica, es incierto.
Cada uno es sujeto lingüístico diferente,
son sujetos cognitivos que saben algo cada cual, y son diversos
sujetos valorativos, que prioriza qué es lo valioso
según su grupo social y
generacional.
Página siguiente |