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Reflexiones acerca de la motivación profesional en estudiantes universitarios



Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Introducción
    3. La
      motivación y su importancia en el proceso de
      enseñanza aprendizaje
    4. Desarrollo de intenciones profesionales premisa para
      el rendimiento académico
    5. La licenciatura en farmacia en este
      entorno
    6. Bibliografía

    Carrera de
    Licenciatura en Ciencias
    Farmacéuticas

    Resumen

    En el presente
    trabajo se
    hacen reflexiones acerca de la
    motivación profesional en estudiantes universitarios
    tomando como base los criterios de un conjunto de autores
    estudiosos del tema en Cuba
    fundamentalmente. Se aborda la importancia de esta
    temática en el desarrollo del
    proceso de
    enseñanzaaprendizaje, la
    importancia que tiene la labor del profesor
    universitario en el desarrollo de la motivación
    profesional desde su actividad docente diaria, la influencia que
    la motivación posee en los resultados
    académicos de los estudiantes y se aborda esta
    problemática de forma general en los estudios
    farmacéuticos, destacándose, en este caso, la
    necesidad de fortalecer la motivación hacia la
    profesión, con especial énfasis en los primeros
    años de la carrera .

    Palabras
    claves: motivación profesional, licenciatura
    farmacéutica.

    Introducción.

    En Cuba con el
    proceso de universalización de la enseñanza cada
    vez son mayores las posibilidades que poseen los jóvenes
    que culminan la enseñanza media superior de comenzar
    estudios universitarios, a los que acceden por diferentes
    vías que garantizan en todos los casos una
    enseñanza de calidad. Sin
    embargo no siempre los estudiantes listos para el ingreso a la
    Universidad, cuya
    edad por lo general ronda entre los dieciocho y veinte
    años, poseen la madurez necesaria para decidir
    acertadamente la carrera que estudiarán.

    Es una
    situación bastante común encontrar jóvenes a
    los cuales no les es posible definir gustos o aspiraciones en el
    ámbito profesional y esto se convierte en un problema para
    el momento de decidir qué especialidad estudiar. Esta
    problemática no solo afecta al joven sino también a
    su familia que
    muchas veces no posee los elementos necesarios que permitan
    orientar a sus hijos en la elección de la
    carrera.

    Este no es un
    problema puntual, sino trascendente en la vida de cualquier
    persona.

    "Elegir la
    profesión, teniendo en cuenta las capacidades personales,
    implica un determinado grado de desarrollo de la
    autodeterminación profesional que posibilita un desarrollo
    armonioso de la
    personalidad en su conjunto, así como un adecuado
    equilibrio
    psicológico en el sujeto.

    El hecho de que un
    joven inicie una carrera que no corresponde a sus intereses ni
    intenciones constituye un factor que, de entrada,
    conspirará contra su aprovechamiento y su desarrollo en el
    estudio de esa profesión. Este será un elemento que
    influirá en su posible baja docente como alumno, pues
    implica la no existencia de motivación hacia la actividad
    de estudio" (González F., 1987, p. 20), además, no
    sólo limitará su desarrollo general como
    profesional, sino también el desarrollo general de su
    personalidad.

    La orientación
    vocacional en este período continúa siendo
    fundamental para guiar a los jóvenes en la elección
    de lo que será su futura profesión, acorde a sus
    potencialidades e intereses.

    La finalidad de la
    orientación vocacional es facilitar la elección
    razonada de la profesión a cursar en la universidad, y con
    ello el logro de su desarrollo como profesional.

    Muchos son los
    investigadores que han incursionado en esta
    temática.

    Ramírez R.
    et al. señalan: "El trabajo de
    formación vocacional y el de orientación
    profesional articulan directamente, sin embargo, no son
    idénticos entre sí. El primero se refiere al
    proceso de formación sistemática de intereses,
    inclinaciones, de desarrollo de habilidades y capacidades,
    mediante las actividades del proceso docente, a través del
    trabajo y la asimilación de los contenidos de las
    asignaturas, el enfoque politécnico de la
    enseñanza, la vinculación de la teoría
    con la práctica, etc., así como mediante
    actividades extraescolares dirigidas, como son: círculos
    de interés, visitas a centros, conferencias de
    especialistas, exposiciones, proyecciones, etc.

    Este es un trabajo
    cuyos objetivos se
    reflejan a largo plazo, es una labor de finalidad mediata"
    (Ramírez R.
    et al. 1986, p. 40). Continúan diciendo los autores "La
    orientación profesional se refiere, sin embargo, a un
    trabajo con un carácter más inmediato, se refiere
    al trabajo de preparación que se desarrolla a corto plazo,
    en los grados terminales, con el objetivo
    inmediato de orientar a los jóvenes para que sean capaces
    de seleccionar aquella profesión que más conviene a
    sus inclinaciones y posibilidades dentro del marco de las
    necesidades sociales" (p.40).

    Por una parte, si
    se logra realizar con los estudiantes de la enseñanza
    media superior, de manera estable y con constancia, una labor de
    formación vocacional, en estos jóvenes no se
    dará tan ingente la necesidad de recibir una
    orientación vocacional en el grado terminal, por lo
    general con demasiada premura como para ser efectiva.

    En muchos casos
    ocurre que sólo un pequeño grupo de
    estudiantes, aquellos que expresan mejor aspectos incipientes de
    futuras intenciones profesionales, a saber:

    "1-Conocimiento
    del escolar sobre el contenido de la profesión.

    2-Conocimiento del escolar sobre
    las particularidades del trabajo con la profesión
    que

    escogió o desea
    escoger.

    3-Conocimiento del escolar sobre
    las particularidades de la personalidad necesarias
    para

    la
    realización exitosa de su profesión"
    (González F., 1987, p. 25), serán los estudiantes
    que mejor aprovecharán las actividades de formación
    vocacional y con posterioridad las de orientación
    profesional que se realicen en el grado terminal.

    Por otra parte, no
    podemos pensar que este proceso termina cuando el joven ingresa a
    la carrera, este momento solo marca el final de
    una primera etapa, para darle paso a otra muy importante
    también: la que comienza una vez que el joven ingresa a la
    educación
    superior. Es precisamente en las universidades donde se da un
    salto cualitativo hacia la orientación profesional, ya
    desde la profesión, y esto, al desempeñarnos como
    profesores universitarios, nos toca bien de cerca; podemos
    concentrar toda nuestra actividad sobre la especialidad que
    impartimos, para lo cual contamos con todos los profesionales
    docentes
    especialistas en las diferentes materias.

    Esta labor de
    crear intenciones profesionales o fomentarlas desde la propia
    carrera resulta especialmente importante para aquellos
    jóvenes que han escogido la especialidad sin un pleno
    conocimiento de la misma, para los cuales, sin esta ayuda, va a
    ser bien difícil obtener éxitos en sus estudios, y
    más aún, tener éxitos en la vida
    profesional.

    La motivación profesional y su
    importancia para el proceso de enseñanza
    aprendizaje.

    Según
    Canfux, V. y Rojas, A. R. (1993) "El motivo caracteriza toda
    actividad del hombre, es
    éste el que da impulso a la acción,
    es el aspecto dinámico de la actividad, por ello no puede
    investigarse la actividad de estudio sin considerarse la
    motivación hacia la misma" (p. 50).

    Así como
    para Martínez A y Hernández L. (1987), "la
    motivación reviste una extraordinaria importancia en el
    proceso docente-educativo, debido a que crea y estimula el
    interés del estudiante por apropiarse de los
    conocimientos, hábitos y habilidades que corresponden a
    cada nueva etapa" ( p.53), para González F. , (1987), "la
    motivación por la profesión y el desarrollo de
    intenciones profesionales cuya maduración debe ir a la par
    del desarrollo progresivo del alumno en el decursar de la carrera
    no puede verse desligado o como algo independiente de la labor
    diaria de cada profesor en las actividades del proceso
    docente-educativo" (p.20). Esto es algo muy importante ya que
    muchos docentes al escuchar las palabras: "motivación
    profesional", las asocian con actividades específicas para
    lograr motivar al estudiante por su futura profesión, sin
    pensar que esto es parte indisoluble de su labor diaria como
    profesor.

    Por tanto, abordar
    la motivación profesional se hace imprescindible cuando se
    quiere analizar el comportamiento
    del proceso docente-educativo en cualquier etapa de su
    desarrollo.

    Lograr la
    motivación en el estudiante no es algo que se alcanza
    fácil y espontáneamente.

    El profesor debe
    conseguir, como resultado del proceso de
    enseñanza-aprendizaje en el estudiante, un desarrollo
    integral de su personalidad. El hecho de que este proceso de
    instrucción esté regido por metas que definen hasta
    dónde ha de llevarse al estudiante, hace que éste
    se sienta motivado puesto que toda conducta
    orientada hacia un objetivo se convierte en algo motivante,
    más aún si ese objetivo contribuye a la
    culminación de estudios universitarios, entonces, esa meta
    u objetivo, fijada en el ámbito de la sociedad, que
    está interesada, a su vez, en la formación integral
    de sus individuos para garantizar un servicio, se
    hace también una meta u objetivo del alumno. (Soler E. et
    al., 1992). Lograr que esto ocurra es responsabilidad de la institución y en
    última instancia de los profesores que la
    representan

    Muchos profesores
    piensan que con organizar adecuadamente los objetivos del
    ámbito instructivo es suficiente para lograr un proceso de
    aprendizaje exitoso, y no valoran en su justa dimensión
    todas las acciones,
    derivadas de
    objetivos conscientemente planificados que, en el ámbito
    psicológico, contribuyan a motivar al
    estudiante.

    Motivar al
    estudiante es algo que aporta mucho al aprendizaje pero resulta
    un proceso complejo, la información que llega del exterior a los
    alumnos no se registra de igual manera en todos, la forma en que
    esta información se procesa depende de diversos factores
    externos e internos: reflejos, impulsos, percepciones, metas,
    interacción alumno-profesor,
    estímulos, etc. Un buen desarrollo del proceso de
    enseñanza-aprendizaje es aquel que contribuye a disponer
    emocionalmente al que aprende para que pueda procesar la
    información con la mejor actitud y
    persistir en la tarea, además de reducir o suprimir en
    este la ansiedad y los sentimientos de incompetencia que pueden
    afectar de manera no deseada al mismo. (Soler E. et al.,
    1992).

    De todo ello
    podemos resumir entonces que son muchos los factores relacionados
    con la motivación. Influirán en ella no sólo
    la forma en que se organizan y cumplen los objetivos de
    cognición sino también la forma en que se organicen
    y cumplan los objetivos para el ámbito afectivo del
    estudiante, estos últimos con un fuerte componente
    psicológico. Una vez que se ha logrado motivar al alumno,
    en él se ha creado un clima adecuado
    para el trabajo intelectual, facilitando actitudes
    favorables ante el proceso de aprendizaje.

    Aguilar, J.;
    Collado, J. M. y Armenteros, M. (1984), ahondan también en
    el aspecto psicológico de la motivación como "una
    tendencia consciente que surge para dar satisfacción a una
    necesidad e impulsar al sujeto hacia un objetivo. Por lo tanto,
    para que la motivación determine una conducta orientada
    hacia una meta concreta, es preciso que la misma sea asimilada
    por el sujeto y provoque en este cualidades de urgencia y
    tendencia a la consecución de un objetivo"

    (p. 3). Esto
    llevado al campo de la Pedagogía, permite explicar la
    motivación como la creación en los alumnos de
    necesidades que los impulsan hacia un objetivo. Al ser el aprendizaje un
    proceso activo en el cual es imprescindible que cada parte juegue
    su rol, la actividad de dirección del profesor y la de aprendizaje
    del alumno están relacionadas íntimamente en una
    unidad dialéctica, la unidad enseñanza-aprendizaje,
    sin la cual resulta vano cualquier esfuerzo del
    educador.

    Continúan
    diciendo Aguilar, Collado y Armenteros (1984) "La
    motivación de un alumno hacia una acción de
    aprendizaje es, por una parte, producir una contradicción
    interna en el mismo, entre el nivel de saber alcanzado y las
    necesidades objetivas que aparecen como demandas mayores que no
    se cumplen primeramente, y por otra, despertar el deseo de
    resolver esta contradicción mediante la asimilación
    de nuevos conocimientos y habilidades y el desarrollo de las
    capacidades" (p. 3).

    Ahora,
    ¿cómo logramos que se cree en los alumnos esa
    contradicción?

    Según
    López, I. M. (1984) esta no es posible crearla si no se
    toma en consideración la interacción
    dialéctica que se da entre los sentimientos (lo
    emocional), y los conocimientos (lo racional). Así lo
    expresa: "Todo lo que el individuo
    asimila consciente y activamente es producto de lo
    realizado y adquirido de forma agradable, amena, e intensa. Debe
    partirse ante todo de lo que se quiere formar y como va a
    hacerse, tener en cuenta la condición del hombre con quien
    se trabaja, y el especialista que necesita la sociedad"
    (p.163).

    No es posible
    lograr que un estudiante aprenda algo nuevo si
    anímicamente no está preparado para recibirlo y si
    no siente la necesidad de hacerlo. Sólo un fuerte
    sentimiento de motivación hacia lo que se ha aprendido y
    una buena expectativa por lo que no se conoce, puede crear esa
    contradicción que una vez resuelta dará paso a
    otra, que a su vez se resolverá y será un nuevo
    punto de partida y así continuamente se irá
    desarrollando el intelecto del estudiante y de una manera
    ascendente se fomentarán sólidas intenciones
    profesionales, las cuales representan el nivel superior dentro de
    todo el conjunto de motivos relacionados con la
    vinculación del joven a la profesión.

    Partes: 1, 2

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