El Registro Civil en
Latinoamérica ha sido con raras excepciones
la cenicienta de las instituciones
públicas, baja remuneración, nombramiento por la
vía política, escasa
actualización y entrenamiento del
Proceso
Registral, a los funcionarios encargados del Registro Civil,
estos aspectos han debilitado la consolidación del proceso
registral en la mayoría de los países en América
Latina, instituciones que rectoran el Registro Civil
consolidados plenamente en nuestra área son:
1)
Chile
2)
Argentina
3) Costa
Rica
Estas
instituciones tienen más de un siglo o por lo menos 25
años de tener consolidados sus procesos
institucionales debidamente consolidados y con una alta de
credibilidad de los servicios que
proporciona a los usuarios del Registro Civil.
La inestabilidad
laboral y baja
formación profesional y la escasa actualización y
formación profesional, han contribuido a la existencia de
un Registro Civil ineficiente y sin lograr una cobertura integral
de los servicios del Registro Civil.
Otro factor
negativo lo constituyen los bajos salarios y en
otros países los cobros de servicios que se convierten en
una especie de remuneración indirecta
La experiencia
Registral Hondureña en este aspecto ha tenido su lado
positivo y negativo
La ingerencia
política en la designación de los encargados del
Registro Civil, data de más de 123 años
prácticamente desde la
organización del Registro Civil, en el gobierno
reformista liberal del Doctor Marco Aurelio Soto en
1880
La etapa de
la
administración del Registro Civil por parte de las
Corporaciones Municipales llega a su fin con la emisión de
la nueva Ley del Registro
Civil en Honduras en 1982, mediante la cual se crea el Registro
Nacional de las Personas (RNP), organismo centralizado encargado
de la administración de los Registros Civiles
Municipales, a partir del 2 de enero del 1984, inició su
fase operativa El Registro Nacional de las Personas
(RNP)
En su fase inicial
no privaban criterios políticos sectarios de manera
abierta o fijada mediante la que posteriormente se volvió
una costumbre inventada como lo es la negociación política para los cargos
del Registro Nacional de las Personas, al año y medio de
vida institucional se inicia el proceso negativo de la distribución de los cargos del Registro
Civil por porcentaje correspondiente a cada uno de los partidos
legalmente constituidos y en mayor porcentaje los pautados
políticos tradicionales tomando en cuenta los resultados
de las elecciones generales, esta situación de
inestabilidad laboral se consolido al ser sujeta la recién
emitida Ley del Registro Nacional de las Personas para lograr
estos propósitos desde la designación del Director
y Sub-Director y Jefes de la División del Registro Civil y
Electoral, con urgencia de un año en los cargos descritos
anteriormente y que se hacia extensivo a todo el personal de las
oficinas centrales y de los Registros Civiles Municipales y el
personal auxiliar, la ingerencia política debilita la
consolidación institucional del Registro Civil
Hondureño, ya que para ingresar en aquel momento a la
institución del Registro Civil no existían procesos
rigurosos de capacitación en el área registral
para poder optar a
un cargo, ningún requerimiento sobre la formación
profesional de los que laboran en esta
institución.
Sobre esta
situación en el Registro Civil Hondureño se pudo
corroborar que las autoridades bajo el nuevo proceso registral
que inicio a partir de 1984 no se exigían con todo el
rigor la presentación de documentos
relativos al nivel académico de quienes pretendían
laborar en el Registro Civil, siendo en la mayoría de los
casos los registradores civiles y personal auxiliar egresados a
penas de la Escuela Primaria,
durante el proceso se detectaron situaciones graves como el
nombramiento de un Registrador Civil Municipal en el Municipio de
Nacaome, Departamento de Valle que solo podía estampar su
rubrica o firma, pero no sabia leer ni escribir y que una vez en
posesión del cargo se limitaba única y
exclusivamente a certificar sin saber sobre su contenido y que
fue descubierto cuando una Comisión supervisora del
Registro Civil constato este hecho.
Otro aspecto
funesto fue la designación de estos cargos de personas que
no recibían ninguna capacitación para capacitarlos
en el ámbito registral y de identificación, estas
acciones
administrativas han correspondido por acuerdos a los partidos
políticos legalmente constituidos.
Pero que en muchos
casos la designación en estos cargos solo corresponde por
el fin electoral y no el proceso integral de la función
registral.
La
designación de los cargos corresponde mas a cubrir
necesidades personales y no los requerimientos institucionales y
que lleven los perfiles para el puesto que desempeñaran,
este factor ha desnaturalizado los procesos regístrales,
ya que al no existir ningún criterio profesional de los
que desempeñaron estos cargos y si a esto le agregamos el
poco interés
sobre su trabajo y por
ende bajo o escaso espíritu de trabajo.
Cada
período electoral genera cambio del
personal en América
Latina, lo que ha contribuido a un Registro Civil Latinoamericano
debilitado a lo largo de mas de un siglo.
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