INTRODUCCIÓN
Don Manuel Mora, fue arrendatario
de campos en el entonces Territorio Nacional del Neuquén;
un individuo que
llegó a ser poderoso e influyente. Mucha gente lo
consideró dueño real de las tierras que explotaba,
versión que sigue propagándose. Pasó a
la memoria
popular como el "estanciero Mora", el personaje siniestro y
violento vinculado a la historia de la Beata Laura
Vicuña, como un hombre de mala
reputación capaz de cometer toda clase de
maldades. En el presente trabajo se
pretende dar una visión real y objetiva de tan
controvertido personaje del pasado rural argentino.Nota
aclaratoria:
En el año 1990
apareció un interesante volumen escrito
por el investigador salesiano padre Ciro Brugna llamado
Aportes para el
conocimiento de Laura Vicuña. Ese libro ha sido
fuente principal para el desarrollo de
la monografía y es altamente recomendable por
la cantidad de datos y documentación que aporta.
LOS PUESTOS DE MORA
Hijo de Ángel Mora,
español
y de Andrea Laborda, argentina, Manuel Mora nació
posiblemente en Bahía Blanca en el año 1860. Era el
mayor de seis hermanos: Manuel, Ángel, Lorenzo, Cecilia,
Andrea y Dolores. Sabemos que la familia
vivió no solamente en Bahía Blanca sino
también en General Roca hasta que llegado el momento los
hermanos, ya grandes, decidieron probar suerte en el entonces
territorio nacional del Neuquen. Debe haber mostrado Manuel ya
desde entonces condiciones de liderazgo
porque fue quien guió al resto en el aventurero y nada
sencillo viaje.Una vez allí Mora se convirtió en un
arrendatario y al contrario de lo que se vino sosteniendo por
mucho tiempo (y se
sigue insistiendo en ello) jamás fue propietario de las
tierras que controlaba. El verdadero dueño de "las tierras
de Mora" tenía nombre y apellido: José Pietranera
siendo Manuel el simple arrendatario de sus terrenos.No sabemos
con claridad que relación tenía con sus hermanos,
tal vez no haya seguido tratando a Lorenzo y con Ángel
trabajó al menos un tiempo en sociedad
aunque terminaron separándose.Los terrenos que
arrendó Mora estaban ubicados al norte del departamento
Lácar. Allí fue donde instaló sus dominios
bajo la forma de puestos. Recordemos que el puesto es un lugar de
trabajo donde se halla la casa de quien cuida ese sector del
campo y en ocasiones puede ocurrir que se instalen otras
viviendas menores para los empleados.
En el poema de Molina Massey "El
potrero" encontramos una mención a los
puesteros
…Sobre el poste de
quebracho que afirmó la rinconada,suspendida una
lechuza, casi inmóvil, aletea; y a lo lejos, retozando
con la chúcara yeguada,un salvaje potro joven locamente
corcovea.Suena el aire al golpe
recio de las alas silbadorasse una banda de
cigüeñas, junto al rancho del puestero;y se pierde
sobre el ruido de las
ráfagas sonoras
que se encrespan en las
crines de las yeguas del potrero.
Para levantar los puestos Mora
debía ocuparse de levantar ranchos, espacios para la
cría de animales,
encargarse de propiciar las condiciones adecuadas de su alimentación,
facilitar los cultivos posibles (ej: alfalfa), plantar
álamos para "cortar el viento" y poder cultivar
(hoy en día cuando por allí vemos álamos es
señal de que hubo o hay un puesto).Mora instaló
pulperías y dada la extensión de sus tierras
terminó controlando el comercio de la
zona.Los "puestos de Mora" tomaron el nombre de los ríos
que se hallaban en sus cercanías: Quilquihué,
Caleufú, Luicurá, Cerro Negro, La pantanosa,
Ranquiloa.
Puestos de Mora.
Publicado en el trabajo del
padre Brugna
Debe quedar claro que Mora no era
ni estanciero ni propietario, aunque así la gente lo
llegó a creer por el especial y ostentoso estilo de vida
que tuvo. Tan arraigada está esta creencia que hasta el
día de doy se sigue sosteniendo erróneamente. En
cambio su
principal vecino sí lo era, el Mayor Mariano Fosbery era
el dueño real de las tierras que ocupaba. Ambos hacendados
debían conocerse bien, en sus terrenos no había
alambrados.Con tantos puestos a cargo es lógico que "el
estanciero" Mora tuviera su residencia en uno de ellos:
Caleufú. Se ha dicho que vivía en el
Quilquihué pero no es exacto porque en ese puesto
había una persona a cargo
en forma permanente: Alfredo Laurent. Garcias a la eximia
investigación del padre Brugna conocemos
detalles de la población del puesto de Quilquihué
que cuidaba Laurent en nombre de Mora en el año
1901.
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