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Líneas de investigación bajo el enfoque holístico (página 2)




Enviado por NINOSKA CABRERA



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

En cuanto a las políticas
investigativas del Instituto Universitario de Tecnología Antonio
José de Sucre" (IUTAJS), la Dirección Nacional de Planificación y Desarrollo
(1996), formula lo siguiente:

  1. Entrenamiento básico en investigación para los
    estudiantes.
  2. Eficiencia en el uso de recursos
    sobre investigación.
  3. Investigación Institucional.
  4. Investigación sobre aspectos nacionales y
    regionales.
  5. Institucionalización de las actividades de
    investigación.
  6. Interrelación con la comunidad.
  7. Coordinación e integración de las actividades de
    investigación (p. 17).

Lo anterior aporta una visión normativa general
del IUTAJS sobre la investigación, la cual se encuentra
orientada a proveer respuestas y soluciones a
las necesidades de desarrollo colectivo, expresadas en el
Reglamento de los Institutos y Colegios Universitarios (1974)
cuyas disposiciones generales se orientan a establecer que estas
instituciones
de educación
superior están destinadas a promover la investigación científica y
tecnológica en aras del desarrollo regional y
local.

Más adelante bajo disposición de la
Dirección Nacional de Planificación y Desarrollo de
los Institutos Universitarios de Tecnología "Antonio
José de Sucre" (2001), se suministra un cuestionario
para recabar información sobre áreas,
líneas y proyectos de
investigación correspondiente a las especialidades que
se imparten en este complejo educativo nacional, dirigido a jefes
de departamento, instrumento que fue utilizado para generar un
documento contentivo de las áreas prioritarias de conocimiento,
tentativas de líneas y proyectos
investigativos.

Sin embargo, en el referido instrumento no se toma en
consideración a los docentes,
estudiantes, ni a los actores locales, el mismo carece de una
explicación sustancial que permita a la comunidad
académica conocer la importancia y finalidad de recabar
información sobre áreas, líneas y proyectos
de investigación, es oportuno señalar que no se
informó a las extensiones los resultados
obtenidos.

Posteriormente, se consignó a las extensiones un
compendio titulado: Líneas de investigación de los
Institutos Universitarios de Tecnología "Antonio
José de Sucre" (2002), el cual al ser discutido por los
directivos y docentes del IUTAJS, Extensión Barquisimeto,
concluyeron que no se adaptaba ni al diseño
curricular actual, ni a las demandas de los actores locales. Sin
embargo, en esta oportunidad tampoco fueron generadas formalmente
las correcciones y ajustes a dicho compendio, ni se establecieron
estrategias para
iniciar el desarrollo de trabajos especiales de grado por los
futuros egresados.

Es bajo la instrucción del Ministerio de
Educación Superior y la Dirección Académica
Nacional del Complejo Educativo "Antonio José de Sucre",
cuando se exige la incorporación de la elaboración
del trabajo
especial de grado como requisito final para el egresado,
dejándose a discrecionalidad de la institución, el
enfoque metodológico y los procedimientos
implícitos para el cumplimiento de esta tarea, tales como
reglamentos, manual de
normas y
líneas de investigación que orientaran la acción
investigativa.

En atención a esta situación, la
subdirectora académica del IUTAJS Extensión
Barquisimeto, señala que:

En los 16 años que tiene el IUTAJS en
Barquisimeto, no se había planteado la necesidad de
contar con una estructura
orientada a organizar y gerenciar el
conocimiento desde una perspectiva formal, de hecho el
último requisito de nuestros egresados estaba pautado
por las pasantías profesionales y la entrega del
respectivo informe, por
lo tanto no se contemplaba el desarrollo de investigaciones
como el trabajo especial de grado, o de otra índole
institucional y se recibían de Caracas las directrices
sobre los temas investigativos que podían desarrollar
los estudiantes, sin contextualizar la realidad regional y
local. (Paradas, entrevista
personal, Enero
15, 2004).

Sobre la base de las consideraciones anteriores, se
puede inferir que la referida institución carece de un
sistema
organizativo o arquitectura del
conocimiento, capaz de garantizar el desarrollo de
investigaciones que permita de responder a las necesidades y
particularidades del entorno, además de la
vinculación que debe existir entre la investigación
con las demás funciones
académicas. Según Entralgo (2005), es así
como cuando surge la necesidad de generar líneas de
investigación, que permitieran direccionar los proyectos
investigativos de los estudiantes y docentes, así como los
trabajos especiales de grado, con la finalidad de contribuir al
desarrollo local y regional.

Es así como el IUTAJS, Extensión
Barquisimeto, desde enero del 2005 asume la responsabilidad de propiciar un sistema para la
gestión
de conocimientos, orientado a dar respuesta a los problemas y
necesidades de su entorno local, regional, nacional o
internacional, requiriéndose la formulación de
líneas de investigación desde una perspectiva
participativa, es decir, conjunta e interdisciplinaria,
dialógica y con proyección universal, sin olvidar
situaciones particulares vinculadas especialmente al desarrollo
industrial y tecnológico.

Lo anterior podría evidenciar la necesidad de una
estructura organizativa para la gestión de conocimientos,
capaz de integrar la participación de directivos, alumnos,
docentes, representantes del sector productivo y representantes
de los entes gubernamentales, vinculados a la actividad
científica y tecnológica de la región. Sobre
la base de esta consideración se plantea la posibilidad de
diseñar líneas de investigación bajo el
enfoque holístico que permita la vinculación de los
trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en el
IUTAJS, Extensión Barquisimeto, con la finalidad de
fomentar en el IUTAJS la producción de conocimientos adecuados y
pertinentes, que logren responder a las necesidades sociales y a
la misión de
los tecnológicos en el país, atendiendo a las
exigencias del Ministerio de Educación
Superior, en cuanto a la importancia de incorporar la
función
académica de investigación en cualquier grado o
nivel educativo, orientada hacia el mejoramiento del quehacer
humano en general.

En virtud de estas consideraciones, se presentan las
siguientes interrogantes: ¿existe la necesidad
institucional de diagnosticar la pertinencia de una propuesta
para la formulación de líneas de
investigación que permita vincular los trabajos de grado
con las necesidades del sector productivo?, ¿será
necesario para la institución, según el diagnóstico realizado, asumir el
diseño de una propuesta para la formulación de
líneas de investigación que permita vincular los
trabajos de grado con las necesidades del sector productivo?,
igualmente, ¿será pertinente validar la propuesta
desde la perspectiva de los actores académicos y del
entorno local?.

Estas interrogantes constituyen el punto de partida de
la presente investigación, para orientar tanto la descripción de una realidad, como para
responder a la misma, focalizada en el escenario del IUTAJS, para
lo cual se presentan a continuación los siguientes
objetivos
investigativos.

OBJETIVOS DEL ESTUDIO

Diagnosticar la necesidad de formular líneas de
investigación bajo el enfoque holístico, para
vincular los trabajos de grado con las necesidades del sector
productivo en el IUTAJS, Extensión
Barquisimeto.

  • Diseñar una propuesta para la
    formulación de líneas investigación bajo
    el enfoque holístico.
  • Validar la propuesta para la formulación de
    líneas de investigación bajo el enfoque
    holístico, que permita la vinculación de los
    trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en
    el IUTAJS, Extensión Barquisimeto.
  1. JUSTIFICACIÓN

La investigación constituye un proceso de
creación intelectual eminentemente socializador, mediante
el cual se logran aportes que permiten conocer y transformar la
realidad en el campo de la ciencia, la
cultura, la
tecnología y la sociedad en
general; es por ello que la investigación se concibe como
una función universitaria necesaria y socializadora, capaz
de articular la acción institucional del proceso educativo
vinculada al entorno. A este respecto, la UNESCO (1998)
plantea la necesidad de crear y difundir el conocimiento al
servicio de la
comunidad y proyectarlo hacia las necesidades del sector
productivo, entre otros.

En el caso de la educación superior
venezolana el actual Ministerio de Educación Superior
(2001), trazó lineamientos claros y coherentes para el
desarrollo de la investigación en todos los
ámbitos, haciendo énfasis en el sistema de
educación superior, planteando la importancia de la
investigación como una contribución al desarrollo
político, cultural, económico y educativo, entre
otros, tanto en los ámbitos locales y regionales, basada
en la participación de los diversos actores sociales en el
estudio, comprensión y solución de problemas
propios de la realidad nacional.

Sobre este particular, Colmenares (2004) plantea la
necesidad de incorporar la práctica investigativa y
profesional en los sectores productivos, propiciando el
diseño y ejecución de proyectos de acción
mancomunada de la universidad y el
sector productivo, con la finalidad de apoyar los procesos de
innovación científica y
tecnológica; así como también la
difusión del conocimiento y la prestación de
servicios a
las instituciones que las demanden.

La importancia de la formulación de líneas
investigativas para la realización de investigaciones en
las instituciones de educación superior, se deriva de la
necesidad de establecer políticas institucionales que
funcionen como ejes ordenadores de la actividad de
investigación. Por ello, el primer paso institucional para
el desarrollo de proyectos investigativos, debe contemplar la
direccionalidad y organicidad de las áreas de conocimiento
y líneas prioritarias, donde se garantice la
generación de investigaciones que respondan a las
necesidades reales, tanto de la comunidad universitaria en
general, como de la sociedad, y que permita integrar las demandas
de cada uno de los actores implícitos de manera articulada
y coherente.

Por ello, para que la conformación de
líneas de investigación responda a los
señalamientos anteriores, Hurtado (2003) refiere la
necesidad de hacer consciente a los actores institucionales
(directivos, docentes tutores y estudiante investigador) de la
realidad social y laboral que les
compete, con la finalidad de orientar la investigación a
la solución de problemas prácticos y funcionales,
pero para ello es necesario que la institución logre una
verdadera participación del sector productivo. De
aquí se deriva la pertinencia de abordar el diseño
de líneas de investigación bajo el enfoque
Holístico, que permita vincular los trabajos especiales de
grado con las necesidades de sector productivo.

En consecuencia, las líneas de
investigación deben constituirse en ejes ordenadores que
faciliten la integración y continuidad de los esfuerzos de
personas, equipos e instituciones comprometidas con el desarrollo
del conocimiento en un campo específico. Así, la
línea de Investigación es un "macro-proyecto" que
reúne por analogía y síntesis
un conjunto de problemas en un área del conocimiento
humano; es un cuerpo de problemas que se ubican en un eje
temático común que demandan respuestas, obtenidas
mediante la investigación, según refiere
Padrón (1999).

En atención a los señalamientos realizados
y dada la necesidad del Instituto Universitario de
Tecnología "Antonio José de Sucre",
Extensión Barquisimeto, de generar un sistema para el
desarrollo de conocimientos prioritarios, vinculados al perfil
curricular de cada carrera y a las demandas del contexto social
en el cual se encuentra esta institución, el diseño
de líneas de investigación, coadyuvará al
cumplimiento del rol social de los institutos universitarios de
tecnología, lo que contribuirá para contribuir con
la ciencia y la
tecnología, el desarrollo local y el mejoramiento de la
calidad de
vida en la región.

Planteándose la alternativa de diseñar una
propuesta para la formulación de líneas de
investigación bajo el enfoque holístico, que
permita la vinculación de los trabajos de grado con las
necesidades del sector productivo en el IUTAJS, Extensión
Barquisimeto, como un sistema estratégico orientado hacia
la articulación de las necesidades y expectativas de los
actores locales en la generación de conocimientos, se
espera con ello beneficiar al desarrollo local y a la
resolución de problemas del entorno, derivado de la
función que corresponde a la gestión del
conocimiento como eje central en el desarrollo
social.

Finalmente, se propone a los sectores académicos
de las instituciones de educación, superior una propuesta
de gestión de conocimientos articulador de lo
académico, con lo científico, y lo social, sobre la
base de la incorporación de los actores del entorno y la
validación pública.

CAPÍTULO II

MARCO REFERENCIAL

Estudios Previos

A objeto de abordar la variable del estudio y sus
dimensiones implícitas, se expone a continuación
diversas investigaciones vinculadas al cuerpo teórico y
marco referencial de la investigación, con la finalidad de
orientar y profundizar en la temática
planteada.

Dillon (1998), en su Tesis Doctoral
titulada: "Programa de
Vinculación Universidad – Sector Productivo a partir
de la Investigación Cooperativa",
con la finalidad de diseñar una propuesta de
vinculación Universidad – Sector productivo a partir
de un programa denominado "Programa de Investigación
Cooperativa", con base en un plan de
negocios para apoyar al sector de la pequeña y mediana
industria
metalmecánica, específicamente del Estado Lara,
derivado de la necesidad de desarrollar investigaciones bajo
criterios de pertinencia, calidad y aplicabilidad.

Este programa se sustentó en una
investigación previa de carácter descriptivo, cuyo análisis de resultados se realizó a
partir de un modelo
teórico de Análisis de Discrepancias de Kaufman.
Este autor concluye que el progreso de la ciencia y la
tecnología sugieren establecer prioridades en las
funciones que cumple la universidad, en cuanto a la
formación de profesionales, así como el fomento y
apoyo a la investigación. Asimismo, concluye que existen
mecanismos que vinculan instituciones, que como el Estado, la
universidad y el sector industrial, buscan analizar logros y
resultados provenientes de la articulación de acciones que
puedan fortalecer el cumplimiento de objetivos
compartidos.

Schavino (1998), en su Tesis Doctoral
titulada: "Investigación Universitaria y Sector
Productivo: Un Modelo de Correspondencias", la
investigación se orientó hacia la construcción de un modelo de
correspondencia entre las demandas del sector productivo y las
capacidades de oferta de los
procesos de investigación universitaria. Este estudio se
desarrolló bajo un enfoque racionalista, en cuanto a su
método de
investigación así como lo concerniente a las bases
teóricas, y para la construcción del Modelo se
utilizó el método hipotético deductivo,
partiendo de la hipótesis del conocimiento como bien
tangible en términos de "mercancía", basado en la
teoría
económica de mercado, la
teoría de la
organización y la teoría de la
investigación.

Las consideraciones finales de este estudio
se orientan a resaltar la necesidad urgente e inaplazable de
redefinir la concepción de la Universidad, con especial
énfasis en la investigación universitaria, en
atención a las nuevas demandas del sector productivo y de
las nuevas plataformas tecnológicas y económicas.
Proponiéndose en este sentido, la consolidación de
las universidades como verdaderas instituciones
científico-tecnológicas proveedoras de
conocimientos útiles, aplicables, pertinentes y
transferibles en la toma de
decisiones y gestiones que dinamicen la economía del
país.

Velázquez (1999) en su trabajo de grado titulado
"Posibilidades de Vinculación entre la Educación
universitaria y el Sector Productivo Turístico derivado de
la Investigación", desarrollado bajo el paradigma
cuantitativo como una investigación
de campo descriptiva con propuesta, a fin de determinar las
condiciones que pueden permitir desarrollar un sistema de
vinculación desde el aula con el campo turístico,
partiendo de las actividades investigativas académicamente
definidas en la Escuela de
Turismo de la
Universidad Autónoma Baja California.

La información recabada
permitió determinar como factores que limitan la
vinculación universidad-entorno, la escasa actividad
investigativa en el aula, además de la ausencia de ejes
temáticos o líneas de investigación, que
contextualicen la realidad del sector turístico en
Tijuana, lo cual trae como consecuencia la baja productividad de
investigaciones que se orienten a satisfacer las demandas reales
y una profunda brecha entre el diseño curricular y la
practica laboral.

Como resultado de este estudio se formuló un
modelo de vinculación universidad-entorno-sector
productivo turístico, para concertar una agenda de
problemas, necesidades y potencialidades turísticas, a fin
de facilitar la selección
de problemas de Investigación, mediante el diseño
de líneas investigativas, para orientar y fomentar la
producción de trabajos de grado que contextualicen la
realidad, contribuyendo a que el sector productivo
turístico logre alcanzar mayores niveles de
productividad.

Suárez (2002) en su tesis doctoral titulada "La
Participación en Líneas de Investigación
como Estrategia en la
Formación de Investigadores", presentada en la Universidad
Nacional Experimental Simón Rodríguez, y
desarrollada como una investigación de campo, de
carácter descriptivo con el método de
investigación-acción, plantea la necesidad de
renovar la formación del Investigador dentro del proceso
curricular e instruccional, participando activamente en
actividades orientadas al diseño líneas de
investigación conjuntamente con investigadores activos.

El autor concluye que la investigación no es en
sí misma iluminismo personal, ni trabajo
socio-comunitario, o expresión de la conciencia
individual, sino un proceso socializado, sistematizado y
orientado a la producción de conocimientos y
tecnologías socialmente relevantes; por lo tanto se
recomienda una participación más activa de los
investigadores en el diseño y formulación de
líneas de investigación, enfatizando las nociones
de aprender viendo y aprender haciendo, e incorporarse al
currículo mediante estrategias
participativas mucho más dinámicas que la simple
elaboración de un proyecto en un aula de
clases.

Seguidamente, Núñez (2002), en su estudio
doctoral titulado "Los Procesos de Investigación como
Procesos Organizacionales" presentada en la Universidad Nacional
Experimental Simón Rodríguez, desarrollada bajo el
paradigma cualitativo, enmarcado en una base epistemología racionalista crítica
y con un esquema metodológico de tipo inductivo-deductivo,
que asume el conocimiento a partir de teorías
y procesos de razonamiento e argumentación, basado en las
reglas de lógica,
y no a partir de mediciones u observaciones de casos
particulares, ni de experiencias directas en escenarios
típicos.

Los resultados de este estudio se orientaron a destacar
el rol determinante de los factores organizacionales en los que
interviene la formulación de líneas de
investigación, como proceso de aplicación esencial
e indispensable para la investigación universitaria, que
representa el subsistema estratégico organizativo,
articulador de los esfuerzos y acciones orientados a la
producción de conocimientos en el ámbito
universitario y desde la universidad para el
colectivo.

Gómez (2002), en su Tesis Doctoral "La
Investigación en los Institutos Universitarios de
Tecnología de la Región Centro Occidental de
Venezuela,
Características, Productividad y Pertinencia",
desarrollada como una investigación de campo con un
diseño integrado de tipo transeccional descriptivo,
interpretativo y etnográfico. Evidencia que en estos
institutos si se realizan investigaciones, pero en la realidad no
cumplen con una función social, existiendo diversos
factores determinantes en la baja pertinencia social de las
mismas, tales como la débil actividad organizativa en
cuanto a la conformación de líneas investigativas
para orientar el proceso en el contexto real de las necesidades
del entorno.

En atención a la caracterización de la
investigación en estos Institutos Universitarios de
Tecnología; se concluye que se requiere de una estructura
organizacional más operativa y menos
burocrática, capaz de generar investigaciones
multidisciplinarias que respondan a las necesidades del entorno,
así como también un sistema de reconocimiento
nacional a fin de enfrentar el bajo nivel de productividad
investigativa de los docentes.

Álvarez (2003), en su tesis doctoral titulada
"Modelo Holístico Transversal para la Gestión del
Conocimiento en Educación Superior, orientado hacia el
desarrollo regional en la Universidad Central del Perú",
expresa la necesidad de contar con un modelo teórico para
el abordaje del conocimiento en espacios regionales, teniendo en
consideración sus dimensiones en el presente y el futuro,
que desde la perspectiva del enfoque holístico constituye
una propuesta integradora que permite la unión
sintagmática de diversos paradigmas de
investigación, a fin de propiciar una mejor
comprensión de los procesos formales destinados a obtener
conocimiento, como también a potenciar actitudes y
aptitudes profesionales inspiradas en los principios del
holismo.

Colmenares (2004), en su tesis doctoral titulada:
Construcción Teórica de la Vinculación
Universidad Sector Productivo, Modelo Curricular bajo el Enfoque
Transversal para la UCLA, desarrollado bajo el enfoque
epistemológico empírico–inductivo, así
como también de sistemas de
razonamiento en función de conjeturas o suposiciones
teóricas correspondientes al enfoque
racionalista-deductivo, con la finalidad de analizar la realidad
en estudio, bajo el Modelo de Variabilidad de las Investigaciones
Educativas (VIE) propuesto por Padrón (ob.cit).

Los hallazgos correspondientes a la fase descriptiva de
este estudio evidenciaron el divorcio entre
el diseño curricular, las actividades de
investigación y extensión, situación que
compromete seriamente la inserción laboral en los
egresados de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado"
(UCLA). En este contexto, la propuesta de vinculación
universidad-sector productivo proyecta la configuración de
una conducta
más dinámica y aprovechable en los estudiantes
y egresados de la UCLA, en el sentido de potenciar en ellos
acciones que les faciliten su incorporación a
emprendimientos productivos, que potencialmente constituyen
posibles soluciones al problema del desempleo.

Esta investigación, permite evidenciar el rol de
la universidad como ente dinamizador del cambio y del
desarrollo socio-educativo en su entorno, dimensiones que se
vinculan necesariamente con el desarrollo de la actividad
investigativa, currículo y extensión, articulada
con el sector productivo.

Di Giacomo (2005), en su trabajo especial de grado
titulado "La Gestión del Conocimiento como Estrategia de
Capital Humano
Generadora de Valor para
Fortalecer las Organizaciones
Venezolanas", desarrollado como una investigación de campo
de carácter descriptivo con propuesta, mediante la
aplicación de un cuestionario tipo escala de likert
dirigido al personal administrativo y a los cuadros gerenciales,
se pudo determinar la actitud,
aptitud e iniciativas del recurso humano hacia la
optimización de los procesos y la prestación de
bienes y
servicios, así como la gestión del conocimiento
organizacional.

Este estudio parte de la importancia de la
gestión de activos de conocimientos para el
fortalecimiento de las organizaciones y del rol del capital humano
en la transformación del entorno, derivado de los sentido
de pertinencia y pertenencia, relacionado al compromiso con el
entorno y la
motivación al logro. Concluyéndose que
están dadas las condiciones para implementar la propuesta,
cuya orientación se basa en el enfoque participativo, la
integración sector productivo y universidad derivada de la
actividad investigativa, en el proceso de captura de
información válida y pertinente sobre el entorno,
así como en la producción, gestión,
transferencia y difusión de conocimientos, impulsadores
del desarrollo
económico.

En atención a los trabajos presentados, se
evidencia la función social de la investigación en
las instituciones de educación superior y la necesidad de
contar con una estructura organizacional sólida, a fin de
que corresponda a las demandas sociales, bajo criterios de
pertinencia social y eficiencia. Es
así como la formulación de líneas de
investigación debe ser coherentes a diversos acuerdos y
propuestas en torno a la
definición operacional de las mismas, y con su
funcionamiento práctico en relación con el
desarrollo de importantes activos de conocimiento como los
trabajos especiales de grado vinculados a las necesidades del
sector productivo, a fin de dar cumplimiento con las funciones
universitarias.

Marco Conceptual

Conocimiento

El término conocimiento implica entendimiento,
sabiduría, ciencia y en atención a esto, ha sido
considerado por importantes filósofos, entre ellos Aristóteles y Platón,
como algo abstracto derivado de la experiencia y que se adquiere
ya sea por vía directa, con la abstracción de los
rasgos que definen a una especie, o de forma indirecta,
deduciendo nuevos datos de aquellos
ya sabidos, de acuerdo con las reglas de la lógica y la
observación cuidadosa.

Sabino, citado por Fernández (2000), lo
caracteriza como:

El conocimiento es siempre conocimiento para alguien,
pensado por alguien, en la conciencia de alguien; de la misma
manera se puede decir que el conocimiento es siempre
conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente
abstracto ideal como un número o una proposición
lógica de un fenómeno material o aún de la
misma conciencia (p. 22).

En efecto, independientemente de la naturaleza
gnoseológica del conocimiento y del enfoque teórico
práctico en el cual se desarrolle, este adquiere valor en
atención a la proposición lógica, y a la
utilidad que
pueda tener o bien para un solo individuo,
para un grupo reducido
o para un colectivo en general.

Sobre la base de estas consideraciones, Martínez
(1999) plantea además de la relación evolutiva y
holística del individuo-conocimiento-sociedad-ciencia, el
desafío de la postmodernidad
de asumir el conocimiento como una realidad emergente que es
verdadero y auténtico, toda vez que sea resultado de la
interacción de la razón y la
experiencia.

Guédez (2003) a su vez, plantea que lo esencial
del conocimiento radica en la capacidad dinámica e
inagotable del mismo, al señalar que "…mientras
más se conoce, más se amplían las exigencias
de lo desconocido y las demandas de lo misterioso" (p.28). Sobre
este particular, plantea este autor que el conocimiento es un
recurso que permite alcanzar determinados logros, derivados de
activos de conocimientos tangibles como son las investigaciones
proyectadas a la solución de problemas, avances
científicos, tecnológicos y sociales.

En atención a lo anterior, el conocimiento puede
ser considerado como un "bien consumo"
(Guédez, ob. Cit), que debe ser producido, renovado y
orientado a un fin, cuyos alcances sean dirigidos hacia el
descubrimiento, la invención, la innovación y
mejora constante de lo que rodea al individuo. El conocimiento
requiere además, de una amplia diseminación y de la
consolidación de su uso efectivo, pues desde épocas
remotas el hombre como
ser social siempre ha estado tras la búsqueda y
generación de nuevos conocimientos, que de alguna manera
incidan en su calidad de
vida, siendo necesario articular y organizar los
conocimientos reconociendo los problemas del mundo, de manera que
se logre transmitir, construir y adquirir un conocimiento
pertinente y significativo a la realidad humana.

Por lo tanto, para que los conocimientos sean
pertinentes, de acuerdo con Morín (2002), se debe contar
necesariamente con los siguientes aspectos, que se sintetizan a
continuación:

  • Una clara noción del contexto social, pues
    la información o elementos aislados son insuficientes
    para producir conocimiento, el mismo solo puede originarse
    dentro de un ámbito o un contexto para que adquiera
    sentido.
  • Una clara noción del contexto global, donde
    la relación entre el todo y las partes vaya mas
    allá del contexto, porque implica la
    comprensión del conjunto tal como se relacionan e
    interactúan, es decir que permite una
    comprensión significativa.
  • Tener presente lo multidimensional, relacionado con
    el entendimiento de las dimensiones del
    conocimiento.
  • Una clara noción de la complejidad, que
    permita entender la complejidad entre las partes que
    están juntas y que son inseparables.

Desde la perspectiva del autor antes mencionado, las
instituciones de educación superior deben tener una clara
noción del contexto social, así como de los
escenarios en los cuales se pretende producir y generar
conocimientos, asimismo orientarse a promover un conocimiento
general que logre la comprensión del mundo.

Es así como la sociedad contemporánea le
ha otorgado a los sistemas educativos la responsabilidad
social de educar y en este contexto el papel asignado a las
universidades y a todo el sistema de educación en general
es sin duda producir conocimientos científicos socialmente
válidos, de calidad, pertinentes y aplicables, capaces de
generar soluciones creativas en las múltiples áreas
del quehacer social.

Esto conlleva a asumir una nueva dimensión frente
a la revolución
socio-científica, que es la de llevar el conocimiento a
todas las esferas de la sociedad, su actualización
permanente ante el vertiginoso avance del desarrollo social y su
aplicación como parte de una estrategia de desarrollo
nacional en los países latinoamericanos. "Esta realidad,
hace que las instituciones de educación superior requieran
cambios sustanciales en sus sistemas de investigación y
gestión tecnológica" (Tûnnermann 2002, p.
96), como estrategia para abordar el conocimiento.

En este mismo orden de ideas, la noción sociedad
del conocimiento planteada por Álvarez y Rodríguez
(2003), describe la finalidad del conocimiento derivada de la
práctica investigativa, como un proceso de
producción, difusión y uso del conocimiento para la
solución de diversos problemas
sociales, así como también el desarrollo
científico y tecnológico, desde un enfoque
cooperativo y articulador en pro de la
innovación.

Esta expresión permite destacar las tendencias
más recientes en las formas de producción
científica y organización social, que promueven el uso
de la información y el conocimiento en la toma de
decisiones, producción de bienes y servicios, así
como también la direccionalidad de los activos de
conocimiento hacia la satisfacción de las demandas
sociales, lo cual representa el reto de las instituciones de
educación superior en la actualidad.

Gerencia del
conocimiento

La gerencia del conocimiento en el ámbito
educativo es entendida como el desempeño para concebir y lograr los
resultados deseados en la organización del conocimiento,
con la finalidad de utilizar adecuadamente el talento humano y
los diversos recursos implícitos en la producción
intelectual, requerimiento fundamental para consolidar la
estructura interna en las instituciones de educación
superior.

Guédez (2003) asegura que en el ámbito
universitario la gerencia del conocimiento implica la necesidad
institucional de asumir un modelo que permita organizar la
actividad investigadora, con la adopción
de una clara filosofía de gestión, el diseño
de estrategias para su difusión y comprensión,
así como el establecimiento de normas mediante reglamentos
y manuales, con
la finalidad de lograr la conformación estratégica
de un sistema que posea políticas orientadas al fomento de
la investigación como proceso de generación,
validación, difusión, transferencia y
aplicación de conocimientos. Todo esto, con capacidad para
involucrar a los actores inherentes al proceso de gestión
de conocimientos (estudiantes, docentes, representantes del
sector productivo y entes gubernamentales), así como
también la definición de los roles de las
autoridades institucionales, la participación de los
docentes y de los estudiantes en términos de compromiso
con la función social de la
investigación.

La gestión del conocimiento o gerencia del
conocimiento, plantea la capacidad organizativa e institucional
de generar condiciones favorables en las cuales se realice la
actividad investigativa, a objeto de que el investigador se
sienta apoyado gerencialmente, para realizar investigaciones
orientadas a dar respuestas fehacientes a las demandas del
entorno local y nacional. Requiriéndose para ello la
conformación de un sólido andamiaje organizativo
capaz de viabilizar el desempeño de la gestión en
la investigación universitaria, para determinar el tipo de
investigación que ha de desarrollarse y así definir
el tipo de saber que ha de incorporarse a los trabajos de grado e
investigaciones institucionales como activos de
conocimientos.

Una estructura organizativa de este tipo, necesariamente
debe partir de un soporte legal y filosófico, que le
permita asumir también la direccionalidad de las
investigaciones y, sobre este particular determinar los diversos
enfoques filosóficos y visiones paradigmáticas, que
determinen los modelos
investigativos, métodos y
estrategias, para abordar el conocimiento desde un sentido
meramente práctico. Asimismo, que permita identificar las
áreas de conocimiento y líneas de
investigación, a objeto de desarrollar investigaciones
incorporadas al mercado de producción, bienes y servicios
(Yarzabal, 1999). Esto constituirá el enfoque
epistemológico de las estrategias gerenciales, orientadas
a generar las condiciones favorables para producir
investigaciones de calidad. Para ello se amerita una
sólida base epistemológica que permita aportar
lineamientos claros y coherentes a los investigadores, para que
la actividad investigativa constituya realmente un elemento
articulador en la vinculación de la universidad con el
entorno.

En virtud de los retos de la gerencia del conocimiento,
Castro (citado por Valdez, 2003) plantea:

  1. Desarrollar con otros entes sociales, una
    visión de futuro que contribuya a la elaboración
    de los proyectos de sociedad.
  2. Presentar la disposición a la reforma
    permanente de estructuras,
    programas y
    métodos de trabajo, así como los aspectos
    administrativos y financieros.
  3. Asumir la profesionalización, entendida como
    enseñanza profesional basada en la
    investigación, que contribuirá al desarrollo de
    una sociedad que tiende a ser dominada por la alta
    tecnología y la información.
  4. Conformar grupos de
    investigadores por área disciplinar, líneas o de
    investigación.
  5. Establecer vínculos con otras organizaciones
    sociales (empresas,
    organismos públicos y organizaciones no gubernamentales)
    como vía para la de obtención de beneficios
    recíprocos.
  6. Creación y vinculación permanente de
    conocimientos y sistemas referenciales a través del
    intercambio entre múltiples sujetos sociales, y en
    diversas ramas del saber.
  7. Crear, sostener y desarrollar sistemas de
    información y aprendizaje con
    otros entes nacionales e internacionales.

Estas ideas sintetizan los ejes fundamentales en los
cuales debe consolidarse la gestión de conocimientos en
las instituciones de educación superior, y que
necesariamente debe partir de la participación activa de
los sectores responsables en la producción de
conocimientos, como lo son las instituciones de educación
superior, los centros de desarrollo científico y
tecnológico, así como aquellos entes
gubernamentales vinculados a la investigación y el
desarrollo, quienes deben desempeñar un rol
protagónico en la elaboración de planes y proyectos
de desarrollo social, y en el establecimiento del vínculo
permanente que debe existir entre estas instituciones y el
entorno.

En este proceso de "gerenciar el conocimiento",
Guédez (2003) revela que se debe asumir el conocimiento
dentro de la dinámica organizacional, para crear,
impulsar, estimular e innovar las metas y objetivos trazados en
el contexto institucional, que a su vez determinan la eficiencia
de las decisiones y la pertinencia de las
evaluaciones.

Sobre este particular, Hurtado (2003) expresa la
existencia de diversos modelos para la gerencia del conocimiento
en las instituciones de educación superior, los cuales
necesariamente deben estar contextualizados con la misión,
visión y valores
institucionales, acordes al contexto histórico, legal y
cultural del país y a las competencias del
sistema de educación superior, siendo esto válido
en la medida en que se atiendan los requerimientos y
particularidades de cada institución universitaria,
mediante redes de
conocimiento, agendas, grupos de investigación, y
líneas de investigación.

En efecto, una estrategia para la gerencia del
conocimiento son las líneas de investigación,
diseñadas para organizar y coordinar la actividad
investigativa institucional, con lo cual se procura alcanzar la
excelencia académica y producir un impacto positivo en
entornos determinados, sirviendo como eje ordenador, orientador y
organizador de planes de acción, garantizando al
máximo la eficiencia en el logro de las metas previstas y
del desarrollo permanente.

En atención al carácter sistemático
de los procesos gerenciales, Valdez (2003) plantea los siguientes
momentos que deben producirse en las instituciones de
Educación Superior para la gestión de
conocimientos:

Momento 1 (Generación del conocimiento).
Se refiere a la generación de activos de conocimiento en
todas sus manifestaciones (conocimientos teóricos,
prácticos y procedimentales, debidamente sustentados) y
que debe atender criterios de demarcación
científica, para ser difundido en eventos
académicos y publicaciones de alcance regional, nacional e
internacional.

Momento 2 (Validación y pertinencia). Se
plantea la evaluación
a la que se someten los conocimientos para determinar su validez
científica y su pertinencia social.

Momento 3 (Difusión de Conocimientos). Es
la capacidad institucional de difundir la producción
intelectual, así como la creación de espacios de
encuentro, discusión y reflexión para compartir y
transferir los conocimientos, ante la búsqueda de nuevas
formas de comunicar hallazgos. En esta fase, se plantea la
capacidad institucional para la vinculación con los
demás actores del entorno.

Momento 4 (Transferencia del conocimiento). En
este momento, juega un rol determinante el desempeño del
departamento de extensión en todas sus dimensiones, ante
la capacidad de generar convenios interinstitucionales con el
sector productivo, comunidades organizadas y entes
gubernamentales para el abordaje y resolución de problemas
vitales para los diversos sectores de la sociedad. Abarca
actividades tales como: mesas de trabajo, asesoramiento y
consulta, cursos y talleres, proyectos, parques
tecnológicos, entre otros.

Los aspectos anteriores enuncian claramente un
patrón cíclico e interactivo, en el cual se recrean
diversos estadios que expresan la producción, validez y
aplicabilidad de los conocimientos que deben generarse en el
ámbito de la educación superior. La génesis
de este proceso la representa la actividad investigativa
desarrollada o bien de manera individual o por grupos, para luego
asumir su carácter institucional, atendiendo a
parámetros legales, mandatos y valores que determinan la
arquitectura del conocimiento en el ámbito
académico y apoyo a la investigación.

En este sentido, la gerencia del conocimiento en las
instituciones de educación superior estará
determinada por la capacidad institucional de coadyuvar
organizadamente con la producción y difusión de
conocimientos, capaces de responder al entorno y de contribuir
tanto con el estudio de la realidad local como con el desarrollo
local, regional y nacional, caracterizado por la
innovación y la competitividad.

  1. Función Social de la
    Investigación

La práctica de la investigación
científica implica un compromiso profundo con el bienestar
y el desarrollo de la sociedad. En tal sentido, Valdéz
(2003) señala la necesidad de crear y difundir el
conocimiento en función de servicio a la comunidad, en
apoyo al mundo del trabajo al crear nuevos productos para
el perfeccionamiento y modernización de procesos
productivos y gerenciales, la orientación de la vida en
democracia, el
respeto a la
cultura y la protección al medio
ambiente.

Esto plantea una concepción de la
investigación como una práctica comprometida con el
desarrollo integral de la vida humana, para potenciar el
desarrollo cultural, científico y tecnológico,
capaz de partir de la comprensión de los fenómenos
sociales cruciales, en la búsqueda de una justa y adecuada
solución a los problemas del entorno.

Cabe agregar, según Curvelo (2002), que la
investigación es un proceso de aprendizaje en el cual se
debe establecer la relación investigación y
universidad como conceptos indisolubles en el plano
institucional, constituyéndose en uno de los elementos
claves para solución de los problemas del país y
para el avance hacia las grandes transformaciones que reclama y
plantea la sociedad actual.

En consecuencia, la investigación debe constituir
en todo momento, un elemento de vinculación entre las
instituciones de educación superior con el sector
productivo e intercambiar recursos y potencialidades. Pues, en
términos operativos, las instituciones de educación
superior deben centrarse en dos funciones primordiales: en
primera instancia, la producción del conocimiento y en
segundo término su transferencia hacia el entorno social,
por lo que la institución debe establecer estrategias
debidamente planificadas que le conduzcan al término de
los objetivos.

Asimismo, Vivas (citado por Curvelo, 2002) plantea que
las instituciones de educación superior deben apuntar a
una activa relación docencia-investigación-extensión,
considerando como norte la Investigación pertinente y
aplicable al entorno, propiciadora de saberes para la
formación integral del humano. Sobre esta base, las
universidades tienen el compromiso de proporcionar los elementos
esenciales para que sus estudiantes y docentes produzcan
conocimientos relevantes para el entorno, y en este mismo orden
lograr la transferencia adecuada y pertinente de los
mismos.

De acuerdo con Bayley (citado por Royero, 2000), para
que el conocimiento sea pertinente las instituciones de
educación superior deben estar orientadas al cumplimiento
de los siguientes aspectos:

  • Vinculación academia sector productivo a
    través de la investigación.
  • Divulgación de los resultados.

Si bien, la investigación deberá estar
orientada por políticas claramente definidas, necesita
igualmente de un proceso educativo bajo una concepción
sistémica que debe necesariamente estar ligado no
sólo a sus actores directos (docentes-alumnos)
involucrados y comprometidos con él, sino que
además presente un cúmulo de requerimientos en
cuanto a la búsqueda de la homogeneidad del proceso y las
tendencias emanadas desde el entorno, es decir que se evidencie
realmente una visión holística enmarcada en la
flexibilidad de un currículo capaz de garantizar los
aprendizajes pertinentes a la realidad social.

En consecuencia, se requiere el desarrollo de una
infraestructura organizativa o arquitectura gerencial orientada
al diseño de líneas de investigación, que
permita a docentes y estudiantes reconocer, interpretar y
comprender la realidad, implícita en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, y que se traduzca en la
solución de problemas reales y concretos, para alcanzar la
transformación social que permita el verdadero desarrollo
del país. Para ello, es determinante la
participación de representantes del sector productivo en
la priorización de áreas y problemáticas
comunes al entorno.

Investigación y Sector
Productivo

Según lo plantea Colmenárez (2004), en el
contexto del subsistema de la educación superior, uno de
los elementos más importantes para la vinculación
con el sector productivo es la investigación, destacando
esta práctica como una opción favorable para
complementar la formación académica de los
estudiantes, con el fomento de una actitud emprendedora que
facilite la inserción del egresado en el mercado de
trabajo y su incorporación al contingente productivo de la
sociedad, no sólo a través del empleo
ofertado por el sector
público o privado, sino también porque el
egresado mismo puede convertirse en generador de puestos de
trabajo.

En atención a estos señalamientos, en el
marco del X Seminario
Nacional de Educación Empresa (2000),
las discusiones giraron en torno al reconocimiento de la
necesidad de mantener el binomio
"Educación–Empresa", en aras de contribuir al
fortalecimiento del vínculo universidad-sector productivo,
para que trascienda a los intereses particulares de cada sector o
persona, y
pasar a ubicarse en un plano de interés
común compartido, en el cual la universidad y la empresa
conjuguen esfuerzos para su mutuo beneficio, cuyo norte se
oriente al desarrollo científico, tecnológico y
cultural, mediante el apoyo de la investigación y la
transferencia de sus resultados.

Lo anterior obedece al tácito reconocimiento de
países industrializados y de mayor avance
científico tecnológico, a la contribución de
la investigación para el desarrollo de la ciencia y la
tecnología en el contexto de la competitividad de los
sectores productivos. Según Montilla (2000), la
experiencia de países Francia,
Japón y
China, se
constituyen en evidencia cierta de que las fuerzas productivas
han tenido como meta fundamental "lograr la tecnología
intelectual para iniciar, generar, mejorar e innovar al servicio
de la competitividad laboral. La generación de
conocimiento para el desarrollo ha sido colocada en el centro de
las decisiones políticas" (p-21).

Desde esta perspectiva, se evidencia
claramente que al vincular la investigación
académica con las demandas reales del sector productivo,
además de impulsar la formación de recursos
humanos que respondan a las necesidades actuales y al
fortalecimiento de la investigación científica y
tecnológica de la región, también se
contribuye con el desarrollo del entorno inmediato, derivado de
la generación de conocimientos relevantes y
aplicables.

Mientras que en Venezuela, según Duarte (2004),
en términos generales la actividad investigativa que se
realiza en el sistema de educación superior se encuentra
descontextualizada de la realidad social, es poco pertinente,
confiable y aplicable, derivado de la escasa vinculación
entre las instituciones de educación superior con el
sector productivo, lo cual obedece a la ausencia de
políticas institucionales con una clara orientación
social, además del escaso apoyo gubernamental.

En este mismo orden, este experto señala que en
gran parte la escasez de
investigaciones dirigidas hacia la resolución de problemas
del entorno, obedece a que no existe el número de
investigadores y los recursos requeridos para llevar a cabo las
investigaciones y generar los conocimientos científicos
requeridos por el sector productivo en las áreas
científico-tecnológica y social; Además de
no contar con las condiciones para integrar la actividad
científica que se realiza en las instituciones de
educación superior y el sector productivo.

Los señalamientos anteriores demuestran, que
aún cuando en el país existe una clara necesidad de
vincular la práctica investigativa con el sector
productivo, en términos de operatividad, viabilidad,
pertinencia y aplicabilidad que permitan una trascendencia
social, y donde los gerentes educativos se sienta cada vez
más comprometidos en contextualizar el currículo
académico, con la práctica investigativa y la
práctica
profesional, son muchos los retos organizacionales que
enfrentan los centros de educación superior para lograr
alcanzar este nivel exigencias.

Se requiere que desde los institutos tecnológicos
y las universidades, se generen mecanismos capaces de vincular y
articular el currículo con la investigación
académica y el entorno, mediante el establecimiento de
alianzas estratégicas, convenios interinstitucionales,
así como de planes para la difusión de
investigaciones, entre los diversos actores locales
(políticos, empresariales e industriales), y contribuir
además con la construcción de un conocimiento
contextualizado con la realidad local y nacional, para el
mejoramiento de la calidad de vida y la solución de
problemas del entorno.

Álvarez y Rodríguez (2003), señalan
que:

En adelante la labor de los centros de
investigación y desarrollo tienen que prestar mucha
atención a los problemas del país y sus posibles
soluciones a través de la investigación
científica y tecnológica. Esto implica
desarrollar metodologías para el análisis del
entorno, estudios de cadenas productivas y diagnostico de
problemas, definición de estrategias de negociación, formulación de
políticas y estrategias, negociación y
seguimiento de contratos y
convenios… Se trata ahora de promover las capacidades
humanas, de infraestructura e información que tienen las
instituciones de investigación científica y
tecnológica para la generación de conocimientos y
tecnologías que demanda el
entorno (p.34).

En efecto, las instituciones de educación
superior tienen la responsabilidad y el compromiso de responder
al entorno, partiendo de la detección de necesidades y
diseño de estrategias para responder eficientemente, lo
cual es apuntalado por la capacidad gerencial de definir
estrategias de formulación de políticas
investigativas, orientadas a la negociación y seguimiento
de contratos y convenios interinstitucionales con los entes de
ciencia y
tecnología, sector de producción público
y privado.

Tal como refiere Montilla (2000), la forma como se
gerencia la investigación en los centros de
educación superior debe ser replanteada para que los
activos de conocimiento que se generen respondan a las
necesidades del entorno, abordándose no sólo los
requerimientos científicos y tecnológicos del
sector productivos sino también, otras realidades
vinculadas al desarrollo del capital humano y social.

Desde la perspectiva de este autor, "más que
mercadear resultados de la investigación, el asunto ahora
está en saber mercadear las capacidades científicas
y tecnológicas con las que cuentan las instituciones" (p.
34), a fin de consolidar los procesos de producción,
transferencia y aplicabilidad de los conocimientos, para dar paso
a la innovación científica, humanística y
tecnológica, producto de la
interacción social de grupos de investigadores, capaces de
incorporar a los receptores y usuarios quienes detentarán
los resultados de los conocimientos desarrollados.

La Investigación en los Institutos
Universitarios de Tecnología

En atención a la Organización de las
Naciones Unidas
para la Educación Ciencia y Cultura (UNESCO), citado por
Rama (2003), "el reto de las instituciones de educación
superior, debe centrarse en la capacidad de aglutinar las
actividades de educación, investigación y
extensión en aras del desarrollo tecnológico" (p.
23); de manera tal que integre a toda la sociedad en la prioridad
de la investigación en la orientación de los
recursos, que abra las puertas de las instituciones oficiales a
la demanda de los sectores económicos, que establezca
parámetros asociados a la investigación en la
actividad de las instituciones privadas y que ponga especial
acento en la creación de parques tecnológicos o
incubadoras de empresa, y que encuentre en la venta de
servicios y la asistencia tecnológica una importante
contribución a la problemática del financiamiento
universitario y al incentivo para la formación profesional
de los docentes.

Lo anterior ya ha sido puesto en práctica por
países vanguardista en el desarrollo científico y
tecnológico, tales como Canadá, Francia, Inglaterra,
Japón y Estados Unidos,
según lo refieren Álvarez y Rodríguez
(2003), en los cuales el Estado y el sector privado se han unido
para impulsar la innovación y la invención,
mediante estrategias fundamentales como:

  • Fortalecimiento del sector científico y
    Tecnológico.
  • Institucionalización de la ciencia y la
    tecnología.
  • Infraestructura Nacional de la
    Información.
  • Explotación de las tecnologías de
    la
    comunicación e información.
  • Fortalecimiento de la investigación en los
    tecnológicos.

En cuanto a Hispanoamérica, estos expertos
señalan que Argentina, México y
Brasil, se han
desarrollado estrategias gerenciales capaces de vincular la
educación con los servicios profesionales y el desarrollo
de la investigación, como bases fundamentales para el
desarrollo de políticas orientadas a promover el sector
industrial, el científico y tecnológico, y la
sociedad del conocimiento, derivada de rol socializador de la
investigación en los centros de educación
superior.

Todo esto, con una visión holística a fin
de integrar el sistema de ciencia y tecnología con las
instituciones sociales, entendiéndose como los organismos
gubernamentales, instituciones de educación básica,
media, diversificada y especialmente con el sistema de
educación superior, subsidiados por el Estado y promovidos
bajo un concepto de
responsabilidad compartida entre el Estado y las Instituciones de
Educación Superior, donde los Institutos Universitarios de
Tecnología deben desempeñar un rol
protagónico.

En lo que respecta a Venezuela, el Reglamento de los
Institutos y Colegios Universitarios (1995) establece que a estas
instituciones de educación superior les corresponde
desarrollar en el individuo una sólida actitud
crítica ante los problemas de la sociedad
contemporánea, y por ende se les debe suministrar los
instrumentos conceptuales básicos que le permitan afrontar
con éxito
los futuros retos profesionales que la dinámica
socio-económica le exija, de tal manera que puedan
propiciar un incremento permanente de la productividad; asimismo,
la realización de programas de investigación
tecnológica, atendiendo a las necesidades y requerimientos
locales, regionales y nacionales del sistema productivo,
económico y social.

Como se pudo evidenciar, los Institutos Universitarios
de Tecnología son instituciones orientadas a enfatizar la
formación profesional de Técnicos Superiores
Universitarios, en las diversas disciplinas vinculadas al sector
industrial requeridas para el desarrollo del país. En
consecuencia, le corresponde a las unidades gerenciales de estas
instituciones y a la comunidad académica en general,
fomentar investigaciones con una orientación
fundamentalmente práctica, dirigida a todos los niveles
del sector productivo, principalmente a la industria y a los
centros de investigación nacional.

Sin embargo, Royero (2000) señala que en
Venezuela la investigación tecnológica se encuentra
poco desarrollada, y que rara vez en los institutos
universitarios de tecnología se desarrollan actividades
académicas conjuntas con los parques tecnológicos y
entes responsables de la innovación, ciencia y
tecnología y con el sector productivo.

Asimismo, Contreras (2002) caracteriza la
investigación en las universidades e institutos
universitarios de tecnología de Venezuela, por una baja
productividad, aplicabilidad y pertinencia, además de una
escasa difusión de resultados y propuestas de estudios.
Igualmente, destaca que en atención a la escasa
vinculación con el sector productivo, las investigaciones
que se desarrollan no están orientadas a la
satisfacción de necesidades reales del entorno, de manera
tal que no resultan pertinentes ni aplicables.

Entendiéndose la pertinencia como un principio
cualitativo integrador de las misiones de docencia,
investigación, extensión y producción, que
se encuentra vinculada con la integralidad del currículo y
la aplicabilidad de las investigaciones. Desde esta perspectiva,
la investigación en los institutos universitarios de
tecnología debe responder a un alto grado de
adecuación entre lo que la sociedad espera y lo que el
investigador desarrolla.

Sobre este particular, Gómez (2002), hace
referencia a la problemática que caracteriza el desarrollo
de la investigación en los Institutos Universitarios de
Tecnología en la Región Centroocidental,
prevaleciendo la desvinculación entre docencia e
investigación, divorcio parcial con el entorno
académico e industrial, baja divulgación de los
activos de conocimiento, además del escaso impacto de las
estrategias gerenciales para estimular la
investigación.

En este mismo orden de ideas, la otrora Coordinación Nacional de
Investigación y Postgrado de los Institutos Universitarios
de Tecnología de la Región Centroocidental, citado
por Gómez (ob. Cit), enuncia los siguientes factores
estructurales que afectan el desarrollo de la
investigación en este sector:

  • Desconocimiento parcial de los problemas regionales
    para formular alternativas de solución mediante la
    investigación.
  • Ausencia de convenios con actores del sector
    productivo.
  • Desconocimiento del método
    científico y demás protocolos
    correspondientes a la investigación.
  • Escasos centros de investigación.
  • Falta de transformación de laboratorios y
    centros de investigación.
  • Escasos recursos para el apoyo de la
    investigación.
  • Indefinición en los criterios nacionales para
    la formulación de líneas de
    investigación.
  • Escasa divulgación de la
    investigación.

Estos señalamientos evidencian que la actividad
de investigación ostenta entre otros aspectos, de un
carácter unidisciplinario, individualista, discrecional y
de limitado alcance. Pues se mantienen deficiencias en los
sistemas de información, bibliotecas,
laboratorios y equipos especializados, así como en los
ambientes laborales, los cuales estimulan poco la creatividad.
También refiere este autor que existen fallas en los
mecanismos de coordinación de las actividades de
investigación, dentro y entre las instituciones de
educación superior, así como en la comunicación entre estas instituciones con
el gobierno y el
sector productivo; prevaleciendo las dificultades en los procesos
de definición de políticas y prioridades de
investigación.

En efecto en las instituciones de educación
superior, y especialmente los Institutos Universitarios de
Tecnología, existe un profundo distanciamiento con el
sector productivo, por ello el escaso conocimiento de las
demandas y necesidades del sector empresarial, y escasamente el
currículo universitario de estas instituciones se
actualiza con los planes de ciencia y tecnología
propuestos por el gobierno.

Asimismo, Gómez (2002) evidencia que la
función social los institutos universitarios de
tecnología en la región centrooccidental no se
cumple a cabalidad, existiendo diversos factores determinantes de
la escasa pertinencia social y nivel de profundidad de las
mismas, determinado por la débil actividad organizativa en
la conformación de líneas de investigación,
como elemento gerencial fundamental para la producción de
conocimientos fiables, pertinentes y de calidad que responda a
los escenarios reales de la sociedad en su conjunto.

Sobre este particular, Lemasson y Chiappe (1999)
plantean que además de la marcada desvinculación
entre las instituciones de educación superior y el sector
productivo, estas se centran más en la enseñanza
que en la investigación, situación recurrente en
las universidades y tecnológicos de carácter tanto
público como privado, pese a la gran importancia de estos
tecnológicos para el desarrollo de la ciencia y
tecnología en el país, señalando
además que en algunas de estas instituciones se egresa sin
el requisito de la elaboración y presentación de
investigaciones o trabajo especial de grado.

Ameritándose para ello, que en las instituciones
de educación superior, se asuma la investigación
como una estrategia para minimizar las brechas entre el Sector
Educativo y la realidad del entorno y atendiendo las tendencias
mundiales de innovación y transferencia de
conocimientos.

En consecuencia, el reto actual de los Institutos
Universitarios de Tecnología, debe ser direccionado hacia
el desarrollo y difusión de la actividad científica
y tecnológica derivadas de la
investigación, para contribuir con el desarrollo social de
la nación,
basado en la vinculación de los roles fundamentales de la
educación superior: producción de conocimientos,
vinculación, transferencia y aplicabilidad.

  1. Según Valdez (2003), la
    investigación en los centros de educación
    superior constituye un proceso de generación,
    validación, difusión, transferencia y
    aplicación de conocimientos. En este sentido, las
    líneas de investigación constituyen una forma
    de organizar y gestionar el conocimiento. Es por ello que
    en este estadio se generan organizadamente conocimientos
    que contribuyen al estudio de la realidad (local, regional,
    nacional, internacional), con el fin de contribuir a la
    realización de procesos de planificación
    sistemática que incidan en la transformación
    positiva de esa realidad. Esto incluye también la
    creación de un saber asociado a los cambios en las
    instituciones de educación superior, para cumplir
    con el propósito antes referido.

    En este orden de ideas, Chacín (citado por
    Curvelo, 2002) señala que las líneas de
    investigación usualmente se definen por el contenido
    de un área de conocimiento, o por el eje de
    interrogantes que puedan generar sobre la base de una
    problemática. No obstante, una línea de
    investigación requiere de una forma organizativa
    donde un conjunto de profesionales intercambien sus ideas,
    saberes, propuestas y acciones. Por otra parte, las
    líneas no deberán presentarse de manera
    aislada, sino integradas al tejido institucional, y con
    él pueden enriquecerse y enriquecer los procesos
    formativos, curriculares, entre otros.

    En lo que respecta al diseño, desarrollo y
    articulación de líneas de
    investigación en el ámbito de la
    educación superior, existen diferentes modelos, y
    sobre este particular Guédez (2003), lo plantea como
    un concepto geometrizado, que parte inicialmente como un
    concepto lineal, para luego pasar a un concepto plano
    derivado de delimitación disciplinar del campo o
    área en estudio, luego cúbico en
    atención a las dimensiones o contextos que subyacen
    en cada área de conocimiento; y finalmente a un
    concepto abierto que conforman las múltiples
    temáticas y estadios metodológicos para
    abordar una realidad.

    Por otro lado, para Valdez (2003) el diseño
    de líneas de investigación debe estar
    determinado por un proceso participativo dinámico,
    interactivo y multicausal que amerita la definición
    provisional de la línea de investigación, en
    cuanto al propósito y área de conocimiento,
    que deriva en una etapa de negociación intensa. Esta
    negociación se debe desarrollar en tres niveles
    diferentes: a) nivel institucional, b) nivel
    interinstitucional, y c) nivel de los actores sociales.
    Mientras que para Padrón (2002), las líneas
    de investigación deben considerarse como espacios
    organizacionales de investigación,
    remitiéndolas a grupos de investigadores, al margen
    de que sean docentes o estudiantes.

    Por su parte, Chacín (2000), Curvelo (2002)
    y Barreras (2003) conciben las líneas de
    investigación como un elemento fundamental y
    determinante para la gerencia del conocimiento, la cual es
    concebida desde un enfoque Holístico y
    multidimensional, que permite definir la gestión de
    conocimientos como un escenario organizado y
    sistemático, generado a partir de diversos
    tópicos o enfoques dentro de un área
    temática particular.

  2. Líneas de
    investigación

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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