- Objetivos
- Unidad para
sobrevivir - Tradiciones y
Cultura - Conclusión
casi innecesaria - Bibliografía
y Testimonios
"Solo los valientes y los sabios son
invencibles."
Wong Fei Hong. El Rey de los Leones
"No somos de una misma familia,
pero si unimos nuestros
corazones
podemos ser hermanos."
Del Juramento en el Jardín de los
Melocotones.
"Este es el hacha de mi
abuelo;
mi padre le cambió el
mango,
yo le cambié la
hoja;
este es el hacha de mi
abuelo."
Anónimo.
Los
Objetivos de
la presente monografía son:
- Resaltar el papel de las Sociedades
como transmisores de la cultura, las
costumbres y las tradiciones de los chinos de Cuba. - Destacar la función
humanitaria y de beneficio comunitario de estas instituciones. - Contribuir a la revalorización de su objeto
social. - Hacer justicia en
su rol como entes aglutinadores de los miembros de la Comunidad
China de las
distintas generaciones. - Enfatizar en la necesidad de mantener el respeto a
los antepasados y mayores como medio de unidad.
Introducción
Una de las formas que los inmigrantes han empleado en
todos los tiempos y en todos los lugares es la unión
voluntaria en grupos con nexos
de afiliación que les permite enfrentar las duras
condiciones de vida que les impone residir en medios
diferentes al de origen. De ahí que surjan las llamadas
sociedades o agrupaciones clànicas. Muchas son las
instituciones de este tipo que proliferaron en Cuba,
destacándose las llamadas sociedades masónicas y
las de tipo secreto como la Sociedad
Secreta Abacuá. En la historia patria se recogen
ejemplo de cómo en diferentes etapas estas instituciones
dieron su aporte a las luchas por la independencia,
como la de los Rayos y Soles, del Libertador Simón
Bolívar, de la que formaba parte el general
Narciso López, creador de la bandera cubana.
También cabe recordar las de libertos, pardos y
negros, y las de los españoles, estas últimas
expresión del poder
económico y político de la metrópoli.
Capítulo aparte merece la Sociedad Económica de
Amigos del País, institución creada por iniciativa
de ricos hacendados y comerciantes criollos, del siglo XIX, para
promover el desarrollo
comercial y la introducción en Cuba de técnicas
mas adelantadas, en plena Ilustración. Un ejemplo de su quehacer fue
la construcción del primer ferrocarril en
Cuba, en el año 1837, siendo el sexto país del
mundo en disponer de este servicio, aun
antes que España.
Como vemos, las sociedades, aportaron mucho a la nacionalidad y
la cultura cubana desde sus primeros momentos, especialmente las
de orientación masónica, que además del
conocimiento y
el pensamiento
progresista de su época, promovían la ayuda mutua y
el socorro a los mas necesitados.
Pero antes de continuar vale la pena aclarar que era una
contrata. Mediante este leonino documento, un chino era
prácticamente capturado y encerrado hasta que un barco muy
parecido a los negreros, lo conducía a la Isla de Cuba. El
documento que permitía el engaño estaba redactado
en español y
chino, (la mayoría de las veces el infortunado no sabia
leer ni escribir), y se le hacia declarar al infeliz:
… me conformo con el salario
estipulado, aunque se y me consta es mucho mayor el que ganan
otros jornaleros libres y esclavos de la Isla de Cuba, porque
esta diferencia la juzgo compensada con las otras ventajas que
ha de proporcionarme mi patrono… (1)
Realmente, el chino llegaba endeudado a la isla, y cada
año esa deuda crecía mas, además de ser
maltratado con el látigo y el cepo, al igual que los
esclavos. Esto provocó no pocos altercados, y el
cimarronismo se convirtió en una opción para
sobrevivir. Otro de los caminos de fuga que los chinos
escogían era el del suicidio, (una
forma de rebeldía que se explica en la creencia china de
la vida de ultratumba), hasta el punto en durante varias
décadas del siglo XIX el sector poblacional de Cuba con
mas alta tasa de suicidios eran, precisamente, los
chinos.
Los chinos de Cuba no quedaron ajenos a esta necesidad y
casi desde el mismo tiempo en que
los primeros lograron liberarse de su contrata surgen las
primeras uniones, inicialmente como un medio de sostenerse
mutuamente y como un recurso de resistencia para
defender al mismo tiempo sus intereses de grupo y sus
derechos. En el
caso de los chinos, estas formas de unión contaron
además con una cerrada base étnica, barrera
protectora ante los embates de una cultura dominante que,
generalmente, provoca la aculturación del
inmigrante.
Las sociedades chinas imitaron, en cierta medida, las
estructuras
clasistas y sociales de la lejana patria, y por ello fue natural
que tendieran a preservar sus tradiciones y elementos
socioculturales, aunque es ineludible la influencia de la cultura
nativa lo que provoca en alguna medida transformaciones desde el
punto sociocultural. Otro aspecto interesante es que, si bien al
inicio, las sociedades empleaban el idioma y la entrada a las
mismas estaba condicionada por factores de "naturalidad",
posteriormente se hizo menos estricta la selección.
Inicialmente las sociedades eran estrictamente para los naturales
y sus hijos "legítimos", es decir aquellos que
hablaban el idioma y eran de primera generación. Con el
paso de los años y ante la inevitable merma en la inmigración, así como el resultado
de diferentes re-emigraciones, los requisitos comenzaron a perder
su rigidez y fueron aceptados descendientes de otras
generaciones. Esta es una característica de las sociedades
chinas de Cuba, cuya Comunidad está formada principalmente
por descendientes.
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