No es posible ni aconsejable cambios, sin antes
redefinir y sanear el Sistema como tal.
Los intentos de mejora, tropiezan con la falta de políticas
nacionales integradas, desconocimiento profundo de la dirigencia
y déficit profesional en la dirección del problema, desde el Estado. Los
recursos
humanos y materiales no
se corresponden con la crisis
demoledora en que se encuentra la Argentina de
estos días. Mientras se continúa con métodos de
ensayo y
error, avanza la perspectiva de quedar fuera de control, una
solución integral, oportuna e inmediata.
La Educación ha sido un
asunto de particular importancia y de continuas innovaciones
desde el interior del Sistema Policial.
Los primeros planteos y esquemas, reproducen modelos de
la
organización y modos de comportamientos militares.
Tiene su origen en la gran intervención del sector
castrense en la constitución y conducción de
policías e Instituciones
de seguridad y a la
falta de respuestas y de visiones adecuadas, desde la dirigencia
política.
Esa carencia surge de una ignorancia y descuido grave en la
preparación y la facilitación de acceso a niveles
de conducción política, de personas
no idóneas, esencialmente por desconocer las improntas de
las organizaciones
que tiene el Estado para
ese objeto.
Concurrentemente al despropósito, las plataformas
políticas y los programas
partidarios, se detuvieron en prejuicios, frecuentemente de
sanción, ante "la policía brava" o" la maldita
policía" o "la policía del régimen",
etc.
Acompañaron estas actitudes, una
grosera desinformación sobre la realidad social, junto al
desconocimiento de los códigos sociales y
axiológico de las propias instituciones y la
temeraria puesta en marcha de reformas, sin diagnósticos
confiables ni diseños previos, que en general han
obedecido a tendencias basadas en la cortedad de mira de
idelogismos(sea referido a la formación de un Mini
Estado, sea a
la visión presupuestaria del problema o por concepciones
políticas circunstanciales); sea del signo que fuere y
otras veces, en la deplorable copia de modelos
captados de ámbitos culturales absolutamente distintos y
por ello, inviables en nuestro medio.
Otras, a la urgencia de una respuesta de color partidario
o al propósito de recortes presupuestarios.
Los frecuentes ensayos
internos para mejorar, han tropezado, más allá de
la buena fe por hacerlo, con una fenomenal trampa en el
proceso de
análisis y decisión
doméstica. En líneas generales, los reformadores
partieron de expectativas internistas, promoviendo cambios para
competir y supervivir en un escenario nacional.
La búsqueda de excelencia ha sido
legítima, pero enturbiada a veces por ocupar mayores
espacios de recidivas o caricaturas del Poder.
Aún así, las falencias más graves han
devenido de una carencia de percepciones sociales y de estudios
serios sobre Criminalidad, legislación, organizaciones
comparadas, y lo que es peor, una introspección aguda
sobre las propias calidades y proyecciones de sus recursos
humanos.
Se completa el cuadro, cuando los estudiosos internos de
las reformas, exponen sus proyectos a la
autoridad
superior de decisión. En este caso, el decisor es
frecuentemente un empírico, dotado de alta
jerarquía y posición; y probablemente, con escaso
tiempo para
reflexionar.
Decide o no, simplemente por la posición
dominante. Para mayores males, no siempre esa posición, es
ocupada por profesionales de probado rigor en su
preparación y ejercicio profesional.
Los controles civiles, tampoco revelan sabiduría
y solvencia. Algo de la clave de la precariedad actual en la
Seguridad, las
ubico en estas observaciones, que han conducido a la angustia y
apremios por encontrar respuestas.
La solución no parece fácil. Estimo como
básico dar algunos pasos necesarios e
imprescindibles:
- Definir la viabilidad de continuar con sistemas
policiales múltiples, de orden federal y local.
Surgirá de evaluar lo que existe, como sirve, cual es su
eficacia, como
están sus recursos
humanos y materiales,
como funciona la coordinación y cuanto le cuesta al
país. Por ello, el primer paso impone una auditoría severa, dirigida desde una
Comisión reducida, del Congreso de la Nación, acompañada de expertos
locales, de las áreas implicadas (Justicia,
Interior, Defensa, Legislación, Policía y
Seguridad, incluido militares y servicios
penitenciarios). - Definición de un plan y programa con
metas precisas, con un plazo no superior al año para las
conclusiones y proposiciones. - Al año siguiente, adoptar decisiones profundas y
probablemente, drásticas.Alta solvencia y calidad en
los recursos
humanos.Logística optimizada, centralizada en su
obtención y distribuciónLeyes y procedimientos procesales e investigativos
dinámicos, conciliando garantías con seguridad
comunitaria.Educación sistemática y
asistemática, interna y externa de los cuerpos
policiales, con frecuentes evaluaciones, para mantener la
aptitud en servicio.Reemplazo de paradigmas: Avanzar hacia un profesional
severo, no-autoritario, informado, honesto, con fuertes
destrezas técnicas y personales, conocedor de la
sociedad e
integrado a la misma, con elevada auto estima y sueldos
elevados.Reemplazar de este modo las posiciones rituales,
mecanicistas, estereotipadas, anacrónicas, subvaluadas
o sobrevaluadas, agredidas por la intolerancia hacia graves
errores del pasado, y el sentimiento de estar desahuciados en
cuanto a su futuro, con conciencia
de pertenencia a segmentos de la estratificación
social periférica, con salarios
miserables.Cambio drásticos en los modos de conducir al
Sistema y en las formas de acceso a esos roles.
Probablemente, esos cargos deben requerir acuerdos y
monitoreos del Senado. La creisis también penetra los
modos de gestionar, administrar y conducir operacionalmente a
estas organizaciones. - Lo que quede como Sistema, tendrá como
parámetros: - Durante este proceso, al
que llamo de AUDITORIA y luego, de REFORMULACION y
rediseño DEL SISTEMA, SE REQUIERE en paralelo RESOLVER
EL PRESENTE y para ese cometido, será imprescindible una
LEY DE
EMERGENCIA con acuerdos provinciales.
Sus disposiciones vertebrarán las medidas
concretas y urgentes para enfrentar la crisis de
Seguridad.
Mientras se estudia y diseña lo estructural, la
coyuntura exige:
Cambios inmediatos en las prioridades de seguridad
y en su Agenda:
- Privilegiar la seguridad urbana, con efectivos
masivos en las calles para la prevención. - Despliegue y constitución de equipos de investigación descentralizados, con
competencia en
los temas urgentes, tales como los referidos a atentados a la
propiedad y
a la vida de las personas. - Reforma inmediata del régimen de libertad
condicional y de excarcelación. - Enfrentamiento del narcotráfico. La auditoría que sugiero en otros
párrafos, evidenciará la precaria
situación existente al respecto. - MAS QUE PRECARIA, la situación del
narcotráfico, ES DE DESCONOCIMIENTO y
parálisis acerca DE LO QUE ESTA OCURRIENDO EN EL
PAIS. - Despolitización del tema. Alejamiento de toda
agenda de confrontación partidaria. - Reasignación de recursos, auditados por el
Congreso. - Organización de una Central de Inteligencia
Policial. Reducida, tecnificada, con control
centralizado en todo el sistema, conducida por un
técnico supervisado por legisladores / Comisión
de dos o tres legisladores de jerarquía/ Definirá
y anticipará las cuestiones de terrorismo,
crimen organizado, narcotráfico, ecología,
migraciones clandestinas. Solamente una ceguera imperdonable,
impide llamar Inteligencia
a la búsqueda temprana del riesgo en la
seguridad. - Respuesta global a la seguridad en la
circulación en calles y rutas de la república.
Desdoblar esta función
en una policía especializada, probablemente dentro de
Gendarmería - Reorganizar equipos para seguridad y
resolución de crisis (secuestros, rehenes
políticos, seguridad aeroportuaria). - Resolver la cuestión de la policía
Aeronáutica. Ninguna razón existe para que
continúe en dependencias de la Fuerza
Aérea. Dudo de la Razonabilidad de que continúe
separada de las otras Instituciones de Seguridad en lo
orgánico.
Conclusiones Generales:
Es inútil reformar planes educativos, promover
formaciones universitarias y otras medidas de estilo, SIN ANTES
REDEFINIR EL SISTEMA.
Es ocioso, hablar de cambios, mientras no existe una
perspectiva de mejoramiento de calidades internas en los miembros
del sistema.
La calidad cuesta
dinero, impone
recursos y autocrítica.
Las Instituciones no deben politizarse. No son las
amigas o los instrumentos del PODER. Son
recursos delicados, creados para el resguardo de la sociedad.
Lo que existe en escenario nacional y provincial, es
el resultado de frágiles políticas de los
gobernantes y una recurrente ceguera doméstica de los
dirigentes policiales acerca de los cambios
ocurridos.
Sorprendidos, muchos han "narcotizado" su medio de
actuación, cercenando soluciones y
condenando a sus organizaciones, a un incierto destino. Viven la
cotidianidad, sin convivir con los cambios. Suelen ser
pragmáticos y eficaces en la rutina.
Tal vez, esa rutina es la más increíble
inacción, ocupando tiempo y
funcionarios en actividades estériles.
ESTE, ES UN TIEMPO DE
EXCEPCION.
Las soluciones,
también, con fuerte raíz democrática y
transparencia.
Reformar hoy, es tomar distancia de las pasiones y
los exitismos.
Probablemente, atreverse a innovar con bases
sólidas.
3. RESPUESTAS EDUCATIVAS DURANTE LA
TRANSICION
Los lineamientos de un plan de
transición, deberían observa algunos ítems
básicos y que parten de considerar a priori las urgencias
de seguridad. Al respecto distingo:
- Seguridad en la convivencia: tiene su centro de
gravedad en la prevención de homicidios, lesiones y
robos. - Seguridad vial: disminuir el nivel de muertes en
rutas y caminos y otros accidentes. - Narcotráfico: distinguir
simultáneamente dos problemas;
Uno es la prevención y limitación de opciones al
consumidor
de drogas y el
otro, un enfrentamiento a todas las vias de penetración
de narcóticos y al lavado de dinero. No
están difíciles: La república no ha
investigado seriamente cómo se han originado las grandes
fortunas en todas las épocas. - Terrorismo.
- Conflictos internos o violencias generalizadas por
demandas sociales insatisfechas. - Tecnología para la investigación Criminal.
- Derechos básicos inalienables.
- Práctica de defensa personal.
Instrucción de tiro y uso de armas no
letales. - Legislación penal y procesal de
aplicación. - Enseñanza sobre Negociación y manejo de
crisis.
A este esquema general de conocimientos básicos
indispensables, que pueden programarse en cursos intensivos
de reentrenamiento por período variables ( no
más de tres meses, para los conocimientos y destreza de
mayor urgencia), los comandos
superiores deben continuar con una capacitación intensa sobre:
Los cambios ocurridos en la Sociedad Argentina (no
tanto en el otro mundo)
Las falencias de sus Organizaciones. Deben advertir que
lo que el Estado debe
seguramente salvar en el futuro son las Instituciones, que no es
lo mismo que estructuras
pesadas, que no agregan valor y
distorsionan la inmediatez que se requiere en los procesos
decisorios o en las respuestas de seguridad.
Evaluación del gasto e inversiones
presupuestarias. No habrá holganza en el futuro y por
ejemplo urgirán revisar temas como los
siguientes:
- Continuos pases o cambios de destino.
Razonabilidad. - Aparatosa línea decisoria de mandos
intermedios - Identificación y análisis de decisiones no razonadas y que
producen daño a su Institución o al país.
Ya no hay espacio para ese disparate medieval : " el Jefe
siempre tiene razón y más cuando no la tiene". El
principio de base para administrar y conducir, debe dirigirse a
modificar imágenes
de exitismos basados en la buena cintura política (
…?), para esas cuestiones, está el liderazgo
profesional en el manejo del Estado: la misma dirigencia
partidaria en el Poder. El pais no necesita policías o
gendarmes o prefectos adscriptos a un Partido, mientras estan
en actvidad. Pobre República, cuando eso
ocurre. - Los funcionariosa de carrera, son precisamente eso y
tienen que tener una clara conciencia
de expresar su condición técnica, sin perjuicio
de que eso no supone crear un roitualista arcaico.
Permanencia sine díe en los cargos superiores.
Es allí donde el error político de los
últimos años ha sido imperdonable desde la
civilidad. Al volver no permeable los máximos roles, el
poder civil cree haber conducido al Sistema en General. Una
auditoría a las propias autoridades civiles acerca de
cómo han resuelto esas cuestiones, arrojaría
seguramente llamativos resultados de inoperancia política
o desconocimiento liso y llano. Francamente, es otro ejemplo de
la incompetencia de la autoridad
civil. Como cree que desde la posición de poder
político,tiene controles suficientes y que es mejor tener
a alguien conocido, muestra su
debilidad preservando estructuras
que cree conocidas y absolutamente subordinadas. No importa los
resultados ni sus proyecciones. No verá el mismo sus
consecuencias en el Poder, aunque sí anticipos de
fracasos.
- Aislamiento en oficinas o decisiones desde la
burocracia
del despacho. Ese modelo,
está reñido con toda lógica elemental. - Revisión de los sistemas de promoción. Mantener a las Juntas de
Calificaciones, pero en el vértice, el Jefe
máximo solo decide en casos de paridad y falta de
vacantes. Librar al Jefe supremo policial de tamaño
poder, es hoy de una urgencia decisiva. Así, por ejemplo
actúa la Guardia de Finanzas en
Italia. Llegan
los mejores, en función de la Institución.
También limitar que el Poder político sugiera o
promueva jerarquías por tráfico de influencias.
Esa actitud, es
de la más perversa calamidad
democrática. - Debe reservarse la autoridad civil, la
aprobación o rechazo y la facultad de resolver ante los
reclamos, con autonomía. ( Congreso de la
Nación). Es paradójico: Los oficiales superiores
llegan por decisión del Presidente, lo que
frecuentemente es un trámite administrativo. Esto es
grotesco institucionalmente: quienes tienen responsabilidades
cotidianas sobre vida y bienes de
todos los habitantes, no pasan por el severo control del
Senado. - Sin embargo, una orden de esos oficiales superiores,
tienen implicancias dramáticas. - Como mejorar la coordinación efectiva en la
prevención y represión entre todas las agencias e
instituciones. - Como aparecer en los debates públicos con
solvencia para expresar qué hacen como invierten los
dineros del Estado, como piensan resolver los problemas de
seguridad, cómo entienden al Mercosur,
hasta la angustia del hombre de
una villa.
Conclusiones finales:
– Celebro este seminario, como
un avance significativo.
- Alejar las decisiones de laboratorio.
Cuidado con las improvisaciones. Cada medida, en su acierto o
error, proyecta al futuro incrementadas sus virtudes o
fracasos. - Desterrar los ideologismos. Enterrar el pasado, sin
olvidar. - No hay magia en todo esto: se requiere calidad
humana, presupuestaria, honestidad y
organizaciones eficaces.
Autor:
Jose Ricardo Spadaro
Comandante General- Abogado