- Resumen
- La Década
Perdida - ¿Triunfo del Capitalismo
vs. Derrota del Socialismo? - Neoliberalismo
y Globalización: Se Subasta un
Continente - Colonización
y Globalización: Dos Caras de la
dependencia - ¿Una
Postmodernidad Capitalista? - ¿Es
Posible la Postmodernidad en América
Latina? - ¿Otra
Postmodernidad Posible para América
Latina? - Notas
Bibliográficas
RESUMEN
Pensar Latino América
representa una invitación provocativa, difícil de
eludir, que nos lleva a revisar su pasado, presente y futuro.
Pero en este mundo tecnificado de comienzo a un nuevo milenio,
Pensar América
Latina es un tema realmente complejo, pues, nos lleva
nuevamente a la discusión de su existencia misma:
¿Existe algo llamado América Latina, mucho
más allá de una realidad geográfica o un
sueño ya bicentenario?
En el contexto de los cambios ocurridos por el proceso
globalizador y ante el debate
postmoderno, pensar América Latina es todo un reto que nos
conduce a revisar visiones encontradas, que desde dentro y fuera
de la región se debaten entre un proyecto original
latinoamericano o al otro extremo ser plenamente absorbido por
los cambios mundiales, entre defender una identidad –
para muchos desdibujada – o asimilar sin contrapeso la cultura
mediática hegemonizante. Debate que se radicaliza entre un
internacionalismo entreguista y sumiso y el chauvinismo, ya ni
siquiera ingenuo sino ignorante.
Este pensar Latinoamericano no puede ser solo el del
romanticismo
político de la unidad frente a las posibles agresiones de
las potencias, como ha sido desde principios del
siglo XIX, tampoco puede ser meramente económico como ha
sido planteado desde finales de los años cuarenta del
siglo XX. Junto a estos debe darse una integración cultural y una
integración de voluntades (Heidegger) pero no una
integración abstracta, sino una gran red de cooperación
inter-regional que tenga en las universidades su centro
dinamizador, pero que reúna, la sociedad civil,
empresarios y los Estados nacionales.
Palabras claves: Globalización, posmodernidad,
Latinoamérica,
integración.
La
Década Perdida:
Después de un relativo auge económico y
una significativa figuración política y cultural
en los años sesenta, la América Latina entro en la
década de los setenta pero más aun en los
años ochenta en un debilitamiento profundo de las
economías de sus respectivas naciones y en el proceso de
integración regional. Como "Década Perdida" fue
denominado el proceso definitivo de agotamiento del modelo
económico desarrollista. En efecto, tomando solamente un
indicador como lo es PNB percápita del latino americano,
éste cayo en 1985 10% por debajo de 1970. Y con respecto
al comercio
interregional de un 15% promedio cayó a un 7%,
según los cálculos de la CEPAL.
Sin embargo, en la denominación "Década
Pérdida" queda claramente marcada la visión o
interpretación economicista con lo que
desde afuera y desde adentro se nos interpreta, solo como un
mercado, la
capacidad de absorción de capitales y bienes para el
consumo y mano
de obra barata (en esto último hemos perdido ventaja con
los "tigres y dragones asiáticos", por la "flexibilidad"
en esos países de la legislación y seguridad
laboral). En
los mismo años ochenta muchas de las naciones hasta
entonces bajo gobiernos militares retornan a la democracia,
nuestra riqueza cultural se desarrolla y cuya
representación simbólica más importante fue
el premio Novel otorgado al Colombiano Gabriel García
Márquez. Sin embargo, fue una "década
pérdida". Por el contrario en la década de los
noventa en la que se produjeron ciertos retrocesos o
debilitamientos en algunas democracias latino americanas, a pesar
de la evidente agudización de la pobreza, de la
grotesca polarización social, la pesada deuda externa –
que a pesar de las promesas en nada ha disminuido – se hablo de
década del relanzamiento latinoamericano.
Evidentemente detrás de estas interpretaciones
están presentes los cambios ocurridos a nivel mundial y
las nuevas corrientes ideológicas. Con la crisis del
socialismo
(representada fundamentalmente con la caída de la URSS)
comenzó una vertiginosa campaña mundial sobre las
bondades del liberalismo
capitalista antepuesto al supuesto fracaso del socialismo. Esta
campaña partía de una premisa fundamental: el
capitalismo
había demostrado ser el único sistema real y
posible, el último enemigo del capitalismo había
sido derrotado: el fin de las utopías. Los habitantes de
la tierra
debían cifrar sus esfuerzos en mejorar este sistema, en
hacerlo más humano. El relanzamiento del capitalismo
utilizando como vanguardia
ideológica el neoliberalismo, hace pensar que entramos a una
nueva era donde llegamos al fin de las grandes confrontaciones
comerciales e ideológicas: el mundo es uno solo, una "Gran
Aldea Global".
¿Triunfo del Capitalismo vs. Derrota del
Socialismo?
La tesis de un
triunfo del capitalismo versus el fin del socialismo sobre los
que se basa la ideología neoliberal y el proceso
globalizador es totalmente falso. ¿Cuál fue el
capitalismo victorioso? Basta revisar la prensa de los
años ochenta para demostrar la catastrófica
situación del mundo capitalista, del estancamiento de las
grandes economías, el déficit norteamericano, el
superávit japonés. La caída de la economía Alemana, el
desempleo
Europeo, las luchas comerciales que frenaban cualquier acuerdo en
el Gatt, la
caída de la productividad y
la crisis de la bolsa norteamericana de 1987, sólo
superada por la de 1929.
Tal como lo plantea Toro Hardy:
"Al finalizar 1991, los soviéticos sometidos a
la más grave crisis de su historia llegaran al
colapso, sin embargo, para finales del mismo año, tampoco
los norteamericanos atravesaban por su mejor momento. Una
angustiosa crisis económica se hacía sentir por
doquier, la quiebra de la Pan
Am, las inversiones
pérdidas de la General Motor y el
anuncio de 150 mil puestos de trabajo
cesantes por algunos de los gigantes de la economía
norteamericana: IBM, Xerox, y la propia General Motor
constituían uno de los aspectos más evidentes de
esa situación. De hecho los Estados Unidos se
hallaban sumergidos en su peor recesión desde la
célebre depresión
económica de los años treinta" (Toro Hardy,
04-05- 1995. Diario El Globo)
Sí rápidamente describimos la
situación política y social no es menos
alentadora.: La corrupción
e inestabilidad política en los gobiernos europeos y
japoneses, la
drogadicción y violencia
norteamericana, el surgimiento de movimientos xenofóbicos
y fascistas, los nacionalismos y regionalismos que amenazan la
estructura de
las naciones desarrolladas, el terrorismo, la
drogadicción, el bipartidismo predominante
en Europa y EEUU, la
violencia e intolerancia hacia otras regiones, los
regímenes dictatoriales y situación de extrema
pobreza en el
sureste asiático, el suicidio y
asesinato entre los jóvenes, la poca preparación de
estos mismos jóvenes etc. ¿Es este el capitalismo
victorioso?, ¿Es esta la única esperanza de la
humanidad?, ¿Son el modelo a seguir?, ¿Es que acaso
la crisis latinoamericana y de buena parte del tercer mundo no
son también una derrota del capitalismo?, ¿O es que
acaso América Latina entra al capitalismo a finales de los
ochenta y en los noventa con las reformas económicas
neoliberales?.
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