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Catolicismo y dogmas (página 8)




Enviado por Ever Barandita



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

 

"Aún estaba la carne entre los dientes de ellos,
antes que fuese masticada, cuando la ira de El eterno se
encendió en el pueblo, e hirió El eterno al pueblo
con una plaga muy grande. Y llamó el nombre de aquel lugar
Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo
codicioso" (Números 11: 33-34).

Castigo de María y Aarón por burlarse de
Moisés:

La historia que sigue
después de esta no es menos decepcionante en cuanto al
tema de la espiritualidad. En el mismo sitio donde se declara que
Moisés es el hombre
más humilde de todos los que existieron sobre la faz de
la tierra, se
castigan a dos personas, en esta ocasión los mismos
familiares de Moisés, tan sólo porque se burlaron
de Moisés y hablaron en contra de él. Acababa
Moisés de tomar una nueva mujer, y esto
parece que fue motivo de burla de parte de sus hermanos
María y Aarón. Cuando El eterno se entera de esto,
llama a los tres para que vayan a un lugar, y allí se
muestra a
favor de Moisés delante de ellos. Pero lo triste
aquí es que María paga por su delito con un
castigo de lepra que le duraría siete
días.

Al dios de amor no le
gusta que no se mate por él.

En otra ocasión los israelitas volvieron a
rebelarse en contra de El eterno. Estaba llegando el día
en que el pueblo tendría que enfrentarse al enemigo para
conquistar la tierra
prometida. Habían enviado unos espías para ver el
territorio, y esto les causó un gran temor. Desfallecieron
a causa de lo que los espías le habían reportado
(ver el capítulo trece de Números). Ya fuera por
miedo o por otra causa, el pueblo no quería ir a
enfrentarse contra los habitantes de la tierra que ellos iban a
ocupar. A causa de esta negativa el pueblo se consideró
rebelde y pecaminoso. Por lo tanto, en esta ocasión, el
hecho de no querer matar se consideró como rebeldía
contra El eterno. Vemos que ahora es considerado pecado no querer
matar. ¡Qué muchas injusticias podemos encontrar
dentro de este famoso libro! Los
versículos seis al nueve del capítulo catorce de
Números nos exponen esto claramente:

"Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que
eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus
vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos
de Israel, diciendo:
La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran
manera buena. Si El eterno se agradare de nosotros, él nos
llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra
que fluye leche y miel.
Por tanto no seáis rebeldes contra El eterno, ni
temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los
comeremos como pan; su amparo se ha
apartado de ellos, y con nosotros está El eterno; no los
temáis" (Números 14: 6-9)..

Moisés y Aarón interceden por el pueblo
pecador que no quería matar, porque pensaban que luchar
por esa tierra era peligroso, y se les recuerda la promesa que El
eterno les había hecho: "él nos llevará a
esta tierra, y nos la entregará", y es entonces cuando El
eterno decide algo sorprendente: eliminar a todos los que vieron
las señales
en el desierto (Números 14:20-35).

El versículo veintinueve es muy
revelador:

"En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo
el número de los que fueron contados de entre vosotros, de
veinte años arriba, los cuales han murmurado contra
mí."

¿Puede el lector captar el verdadero sentido que
contienen las anteriores palabras? El eterno no soporta que
hablen en su contra ni críticas. Pero eso no termina
ahí, pues él entonces decide que la gente que lo ha
ofendido —¡un pueblo entero de muchos
millares!— tiene que morir por cometer este grave pecado de
criticarlo. Esta supuesta conducta de parte
de un "Dios bueno" y "misericordioso" deja mucho que decir. Que
una persona no tolere
críticas es algo de esperarse, quizás de los
"mortales". Pero que esa persona alegue ser un "dios"y que mande
a matar por ello, nos hace pensar que estamos ante un caso en el
que existe una grave injusticia. Sólo los dictadores
draconianos, los primitivos caníbales salvajes, se
comportan así. Aún así, millares leen esto
viviendo dentro de una sociedad que
hoy día se considera civilizada y "democrática", y
no parecen encontrar nada malo en lo que leen. Resolver este
problema diciendo que Dios antes era de una forma (Antiguo
Testamento) pero que después cambió (Nuevo
Testamento), no resuelve tan fácil el dilema que se nos
plantea aquí.

Ajusticiamientos para "aplacar" la ira de El
eterno

Los madianitas era un pueblo que habitaba cerca del
territorio que Israel ocuparía. Los hombres de Israel
comenzaron a casarse con las mujeres madianitas. Para la Biblia
esto no era casamiento, sino "fornicación", pues la
interpretación de matrimonio cambia
y entonces se dice que tales matrimonios son una
fornicación, porque tal cosa es: "fornicar con las hijas
de Moab" (Números 25:1). El pueblo de Israel se
juntó con los madianitas y comió con ellos y se
inclinó a sus dioses. Pero esta iba a ser la suprema
desgracia de los madianitas, pues por esto se profirió
contra ellos una sentencia que no iba a ser nada halagadora. Lo
primero que sucede es que El eterno se encendió en ira en
contra de los príncipes del pueblo de Israel. La crueldad
no se hace esperar cuando son mandados a eliminar a todos los
príncipes:

"Y El eterno dijo a Moisés: Toma a todos los
príncipes del pueblo, y ahórcalos delante del sol,
y el ardor de la ira de El eterno se apartará de Israel
(Números 25:4)."

La venganza contra Madián

Otra cosa que se narra es el asunto de lo que le
aconteció a los madianitas por el grave pecado de haber
conducido a los israelitas a la nueva religión. No conforme
al genocidio de los príncipes, el pueblo de Madián
es víctima de una grave venganza por ello. Los redactores
de la Biblia no vieron nada malo en poner el siguiente
título al capítulo que nos relata la venganza de
Israel contra los madianitas: "Venganza de Israel contra
Madián". Si lee todo el capítulo 31 del libro de
los Números encontrará que esta parte es muy
interesante:

"El eterno habló a Moisés, diciendo: Haz
la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas;
después serás recogido a tu pueblo. Entonces
Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de
vosotros para la guerra, y
vayan contra Madián y hagan la venganza de El eterno en
Madián. (Números 31:1-3)."

Lo que sigue a esto, y cómo los Israelitas
llevaron a cabo la "venganza", es algo despiadado, pues parece un
relato de tribus bárbaras que se matan unas a otras. En
este episodio hasta le tocó el turno de morir a Balaam,
sin tomársele en cuenta que él ya antes
había "profetizado" a favor de los israelitas, aunque
había tratado de profetizar en contra. Veamos lo que dice
la Biblia:

"Y pelearon contra Madián, como El eterno lo
había mandado a Moisés, y mataron a todo
varón. Mataron también, entre los muertos, de
ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y
Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo
de Beor mataron a espada. Y los hijos de Israel llevaron cautivas
a las mujeres de los madianitas, a sus niños,
y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus
bienes, e
incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. Y tomaron
todo el despojo, y todo el botín, así de hombres
como de bestias" (Números 31:7-11).

La desgracia de los madianitas no acabó
aquí, puesto que cuando llegaron donde Moisés con
las mujeres y niños que le habían secuestrado a los
madianitas, Moisés se enoja contra los oficiales del
ejército y le dice al pueblo debieron matar a las mujeres
y a los niños varones.

"…y les dijo Moisés: ¿Por qué
habéis dejado con vida a todas las mujeres? He
aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los
hijos de Israel prevaricasen contra El eterno en lo tocante a
Baal-Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de
El eterno. Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los
niños; matad también a toda mujer que haya conocido
varón carnalmente. Pero a todas las niñas entre las
mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis
con vida" (Números 31: 15-18).

¿Cómo se pueden justificar tantas
atrocidades? No podemos imaginar cómo una gente tan
"santa" no pudiera sentir ni siquiera el más mínimo
sentimiento de piedad o remordimiento hacia los niños que
ellos mismos asesinarían. ¿Cómo
podrían atreverse a matar niños inocentes a nombre
de El eterno sin sentir remordimiento? ¿Qué
conciencia
tuvieron cuando hicieron esto? Honestamente, esto es algo
difícil de aceptar. Cuando una vez más leemos en la
Biblia que El eterno está mandando a matar inocentes, nos
preguntarnos: ¿Es que todavía nadie puede abrir los
ojos y entender lo serio de las conclusiones que se pueden
deducir de estos actos? Se supone que a un Dios de amor y de
bondad no le pase por la mente ni el mínimo pensamiento de
tan criminal crueldad. Y para colmo, el pueblo se repartió
los bienes del pueblo masacrado y demolido como si este pueblo
"santo" hubiera sido un pueblo de saqueadores, bandidos y
delincuentes vulgares (Números 31:21-54). Se le entregaron
hasta a las niñas vírgenes del pueblo que
tenían que exterminar para que pudieran satisfacer su
lujuria, como si a Dios le preocupara satisfacer la lujuria de
esta gente. Vamos, siga usted estando de acuerdo con todas estas
cosas de la Biblia sin abrir los ojos, y le aseguramos que si un
monstruo gobierna su país, diciendo que viene en el nombre
del cristianismo,
usted le dará su apoyo incondicional sin saber que
está faltando a la moral. Esta
es la finalidad de la irracionalidad esencial que este libro
estimula.

Deuteronomio comienza con un discurso de
Moisés al pueblo. Les recuerda que ellos habían
sido un pueblo rebelde, y que no había obedecido los
mandamientos. Al pronunciar el discurso, Moisés le dice
que por eso El eterno había jurado:

"Y oyó El eterno el rumor de vuestras palabras, y
se enojó, y juró diciendo: No verá hombre alguno
de estos, de esta mala generación, la buena tierra que
juré que había de dar a vuestros padres, excepto
Caleb hijo de Jefuné…" (Deuteronomio
1:34-36).

En el discurso Moisés hace un recuento de la
historia del pueblo en el desierto. Entre lo que Moisés le
menciona está el suceso de cómo ellos habían
asesinado y matado a nombre de El eterno. Lo más que atrae
nuestra atención es la descripción de la conquista de
Basán. Esto es descrito en el libro sagrado de una manera
directa y sin titubeos. Al parecer, esto se está narrando
aquí sin que se espere que nadie se ofenda a pesar la
revelación de actos tan infames. No obstante, esto no
quita que lo que leemos es algo que causa horror.
Veamos:

"Y El eterno nuestro Dios entregó también
en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al
cual derrotamos hasta acabar con todos. Y tomamos entonces todas
sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos;
sesenta ciudades, de toda la tierra de Argob, del reino de Og en
Basán. Todas éstas eran ciudades fortificadas con
muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas
ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón
rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y
niños. Y tomamos para nosotros todo el ganado, y los
despojos de las ciudades" (Deuteronomio 3: 3-6).

No entendemos qué clase de
dioses son aquellos que mandan a matar a mujeres y niños y
se los siga considerando "santos". Tampoco entendemos cómo
es posible que hoy las personas civilizadas puedan leer algo como
esto y no se ofendan al ver lo horrible y cruel que está
implícito en estas palabras: "…matando en toda ciudad a
hombres, mujeres y niños. Y tomamos para nosotros todo el
ganado, y los despojos de las ciudades" ¿Cómo
conciliar asesinatos, saqueos y genocidio con la religión
y la santidad? Si hablamos de la obediencia como virtud, entonces
la ética
que se está enseñando aquí no es una
ética religiosa, sino una ética distinta. Para los
políticos lo importante es que cada ciudadano mate y se
sacrifique "por la patria". Este parece ser el caso aquí.
Los principios
éticos que se utilizan para obedecer las leyes de una
sociedad no son los mismos que sirven para la religión. A
menos que no nos estén manipulando con otros fines que no
sean los religiosos, esto huele a lo más bajo en que se
puede caer en la vida. Seguimos opinando que a los que leen la
Biblia como los fundamentalistas les siembran tres cosas:
injusticia esencial, irracionalidad esencial, e intolerancia
esencial. Una vez que han logrado destruir su capacidad de pensar
en una forma lógica,
serán presa fácil para creer cualquier disparate
maligno a favor de la religión. La religión debe
ser un principio elevado que ayuda a los creyentes a subir en su
ascenso "hacia lo divino". La Biblia parece ser un libro en el
que se observa una ética digna de los salvajes.

A pesar de todo lo antedicho, Moisés aún
concebía al pueblo de Israel como algo
especial:

"Porque ¿qué nación
grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo
está El eterno nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y
¿qué nación
grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta
ley que yo
pongo hoy delante de vosotros?" (Deuteronomio 4: 7-8)

Irónicamente se le pregunta y se le dice al
pueblo que las leyes que se le han puesto delante son: "estatutos
y juicios justos". Amigo lector,

¿Desea usted seguir opinando que esos son
estatutos justos?

Israel bajo amenaza para que obedezca.

Israel tenía que guardarse de no fabricar
imágenes o esculturas, bajo amenaza de
muerte.
Tampoco ellos podían elegir otras religiones. Y aunque estas
parecen advertencias voluntarias, tenían que obedecer,
puesto que de no hacerlo así ellos lo iban a pagar con su
vida. Estudie estos pasajes detenidamente:

"Guardaos, no os olvidéis del pacto de El eterno
vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no
os hagáis escultura o imagen de ninguna
cosa que El eterno tu Dios te ha prohibido. Porque El eterno tu
Dios es fuego consumidor, Dios
celoso

(Deuteronomio 4:23-24)."

"Mas si llegas a olvidarte de El eterno tu Dios y andas
en pos de dioses ajenos, y les das culto y ante ellos te
inclinas, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto
pereceréis (Deuteronomio 8: 19)."

"No andaréis en pos de dioses ajenos, de los
dioses de los pueblos que están en vuestros contornos;
porque el Dios celoso, El eterno tu Dios, en medio de ti
está; para que no se inflame el furor de El eterno tu Dios
contra ti, y te destruya de sobre la tierra (Deuteronomio 6:
14)."

"Conoce, pues, que El eterno tu Dios es el Dios
verdadero, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman, y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
y que da el pago en la cara al que le aborrece,
destruyéndolo; y no es remiso con el que le odia; en su
propia cara le da el pago (Deuteronomio 7: 9-10)."

Con semejantes mandatos que inflaman el fuego de una
conducta intolerante, Moisés continuaba legislando con
dureza. Fundamentados en un Dios vengativo, como él mismo
se describió a sí mismo, el pueblo se iba a lanzar
a la conquista de Canaán. Y pensando que era el mismo Dios
el que los estaba instigando a ello, el pueblo se agarraba de
promesas como éstas y deseaba cumplirlas.

"Destruirás, pues, a todos los pueblos que te
entrega El eterno tu Dios; no los perdonarás, ni
servirás a sus dioses, porque ello sería un lazo
para ti"

(Deuteronomio 7: 16).

Imagínese usted cuán salvaje y cruel
podía llegar a ser un pueblo que se hacía de la
idea que su Dios le permitía matar. Pensar que si mataban
a inocentes en nombre de su Dios no era pecado y que era algo que
les haría ganar el cielo, era descender a lo más
bajo y criminal, y no mortificarse la conciencia por nada. Tales
personas estaban observando unas normas de
conducta que estaban demasiado próximas a las del
caníbal primitivo. Esto les daba a ellos tal fiereza y
coraje, que difícilmente pueblo alguno pudo
enfrentárseles sin pagar las consecuencias. Era como si
ellos no hubieran encontrado obstáculo alguno que frenara
su saña. Esto también les daba a ellos un grado de
intolerancia tan exagerado, que muchos de ellos llegaron al
extremo de matar hasta sus propios hijos sin sentir
remordimiento. ¡A esto se debe que ya hemos visto las
más injustas leyes a nombre de El eterno! Y eso es lo que
se ve a través de todo el Antiguo Testamento.
¡Muerte y destrucción para todo aquel que no cree en
El eterno! No obstante, ellos lo describen con más
elocuencia:

"Destruiréis enteramente todos los lugares donde
las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus
dioses, en los montes altos, y en los collados, y debajo de todo
árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y
quemaréis sus estatuas, y sus imágenes de
Aserá consumiréis con fuego; y destruiréis
las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel
lugar (Deuteronomio 12: 2-3)."

Hay otro pasaje que nos demuestra mejor el asunto de la
intolerancia y el odio que debían tener los israelitas
contra las personas que se atrevieran a insinuar otra
religión. Hablando acerca de los falsos profetas que
supuestamente El eterno iba a introducir en el pueblo para
"probarlos", El eterno hace la siguiente
recomendación:

"Si te incita tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo,
tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto:
Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres
conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en
vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo
a otro de la tierra; no consentirás con él, ni le
prestarás oído; ni
tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia,
ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano se
alzará primero sobre él para matarle, y
después la mano de todo el pueblo. Lo apedrearás
hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de El eterno
tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la
casa de servidumbre; para que todo Israel oiga, y tema, y no
vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta (Deuteronomio
13: 6-11)."

Recordemos que si el pueblo se comportaba de esta
bárbara manera entonces estaba obedeciendo a El eterno y
lo que hacían debería ser considerado como recto.
Inclusive, si una ciudad completa se apartaba en pos de otros
dioses, ellos, en "puro" acto de santidad, tenían que ir a
exterminar a toda su gente (Deuteronomio 13:12-18). Y todo esto
se debía a que ellos eran: "…pueblo santo a El eterno tu
Dios, y El eterno te ha escogido para que le seas un pueblo
único de entre todos los pueblos que están sobre la
tierra (Deuteronomio 14: 2)". Que barbaridad, estos santos, para
mantenerse al día, tenía que matar.

Siempre fueron objetos de gran controversia los
atentados contra la religión de los hebreos:

"Cuando se halle en medio de ti, en alguna de tus
ciudades que El eterno tu Dios te da, hombre o mujer que haya
hecho el mal ante los ojos de El eterno tu Dios, traspasando su
pacto, que haya ido y servido a dioses ajenos, y se haya
inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el
ejército del cielo, lo cual yo he prohibido, y te sea dado
aviso,… entonces sacarás a tus puertas al hombre o a
la mujer que haya
hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los
apedrearás, y así morirán. Por dicho de dos
o de tres testigos morirá el que haya de morir; no
morirá por el dicho de un solo testigo. La mano de los
testigos caerá primero sobre él para matarlo, y
después la mano de todo el pueblo; así
quitarás el mal de en medio de ti (Deuteronomio 17:
2-7)."

Tal parece que el pueblo santo sólo sabía
asesinar como única forma de "quitar el mal de en medio".
Y se les instigaba a que tomaran venganza, pues no debía
tener misericordia ni de sus propios parientes.
¡Cuánto menos se le exigiría que tuvieran
misericordia de otros pueblos que no eran sus familiares! Se le
ordenó que exterminaran a Amalec, porque se había
enfrentado contra ellos (Deuteronomio 25:17-19). Inclusive,
cuando se le recitaron las primeras palabras al pueblo en una
ocasión en que estaba congregado, el primer "amén"
lo pronunciaron para responder afirmativamente a unas maldiciones
contra otros (Deuteronomio 27: 11-26).

Llegando casi al final de Deuteronomio, el libro
profiere unas bendiciones y maldiciones, siendo éstas
últimas aterradoras. El capítulo veintiocho del
libro contiene una larga lista de maldiciones terribles que
amenazan al que se rebele y no obedezca a El eterno. El que no
obedezca le van a sobrevenir enfermedades, pueblos
extranjeros lo van a sojuzgar, sus cosechas no llegarán a
madurar, le dará locura, ceguera, y puede esperar que
tantas tragedias le sobrevendrán, que el temor se
apoderará de su ser. El libro también narra los
últimos días de Moisés, cuando bendice las
doce tribus de Israel. Luego de esto Moisés es sepultado.
Hasta aquí llegó la historia de Moisés, el
manso y, ¿humilde? Juzgue usted.

Josué

En Josué existe un pasaje que es el favorito de
mucha gente que lee la Biblia y la usa como guía. El
pasaje dice así:

"Solamente esfuérzate y sé muy valiente,
para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra
ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que
emprendas (Josué 1:7)."

Este versículo lo citan muchos creyentes cuando
enfrentan algún reto que requiere valentía en su
vida, y se hace como si este fuera una promesa que Dios les
está haciendo. Pero si sacamos el versículo fuera
de su contexto original, estamos cometiendo un grave error de
juicio, porque analizado detenidamente, se hace evidente que El
eterno estaba dando la orden a Josué para matar y
conquistar en la tierra prometida. La espada y la violencia eran
los medios por los
que Josué tenía que conquistar la tierra prometida.
Aún más, Josué tenía el derecho de
mandar a matar a toda persona que no mostrara entusiasmo en
ayudarlo en la
empresa:

"Cualquiera que sea rebelde a tu mandamiento, y obedezca
a tus palabras en todas las cosas que le mandes, que muera;
solamente que te esfuerces y seas valiente"

(Josué 1:18).

La espiritualidad hebrea consistía en una
obediencia ciega a los mandatos de la ley de Moisés. Los
hebreos, en materia de
religión, eran muy rigurosos. Para ellos, la correcta
relación del ser humano con Dios, era de acuerdo a una
obediencia ciega a unos códigos y preceptos. En la
época bíblica no se le exigía a nadie que
creciera espiritualmente por medio de prácticas de
devoción y ascéticas. Lo único que
tenía que hacer Josué para ser fiel a Dios era leer
el libro de la ley, aunque llevara una vida como un militar
intolerable, asesino y pillo. La ética religiosa en esta
época, en comparación con otras más
avanzadas y más justas, era una ética bélica
y sanguinaria, y aunque pueda considerarse por algunos como
atrasados, se parece a la conducta de algunos militares
modernos.

Podemos afirmar que toda la espiritualidad de
Josué puede resumirse por lo que dice este
versículo:

"Que no se aparte de tu boca este libro de la ley, sino
que de día y de noche has de meditar en él, para
que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien (Josué
1:8)".

Todo lo que tenía que hacer Josué para que
Dios lo bendijera era leer su texto sagrado
y meditar en él para recibir bendiciones. Cualquier otra
cosa que Josué hiciera, o sea, mandar a asesinar y ser
intolerante con la gente que no creía como él, le
era perdonada, por el mero hecho de que él no se apartaba
de la palabra de la ley. Razonemos esto: ¿Cómo es
posible que se le dé permiso a una persona para ir a matar
y a conquistar otros pueblos y sólo porque tal hecho se
encuentra registrado en un libro sagrado considera a tal persona
como un santo que tiene la salvación de su "dios"?
¿Cómo es posible que se conviertan en
legítimos los actos de puro vandalismo y piratería de muchos debido a que solamente
observan devoción y respeto hacia un
libro sagrado? A menos que el libro sagrado no posea una magia
especial que fulmine la maldad que tal persona cometa, no
encontramos justificación alguna para que el que mate sea
considerado santo por la posteridad de unas autoridades
religiosas. Y lo más sorprendente todavía
sucedió después. Josué fue testigo de una
teofanía, se dice que vio a Dios personalmente, porque se
le apareció en una ocasión el "Príncipe del
ejército de El eterno" (Josué 5: 13-15).

La cruenta toma de Jericó

Otro incidente en el cual muchos fundamentalistas
bíblicos no parecen percatarse de la injusticia esencial
es el de la toma de Jericó. La toma de Jericó fue
un evento militar. Los habitantes de Jericó estaban
aterrados porque ellos sabían que no iban a ser tratados muy
"espiritualmente" por el pueblo santo y habían cerrado las
puertas de su ciudad para que estos no los asesinaran. Pero por
un supuesto acto milagroso, las murallas de Jericó se
derrumban y entonces los israelitas entran a matar a los
habitantes de Jericó.

La gente de Jericó se había resguardado
dentro de las murallas de su ciudad. Josué recibe una
revelación de El eterno que le dice la manera en que ellos
van a conquistarla. Josué procede a mandar al pueblo a
hacer lo que El eterno les envió. En lo que podía
parecer una manifestación de unos locos, los hombres de
guerra le dieron la vuelta a la ciudad de Jericó por seis
días. Al séptimo día ellos tocaron bocinas y
gritaron delante de las murallas de Jericó. Esto hizo que
las murallas se derrumbaran. Lo que sucedió después
lo tenemos magistralmente narrado en los siguientes
versículos:

"Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes
tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo
oído el sonido de la
bocina, gritó con gran vocerío, y el muro
cayó a plomo. Entonces el pueblo subió a la ciudad,
cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. Y destruyeron a
filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y
mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas y
los asnos (Josué 6: 20-21)".

Este fue el resultado final de la exhortación de
esforzarse y ser valiente que se le dio a Josué: se
asesinaron brutalmente y sin compasión en una ciudad
entera a jóvenes, viejos, hombres y mujeres.

Después del derrumbe de las murallas, el pueblo
"santo" ejecuta el saqueo ya mencionado. Luego de pasar por la
espada a la gente de Jericó, le entregan la plata y el
oro que han
robado a los habitantes de Jericó al templo de El eterno.
Tal parece que nuevamente la clase sacerdotal se beneficia de las
cosas que el pueblo hace a su favor. Al pueblo se le
prohibía tomar algo del botín (a costa de su propia
vida, como veremos más adelante), pero todo el oro y la
plata tenía que ponerse a los pies de los sacerdotes de El
eterno: "Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y
de hierro, sean
consagrados a El eterno, y entren en el tesoro de El eterno
(Josué 6:19)".

Después de Jericó los israelitas fueron a
la ciudad de Hay. En el incidente de Hay sucedieron unas cuantas
cosas que evidencian la crueldad que abundaba en la mente de
Josué. Esta conquista le costó la vida a doce mil
personas. Lo que Josué cometió después con
su rey y toda la ciudad está descrito en el siguiente
pasaje:

"Y Josué quemó a Hay y la redujo a un
montón de escombros, asolada para siempre hasta hoy. Y al
rey de Hay lo colgó de un árbol hasta caer la
noche; y cuando el sol se puso,
mandó Josué que quitasen del árbol su
cuerpo, y lo echasen a la puerta de la ciudad; y levantaron sobre
él un gran montón de piedras, que permanece hasta
hoy (Josué 8: 28-29)".

Fue un tremendo acto de barbarismo y brutalidad el de
Josué contra el rey de Hay. También destruyó
la ciudad y la redujo a un montón de escombros. Y esto
siguió, pues los israelitas siguieron conquistando tierras
y destruyendo reinos.
Destruyeron a los amorreos, en una peculiar forma en que se dijo
que El eterno los ayudó arrojando piedras desde el cielo
para matar al enemigo (Josué 10:11). En Gabaón se
detuvo el sol para que los israelitas mataran a todos los
enemigos. En otra ocasión cinco reyes huyeron y fueron a
esconderse dentro de una cueva, en Maquedá, de donde
fueron sacados para llevarlos ante la presencia de Josué.
El repulsivo acto se narra así:

"Y cuando los hubieron llevado a Josué,
llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a
los principales de la gente de guerra que habían venido
con él: Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos
de estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre
los cuellos de ellos. Y Josué les dijo: No temáis,
ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque
así hará El eterno a todos vuestros enemigos contra
los cuales peleáis. Acto seguido, Josué los
hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco
árboles, de los que quedaron colgados hasta
caer la noche. Y cuando el sol se iba a poner, mandó
Josué que los quitasen de los árboles, y los
echasen en la cueva donde se habían escondido; y pusieron
grandes piedras en la entrada de la cueva, y allí
están todavía hoy (Josué
10:24-27)".

El libro de Josué continúa con el mismo
estilo, contando los relatos de cómo el pueblo de Israel
exterminaba a sus enemigos por medio de una encomienda divina.
Josué cumplió con el mandato divino, y en lo que
puede decirse que es un versículo muy clave, Josué
cumplió con esto:

"Hirió, pues, Josué toda la región
de las montañas, del Négueb, de los llanos y de las
laderas, y a todos los reyes, sin dejar nada; todo lo que
tenía vida lo mató, como El eterno Dios de Israel
se lo había mandado (Josué 10: 40)".

El inconveniente que los reyes de las tierras que Israel
estaba conquistando no aceptaban ser conquistados y
"endurecían su corazón",
era interpretado como algo que llevaba una oculta
intención divina.

"Porque esto vino de El eterno, que endurecía el
corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel,
para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que
fuesen desarraigados, como El eterno lo había mandado a
Moisés (Josué 11:20)".

Sencillamente, ellos pensaban que era su divinidad la
que hacía que los pueblos los odiaran, y era entonces el
sagrado deber de ellos el combatir con fiereza a sus enemigos.
Durante la vida de Josué fue cuando los israelitas
acabaron también con Balaam, que había sido usado
por Dios para bendecir al pueblo (Josué 13:22).
Posteriormente Josué logra conquistar gran parte de la
tierra. Los israelitas se repartieron las tierras de acuerdo con
lo que se había estipulado en el libro de la ley de
Moisés. Los capítulos finales del libro de
Josué nos relatan esto. Se cumple entonces lo
siguiente:

"De esta manera dio El eterno a Israel toda la tierra
que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y
habitaron en ella. Y El eterno les dio reposo alrededor, conforme
a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de
todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque El eterno
entregó en sus manos a todos sus enemigos. No faltó
palabra de todas las buenas promesas que El eterno había
hecho a la casa de Israel; todo se cumplió (Josué
21: 43-45)".

Y el otro tema aparte de la conquista despiadada de la
tierra prometida, era el de seguir obedeciendo a las promesas de
El eterno en la ley. Parte de esta obediencia era el rechazo a
los demás pueblos que los rodeaban. La intolerancia
religiosa era el pan nuestro de cada día que comía
el pueblo del Antiguo Testamento. Continúa la intolerancia
religiosa en este pasaje:

"Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que
está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin
apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra; para que no os
mezcléis con estas naciones que han quedado con vosotros,
ni hagáis mención ni juréis por el nombre de
sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos
(Josué 23:6-7)".

La intolerancia religiosa era algo que tuvo sus
raíces en estos santos héroes de la fe del Antiguo
Testamento, pero veremos que en el Nuevo Testamento se manifiesta
de otra manera mucho más sutil.

Los Jueces, período de grandes
contradicciones

Después de la muerte de
Josué el pueblo israelita queda en posesión de la
tierra prometida. Pero el panorama que nos presenta Jueces no es
muy halagador. Después que Josué muere, el pueblo
se torna desobediente. Veamos este versículo:

"Entonces los hijos de Israel hicieron lo malo ante los
ojos de El eterno, y sirvieron a los baales. Dejaron a El eterno
el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra
de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los
pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y
provocaron a ira a El eterno. Y dejaron a El eterno, y adoraron a
Baal y a Astarot. Y se encendió contra Israel el furor de
El eterno, el cual los entregó en manos de salteadores,
que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos
de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. Por
dondequiera que salían, la mano de El eterno estaba contra
ellos para mal, como El eterno se lo había dicho y jurado;
y tuvieron gran aprieto. Y El eterno levantó jueces que
los librasen de mano de los que les despojaban; pero tampoco
oyeron a sus jueces, sino que se fueron tras dioses ajenos, a los
cuales adoraron; se desviaron muy pronto del camino que
habían seguido sus padres, que obedecían a los
mandamientos de El eterno; no los imitaron (Jueces
2:11-17)."

Sucedió que el pueblo se había apartado
del camino que habían seguido sus padres. Según
declara Jueces 2:18-19 ellos eran un pueblo muy rebelde a la voz
de El eterno. El eterno les enviaba un juez, y mientras el juez
estaba vivo, ellos obedecían la palabra de El eterno, pero
tan pronto el juez moría, el pueblo volvía a ser
rebelde. Uno de los propósitos para que esto sucediera de
esta manera, era porque El eterno deseaba que el pueblo se
educara en las artes de la guerra. Israel tenía que ser un
pueblo guerrero, por lo que se puede desprender de todo lo que se
enseña aquí

"Estas, pues, son las naciones que dejó El eterno
para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no
habían conocido todas las guerras de
Canaán; solamente para que el linaje de los hijos de
Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los
que antes no la habían conocido: los cinco
príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los
sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano,
desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Y
fueron para probar con ellos a Israel, para saber si
obedecerían a los mandamientos de El eterno, que él
había dado a sus padres por mano de Moisés.
Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos,
heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron de sus
hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y
sirvieron a sus dioses".(Jueces 3:1-6)

Nuevamente, la pretendida espiritualidad bíblica
no se ve. Todo lo que se desea aquí es la muerte y la
destrucción de los pueblos que no poseen las mismas
costumbres hebreas.

Los Jueces de Israel:

Luego de la muerte de Josué, continúa en
Israel un período en el cual reinaba la total
anarquía. Nos parece que el pueblo israelita necesitaba
líderes fuertes y dictatoriales a fin de poder
comportarse correctamente. Al morir Josué el pueblo queda
desamparado y decide consultar a El eterno para que éste
le dijera quienes iban a pelear contra los cananeos. La respuesta
de El eterno fue que esta responsabilidad le tocaba a Judá. Los de
Judá van y pelean contra los cananeos en Bezec, matando a
diez mil cananeos. No conforme con matar a tanta gente, le cortan
los pulgares de las manos y los pies al rey Adoni-bezec.
Adoni-bezec reconoce esto como un castigo divino:

"Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, con los
pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían las
migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado
Dios (Jueces 1: 7)."

Esta fue la primera batalla del pueblo luego de la
desaparición de Josué.

Caleb

El primer caudillo después de Josué se
llamó Caleb. Caleb fue el primer juez de Israel.
Ofreció a su hija en casamiento a aquél que tomara
a la ciudad de Quiriat-séfer. Un hombre llamado Otoniel
tomó la cuidad y por esto le correspondió un pedazo
de tierra. Uno de los versículos más usados por los
creyentes se origina a raíz de esta historia. Nuevamente
los creyentes cristianos interpretan de una manera espiritual el
versículo, que dice así: "Entonces Caleb le dio las
fuentes de
arriba y las fuentes de abajo"

Se han escrito canciones que hacen referencia a este
versículo de una manera espiritual. Para muchos esto
significa que "las fuentes de arriba" son las bendiciones de Dios
desde el cielo, y "las fuentes de abajo" las bendiciones materiales que
Dios le puede dar al creyente. Pero vemos que el origen del
versículo, como muchos en el Antiguo Testamento, surge de
una situación motivada por la guerra y la violencia. A
Otoniel no le están otorgando bendiciones espirituales de
ninguna clase, sino que le están dando un botín de
guerra. Por otra parte, a Caleb le dieron el territorio de
Hebrón. Todo esto no pasa de significar botines de guerra,
y no hay nada espiritual envuelto. La conquista de la tierra
prometida parece que no se le hizo tan fácil a los
israelitas como esperaban, y rápido surgen las
interpretaciones que se adaptan a la contingencia, cosa que se
puede entender leyendo este pasaje:

"El ángel de El eterno subió de Gilgal a
Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en
la tierra de la cual había jurado a vuestros padres,
diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con
vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los
moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de
derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz.
¿Por qué habéis hecho esto? Por tanto, yo
también digo: No los echaré de delante de vosotros,
sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses
os serán tropezadero (Jueces 2: 1-3)."

El versículo anterior sienta las bases para una
explicación racional de la parcial conquista de la tierra
prometida. Parece que al no hacérsele fácil al
pueblo israelita conquistar completamente la tierra prometida,
tiene que buscar una justificación teológica para
explicar por qué no pudo conquistarla como se esperaba. El
escritor bíblico hace que aparezca un ángel de
parte de El eterno y pone en su boca las palabras de que si ellos
no iban a poder conquistar la tierra completamente, esto
pareciera al que leyera que tal fracaso había sido una
prueba de parte de El eterno: "No los echaré de delante de
vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y
sus dioses os serán tropezadero". El israelita necesitaba
una explicación religiosa de por qué no
había tenido el éxito
esperado en la conquista de la tierra prometida tal y como
él pensaba. Antes de este versículo, ya
habíamos visto que El eterno no permitía ni
siquiera que alguien del pueblo tomara una parte insignificante
del botín de la tierra conquistada, pero ahora nos
encontramos con un El eterno que ahora tiene que aceptar que el
pueblo conviva entre los dioses de los pueblos circundantes.
Cuando pocos años antes se le decía al pueblo que
ellos echarían a todos los habitantes de la tierra
prometida (cosa que no sucedió por completo en la
realidad), ahora, se estaba aceptando, como una excusa, que
muchos pueblos se quedarían para "probarlos" a ellos.
Antes de emprender tal tarea, existía la probabilidad de
un fracaso parcial, por lo tanto, se necesitaba una
explicación que de antemano justificara esta posibilidad,
por si acontecía. Y tal respuesta estaba en el asunto de
que El eterno los probaría no exterminando por completo a
los pueblos que Israel iba a conquistar.

Después de la muerte de Josué sigue un
período muy sombrío, en el cual Dios iba a levantar
unos caudillos que se conocieron como los jueces. Caleb fue el
primero de ellos. Y hubo otros mucho más destacados. Si el
lector desea saber acerca de todos los jueces de Israel, le
recomendamos que lea el libro completo, pero para mantener la
brevedad y el propósito de este libro, nosotros haremos un
recuento de aquellos que son pertinentes al tema que estamos
exponiendo.

Eúd

En otra de las ocasiones en que el pueblo israelita se
tornó a hacer lo malo ante los ojos de Dios, se
levantó un hombre "santo", cuya proeza de "santidad" nos
causa gran asombro. El rey de Moab, Eglón, se
fortaleció contra los hijos de Israel y los sometió
a su dominio durante
dieciocho años. Se levanta entonces Eúd, un zurdo,
a libertar a Israel. Los israelitas enviaron un presente al rey
Eglón con Eúd. Luego de entregarle el presente,
Eúd, que había preparado un gran puñal y se
lo había escondido al lado derecho, le dice al rey que
él tenía que hablar con él algo en secreto.
Cuando se encuentra a solas con el rey para decirle su secreto,
esto fue lo que dice la Biblia que pasó con
él:

"Y se le acercó Eúd, estando él
sentado solo en su sala de verano. Y Eúd dijo: Tengo
palabra de Dios para ti, entonces se levantó de la silla.
Entonces alargó Eúd su mano izquierda, y
tomó el puñal de su lado derecho, y se lo
metió por el vientre, de tal manera que la
empuñadura entró también tras la hoja, y la
gordura cubrió la hoja, porque no sacó el
puñal de su vientre; y salió el estiércol
(Jueces 3:20-22)."

Este sombrío y lúgubre asesinato (que
también por mucho es bastante indecente) no es algo que
está narrado en un libro de guerra o en uno de los tomos
escritos por el Marqués de Sade, sino que es un relato de
la Biblia, la cual nos habla en nombre de Dios. Imagínese
usted, ¡un hombre que le saca hasta las heces fecales a
otro con un puñal en nombre de Dios!

Eúd comete la desfachatez de decirle al rey que
tenía palabra de Dios para él, y lo que hace es
apuñalarlo. No nos extrañaría que todas esas
personas que la historia nos dice que fueron creyentes cristianos
e hicieron tantas barbaridades hubieran estado bajo la
influencia de ejemplos como estos. ¡Tantos historiadores
que se han preguntado cuál ha sido el fundamento de la
inquisición y de las guerras religiosas del pasado! La
respuesta es obvia, son cosas como estas. Lean este libro santo
que fue utilizado por los inquisidores y cruzados, aquí
está la clave de esa conducta.

EL Matrimonio:

El matrimonio es una unión entre dos o más
personas con un reconocimiento social, cultural o
jurídico, que tiene por fin proporcionar un marco de
protección mutua o de protección de la
descendencia. Puede ser motivado por intereses personales,
económicos, sentimentales, de protección de
la familia o
como medio para obtener algunas ventajas sociales.

Si Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, sus
mandamientos como su orden divina también lo representan,
un católico que dice aceptar y respetar los mandamientos
de Dios, se aleja y acepta cosas que el mismo quiere justificar,
pero que ante los ojos de Dios esto es una gran atrocidad y
llamamiento del pecado.

Para poder haber una creación y reproducción Dios, creo a un hombre y a una
mujer, para que el espermatozoide fecunde al óvulo, y a
cada macho le hace como pareja a su hembra, no dos del mismo
sexo, macho y
macho, mujer con mujer, pueden crear, esto es abominación,
como se puede confirmar, Dios nunca bendice esto, como la
iglesia que
practica el matrimonio de parejas de homosexuales y lesbianas,
mostrando su verdadero servicio a
Satanás llama al pecado y a su bendición
maligna.

Levítico 20:13-14

»Si alguien se acuesta con otro hombre como se
hace con una mujer, abominación hicieron; ambos han de ser
muertos: sobre ellos caerá su sangre.

14 »El que tome como esposas a una mujer y a la
madre de ella, comete vileza. Tanto él como ellas
serán quemados, para que no haya tal vileza entre
vosotros.

El matrimonio puede ser civil o religioso y, dependiendo
de la religión o del ordenamiento jurídico, los
derechos, deberes
y requisitos del matrimonio son distintos. Ahora bien, no todas
las sociedades
establecen la distinción entre matrimonio civil y
religioso, válida sólo en Occidente.

La forma más habitual de matrimonio es entre un
hombre y una mujer, aunque la definición precisa de esta
relación varía de unas culturas a otras. En
distintos tiempos y lugares se han reconocido otras variedades.
Estadísticamente, las sociedades que permiten la poligamia
como variedad aceptada de matrimonio son más frecuentes
que las que sólo permiten la monogamia. Sin embargo, la
monogamia es la práctica más común incluso
en las primeras.

El matrimonio se considera un concepto
importante porque contribuye a definir la estructura de
la sociedad, al crear un lazo de parentesco entre personas
(generalmente) no cercanas en línea de sangre. Una de sus
funciones
ampliamente reconocidas es la reproducción y socialización de los hijos, así como
la de regular el nexo entre los individuos y su descendencia que
resulta en el parentesco, rol social y estatus.

En las sociedades de influencia occidental se suele
distinguir entre matrimonio religioso y matrimonio civil, siendo
el primero una institución cultural derivada de los
preceptos de una religión, y el segundo una forma
jurídica que implica un reconocimiento y un conjunto de
deberes y derechos legal y culturalmente definidos.

Matrimonio católico

Según la Iglesia Católica el origen del
matrimonio no sería cultural, sino que procede de la misma
naturaleza del
hombre en cuanto que -como dice el libro del Génesis, en
la Biblia- al principio Dios los "creó hombre y mujer". El
matrimonio sería, por tanto, una institución y no
un producto
cultural cuyas principales características -unidad,
indisolubilidad y apertura a la vida- vendrían definidas
por la propia naturaleza del amor entre hombre y mujer que exige
a los esposos amarse el uno al otro, para siempre y que alcanza
su mayor expresión en el hijo, fruto del amor. El
reconocimiento civil que las leyes hacen del matrimonio debe
respetar la naturaleza de esta institución, de ahí
la oposición de la Iglesia Católica al matrimonio
polígamo, poliándrico y homosexual.

Porque la iglesia que tiene instituido el matrimonio
como una orden divina de Dios, de creación y
reproducción, que los mismos lideres eclesiásticos
dicen:

Lo que Dios unió en matrimonio, no lo separe el
hombre,

¿Por qué ellos no cumplen ante Dios,
del sagrado Matrimonio, todos tenemos la función
sexual de procrearnos?

Y el hombre dejara a su padre y a su madre y se
unirá con mujer y ambos serán una sola
carne.

La diferencia fundamental entre el pacto matrimonial y
el matrimonio es que el pacto es un acto recíproco de
voluntad de los contrayentes; es, por consiguiente, un momento
dinámico que "pasa" en un instante. El matrimonio es el
vínculo que se produce entre los contrayentes como efecto
del pacto (que es su causa). El matrimonio es un estado o
situación permanente, que no "pasa", que perdura, es la
comunidad
(común unión) entre los esposos (conyugal). En el
pacto, los contrayentes, mediante el consentimiento, "se
están uniendo". En el matrimonio, los esposos, por el
pacto, "han quedado ya unidos", siendo el matrimonio distinto al
pacto "en tanto perdura". Si el matrimonio se confundiera con el
pacto o alianza, el matrimonio sería el consentimiento de
los contrayentes, en tanto, ese consentimiento sería
sostenido en cada momento de la vida por los esposos.

Para los católicos el fundamento del matrimonio
se encuentra en las siguientes palabras del génesis:
"Creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo
creó, y los creó varón y hembra. Por eso
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá
a su mujer; y vendrán a ser los dos una sola carne. De
manera que ya no son dos, sino una sola carne". Una sola carne
significa que los esposos se pertenecen en lo conyugable (en
aquello que los hace sexualmente complementarios), que forman una
unidad de dos, que son en lo conyugable, un nuevo ser que recrea
el mundo, y ese co-ser da origen a los hijos.

Fundamentos jurídicos

Las características generales de la
institución del matrimonio incluidas en algunos
ordenamientos jurídicos, son la dualidad, la
heterosexualidad y el contenido en cuanto a derechos y deberes. A
partir del siglo XX, en las sociedades de influencia occidental y
procedente del liberalismo se
recoge también el principio de igualdad, con
un peso creciente en las regulaciones derivadas.

La dualidad del matrimonio es el principio por el que la
institución está prevista, en principio, para unir
a dos personas y vincularlas en orden a su convivencia y
procreación. Una excepción muy importante a este
principio se encuentra en algunos ordenamientos (en especial los
de base islámica), que reconocen la posibilidad de que un
hombre contraiga matrimonio con más de una mujer; pero
incluso en este caso la institución vincula a una persona
con otra, pues las diversas mujeres que un musulmán pueda
tener no están unidas, en principio, por ningún
nexo jurídico ni tienen derechos y obligaciones
entre sí.

La heterosexualidad matrimonial exige la pertenencia de
cada contrayente a uno de los sexos, de manera que un hombre y
una mujer son los únicos que, en principio, pueden
contraer matrimonio. Este principio está siendo modificado
en algunos países en favor del principio de igualdad, a
fin de reconocer la paridad de derechos y obligaciones entre
hombre y mujer y extender los beneficios que implica la
institución del matrimonio a parejas formadas por personas
del mismo sexo.

Países Bajos, Bélgica, España,
Canadá y Sudáfrica, así como el estado de
Massachusetts en Estados Unidos,
han admitido el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.
Estos países modifican la anterior definición legal
del matrimonio al concebirlo como la unión de dos
personas. Para información más detallada sobre la
apertura del acceso a la institución del matrimonio por
parejas formadas por personas del mismo sexo, véase el
artículo matrimonio entre personas del mismo
sexo.

El contenido en cuanto a derechos y deberes de los
cónyuges varía en función del ordenamiento
jurídico de cada país, pero por lo general todos
les imponen la obligación de vivir juntos y guardarse
fidelidad, de socorrerse mutuamente, de contribuir al
levantamiento de las cargas familiares y de ejercer conjuntamente
la potestad doméstica y la patria
potestad sobre los hijos, que se presumen comunes salvo
prueba en contrario. Las singularidades del contenido del
matrimonio en cuanto a derechos y deberes de los cónyuges
derivan en cada país de su propia concepción
cultural de la institución, que ha dado forma a la misma
en su legislación positiva y en su práctica
jurídica.

Efectos del matrimonio

El matrimonio produce una serie de efectos
jurídicos entre los cónyuges y frente a terceras
personas, de los cuales los fundamentales son las obligaciones
conyugales, el parentesco y el régimen económico
del matrimonio. Además, en la mayoría de
países produce de derecho la emancipación del
contrayente menor de edad, con lo cual éste queda libre de
la patria potestad de sus padres y podrá en adelante
actuar como si fuera mayor, aunque posteriormente se
divorcie.

Origen del término

La palabra "matrimonio" como denominación de la
institución social y jurídica deriva de la
práctica y del Derecho
Romano. Su origen etimológico es la expresión
"matri-monium", es decir, el derecho que adquiere la mujer que lo
contrae para poder ser madre dentro de la legalidad.

La concepción romana tiene su fundamento en la
idea de que la posibilidad que la naturaleza da a la mujer de ser
madre queda supeditada a la exigencia de un marido al que quedar
sujeta al salir de la tutela de su
padre y de que sus hijos tengan un padre legítimo al que
estar sometidos hasta su plena capacidad legal: es la figura del
pater familias.

Levítico 20: 24 Pero a vosotros os he dicho:
"Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la
daré para que la poseáis por heredad, tierra que
fluye leche y miel".

»Yo soy El eterno, vuestro Dios, que os he
apartado de los demás pueblos.

¿A que pueblos se refiere Dios?

Son a los que son judeo cristianos y sus pervertidas
costumbres.

Ezequiel 22:26

Sus sacerdotes violaron mi Ley y contaminaron mis
santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia,
ni distinguieron entre inmundo y limpio. De mis sábados
apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de
ellos.

27 Sus jefes en medio de ella son como lobos que
arrebatan la presa: derraman sangre para destruir las vidas, para
obtener ganancias injustas.

Apocalipsis 17:1-5

«Ven acá y te mostraré la
sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre
muchas aguas.

2 Con ella han fornicado los reyes de la tierra, y
los habitantes de la tierra se han embriagado con el vino de su
fornicación».

3 Me llevó en el Espíritu al desierto,
y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de
nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez
cuernos.

4 La mujer estaba vestida de púrpura y
escarlata, adornada de oro, piedras preciosas y perlas, y
tenía en la mano un cáliz de oro lleno de
abominaciones y de la inmundicia de su
fornicación.

5 En su frente tenía un nombre escrito, un
misterio: «Babilonia la grande, la madre de las rameras y
de las abominaciones de la tierra».

La mujer de púrpura y rojo escarlata
representa al imperio romano, y
su iglesia Católica y toda la tiranía contra los
apóstoles Palestinos de Jesús, esto no ha cambiado
mucho, Satanás siempre en contra de los creyentes de
Dios.

LOS MUSULMANES SON EL MEJOR EJEMPLO QUE DIOS NOS
MUESTRA, COMO LOS VERDADERO CREYENTES Y EL MEJOR ENTRE LOS
PROFETAS, LA PAZ SEA CON MUHAMMAD Y DEBEMOS LEER EL SAGRADO
CORAN.

La Iglesia y el Islam:

La cristiandad es enemiga de los judíos
y de los musulmanes, no consideran otro tipo de religiones, ni
libros
sagrados, niegan profetas y mensajes mostrando el grado de
intolerancia que ha creado a lo largo de la historia creando una
división entre el occidente y el Oriente, mientras que el
Islam es el mismo, desde los tiempos del Profeta Muhammad, la paz
sea con El, es el mismo en oriente y occidente, los musulmanes no
cambiamos el credo y la adoración a Dios, y el verdadero
creyente es hermano el uno del otro, estamos unidos en el
servicio y sumisión a Dios, eso es lo que no entiende la
política
cuando contamina la religión en su mensaje.

El mundo antes del nacimiento del Profeta Muhammad, la
paz sea con El, estaba dominado por aquellas culturas que fueran
superiores en lo político, en lo social, en lo
económico y militar estas culturas como la griega, la
romana, las dos primeras con mayor importancia en Occidente,
otros grandes imperios como el Hindú, Egipcio, los Persas,
Los Asirios, con campos fértiles y con diferencias entre
las disputas políticas
y religiosas de Occidente, con su filosofía, entre las
diferencias de creencias en la sociedad, practicaban sus
gobernantes romanos el espíritu conquistador y dominador,
trayendo grandes problemas
sociales nunca antes vividos.

Podemos afirmar que vivían así como
nosotros en la actualidad sumidos en un conflicto
filosófico, político, sin una identidad
religiosa, sin pensar cualquier otra cosa entre una continua
guerra entre la razón y la moral.

El atraso social de Europa, lo
pudieron superar cuando el Islam, llego a tocar nuestros
territorios, después de revelado El Sagrado Coran, y
muchos grande historiadores de manera objetiva, nos muestran
estos datos que hacen
parte de la luz que tenemos
que aprender a ver, porque antes que nosotros como continente
americano, pudiéramos ser llamados sociedad, ellos ya
habían educado a otros, hoy tenemos la oportunidad de
brindar que sea Dios, quien nos muestre esa Luz descrita en el
Sagrado Coran, en todos los tiempos reconocieron que fueron los
musulmanes los que nos educaron, en todos los aspectos, en la
tolerancia, el
respeto, el verdadero monoteísmo, la ciencia, el
arte, la
escritura, las
matemáticas, la arquitectura de
muchos edificios con cúpulas y todo el encanto del
Mediterráneo, ese gran legado es una bendición de
Dios, guardada en los gratos momentos de nuestra historia
universal, Desafortunadamente el Occidente es ingrato y de
una manera ignorante, prefiere discutir el surgir de grande
conquistadores que lucharon para que la ciencia no
pudiera ser de dominio publico, como podríamos nosotros
ser las personas que somos en la actualidad, si no fuera por la
sangre de todos aquellos musulmanes, que murieron por la
intolerancia ignorante de Roma y su
régimen genocida, de las cruzadas, santo oficio e
inquisición.

La religión del Islam es la completa
aceptación y obediencia a las enseñanzas de Dios,
que Él reveló a todos los Profetas, con la
verdadera forma de adoración Monoteísta, un
único Dios, sin hijo, sin madre, sin padre, no ha sido
engendrado, no tiene igual, y aceptar al ultimo Profeta,
Muhammad, la paz sea con El y la revelación del Sagrado
Coran.

Nadie tiene el derecho de ser invocado, suplicado, que
le sea rezado o le sea dedicado cualquier acto de
adoración, sino Dios solamente.

Únicamente Dios es el Todopoderoso, El Creador,
El Soberano y Señor de todo lo que hay en el Universo.
Él se encarga de todos los asuntos. No necesita ni depende
de sus criaturas, y todas sus criaturas dependen de Él.
Él es el Omnioyente, el Omnividente. En una forma
perfecta, su conocimiento
engloba a todas las cosas las evidentes y las secretas, lo
público y lo privado. Él conoce lo que pasó,
lo que pasará y cómo pasará. Nada ocurre en
el universo si no es
por que Él quiere. Lo que desea es y lo que no desea no
es, y nunca será. Su deseo está por encima del
deseo de todas sus criaturas. Tiene poder por sobre todas las
cosas, y es capaz de hacer todo lo que desea. Es el
Graciabilísimo, El Misericordioso, y El Más
Benévolo. En uno de los dichos del Profeta Muhammad nos es
dicho que Dios es más misericordioso con sus criaturas de
lo que una madre lo es con su hijo.1 Dios está exento de
la injusticia y la tiranía. Es el más sabio en
todas sus acciones y
decretos. Si alguien quiere pedirle a Dios algo debe
pedírselo sólo a Él, sin pedirle a alguien
más que interceda por él. No existen intermediarios
entre Dios y aquellos que buscan Su ayuda.

Dios no es Jesús, y Jesús no es
Dios.

El mismo Jesús negó eso. Dios dice en el
Corán:

Realmente han caído en incredulidad quienes dice:
Allah es el Ungido, hijo de María. Cuando fue el Ungido
quien dijo a los hijos de Israel: ¡Adorad a Allah! Mi
Señor y el vuestro. Quien asocie algo con Allah, Allah le
vedará el jardín y su refugio será el Fuego.
No hay quien auxilie a los injustos. " (Corán,
5:72)

Dios no es una Trinidad. Dios dijo en el
Corán:

Y han caído en incredulidad los que dicen: Allah
es el tercero de tres, cuando no hay sino un único Dios si
no dejan de decir lo que dicen, ésos que han caído
en la incredulidad tendrán un castigo doloroso. ¿Es
que no van a volverse hacia Allah y Le van a pedir perdón?
Allah es perdonador y Compasivo. El Ungido, hijo de Maria, no es
más que un mensajero antes del cual ya hubo otros
mensajeros… (Corán, 5:73-75)

El Islam niega que Dios descansó en el
séptimo día de la Creación, que Él
lucho con uno de Sus ángeles, que Él es un
envidioso conspirador contra la raza humana o que Él se ha
encarnado en algún ser humano. El Islam también
rechaza la atribución de cualquier forma humana a Dios.
Todas estas cosas son consideradas blasfemas. Dios es el
Exaltado. Está muy lejos de cualquier imperfección.
Nunca se fatiga y ni la somnolencia, ni el sueño le
afectan.

La palabra árabe Allah significa Dios (El Dios
Uno y Único que creó todo el Universo). Esta
palabra 'Allah' es el nombre para Dios, utilizado por las
personas que hablan árabe, tanto cristianos, como
musulmanes. Esta palabra, la cual no tiene forma femenina ni
plural, no puede ser utilizada para designar algo que no sea el
Único Dios verdadero. La palabra árabe Allah
aparece en el Corán cerca de 2.700 veces. En arameo, un
idioma muy cercano y afín con el árabe, que era el
idioma que Jesús habitualmente hablaba.

se es referido a Dios también como
Allah.

La creencia en los Ángeles:

Los musulmanes creen en la existencia de los
Ángeles y que estos son criaturas honorables. Los
ángeles solo adoran a Dios, le obedecen y actúan
sólo por órdenes suyas. Entre los ángeles
está Gabriel, quien descendió el Corán al
profeta Muhammad .

La creencia en los libros revelados Por Dios:

Los musulmanes creen que Dios reveló las
escrituras a sus mensajeros como prueba para la humanidad y como
una guía para la misma. Entre esos libros se encuentra el
Corán que Dios reveló al profeta Muhammad. Dios ha
garantizado la protección del Corán de cualquier
corrupción
o distorsión, Dios dijo:

Nosotros hemos hecho descender el Recuerdo (el
Corán) y somos sus guardianes. (Corán,
15:9)

La creencia en los profetas y mensajeros de
Dios:

Los musulmanes creen en los profetas y mensajeros de
Dios, comenzando con Adán, incluyendo a Noé,
Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, Moisés y Jesús (La
Paz sea sobre todos ellos). Pero el último mensaje de Dios
para el hombre, una reconfirmación del eterno mensaje, le
fue revelado al profeta Muhammad. Los musulmanes creen que
Muhammad es el último profeta enviado por Dios, tal y como
lo dice Dios:

Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres
sino que es el Mensajero de Allah y el sello de los profetas…
(Corán, 33:40)

Los musulmanes creen que todos los profetas y mensajeros
fueron creados como seres humanos que no poseían ninguna
de las cualidades y atributos divinos de Dios.

La creencia en el Día del Juicio:

El musulmán cree en el Día del Juicio (El
Día de la Resurrección) cuando todas las personas
serán resucitadas para ser juzgadas por Dios con
relación a sus creencias y acciones.

La creencia en Al-Qadar:

Los musulmanes creen en el Al-Qadar que es la Divina
Predestinación, pero esta creencia en la Divina
Predestinación no significa que el ser humano no tiene
libre albedrío. Al contrario los musulmanes creen que Dios
ha dado a los seres humanos el libre albedrío. Esto
significa que ellos pueden escoger entre el bien y el mal y que
ellos son responsables por sus decisiones.

La creencia en la Divina Predestinación incluye
la creencia en cuatro conceptos:

1) Dios sabe todas las cosas. Conoce lo que ha pasado y
lo que va a pasar.

2) Dios ha registrado todo lo que ha pasado y todo lo
que pasará hasta el Día del Juicio.

3) Cualquier cosa que Dios quiera que pase sucede, y
cualquier cosa que Dios no quiera que suceda no pasa.

4) Dios es el creador de todo.

Sumisión a Dios, Creador del Universo.

Mahoma: Nombre mal utilizado para mencionar al nombre
del Profeta Muhammad, la paz sea con El.

Mahometanos: Nombre incorrecto que dicen algunos
judíos-y cristianos hacia los musulmanes, Los musulmanes
no adoramos al Profeta, lo recordamos y no hacemos de El, lo que
los cristianos hacen con Jesús elevarlo a divinidad, y
decir que es hijo de.

Muhammad: El gran y ultimo profeta de Dios, para todo el
mundo, hijo de Cedar, hijo de Ismael, Hijo de Abraham, Hijo de
Adán.

Musulmanes: creyentes y no asociadores de Allah, eterno,
uno y único Dios, es el que profesa la religión
islámica, los Musulmanes no adoran a Muhammad, como los
Cristianos consideran que Jesús hijo.

EL Islam que fue revelado al Profeta Muhammad es la
continuación y la culminación de todos los mensajes
dados y predicados por todos los Profetas, en todos los momentos
de la historia y a cada pueblo, la paz sea con ellos, pero que
por la
contaminación política de los pueblos han
tomado después de cada profeta el carácter de división y relevancia de
unos profetas sobre otros, creando así el nombre de
religiones, es por esto que el Islam es la culminación y
corrección del antiguo y nuevo testamento encontrados en
la Biblia, ningún musulmán niega lo que predicaron
los profetas, negamos es la contaminación del hombre, sobre la Palabra
de Dios, que en estos textos se encuentran con manipulaciones de
parte de los judíos, y de los cristianos, que actualmente
consideran una divinidad a Jesús, Dios, no puede permitir
este extravió y envió El Sagrado Coran como
confirmación de pureza en los textos de religiones
anteriormente reveladas y, por ello, es para siempre para todos
los pueblos. Esta condición del Islam está
fundamentada en hechos deslumbrantes. En primer lugar, no hay
otro libro revelado que se encuentre en la misma forma y
contenido en que fue revelado. En segundo lugar ninguna otra de
las religiones reveladas tiene argumentos convincentes que sirvan
de guía para todos los cambios de la vida humana en todos
los tiempos. El Islam dirige la humanidad en general y ofrece
orientación básica respecto a los problemas
humanos. Es más, ha soportado la prueba de mil
cuatrocientos años y tiene todas las posibilidades de
establecer una sociedad ideal tal Y como lo hizo bajo la dirección del último Profeta
Muhammad (La paz y bendiciones de Allah sean con EI).

Fue un milagro que El Profeta Muhammad pudiera ganarse a
sus acérrimos enemigos sin contar con los recursos
materiales necesarios. Adoradores de ídolos, ciegos
seguidores de los caminos de sus antepasados, promotores de
feudos tribales, hombres que no respetaban la dignidad
humana, se convirtieron en una nación disciplinada
siguiendo las directrices del Islam y de su Profeta. El Islam
abrió ante ellos la visión de altura espiritual y
dignidad humana al declarar con razón como único
criterio el mérito y el honor. El Islam reformó su
vida socia), cultural, moral y comercial con leyes y principios
básicos conformes con la naturaleza
humana y por lo tanto aplicables en todos los tiempos porque
la naturaleza humana no cambia.

Es de lamentar que el occidente cristiano en lugar de
hacer un intento sincero por comprender el fenomenal éxito
del Islam en sus primeros tiempos, optar por considerada
religión rival.

Durante los siglos de las cruzadas, esta tendencia
alcanzó gran fuerza e
ímpetu y se produjo gran cantidad de literatura para
empañar la imagen del Islam. Pero el Islam ha comenzado a
desplegar su autenticidad ante los modernos estudiosos, Cuyas
audaces y objetivas observaciones sobre el Islam desmienten todos
los cargos que le imputaron los así llamados orientalistas
imparciales.

A continuación algunas observaciones sobre el
Islam hechas por reconocidas autoridades no musulmanas de los
tiempos modernos. La verdad no necesita abogados que la
defiendan. Pero la propaganda mal
intencionada y prolongada contra el Islam pensadores libres y
objetivos.

Esperamos que las observaciones siguientes contribuyan a
iniciar una evaluación
objetiva del Islam.

Dice: Canon Taylor, en su
ponencia leída ante el congreso eclesial de Walverhamton,
el 7 de octubre de 1887. Citado por Amold en: Preaching of Islam
"La predicación del Islam", Págs. 71 y
72:

"El Islam sustituyó el espíritu del monje
por el del hombre. Ofrece esperanza al esclavo, hermandad a la
humanidad y reconoce los hechos fundamentales de la naturaleza
humana".

Dice: Sarojini Naidu, en su conferencia sobre
los ideales del Islam, véase: Speeches and Writihgs of
Sarojini Naidu" Discursos
escritos de Sarojini Naidu; Madras, 1918, Pag 167:

El sentido de justicia es
uno de los magníficos ideales del Islam. Porque
según leo el Corán encuentro esos principios
dinámicos de la vida, no la mística sino la
ética práctica para la conducta diaria de la vida
adecuada para el mundo entero.

De Lacy O'Leary :Dice en: Islam at the Crossroads (El
Islam en la encrucijada, 1923, Pag.8:

La historia en todo caso pone de manifiesto que la
leyenda de los fanáticos musulmanes que arrasaban el mundo
e Imponían el Islam con la punta de la espada en razas
conquistadas es uno de los mitos absurdos
más fantásticos que jamás hayan repetido los
historiadores.

H. A. R. Gibb, Whlther Islam ¿A dónde va
el Islam? Londres 1932, dice:

Pero el Islam tiene aún otro servicio que prestar
a la causa de la humanidad. Después de todo está
más cerca que Europa del oriente real, y posee una
magnífica tradición de comprensión y
colaboración interracial. Ninguna otra sociedad ha logrado
tantos hitos uniendo en condiciones de igualdad de oportunidades
y de esfuerzos a tantas y tan diversas razas de la humanidad. El
Islam tiene aún poder de reconducción entre
elementos de raza y tradición aparentemente
irreconciliables. Si alguna vez se ha de sustituir la
oposición entre las sociedades oriental y occidental por
la colaboración, la mediación del Islam es una
condición indispensable. Tienen en sus manos en gran
medida la solución de los problemas con los que se
enfrenta Europa en sus relaciones con oriente. SI se unen, las
esperanzas de paz se reforzarán inconmensurablemente. Pero
si Europa, rechazando la colaboración del Islam, la echa
en brazos de sus rivales, los resultados no pueden dejar de ser
desastrosos.

G. b. Shaw. En: the genuite Islam (el autentico Islam),
Vol. 1, No. 81936, dice:

Siempre he tenido en gran estima por estudiar la
religión y Muhammad, ha marcado la historia en lugares
donde no se acepta la predicación del evangelio pero si la
del Coran por su magnifica vitalidad. Es la única
religión que a mi juicio posee esa capacidad de
asimilación a las fases cambiantes de la existencia que
puede hacerse atractiva para todas las edades. He estudiado a ese
hombre extraordinario y en mi opinión lejos de ser un
anticristo, debe ser denominado salvador de la humanidad. Creo
que si un hombre como él tuviera que asumir la dictadura del
mundo moderno, lograría resolver sus problemas de una
manera que trajera consigo la tan necesaria paz y felicidad: He
profetizado respecto a la fe del Profeta Muhammad, como ultimo
enviado de Dios, es aceptado en la Europa de hoy, como
está empezando a ser aceptable para la Europa del
mañana.

A. J. Toynbee, 'Civilization on Tría'" La
civilización a juicio, Nueva York. 1948, pag 205,
dice:

Los valores
morales y la conciencia como ocurre entre los musulmanes es
uno de los logros mas notables del Islam y en el mundo
contemporáneo existe, de hecho, una necesidad que tenemos
que vivir en nuestro tiempo.

M. L. Stoddard, citado en: Islam -The religión of
all prophets) (Islam; la religión de todos los profetas)
.Begum Bawani Waqf, Karachi, Pakistán, Pag 56.

La ascensión del Islam es quizás el
más asombroso acontecimiento de la historia de la
humanidad. Surge de una tierra y un pueblo hasta entonces
insignificante y se propaga en cuestión de un siglo por la
mitad de la tierra sacudiendo grandes Imperios, destronando
religiones sólidamente establecidas, remodelando las almas
de razas, y construyendo un mundo nuevo -el mundo del
Islam.

Cuando más de cerca examinamos estos
acontecimientos más extraordinarios resultan. Las otras
grandes religiones se abrieron camino lentamente, mediante
penosos esfuerzos y finalmente triunfaron con la ayuda de
poderosos monarcas convertidos a la nueva fe. El Cristianismo
tuvo su Constantino, el Budismo tuvo su
Asoka y el Zoroastrismo tuvo su Ciro, cada uno prestando su culto
elegido a la poderosa fuerza de la autoridad
secular. Pero no así el Islam, surgió de una tierra
desértica apenas habitada por una raza nómada,
anteriormente sin distinguir en los anales de la humanidad, el
Islam se lanza a la gran aventura con el más frágil
de los respaldos humanos y contra una superioridad
fortísima. Pero el Islam triunfó con facilidad
aparentemente milagrosa, y un par de generaciones vieron
cómo la fogosa Media Luna paseaba victoriosa desde los
Pirineos hasta el Himalaya, desde los desiertos del Asia Central
hasta los Desiertos del África Central.

Edward Montent "La propande chretienne et ses
adversaires musulmans" (La propaganda cristiana y sus adversarios
musulmanes) París 1890. Citado por T. W. Amold en.the
Preaching of Islam. Londres 1913, Pags. 413,414, dice:

El Islam es una religión esencialmente
racionalista en el más amplio sentido de este
término considerado etimológica e
históricamente. Se le aplica con exactitud la
definición de racionalismo
como sistema que
fundamenta las creencias religiosas en principios facilitados por
la razón. No se puede negar que muchas doctrinas y
sistemas
teológicos así como muchas supersticiones, desde la
adoración de los santos, no hacen parte del
Monoteísmo puro en el tronco mismo del Islam., Pero a
pesar de la rica evolución en todos los sentidos, de
las enseñanzas del Profeta, El Corán ha mantenido
invariablemente su lugar como punto de partida fundamental y el
dogma de la unidad de Dios siempre ha sido proclamado con
grandeza, majestad e invariable pureza y con un acento de la
segura convicción que es difícil encontrar superado
fuera del Islam. Esta fidelidad al dogma fundamental de la
religión, la simplicidad elemental de la fórmula en
la que está enunciado, la prueba que gana de la
convicción fervorosa de los misioneros que lo propagan,
son otras tantas causas que explican el éxito de los
esfuerzos misioneros musulmanes. Un credo tan preciso, tan
desprovisto de toda complejidad teológica y en
consecuencia tan accesible a la comprensión ordinaria no
podía menos que poseer, y de hecho posee, un poder
maravilloso para abrirse camino en la conciencia del
hombre.

W. Montgomery Watt, Islam and Christianity Today (El
Islam y el Cristianismo hoy) Londres 1983, Pag IX.

No soy musulmán en sentido usual, aunque creo que
sí lo soy en el sentido de "quien se rinde ante Dios",
Pero a mi juicio el Corán y en otras expresiones de la
visión islámica hay injertados grandes tesoros de
verdades divinas de las que yo y otros occidentales tenemos mucho
que aprender y el Islam es sin duda un poderoso contendiente en
el establecimiento de un marco fundamental para la
religión unidad del futuro.

El Sagrado Corán es la Revelación divina
que recibió el Profeta Muhammad (saws) de Allah por
intermedio del ángel de la revelación:
Gabriel.

Comenzó en La Meca a partir del año 610
aproximadamente para terminar en Medina en el año
632.

El Sagrado Corán es también un código
completo que incluye diversas áreas de vida, espiritual,
intelectual, político, social o económico. Es un
código que no tiene ningún límite de tiempo,
lugar o nación.

El Corán pide al hombre que mire los signos dentro
de sí mismo y en el horizonte. Para alcanzar la
comprensión un hombre tiene que usar sus ojos, su mente y
su corazón. Todo camino de conocimiento exige un acto de
fe. Pero no una fe ciega como se suele entender
equivocadamente.

Los verdaderos buscadores de
conocimiento esperan que sus ideas y su fe en tales ideas, se
pongan a prueba constantemente.Como el Profeta era incapaz de
leer o escribir, recurrió a sus compañeros letrados
y les dictó, supervisando la trascripción y el
registro
fidedigno de las revelaciones. Estos fragmentos se reunieron
más tarde como el Corán.

A los quince años de la muerte del Profeta
quedó compilado un Corán final, autentificado por
los compañeros del Profeta que estuvieron con él
mientras se sucedieron las Revelaciones. Esto se hizo durante el
Califato de Uzman, en la ciudad de Medina donde está
enterrado el Profeta.

Los 114 capítulos o suras de esta Escritura
Sagrada varían en extensión: desde tres Ayats
(versículos) (las suras 103, 108 y 110) hasta 286 en la
segunda sura, La Vaca. Las primeras revelaciones forman las suras
más cortas. Éstas se encuentran al final de la
Escritura y la mayor parte de ellas ocurre en la última
Parte, o sea la núm. XXX.

El idioma del documento es el árabe
clásico. la fushà, que sirvió y sigue
sirviendo de modelo para el
idioma literario, que se desarrolló durante los brillantes
siglos del gran imperio o califato islámico.

Esta Escritura Sagrada reúne las creencias
esenciales de la fe islámica, así como sus
preceptos morales y sociales. Por medio de ella se han ido
formando los conceptos básicos de nuestra religión
de la Paz universal y, por ello, de la cultura y
civilización de la vasta región islámica que
acabamos de indicar.

Esta enorme región forma una parte sumamente
importante de la sociedad contemporánea, que, tanto en su
occidente cristiano como en su parte materialista y atea,
necesita conocer aquélla con urgencia.El Sagrado
Corán no es un libro en el sentido usual del
término.

No tiene una ilación del principio al fin como
una obra de origen humano, sino que por el contrario cada parte
es como una unidad en si misma coherente con el todo. Se puede
ingresar a el en cualquier sitio y, leyendo unos pocos
versículos, es como si Dios nos estuviera hablando
directamente.

El Corán contiene profecías sobre hechos
que posteriormente se verificaron. Anunció el triunfo y la
gloria del Islam cuando los seguidores del Profeta eran solo un
puñado de hombres sin poder contra miles de
idólatras poderosos y opresores.

Anunció también el triunfo en un plazo
definido de los bizantinos sobre los persas después de un
triunfo de estos últimos y cuando nada hacia suponerlo.
(Corán, sura 30:2 a 4] además el Sagrado
Corán contiene numerosas referencias a la naturaleza y la
creación, y encierra verdades de orden científico
que no se comprobaron sino siglos mas tarde, como la
creación de toda vida del agua, el
régimen de vientos y Lluvias, las etapas del desarrollo
embriológico humano, el origen del cosmos y los astros, la
esfericidad de la tierra, las huellas dactiloscópicas,
etc.

Es un único libro con un autor supremo, un
mensaje eterno y una relevancia universal.

Sus volúmenes no se confinan a un tema particular
o llaman, pero contiene las fundaciones para un sistema entero de
vida, mientras cubriendo un espectro entero de problemas que van
de los artículos específicos de fe y mandos a las
enseñanzas morales generales, derechos y obligaciones,
crimen y castigo, ley personal y
pública, y un organizador de otras preocupaciones privadas
y sociales.

Esta es la primera revelación que Dios, le
entrega a su Profeta Muhammad, la paz sea con El.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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