Culturas de mercado, rutinas de vida – Mujeres canasteras y su valor laboral
Son inevitables los cambios rápidos y continuos
de nuestros procesos
históricos, los llevamos tan a flor de piel que
influye tanto a gran como a pequeña escala en nuestra
sociedad. Es
así como un término tan pequeño como lo es
la
globalización puede significar tanto a la hora de
querer mirar a través del pequeño lente que nos
permite ver a la cotidiana mujer canastera o
feriante.
Basándonos en el libro
"Culturas de Mercado, Rutinas
de Vida" de los autores G. Davinson Pacheco y L. Ketterer Romero,
podemos darnos cuenta que la mayoría de las "mujeres
feriantes canasteras" pertenecen a la etnia
mapuches, cosa que no nos extraña, debido a que la IX
región es un lugar geográfico que cuenta con mucha
riqueza cultural proporcionada por mujeres que poseen una vasta
experiencia formativa en cuanto a conocimientos y creencias
propias de su etnia.
La "mujer feriante" de la IX región ha
experimentado un pedregoso camino para superar su
situación de pobreza, pero se
fortalece en sus anhelos y aspiraciones de una vida futura mejor
para sus hijos, ya que muchas de ellas conforman familias
monoparentales donde son ellas las responsables de la
formación tanto valórica como
educacional.
El trabajo es una
cualidad que no es ajena a estas mujeres, que han tenido que
aprender a superar el arraigado machismo de su propia cultura, por
lo mismo, mas de alguna vez, han sentido exclusión o
algún tipo de discriminación incluso por sus pares o
compañeros de trabajo ("vecinos") cuando están
trabajando, de esta manera han tenido que luchar por ser mujer y
madre, comerciante y luego por pertenecer a la etnia
indígena.
No es nuevo enterarnos que el trabajo
realizado por las mujeres, específicamente "feriantes" no
es reconocido ni valorado, por la sociedad en general, ni por
nuestros organismos estatales representativos, como parte de un
estado
multicultural y étnico.
Aquel trabajo de estas mujeres que esforzadamente se
abren paso en las frías mañanas cubiertas por la
neblina de invierno y se mantienen con una mirada cabizbaja
soñando tal vez con un mejor porvenir.
La tenacidad de "nuestras mujeres" ha llamado
tímidamente la atención (académicos, estudiantes),
esto aun sin tener un puesto determinado de trabajo, del cual
puedan decir que les pertenece, y que otros (organismos
estatales) le identifiquen y reconozcan como propio, sin embargo
esto es más complejo de lo que se logra ver aparentemente,
influyen aquí, la forma como ellas logran negociar y por
otra parte la forma establecida y aceptada de cómo se
debiera llevar a cabo esta actividad comercial y los resultados
económicos que obtengan sin duda dependerán de
estas dos grandes variables.
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