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Proyecto Atómico Huemul (página 3)




Enviado por Santiago Pe�a



Partes: 1, 2, 3

Adrede, Richter comenta que además de los
descubrimientos ya mencionados, en la isla se estaban
experimentando con otros de gran magnitud, que pronto
acusarían tamaño público.

Ya hemos comentado que el "Proyecto
Atómico Huemul" tuvo eco nacional e internacional, pero
cabe diferenciar que si bien todos los actores de respuesta
están relacionados, en el exterior se hizo mas
hincapié en lo científico, aquí se centro en
lo político. Se entiende en este sentido, que en el
periodo de mayor apogeo del peronismo, los
simpatizantes y dirigentes de este partido, aprovechaban
cualquier circunstancia para sacar provecho de los resultados, y
echárselos en cara a sus enemigos
políticos.

En el plano internacional, los científicos
más importantes se dedicaron a tratar el tema, y hasta
premios Nóbel hablaron sobre el tema en prestigiosas
revistas científicas como Nucleonics o
Scientific American, siendo importante mencionar que los
científicos locales hasta el momento no habían
inferido en el mas mínimo comentario. Es sorprendente ver
que las asociaciones físicas y científicas
argentinas (al margen de las creadas a raíz de proyecto),
no mencionaran o siquiera prestaran atención a lo que estaba ocurriendo. En el
exterior, el anuncio de Huemul había despertado asperezas,
especulaciones, críticas y escepticismos, pero no lo
había dejado pasar. Es totalmente bienaventurado
investigar y analizar, no sabiendo concretamente las
consecuencias y verdades lo que ocurría, cosa que la
comunidad
científica local ignoraba.

Inclusive, el "Proyecto Atómico Huemul"
sirvió como elemento para fijar las bases de la investigación en fusión
nuclear en Estados
Unidos.

Cabe mencionar, que el único científico
argentino que en esa época estudio sobre la naturaleza del
proyecto, fue Enrique Gaviola, que critico a Huemul por
considerar que los secretos esconden farsas y mentiras.
También investigó antecedentes de Richter, y no
encontró ninguno. Su opinión paso casi inadvertida,
y su mirada antiperonista lo separó aun más del
tema.

En el transcurso del tiempo,
el
príncipe Bernardo de Holanda viajo a nuestro
país para hacer negocios. Se
decidió que un físico de ese país,
perteneciente a Philips vendría a Argentina a dejar
catálogos de los productos de
esta empresa para los
proyectos
atómicos. Además, estudiaría el desarrollo de
esta. Esto, también se ve evidenciado en la prensa
internacional, en el New York Times del 17 de Mayo, que
para el momento casi semanalmente publicaba un artículo de
importancia referido al tema.

Organismos atómicos

El mismo día que el New York Times publica el
artículo mencionado, el Congreso de la Nación
anuncia la creación de nuevos organismos
atómicos:

La Planta Nacional de Energía Atómica de
Bariloche (PNEA), seria la encargada de realizar investigaciones,
efectuar trabajos y proponer medidas para la rápida y
eficiente utilización de los recursos
necesarios.

Laboratorio Nacional de Energía Atómica:
funcionaba en la Planta, su director era Richter y tenia poder directo
del presidente.

Dirección Nacional de Energía
Atómica (DNEA): sus funciones eran
muy parecidas a la PNEA, pero a diferencia del anterior, esta
organización funcionaba en Buenos Aires, y
estaba dirigida por el coronel González. Tenía la
función
de asesorar a la PNEA, formar personal y
encargarse de temas administrativos y de comercio.
debía organizar una Biblioteca
Especifica y editar un Boletín Técnico
Nacional.

Con la creación de estas entidades, se
formalizaba aun más la
administración y organización del proyecto.
Richter volvía a ver reflejado todo el apoyo de Perón, que
confiaba plenamente en el y lo caratulaba como "el presidente de
Huemul".

A medida que el tiempo avanzaba, Richter comenzaba a
tener "caprichos" y la enemistad con ciertos actores en el
conflicto
aumentaba. Hubo discusiones con los organismos militares
administrativos que se encontraban en la isla desarrollando
tareas de construcción. Richter los declara
ineficientes y busca reemplazos de empresas privadas
que se encarguen de estas tareas.

El coronel González que era el encargado de
administrar todas las tareas administrativas y comerciales,
estaba realmente alterado por las peticiones de Richter y sus
conflictos, y
poco a poco comenzó a pedir nuevas "pruebas" de
desarrollo para acceder a sus peticiones. Esto se lo comunico a
Perón, que volvió a brindarle todo el apoyo a
Richter, y alentó a ser prudentes y pacientes. Pero a la
desconfianza de Richter, también se sumo Rossi, ingeniero
presidente de Philips Argentina, que fue encargado a visitar
Huemul para ver las instalaciones con razones comerciales, luego
de la visita del príncipe holandas al país, ya
antes mencionada. Rossi, dice que no lo convencieron las pocas
explicaciones que daba Richter sobre el tema, y sobre todo la
poca claridad en precisiones de los equipos que iba a requerir.
Sin embargo, Rossi olvido esto y lo justifico como mañas
de un gran sabio, que se abstrae muchas veces y se concentra en
su trabajo, en la
forma particular de un científico.

Y estas superficiales conjeturas se vieron agrandadas
por la repercusión internacional. La opinión de la
comunidad científica había sido avasalladora. El
escepticismo era la moneda de cambio
común en todos los artículos publicados sobre el
tema, donde se lo hacia de un modo suave y dudoso, o punzante y
acido. Esto se vio agravado con la publicación de una nota
en la revista
United Nations World, en Mayo de este año. Esta era
una crítica
más de un prestigioso científico, que nuevamente
caratulaba de "estafa" al proyecto de "bomba atómica de
Perón". Hubiera sido un episodio mas de todos los
ocurridos, si Richter no hubiese accedido a ejercer su derecho de
replica, quizás ya agobiado de que continuamente lo
consideren un fraude, estando
el convencido de sus hazañas. Richter respondió, y
primeramente aclaró que el desarrollo que el estaba
llevando a cabo se refería a temas de aplicación
pacifica de la energía termonuclear, y no a la
fabricación de bombas
atómicas.

Además, asegura que en el "Proyecto
Atómico Huemul" se ha obtenido mas información en fusión nuclear, que
en Estados Unidos y Gran Bretaña juntos; y hasta se anima
a hacer una broma sobre una noticia que había trascendido
en el New York Times sobre su encarcelamiento, que fue
falso por cierto.

Resulta insólito que en el momento de mayor auge
del "Proyecto Atómico Huemul", su creador viaje
repetidamente a Buenos Aires, para entrevistarse repetidamente en
la embajada estadounidense para seguir solicitando una visa. Esto
inquieta al coronel González, que se lo comunica a
Perón. Este de puño y letra le escribe una carta al
científico invitándolo a que se quede, pero le da
la opción de hacer lo que quiera, porque era libre de
hacerlo. Richter se conmueve con el apoyo del líder
argentino y el clima se vuelve
más calmo. Tal es así, que Richter acepta que
periodistas visiten la isla para hacer una recorrida y tomar
notas.

Esto ocurrió a fines de Junio, y los periodistas
quedaron sorprendidos con las instalaciones y con los experimentos
explosivos que Richter les mostró. además, pudieron
obtener información sobre el futuro del proyecto, en el
que Richter barajo que la tecnología vendida
podía ser comercializada. Días después de la
visita, la espectacularidad sensacionalista brillo nuevamente en
los diarios oficialistas. Se publicaron titulares como: "Desde
Huemul una sorpresa conmoverá al mundo".

Por su parte, el New York Times, ya un entendido
en el tema, filtro la noticia comentada por Richter del posible
comercio tecnológico, y tituló a su edición
del 26 de Junio "¿Argentina insinúa comercio
atómico?" , comentando la idea de que era factible la idea
de vender los secretos atómicos a cambio de material
industrial necesario.

A medida que avanzaba el tiempo también lo
hacían las declaraciones internacionales. Luego del
anuncio del 24 de Marzo, no hubo otra noticia oficial respecto al
tema. No se habían clarificado puntos de discusión
ni se había respondido internacionalmente. Solo algunas
respuestas a publicaciones científicas, como ya hemos
visto, pero sin demasiado peso y determinación.

Comienza el nerviosismo

González, encargado de la administración comercial del proyecto, no
daba a vasto consiguiendo recursos y maquinarias frente a las
peticiones de Richter que cada vez eran mayores. Los comentarios
internacionales escepticistas y la no respuesta oficial alentaban
su necesidad de obtener más pruebas sobre el tema.
Principalmente quería una fundamentación nueva y
real por la cual deba desviar tanta plata del presupuesto para
un asuntos que supuestamente era muy importante, pero del que no
se habían obtenido todavía resultados concretos.
Constantemente comentaba esto con Perón en la Casa Rosada,
que no dejaba de lado su incondicional apoyo al científico
austriaco. Le comentaba que el también estaba ansioso,
pero que se debía ser paciente.

González volvía a comunicarse con Richter,
por intermedio de su hijo o del ministro Mendé. Richter
respondía que diariamente se obtenían importantes
avances que conducirían a un resultado final. Pero ni los
avances ni los resultados eran vistos en la práctica.
González, cansado de esperar, el 21 de Septiembre reitero
a Richter si pedido de obtener pruebas fehacientes de sus
trabajos, para "administrar mejor los materiales a
entregar" y apaciguar los comentarios críticos del
extranjero. Richter responde que esto será posible y
además de prometer prontos resultados, baraja la idea de
fabricar agua pesada y
hacer una explosión en el desierto como
demostración. González queda mas calmo con esto, y
espera resultados.

El tiempo avanzaba y los resultados no se evidenciaban.
Jaffke, colaborador y amigo de Richter renunció al
proyecto. A esto, se le sumó el conflicto entre Richter y
la empresa
privada encargada de las construcciones, además de sumarle
los conflictos con los trabajadores y la presión
que la opinión internacional había ejercido en los
actores intervinientes.

En el momento en el que el curso de las investigaciones
eran escasas o sin noticias, y la
situación de convivencia en la isla se agravaba, Richter
envió una carta personal a Perón en donde anunciaba
que se habían alcanzado nuevos logros, muy significativos,
en la Planta Huemul. Las buenas nuevas fueron recibidas por
Perón el 26 de Octubre de 1951, comentando que los
trabajos de significación se referían a pruebas a
gran escala, e
interesantes aspectos involucrados en la realización de
reactores termonucleares de alto rendimiento. Richter, en la
misma carta deja abierta la posibilidad de visita ce
científicos nacionales e internacionales a la isla.
Nuevamente, la opinión extranjera volvía a
condicionar el curso del proyecto. Las declaraciones en revistas
específicas negativas, y el petitorio de González
hacían que esta vez Richter abriera su secreto y lo
divulgar a todo el mundo, para que se alejen de
especulaciones.

Perón había accedido a visitar la isla en
los próximos días, pero la campaña política y la
posterior reelección presidencial del 11 de Noviembre,
junto con el agravamiento de la enfermedad de su esposa le
impidieron viajar.

Como respuesta a esto, Richter decide viajar a Buenos
Aires y entrevistarse personalmente con Perón.
Allí, le plantea la idea de aliarse industrialmente con
otro país que tenga medios, y
así Argentina proveería la tecnología
nuclear, que se creía altamente desarrollada para estos
propósitos. A Perón le fascino la idea, que se hizo
oficial en una conferencia de
prensa en Olivos, el 11 de Diciembre. Un día
después, el New York Times mostrando que no
perdía pisada volvió a estar nuevamente pendiente
del asunto, haciendo reparo en el anuncio de Richter de que se
necesitaba un socio industrial para plasmar sus
trabajos.

El tiempo siguió avanzando sin por mayores
resonantes, y llego el año 1952. En este tiempo, Richter
había mencionado un nuevo avance, que hizo que se
apaciguaran las presiones extranjeras y momentáneamente
disminuyeran las peticiones de los encargados en el tema en lo
nacional.

En Enero de este año, Richter hace una nueva
evaluación de las situaciones y encuentra
que la empresa privada que administraba las necesidades de armado
y construcción tenía un ritmo ineficiente.
Además, baraja la idea de que las instalaciones en Huemul
eran muy propensas a sufrir nuevos espionajes, y que al ser dadas
a la luz muchas
noticias y ubicaciones geográficas, decide trasladar toda
la instalación completa a Indio Muerto, en el lado opuesto
de Bariloche.

Estas ideas ya se habían implementado
parcialmente trasladando cabinas de militares y de descanso al
otro lado de la isla. Pero la tarea de trasladar la planta
completa a otro sitio geográfico distancia insumida
tiempo, dinero.
Según González, esto era inncesario, debido a que
las medidas de seguridad de la
Isla Huemul eran inapelables, y Richter se veía
beneficiado de altos patrocinios.

González se entera de lo ocurrido y su tensa
paciencia explota. Esta consciente de que Perón le
otorgaba total confianza al científico, pero le
pareció que esta vez sus planes iban demasiado lejos. El
traslado seria una "locura" para el, e isumiría un gasto
atroz. Esta situación lo altero más y
decidió entrevistarse con Richter personalmente para
entender que sucedía; su calma se había terminado y
victima de presiones administrativas y periodísticas, su
consciencia lo dicto a actuar.

González llega a Huemul el 8 de Febrero, y
discute con Richter sobre lo acontecido. Vuelve a reiterar su
necesidad de obtener resultados concretos de lo que
ocurría, debido a que hubo un anuncio, pero todavía
nada se había puesto en practica. Richter se excusa con
que el tenia el poder del presidente, cosa que González
acepta inevitablemente, pero pide más explicaciones.
Richter continua en su monólogo y en sus fundamentos para
tantos cambios e ideas propuestas.

González, arto de lidiar con el proyecto decide
renunciar al mismo. En el transcurso del tiempo que
antecedió a una reunión con el presidente por el
propuesta, González se dedico a armar un memorando con las
peticiones de Richter, los costos que
imprimían y sus diferentes contradicciones. Además,
en su afán de obtener resultados con lo que pasaba y ante
la crítica de científicos extranjeros al proyecto,
González decidió tener una explicación local
sobre el tema, que solo se había remetido al periodismo que
sin dar explicaciones, había idolatrado los avances
obtenidos. Resultaba raro que en el exterior se criticara tanto
al proyecto y localmente se lo balan gloriara. Se podría a
atribuir esto un número de conjeturas estableciendo la
época, el conflicto latente, y la relación de
Perón con las potencias internacionales. Pero estas
acusaciones hechas por el exterior, podían ser refutadas
inmediatamente con pruebas concretas. Y estas no se habían
mostrado.

Fue por esto, que el coronel logro conseguir la
opinión de varias personas. El mismísimo Kurt Tank,
que hacia menos de 4 años había recomendado
fervientemente a Richter a realizar un proyecto de una magnitud
importante, ahora criticaba el ocultismo que el trabajo
encerraba, y hasta llego a considerar la falta de capacidad de
Richter en la materia,
quizás mas relacionándose con su trato entre
ciencia-divulgación de resultados; pero lo
que es cierto es que la critica poseía
categorización y respaldo.

A este conjunto de notas fiscalizadoras, se encontraban
las ed Rossi (presidente de Philips Argentina), las de Hellmann
(encargado de entregar los materiales magnéticos que
Richter pedía), y el ingeniero Beltrami, de General
Motors.

Lo que González había obtenido era un
documento de gran importancia. Hasta el momento ningún
científico se había inmiscuido en el proyecto, ni
como lo hemos comentado estudiando este. Los testimonios
encierran una gran importancia a los mismos, al ser enunciados
por hombres de ley
científica reconocidos. Pero quizás el que mas
pesaba en todos estos era el de Tank. El había recomendado
a Richter y Perón le tenía mucho
aprecio.

Finalmente González obtuvo la reunión con
el presidente. Allí, presentándole el memorando
comento la idea cortante de terminar con el proyecto.
Perón una vez mas desistió de esas acusaciones y
volvió a poner apoyo en Richter justificando que pronto se
obtendrían resultados concretos sobre lo desarrollado. No
conforme, González volvió a insistir. Mostrando
nuevamente los memorandos insistió en la posibilidad de
crear una comisión de científicos que investiguen
lo que realmente estaba ocurriendo, y que sean informados de
datos
técnicos y si realmente eran necesarias las peticiones
dadas por el científico al mando del "Proyecto
Atómico Huemul".

A pesar de que Perón tenía una gran fe en
Richter y en el proyecto, quizá la preocupación de
González, los constantes comentarios en los medios
extranjeros y el memorando redactado por Tank lo obligaron a
pensar en su decisión. En su reflexión, una
sumatoria de cosas de juntaron, y finalmente autorizo el
llamamiento a una comisión investigadora que debía
ser integrada por hombres de confianza y no por "opositores que
solo le encuentren lo malo al tema".

Primera Comisión
Fiscalizadora

Mendé es el encargado de organizar la
comisión. Luego de búsqueda de científicos y
hombres responsables, los elegidos para integrar el ente
consultor y fiscalizador en Huemul son: los ingenieros Gamba y
Beninson, el padre Bussollini (consejero científico de
Perón) y el ingeniero Báncora. La comisión
se reúne, se interioriza en lo básico del tema a
tratar y dispone su viaje a Bariloche. Perón, como
había quedado establecido, se reúne con Richter el
19 de Febrero para comunicarle la situación establecida y
el papel que iba a cumplir la comisión, pidiendo que este
autorice su ingreso y provea de lo que esta necesite.
Perón, todavía un poco indeciso en la
información que iba a comunicar, finalmente se decide y
cuenta Richter los pasos que se iban a suceder. Le informo de una
comisión que quería investigar el tema, para
obtener algunas ideas mas claras.

Pero Richter modificó esta proposición,
comentando al presidente de que en la Isla Huemul se había
obtenido energía atómica de forma concreta; ahora
solo había que plasmar esto en la práctica. El
mandatario se sintió nuevamente feliz y entusiasmado por
lo enunciando por el científico, y pidió que por
favor prepare los procedimientos
para que el mismo pudiera hacer esa segunda visita a la isla, que
desde hace tiempo se venia postergando, y así poder ver
los nuevos resultados.

Como resultado de esta resolución, la
comisión que iba a investigar se suspende, y es cancelada.
Sin embargo, esto motivo a los actores involucrados a analizar y
estudiar un poco más el tema, ya que ahora si se
habían empapado y estuvieron directamente relacionados con
este. Sobre este grupo, el
padre Bussollini fue siempre adepto de Richter y lo
"defendía" justificando como sorprendente sus
descubrimientos; el resto de los científicos e ingenieros
involucrados prefirieron un poco más de duda y de
investigación antes de juzgar. El beneficio de la duda,
además, en este caso estaba abalado por los comentarios
escépticos que científicos prestigiosos
habían hecho a través del tiempo en reconocidas
publicaciones periodísticas como hemos visto
antes.

Con el nuevo empujón dado a sus obras, Richter se
entusiasmo y ensimismo todavía más en sus trabajos.
Comenzó a pedir materiales gigantescos y sorprendentes
cambios de estructura en
la isla, justificados siempre con el hecho de que el presidente
iría a visitarla en los próximos días y
quería que todo esté en perfectas
condiciones.

Perón, se preparaba para hacer su visita a la
isla, pero hasta que Richter no lo autorizara, esta no se
realizaría. El presidente realmente estaba ansioso por ver
los avances efectuados.

Por otra parte el coronel González, luego de su
acción
de formar una comisión que fracaso, decidió
separarse definitivamente del "Proyecto Atómico Huemul" y
descansar, (a pesar que los pedidos de Perón lo obligaban
a seguir frecuentando la Casa Rosada para que no se levante
ninguna sospecha sobre el tema). El lugar de González fue
ocupado por el aviador naval Pedro E. Iraolagoitía,
elegido por el propio Perón. Iraolagoitía no
sabía mucho sobre el proyecto atómico; fue
encargado de ocuparse del puesto, y luego de varias horas de
deliberación aceptó el compromiso. Ahora,
además de tener que ocuparse de los pedidos de Richter,
asumía el cargo de secretario general de la CNEA y
director de la DNEA.

Como "fiesta" de bienvenida, Iraolagoitía
recibió el llamado de Perón de que Richter le
había informado que en la Isla Huemul había habido
una explosión, en consecuencia de un intento de sabotaje.
Esta fue la excusa perfecta para que el nuevo director de la DNEA
visite la isla, llevando consigo aun par de técnicos
asistentes.

Iraolagoitía llegó a la isla el 20 de
Abril. Allí, fue dialogar con Richter en su cabaña
en las alturas, y este le comento el episodio ocurrido: una
explosión aparentemente formulada con hidrógeno y nitrógeno, en un
recipiente del laboratorio.
Iraolagoitía escuchó atentamente lo ocurrido, y
Richter lo invito a mostrarle las evidencias
dejadas por el estallido.

El secretario general de la CNEA observo con
atención lo expuesto por Richter. Luego, este lo
invitó a repetir la experiencia ocurrida, sin
Iraolagoitía encontrarle sentido a esta
demostración. Una fuerte bombazo sacudió la
atmósfera
y Iraolagoitía quedó atónito y cuerpo a
tierra en el
suelo rocoso
de Huemul. El científico volvió al laboratorio y al
registrar los aparatos de medición, con cara plena de felicidad dijo
"energía atómica". Iraolagoitía no
podía creer lo que estaba viendo. Lo que primero se
había dicho que era un sabotaje, ahora Richter lo
declaraba energía atómica.

El nuevo director de la DNEA estaba atónito ante
lo que vio, y escribió un informe sobre
todo lo presenciado y denotado con el. Este informe plenamente
negativo para los planes de Richter y el desarrollo de Huemul,
demostraba una falta de sentido científico y
también de sentido común, y un irremediable fracaso
en algo que se creía más importante.
Iraolagoitía se entrevisto con Perón y le
contó lo sucedido, mostrándole las
pruebas.

El ex capitán de fragata era hombre de
confianza del presidente, y al igual que González
había solicitado el análisis, esta vez frente a pruebas
más contundentes que mostraban evidencias descabelladas.
Perón nuevamente entró en la duda; pero
también en su dubitativa respuesta ya se encontraba la
necesidad de averiguar lo que realmente
ocurría.

Ante los hechos sucedidos, la petición de
Iraolagoitía de formar una nueva comisión que
asista a la isla y confirme las sospechas por ella misma, con
fundamentos científicos valederos, no genero una
respuesta tan meditada y Perón acepto en la
formación de un ente fiscalizador que concurra a la isla.
Aunque cabe mencionar que la respuesta fue mas corta con respecto
a la hecha a González, esta tardo un tiempo prudencial
porque Mendé, al igual que el padre Bussollini, apoyaban a
Richter y brindaban argumentos contrarios que exigían que
no se realice la comisión y que el proyecto posea un
tiempo mas prudencial para emitir mas resultados.

Segunda Comisión
Fiscalizadora

Finalmente, Perón autorizó la
formación de la llamada Comisión Fiscalizadora, que
el 5 de Septiembre de 1952 piso suelo en Huemul. La
comisión estaba formada por: el ingeniero
electrónico francés Beninson, el ingeniero civil
Báncora, el padre Bussollini (como asesor
científico confiable de Perón), el ingeniero
alemán Otto Gamba (subdirector de la DNEA), y el ingeniero
Balseiro. Esta comisión de profesionales estuvo
acompañada por funcionarios y legisladores, que fueron
invitados para incurrir como elemento legislativo en la
incursión a Huemul.

Richter los recibió amablemente en su
cabaña de la isla, y las charlas comenzaron.
Demostraciones y explicaciones teóricas fueron debatidas
durante horas, ante la ansiosa presencia de los legisladores que
querían ver los experimentos que se trataban. Finalmente
la parte platica llegó, y la comisión y los
congresistas visitaron el laboratorio ante la presencia de
Richter. Este acciono sus dispositivos y disposiciones y se
produjo la experiencia de explosión comentada. Los
elementos encargados de registrar cambios y monitores,
comenzaron a oscilar súbitamente. Terminada la
experiencia, los investigadores se retiraron del laboratorio y
conversaron conclusiones en cuanto a sus anotaciones. Por su
parte, los parlamentarios quedaron estupefactos y alegremente
sorprendidos por lo ocurrido y la gran explosión.
Volvieron a Buenos Aires contentos de lo que habían
presenciado, y aun sin saber datos técnicos descartaron
que lo presenciado no responda a consecuencias de nuevos y
grandes descubrimientos.

Por su parte, la comisión decidieron quedarse en
la isla y plantearon cuestiones en cuento a las
experiencias prácticas, sin obtener convincentes y
concretas respuestas por parte de Richter. El padre Bussollini
como siempre estaba a favor de Richter y lo apoyaba ciegamente;
mientras que los demás expertos se tensaban en densas
discusiones especializadas.

El 9 del mes corriente, la Comisión Fiscalizadora
regresa a Buenos Aires, argumentando que continuaran con su
evaluación sobre los hechos, hasta dictaminar una
conclusión final. Ciertos hechos habían planteado
muchas dudas entre los científicos, como que mientras que
los monitores electrónicos de Richter habían
detectado alta presencia de energía
nuclear, los elementos personales de medición de los
miembros de la comisión no habían mostrado ni un
mínimo registro de
radiación.
además, varios especialistas habían distinguido que
senda cantidad de aparatos aparecían
desconectados.

La noticia del "Proyecto Atómico Huemul"
transcendió notablemente alrededor del país y del
mundo. Lejos de causar desconcierto, se había afirmado la
existencia de este proyecto, pero lo que se discutía era
su eficacia en
resultados anunciados. La noticia de la comisión no se
había hecho pública, y el hecho de que esta haya
retornado y este haciendo se evaluación menos
aún.

Conclusión y definición

La Comisión Fiscalizadora entregó sus
informes
individuales, con la resolución establecida por cada
miembro, y en conclusión, una decisión final. Estos
documentos
fueron entregados al ministro Mendé el 15 de Septiembre.
Del informe, se discurren diferentes apreciaciones de cada uno de
los miembros.

El padre Bussollini, fiel a sus doctrina con respecto al
tema, comenta en sus informes que Richter merece un derecho a
replica ante todo, y que una comisión de asesoramiento
seria lo ideal para administrar los próximos gastos a cubrir.
Es benévolo con Richter, y declara que su experiencia
merece ser analizada más detalladamente.

Por su parte, Bancora concluye sencillamente que los
movimientos reconocidos por los elementos encargados de registrar
radiaciones se debieron a un fenómeno
electromagnético y no a uno termonuclear. Argumenta que
esto se debe a una mala ubicación y conexión de los
equipos monitores, que en un acople reconocen erróneamente
energía magnética y no nuclear. Además, dice
que las mismas experiencias (sin utilizar elementos ni materiales
de última generación) fueron posibles de realizar
en su laboratorio, incurriendo en los mismos resultados sin
incluir ningún elemento de energía nuclear. Se
informe finaliza textualmente con una lapidaria frase:

"En virtud de las constataciones y consideraciones
que preceden, el suscripto se considera autorizado para afirmar
que no existe un fundamento científico serio en las
afirmaciones del Dr. Richter de haber logrado una reacción
termonuclear controlada…"
-Informe del Dr.
José Antonio Balseiro referente a la inspección
realizada en la isla Huemul en Septiembre de 1952-
(ver
bibliografía).

El ingeniero Balseiro, en la concreción de su
informe, plantea explicaciones científicas que demuestran
imposible la forma de generar tanta temperatura,
como lo había afirmado Richter, en las condiciones de
trabajo que estaban asentadas en Huemul, y que no obtuvo pruebas
teóricas relevantes que permitan avivar sus
dudas.

Textualmente concluye:

"Que en base de los conocimientos que actualmente se
poseen de las reacciones nucleares y de la teoría
cinética de los gases
(…) no es posible que tales reacciones tengan lugar en el
dispositivo mostrado por el Dr. Richter. No es posible, por otra
parte, entrever qué clase de
fenómenos afirma haber descubierto el Dr. Richter que
invaliden leyes
físicas bien establecidas."
-Informe del Dr.
José Antonio Balseiro referente a la inspección
realizada en la isla Huemul en Septiembre de 1952-
(ver
bibliografía).

"De las comprobaciones efectuadas durante el
funcionamiento del reactor se sigue que no existe ningún
elemento de juicio que permita afirmar que una reacción de
carácter nuclear se produce realmente."

-Informe del Dr. José Antonio Balseiro referente a la
inspección realizada en la isla Huemul en Septiembre de
1952-
(ver bibliografía).

"Los hechos señalados (…) muestran a mi
juicio, que las afirmaciones del Dr. Richter no corresponden a
hechos comprobados con criterio científico."

-Informe del Dr. José Antonio Balseiro referente a la
inspección realizada en la isla Huemul en Septiembre de
1952-
(ver bibliografía).

Richter se entrevisto con Perón por ultima vez el
25 de Septiembre de 1952. Aquí, el primer mandatario le
comunico a Richter los resultados decididos, dándole una
copia de los informes y solicitando que si lo considera, haga uso
de su derecho a réplica. Este fue enviado el 11 de
Octubre. En el como siempre daba pocos datos concretos y
dilucidaba vagas hipótesis y explicaciones que los
científicos declararon como sin fundamento, argumentando
que no existían elementos de juicio que permitan
justificar las demostraciones efectuadas por Richter. Ahora, el
"Proyecto Atómico Huemul" era declarado un
fiasco.

Los resultados determinantes de los científicos
hacia la replica del Richter, fueron comunicados a Mendé
el 16 de Octubre. Este no convencido de los resultados dudaba en
comentar a Perón la decisión final. Entre la
presión de Iraolagoitía que insistía en
finiquitar el proyecto, el apoyo a Richter por parte del padre
Bussollini y los anuncios efectuados por la prensa nacional,
declarando rencor y envidia en las manifestaciones de
escépticas publicaciones extranjeras, Mendé se
hallaba presionado y nervioso en que decisión
tomar.

Se decidió la creación de una nueva
"comisión", para analizar lo expuesto por la anterior y
llegar a sus propias conclusiones. El termino conclusión
se encuentra entre comillas debido a que su carácter no
responde formalmente a algo organizada y armado. La última
prueba efectuada por Mendé consistió en el
llamamiento de dos especialistas en física, que
trabajaron en el extranjero: el profesor
Richard Gans y el doctor Antonio Rodríguez. Estos dos
especialistas fueron citados en la Casa de Gobierno el 20 de
Octubre, y recibieron los informes de la Comisión
Fiscalizadora y la replica de Richter. Le bastaron pocas horas
para analizar ambos y dilucidar que los argumentos dados por
Richter eran efímeros, respaldando así la
resolución de la anterior comisión.

No conforme con esto, Perón planteo un careo
entre los dos miembros de la comisión y Richter. Esta se
llevó a cabo varios días después, y las
explicaciones permitieron llegar a una conclusión final a
los especialistas: "…del estudio de los informes se
desprende categóricamente que no existe ninguna prueba
experimental ni teórica que permita afirmar que se haya
logrado reacción nuclear alguna". Era el final espiritual
y a la vez conciso del "Proyecto Atómico
Huemul".

Especulaciones y futuro

La idea de vender el proyecto sobrevoló las
suposiciones sobre que se debía hacer ahora. Todas las
resoluciones fueron dubitativas y solo conjeturas, salvo la
implantada por Iraolagoitía, que el 22 de Noviembre
decidió intervenir en la isla, para hacerse
"posesión" de ella y de las maquinarias. Laboratorios y
oficinas fueron clausurados, siempre con la mesura y la
discreción.

El proyecto fue clausurándose de a poco, para que
no repercuta públicamente en la prensa: todavía no
se tenia en claro lo que se debía hacer y como responder
si se sucedían acusaciones de la prensa
extranjera.

Sin embargo, la información comenzó a
filtrarse y el 4 de Diciembre el New York Times
publicó un articulo que hablaba sobre el desvanecimiento
del "Proyecto Atómico Huemul", con una foto en la primera
plana del diario, que Iraolagoitía se encargo de desmentir
rotundamente.

En el mismo mes, la revista Nucleonics
publicó un comentario sobre la energía
atómica en Argentina que degradaba a Richter, criticando
la labor en Huemul.

Como se ve aquí, la prensa internacional no
perdió pisada al proyecto, resguardando e informando
mientras noticias y novedades existían, pero lo que no se
puede negar, es la importancia que generó en el exterior,
que continuamente, en revistas especializadas se preocupaba por
referirle un par de columnas al tema atómico, a Richter o
a Argentina.

A medida que el tiempo fue pasando, también lo
hizo Huemul, quedando prácticamente en el olvido pero no
de todos, ya que algunos lo siguen recordando como un hecho que
marco y dividió la historia científica
argentina y marco el comienzo en el trabajo nuclear.

Las instalaciones en la Isla Huemul, fueron recolectadas
por diversos científicos (como Rodríguez y Gans)
para comenzar proyectos de universidades e institutos. Se
probaron experimentos y viejos actores (como Gaviola) comenzaron
a resurgir, planteando nuevamente sus ideas o realizando
experimentos que mas tarde tendrían resultados reconocidos
(y comprobados) mundialmente; pero eso es otra
historia.

Conclusión

Analizando los pormenores y por mayores de la
investigación realizada, encuadrándola dentro del
marco de la historia respetando así el co-texto preciso,
me corresponde hacer un juicio en forma critica sobre los
resultados que pueda observar. Estas conclusiones,
basándose en las fundamentaciones del desarrollo,
permitirán demostrar la comprobación de mi
hipótesis.

Primero y principal, vale aclarar que la
disposición de llevar a cabo un proyecto de magnitudes
tecnológicas vale objetivamente una felicitación.
Si bien es cierto que lo correcto seria plantear las bases y las
estructuras
fundamentales de una investigación a realizar, como ser la
veracidad y la capacidad de los involucrados en el tema antes de
comenzar a desarrollar el proyecto, es válido y bueno
reconocer la iniciativa. El gobierno de Perón se
caracterizo por grandes cambios y resoluciones (algunos buenos y
otros malos) y el desarrollo del "Proyecto Atómico Huemul"
es uno de estos; y cuando digo uno de estos me refiero
sencillamente a las dos caras mencionadas antes: el proyecto fue
bueno y malo a la vez.

La llegada de Richter al país significo un cambio
en la concepción mundial de la energía. Si bien el
advenimiento de científicos extranjeros al país no
fue nuevo y Richter no fue el pionero, lo que planteó este
científico si fue innovador. El proyecto de fusión
era algo sencillamente en experimentación, basado en
conjeturas. Inclusive en la actualidad este tipo de
energía es muy difícil de manejar y muy costoso,
siendo tal vez efectiva dentro de 20 o 30 años, cuando la
Unión
Europea y Estados Unidos se hagan socios momentáneos
para tratar este tema a fondo y poder descifrar una manera de
manipular esta potente fuente energética, en un proyecto
denominado ITER (International Thermonuclear Experimental
Reactor) (Reactor Internacional de Experimentación
Termonuclear – fusión -), con un costo aproximado
de 1.000 millones de dólares.

En esa época, la única forma de
fusión conocida era la del Sol, y la única
desarrollada por el hombre era
en bombas, muy costosas y poco perfeccionadas.

Por todo esto, se puede justificar la decisión
del presidente de aceptar ansioso la propuesta del
científico; y si bien es cierto que se debería
haber estudiado mas el tema antes de haberle dado luz verde, hay
que entender la situación y los beneficios que
brindaría este trabajo. Perón obtendría el
reconocimiento mundial, al igual que Richter en la comunidad
científica, pero el mandatario obtendría poder y
respeto por las
potencias extranjeras, en una época en la que todas estas
estaban alerta ante la posibilidad de un factor que desnivelara
el equilibrio.

Y ese factor fue el "Proyecto Atómico Huemul".
Fue un factor de desequilibrio en términos
científicos, acrecentados por la situación
política que lo enmarcaba. El anuncio del proyecto tuvo
repercusión en la prensa nacional: la oficialista
exagerando burdamente el aviso, la independiente cautelosa y
formal. Pero la mayor repercusión sin dudas se dio en el
extranjero. Tal vez la prensa del exterior estaba más
acostumbrada a anuncios atómicos (o a la espera de estos)
y conocía de sus significados más que la local, que
se encargaba de exaltar cada enunciado o darle un corte discreto
y sin aviso de importancia desmedida. Lo cierto es que en los
principales diarios y revistas científicas de las
potencias, el anuncio ocupó gran espacio en sus
pretendidas páginas.

Y las repercusiones no respondieron solo al periodismo.
Como se trató en este trabajo de investigación, el
eco del anuncio de Perón repercutió en los
organismos del exterior especializados en el tema atómico,
como claramente lo muestran los extractos del diario de Gordon
Dean, director de la AEC. El interés
por saber que estaba ocurriendo era latente; debido a lo que
involucraba el asunto en razones políticas,
ya que si un país emergente y públicamente
declarado neutral, pero con especulaciones en torno a su
tendencias comunistas obtenía el dominio
atómico, seria un enemigo central para Estados Unidos. Y
en razones científicas, de ser realidad, el avance era
sorprendente, trascendente y bisagra.

Es por todo esto, que la atención de
físicos y científicos extranjeros, así como
publicaciones especializadas, como diarios y periódicos
reconocidos, se dedicaron a tratar el tema. Con el tiempo, las
explicaciones dadas por Richter significaban escasas, y la excusa
de secreto, comenzó a aumentar la tensión generada
por el anuncio en si. Dada la dimensión de las
declaraciones, era entendible nuevamente analizando el medio
total, la necesidad de conocer que había de cierto en el
comentado proyecto.

Sin embargo, y sorprendentemente, estos requisitos
parecían no importarle a la comunidad científica
local. Los científicos no acusaron la llegada del tema y
el proyecto parecióles indiferente. No fue comentado,
estudiado ni tratado y ningún miembro intento entrever lo
ocurrido o analizar el tema. Es extraordinario, en el sentido
literal de la palabra, imaginar que un grupo científico o
alguna asociación científica no reaccionasen aunque
sea ante el anuncio de un inminente proyecto revolucionario en la
historia mundial de la tecnología. Podría
conjeturarse que los científicos, la mayoría en
contra del régimen peronista, ignoraran las actitudes de
éste de traer científicos del exterior, o pensaran
que sus planes y anuncios respondían a intereses
políticos, a los cuales la mayoría de los
científicos se declararían ajenos. Esta
última presunción podría ser descartada,
debido a que como lo mencionamos líneas antes, muchos
científicos estaban en contra del régimen de
Perón, por lo cual se puede deducir una inclinación
política o de acciones
políticas diferentes a la reinante. Sin embargo, y
analizando todas las suposiciones, aun hoy resulta difícil
e increíble que la entidad de los científicos no
haya respondido al anuncio del "Proyecto Atómico
Huemul".

Pero los que si respondieron, y cuantitativamente fueron
los medios periodísticos y los científicos a
través de los medios periodísticos. La escasez en la
información del tema y la naturaleza del proyecto,
llevó a los expertos (y a los no tanto) a plantear
hipótesis en cuanto a la veracidad y a la posibilidad de
que el proyecto sea falso. Con el tiempo, los pensamientos y
suposiciones se forjaron en torno a esta posibilidad. El
escepticismo comenzó a reinar en los renombrados
físicos y premios Nóbel del mundo, que poco a poco
empezaron a criticar los trabajos de Richter cada vez más.
Primero, la mesura ante la sorpresa de algo nuevo; luego se
planteó la duda frente a la búsqueda de antecedetes
y experiencias teóricas; ahora la incredulidad era la
moneda de cambio. Y a pesar de variadas respuestas de Richter
frente a las críticas, las primeras no lograban calmar a
las ultimas, principalmente por la falta de información
brindada, que cada vez aumentaba mas la duda que encendía
cada vez mas la llama de la desconfianza.

En el plano local, los diferentes actores y personas
involucradas al proyecto, íntimamente poseía sus
ideas sobre lo que estaba ocurriendo. Algunos, como el padre
Bussollini confiaron y siempre lo hicieron en la palabra de
Richter y Perón. Otros, tenían una idea mas
dividida del tema, aunque no la expresaban demasiado debido al
fantástico entusiasmo que poseía el líder
gobernante. Una de estas personas fue el coronel
González.

A medida que el tiempo pasaba, Richter y sus pedidos
desconcertaban a González y la verdad de que ningún
experimento había sido mostrado aun era otra forma de
indagación personal para el coronel. Su duda de la
veracidad de lo ocurrido, recién estallo cuando la
comunidad internacional y periodística comenzó a
tratar el tema con escepticismo. Esto afecto sin duda a muchos
agentes intervinientes en el "Proyecto Atómico Huemul". La
presencia de medios que criticaban lo que ocurría
llevó a González a acrecentar su descreimiento. Los
diarios pedían explicaciones y Richter se negaba a darlas;
esto podría ser respaldado hasta cierto sentido bajo el
manto del secreto, pero el pedido de pruebas practicas y
tangibles, la demostración o la confiabilidad de servicios a
los involucrados en el proyecto eran negadas y negativas una y
otra vez.

Las peticiones de Richter se volvieron cada vez mas
insólitas, y las impongas administrativas llevaron a
González a poner firme. Las presiones periodísticas
indirectamente influían en el proyecto, y también
directamente, ya que caían directamente sobre los actores
del mismo. En ellas se veían sumergidos Richter, los
encargados de la administración, y en este caso al director
de la DNEA como era González y hasta al propio
Perón. La tensión de González iba en aumento
y las continuas declaraciones internacionales de la falsedad del
proyecto lo llevaron a actuar. Juntando pruebas reclamo frente a
Perón y exigió el llamamiento a una comisión
que fiscalice que estaba ocurriendo realmente, para tranquilizar
las cosas y dejar demostraciones que pongan fundamentos mas
concretos a las columnas virtuales de anuncios y suposiciones,
que sostenían el "Proyecto Atómico
Huemul".

Perón, atestado por el pedido de un hombre de
confianza accedió a llamar a la comisión. Este
seria un punto fundamental y de quiebre.

Como ya hemos visto, aunque que la primera
comisión fracase, fue un paso fundamental en la
finalización del proyecto. Al ser convocado este ente
fiscalizador, los científicos argentinos por primera vez
se interiorizaban en el tema, y ahora si dependían gran
parte de su tiempo a sus estudio y análisis. Fue esto
también, que tiempo después permitió que se
organizara la segunda comisión que finiquitó el
proyecto. En este caso, Iraolagoitía reemplazando a
González fue el encargado de llamar a esta
comisión; en esos momentos la prensa internacional se
encontraba en su peor momento crítico, llegando hasta
desprestigios y cuestionamientos de la capacidad intelectual del
Richter en su puesto.

Fue así, que la Comisión Fiscalizadora,
analizando y estudiando a fondo el caso, declaro que este estaba
cerrado, demostrando, como ya fue explicado, la falta de
elementos científicos que justifiquen las explicaciones
teóricas dadas.

El final del proyecto fue ocultado durante un tiempo,
hasta que nuevamente la prensa internacional, demostrando su
incansable protagonismo en el hecho fue la encargada de contar la
falsedad del proyecto, dejando en evidencia y en vergüenza a
Richter y a Perón, que afligido y amargado aceptó
su derrota.

Juicio crítico

Analizando las bases y fundamentaciones del desarrollo
antes mencionadas para el análisis de mi conjetura de
trabajo, concluyo que mi hipótesis es correcta.

El anuncio del "Proyecto Atómico Huemul", como
fue demostrado, generó tensiones y respuestas en las
potencias internacionales representadas de diferentes maneras,
con sus organismos oficiales que trataban el tema y con los
medios periodísticos. Estas tensiones, generaron actos y
declaraciones, que al pasar a un modo escéptico
presionaron a actores fundamentales en el tema a tomar
resoluciones que no hubiesen sido hechas sin la presencia del
factor determinante. Concretamente, si el proyecto no hubiese
despertado tensiones, y estas no se hubiesen traducido en
comentarios de duda y necesidad de hallar la verdad, el resultado
del proyecto hubiese sido otro.

La forma en que se dieron las cosas, hicieron que las
declaraciones periodísticas de los medios extranjeros y
las opiniones de científicos reconocidos, despertaran
necesidades de conocer la verdad en el país. Esto,
conllevó a que la Comisión Fiscalizadora se formara
y a que los científicos nacionales se interiorizaran en el
tema, sentenciando un dictamen determinante. Si las presiones no
hubiesen actuado, las respuestas de los científicos
argentinos no se hubiesen dado, por lo menos no en ese preciso
momento. Por eso, me permito afirmar que las presiones, generadas
por las tensiones provocadas por el anuncio del proyecto en las
potencias internacionales, influyeron en que el proyecto se
analice y estudie, y por consiguiente a eso finalice.

Por consiguiente concluyo que de acuerdo a mis
fundamentaciones, se ha demostrado que la hipótesis encaja
y corresponde racionalmente a las consecuencias comentadas y
demostradas. Y aunque el proyecto haya sido demostrado como un
fracaso, sentó bases reales para la posterior
catapultación de la ciencia
argentina en el mundo, en especial en el del campo de la
energía atómica. Como consecuencia, se construyeron
organismos, estructuras, ideas y procedimientos que permitieron
que la ciencia tome protagonismo, y fue un puntapié
esencial en el dilema de la ilusión de incursionar y
tratar de innovar en el futuro, como en el pasado lo hizo el
"Proyecto Atómico Huemul".

Glosario

Fisión Nuclear: proceso
físico por el cual un núcleo atómico se
rompe en dos o más pedazos. En el proceso se libera
energía y partículas. Las partículas
resultantes pueden producir nuevas fisiones dando lugar a una
reacción en cadena. Las actuales centrales
atómicas, así como las bombas atómicas
tradicionales utilizan la fisión nuclear.

Fusión Nuclear: proceso mediante el cual
dos núcleos atómicos se unen para formar uno de
mayor peso atómico. Esto genera gran cantidad de
energía. Actualmente se encuentra en etapa de desarrollo,
debido a su gran inestabilidad y a su no rentabilidad.

Bomba de Hidrogeno:
bomba nuclear de fusión o bomba termonuclear que se basa
en la obtención de la energía desprendida al
fusionarse dos núcleos atómicos, en lugar de la
fisión de los mismos. Usada por primera vez el 1 de
Noviembre de 1952.

Teoría cinética de los gases:
teoría física que explica el comportamiento
y propiedades macroscópicas de los gases a partir de una
descripción estadística de los procesos
moleculares microscópicos, y postula que las direcciones y
las magnitudes de las velocidades de las moléculas de los
gases están distribuidas al azar. La presión y la
temperatura del gas no se
modifican si el recipiente que lo contiene está en
movimiento.

Guerra Fría: enfrentamiento
político, ideológico y militar que tuvo lugar
durante el siglo XX, al finalizar la Segunda Guerra Mundial
entre los bloques occidental-capitalista (liderado por Estados
Unidos) y oriental-comunista (liderado por la Unión
Soviética, del que se separó posteriormente
China para
seguir su propio camino).

Bibliografía

Fuentes Bibliográficas:

Mariscotti, Mario. "El Secreto Atómico de Huemul:
Crónica del Origen de la Energía Atómica en
la Argentina." Editorial Sudamericana/Planeta. Buenos Aires,
Argentina. 1985.

"J. A. Balseiro: Crónica de una Ilusión"
de A. López Dávalos y N. Badino, Ed. Fondo de
Cultura
Económica. Buenos Aires, Argentina.

Gambini, Hugo. "Historia del Peronismo". Editorial
Planeta. Buenos Aires, Argentina, 1999.

Fuentes Documentales:

Dr. Balseiro, José Antonio. "Informe del Dr.
José Antonio Balseiro referente a la inspección
realizada en la isla Huemul en Septiembre de 1952"
Comisión Nacional de Energía Atómica. Buenos
Aires, Argentina.1988.

Periódicos:

"El Periodista de Buenos Aires". – Entrevista de
Jorge Camarasa –

Septiembre 1984.

El trabajo fue realizado durante los meses de Abril y
Noviembre del año 2006.

Fue resultado de investigaciones realizadas con el fin
de comprobar una hipótesis formulada al comienzo de la
investigación.

La estructura del trabajo es la formal de una monografía, incluyendo introducción (hipótesis), desarrollo
(fundamentos de la hipótesis) y conclusión
(fundamentos del desarrollo explicando la hipótesis y
encontrando resultados finales).

Me pareció muy buena la elección de este
tema tratado, porque es muchas veces desconocido y es de mucha
importancia e interés.

El trabajo fue realizado en Buenos Aires, Argentina,
como complemento fundamental de la aprobación de la
materia de "Metodología e investigación", el
cual fue aprobado por el docente a cargo.

 

Mi nombre es Santiago Peña, tengo 18 años
y vivo en Buenos Aires, Argentina.

Este trabajo fue desarrollado como un análisis de
investigación profundo sobre un problema especifico del
"Proyecto Atómico Huemul".

Antecedentes concretos no existen, aunque de mi
autoría se incluyen cuentos, aun
no publicados.

Me pareció interesante compartir este trabajo, y
espero sea de ayuda en la gran cantidad de monografías
existentes en este sitio.

Muchas gracias, saluda atte.

Santiago Peña

Partes: 1, 2, 3
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