- Objetivos
- Contexto de la empresa
moderna - El
desafío de las empresas públicas frente al actual
contexto de crisis - Marketing
- Tecnología e
información en la empresa - Planeamiento
estratégico - Balance de
Score Card - Competitividad
- Franquicias
- Bechmarking
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
El presente trabajo recoge
el esfuerzo personal. La
necesidad permanente de producir instrumentos que facilitaran las
prácticas de la materia, y la
acumulación de material útil para tal fin,
contenido en las pruebas
elaboradas para evaluar a los cursantes, llevaron a pensar, que a
partir de él, se podría generar una especie de
problemario que contuviera conceptos diversos, en los que el
estudiante centrara su habilidad para el mejor desarrollo de
su aprendizaje de
la microeconomía.
Así mismo, se agregan a la producción personal, conceptos planteados
en los textos más conocidos de microeconomía,
escritos en español o
traducidos a este idioma, sobresaliendo entre ellos problemarios
como el del profesor
Samuelson, guía clásica de profusa
utilización en las más diversas escuelas de
economía
del mundo. Su contenido es sumamente amplio, y quien se dedique
con atención y esmero a resolver las
interrogantes y situaciones aquí presentadas, podrá
sin dificultades confrontar cualquier prueba u evaluación
referente a los temas aquí tratados.
La distribución de los conceptos de la
teoría
de la producción y a la Teoría de la
formación de los precios y
cantidades en los diversos mercados, para
hacer un total de conceptos útiles. Bueno es aclarar, que
muchos de estos textos de los que fueron extraídos, y que,
pueden ser perfectamente identificados si se revisa la bibliografía
adjunta.
Dejo en sus manos, pues, este modesto aporte, esperando
que quienes utilicen el resultado de mi incipiente esfuerzo,
puedan sacar el mayor provecho posible para sus propósitos
de aprendizaje.
Objetivos
- Dar a saber sobre los conceptos actuales de la
modernización en la empresa - Determinar la influencia de la tecnología y la información en el desarrollo y
crecimiento de la empresa - Identificar los panoramas actuales de la empresas en
cualquier parte del mundo - Saber cual es la competitividad a la que se enfrentan las
empresas en el mundo de hoy en día
I .-
CONTEXTO DE LA EMPRESA
MODERNA
La empresa moderna y
la RSC
El actual contexto mundial globalizado estimula el
comercio y la
inversión, reforzando un modelo de
desarrollo centrado en el libre comercio,
el crecimiento
económico y la producción orientada hacia la
exportación (con resultados exitosos en los
países serios).
Ambientalistas y otros grupos de
opinión sostienen que el actual sistema de
desarrollo es insostenible en términos ecológicos y
sociales, que destruye sistemas locales
y regionales y que ejerce influencia sobre las culturas, a las
que suele desvirtuar.
Las empresas
siempre han sido observadas con desconfianza por gran parte de la
sociedad,
más allá de viejos mitos
arraigados en mucha gente, discursos de
barricada de políticos populistas y acusaciones de algunas
ONGs. Mucho de esto se origina en el tipo y canales de comunicación que las empresas han utilizado
(o no utilizado) para comunicar sus actividades, no sólo
económicas, sino además las que significan un
aporte a la sociedad y un esfuerzo por conservar y mejorar el
medio
ambiente.
El reto que enfrenta la empresa moderna es monumental.
Su objetivo no se
limita a obtener el reconocimiento del mercado, sino que
ahora es mucho más amplio. Apunta al reconocimiento de la
sociedad por el cumplimiento de su compromiso con ésta,
además de una aceitada relación con los clientes y una
preocupación por la capacitación y el bienestar de sus recursos
humanos.
La empresa actual sabe que necesita legitimación por parte de la sociedad. Esto
implica, además de responder a los requerimientos del
mercado, comprender el medio donde actúa y estar atenta
ante las nuevas demandas sociales. Para ello le es preciso
replantear constantemente su razón de ser, misión y
principios, y
revisar su conducta
empresaria en el día a día.
Se trata, pues, de un objetivo múltiple, que se
extiende a lo económico, lo social y la
conservación del medio ambiente.
Responsabilidad social y competitividad
La Responsabilidad
Social Corporativa implica un nuevo modelo de gestión
que posibilite a la empresa obtener ventajas competitivas,
innovar y anticiparse a la competencia.
Ante la estandardización global de la oferta, la
Responsabilidad Social Corporativa puede
contribuir en forma importante a la diferenciación y
fidelización de clientes. Actualmente, los
activos
intangibles, como la ética
empresaria, la reputación, la confianza, etc., son una
fuente segura de generación de ventajas
competitivas.
La Responsabilidad Social favorece las inversiones y
eleva el valor de la
empresa; genera oportunidades comerciales y ventajas
competitivas; contribuye al desarrollo
sostenible; alienta la relación con los
stakeholders (grupos de interés,
como clientes, proveedores,
accionistas, etc.); crea sentido de pertenencia y retiene
recursos
humanos talentosos; consolida la cultura
corporativa y mejora el clima laboral;
constituye un factor clave de liderazgo
empresarial; promueve la imagen y
reputación de la empresa y facilita la generación
de nuevas oportunidades de comunicación, entre otras
ventajas.
La RSC hace que la empresa conozca mejor el entorno en
el que actúa. Contribuye así a desarrollar una
estrategia y una
cultura empresarial compatibles con los valores
sociales, a consolidar una imagen de fidelidad y a legitimar la
misión de la
organización en los grupos de
interés.
De esta forma, se establecen las bases para alcanzar una
relación más estrecha y duradera con los
stakeholders, en un clima de mutua confianza y valores
compartidos.
Las ONGs que se involucran en proyectos de
Responsabilidad Social Corporativa obtienen igualmente grandes
beneficios, como acceder a recursos para realizar más
proyectos; potenciar su imagen y difundir sus objetivos;
captar nuevos socios, donantes y voluntarios, entre
otros.
También se beneficia el cliente. Los
consumidores, cada vez más escépticos y exigentes,
son difíciles de convencer sobre las ventajas de tal o
cual producto. Con
esta actitud, el
consumidor
consigue que los bienes
contengan un valor agregado y atributos compatibles con sus
propios valores y expectativas.
La gestión de la Responsabilidad Social
Corporativa
La RSC es la integración voluntaria por parte de la
empresa de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus
operaciones
comerciales y en sus relaciones con los
stakeholders.
La empresa asume obligaciones y
compromisos, legales y éticos, con sus grupos de
interés, que se derivan de los impactos económicos,
sociales y medioambientales producidos por su actividad. Estas
obligaciones y compromisos pueden resumirse en la idea de que la
empresa debe crear valor para todos los grupos de
interés.
La Responsabilidad Social Corporativa debe ser
gestionada como cualquier otra área de la empresa. Del
mismo modo como se gestiona el área comercial, de recursos
humanos o de producción, la RSC también ha de ser
planificada y gestionada en forma sistemática y
profesional para que cree valor para la empresa y sus
stakeholders.
La herramienta fundamental para la gestión de la
RSC y la reputación de la empresa es el Plan de
Responsabilidad Social Corporativa. Éste se compone de
tres elementos fundamentales:
1. Análisis: definición de la
misión, objetivos y valores de empresa, así como un
análisis interno y del entorno, que incluye la
identificación de los stakeholders, estudio de los
riesgos,
reputación, benchmarking de
la competencia, etc.
2. Formulación e Implantación de la
Estrategia de RSC: permite identificar la diferencia existente
entre la situación actual de la empresa y la establecida
como objetivo en el Plan de RSC.
3. Evaluación y Control: medición de los resultados mediante
indicadores de
RSC, elaboración de una Auditoria Social y de Medio
Ambiente y redacción de la Memoria de
Sostenibilidad.
La comunicación
Para una correcta gestión de RSC, es
imprescindible poner en marcha un eficiente proceso de
comunicación, que sea fluido dentro y fuera de la empresa.
El compromiso asumido y la acción
social llevada a cabo deben ser comunicados. La empresa ha de
asegurarse de que sean comprendidos, primero dentro de la
organización y luego en el
entorno.
Los logros que no se comunican no generan valor para la
organización. Los compromisos que se asumen y se cumplen
(y es fundamental que se cumplan), deben comunicarse.
El diálogo
con los stakeholders ha de ser abierto, sincero y
continuo. La empresa tiene que institucionalizar ese
diálogo con los instrumentos a su disposición para
informar de su compromiso social y de los objetivos que se
plantea, así como los resultados que ha obtenido en el
campo de la RSC.
En este sentido, son muy útiles herramientas
como el Código
Ético, el Plan de RSC, la Auditoria Social y la Memoria de
Sostenibilidad.
El papel de la gerencia
A fin de que la Responsabilidad Social Corporativa sea
sostenible en el tiempo, es
fundamental el papel de la alta gerencia, que
debe tener la voluntad y el convencimiento necesarios para
llevarla a cabo.
Los ejecutivos están acostumbrados a tomar
decisiones importantes y deben definir con firmeza qué
clase de
empresa se quiere. Además, está entre
sus
responsabilidades influir en la toma de
decisiones de cada uno de los recursos humanos, de manera que
todas las acciones de la
organización estén en armonía con los
objetivos buscados y guiadas por sólidos valores
morales y un fuerte sentido de responsabilidad.
Con su ejemplo y compromiso, encabezan el proceso, al
incorporar a su sistema de objetivos las metas sociales y
medioambientales e implementar estrategias
basadas en la confianza y la reputación para alcanzar los
objetivos. Así se convierten en líderes
éticos y sociales.
Los empresarios deben liderar este cambio, ser
sensibles a las demandas del entorno y crear las condiciones
necesarias para que el desarrollo pleno del talento de la empresa
le permita a ésta obtener ventajas competitivas y
conseguir sus propósitos.
Un liderazgo ético y social es el que utiliza la
reputación, el compromiso, la visión a largo plazo
y una actuación impecable en lo ético y lo social,
para promover el desarrollo de una empresa
socialmente responsable.
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