- Resumen
- Liderazgo en
Educación - Teoría
de Campo, de Lewin - Teoría
de la Disonancia Cognoscitiva de Festinger - Comportamiento
Organizacional - Clima
Organizacional - Lista de
Referencias
RESUMEN:
Liderazgo en educación.
Cognición humana. Teoría
de Campo de Lewin. Teoría de la Disonancia Cognoscitiva de
Festinger. Comportamiento
organizacional: Elementos. Comportamiento
organizacional en educación. Clima
organizacional en educación.
Liderazgo en Educación
Algunas personas influencian a otras, por lo que
éstas se consideran seguidores de quien los impacta. Quien
por alguna razón ejerce esa atracción, entusiasma e
invita a la acción,
se hace depositario de un poder muy
especial sobre las personas, tiene poder para guiarlas y
dirigirlas. Esto es liderazgo. Al
hacer referencia al significado de esta palabra, Ángel
(1998), afirma que existen diversas definiciones de liderazgo; en
este sentido, Chiavenato (1998), señala que Líder
es una palabra sajona que viene del verbo "To lead", que
significa guiar, dirigir. Esta última palabra, viene del
verbo latín "dirigere", que significa guiar.
Asimismo, Prieto Figueroa (citado en Dubs, 1999),
señala que la persona
reconocida por todos para ejercer cierta influencia sobre los
individuos de una comunidad,
mediante estímulos que conducen al logro de la meta del
grupo, recibe
el nombre de líder. La forma de conducir y orientar
implica la aceptación de la voluntad del grupo.
Sobre la base de los anteriores planteamientos, se puede
afirmar que el docente líder desempeña ciertas
funciones de
manera que contribuye al logro de los objetivos
organizacionales, mediante la coordinación de recursos, con el
fin de obtener resultados provechosos, y por ende, una mejora en
la calidad de
gestión. Vale decir que el estilo de
liderazgo que adopte el docente va a permitir la
motivación en los individuos hacia el trabajo
efectivo, estableciendo relación entre estilo de liderazgo
y la situación del clima
organizacional. Ciertamente, en la circunstancia historia actual, a comienzos
de un nuevo milenio, existe una intensa actividad entre las
instituciones
educativas, en las cuales se requiere de un liderazgo efectivo y
eficaz para sobrevivir, ante las limitaciones económicas y
las demandas de la sociedad.
En relación con esto último, cabe agregar
que la formación
de gerentes y líderes educativos, suponen una
constante innovación en los conceptos, teorías, conocimientos, procedimientos y
experiencias, comportamientos, métodos y
técnicas que son aplicables a la gerencia
educativa. Al respecto, Meléndez (2000), plantea que
el gerente
educativo debe ejercer un liderazgo que le permita integrar los
recursos humanos a los proyectos de
desarrollo de
la institución; ser justo en la asignación de
recursos necesarios, comprender la naturaleza de
las actividades educativas y desarrollar con eficiencia y
eficacia las
funciones de planificación, toma de decisión,
organización, control y
motivación.
En tal sentido, Dubs (1999), señala que en el
ejercicio de la docencia
venezolana, el liderazgo transformacional se asocia con la
necesidad de reestructurar la escuela
atendiendo elementos como: Las relaciones de poder, la
satisfacción de los docentes, la
actuación del docente en el aula, la productividad,
tanto de los docentes como de los estudiantes y la
interrelación comunidad – escuela entre otros. La
superación efectiva de estos aspectos se haría a
través de una redefinición de la misión de
las personas en la
organización, la renovación de sus compromisos
y una nueva formulación de las metas
compartidas.
Este mismo autor concluye estableciendo que el
líder transformacional encaja en este proceso de
formación del docente dentro de un paradigma
democrático y participativo, pues su actividad está
dirigida en cuatro direcciones: En primer lugar, la creatividad
del docente le permite aportar soluciones
novedosas a través de ideas originales, en segundo lugar,
la estimulación intelectual, concebida como la
búsqueda permanente y un temperamento inquisitivo intenta
inculcar en los alumnos y miembros del grupo, la curiosidad y
habilidad para cuestionar los puntos de vista establecidos, en
tercer lugar, la capacidad para estimular e inspirar a los
alumnos a realizar esfuerzos más allá de las
expectativas dándole sentido a cada uno de los procesos y
eventos, y,
finalmente, el líder transformacional demuestra su
atención y consideración individual
al tomar en cuenta a la persona, preocupándose por sus
necesidades, apoyando su crecimiento y desarrollo en medio de un
clima de armonía y empatía.
La formación del docente – líder de
hoy y mañana crea en los educadores una gran responsabilidad. Se necesitan individuos con
visión, capaces de descubrir los obstáculos en el
camino antes de tropezar con ellos. Este docente –
líder debe poseer flexibilidad de espíritu,
empatía y sinergia, lo
cual genera la coordinación y eficacia necesaria para la
solución de problemas y la
búsqueda de procesos y productos de
calidad, en un ambiente de
confianza y franca comunicación, donde las personas puedan
desarrolla su creatividad. Es decir, individuo
centrado en su vida y en las personas que le
rodean.
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