Soy un átomo de
Carbono
Ya estoy viejo y por ello los recuerdos muy de
atrás en los evos (evo=mil millones de años) me son
tan borrosos; quizás por el impacto que me dejó el
Big Bang,
así que iniciaré mi relato de donde tengo las cosas
mas claras. Hace ya más de 9.000 años
En medio de la amargura de mi tribu allá en el
Río Pinturas en la Patagonia
Argentina me enterraron con los ritos propios de esa tierra.
Había sido muy estimado, ya que era el mejor impresor de
mi mano izquierda en los muros de las cuevas ¡como
preparaba los pigmentos y los soplaba con la notable fuerza de mis
pulmones a través del trozo de caña!
Yo pertenecía a una molécula de
proteína. En un ambiente
nauseabundo dentro de la tumba me transformé en una
molécula de metano que escapo
de la tierra,
quizás por una compañía de un átomo
de fósforo que salió de la tierra junto conmigo
estallé en una llama, Despertó temor el fuego fatuo
dentro del alma de un
niño que se había escapado esa noche a ver la Cruz
del Sur, corrió a la tienda donde apenas durmió esa
noche.
Ya como anhídrido carbónico goce viajando
con el viento que por azar del destino me llevó al oriente
crucé una extensión de agua muy
grande y luego al bajar de las alturas una gota de lluvia me
arrastró a la tierra .Un vegetal me transformo, tiempo
después recuerdo un calor
sofocante del sol a pleno y mi mundo se transformó en un
grano de trigo en un lugar muy distinto al que yo conocía,
un gran río estaba cerca de mí hasta que otro
hombre arranco
la espiga y junto con mis compañeros, su esposa me
causó un gran dolor al triturarme entre dos piedras , debe
haber sido por error ya que pronto calmó mi dolor con agua
fresca, me acaricio junto a mis amigos granos de trigo pero luego
con horror todos nosotros sentimos un calor que
aumentaba,¡bonito quedé como elemento de un
crujiente pan!
El bochorno de ese calor cambió pronto, un
niño que me hizo recordar al patagónico que
asusté, me llevo cerca del Nilo y allí con
fruición me sumergió en la cueva de su
boca.
¡Dios! Que energía me demostró que
tenia al masticarme ¡ Creo que no me consideraba amigo ya
que primero me dio un baño ácido , enseguida uno
alcalino; menos mal que tuvo consideración de mi; y luego
entré en un arroyo levemente blanquecino ,pero por poco
tiempo ya que desemboco en un torrente rojo que me llevó a
una célula
grasa hasta que luego de un paseo dentro del niño tuve la
satisfacción de ver unos grabados muy sofisticados en una
piedras, ¡que suerte , pertenecía otra vez a una
familia humana
que también era artista, salvo que este escribía
jeroglíficos muy bellos y que además servían
para comunicarse mas fácilmente , a este ya los futuros
hombres le entenderían su pensamiento!!!.
Un día muy grato para el niño jugó
con mucho brío y mi grasa de invirtió en glucosa que
fue quemada ¡ .. de nuevo a anhídrido
carbónico¡
Esta vez me absorbió un papiro. Diligentes
egipcios me transformaron en una especie de papel donde un
escriba contabilizo cuanto se había cosechado esa
temporada; conocí por primera vez un contador. Otros
papiros, compañeros míos fueron descripción de terapéuticas
médica en lo que luego se llamó Papiros de Ebers
(Ellos son más sedentarios ya que los pueden ver en
Leipsig)
Yo viajero infatigable, fui arrojado; aventado en
pedazos y volví a la tierra donde me incorporé a
paja que me comió un camello. Esta vez hice viaje directo
y me eliminaron como bosta .Poco duré en ese estado, una
vez seca me usaron de combustible y de vuelta al aire como
anhídrido carbónico
Una planta de higos en Macedonia me integró a su
fruto y fui comido por Alejandro
Magno que me llevó por el mundo, ejemplo de jefe que
cuando toda su tropa padecía de sed, un soldado
encontró agua que se la ofreció, el la tiró
pues un jefe debe sufrir los mismos infortunios de su tropa.
Luego de exhalarme en su respiración y de allí el viento me
llevó a China donde me
integré luego de varios pasos a un pedazo de papel, y
allí fui reverenciado, cuidado y pasé de mano en
mano, ¡era un papel moneda! Hasta que me quemé en un
incendio pero por ese paso conocí al carbono de la
pólvora, el de la seda, fue una buena
experiencia.
De vuelta a ser CO2 y luego de mucho tiempo
volví a integrarme a una madera de
árbol de cedro del Líbano, me cortaron y
pasé a integrar el mástil de un navío que
naufragó en Creta
Esta vez fueron los hongos los que me
descompusieron y vuelta a volar como CO2, no recuerdo
cuanto tiempo recorrí el mundo desde las alturas donde
evité que los rayos infrarrojos salieran al espacio
exterior y di calor al planeta tierra hasta que ya disuelto en
agua de mar un caracol me incorporo como integrante de su concha.
Vuelta a dormir años ya que me integré a unos
blancos acantilados calcáreos hasta que las llamas me
convirtieron en cal viva y de allí a una lechada de cal
con que se hizo argamasa de una humilde casa de un minero de la
era industrial.
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