Estrategias de aprendizaje: del desarrollo intelectual al desarrollo integral
- Resumen
- Desarrollo
- Encuentros
y desencuentros con las estrategias de
aprendizaje - Las
estrategias de Aprendizaje para el
Desarrollo
RESUMEN
En el trabajo se
realizan una serie de reflexiones sobre el desarrollo
integral del sujeto, desde los niveles de ayuda pedagógica
que se pueden brindar a éste en el proceso
educativo, resaltándose la necesidad de estimular estrategias de
aprendizaje,
no solo para el desarrollo intelectual, sino como los autores del
presente trabajo han
identificado: estrategias para el desarrollo integral del
alumno.
Desde una valoración consecuente y reflexiva
sobre los diferentes enfoques teóricos relacionados con el
tema y su puesta en práctica, así como el
acercamiento consciente a la concepción materialista
dialéctica del desarrollo
humano, se trasciende a un análisis, que sustentado en el enfoque
histórico-cultural, proporciona la posibilidad de proponer
la estimulación de estrategias de aprendizaje para el
desarrollo de la
personalidad, resaltando su carácter procesal y poniendo como centro,
la relación que se puede establecer entre la enseñanza y el desarrollo personal.
Palabras clave: estrategias de aprendizaje,
autoeducación, autorregulación, enfoque
histórico-cultural.
————–
Desarrollo
En la sociedad de la
información, el
conocimiento sobre el aprendizaje
adquiere renovada importancia, hoy en la psicología se posee
un legado importante de teorías, donde muchos supuestos van
perdiendo validez debido a avances en distintas ciencias, y en
la incorporación creciente de las nuevas
tecnologías de la información y la
comunicación en el aprendizaje.
Resulta de nuestro interés
reflexionar sobre el desarrollo integral del sujeto desde los
niveles de ayuda pedagógica que se pueden brindar a
éste en el proceso educativo, cobrando así
importancia la estimulación de estrategias de aprendizaje
no solo para el desarrollo intelectual, sino como, los autores
del presente trabajo hemos identificado, estrategias para el
desarrollo integral del alumno.
Los fundamentos teóricos metodológicos de
las ya conocidas estrategias de aprendizaje, básicamente
sostenidos desde el enfoque constructivista, responden a una
concepción que trata fundamentalmente de explicar la
intención de profesores e investigadores, para lograr el
desarrollo intelectual del estudiante y el perfeccionamiento del
proceso de enseñanza aprendizaje.
Sin obviar los asertos que las diferentes propuestas
para la implementación de esta concepción han
ofrecido en los intentos de dar una respuesta a la necesidad de
optimizar el desarrollo intelectual del alumno en el proceso de
enseñanza aprendizaje en la escuela, al
pautar modelos para
aprender, lograr resultados de aprendizaje en cuanto a
conocimientos con el mínimo de esfuerzo, entre otros
avances, consideramos necesario abordar las limitaciones que a
nuestro entender están presentes y las hacen
inconsistentes en la búsqueda del desarrollo integral del
sujeto.
Desde la posición constructivista, el conocimiento
no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano, lo que supone
que ante la pregunta ¿con cuáles instrumentos
realiza la persona dicha
construcción?, encontramos esencialmente como respuesta,
con los esquemas que ya posee, desde luego el aprendizaje debe
iniciarse con la actividad del alumno, y el tipo de actividad
constructiva es mediatizada por las condiciones educativas y
tiene como finalidad última la construcción y
reconstrucción de significados.
El postulado básico del constructivismo
sitúa la clave del proceso enseñanza-aprendizaje en
la interacción entre tres elementos del
llamado triángulo interactivo: alumno, profesor,
contenido. En este triángulo la actividad educativa del
profesor es de ayuda para la construcción de
significados.
La opción básica que asume esta
concepción constructivista es la enseñanza
adaptada, que propone hacer frente a la diversidad mediante la
utilización de métodos de
enseñanza diferentes en función de
las características individuales de cada
alumno.
La diversidad
humana se explica desde la concepción interaccionista de
las diferencias individuales. Desde esta perspectiva se reconoce
la exigencia de características intrínsecas a la
propia persona (determinadas posiblemente por su carga genética)
y de reconocer así mismo el papel que juega el medio (con
sus mediadores –familia,
profesores, medios de
comunicación) en las diferentes situaciones en que se
encuentra la persona. Las diferencias individuales son el fruto
de la interacción entre las características
internas y las características del medio externo, por ello
la diversidad humana solo se puede entender y tratar
adecuadamente si se consideran ambos factores en
interacción.
Algunas ideas de esta concepción, como la
necesidad de partir del nivel inicial del alumno (entendido como
conocimientos previos), conceptos como el de la ayuda
contingente, plasticidad o adaptación de la
intervención pedagógica a la actividad del alumno,
el grado de desarrollo o capacidad general del alumno, la
motivación para aprender significativamente,
así como sus intereses personales son, entre otros,
coincidentes con el planteamiento de la enseñanza
adaptada.
Desde una concepción constructivista de la educación, es
importante considerar los procesos de
enseñar a pensar y de enseñar a aprender, que en
definitiva son mecanismos que favorecen el conocimiento de uno
mismo, ayudan al aprendiz a identificarse y a diferenciarse de
los demás. Los estudiantes llegarían así a
ser conscientes de sus motivos e intenciones, de sus propias
capacidades cognitivas y de las demandas de las faenas
académicas, llegando a ser capaces de controlar sus
recursos y
regular su actuación posterior.
El constructivismo es una convergencia de
principios
explicativos del proceso de enseñanza-aprendizaje
totalmente abierto a matices diversos, ampliaciones y
correcciones, que algunas de las veces conlleva a
inconsistencias teóricas que representan según
nuestra visión, su mayor limitante. La inclusión de
ideas de diversos autores: Bruner, J. (2000), J. Piaget,
(1998), Vigotski. L.S. (1987), Wertsch, J. (1993), Bandura. A.
(1977), que en determinados momentos, se solapan o se superponen,
dejan espacios unas veces vacíos y otros con interrogantes
difíciles de responder. De allí que en la
práctica existan imprecisiones conceptuales que muchas
veces no son tomadas en cuenta a la hora de trabajar desde la
posición asumida.
Según el constructivismo el proceso de aprender,
depende básicamente de la actividad mental del estudiante
y de la presencia de esquemas, necesitando por tanto un nivel
determinado de maduración de las estructuras
mentales. Desde esta perspectiva se sobrevalora el
carácter intelectual de la subjetividad o el subjetivismo
del desarrollo intelectual. No existe así una
comprensión integral del proceso de desarrollo humano,
limitando un tanto sus intentos a comprender y estimular el
crecimiento personal al dominio de
algoritmos y
procedimientos
que permiten solucionar determinada situación
problémica. Podríamos cuestionar entonces:
¿es el desarrollo un proceso de autoorganización
cognitiva?
Resulta evidente que existe una estrecha relación
teórico-metodológica entre el constructivismo y las
estrategias de aprendizaje. Para el aprendizaje guiado y la
enseñanza adaptada, un recurso que principalmente se
utiliza son las estrategias de aprendizaje. Abordar este tema,
desde dentro, y en su momento de mayor auge, exige un intento de
acercarse desde su devenir histórico, a sus perspectivas y
limitaciones.
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