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Las etapas emocionales del ser humano (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Y para hallarlo, debemos renunciar al caparazón
personal, la
armadura que nos hemos impuesto en esta
sociedad posmoderna, ajetreada y estresante; ya que va a toda
máquina arrasando con lo más esencial de las
personas, el derecho a ser humano, esto es, a su sensibilidad
crítica, de regalarse un tiempo, un espacio
de amor así mismo: a su cuerpo-emocional, mental y
espiritual. De amar la vida y vivir para amarla.

Las
etapas emocionales del ser humano

Es de vital importancia pedagógica comprender que
el ser humano en su desarrollo emocional pasa por varios estadios
del amor antes de llegar al amor maduro.

Algunos de esos amores pueden ser: amor a los padres, a
sus amigos, a sus juguetes, al
perro, al gato, enseres de la casa, amor de adolescente, entre
otros. Veamos solo algunos de ellos.

El
amor en el
vientre materno

Los nueve meses de vida en el vientre materno son los
más importantes y maravillosos remansos cristalinos de
miel de todo ser humano. Aquí puedes comenzar a
desarrollar junto con tu pareja el fruto del amor más puro
y tierno; en esta etapa es donde se debe empezar a cultivar la
emoción del amor mutuo para la convivencia
democrática de hombres y mujeres amorosos: seres que
interaccionen de manera tal que sus formas de vida tengan que ver
con el bienestar y armonía de aceptación de
sí mismos, de los demás, en intimo con-tacto y
respeto con la
supremacía soberana de la madre naturaleza,
esto es, de esa fuente de vida clara dar a luz a los futuros
preciudadanos en sentir y pensar la convivencia
respetuosa.

Vivencialmente y en pareja podemos empezar a acariciar
corporal y sutilmente al bebé bajo la energía
amorosa y sana que desciende de las manos como un manto
mágico que sacia de calor y
bienestar a tan anhelada vida, de tal forma que se sienta acogido
y aceptado legítimamente ante el nuevo núcleo
familiar.

Otra manera comunicativa es dialogar con él:
decirle cuanto lo aman, cantarle, declamarle poesías, chistes,
cuentos, y, en
tal diálogo
tengan por seguro que
él o ella les contestará, ya sea, con una sonrisa
interior, un abracito, una burbuja de amor o una patadita con
alas de manera natural y espontánea, como un milagro que
no solo pasa una vez, sino que empieza a suceder todo el tiempo hasta
que como padres anclemos nuestra existencia en la faz de la
tierra.

Pero, si por el contrario, no nos quitamos el velo
racional de lo ojos para poder ver la
luz de amor, pues, tales preciudadanos crecerán cual fugaz
flor marchita no le llega el calor del sol y el agua de
vida, como desplazados afectivos. Así que tengan presente
que el amor es el
camino de evolución para educar organizacionalmente a
la nueva generación, la del amor universal y
multiversal.

El
amor a los padres:

Empieza en la infancia a
través del mecanismo de apertura sensible en su estructura
biológica: espontaneidad de la emoción la cual
permite un mayor aprendizaje y
relación con el entorno ecológico, los padres y los
demás seres humanos; pero en el paso de transición
de la pubertad a la
juventud, al
aprehender los roles, responsabilidades y comportamientos de los
adultos, empieza a disminuir dicha capacidad de emanación
emocional con los demás y su entorno ecológico,
cuando adquiere e incorpora las nuevas estructuras de
control y
sumisión de conductas a su biología, lo que
genera la disminución o que se vaya cerrando dicho canal
de emanación emocional de intercambio de amor,
energía e información; cosa que no pasa cuando la
institución familiar vive en una convivencia armoniosa, es
decir, donde políticamente cada miembro, de parte y parte
respeta el lugar del otro: aceptándolo tal como es y que
comparte y expresa libremente lazos afectivos a través de
relaciones de cooperación, confianza y paz, por ejemplo,
en la relación corporal de la madre con el niño (a)
en la noche: al dormir la estructura de la madre activa unos
sensores como
mecanismos biológicos de alerta, los cuales le avisan
cuando el niño tiene alguna molestia nocturna y es por
amor que se genera la disposición corporal para acudir y
atender amorosamente a su hijo. Como también sucede cuando
la niña (o) se cae, la madre coloca sus manos en el
moretón aliviando su dolor, y ello es
intuitivamente porque mediante sus manos emite la
energía amorosa que da bienestar armonizando nuevamente la
corporalidad del niño gracias al poder del
amor.

El amor por los juguetes

En esta etapa infantil, los preciudadanos, mediante el
hechizo encantador de la energía creativa en plena pista
de interacción cósmica pluricelular
empiezan a proyectar toda la bioética
del amor a través del juego, es
decir, el trabajo
lúdico, serio y trascendental por excelencia del derecho
hacer niño, por el cual, expresan sus más hermosos
sentimientos que florecen en el resplandeciente paraíso
tropical de fragantes colores, formas,
olores, sabores y humores corporales, en donde sus vidas
están en continuo cambio de
movimiento en
consonancia con la energía universal inmediata.

Los infantes con los juguetes
naturales tales como, piedras, palos, hojas, ramas, arena, barro,
tierra,
plastilina, inclusive aquello que creemos es basura, como
una lata de gaseosa, que se puede convertir en todo un OVNI,
objeto volador no identificado. Construyen, innovan y
ponen a funcionar mundos fantásticos y luminosos como
proyectos de
vida, en los cuales, manifiestan todos sus intereses, valores,
emociones y
comportamientos modelados por sus padres, por ejemplo, cuando los
niños
juegan con las muñecas a la familia,
inmersas en tales historias podemos analizar pues, la vida de los
niños y niñas y poder dar pasos para aplicar el
paradigma del
amor.

Por lo tanto, no anulemos desde las Instituciones
Educativas en tanto, familias y escuelas del mundo entero, "el
derecho hacer niños y niñas felices", bajo la
política
lógica
arrazante, y, despiadosa curricular formal; que no tiene nada que
ver con el amor y la intuición infante de la
imaginación que pone en contacto cósmico la
emanación emocional con Dios, la energía amorosa y
creativa por la cual coexistimos en este ecosistema,
nuestra casa, el planeta tierra.

El amor de amistad:

Comienza desde la etapa pre-escolar y escolar en
adelante, cuando el niño (a) entra al colegio, entonces
empieza a tener amigos. El amor de amistad es el amor más
grande de todos porque es incondicional. Implica la entrega
solidaria y mutua en la interacción cotidiana con el otro
de forma desinteresada, sin esperar nada a cambio, sólo
con la intención de dar, que es la fuerza vital
más grata que la de recibir. Significa el compartir la
energía propia hacia al otro como un regalo personal, esto
es, una caricia que tu campo energético sede
voluntariamente a la otra persona.

Con los amigos el ser humano innova, creando espacios
para jugar, por ejemplo, a las mímicas, adivinanzas, a la
rueda rueda, al escondite, y, después, a diseñar
conjuntamente propuestas funcionales tanto para divertirse, como
para mejorar la calidad de
vida.

Y la amistad se cultiva en el terreno fértil de
la confianza mutua, de donde puede nacer las aguas claras de la
confidencia intima para que el otro pueda por ejemplo: contar sus
angustias, desilusiones, alegrías o fantasías
sexuales. El ser amigo (a) es ser comprensivo, amoroso,
crítico y un excelente consejero.

Así como se debe ser amigo fiel consigo mismo,
también se ha de ser fiel con los demás amigos;
pero advertencia: es mejor siempre dar, que esperar recibir
después, algo a cambio, porque algunos (as) no siempre te
pagaran bien, en gratitud; a sí que es mejor compartir sin
mirar a quién, dicho en otros términos, ayudar y
compartir de corazón.

El amor de adolescente:

Empieza en la pubertad por el interés
hacia el otro sexo, hombre o
mujer. Es el
amanecer de la aurora corporal-emocional en su más
instintiva expresión animal de metamorfosis estructural
anatómica del paso de la infancia a la juventud: de
niño a hacer hombre joven.

En esta etapa los padres deben integrar toda la
comprensión amorosa posible volcada como las neblinas del
amanecer cubren la diversidad del ciclo natural de la vida,
porque en esta fase los adolescentes
enfrentan variadas transformaciones energéticas: de cambio
hormonal, por ejemplo, empieza la producción de espermatozoides en el hombre y en
la mujer la
producción de óvulos, la menstruación y, tal
naturaleza es básica para el desarrollo del
crecimiento en cuanto huesos,
músculos, sistema nervioso
etc.

Pero también en tales conversiones
energéticas el adolescente empieza a buscar en su proceso
autoformativo su propio rol de identidad
aunque de manera insegura, todavía no sabe asertivamente
lo que quiere, debido a que se encuentra en proceso de desarrollo
transitivo su esquema intuitivo-emocional: en un Estado de
Conmoción de interacciones de odio, felicidad, tristeza,
temor, bloqueando la energía amorosa que fluye por las
mansas y densas quebradas y ríos del corazón, y,
pues, en el proceso heteroformativo, o sea, con los otros,
comienza a liberar o distencionar toda su energía
contraria, afortunadamente con sus seres queridos más
cercanos: algunos roban cosas, dicen mentiras, groserías y
pueden llegar a enfrentar a sus familiares
corporalmente.

Se pueden llegar a convertir realmente en unos
monstruos; lo chistoso es que al pasar esta etapa de metamorfosis
vuelve toda esta energía a reinsertarse al ciclo vital
familiar, así que paciencia sabia, la cual puede
brindarnos la sabiduría del amor para que todo converja y
fluya en convivencia armoniosa nuevamente.

Sin embargo, para algunos adolescentes el paso por este
proceso es menos tormentoso cual volcán voraz sediento a
eyacular su transmutación genética,
ello es, cuando desde la infancia se le vienen cultivando algunos
hábitos por ejemplo: a la lectura
poética u otra, la música, la pintura, la
carpintería, el deporte, eceptera, en donde
económica y políticamente pueden invertir todas sus
energías amorosas y creativas a dichas empresas.

El
enamoramiento:

Empieza en algunos en la infancia y, en especial en la
adolescencia
hacia la juventud en adelante. Se da por el interés hacia
el otro en el mutuo intercambio emocional al mismo nivel de
energía e información, la cual influye a nivel
celular generando el fluido químico hacía la
amígdala produciendo en ambos el fluir de atracción
que necesitan para acoplarcen como una danza en el
fluir y dejarse fluir de la corriente cósmica universal
entre sus estructuras biológicas.

A más, el adolescente se enamora de sus
ídolos de moda, llegando
muchas veces a modelar como tales ante su pareja o grupo de
aceptación en el desarrollo de su sexualidad,
entendida como la forma de interactuar emocional-sensual en
reciprocidad consigo mismo corporalmente y con los demás
agentes activos que le
reconocen como miembro del grupo.

Es importante aquí, que los padres y maestros
desarrollen una potente Educación de la
Sexualidad a niveles: emocional, intelectual, corporal,
espiritual y biológico desde la infancia. En donde
políticamente se les oriente sobre las consecuencias que
pueden conducir las determinaciones no pensadas en sexualidad
referente por ejemplo biológicamente a realizar el sexo,
el acto de hacer el amor sin ninguna protección,
condón y más aún, sin conocer el fundamento
del amor.

El amor erótico en pareja:

Consiste en el acoplamiento corporal-sensible de ambos
sexos en la relación de pareja y se da a través de
las caricias amorosas de las manos por las cuales, se entrega
todo el amor sensual y exploratorio del cuerpo ya que el cuerpo
es el órgano más sensible del ser humano y por
ello, necesita ser conocido y palpado la totalidad de su relieve en sus
múltiples formas para construir teoría
mediante tal práctica exploratoria.

Haciendo especial énfasis en la mujer, puesto que
es más sensible que el hombre y por lo cual, necesita ser
más amada: brindándole una mayor calidad de
caricias a la piel mediante
el empleo
calidoso de las manos.

Las manos poseen las cualidades necesarias para
acoplarse a cualquier forma del cuerpo trasmitiendo a la otra
persona seguridad
emocional, el sentirse acogida, protegida y amada en toda su
integridad y dignidad
humana, porque es por las manos que se emana toda la
energía amorosa y curativa de entrega mutua, de
aceptación corporal.

Pero el amor erótico no sólo tiene que ver
con la ternura y lo sensual, sino también con lo sexual;
así que estos tres aspectos son claves para las relaciones
de pareja. Sin embargo hay que aclarar que los dos primeros son
las energías primordiales y sagradas antes de iniciar el
acto de hacer el amor.

El amor espiritual:

Se da con la adultez, nace el amor maduro o espiritual.
Fruto de los años de aprendizaje mediados por la
experiencia personal en el contacto interaccional
emocional-social en la red energética del
universo la
cual alimenta nuestro ecosistema, el planeta tierra. Tal
experiencia fluye en la práctica del vivir mentalmente con
la emoción del amor, básica para curar, por
ejemplo, las grietas del alma a
través del perdón. La renovación espiritual
de la forma de pensar ayudará mucho a la curación
del agretamiento proporcionando mayor dominio y paz a
las reacciones emocionales. La técnica del pensamiento,
de vivir políticamente en la emoción del amor,
puede cambiar la vida de toda persona si decide aceptarla, puesto
que puede hacer bien, mental, corporal y espiritualmente.
Proporciona dominio mental, lo que mejora el sistema nervioso
y la salud física en general.
Hace dueño de sí mismo a toda persona. La validez
de esta experiencia espiritual se demuestra por la
colaboración total y la amistosa ayuda que se puede
proporcionar al que antes era enemigo por ejemplo.

El
amante

El (la) amante es la persona con una inmensa capacidad
evolutiva de amar a otra persona. Entonces tenemos el amante que
ama a su hermano y hermana, a sus padres el amante que ama a su
amigo (a), la amante que ama su trabajo, su
estudio, su composición de arte o
música, la mascota, el jardín, el amante que ama a
su esposa; pero también está el amante
infiel
, es aquel que sin el consentimiento por ejemplo, de la
esposa, es decir, sin su permiso y autorización
realiza una interacción emocional-social
clandestina, pues, obviamente la ejecución
estratégica y política de una relación bajo
cuerda, extramatrimonial y pasional con otra persona, dicho
mejor, de currículum oculto. Lo que implica el asumir las
consecuencias, las acciones que
generan tal decisión de libertinaje, por ejemplo, la
desilusión que puede llegar a causar a su pareja oficial,
por no haberle consultado pedagógicamente tal
decisión, a través de un diálogo horizontal
moderno, abierto y sensible que permita ya sea la crítica, la aceptación mutua o
finalmente la confianza en su pareja.

La
solevidad

Hay momentos trascendentales en nuestras vidas que
necesitamos hacer un alto en el camino para estar a solas: saber
cuáles son los motivos que dan sentido a nuestras vidas y
evaluarnos en plena autointimidad. Su importancia radica en
ejercer el derecho a la meditación
autónoma.

Esto implica el retirarse a un espacio adecuado para
estar a solas en libertad
consigo mismo, libre del acoso de la apresurada globalización moderna, con el
propósito de poder reflexionar sobre las consecuencias e
impactos que han traído consigo la decisión de
tomar algunas determinaciones, ya sea para reafirmarlas si son de
interés común; pero si el balance es otro,
interpretar pues, el ¿Por qué? Y el ¿Para
qué? Tal saldo pedagógico se refiere al aprendizaje
del error propio que consiste en identificar por un lado,
nuestras fallas para así reconocerlas y aceptarlas como
tales y pilares que hacen parte de nuestro crecimiento evolutivo,
y por otro lado, el descifrar el sentido del mensaje por el cual
la vida misma ha conspirado para que cambiemos y transformemos
mediante el fluir sistémico algún aspecto de
nuestro interior y del cual no nos habíamos dado
cuenta.

La solevidad nos brinda pues, la oportunidad para hacer
un alto en nuestra vida cotidiana y reconsiderar otros caminos
que la vida nos posibilita en nuestro derecho de
autorrealización como proyecto de vida,
de compromiso intimo en el aquí y ahora, con ello, nos
damos apertura estructural para amarnos así mismos
dándole cuerpo a un nuevo concepto de
identidad personal, digamos, innovar en la forma de vernos y de
interpretar el mundo de la vida.

Universidad del amor.

Desafortunadamente son pocos los que llegan al final del
camino. Así como a la universidad llega
un alto porcentaje de educandos (as) sin haber logrado la madurez
intelectual, también a la universidad del amor llega un
gran número de hombres y mujeres que no han logrado la
madurez emocional, el amor espiritual. Y como algunos nunca
llegan a la madurez intelectual, también hay personas que
nunca maduran emocionalmente: son unos niños grandes hasta
el fin de sus días.

¿Cómo evolucionar interiormente en la
universidad del amor?

Antes que nada debemos reconocer que el proceso es
largo, pero que puede ser más corto cuando se desea y se
quiere con el corazón llegar a tal meta. Dicho en otras
palabras, permitirnos hacer apertura en la sincronía
emocional hacia el mejoramiento personal.

Para ello es importante ir desarrollando en cada
instante las siguientes pistas pedagógicas: pensamientos
nobles, amables, como también, manifestar y compartir de
corazón habilidades emocionales de alegría y
confianza que son la mayor muestra y
señal de la evolución interior del ser humano, lo
mismo debe hacerse con las acciones, es decir, procurar el bien
al prójimo sin causarle daño
alguno.

Esta forma de vida habitual que desarrolla las
habilidades emocionales, implica la voluntad de aplicarlas
primero a uno mismo para después con los demás.
Puesto que el hábito es la costumbre desarrollada por
la
organización intencional y repetitiva para lograr
alcanzar un comportamiento
deseable para algún fin. Por ejemplo, en la familia el
hábito de amar a la madre y al padre, mediante un abrazo,
beso o sonrisa.

Gerencia Democrática

La gerencia
democrática entendida como la
administración horizontal, de diálogo abierto
que genera la descentralización social, es decir, que
permite la participación de los ciudadanos en la red de
interacciones (red conversacionales-emocionales-corporales) en la
práctica de ejercer la democracia
participativa desde las instituciones sociales, tales como las
familias, escuelas, colegios, universidades, como también,
en los barrios, localidades, ciudades, departamentos y el
país, se fomenta y desarrolla pues, mediante las
relaciones políticas
propias del amor, las cuales, constituyen la convivencia social y
que están inmersas en las habilidades emocionales del
amor.

Habilidades emocionales del amor

La habilidad emocional se refiere a la capacidad
evolutiva de trasmitir desde nuestro interior hacia el exterior
toda la ola del amor, al otro, lo otro y la madre naturaleza
dejándola fluir libre y espontáneamente en el
entrelazamiento de lo emocional con lo corporal y el lenguaje en
la interacción social como un milagro que no solo pasa
sino que sucede constantemente gracias al universo
entero.

La alegría de vivir: es la capacidad
evolutiva de trasmitir e irradiar desde el interior la fuerza de
vivir, de buscar un sentido personal como un proyecto de vida
realizable en la cotidianidad, la esfera del convivir, esto es,
de vivir con el otro y lo otro: en la interacción
multicultural.

Su penetrante energía amorosa se ve manifestada
corporalmente desde nuestras entrañas por la sonrisa
interior que emana desde el océano del corazón
donde sus oleadas irrigan con su elipse los ríos vitales
que reestablecen y conservan a nivel celular la integridad del
ciclo de vida
y produce hacia el exterior el éxtasis de la
alegría de vivir cuyo mar moja con sus cascadas de amor
todo lo que le rodea y con ello, crea, el remanso de bienestar,
de convivencia armoniosa y social.

El fluir de la confianza: es la capacidad
evolutiva de compartir tanto los espacios de interacción
íntima como es el sistema familiar y público como
el grupo de amigos o el de compañeros de trabajo, entre
otros espacios de la vida cotidiana.

Consiste pues, en que se deben conservar los límites
que se han brindado y compartido a nivel personal, puesto que
vulnerarlos implica que el otro u otros nos cierran las puertas
de integración social, o sea, las
posibilidades políticas de participación y
diálogo horizontal democrático.El respeto
mutuo:
se trata de reconocer el lugar del otro en su dignidad
humana haciéndoselo saber, tal como es, aceptarlo en su
manera de ser y hacer en el fluir de la vida. En consecuencia es
concederle el pleno derecho a su libre desarrollo armonioso de
la
personalidad, con el propósito de que se sienta digno
de su autonomía como sujeto social que es; así como
también todos los seres humanos lo somos sin ninguna
discriminación de razas, credos o
culturas.

Aplica también en la acogida amorosa a las
personas que han elegido y asumido su diferencia sexual, como
aquellos y aquellas que la sociedad los
ha tipificado de gueys, lesbianas, etc. Cuando la verdad es que
son seres humanos amorosos; política, económica y
democráticamente productivos en la gestiones laborales
cotidianas.

Recuerda: cuando una persona te irrespete, es esa
persona que se está irrespetando así misma y no a
ti, porque es la realidad que fluye de ese ser humano mediante lo
que dice y hace, y no la realidad tuya, lo que indica que de lo
que se dice y se hace describe quien es esa persona, para decirlo
mejor, describe como está fluyendo su energía en
ese momento, en ese caso sería de algún tipo de
bloqueo energético.

Responsabilidad social: es la capacidad referida
a la toma de conciencia en las
decisiones. Implica hacer balance político, esto es,
reflexionar sobre las consecuencias que puedan traer consigo las
elecciones de nuestras determinaciones, digamos, las atmósferas
emocionales que puedan generar tales acciones en los diferentes
ámbitos de la convivencia cotidiana como es una
empresa.

Se trata de ser consecuente e intuitivo con la
elección personal que se va a tomar puesto que ella, puede
determinar nuestra alegría o tristeza orgánica por
ejemplo, al elegir una carrera, un trabajo o su pareja. Entonces,
nuestras determinaciones nos pueden hacer independientemente
felices o dependientemente tristes como el ejercer un trabajo que
no te gusta pero te toca, esto, te hace esclavo, por el motivo de
que no te gusta; caso contrario, el ejercer el derecho a tu
profesión te hace feliz y libre, porque te gusta y es tu
proyecto de vida.

Cooperación política: es la
capacidad de emanar amorosamente ayuda hacia los demás
bajo la estratégica participación personal en los
proyectos del otro o los otros para reconocerlos, asesorarlos y
apoyarlos a través de la orientación
pedagógica con el fin de darles una mayor gestión
participativa y cobertura sostenibles.

También implica la seducción
benévola y radiante como el sol del
amanecer sobre la realización de encuentros frecuentes
cuando las relaciones de pareja, de amigos o de equipo laboral se han
resquebrantado por algún error humano, esto es, una
oportunidad de aprendizaje para reconquistar nuevamente nuestras
interacciones humanas.

Por lo tanto, es el mantenimiento
participativo civilizado y tierno de las interacciones corporales
de mutua aceptación bioenergética, con el
fin de volver a restablecer emocionalmente la convivencia
armoniosa en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana,
como en la empresa, el
grupo de amigos, inclusive en las adversidades y diferencias
políticas entre gobernantes.

La evaluación
de las etapas del amor

La evaluación emocional es una herramienta
pedagógica para examinar reflexivamente con criterios
específicos las etapas del amor sobre las situaciones o
cosas en tanto la ecología
interdisciplinaria de la
educación.

Del fluido anterior, lo que se propone es pues, una
evaluación al servicio de la
pedagogía del Amor para reflexionar si las
acciones educativas en acuerdo con la comunidad
educativa son acordes a la educación integral, que
debería tener en cuenta la dimensión emocional (el
sentir), que afecta las demás esferas cósmicas
integrales del
ser humano, por consiguiente la presente evaluación
alternativa, no es absoluta, pero permitirá una
aproximación que servirá para el ejercicio
pedagógico en la crianza ecológica, esto es, en el
contexto con los primeros pedagogos, los padres y, en el contexto
educativo, los maestros.

Veamos.

No hemos todavía comprendido el inmenso poder que
nos proporciona la emoción del amor. Cuando lo
comprendamos empezaremos a convivir en armonía como un
cambio cultural caracterizado por relaciones amorosas de
aceptación multicultural, las cuales permitan generar
nuevas generaciones de personas cálidas, sensibles,
críticas y constructivas en la proyección de
políticas que permitan la permanente construcción de espacios de convivencia
pacífica como forma espiritual de apreciar y valorar la
vida: emoción, mente y cuerpo sanos que amplíen las
expectativas de coexistencia, de vivir felizmente con uno, el
otro, lo otro y la madre tierra.

El amor nos brinda la fuente de vida que necesitamos
todos los seres humanos de este planeta tierra y que da vida
nueva y eterna en la preservación de la esencia
bioenergética humana. El amor es tan necesario para poder
perdonar, porque libera las energías marchitas que
carcomen nuestro ser y el de los demás; por ende nos
devuelve la vida, para decirlo mejor, nos permite nacer de
nuevo.

En fin, sin el templo del amor en el remanso de nuestro
corazón, no seremos libres jamás, porque estaremos
inmersos ya sea en las aguas del rencor, el miedo, la
sumisión, digamos que seguiremos siendo esclavos de
nosotros mismos, en nuestra propia armadura comportamental, por
depender del otro como cuando lo excluimos de su lugar, de lo que
la persona es; y todo por no querer escuchar nuestro
corazón para amarnos a nosotros mismos y a los
demás.

Económicamente podemos aceptar el amor como el
tesoro más preciado que toca empezar a compartir mediante
transacciones en equidad de
géneros, con toda la humanidad para terminar de una vez
por todas con la desigualdad emocional-social en nuestra actual
posmodernidad.

Gestión de la salud
emocional

La gestión de la salud emocional que aquí
se trata, se refiere a la reflexión, al manejo y control
de los diferentes tipos de emociones que ya se han mencionado y,
los cuales son inherentes a todo ser humano, con el firme
propósito de desarrollar unas mejores relaciones de
calidad y armonía con uno mismo, con los demás y
con el entorno ecológico. Es por esto, que es esencial
comprender dos fundamentos o recursos
encaminados a tal fin.

1. Recursos fundamentales de salud y vitalidad que
proporcionan una forma de emocionarse: sentir y pensar
apropiados, con el fin de armonizar el libre fluir de nuestra
energía vital en nuestra corporalidad con la
energía universal, acompañados de la
vibración curativa de la fe. Mediante la aplicación
de unas formas de sentir y pensar correctas, especialmente un
modo de amar y pensar espiritual, basados en la experiencia
humana de justicia
social, es decir, de política de acción
participativa en pro del bienestar de uno, del prójimo y
del multiecosistema.

2. Secreto de la salud emocional y física: paz
interior generada por la tranquilidad y confianza que se obtiene
por ejemplo, al practicar el amor hacia la humanidad; al meditar
y realizar ejercicios respiratorios; como también el
realizar con las manos las caricias de exploración
corporal-sensual con la ayuda de un espejo. Y finalmente puede
ser de gran ayuda emocional el escuchar los sermones amorosos de
la madre, digamos, comprenderlos amorosamente, interpretarlos y
descifrar los mensajes que se encuentran inmersos en su lenguaje
cultural.

El lenguaje del amor

Pedagógicamente el lenguaje del amor es aquel
lenguaje que llega al corazón de los seres humanos
hablando el lenguaje de las emociones, esto es, mediante las
habilidades del amor, como también, con parábolas,
fábulas
y relatos. De hecho, el símbolo y el ritual religioso,
entre otros, tienen poco sentido desde el punto de vista
racional; puesto que se expresan en la lengua del
corazón.

Los símiles, las metáforas y las imágenes
hablan directamente de lo emocional. Lo mismo que el arte: las
pinturas, los cuentos, las novelas, las
películas, poesías, canciones, etc.

Por lo anterior, es de vital importancia política
que desde la infancia se estimulen experiencias de vida: se creen
los espacios, digamos, los lugares adecuados; las condiciones
externas e internas necesarias: la buena predisposición
del maestro y los recursos o materiales que
se requieran; internas, como es la predisposición del
estudiante, para que los educandos produzcan sus propios cuentos,
poesías, canciones, pinturas, con el fin de que les den
forma, textura y color a sus
sentimientos humanos, que son las expresiones de las emociones
como es la felicidad o la tristeza como una forma sana de
aprender haciendo en convivencia armoniosa.

Biografía del autor.

Andrés Felipe es colombiano, nació el 7 de
julio de 1973 en la ciudad de Palmira, Valle del Cauca, es
Magíster en Ciencias de la
Educación: Convivencia Democrática. Capacitado para
evaluar, intervenir y fortalecer el mejoramiento de los procesos
éticos de enseñanza aprendizaje: Dificultades de
aprendizaje, adaptación y bajo rendimiento
académico. Ha Diseñado programas de
Pedagogía Familiar y Ética Organizacional, Escuela de
Padres, Convivencia familiar y Educación en Negocios e
Inversiones,
Pedagogía Democrática, Orientación
Profesional y proyecto de vida. Ha sido gestor y facilitador de
diversas capacitaciones y asesorías relacionadas con
Evaluación por Competencias,
Evaluación e intervención en Procesos de
Convivencia Respetuosa y Manejo del conflicto,
Habilidades sociales pedagógicas, Equipos de
trabajo con alto rendimiento orientados a la
pedagogía, liderazgo,
Comunicación asertiva,
Transformación y crecimiento personal. Ha realizado
talleres comunitarios de Pedagogía en solución de
conflictos.
Evaluaciones y selecciones de estudiantes aspirantes a los
diferentes niveles de la educación a través de
entrevistas a
profundidad y pruebas T.A.T
Pedagógicas. Ha tenido experiencia como asesor y miembro
de equipos de trabajo en diferentes proyectos organizacionales,
educativos, comunitarios, de bienestar social e institucional por
trece (13) años.

Andrés Felipe es Graduado como Magíster en
Educación, además es Licenciado en Educación
Básica Primaria egresado de la Pontificia Universidad
Javeriana. Y, posee estudios de Bachiller Técnico
Comercial (7) años, del Instituto Técnico Comercial
Palmira Valle.

 

Andrés Felipe Herrera Pupiales

Colombia, Bogotá D.C., Marzo 11 de
2007

Partes: 1, 2, 3
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