LA
ETAPA LIBERAL
Al triunfo de la Revolución
de Ayutla, la nueva generación de dirigentes
llevaría al país por una radical reforma para salir
del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma
comprendía a la escuela, que
según Juárez ejercía una importante
influencia en la moral y los
ideales sociales.
El Art. Tercero de la Constitución de 1857 es bastante escueto
pues solo se concreta a afirmar que "la enseñanza es libre, la ley
determinará que profesiones necesitan título para
su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir". Para
1867, después del triunfo de las fuerzas liberales contra
el ejército expedicionario de Napoleón III y el frustrado Imperio de
Maximiliano, Juárez encarga al Dr. Gabino Barreda redactar
la Ley de Instrucción Pública en la que se
contempla la instrucción primaria "gratuita para los
pobres y obligatoria en los términos que expondrá
el reglamento". (Vázquez, 1979:56), además Barreda
se encarga de organizar la escuela preparatoria de acuerdo a
principios
positivistas.
La obra de Barreda es importante en varios sentidos:
primeramente interpreta la historia de México
desde el punto de vista positivista, para después
reconocer en los liberales los salvadores de la nación
y por lo tanto las fuerzas positivas que harían posible el
triunfo de su filosofía. La escuela según el
positivismo
permitiría alcanzar "libertad,
orden y progreso", y de la preparatoria saldría el
grupo selecto
que llevaría los destinos de la nación.
(Barreda, 1978:15)
El crecimiento educativo del México independiente
hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras
constantes del país. De los pocos datos
estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo de los
liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano,
los esfuerzos educativos se incrementaron.
AÑO – – N° DE
ESCUELAS
1843 – – – – – 1,310
1857 – – – – – 1,424
1870 – – – – – 4,570
1874 – – – – – – – – 8,103
.
En estos cuatro años se duplicó el
número de escuelas, aún cuando el incremento era
mínimo ante lo ingente del problema educativo.
Según datos proporcionados por Barreda solo
asistían a la escuela 349,000 niños
de un total de 1, 800,000.
En el gobierno
Porfirista vendrían los adelantos educativos mediante los
congresos nacionales de educación y la
presencia de importantes pedagogos que sentaron las bases de
la
educación moderna de México: Enrique Laubscher,
Carlos A. Carrillo, Enrique C. Rebsamen, Don Justo Sierra y
otros. Estos educadores determinarían el rumbo de la
educación nacional de fines del siglo XIX y la primera
mitad del siglo XX. Se introducen las nuevas corrientes
pedagógicas europeas con la llegada de Rébsamen y
la influencia de Pestalozzi y Froebel. (Meneses,
1988:566)
Durante el Porfiriato
asistimos a una educación elitista y de alta calidad y en
donde la educación
superior generalmente se realizaba en el extranjero, pues
sería hasta 1910 cuando Porfirio Díaz, para
conmemorar el Centenario de la Independencia,
y por iniciativa de Don Justo Sierra, se reabre la Universidad
Nacional.
LA
EDUCACIÓN POSREVOLUCIONARIA
En cumplimiento de las exigencias sociales
emanadas del movimiento
revolucionario de 1910, los constituyentes de 1917 redactaron el
artículo 3° inspirado en los principios de justicia
social al consagrar la educación gratuita, obligatoria y
laica, para que todo niño mexicano tuviera acceso a ella.
Estos principios establecidos en la nueva Constitución era
necesario que los pusieran en práctica y va a ser el
gobierno del Gral. Álvaro Obregón cuando el
país entra en la etapa constructiva y la educación
recibe el impulso vital del intelectual revolucionario Don
José Vasconcelos, que desde la Rectoría de la
Universidad impulsa y fundamenta la idea de la necesidad de
establecer una Secretaria de Estado que se
encargue de la educación a fin de diseñar y
administrar todo lo referente a la cultura que la
sociedad del
México posrevolucionario exigía.
La formación filosófica, religiosa,
humanística y nacionalista de Vasconcelos se va a reflejar
durante su gestión
al frente de la recién fundada Secretaria de
Educación Pública. Concibe su obra como una cruzada
nacional que llevará al campo el evangelio de la
educación. Inspirado en los religiosos del siglo XVI que
realizan la conquista espiritual simultáneamente a la
conquista militar, el campesino
podría recibir la educación que la época
exigía mediante el novedoso sistema de
maestros misioneros itinerantes que se dispersaron y recorrieron
miles de comunidades en donde era difícil recibir el
influjo de la educación formal y de conocimientos
prácticos para el pueblo campesino. Las Misiones
Culturales fueron elemento fundamental en la obra educativa
vasconcelista. Una vez comprobado el éxito
de ellas, se fundaron las Escuelas Normales Regionales y la Casa
del Pueblo. Realiza También una importante labor editorial
para después de editar las obras clásicas, fundar
bibliotecas para
el pueblo.
Durante la estancia de Vasconcelos en la
secretaría, llega a México la influencia de las
ideas pedagógicas de John Dewey y su escuela de la
acción
que se encargó de difundir el Prof. Moisés
Sáez, esto hace que a partir de esa época la
enseñanza tradicional verbalista reciba la influencia de
esta nueva escuela que proponía enseñar al alumno
mediante la acción. La escuela del campo va a estar
asociada a las actividades productivas.
Por lo anterior podemos decir, que la labor de
Vasconcelos está aún presente y los gobiernos
posteriores van a acentuar su radicalismo revolucionario,
entendiendo muchas veces por revolucionario ser antirreligioso,
lo que al final hizo estallar la Revolución
Cristera.
El Callismo va a dejar como herencia un
profundo sentimiento antirreligioso y las condiciones apropiadas
para la modificación del artículo 3° con el fin
de arrancarle al clero su influencia en la educación y
así "apoderarse de las conciencias de la niñez, de
las conciencias de la juventud,
porque son y deben pertenecer a la Revolución".
(Vázquez, 1979:173) esta postura va a llevarnos a la etapa
del cardenismo con su educación socialista.
LA EDUCACIÓN SOCIALISTA
El cardenismo recibe como herencia del "callismo"
no nada más el artículo tercero que contempla la
educación socialista, sino también, el sentimiento
antirreligioso. Así mismo, el cardenismo hace suyo el
problema agrario que los anteriores gobiernos habían
soslayado: la entrega de tierras a los campesinos. Junto a este
impulso que le da al campesino, también se preocupa por
sentar las bases de la industrialización del
país.
Estas dos posturas del cardenismo: reparto de tierras e
industrialización, serán los dos grandes rubros que
van a determinar el tipo de educación de esta etapa. Una
educación para el campo a través de la escuela
rural en donde está presente la educación
vasconcelista y una educación técnica que
culminará con la fundación del Instituto
Politécnico Nacional de donde saldrían los
técnicos para promover la industrialización del
país.
Entre los pedagogos que influyeron en este periodo,
tenemos al mexicano Rafael Ramírez y
los extranjeros "Makarenko, Blonski, Pinkevich y Pistrak".
(Meneses,1988: 568) Continúan las ideas pedagógicas
de Dewey en donde la propuesta de la Escuela Activa se ajusta a
las condiciones del campesino mexicano como escuela de la
acción donde se aprendería a explotar la tierra y
sentaría las bases para la
industrialización.
El profesor
Cupertino de la Cruz López, originario de Mazapa de
Madero, Chiapas, nos
describe que por educación socialista se entendía
ayudar a los campesinos a gestionar obras de carácter social para la comunidad, el
luchar por la formación de cooperativas
de consumo, el
tramitar ante las autoridades correspondientes el establecimiento
de ejidos, la enseñanza de varios tipos de actividades
pues la educación normal que se recibía
comprendía la enseñanza de carpintería,
ebanistería, sastrería, panadería, primeros
auxilios, conservación de alimentos,
apicultura,
porcicultura, horticultura y otras más.
También por educación socialista muchos
maestros entendieron la lucha que habrían de dirigir
contra los terratenientes y la fundación de ejidos, este
es el caso del profesor Noel López Rico y que en la
región cafetalera del Soconusco organizó y
participó en la fundación de siete ejidos con
tierras pertenecientes a cafeticultores alemanes.
Entre otros objetivos esta
educación socialista pretendía:
- Integrar a la mujer a
la vida nacional dándole derechos políticos
y económicos. La escuela empezó por lograr la
igualdad
entre hombres y mujeres, implantando la coeducación, que
asustó a muchos padres. - Extirpar enfermedades y vicios de
la sociedad mexicana. Campaña contra la tuberculosis,
parásitos, alcoholismo,
juegos de
azar y fanatismos. - Alfabetizar al pueblo.
- La lucha anticlerical pasó a segundo plano y
se combate de manera indirecta a través de las
orientaciones sociales y los fundamentos de la
ciencia.
En el terreno propiamente pedagógico el trabajo
dentro del aula se organizaba en torno a tres
complejos: la naturaleza, el
trabajo y la
sociedad. (Lerner, 1989: 89)
Las condiciones internacionales de la Segunda Guerra
Mundial hicieron que la política cambiara de
rumbo y a esta etapa "socialista" le seguirá otra que
buscará la confraternidad internacional y la unidad
nacional a través del gobierno de Ávila Camacho.
EL NACIONALISMO
Durante el gobierno de Ávila Camacho (1940-1946)
está presente la Segunda Guerra
Mundial que le imprimirá ciertas
características al sexenio y a la educación. El
mismo carácter conciliador del "presidente caballero" hizo
que la SEP iniciara un giro que culminaría con la
reestructuración del artículo 3° en donde se
suprime el apartado que decía que "La educación
será socialista" y contribuirá a formar en la
conciencia "un
concepto
exacto y racional del universo y de la
vida social". Estas supresiones no alteraron el espíritu
del artículo 3° que en su versión actual se
origina en el periodo callista-cardenista.
Se consideró que durante la Segunda Guerra Mundial se
hacía necesaria la unidad del mexicano, y el
artículo 3° provocaba la división, por lo que
sin suprimirlo de momento se irían introduciendo reformas
que prepararían el terreno para su
modificación.
Así tenemos que en 1942 la Ley Orgánica de
Educación Pública contempla en alguna de sus partes
que la educación: Fomentará el íntegro
desarrollo
cultural de los educandos dentro de la convivencia social,
preferentemente en los aspectos físico, intelectual,
moral,
estético, cívico, militar,
económico, social y de capacitación para el trabajo útil en
beneficio colectivo… excluirá toda enseñanza o
propagación de cualquier credo o doctrina
religiosa… contribuirá a desarrollar y consolidar la
unidad nacional excluyendo toda influencia sectaria,
política y social, contraria o extraña al
país y afirmando en los educandos el amor patrio y
a las tradiciones nacionales, la convicción
democrática y la confraternidad humana". (Vázquez,
1979: 227)
Agrega que también tendría como finalidad
contribuir al mantenimiento
de la paz, la solidaridad y la
amistad con los
países de América. El programa de
primaria insistía en borrar las desigualdades, y formar
una nación fuerte.
Durante este gobierno se funda el Consejo Nacional
Técnico de la Educación, la Escuela Normal
Superior, La Escuela Nacional de Especialista, La Escuela
Nacional de Bibliotecarios, El Colegio Nacional, El Instituto
Tecnológico de México, el Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, se
restablecen la Misiones Culturales y se reestructura el Instituto
Politécnico Nacional.
Cuando se consideró que las condiciones estaban
dadas (1945) fue que se reinició la propaganda con
el fin de preparar psicológicamente a la población para la modificación del
artículo 3°. El mismo dirigente socialista
manifestó que "se impone con urgencia modificar
aquéllos aspectos equívocos de la redacción del artículo tercero, que
por confusionistas, dan pretexto al ataque reaccionario y a una
perpetua agitación contraria a la unidad nacional".
(Vázquez, 1979:231)
Si bien se le suprimió la parte que preocupaba a
los conservadores, hay que reconocer que el artículo
tercero en su versión actual se origina en
1934.
Los gobiernos que continúan, sin excepción
han contribuido a incrementar la educación. Los sexenios
de Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo
López Mateos se ubican dentro del "desarrollo
estabilizador" en el que el país dio muestras de progreso
económico y social. La sociedad mexicana se va haciendo
urbana, el desarrollo industrial se incrementa con la llegada de
capitales extranjeros, se mantiene la estabilidad social y el
peso sostiene su paridad frente al dólar. El país
había logrado el llamado "Milagro Mexicano".
El Dr. Jaime Torres Bodet, secretario de
educación por segunda ocasión va a realizar una
labor trascendental que hasta el momento hace sentir su
influencia.
Con el apoyo del presidente López Mateos se
abocó al problema de dar educación a la
niñez mexicana, para lo cual era necesario construir aulas
y preparar maestros. El presidente anunció que su gobierno
afrontaría el problema educativo a través del
Plan de Once
Años mediante el cual se comprometía a construir
23,284 nuevas aulas y 51,090 plazas de profesor. Para lo primero
se creó el Comité Administrativo del Programa
Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) y para lo
segundo habilitaría el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio y se habrían los
Centros Regionales de Enseñanza Normal (CREN)
(Vázquez, 1979: 236. Meneses, 1988: 465). El otro acto
trascendental, en plena vigencia actualmente, fue el decreto por
el que se creaba la Comisión Nacional de Libros de
Texto
Gratuitos declarándose como obligatorios para la
enseñanza primaria.
Esta Comisión la encabezaba el prestigiado
escritor Martín Luis Guzmán, quien desde un
principio recibió el rechazo de los grupos
conservadores representados por la Unión Nacional de
Padres de Familia quienes
iniciaron una campaña periodística acusando a los
libros de ideologizantes, contrarios a la moral cristiana y hasta
de comunistas. Tiempo
después se descubre que en el fondo de todo este rechazo
estaban las compañías editoras que veían el
fin de un importante negocio.
COMENTARIO FINAL
Dicho lo anterior, se formula el siguiente
cuestionamiento: ¿Qué encontramos en esta breve
revisión histórica de la educación en
México?
En las primeras tres décadas de vida
independiente la educación sirvió de instrumento al
grupo en el poder para
formar al futuro ciudadano de acuerdo a los ideales de los
gobernantes en turno. Cada dirigente le imprimió las
características que a su juicio creyeron que era lo mejor
y como el país se debatía entre liberales y
conservadores la educación se sometió a estos ires
y venires. A pesar de esta inestabilidad hay algo importante que
es necesario resaltar: ambos grupos políticos daban a la
educación la responsabilidad de "sacar" al país del
atraso y estado de ignorancia en que se encontraba.
Ser estudiante en el siglo pasado era en nuestro
país un verdadero privilegio y se pensaba que era
suficiente saber leer y escribir, realizar las operaciones
fundamentales, agregándose conocimientos sobre Catecismo
cívico y religioso y una introducción a la historia
patria.
Dichos estudios fueron una mezcla de ciencia,
religión y
moral a través de un riguroso método
memorístico pretendiendo siempre el
enciclopedismo.
La educación buscó fomentar el amor a la
patria y una conciencia de nacionalidad
para contribuir a la defensa del territorio, como consecuencia de
la realidad del momento. Se pretendió formar un hombre para la
vida en libertad.
La educación recibió el impacto del
liberalismo y
a partir de Juárez el positivismo, el cual vino a ser la
filosofía de Estado en el Porfiriato. Resulta curioso como
Juárez liberal, adopta para organizar la educación
nacional la filosofía positivista bajo la dirección de Gabino Barreda.
Podemos afirmar que en la época porfirista la
educación superior se distingue por ser elitista y
enciclopédica con tendencia a la perfección en
cuanto a la práctica de la profesión.
Es a consecuencia de la Revolución
Mexicana que la educación va a recibir un cambio que se
venía sintiendo en la última década del
porfiriato. Ya a principios del presente siglo jóvenes
intelectuales
habían fundado el Ateneo como búsqueda de un nuevo
cauce por donde encaminar el pensamiento y
romper con el estatismo y frialdad del positivismo
decimonónico.
Es precisamente uno de los fundadores del Ateneo,
José Vasconcelos, quien va a darle vida al nuevo estilo
educativo. Le inyecta un sentido nacionalista, panamericano,
humanista inspirado en el pensamiento grecolatino, cristiano
junto con el pasado español e
indígena. Ve en la fusión de
estos dos grupos la base para la creación de lo que
según él formaría parte de la Raza
Cósmica. Encuentra en el mestizaje nuestra realidad por la
que había que ir al rescate de lo rescatable de nuestro
pasado y, actualizado, aplicarlo a la realidad de ese nuevo
México. En este marco de ideas es que aparece el lema "Por
mi raza hablará el espíritu". No era necesario
buscar en otros países las soluciones a
nuestros problemas,
había que recurrir a nuestro pasado en forma
inteligente.
El vasconcelismo logró adoptar una escuela en
concordancia con la Revolución Mexicana. Se iniciaba la
reconstrucción de México con una educación
revolucionaria que unía el pensar con el hacer.
Aspecto por demás interesante es el sexenio
cardenista y la educación socialista. Proyecto
educativo implementado por Plutarco Elías Calles, "Jefe
Máximo de la Revolución", quien organiza una
plataforma política con el fin de trazar un Plan Sexenal,
el cual contempla el nuevo giro que se le dará a la
educación.
Cárdenas hace suya la problemática
educativa, acepta la versión socialista del
artículo 3°, le imprime su estilo populista y la
utiliza como control
político de las masas campesinas.
Según el prestigiado maestro de aquélla
época Don Rafael Ramírez las finalidades de la
escuela socialista era política, económica, social,
racionalista y cultural. Afirmaba que la escuela debería
imprimírsele cierta orientación o tendencia para
alcanzar los fines señalados por lo que proponía
que fuera tendenciosamente racionalista, igualitaria,
desfanatizante, proletaria progresiva, funcional y activa
"queriendo indicar con esto último que la enseñanza
debe arrancar de las necesidades y conducir a la
satisfacción de las mismas y en donde se aprendan las
cosas haciéndolas, para que sean ellos mismos… los
agentes de su propia educación". (Guevara, 1985:
143)
Explica que la escuela socialista en Rusia se
inspira en los "centros de interés"
teniendo como modelo la
siguiente trilogía: naturaleza, trabajo y sociedad. Cree
que para las condiciones de México lo apropiado
sería integrar el programa de educación primaria
"por diferentes materias de enseñanza", dándole un
nuevo enfoque en especial a la historia, la cual deberá
fundamentarse en un criterio materialista que permita al
estudiante comprender que los "acontecimientos históricos
obedecen fundamentalmente a causas de orden económico".
(Guevara, 1985: 146)
La Educación Socialista podemos considerarla como
un "experimento" que se sintió especialmente en el campo,
sacudió las conciencias, sirvió de enlace entre
pueblo y gobierno facilitando la implantación de los
proyectos
oficiales, cometió errores o excesos que terminaron en
enfrentamientos. Lo que más llama la atención es el pretender establecer una
escuela socialista en una sociedad capitalista. Verdadera
contradicción, sobre todo si se acepta que la sociedad
hace a la escuela y no a la inversa.
La presencia del Dr. Jaime Torres Bodet en la SEP en los
sexenios de Ávila Camacho y López Mateos va a
imprimirle un nuevo sello a la educación. En la primera
gestión promueve la modificación del
artículo 3° y en términos generales a él
se debe la actual redacción y en el gobierno de
López Mateos su obra comprende múltiples
aspectos.
En el terreno pedagógico, según
Álvarez Barret, los fines de la escuela primaria en ese
entonces eran 1.- educación del niño física, moral e
intelectual; 2.- mejoramiento de la comunidad y 3.-
transmisión de la herencia cultural. En cuanto a la
metodología señala diferentes formas
de enseñanza; a unos los llama métodos
lógicos que propician la búsqueda del conocimiento
mediante la investigación; otros, los
didácticos, encargados de la transmisión de
conocimientos: analítico, sintético, inductivo y
deductivo. Afirma que la esencia y principal misión de
cualquier método didáctico "es motivar al
niño". (Meneses, 1988: 477) Este didactismo
propició la formación de un maestro de normal
enmarcado en una tarea artesanal y mecanicista según el
investigador Carlos Muñoz Izquierdo.
En este periodo se propone el "método de globalización de la enseñanza",
fundamentado en las peculiaridades del desarrollo infantil
(sincretismo). "Este procedimiento o
método de unidad de pensamiento y acción se llama:
métodos de los centros de interés", lo que
hacía que los programas de 1961
se integrara "por una selección
de centros de interés cuyas divisiones no son materias o
asignaturas sino grupos de interés vitales ligados entre
sí". (Meneses, 1988: 478)
Por último este influyente pensador critica el
"verbalismo" y el afán "libresco", afirmando que el
primero es problema de todas las épocas y el segundo es un
valioso auxiliar que debe ser utilizado
inteligentemente.
En esta breve revisión del desarrollo educativo
del país se distinguen etapas con problemas propios que
afectaron y determinaron los alcances de la educación.
Encontramos figuras destacadas por sus propuestas revolucionarias
en cuanto a la educación: José María Luis
Mora, Gabino Barreda, Justo Sierra, José Vasconcelos y
Jaime Torres Bodet, pensadores que no solo caracterizaron una
época sino que imprimieron su sello en la vida de las
instituciones
y de los mexicanos.
El papel de la sociedad en la educación de un
país es de vital importancia para una educación de
excelencia. Es de primera necesidad que los padres de familia se
interesen en la educación de sus hijos, pero de una forma
coordinada con los encargados de impartir el conocimiento en los
planteles públicos de educación.
Las relaciones entre los padres de familia y los
maestros se han deteriorado de un tiempo a la fecha. Esto puede
ser el efecto de muchas y variadas causas, entre las que podemos
destacar la difícil situación económica en
la que vive el país desde hace más de veinticinco
años. En esta época pareciera que los maestros y lo
padres de familia estuvieran enfrentados y que no tuvieran un fin
en común. La educación de todo un país. Los
padres han modificado la manera de preocuparse por la
educación de sus hijos.
Anteriormente el padre de familia presionaba a su hijo a
estudiar en la casa, se preocupaba por que cumpliera con sus
compromisos escolares e inculcaba respeto por la
figura del maestro. Ahora parece lo contrario. Se preocupan mas
por la forma que el maestro cumple con su función
que ver a sus hijos realizar la tarea, se molestan por las cuotas
que solicitan los maestros sin darse cuenta que todo ese dinero se
utiliza en beneficio de sus hijos; en esto claro hay sus
excepciones muy lamentables, pero no se puede juzgar a todo el
magisterio por unas cuantas manzanas podridas.
Es necesario que la sociedad retome su verdadero papel,
preocuparse por sus propios hijos en su casa. Educarlos en la
verdad y el respeto por sus maestros y no devaluar la imagen de los
educadores frente a sus hijos. Es necesario que padres y maestros
luchen unidos por el bien de los niños y, en consecuencia,
del país. El mundo del futuro seria de los pueblos mejor
educados y aun estamos a tiempo de ser parte de ese futuro con un
papel estelar. No se llega a ningún lado jalando la cuerda
hacia ambos lados, es necesario que jalemos todos con el mismo
rumbo y de forma coordinada. Es necesario que se delimite la
responsabilidad de la educación.
Los maestros son responsables en las aulas y los padres
son responsables en la casa. En mi opinión, la
responsabilidad mayor es la de los padres, pues son el contacto
primario de sus hijos con la educación. Además, los
niños pasan más tiempo en casa que en la escuela.
Los padres deberían preocuparse mas de como gastan el
tiempo sus hijos en casa viendo televisión
o jugando videojuegos,
que de como trata de educarlos el maestro. Y la responsabilidad
del maestro es permanecer constantemente actualizado para brindar
una educación de calidad como requiere el país. Una
educación que fomente el libre pensamiento, el respeto por
las personas y las instituciones, el gusto por la lectura y el
amor por México y todo lo que representa el país.
El maestro tiene la responsabilidad de ser congruente con lo que
enseña y su forma de comportarse, a fin de dar un muy buen
ejemplo. En fin, es necesario que nos pongamos la camiseta del
país para poder salir adelante. Uniendo esfuerzos por el
mejor futuro de nuestro futuro: Los niños de
México.
BIBLIOGRAFÍA
Barreda, Gabino. La Educación Positivista en
México. Porrúa.1978
Guevara Niebla, Gilberto. La educación socialista
en México. SEP.1985
Lerner, Victoria. La educación socialista.
Historia de la Revolución Mexicana.1978. El Colegio de
México.
Meneses Morales, Ernesto. Tendencias Educativas
oficiales en México. 1983 Porrúa.
Meneses Morales, Ernesto. Tendencias Educativas
Oficiales en México. Centro de Estudios Educativos.
1988
Vázquez, Josefina A. Nacionalismo y
Educación en México. El Colegio de México.
1979.
Ariel Espiritu
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