¿Nuevos
países se incorporarán al ALBA?
Ahora ¿es posible la incorporación de
nuevos países a la propuesta ALBA? En principio todo
indicaría que en lo inmediato no. Las próximas
elecciones serán en Argentina, Guatemala y
Paraguay.
En el primer país mencionado, hay indicios claros
que el kirchnerismo, a través del propio Néstor
Kirchner o su esposa Cristina Fernández, logrará
renovar el mandato. Si bien Kirchner es uno de los presidentes
más amigos de Venezuela y
sólido miembro del MERCOSUR, no hay
ninguna señal por parte de la Casa Rosada de querer
incorporarse al espacio ALBA. En Guatemala, hasta el momento, las
elecciones se disputarán entre diferentes personajes que
representan al status quo. La candidatura de Rigoberta
Menchú aún no se perfila de forma tal que podamos
caracterizarla como alternativa al régimen neoliberal. En
Paraguay, en cambio,
sí existe una posibilidad concreta a través de la
candidatura de Fernando Lugo, quien hoy, según diferentes
encuestas, se
posiciona entre los favoritos. El sacerdot e ha manifestado en
diversos escenarios su simpatía por el proceso
bolivariano y su vocación unionista
sudamericana.
En síntesis,
salvo el caso paraguayo, donde todavía falta mucha "tela
por cortar", no se visualiza, en el breve plazo, la posibilidad
de que otros países se incorporen al ALBA.
El ALBA hoy:
fortalezas
Considerando los cinco países (incluimos a
Ecuador aunque
todavía no se haya producido la incorporación
formal), el acuerdo ALBA involucra a una población de más de 67 millones de
personas y una superficie de 2.535.000 kilómetros
cuadrados. Casi un cuarto de superficie y población de los
Estados
Unidos, y eso no es poco.
Ahora bien, la principal fortaleza del ALBA, más
allá de las enormes potencialidades económicas
(recursos
energéticos, minerales,
alimentos,
biodiversidad,
etcétera), radica en el carácter revolucionario de cada uno de sus
gobiernos, con el compromiso y el protagonismo del pueblo que eso
conlleva.
Cuando desde el ALBA se sostiene que la unidad debe
avanzar por nuevos caminos, priorizando lo social, lo cultural y
lo político, vale decir el pago de la deuda social con los
pueblos; como asimismo avanzar en lo económico a partir de
la cooperación, complementación, solidaridad y
respeto a las
soberanías, se plantan sólidas bases para ir
más allá de un simple proceso de acuerdos como los
conocidos hasta el momento.
La participación popular, en todos los procesos
abiertos en los países integrantes del ALBA, son la
garantía del nuevo modelo
unionista. En salud, educación, asistencia
técnica, cultura,
economía
popular, género,
pueblos originarios, seguridad
social, defensa nacional, medio ambiente
y todos los rubros involucrados en el mejoramiento de la calidad de vida
de los ciudadanos, ya comienzan a aparecer lineamientos de
trabajo
mancomunados que ayudarán a solucionar problemas
comunes de cada uno de los países y de difícil
resolución encarados individualmente.
Como ejemplo de lo mencionado, podemos citar el la lucha
por la erradicación del analfabetismo.
Cuba ya hace
muchos años fue declarada país libre de este
flagelo. Venezuela ha seguido el mismo rumbo. Nicaragua tiene una
vasta experiencia al respecto y tanto Bolivia como
Ecuador han iniciado la gesta en pos de erradicar definitivamente
este mal. La educación por lo
tanto, en todas sus etapas, pasa a cumplir un rol fundamental
para estos gobiernos. Si pensamos que en pocos años, como
lo ha alcanzado Cuba, todos los países involucrados en el
ALBA tendrán una educación de excelencia, gratuita,
obligatoria y con contenidos adaptados al nuevo modelo
transformador, fácil será deducir la potencialidad
del ALBA ante otros espacios existentes.
Una población conciente del camino emprendido,
con espíritu patriótico y unionista, capacitada
técnica y profesionalmente y con "moral y luces"
como señalaba Simón Bolívar,
ya se comienza a configurar en los países adherentes al
ALBA.
Ahora, veamos a vuelo de pájaro ciertos aspectos
de orden económico y sus potencialidades
reales:
- Venezuela, Bolivia y Ecuador son países
petroleros y, los dos primeros, grandes productores de gas. El tema
energético por lo tanto, vital para cualquier tipo de
desarrollo
endógeno, se presenta dentro de las fortalezas a
contabilizar. Si a esto le sumamos los pasos ya emprendidos
para desarrollar una poderosa industria
petroquímica y la potencialidad
hidroeléctrica de varios de los países
involucrados, podemos afirmar que el ALBA cuenta con recursos
envidiables en un mundo donde la problemática
energética adquiere dimensiones complejas.
- El oriente de Bolivia como el occidente y centro
venezolano son zonas sumamente aptas para la producción ganadera. La agricultura,
a través de la reforma
agraria y la lucha contra el latifundio que se lleva
adelante en estos países, con la ayuda crediticia
necesaria, el suministro de maquinarias agrícolas y la
capacitación técnica adecuada para
el campesinado, impone un incentivo enorme para alcanzar en
corto plazo la seguridad y
soberanía alimentaria. Maíz,
soja,
caña de azúcar, cacao, café,
frutas, papa, porotos-caraotas, coca, mandioca y legumbres son
producciones importantes, si se tiene en cuenta que ya no
serán solo para usufructo de los terratenientes y la
burguesía vinculada al comercio
exterior, sino en beneficio de toda la
población.
- En cada uno de los países del ALBA existe un
potencial enorme de biodiversidad como lo hay en pocas zonas
del planeta. Si a esto le sumamos el desarrollo alcanzado por
la industria farmacéutica cubana, podemos deducir las
posibilidades que se abren en esta materia.
Asimismo a este potencial, habría que agregarle el
aporte de los saberes y conocimientos de las culturas
milenarias originarias.
- En minerales también existe una riqueza
inmensa en la sumatoria de los cinco países: hierro,
aluminio,
bauxita, níquel, estaño, oro,
carbón por ejemplo. La instalación de altos
hornos y la construcción de importantes plantas
siderúrgicas evitará la tradicional exportación de materias primas,
incorporará valor
agregado y proveerá de suministros estratégicos
para el desarrollo de la industria nacional.
- Tampoco es subestimable el hecho de que los
países adherentes al ALBA poseen una inmensa riqueza en
agua
potable; considerando el valor estratégico del vital
líquido en un futuro inmediato.
- En el plano geopolítico hay que contemplar la
posibilidad real de la construcción de un nuevo canal
que atravesaría el territorio nicaragüense
conectando las aguas del Atlántico con las del
Pacífico. Esta empresa,
incluida en el programa del
Presidente Daniel Ortega, aprovecharía las ventajas que
presenta la geografía de Nicaragua y abriría
un espacio más para el flujo del comercio
entre los continentes.
Amenazas y
desafíos
Pero conjuntamente con las fortalezas y potencialidades
que presenta el ALBA, también debemos señalar
ciertas dificultades que se manifiestan hoy de manera amenazante
o como dificultades a salvar:
- La permanente acción conspirativa del imperialismo
yanqui y sus aliados nativos (bloqueo y constante hostigamiento
a Cuba; golpismo, campañas mediáticas y boicot
estimulado desde la Casa Blanca contra la Venezuela
Bolivariana; injerencismo y presiones contra los gobiernos de
Bolivia, Ecuador y Nicaragua,
etcétera).
- Las maniobras secesionistas de las oligarquías
nativas. En septiembre del año pasado se mantuvo una
reunión en Guayaquil bajo el pomposo nombre de Foro Internacional por la
Libertad y
Autonomía Regional (FICAR1) con representantes de las
oligarquías regionales de Santa Cruz de la Sierra
(Bolivia), Guayaquil (Ecuador) y Zulia (Venezuela).
Allí, los agentes del secesionismo, resolvieron fundar
la Confederación Internacional por la Libertad y la
Autonomía Regional (CONFILAR), organismo financiado por
la USAID (Estados Unidos) y la GTZ (Alemania),
entre otras entidades al servicio del
imperialismo. Una ofensiva en esta dirección se prepara indisimuladamente
contra los gobiernos populares de Evo Morales, Rafael Correa y
Hugo
Chávez.
- Las provocaciones provenientes de países
limítrofes con gobiernos neoliberales. El caso de
Colombia con
las fumigaciones en la frontera con
Ecuador, responde a una campaña de provocación al
gobierno
popular de Rafael Correa, como asimismo la actitud de
Colombia "recalentando" el tema del litigio con Nicaragua por
los archipiélagos de San Andrés y los cayos de
Roncador, Quitasueño y Serrana, en el Mar Caribe, son
parte de una ofensiva que encaran los gobiernos afines a los
Estados Unidos a través de presidentes como Uribe,
Calderón o García.
- La última Cumbre de Presidentes del Plan Puebla
Panamá,
paralela a la Cumbre
Energética celebrada en Venezuela, y con la
incorporación de Colombia, es un claro signo por parte
de los gobiernos adversos al ALBA, encabezados por México y ahora Colombia, para impulsar un
modelo de integración dependiente y sumiso a los
intereses imperialistas. Este bloque de países pretende
contraponerse al de los gobiernos independientes de Washington.
Desde México hasta Colombia de proyecta el PPP y
éste ensambla perfectamente con el Plan Andes
2020. Con excepción de Ecuador y Bolivia en el
área andina y Nicaragua en Centroamérica, el eje
que pretende conformar el imperialismo, vale decir la
integración dependiente al decir del intelectual
uruguayo Vivián Trías, tendr ía como
trayecto dominante el eje Pacífico, desde México
a Chile, con salida a ambos océanos hasta Colombia
incluida, con una rama fuerte hacia el Caribe a través
de República Dominicana, Puerto Rico y
las islas sin independencia
política y con continuidad hacia al sur
vía Perú y Chile (no olvidar que este
país fue uno de los primeros en firmar el TLC).
- La herencia de los
modelos
neoliberales, que dejaron en la ruina a países como
Bolivia y Nicaragua, colocándolos, junto a Haití,
entre los tres países más pobres de la
región.
- La falta de fronteras comunes entre los cinco
países integrantes del ALBA. Esta realidad,
inmodificable hasta que no se incorporen nuevos países o
regiones, tendría que ser un estímulo para
emprender con decisión proyectos
comunes vinculados al área de los transportes
aéreo y marítimo.
- El peso de los aparatos del Estado y los
Estados en sí mismos, conformados hace un siglo y medio
a fin de administrar las repúblicas oligárquicas
al servicio de las grandes metrópolis. Las necesidades
políticas en el proceso unionista,
requieren de un proceso de fuerte aceleración en la
transformación de los actuales Estados
oligárquicos en Estados revolucionarios al servicio de
los intereses populares y de las políticas de
integración.
- La colonización pedagógica, que durante
años y años se ensañó sobre la
conciencia
de la población, aun sigue manifestándose con
peso y eficiencia.
Si consideramos que los medios de
comunicación de masas, en gran medida siguen siendo
manejados por el gran capital, es
lógico deducir que una "quinta columna" se presenta en
las propias filas unionistas. Controlar los medios de
comunicación e información como asimismo cambiar los
programas de
estudio desde el nivel primario hasta el universitario es
insoslayable para el proyecto
estratégico de unidad.
Inventamos o
erramos
¿Cómo seguir avanzando en el ALBA
más allá de los países ya involucrados? La
respuesta está en la misma filosofía que propone el
ALBA: la integración desde los pueblos.
Y ahí es donde aparece un infinito horizonte de
organizaciones
sociales, instituciones
de diferente tipo, Universidades, empresas
recuperadas, centrales sindicales, medios de
comunicación alternativos, cooperativas,
etcétera, más los gobiernos locales de signo
progresista y unionista (Alcaldías y Gobernaciones), que
pueden sumarse al ALBA desde la perspectiva de la
integración desde los pueblos. No casualmente, el
Presidente Chávez ha comenzado a llamar al ALBA como
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
El techo alcanzado circunstancialmente por el ALBA,
techo en torno a la
incorporación de nuevos países a través de
los gobiernos, no sería tal al abrir las posibilidades de
incorporación a miles de organizaciones populares y
gobiernos locales dispuestos a construir la unidad
latinoamericana caribeña desde la óptica
de la solidaridad, el bien común, la
complementación y la cooperación.
Hacia el Encuentro
Pueblos y Gobiernos
Los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales han
convocado a un Encuentro entre Pueblos y Gobiernos, en la ciudad
de Cochabamba, para noviembre de este año. Este evento
reviste un carácter estratégico para el futuro del
ALBA. Ir avanzando en la realización de encuentros
nacionales y regionales previos, a fin de llegar a noviembre con
propuestas concretas, elaboradas y consensuadas en el seno del
movimiento
popular, es una tarea impostergable.
Considerando el potencial del movimiento popular es
factible ir proyectando diferentes líneas de trabajo, por
ejemplo:
- Desde las Universidades: avanzar hacia la Universidad
del Sur, en el marco de una nueva Reforma Universitaria a la
altura de aquella que en 1918 trasformó la vieja
universidad clerical y conservadora.
- Desde el movimiento obrero: confluir en una poderosa
Central Obrera Latinoamericana Caribeña, que cumpla un
rol protagónico en el proceso de unidad continental,
defensa de la producción nacional y
profundización de la justicia
social ante la voracidad de las burguesías
transnacionalizadas y las multinacionales
imperialistas.
- Desde el movimiento campesino:
fortalecer la unidad de las centrales campesinas para avanzar y
profundizar los programas de reforma agraria y guerra al
latifundio; acceder al crédito, maquinarias y
capacitación técnica en función
del interés
nacional y regional. Impulsar los fondos de semillas criollas y
autóctonas con apoyo de los gobiernos contra el monopolio de
las empresas imperialistas, como asimismo participar en el
Tratado de Comercio de los Pueblos en la cooperación y
complementación solidaria.
- Desde el movimiento indígena:
conformación de un poderoso movimiento indígena
continental.
- Desde los gobiernos locales: incorporación al
ALBA explotando las potencialidades de cada región en el
marco de la complementación, la cooperación y la
solidaridad entre los pueblos. Conformación de una red latinoamericana y
caribeña de alcaldía e intendencias adheridas al
ALBA.
- Desde las Fuerzas Armadas: comenzar a discutir un
programa de Defensa Nacional de la Patria Grande en el marco de
la propuesta de creación de una organización latinoamericana
caribeña de militares en el espíritu del Congreso
Anfictiónico de 1826 y la Batalla de Ayacucho y el
legado de los libertadores.
- Desde el movimiento cooperativo, las Apymes, las
empresas recuperadas y la economía social: avanzar en
nuevos modelos productivos, absorbiendo mano de obra
desocupada, recibiendo créditos preferenciales, formación
técnico-profesional como asimismo participación
en el Tratado de Comercio de los Pueblos.
- Desde los científicos y técnicos: crear
una organización latinoamericana caribeña que,
conjuntamente con las universidades de la región,
impulsen el desarrollo de una ciencia y
tecnología acorde a las necesidades de cada uno de
nuestros países y de la región.
- Desde los parlamentarios: fortalecer la Red de Parlamentarios por
el ALBA, a fin de impulsar las leyes que
facilitan los procesos de unidad e
integración.
- Desde los movimientos sociales urbanos: promover
organizadamente todas aquellas iniciativas vinculadas al
mejoramiento de la calidad de
vida de los ciudadanos (vivienda, reforma urbana, salud,
educación, seguridad, salud y recreación).
- Desde los medios de comunicación alternativos:
apoyar y defender Telesur, como asimismo avanzar en Radio del Sur y
en la formación de agencias de informaciones
comprometidas con nuestros pueblos y la unión
latinoamericana caribeña.
Sin duda que todas estas iniciativas, ya esbozadas en
encuentros, foros, talleres y otros eventos que se
han dado en el transcurso de los últimos años,
necesitarán de financiamiento. Es por lo tanto que el Banco del Sur es
una propuesta fundamental e imprescindible a la hora de avanzar
con pasos sólidos a la integración de la Patria
Grande.
Conclusión:
A más de dos años de la fundación
del ALBA, cuidar que la plantita sembrada crezca derecha y fuerte
será responsabilidad de todo el pueblo organizado de la
Patria Grande, sin dejar de pensar, en el breve plazo, en avanzar
en la conformación de un poderoso movimiento
político revolucionario y unionista latinoamericano
caribeño. Creemos que la hora de la América
Latina Caribeña ha llegado. Que así sea
está en nuestras manos.
Por
Fernando Ramón
Bossi *
* Secretario de Organización del Congreso
Bolivariano de los Pueblos. Director de la revista
Cuadernos para la Emancipación y del Portal
ALBA.
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