- Resumen
- Tipos de
cochinilla - Plantación
y cosecha - Perú:
gran exportador - Proceso
de Exportación - Países
a que se exporta - Porcentaje
y productividad - Cambios
en la oferta y demanda de la cochinilla - Relación
con la elasticidad – demanda - Asociaciones
relacionadas con la cochinilla - Ventajas
y Desventajas de la cochinilla - Regulación
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
El Perú es el mayor productor de carmín de
cochinilla o grana, contribuyendo con el 80% de la producción mundial. Este insecto es una
plaga de la tuna y constituye materia prima
para la obtención de colorantes naturales, el
carmín de cochinilla. La mayor producción proviene
de "tunales naturales" en los que se encuentra la
tuna.
En Ayacucho, la zona de mayor producción del
país, existen aproximadamente 35 000 ha de tunales; y en
la última década, por la alta rentabilidad
alcanzada por este producto, se
han realizado plantaciones en la costa, en la sierra e incluso en
la selva alta, tanto de pequeña como de mediana escala ( 1 a 20
ha, incluso más).
El aprovechamiento de la cochinilla está
subexplotado, por falta de un adecuado manejo, a pesar de la
existencia de paquetes tecnológicos al alcance del
agricultor, lo que va en desmedro de la producción y
calidad del
producto. El agricultor es un simple recolector de la cochinilla
y no realiza trabajos de manejo como son: limpieza del
área, podas, raleos, infestación etc., por lo que
la producción es muy baja, 30 kilos de cochinilla seca y
el contenido de carmín de 10 a 12%.
La productividad es
mayor según las condiciones medio ambientales de la zona,
pudiendo variar desde 120 a 240 Kg. de cochinilla
seca/ha/año (360 a 720 Kg. de cochinilla húmeda) y
el contenido de carmín óptimo es de 18 a
20%.
El carmín de cochinilla se exportó por
siete millones 288,230 dólares entre enero y julio del
2005, 31 por ciento más que lo exportado en similar
período del 2004 (cinco millones 575 mil), informó
la Asociación de Exportadores (ADEX).
1.- Introducción:
El carmín de cochinilla (Dactylopius
coccus) originario de México
y de los países andinos como Ecuador,
Perú,
Bolivia
y Chile,
que se cría en los tallos de las
tuneras Opuntia,
de las cuales se alimenta extrayendo su jugo. De la hembra se
extrae un tinte, también llamado carmín. Esta llega
a poner hasta 400 huevos, tiene un tamaño de unos 6 mm y
apenas se mueve en las hojas. El macho, más pequeño
y con alas, no supera los 2,5 mm. Igualmente en la era
pre-inca,
en el antiguo Perú, era utilizada la cochinilla para
teñir los textiles. Ya hace más de dos mil
años era utilizada en la
cultura Paracas en sus conocidos textiles,
con la coloración de los mismos.
Al no ser tóxica, el tinte que de ella se extrae
se usa en la industria como
colorante de una gran variedad de productos:
cosmética, alimentación,
textiles, vinos, etc., ya que convenientemente procesado
proporciona una variada gama de colores: violeta,
naranja, rojo, gris y negro. Por lo tanto su uso se ha dado en
diferentes industrias tales
como: alimentos,
farmacéutica y cosmética, cada vez está
más restringido por la aplicación de legislaciones
que tienden a limitar el uso de colorantes
artificiales.
Esto ha llevado a muchas empresas a
revisar la formulación de sus productos y sustituir,
cuando es factible, los colorantes artificiales por otros
naturales. Esto ha significado el resurgimiento del ácido
carmínico, colorante natural rojo extraído de la
cochinilla.
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