Los Objetivos de desarrollo del Milenio: Un reto para la consolidación de la democracia local y los Derechos Humanos
- La reivindicación del
Estado social de derecho - Los Derechos humanos y la
democracia - El
Municipio como epicentro de los derechos
humanos - Los
objetivos de desarrollo del Milenio y los Derechos
humanos - El
necesario complemento del control social de la gestión
publica con enfoque de derechos humanos
La presente ponencia tiene por objeto compartir algunas
reflexiones sobre el significado del logro de los objetivos del
milenio para la vigencia de los derechos humanos
y la consecuente consolidación de la democracia
municipal. De la misma manera, se proponen una serie de acciones
concretas que pueden adelantarse desde los municipios para
conseguir estos propósitos.
La
reivindicación del Estado social
de derecho.
Mas de diez años de experimentación en el
desmonte de las responsabilidades del Estado social de derecho y
en la introducción de lógicas del mercado en el
diseño
de las políticas
publicas han dejado en América
Latina mas pobreza e
inequidad, así como una delicada fragilidad de las
instituciones
democráticas. Esta circunstancia ha sido valorada por las
grandes mayorías que hoy están designando a
gobernantes cuyas agendas programáticas se centran en
recuperar la función
social del Estado de
derecho.
Como se sabe, el concepto de
Estado social surgió como reacción a la desigualdad
creada en las relaciones capitalistas del siglo XlX y al
principio del Laissez Faire, Laissez Passer.
También su origen hace eco de la necesidad de avanzar de
la mera garantía de los derechos a la vida y al goce
de las libertades publicas, hacia la vigencia de los derechos
económicos, sociales y culturales.
El Estado social de derecho hace relación a la
forma de organización política que tiene
como uno de sus objetivos combatir las penurias económicas
o sociales y las desventajas de diversos sectores, grupos o personas
de la población, prestándoles
protección y ofreciéndoles oportunidades. Exige la
construcción de las condiciones
indispensables para asegurar a todos los habitantes de un
país una vida digna con el fin de potenciar las
capacidades de la persona. Es por
ello que las autoridades deben actuar efectivamente para mantener
o mejorar el nivel de vida, el cual incluye la alimentación, la
vivienda, la seguridad
social y los medios
económicos necesarios para desenvolverse en sociedad.
En la Constitución Colombiana, por ejemplo, el
carácter social del Estado es una de las
directrices de la política y de la actividad de los
poderes públicos. El Estado
social, entendido como idea regulativa, significa que para el
Estado existe una obligación de buscar la justicia
social en sus actuaciones. Este debe promover la igualdad para
los diferentes grupos
sociales, lo cual no significa la implantación del
"igualitarismo", sino que todos los sectores de la
población deben tener igualdad de posibilidades y
oportunidades para el pleno goce de sus derechos. Del principio
de Estado social no deriva la implantación de un modelo
económico específico para el país. Sin
embargo, tanto la dictadura
económica del Estado, como la libertad
irrestricta del capitalismo
privado, serían contrarias a los preceptos del Estado
social.
Los Derechos humanos y
la democracia.
En el comienzo del tercer milenio, la humanidad ha
encontrado que los principales valores
éticos sobre los que se sustenta la democracia son los
derechos humanos, no sólo como noción
jurídico-política, sino también como los
principios
esenciales de la vida social. Al respecto el profesor
colombiano y tratadista de derecho
público Rodrigo Uprimny ha señalado que "Los
derechos humanos buscan reconstruir, desde unas bases racionales
pero sin generar nuevos fundamentalismos éticos, la
legitimidad de las normas sociales y
de las obligaciones
jurídico políticas del poder estatal.
En ese orden de ideas, la utopía del consenso no coactivo,
la idea de una comunidad de
hombres libres e iguales, la noción de auditorio
universal, son todos conceptos que permiten fundar los derechos
humanos como presupuesto y
resultado del discurso
moral moderno,
como una forma de ética
ciudadana y un marco de entendimiento entre las
culturas".
Los derechos humanos se constituyen en unas
reivindicaciones individuales y colectivas presentes en todas las
sociedades
contemporáneas y están profundamente relacionados
con la democracia, pues a un mayor nivel demanda y
satisfacción de los derechos humanos igualmente
será mayor el nivel de democracia y de legitimidad de los
sistemas
políticos. De manera complementaria, los derechos humanos
también pueden entenderse como las facultades que el
Estado de derecho atribuye a las personas y los grupos sociales
como expresión de sus necesidades en lo referente a la
vida, a la libertad y la igualdad, la participación política, social y a
cualquier aspecto fundamental que afecte el desarrollo y
bienestar integral de las personas, y constituyen la razón
de ser de las instituciones públicas ?que igualmente –
deberán asegurar su defensa, protección y promoción.
Para que estos derechos humanos puedan realizarse y
reconocerse dentro de un ámbito real, el Estado debe ser
democrático. Entendiendo que la democracia es la que
permite que todos los seres humanos participen realmente del
gobierno de
manera activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento,
respeto, tutela y
promoción de los derechos humanos.
En todos los sistemas políticos donde no existe
una base democrática, existen diversas situaciones donde
falta equidad y
justicia. En cambio, cuando
existe la democracia, se debe concebir que se está inserto
en una sociedad donde la convivencia es organizada, donde cada
ciudadano tiene la garantía de que sus derechos
serán respetados y tutelados y donde también se
tiene el deber de respetar los derechos ajenos; donde la
convivencia es acorde a la dignidad de
las personas y se sustenta en la libertad y en el disfrute pleno
de los derechos humanos. El Estado cumple un papel fundamental,
porque las autoridades deben, además de reconocer los
derechos, ponerlos en práctica dentro de la sociedad, para
que puedan desarrollarse en un ambiente
próspero.
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