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Recorrido histórico de la matemática en Argentina (página 2)




Enviado por Andrea Lopes



Partes: 1, 2

FERNANDO DE MAGALLANES: EL
PIONERO

Fernando de Magallanes fue uno de los más
destacados navegantes que ha dado Europa.
Nació en la localidad de Sabrosa, en el reino de Portugal,
falleciendo en la isla filipina Lapu-Lapu allá por el
año 1521.

Este avezado navegante, propuso al rey de Portugal
realizar una expedición a las islas de las especies (las
Islas Molucas), un archipiélago y provincia de Indonesia
situado entre el archipiélago de Célebes y la isla
de Timor, pero el rey no aceptó dicha propuesta ya que por
el Tratado de Tordesillas las islas estaban en el territorio
correspondiente a Castilla.

Ante la negativa del rey de Portugal, el
intrépido navegante decidió ponerse al servicio de la
corona española cuya Majestad por ese entonces era
Carlos I, nieto por línea materna de los Reyes
Católicos y heredero del trono de España a
la muerte de
su abuelo materno Don Fernando en 1516 y quien además,
luego de fallecer su abuelo paterno, Don Maximiliano I de
Alemania se
convierte en el Emperador Carlos V de Alemania en el año
1519.

Se embarcó en la expedición que, al mando
de Juan Sebastián Elcano luego del fallecimiento de
Magallanes, sería la primera en conseguir la
circunnavegación de la Tierra en
1522.

A Magallanes se le debe el descubrimiento del estrecho
que lleva su nombre, el cual comunica el océano
Pacífico con el océano Atlántico. El
conocimiento sobre la existencia de este estrecho austral le
sirvió a los españoles para evitar la ruta del Cabo
de Buena Esperanza, que estaba por ese entonces dentro del
dominio del
imperio portugués.

Tanto a Fernando de Magallanes como a su
compañero de viaje, Rui Faleiro y a sus
descendientes, les correspondería el gobierno de las
tierras que descubrieran como así también la
vigésima parte de las ganancias obtenidas en sus
descubrimientos.

Según el redactor del diario de la
expedición, Antonio Pigafetta, "Magallanes estaba
tan contento por haber dado con el estrecho, que tenía sus
ojos llenos de lágrimas".

La historia sobre este
navegante portugués que llegó hasta nuestras
tierras me sirve de excusa para nombrar a Andrés de San
Martín,
la primer persona con
conocimientos en Ciencias
Exactas que pisa nuestro suelo y que
formaba parte de la expedición magallánica que
llegó a la Bahía de San Julián, en la costa
patagónica, en el mes de agosto de 1520, realizando
allí diversas observaciones
astronómicas.

Y aunque a Andrés de San Martín no
lo ligase ningún tipo de vínculo con nuestro gran
prócer nacional, tiene en común con él,
haberse adelantado a su época y echar luz sobre
tinieblas. Uno dando la libertad
territorial a los habitantes de distintos pueblos; el otro, dando
libertad a través del tan sinuoso y difícil camino
de la ciencia y
del pensamiento.

Vean ustedes sino fue importante la expedición
realizada por Magallanes en nuestras costas, que hasta trajo con
él al que se podría considerar perfectamente, el
primer adelantado en el área de la ciencia
matemática
en pisar suelo argentino.

"Sin la
matemática,

no nos sería posible
comprender

muchos pasajes

de las Sagradas
Escrituras".

(San
Agustín)

LOS JESUITAS: EL
COMIENZO

San Ignacio de
Loyola

Antes que nada, permítaseme retroceder un poco en
la historia. Contar por ejemplo, la importancia que tenía
para los egipcios la tarea de la medición de la tierra a
raíz de la crecida y desborde anual del Río Nilo, y
de cómo aquellos precisaban de la geometría para realizar los cálculos
concernientes a trazar nuevamente los límites de
los cercados, que habían sido arrastrados por la corriente
de dicho río y los cuales cumplían la función de
demarcación de las distintas propiedades.

Este importante trabajo era
realizado por sacerdotes egipcios que recibían los
conocimientos geométricos necesarios para la labor de
agrimensura, convirtiéndose de esta manera en una clase social
privilegiada.

En nuestro territorio, durante el transcurso del siglo
XVII varios españoles se afincaron con el oficio de
agrimensores. Entre ellos se encontraban los jesuitas
Lázaro Quintero, Francisco Bernal, Martín
Rodrigo y Francisco Salas.

Estos cuatro sacerdotes formaban parte de una Orden
Religiosa llamada la Compañía de Jesús, fue
fundada en 1534 por San Ignacio de Loyola y aprobada en
1540 por Paulo III. Tenía una jerarquía
centralizadora y estaba gobernada por un prepósito general
vitalicio.

En América
los jesuitas fundaron numerosas iglesias, colegios, estancias,
misiones y reducciones. En Argentina se destacaron los
establecimientos de las regiones guaraníticas que
abarcaban las provincias de Misiones, Corrientes, las estancias
de la provincia de Córdoba, el sur del Paraguay y el
sureste de Brasil.

BUENAVENTURA SÚAREZ

Un emblemático jesuita fue el Padre
Buenaventura Suárez. Nacido en el siglo XVII en la
ciudad de Santa Fé, es considerado el primer
astrónomo argentino. Él mismo construía sus
propios instrumentos debiéndoseles las primeras
observaciones astronómicas en la región nordeste
del país en las reducciones jesuitas de San Cosme y
Damián, entre las que se destacan la observación de los eclipses y la de los
satélites
de Júpiter. Estableció un observatorio
astronómico en la región, y en la actualidad existe
un observatorio en el vecino país del Paraguay que lleva
su nombre.

EL AVANCE DE LA COMPAÑÍA DE
JESÚS EN EL SIGLO XVII

En el año 1613 los jesuitas, impulsados por el
Obispo Juan Fernando Trejo y Sanabria abren los Estudios
Superiores en el Colegio Máximo, en el cual se
impartían clases de Teología y Filosofía
para los alumnos pertenecientes a la religión
católica. El colegio al que se hace referencia se
convirtió luego en la Universidad de
Córdoba, justamente el 2 de febrero de 1622.

Desde 1617 la Orden de los Jesuitas impartió de
manera privada cursos de Teología y Filosofía y es
a ellos que el Cabildo pide que asuman la educación juvenil,
para lo cual es cedido un solar en la Plaza Mayor en el lugar en
que actualmente funciona el Colegio Nacional Buenos Aires, en
el barrio de San Telmo, de la Ciudad de Buenos Aires.

Promediaba el siglo XVIII cuando los jesuitas, gracias
al esfuerzo de los vecinos que habían donado dinero, y con
la ayuda del padre Juan de Alquizalete, construyeron el
Colegio Grande de San Ignacio, que contaría con un
internado, pero por resolución del Rey Carlos III,
el 2 de Julio de 1767, los jesuitas son expulsados debiendo
abandonar sus puestos en la Universidad cordobesa y dejando a su
vez, trunco, el proyecto de
llevar adelante la educación en dicho
Colegio.

Para ese entonces era tanta la necesidad de un lugar
para el estudio en la prominente Buenos Aires, que el Cabildo
llega a plantear la posibilidad del traslado de la Universidad de
Córdoba a Buenos Aires, pero dicha medida no se logra
llevar a cabo por diferencias de opiniones entre las partes
intervinientes.

En 1808 es nombrado rector de la Universidad de
Córdoba el Deán Gregorio Funes, quien
había nacido en 1749 en España, doctorándose
en Teología en el año 1775 y recibiéndose
cuatro años después, de Doctor en Derecho.
Introdujo las materias de aritmética, álgebra y
geometría y siguió a cargo del
Rectorado luego de la Revolución
de Mayo de 1810.

Deán Gregorio
Funes

JOSÉ QUIROGA Y
MÉNDEZ

Otro gran matemático fue el jesuita
José Quiroga y Méndez, nacido en Faval en la
provincia de Pontevedra, el 14 de marzo de 1707, ingresando en la
Escuela Naval
Española y dedicándose a las Ciencias
Físicas y Exactas. Tenía 29 años cuando
ingresó a la Orden de los Jesuitas, quienes
pretendían extender la fe católica desde el
Paraguay hasta la Patagonia
austral.

Elegido para formar parte de dicha expedición,
llega a Buenos Aires en 1745 con apenas treinta y siete
años de edad. Acompañado por los también
jesuitas José Cardiel y Matías
Strobel,
se embarcan rumbo al sur del país a mediados
del mismo año llegando a las localidades de Puerto Deseado
y Puerto de Santa Cruz en enero de 1746 y arribando en febrero a
la Bahía de San Julián para finalmente regresar el
4 de abril al Río de la Plata.

Dicha expedición tenía como fin, aparte de
evangelizar, construir "El Mapa de las Misiones de la
Compañía de Jesús en los ríos
Paraná y Uruguay",

el cual quedó terminado en 1749 y se editó en la
ciudad de Roma cuatro
años más tarde.

Quiroga y Méndez, luego de esta
expedición, pasó a regentear la Cátedra de
Matemáticas de la casi recién
inaugurada Universidad de Córdoba.

El 29 de septiembre de 1767, luego de estar prisionero
junto con otros misioneros en el actual barrio de San Telmo de la
Capital
Federal, abandonó el país junto con otros
religiosos a bordo de la embarcación Venus rumbo a
España, país donde residió un tiempo,
viviendo luego en Bolonia donde se dedicó al trabajo
cartográfico, falleciendo a la edad de 78 años el
24 de octubre de 1784.

"El que no conoce la
matemática,

muere sin conocer la verdad
científica"

(Schelbach)

LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA COLONIAL Y SU
REPERCUSIÓN

EN LAS MATEMÁTICAS:
ZAVALETA Y VÉRTIZ

El 5 de diciembre de 1771, a pedido del por aquel
entonces gobernador, Don Juan José Vértiz,
quien quería un centro educativo, el Cabildo
Eclesiástico, a través de Juan Baltasar Maziel,
propone la creación de una universidad en el Colegio
Grande, tomando como modelo el
Colegio de Montserrat que había sido fundado en 1687 en la
provincia de Córdoba, fundándose de esta manera el
Real Colegio San Carlos en homenaje al rey Carlos III de
España.

El Colegio es inaugurado el 10 de febrero de 1772 con
las cátedras de Latín y las primeras letras que
comenzaron a partir del 28 de febrero de ese año y que
estaban a cargo de Villota y García; y luego con la
cátedra de Filosofía, siendo el profesor de la
misma Juan Montero.

En este establecimiento dictaba cátedra de
Física
Don Diego Estanilao de Zavaleta, y para la dicha enseñanza se siguió la
tradición escolática desde la Revolución
de Mayo hasta la independencia
nacional.

Estanislao de Zavaleta nació en la provincia de
Salta en el año 1904. Hijo de Diego Zavaleta y de Mercedes
Linares, se recibió a los 24 años de Doctor
ejerciendo como profesor de Ciencias Biológicas en el
Colegio Nacional Bernardino Rivadavia, y dedicándose a la
cirugía en el hospital Bartolomé
Churruca.

Presidió la Academia Argentina de Cirugía,
el Colegio Argentino de Cirujanos, la Asociación Argentina
de Cirugía y el Cuadragésimo Tercer Congreso
Argentino de Cirugía. Se lo conoció y conoce como
un hombre cabal,
ético e íntegro.

Juan José Vértiz, de origen
mexicano, proveniente de la ciudad de Mérida en la
península de Yucatán y nacido en el año
1719, estaba imbuido del reformismo ilustrado. Bajo su mando se
desarrolló la industria, la
educación y el
trabajo.

El 3 de noviembre de 1783, cuando ya lo habían
nombrado virrey, establece el Real Convictorio Carolino, el que
existió hasta 1806, año en que a raíz de las
invasiones inglesas las aulas fueron convertidas en
cuartel.

Para nombrar sólo algunos de los egresados de
dicho Colegio, baste como nombres los siguientes: Domingo
French, Feliciano Chiclana, Bernardo Monteagudo, Mariano Moreno,
Estéban de Luca, Manuel Belgrano, Hipólito Vieytes,
Nicolás Rodríguez Peña, Francisco Laprida,
Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes,
etc.

Sólo leyendo esta lista de nombres podemos darnos
cabal cuenta del valor de dicho
Colegio así como de la importancia que tienen dichos
nombres en nuestra historia nacional. Todos estos hombres
formaron parte de la gesta histórica de la
Revolución de Mayo y dieron el puntapié inicial a
lo que luego sería la República
Argentina.

Don Gregorio Funes, de quien ya se ha hablado
antes, con la aprobación del Virrey Liniers y
desoyendo la prohibición de la corona española,
abrió una Cátedra de Matemática en la
provincia de Córdoba, ayudando a que esta ciencia vaya,
poco a poco, obteniendo el lugar que tan merecido tenía.
El deán formuló un plan de estudios
que debía seguirlo, no sólo la Universidad de
Córdoba sino también las restantes universidades y
casas de estudios.

"La matemática
honra

el espíritu
humano"

(Leibniz)

MANUEL BELGRANO: UN CAPÍTULO
APARTE

Manuel Belgrano creía tenazmente en que el
progreso de un pueblo iba de la mano de la educación de
sus habitantes, siendo uno de los principales impulsores de la
matemática en nuestro territorio. Sabiendo de la
importancia de esta área del conocimiento,
a través del Consulado donde él trabajaba,
creó la Academia de Náutica que
comenzó a funcionar en el año 1799.

Fue su director Don Pedro Antonio Cerviño,
quien estaba a cargo de todas las enseñanzas de la
carrera, que duraba cuatro años.

Cerviño, quien había llegado a nuestro
territorio contando con nada más que veinticinco
años, había nacido en España y se
dedicó a promover la cultura
argentina, en los primeros años del siglo XIX.

Formó parte de la Comisión Demarcadora de
Límites entre los países de España y
Portugal y por orden del Consulado, en 1798 realizó una
carta
esférica del Río de la Plata que fue enviada al Rey
en 1798.

El Segundo Triunvirato le encomendó a
Cerviño la Dirección de la Academia de
Matemáticas en el año 1813, y la realización
del plano topográfico de la Ciudad de Buenos
Aires.

Fue un gran educador y científico.
Falleció en el año 1816 siendo sus restos
sepultados en el Convento de San Francisco.

…Aparte de formar pilotos, el objetivo de la
Escuela de Náutica era proporcionar la enseñanza de
las matemáticas, tarea que se vio truncada por la misma
causa del cierre del Real Colegio San Carlos: las invasiones
inglesas.

Carlos O?Donell obtuvo la autorización del
Consulado para abrir una Academia en sustitución de la que
se había visto forzada a cerrar sus puertas, en 1806, ya
que no contaba con la autorización Real. Dicha academia
fue la "Escuela de Geometría, Perspectiva y toda
especie de Dibujo",

convirtiéndose en la primera de estas
características en el Río de la Plata.

La misma también fue cerrada en ocasión de
la designación de O?Donnell para inaugurar en 1809,
en Córdoba, la primer Cátedra de Matemática
que funcionó en esa provincia.

El 13 de marzo de 1802, la Academia de
Náutica
premió a los alumnos más
sobresalientes, asistiendo al acto de entrega de aquellos Don
Manuel Belgrano quien en el mismo, pronunció el discurso que
quiero compartir con ustedes:

"Habéis visto, Señores, los progresos
de estos aplicados jóvenes que, superando las dificultades
de una constante asistencia y adhesión a los objetos de
sus estudios, han sabido adquirir las ideas útiles y los
buenos principios en que
debe cimentarse la ciencia de los hombres del globo, les
proporciona su subsistencia y comodidades, haciendo con menos
riesgo los
transportes y facilitando los viajes por mar
como por tierra, hasta hacer
desterrar el temor que antes
se tenía para entregarse al furor de las olas y a los
contratiempos de la naturaleza.

¡Qué gloria, que satisfacción no
me debe causar el ver la utilidad de este
establecimiento! ¡Cómo se falsifica por la
experiencia el temor de que todas estas instituciones
son débiles en sus principios y que el tiempo es quien las
consolida! Buenos Aires puede ya decir que por su Consulado tiene
jóvenes que adquiriendo una carrera honrosa y lucrativa,
lleven sus buques a salvamento con todas las producciones que
la
naturaleza ha depositado en sus fértiles
terrenos.

Dos años de una sabia dirección, han
producido estos óptimos frutos; ellos van a sazonarse y a
hacerse apreciables, desprendiéndose en su madurez de las
semillas sólidas e ilustradas que encierran para propagar
entre sus compatriotas unos conocimientos tan útiles a la
humanidad y por esto tan dignos de nuestro
aprecio.

¿Cómo podré hacer yo el justo
elogio de este cuerpo acreedor a todos los respetos, por una
creación tan ventajosa a la Nación,
de un director interesado en los adelantos de la juventud, y a
la tenaz aplicación de ésta para lograr el
conocimiento verdadero de esta útil ciencia, y los lauros
que hoy sabiamente se va a premiarlos?

Mi pluma es débil, lo conozco; pero la
complacencia que me asiste es grande, como que he sido uno de los
motores, para la
realización de estas ideas, que de mucho tiempo ocupaban a
este ilustre cuerpo en beneficio de nuestra juventud, y
así me produciré en los términos a que
alcance, no ya para deslumbrarlos con una vana y estudiada
elocuencia, sino para que me ayudéis con vuestras luces a
dar los merecidos elogios al Consulado, al director y a sus
alumnos.

Desde la más remota antigüedad hasta
nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos
nos enseña, cuánto aprecio han merecido todos
aquellos que han puesto el cimiento a alguna obra benéfica
la humanidad y los que han fomentado y sostenido hasta darle una
existencia invencible por los contrastes propios de las
vicisitudes: las plumas más elocuentes se han ejercitado
en aplaudir estas acciones; los
buriles, los cinceles, las
prensas, y todo ha contribuido
para transmitir hasta los venideros siglos, las dulces memorias de
aquellos sabios bienhechores, cuyas ideas eran las de la
prosperidad del hombre.

Dirigid, Señores, vuestras miradas a los
manuscritos antiguos, si queréis convenceros; observad
esas medallas, las estatuas; leed los libros, y
sobre todo el libro de los
libros, y encontraréis tantas pruebas de
esto mismo, que plenamente quedaréis
convencidos.
Si yo no temiera molestaros, os presentaría un
catálogo inmenso de héroes
elogiados por sus
acciones, por sus hechos útiles al público; y no
creáis que los confundiría con los monstruos a
quienes la adulación, la vil adulación, hija de la
servilidad voluntaria, merificó y elevó a aquella
clase distinguida.

¿Y quién de vosotros es el que duda que
esta Academia ha sido establecida por este Real Consulado, que
él la fomenta y la sostiene? ¿No es ella el
cimiento de una obra benéfica a la humanidad? Vosotros lo
sabéis, sí, sabéis que de aquí van a
salir individuos útiles a todo el Estado y en
particular a estas Provincias: Sabéis que ya tenéis
de quien echar mano para que conduzcan vuestros buques;
sabéis que con los principios que en
ella se
enseñan tendréis militares excelentes; y
sabéis también que hallaréis jóvenes
con los principios que en ella adquieren, como acostumbrados al
cálculo
y a la meditación, serán excelentes profesores en
todas las ciencias y artes a que se apliquen, porque llevando en
sus manos la llave maestra de todas las ciencias y artes, las
Matemáticas, presentarán al universo, desde
el uno al otro polo, el curso inmortal de vuestro celo
patrio.

No se ha contentado este ilustre cuerpo con
establecerla, sino que se ha dedicado a fomentarla y sostenerla.
Fue su creador, y quiso añadir a esta gloria la de
conservador. En vano la ignorancia, la etiqueta, la envidia,
cruel veneno de los más nobles sentimientos: en vano todos
los escollos que se presentan siempre para que lo bueno, lo
útil, lo ventajoso progresen, han salido a oponerse a la
verificación de las provechosas ideas de esta Universidad
hacia la Academia de Náutica; Nada le ha retraído
de su
pensamiento; siempre constante, siempre inalterable,
ha vencido a sus enemigos, y ella se gloria con la esperanza de
la completa victoria que ciertamente le dará la
aprobación protectora de las ciencias y artes y a cuanto
puede conducir a la felicidad de sus vasallos.

Puedo manifestaros infinitas muestras de esta
proposición: el archivo que
está a mi cuidado contiene libros que, aunque hablen en
secreto, se producen con un lenguaje mudo,
pero enérgico; ya los dignos acuerdos de la Junta de
Gobierno, ya las representaciones a la Superioridad y al
Soberano, los oficios a los sabios para tomar los
mejores
conocimientos y formar el reglamento que la gobierna, los
encargos de instrumentos para que sirvan a la juventud en su
instrucción y premios, los libros para el mismo objeto; en
fin, todo os haría ver que no es un mísero fomento
ni una estéril subsistencia con la que este cuerpo amante
de la felicidad de estas provincias que están bajo sus
miras, quiere perpetuar su Academia, para que todo joven que
sólo conocía dos carreras y la holganza, tenga para
ejercer su aplicación y adquirir los medios para
vivir con comodidad y honor en provecho de la sociedad.

Sentados, pues, estos datos claramente
se deduce que se hallan reunidas en este Real Consulado las dos
circunstancias que han motivado las alabanzas de los individuos y
cuerpos benéficos a la humanidad; por consiguiente que se
ha hecho acreedor a ella y que no se me podrá tachar de
parcialidad, por ser un individuo de
los que lo componen ni tampoco de un vil adulador que sacrifica
su tiempo ni mancha el papel para transmitir falsedades a la
posteridad; tenemos la satisfacción de que es la verdad la
que se produce, sin más aparejo que su noble
sencillez.

Con la misma querría yo, por un transporte de
mi celo, suplicaros ¡OH, ilustre Universidad! Siguieseis
con vuestras ventajosas ideas hacia tan digno establecimiento.
Pero nada más inútil que pediros lo que con
anticipación nos habéis concedido, por
obligación y en desempeño de los encargos del soberano.
Sí, vosotros la protegeréis, la fomentaréis
con el mismo anhelo que hasta aquí, y si en medio de las
tristes circunstancias que nos han rodeado, supisteis comenzarlo
y sostenerle, con mucha más razón le haréis
progresar, cuando nada pueda interrumpir vuestras útiles
ocupaciones, es decir, en esos días tranquilos que nos
proporciona la tranquila paz; esa paz tan estimable que se compra
al duro precio de la
sangre y de la
muerte. Tales
son los votos de la patria que os mira como su apoyo y el
sostén de sus esperanzas. Pero yo me detengo demasiado y
ya en justicia llama
mi pluma al director desinteresado, el sabio director, el
aplicado director.

Don Pedro Antonio Cerviño, a quienes todos
conocemos, es acreedor a estos títulos. Las pruebas que ha
dado en servicio del monarca y del Estado, en
obsequio de los particulares y de cuantos han ocupado sus
talentos, justificarían mi proposición, pero no
hablo a esos, no, ya sabéis su desinterés,
sabiduría y su aplicación, manifestadas en esta
Academia.

Entre las varias disposiciones de este cuerpo
dirigidas al establecimiento propuesto, fue la de dar por
oposición las dos direcciones que debe haber en él,
con la condición de que los que la consiguiesen no
tendrían el sueldo que les señaló hasta
tanto aprobase el soberano.

Cerviño llevado sólo del deseo de
propagar sus ideas y ser útil al Estado, se presenta
gustoso a la palestra, obtiene la victoria como un valeroso
atleta, da a conocer sus talentos e instrucción, y los
examinadores a pública voz lo proclaman primer director;
difiere este consulado al justo voto, le confiere la plaza y le
posesiona de ella bajo la condición
predicha.

Corren los años y los meses y la terrible
situación en que nos hallábamos envueltos en la
guerra, de que
aun estábamos sintiendo los efectos, no nos proporciona la
correspondencia con la metrópoli, y el sello de la
Soberanía para consolidar la Academia no
aparece; por siguiente permanece sin sueldos, y sin traerlos a
consideración enseña con el mayor
desinterés, franqueando sus libros e instrumentos sin
recompensa alguna: no es otro su objeto que el de hacer
jóvenes de provecho que hagan honor a la Nación.

¿Quién, sino Cerviño
podría permanecer tanto tiempo sin tocar la utilidad
física de su trabajo y seguir con tanto ardor y
ahínco en la idea que se propuso en el estado de
incertidumbre? ¿Y habré yo podido llamarle
desinteresado? Sabéis muy bien que este nombre
podrá ser en adelante su antonomástico, pues es muy
raro encontrar hombre que trabaje sin ver inmediatamente la
utilidad que le resulta, y mucho menos experimentando

perjuicios.

La posesión que tiene de las
matemáticas y los deseos de qué se extienda su
estudio, le hacen emplear medios tan sabios para su
enseñanza, por lo que le toca a la parte náutica,
que en el espacio de dos años, presenta jóvenes
instruidos en los ramos que manifiesta el cuaderno de las
proposiciones que tenéis en vuestras manos, y entre ellos
algunos que ya saben levantar y lavar planos con la posible
perfección, para el tiempo que han gastado, no obstante la
escasez de medios
e instrumentos para el efecto.

¿Se consigue esto sin ciencia? ¿No es
un don particular de sabiduría haber podido dominar los
corazones de estos jóvenes, para que oyendo gustosos sus
lecciones, se hayan dedicado al estudio y hayan aprovechado con
tantas ventajas? No, Señores, así lo creéis
y sin duda ya os resolvéis conmigo a multiplicarle
gloriosas nomenclaturas: olvidaos por un momento del director
desinteresado de que hablamos poco ha, para acordamos del

director sabio; añadid también del director
aplicado e incansable.

Cinco horas diarias están señaladas en
el reglamento para asistencia a la escuela, y esto mismo ha
llenado de satisfacción a este cuerpo. ¡Pero
cómo! Siempre enseñando hasta con el ejemplo de sus
ocupaciones, mientras que los alumnos desempeñaban las
operaciones
del encargo.

Agregad a esto, que a pocos días del
establecimiento, así puedo decirlo, quedó
sólo con el cuidado y de único director y con su
constante aplicación venció las dificultades que
podéis traslucir presentan los diferentes estudios a estos
jóvenes, pues por no despedirlos y desanimarlos se han
recibido a los que han ocurrido con deseo de aprender en muchas y
diferentes épocas, la que hubiese podido seguir a un mismo
tiempo con todo en el estudio de tantas y tan variadas
materias.

Ya se deja conocer que sólo la
aplicación podría sobrellevar un peso tan enorme, y
como una causa motriz sostener esta máquina en el vigor o
su resorte, para producir tales efectos. Pero yo he abierto
heridas demasiado profundas a su modestia, hagamos alguna vez al
verdadero mérito la injusticia de no elogiarlo, o vengan a
sustituirme en esta obligación sus mismos alumnos,
monumentos prácticos y multiplicados del que ha
contraído D, Pedro Antonio Cerviño.

Sí, Señores, su dedicación al
estudio ha sido constante e infatigable y muchos de ellos por la
teoría
pueden competir y sin duda exceder a infinito número de
pilotos. No creáis que sólo han dado muestras de
sus talentos en los certámenes y que acaso habrán
dedicándose al estudio para sólo estos actos con el
objeto de salir con lucimiento.

No ha sido así, pues en los exámenes
privados que hay cada tres meses en la Academia, han
desempeñado a satisfacción del director y de los
individuos consulares que concurren a ellos según el
reglamento, las preguntas que se les han hecho conformes a su
ocupación, sin dar lugar a reconvenciones, y sin que se
hayan visto en la precisión de imponer las penas que para
estos casos están dispuestas en contra de los
implicados.

Todo esto manifiesta la asiduidad en el trabajo,
puesto que sin ella no es posible posesionarse de unos
conocimientos cuya entrada es tan árida y penosa; no
pudiendo vencer el desfallecimiento que imprime aun a los hombres
formados, cuyo entendimiento está acostumbrado a la
meditación, sin abandonar las distracciones propias a la
edad y trabajar con constancia".

Estas palabras dichas hace poco más de ciento
cincuenta años deberían servir para replantearse la
educación que actualmente se transmite en nuestros
colegios, donde se ha bajado tanto la calidad educativa
como también la exigencia pedida a los alumnos y a los
responsables de los mismos, como así también se han
olvidado las doctrinas y las palabras como las pronunciadas por
el prócer Manuel Belgrano.

Luego de la Revolución de Mayo, Belgrano
creó la Escuela Militar de Matemáticas el 12
de Septiembre de 1810, colocando bajo la dirección de la
misma a Felipe Sentenach, quien en el discurso inaugural sostuvo
"la importancia del conocimiento de las de las
matemáticas en la carrera militar"
. El citado director
de dicha Escuela estuvo en ese cargo solamente dos años, a
causa de su trágico fallecimiento.

En el programa de
estudios elaborado por su director, figuraba: los principios de
álgebra superior, trigonometría, nociones de geografía y construcción de fortificaciones,
geometría plana, secciones cónicas y principios de
mecánica y estática.

Para poder ingresar
a la misma se debía rendir un examen de ingreso
demostrando la perfección al escribir. Los seleccionados
cursaban la carrera por espacio de dos años y ocho meses
en el horario de diez a doce del mediodía.

En el reglamento elevado al Gobierno por orden de
Sentenach se podía leer lo siguiente:

1° Todo individuo concurrente a la Academia
deberá antes ser examinado por los jefes de su Cuerpo, de
su regular destreza y perfección al
escribir.

2° Como la conducta y buen
manejo de los hombres son proporcionados a su educación y
sentimientos, deberán todos los alumnos obtener de sus
jefes un informe de su
honradez, aplicación, celo, aptitud y demás
apreciables circunstancias que deben distinguir a un militar;
porque si no le acompañan estas cualidades, poco o nada de
bueno puede prometerse, ni V.E. ni la patria, de su asistencia a
la Academia.

3° Observadas las prevenciones expuestas en los
dos artículos precedentes, conoce bien V.E. que
probablemente el Estado podrá prometerse de los alumnos de
la Escuela, el fruto que espera de su aplicación, y
así será también del caso que V.E. les
dispense todas aquellas fatigas que puedan causarles algún
atraso en los estudios.

4° Para que los Oficiales que de esta
guarnición hayan de concurrir a la Escuela militar, lo
consigan sin perjuicio de las demás ocupaciones propias de
su oficio, según me previene V.E., me ha parecido, para
conciliar estas dos atenciones, algo incompatibles entre
sí, que V.E., les ordene que precisamente concurran a la
Clase, que les den lugar las demás atenciones del servicio
del Rey; que por lo que respecta a remediar algún tanto el
atraso, que indispensablemente habrán tenido de no haber
asistido a ella continuamente; se procurará conseguirlo
por medio de los repasos semanales, y otras disposiciones que
podrán tomarse arregladas a la aplicación y
talentos de cada uno.

5º Las horas, que en toda estación, me
parecen más propias para asistir a la Academia, atendidas
todas las circunstancias, son de las diez a las doce de la
mañana. Y siendo lo que comprenden estos artículos,
conforme a la recta voluntad de V.E., podrá impartir las
correspondientes órdenes para el cumplimiento de cuanto en
ellos se previene.

Los exámenes deberán dividirse en dos
partes. El 1º comprenderá los asuntos indicados en
los cuatro primeros capítulos, y será de
Aritmética, Geometría especulativa y
práctica, Trigonometría rectilínea y
Fortificación de Campaña; señalándose
para poder sufrirlos con el rigor que corresponde doce meses de
continuado estudio.

El segundo deberá componerse de lo apuntado desde
el capítulo quinto al octavo; esto es, de principios de
Álgebra inferior y superior, con sus aplicaciones a la
Aritmética y Geometría, de Secciones
Cónicas, de Mecánica y de las principales nociones de
Geografía. Para adquirir el conocimiento de todas estas
materias, con disposición de un examen, es preciso
concederles dieciocho meses de contracción al
estudio."

Luego del fusilamiento de Sentenach por su
participación en el motín de Álzaga, le
sucede en el cargo Felipe Senillosa, quien había adquirido
los conocimientos matemáticos en Francia y se
encarga de mejorar el plan de estudios de su
predecesor.

…LA HISTORIA CONTINÚA

El gobierno establece por el año 1813, la
apertura de una Academia con el fin de que se dictase en ella
arquitectura
civil y naval, y matemáticas. La misma tiene abiertas sus
puertas por el transcurso de los tres años siguientes. A
partir de 1816 se fusiona otra academia a la que había
establecido el gobierno, quedando como director y preceptor de la
misma Felipe Senillosa, quien fue el escritor del estudio
"Programa de Curso de Geometría" presentado en la
Sociedad de Ciencias Físico-matemáticas, y el
encargado de redactar el "Tratado Elemental de
Aritmética".

El presidente Álvarez Thomas firmó el
decreto con fecha de 20 de enero de 1816, mediante el cual se
creó la Academia de Matemáticas que estuvo a cargo
del Estado, siendo inaugurada oficialmente el 22 de febrero de
1816. El decreto presidencial sostenía que:

"El estudio de las matemáticas se ha
considerado siempre como el primero y único elemento
sólido de la
ilustración y jamás podrá esperarse el
progreso de los conocimientos, en ninguno de los ramos
útiles al hombre en particular y a la sociedad en general,
sin la aplicación de los axiomas que hacen al alma de
aquella ciencia. Sobre la evidencia de este principio y siendo
uno de los principales objetos del Gobierno facilitar los medios
que mejoren la educación y formen ciudadanos vigorosos e
ilustrados, ha resuelto en esta fecha se abra, por cuenta del
Estado, una academia en la que se enseñen las
matemáticas y el arte militar,
debiendo los alumnos ser cadetes oficiales voluntarios o
individuos particulares."

José Lanz, nacido en México y
con formación científica se encargó de la
Dirección de la Academia de Matemáticas durante su
primer año e hizo la redacción del Reglamento de la misma,
dejándole luego el cargo a Felipe Senillosa.

Senillosa procedía de la ciudad de Barcelona.
Había estudiado matemática en la Universidad de
Alcalá de Henares y luchado contra las tropas
napoleónicas cayendo prisionero. En 1815, luego de
recuperar su libertad y de conocer a Bernardino Rivadavia y a
Manuel Belgrano, decide acompañarlos en su retorno al
país. En Buenos Aires publica el
periódico "Los amigos de la patria y de la
juventud",
de publicación mensual y dedicada en gran
parte a las ciencias.

Fallece el 20 de abril de 1858.

La Academia se ubicaba en la calle Humberto
1º entre Defensa y Balcarce del barrio porteño de San
Telmo. Formó grandes discípulos, entre ellos
Avelino Díaz, quien luego de recibirse trabajó como
profesor de matemática, iniciando un curso de Ciencias
Fisicomatemáticas en abril de 1821, en el Departamento
de Estudios Preparatorios.

En dicha Academia, también llamada Escuela
Oficial de Ciencias Exactas, el plan de estudios contaba con
cálculo gráfico, álgebra superior y
aplicaciones del álgebra a la geometría.

En el interior del país Deán Gregorio
Funes
, en la Universidad de Córdoba, redactó un
plan de estudios que fue aprobado en 1815. Funes dio real
importancia a las áreas de geometría,
aritmética, trigonometría y física, no
sólo en su aspecto teórico como también en
el práctico y el elemental.

Cabe destacar, que ya desde 1818 funcionaba en la
provincia de Mendoza un curso completo, que abarcaba hasta las
aplicaciones de Topología.

EL
MATEMÁTICO AVELINO DÍAZ

Avelino Díaz, discípulo de Manuel
Herrera y Jorge Lanz, comenzó en abril de 1821 un curso de
Ciencias Físico-matemáticas en el Departamento de
Estudios Preparatorios.

El curso tenía una duración de dos
años. En el primero se estudiaba Geometría,
Álgebra y Aritmética y en el segundo Principios de
Mecánica y Geografía, Álgebra,
Matemática y Trigonometría rectilínea y
esférica.

Díaz había nacido en Buenos Aires en el
año 1800 y estudiado Matemáticas, teniendo como
compañero de estudios a Felipe Senillosa.

Profesor de Filosofía en el Colegio de la
Unión, Díaz también colaboró en la
redacción del periódico
"Estrella del Sur", siendo asimismo miembro de la Sociedad de
Fisicomatemática y Presidente del Departamento
Topográfico. Como matemático escribió
"Lecciones Elementales de Matemáticas" y "Lecciones
Elementales de Álgebra", ambas publicadas en el año
1824 y "Elementos de geometría" que fue editado en
1830.

Falleció en la localidad de Chascomús,
provincia de Buenos Aires, el 1 de Junio de 1831.

LA MATEMÁTICA AVANZA

En 1822, en el Departamento de Ciencias Exactas de la
Universidad de Buenos Aires se estableció la
Cátedra de Geometría Descriptiva, que quedó
a cargo de Senillosa. Hasta que fue suprimida, en época de
Juan Manuel de Rosas, les
sucedieron en el cargo los profesores Romano Chauvet y
Guillermo Lacour.

Rosas permitió el regreso de los jesuitas
quienes se instalaron en el edificio que antes había
pertenecido a la Compañía de Jesús, y
autorizó en 1836 la apertura de una cátedra de
matemática.

En el Colegio de Paraná fundado por el general
Justo José de Urquiza, se dictaron cursos de
aritmética y álgebra, los cuales estuvieron a cargo
del profesor Pedro Andreu.

En la Capital Federal Juan María
Gutiérrez
, quien formó parte de la
Generación del ?37 y era Licenciado en Derecho, fue
nombrado Rector de la Universidad de Buenos Aires desde 1861 a
1873. En 1865 Gutiérrez abre un nuevo Departamento de
Ciencias Exactas.

El profesor Bernardino Spelluzzi se hace cargo de
la Cátedra de Matemática Pura de la universidad
capitalina, mientras que la de Matemática Aplicada queda
en manos del también profesor Emilio Rosetti. Entre
los graduados de la primera promoción figuran Valentín
Balvín y Luis Huergo
, quien se recibió de
ingeniero junto con Balvín y otros diez alumnos
denominados los "doce apóstoles" por ser los
primeros egresados de dicho Departamento.

Bajo la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento
se incorporaron profesores extranjeros especializados en Ciencias
Naturales y Exactas y en 1873 se abre la Facultad de Ciencias
Físico- Matemáticas que luego pasó a
llamarse la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales.

Cuando en 1874 se hizo la reforma universitaria
quedó suprimido el Departamento de Ciencias
Exactas
, dando lugar a las creaciones de la Facultad de
Ciencias Físico Naturales y a la Facultad de
Matemáticas.

El cuerpo de catedráticos quedó integrado,
entre otros, por Emilio Rosetti, a cargo de las
áreas de Geometría Descriptiva, Mecánica
Aplicada y Arquitectura y Bernardino Spelluzzi, quien
tomó el área de Mecánica
Racional.

Ambos organismos (la Facultad de Ciencias Físico
Naturales y la Facultad de Matemáticas), se reunieron en
uno solo denominada Facultad de Ciencias
Físico-matemáticas, en 1881.

El primero a quien se otorga el título de Doctor
en Fisicomatemáticas fue Idelfonso Ramos
Mejía.

También el progreso científico llega a la
Universidad de Córdoba, a raíz de la Ley de Agosto de
1869, contratándose profesores especializados venidos de
Europa, entre ellos el doctor Augusto Vogler, quien se
destacó en el área de las
matemáticas.

El doctor Valentín Valbín fue el
encargado de la primera publicación de una revista
dedicada por completo a la rama de dicho saber, cuyo primer
ejemplar salió el 1 de septiembre de 1889 y llevó
el nombre de "Revista de Matemáticas Elementales". Durante
los tres años en que salió publicada dicha revista,
la matemática se vio fortalecida ya que sirvió para
la estimulación del estudio de las ciencias exactas y para
intensificar la enseñanza de dicha materia en los
colegios nacionales.

LA
INFLUENCIA DE REY PASTOR

Nuevos aires llegan con el comienzo del siglo. En los
primeros años del siglo XX comienzan a aparecer nuevas
revistas científicas, entre ellas la "Revista de
Matemáticas" cuyo director fue Manuel Guitarte y que
contó con los ingenieros Duclout y Emilio Rebuelto, y los
doctores Paul Frank y Camilo Meyer como colaboradores estables.
La tirada de esta revista circula hasta el año
1918.

En 1919 se da a conocer la "Revista de
Matemáticas y Física Elementales", dirigida por el
profesor Bernardo Baidaff.

Llega a nuestros oídos el nombre de un gran
maestro: Rey Pastor.

Julio Rey Pastor, nacido en España el 16
de agosto de 1888, estudió en el Instituto de Sagasta de
Logroño, y luego en Zaragoza con el matemático
Zoel García Galdeano. Tenía veintidós
años cuando se doctoró en Matemáticas en la
Universidad de Madrid y
formó, con el apoyo del matemático y dramaturgo
José Echegaray y el general Benítez,
la Real Sociedad Matemática
Española.

Pastor llega a Buenos Aires en 1917 invitado por
la Institución Cultural Española, para
fomentar la renovación en los estudios matemáticos
y participar en el Instituto de Matemáticas de la
Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos
Aires,
quien lo contrata como profesor del Doctorado en
Matemática.

Entre sus mayores logros en nuestro suelo se
cuentan:

  • La creación del Doctorado de Ciencias
    Exactas
    y el impulso en la construcción de una
    importante biblioteca
    matemática en el año 1928.
  • Entre 1929 y 1933 publica en la Facultad de
    Ciencias Exactas el Boletín del Seminario
    Matemático Argentino
    .
  • Crea la Unión Matemática
    Argentina
    en 1936 y colabora, junto a José
    Babini
    de una Historia de la Ciencia
    Nacional.

Sigue trabajando paralelamente en España
aprovechando la diferencia de estaciones entre el hemisferio
norte y el sur: de mayo a noviembre trabaja en Buenos Aires y de
noviembre a mayo en España.

En 1959 es nombrado Profesor Emérito por la
Universidad de Buenos Aires. También trabajó para
el Instituto Superior del Profesorado de la Capital
Federal
y de las Universidades de Cuyo, de La Plata y Del
Sur.

Pero a Pastor no sólo le inquietaban las
matemáticas. También fue profesor de la
Cátedra de Epistemología de la Facultad de
Filosofía y Letras y, algo que muy pocos saben, fue
también fundador del pueblo General Enrique de Godoy,
situado en la localidad de General Roca, provincia de Río
Negro. También profundizó en los estudios de la
cartografía española, trabajo que se
vio reflejado en un libro de 1960, escrito en colaboración
con E. Gracia Camarero.

Por esos años, y por impulso de Pastor, la
Universidad de Buenos Aires se llena de gloriosos
matemáticos como nunca antes: Estéban Terradas,
Federico Enriques, Emil Borel, Jacques Hadamart, Tulio Levi
Civita, y George Birkhoff, quienes llegan a la Argentina a partir
de la década del 20.

Fueron alumnos de dicha universidad, y sólo para
nombrar a algunos de ellos, matemáticos como: Enrique
Butti, Emilio Rebuelto, Justo Pascali y Manuel Guitarte. Y
se recibieron como Doctores en Ciencias
Físico-matemáticas: Juan Blaquier, Mariano
Sadosky, Bernardo Baidaff
y la célebre Celina
Repetto.

Repetto, oriunda de la Ciudad de Buenos Aires,
vivió en una casa del barrio porteño del "Once", al
lado del Teatro "Artea",
más precisamente en Bartolomé Mitre 2297, junto con
su madre, una hermana y una señora que cuidaba de
ellas.

Era Doctora en Ciencias Físico-Matemáticas
y se desempeñó como profesora de enseñanza
secundaria en las áreas de matemática y
física. Trabajó en la Escuela Normal Sarmiento, en
el Instituto Nacional del Profesorado Secundario, la Universidad
Tecnológica, la Facultad de Ingeniería y de Arquitectura y Urbanismo de
la Universidad de Buenos Aires, la Escuela Nacional de Comercio
Nº 5 José de San Martín y fue
catedrática en el Liceo Nacional de Señoritas
Nº 3. Aparte escribió una docena de libros reeditados
varias veces y con los cuales se formaron unas cuantas
generaciones de argentinos.

Por el año 1911 la Universidad de La Plata tiene
como profesor de Matemáticas al alemán Paul Frank,
y poco más tarde se incorporaría el italiano
Hugo Broggi en la cátedra de Matemática
Superior. Entre los profesores argentinos que trabajaban en esa
universidad se destacaron los nombres de José A. Medina
y Alberto Sagastume Berra.

En 1923 se abren las puertas del Círculo
Matemático
y el Instituto Nacional del Profesorado
Secundario de Buenos Aires
, con la finalidad de intensificar
los estudios del saber matemático.

Un año después sé nucleó a
los científicos dedicados a esta área bajo la
Sociedad Matemática Argentina, fundada por esa
época y que se cerró en el año 1927 junto
con la "Revista Matemática", que era difundida por
dicha sociedad.

JULIO REY PASTOR

EINSTEIN: LA VISITA DE UN
GENIO

Einstein en una de sus
conferencias

en Buenos Aires

Albert Einstein nació en la ciudad de Ulm,
Alemania, el 14 de marzo de 1879. Pauline, su madre, al ver a su
hijo recién nacido observó que su cabeza era
desproporcionada y lo creyó deforme. Luego, al verlo tan
callado pensó que sufría de algún retraso
mental. Veinticinco años después de su nacimiento
sorprendió al mundo con su famosa"Teoría de la
Relatividad".

Este hombre genial, físico y matemático,
pisó territorio argentino en el año 1925. Su visita
se debió a una invitación especial de la
Universidad de Buenos Aires y de la Sociedad Hebraica
Argentina.

Llegó al puerto de Buenos Aires a bordo del barco
Capitán Polonio y una vez en tierra, vivió entre
nosotros entre el 24 de marzo y el 24 de abril acompañado
de Elsa, su prima y esposa, alojándose en la casa de
la familia
Wasserman.

El Premio Nóbel de Física de 1921 dio en
total doce conferencias explicando su teoría y
pidió a los presentes de las mismas que "ante la menor
duda se lo interrumpiera".

En el Colegio Nacional de la ciudad de La Plata y a
pedido de la violinista Curubeto Godoy, perteneciente a una
orquesta que estaba allí para agasajar al
físico-matemático, Einstein aceptó tocar el
violín interpretando un fragmento del "Zapateado de
Sarasate".

Una vez finalizado el acto, el Presidente de la
Universidad de La Plata le ofreció a Albert
Einstein un cheque por la
suma de mil pesos de esa época que él no
aceptó y, luego de una amable discusión, llegaron a
un acuerdo por el cual Einstein decidió recibir quinientos
pesos, con la condición de que los otros quinientos sean
utilizados para investigaciones
científicas.

Colaboró con el periódico La Prensa en el
cual se publicaron varios artículos suyos, proponiendo en
uno de ellos una Paneuropa (unión de países
europeos), mucho antes de que se hable de la Unión
Europea.

Quería que todo el mundo entendiera su
teoría y en una de las ediciones de dicho diario
dijo:

"Quiero que en la Argentina, en cuya capital
reconozco un gran centro de cultura, se conozcan los fundamentos
de mi teoría, tal como la entiendo y no bajo el aspecto en
que me la presentan admiradores entusiastas que, en el calor de la
polémica, la desfiguran muchas veces."

La familia
Wasserman

DASSEN Y LA BIBLIOTECA HECHA
REALIDAD

En 1928 se hace realidad un sueño: se crea la
primer biblioteca dedicada exclusivamente a las
matemáticas en la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de la Ciudad de Buenos Aires, con la
donación de colecciones especializadas, siendo su primer
presidente el ingeniero Manuel Guitarte.

La Sociedad Científica Argentina creó el
Seminario Matemático Doctor Claro Cornelio
Dassen,
como forma de agradecimiento al matemático
argentino nacido el 16 de septiembre de 1873, ya que la
mayoría de los volúmenes que poseía la
biblioteca habían sido donados por él.

Dassen había cursado sus estudios en los
colegios Negrotto y Nacional Buenos Aires egresando con medalla
de oro de la
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en 1897,
doctorándose en 1901 en las Ciencias
Físico-matemáticas.

Dictó las Cátedras de Física,
Teoría de los Mecanismos y de Geometría Descriptiva
Aplicada en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, fue profesor en el Colegio Nacional Buenos Aires y
trabajó como ingeniero para la Municipalidad de la Ciudad
de Buenos Aires.

Lo designaron miembro de la Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales en 1925. Falleció el
28 de diciembre de 1941 en la ciudad que lo vio nacer: Buenos
Aires.

FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y
NATURALES

DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS
AIRES

EL APOGEO DE LA CIENCIA
MATEMÁTICA

En la década del 1940 se nota un avance de la
ciencia matemática gracias a los seguidores de
Pastor: Florencio Jaime, Francisco La Menza y Juan
Blaquier
. En el Instituto Nacional del Profesorado de la
Universidad Nacional de Cuyo se incorpora Manuel
Balanzat.

Mischa Cotlar, otro gran científico, dictó
cátedra en la Universidad de la Plata y en la de Cuyo, y
Roque Scarfiello dictó clases de Análisis
Matemático. Emilio Roxin se destacó en el
estudio de las ecuaciones
diferenciales.

Matemático admirado, Cotlar había nacido
en Ucrania, Rusia, pero
vivido la mayor parte de su vida en América
Latina. A los 16 años emigró de Kiev con su
familia llegando hasta el limítrofe país de Uruguay
donde vivió varios años.

En dicho país se ganaba la vida como pianista de
música
clásica hasta que en 1935 un profesor lo hizo
partícipe del círculo de matemáticos
prestigiosos que se daban cita en la ciudad de Buenos Aires,
permitiéndole conocer a gente de la talla de Julio Rey
Pastor, Manuel Sadosky, Alberto P. Calderón y a
González Domínguez, quienes hicieron brillante a la
década de 1940.

Cotlar solía donar parte de su sueldo a la
Fundación Albert Einstein para becas a jóvenes
estudiosos. A raíz de la intervención militar del
año 1966 emigró primero a Estados Unidos y luego a
Venezuela.

Fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa de la
Universidad de Buenos Aires recibiendo en el año 2006 el
Premio Domingo Faustino Sarmiento, entregado por la Cámara
de Senadores de la Nación Argentina. Falleció en
Buenos Aires el 16 de enero de 2007..

 

Mitcha Cotlar

"La matemática no es una
ciencia,

es la ciencia"

Félix Auerbach

"EL MATEMÁTICO
ARGENTINO"

Alberto P. Calderón es considerado el mejor
matemático argentino. Nació el 14 de septiembre de
1920 en la provincia de Mendoza y, como Mitcha Cotlar,
también tocaba el piano. Los padres le hacían
realizar cálculos matemáticos durante las comidas
mientras de fondo se escuchaba música clásica,
vinculando de esta manera la música con las
matemáticas.

Como Calderón quería ser ingeniero su
padre lo inscribe en la Eidgenossische Hochschule de Zurich, la
mejor escuela del mundo en la preparación de futuros
ingenieros, haciéndole también estudiar
alemán.

En Zurich, donde estaba pupilo y a raíz de una
travesura, su profesor lo castiga con un problema de
geometría despertándole de esta manera su
vocación de matemático.

De vuelta en Argentina, se recibe como ingeniero luego
de siete años de estudio poniéndose en contacto con
Bernardo Baidaff, Julio Rey Pastor, Santaló, Balanzat y su
mentor, Alberto González Domínguez.

De forma conjunta con Zygmund desarrolló la
Teoría de las Integrales
Singulares, que se muestra como el
instrumento adecuado para el estudio de ecuaciones
diferenciales elípticas o hiperbólicas, muy
especialmente para la solución del problema de Cauchy
cuando el contorno satisface una condición de
Lipchitz.

Fallece el 16 de abril de 1998 dejando un impresionante
legado en la rama que supo brillar.

ANTONIO MONTEIRO

Un matemático que llegó a nuestro
país y a quien quiero por este medio homenajear, fue el
matemático portugués Antonio Monteiro. Nacido en
Angola el 31 de mayo de 1907 y padre de un militar del
ejército portugués, realizó sus estudios
secundarios en el Colegio Militar en Portugal y se recibió
de Licenciado en Matemática en 1930 en Lisboa,
graduándose de Doctor en Matemáticas en La Sorbona
de Paris, en 1936.

Funda la revista "Portugaliae Matemática"
en 1937, creando el "Seminario de Análisis General" en Lisboa
también en ese año y en 1940, ayuda a fundar la
Sociedad Portuguesa de Matemática, la Revista
Gazeta Matemática, el Centro de Estudios
Matemáticos
y la Junta de Investigaciones
Matemáticas,
antes de hacerse cargo de la
cátedra de Análisis General en la Universidad de
Río de Janeiro, recomendado por el Premio Nóbel de
Física Albert Einstein.

Llega a Buenos Aires en 1950 contratado por la
Universidad Nacional de Cuyo siendo su primer destino la Facultad
de Ingeniería de San Juan, dándole un giro moderno
a la enseñanza de las matemáticas, creándose
bajo su impulso el Departamento de Investigaciones
Científicas (DIC), en el cual funcionaba el Instituto de
Matemática dirigido por Mischa Cotlar.

En este Instituto se reunían figuras como
Eduardo Zarantonello, Dietrich Volker, Orlando Villamayor y
Gregorio Klimovsky entre otros, aparte de Mischa Cotlar y el
mismo Antonio Monteiro.

En 1956, luego del derrocamiento del general Juan
Domingo Perón,

el DIC es obligado a cerrar sus puertas.

El 6 de enero de 1956 se crea la Universidad Nacional
del Sur,
en la localidad de Bahía Blanca. Los
profesores Vicente Fatone y Omar Varsavsky son los encargados de
dar forma a la Licenciatura en Matemática y
ahí se dicta el curso de Álgebra II que es
considerado como el primer curso serio de matemáticas por
esos sitios.

Monteiro dirige la Universidad durante los
años comprendidos entre 1957 y 1964, siempre por
períodos breves ya que él daba mayor importancia a
la
organización, la investigación y la dirección de sus
discípulos, más que a los cargos
directivos.

Invitó a destacados matemáticos del
momento tales como: Helena Rasiowa y Roman Sikorski, en
1958. Makoto Itoh y Paulo Ribenboin en 1959, Georges
Alexits
(de Budapest), Jean Porte, Federico Gaeta y
Orlando Villamayor
en 1960 y Mischa Cotlar y
Kiyoshi Iseki, en 1963.

En 1968 Monteiro participa del Congreso Panamericano
de Matemática
, realizado en Buenos Aires, presentando
un trabajo sobre generadores de reticulados distributivos,
alabado por Garret Birkhoff, quien estaba presente en el
Congreso.

Viaja a Europa y a su regreso se jubila siendo nombrado
Profesor Emérito de la Universidad del Sur. En 1975,
invocando la legislación antiterrorista, uno de los
interventores pasajeros de la universidad le prohibió la
entrada a la misma.

En 1977 regresa por segunda vez a Portugal, donde ocupa
un puesto de investigador creado especialmente para él,
abriendo una línea de investigación sobre
álgebra de la lógica.

De regreso a Bahía Blanca, falleció el 29
de octubre de 1980.

Hoy en día la universidad cuenta con una
biblioteca que lleva merecidamente el nombre del
matemático portugués Antonio Monteiro,
siendo una de las mejores de Latinoamérica.

"La matemática
constituye

el ideal de la ciencia"

(Bacon)

NUEVOS AIRES PARA LA
MATEMÁTICA

En el transcurso del siglo XX aparecen en la zona
litoraleña diferentes organismos que se dedicaron al
área de la ciencia que se está tratando. Entre
ellos el Instituto de Matemática en el año
1940 y el Instituto de Matemática Aplicada en 1942.
La Universidad de La Plata realizó cursos de
significación, y surge en Mendoza en 1954 el Instituto
de Matemática de la Universidad de Cuyo.

En mayo de 1952 y debido al aumento del alumnado, el
gobierno dispuso desdoblar la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de Buenos Aires en Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales y en la Facultad de
Ingeniería.

En 1959, debido a la Décima Reunión de la
Conferencia
General de la UNESCO y al pedido del gobierno realizado el
año anterior, se crea el Centro Regional de
Matemática para América Latina
.

La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Universidad de Buenos Aires crea en 1962 el Instituto de
Cálculo
para la resolución computacional de
problemas, el cargo de Director del mismo fue
desempeñado por el célebre Manuel Sadosky
entre los años 1962 y 1966, año en que el General
Juan Carlos Onganía, por entonces Presidente de la
Nación, intervino la Universidad de Buenos Aires debiendo
renunciar la mayoría de los investigadores pertenecientes
al Instituto de Cálculo, incluyendo a
Sadosky.

Entre los temas de investigación
estuvieron:

  • Modelos matemáticos de mecánica
    del continuo, a cargo de Mario Gradowczyk, Hugo Folguera,
    Enrique Risler y Oscar Maggiolo.
  • Modelos de simulación y optimización de
    aprovechamiento de ríos andinos.
  • Asesoramiento y procesamiento computacional para
    la Comisión Nacional de Energía
    Atómica.

En el Instituto se llevaron a cabo tareas
administrativas luego de la intervención militar hasta el
año 1988, cuando se hace cargo del mismo el Doctor Pablo
M. Jacovkis quien promovió la formación de
investigadores en el área de la Matemática
Aplicada.

Jacovkis en el año 1998 renuncia a dicha plaza,
asumiendo como Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, haciéndose cargo como Director del Instituto el
Doctor Víctor J. Yohai.

Actualmente se desarrollan actividades tales
como:

  • Estadística médica y
    asesoramiento al Hospital de
    Pediatría.
  • Estudios sobre la Corriente de
    Niño.
  • Geometría
    computacional.
  • Modelos de simulación de reservorios
    de petróleo.

"Se advierte, entre los
matemáticos,

una imaginación
asombrosa.

Repito: existía más
imaginación

en la cabeza de Arquímedes

que en la de Homero".

(Voltaire)

LA
NOCHE MÁS OSCURA

Entre los años 1957 y 1966 se lleva a cabo lo que
se da en llamar como "La época de Oro de la Ciencia
Argentina".
La Universidad de Ciencias Exactas nombró
como decano interventor a José Babini en 1956,
quien luego sería Director General de Cultura e integrante
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
(CONICET)
y director de la Editorial Universitaria de Buenos
Aires (Eudeba.)

Con la asunción de Arturo Frondizi, Babini
es sucedido en el cargo de la Universidad de Buenos Aires por
Rolando García quien estableció contacto con
instituciones científicas internacionales, fundando en
1958 el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de
Exactas.

Vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales entre 1958 y 1966 fue el matemático Manuel
Sadosky
, precursor de la computación y la informática en la Argentina y creador del
Instituto de las Exactas de la UBA, en 1962, que fue el
primer laboratorio de
computación que hubo en nuestro país y donde, por
intermedio de Bernardo Houssay se presentó a
Clementina: la primer computadora
utilizada con fines científicos.

Según palabras de Sadosky "creíamos que
las computadoras
iban a ser cada vez más grandes… Pero no, se redujo su
tamaño y aumentó su capacidad de memoria y
ejecución… Le pusimos Clementina porque modulando un
pitillo que emitía la máquina, se escuchaba
Clementine, una canción inglesa muy
popular".

Clementina, inaugurada en 1961, se usó
para resolver problemas
vinculados con la matemática concreta o aplicada (economía
matemática, investigación operativa, estadística, mecánica aplicada,
análisis numérico, sistemas de
programación y lingüística computacional) y distintas
empresas y
entidades tales como YPF, Ferrocarriles Argentinos, la CEPAL y
varias universidades, la utilizaron para diferentes
investigaciones.

Sadosky renunció a su cargo luego del
golpe militar impuesto por Juan
Carlos Onganía y colaboró con diversos
países de Latinoamérica, particularmente
Uruguay.

Clementina sufrió los horrores de la
represión. Fue destruida en su totalidad por manos
brutales que hicieron desaparecer muchas de sus piezas, luego de
la intervención militar a la Universidad de Buenos Aires
que siguió al golpe militar de Onganía.

A pesar de los intentos por detener el pensamiento 1961
fue sin duda el año de los matemáticos. Surgen los
nombres de: Héctor O. Fattorini, Miguel E.. Herrera,
Beatriz Margolis, Ricardo Nirenberg, Víctor Pereyra,
Horacio Porta, Néstor M. Riviere, Cora S. Sadosky, Carlos
Segovia Fernández, Fausto Alfredo Toranzos, Norberto
Fava.
Todos estos destacados matemáticos son la
razón por la cual se los considera como "La
Generación del 61".

En 1966 el rector de la Universidad de Buenos Aires, a
raíz de la invasión de Onganía a las
facultades, dijo: "hacemos un llamado a los claustros
universitarios en el sentido de que sigan defendiendo como hasta
ahora la autonomía universitaria. La Universidad no es una
máquina ni una razón; es una voluntad decidida a
iluminar los caminos más difíciles del
hombre".

Mientras tanto, los docentes y
alumnos tomaron la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en
demanda de la
anulación del decreto 16.912 que ponía fin a
más de cuarenta años de autonomía,
co-gobierno y libertad de cátedra, emblemas de la Reforma
Universitaria de 1918 que fueron el orgullo argentino.

Docentes y estudiantes invitaron a los compañeros
que no estuviesen de acuerdo con la toma o sintieran miedo, a
retirarse. Tanto Rolando García como Manuel
Sadosky y Warren Ambrose,
pensaron que su sola presencia
bastaría para que las tropas de Onganía se
retirasen y abstuviesen de reprimir la toma pacífica de
las universidades.

Del lado de afuera estaban los militares que
debían cumplir con la orden debida de apuntar a la cabeza.
Pero la querella criminal iniciada por Rolando
García
al general Fonseca dice lo contrario:
según el informe forense García sufrió
además: lesiones en el cráneo, la espalda y la
fractura de parte de la mano derecha.

Del lado de adentro y contrariamente a la
represión brutal, los docentes y alumnos les respondieron
con la canción más hermosa y la que más nos
representa en el exterior: el Himno Nacional
Argentino.

En aquella noche en la que todavía repercuten sus
ecos, fueron detenidas 200 personas que sufrieron vejaciones y
simulacros de fusilamiento.

En Ciencias Exactas y Naturales dimitieron 675 personas
dedicadas a la docencia y 330
entre profesores, jefes de Trabajos Prácticos, ayudantes y
técnicos.

Los institutos de Biología Marina,
Cálculo, Meteorología y Televisión
Educativa,
fueron desmantelados.

Entre 1974 y 1983 (año de la vuelta a la Democracia),
de los 600 desaparecidos que tiene la UBA, más de 320
pertenecen a las Facultades de Ciencias Exactas, Filosofía
y Letras y Arquitectura y Urbanismo.

Y lo que es más triste. De los 15.000
científicos que conformaban la comunidad
argentina, 7.000 se encuentran en la actualidad en el
extranjero.

Argentina perdió, de esta manera, la posibilidad
de seguir adelante con la iniciativa que había tenido hace
doscientos años un prócer: Manuel Belgrano. Esta
persecución dio origen a lo que se denominó como
"la fuga de cerebros" más grande de la historia
científica nacional.

…Pero como dice Teresa Parodi: "nos han robado
hasta la primavera, pero no pueden con nuestra
canción".

Y como muestra, lo que sigue:

En 1969 se crea el Proyecto Multinacional de
Matemática
, dependiente del Programa
Regional de Desarrollo
Científico y Tecnológico de la OEA
.
Se abrieron tres centros: el de México, el de Río
de Janeiro y el de Buenos Aires que funcionaba en la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales y que estaba a cargo de Orlando
Villamayor.

MANUEL SADOSKY

Era hijo de una familia rusa que se exilió en
Buenos Aires en el año 1905. Su padre pagó el
estudio de sus cuatro hijos en el Colegio Mariano Acosta con
sueldo de zapatero, y Manuel se mostraba orgulloso de la escuela
pública donde él se había
forjado.

Realizó investigaciones económicas y
matemáticas, escribió los primeros textos de
análisis matemático en español,
trajo a la primera computadora universitaria (la famosa
Clementina) y fue víctima de "La noche de los bastones
largos".

Estuvo exiliado primero en Venezuela y luego en
España retornando al país en 1983 cuando
asumió el Doctor Raúl Ricardo Alfonsín,
quien lo nombró Secretario de Ciencia y Técnica de
la Nación. Se dedicó además a democratizar
el CONICET y a crear la Escuela Superior Latinoamericana de
Informática.

Junto con Pablo Jacovkis daba charlas a los alumnos
secundarios para contagiarles su pasión por aprender. Le
preocupaba cómo hacer para recuperar a los
científicos que se vieron obligados como él, al
exilio, cuestión fundamental para la
reestructuración nacional.

Amante de las matemáticas, el cine, la
educación y las computadoras, falleció a la edad de
91 años el 18 de Junio de 2005.

Hoy una Fundación lleva el nombre de este genial
matemático que tiene por función promover las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación, como una manera de pagar en parte la
deuda que Argentina tiene para con él.

.

"Todo aquello, que han
realizado

a lo largo de los
siglos,

las mayores inteligencias en
relación

con la comprensión de las
formas,

por medio de conceptos
precisos,

está reunido en una gran
ciencia:

la Matemática". (J. M.
Herbart)

LA MATEMÁTICA EN LA
ACTUALIDAD

Hoy por hoy, las universidades argentinas más
prestigiosas trabajan para mantener el prestigio de las ciencias
matemáticas dándonos nombres como Gustavo
Corach, Patricia Sadosky, Héctor Cuenya, Carmen Polacek,
etc.,
y desarrollan investigaciones concernientes a esta
área. Muchos matemáticos de la actualidad otorgan
prestigio a las matemáticas participando en congresos
internacionales y trabajando en universidades extranjeras,
dejando bien en alto el nombre del país que los vio
nacer.

En nuestro país un matemático que supo
captar la esencia de la matemática, la tomó de las
astas, cual si fuera un toro, y nos colocó de golpe en la
arena de esta ciencia convirtiéndonos en espectadores y
participantes del mundo de los números y la
geometría.

Es a él a quien está dedicado el
próximo capítulo:

EL MILAGRO PAENZA

Adrián Paenza nació en
Buenos Aires el 9 de mayo de 1949. Se lo conoce popularmente como
un periodista deportivo, pero Adrián es más que
eso: es Licenciado en Ciencias Matemáticas desde 1970,
Doctor de Ciencias Matemáticas y Profesor adjunto regular
del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la UBA entre los años
1979-1986.

Redactor de la revista XXI y colaborador de las revistas
XXIII y TXT. En la
televisión trabajó en los programas:
"Fútbol de primera", "Lo mejor de la NBA", "Detrás
de las noticias",
"Día D" (Con el prestigioso periodista Jorge Lanata),
"Periodistas" y actualmente se lo puede ver en el programa
"Científicos, industria argentina" que ganó el
Premio Martín
Fierro 2003 como mejor programa en el rubro
cultural/educativo.

Y digo que Adrián es más que eso, porque
supo tocar las fibras de los argentinos de tal manera que
convirtió a las matemáticas en charlas de café.

Escribió el libro "Matemática…
¿estás ahí?, Y así como la Bella
Durmiente durmió cien años esperando por el
príncipe que la viniera a despertar, así parece
también que la matemática durmió por
muchísimo tiempo hasta encontrar a su príncipe azul
de la mano de un escritor argentino que supo interpretarla. Y
nosotros nos hemos dejado llevar por el encantamiento de esta
ciencia, y por este autor-poeta que nos trasladó a la
magia de los números y nos hizo disfrutarla.

He escuchado decir que hay dos cosas en la vida que no
tienen explicación: el éxito y
el fracaso. Y el éxito de Paenza no se puede explicar
porque es casi seguro que no la
tenga, que sea producto de
múltiples factores y además porque no se debe
preguntar por qué se produce el suceso. Simplemente sucede
y se acepta. El caso Paenza es uno de esos acontecimientos
inexplicables en los que sin darnos cuenta nos vemos
sumergidos.

Como si fuera poco, parece que el romance entre la gente
y la matemática recién comienza, porque
Adrián Paenza no nos cautivó con un solo libro
sobre esta ciencia milenaria sino que su primer libro tuvo frutos
y dio a luz un segundo libro: "Matemática… ¿estas
ahí? Episodio 2". Y así como la saga de George
Lucas con La Guerra de las Galaxias, ojalá que haya muchos
episodios más sobre esta ciencia traída de la mano
del maestro Adrián Paenza.

Como dije anteriormente, Paenza no es el
único…

Otros profesores como él, trabajan con
ahínco para que las generaciones presentes y futuras les
pierdan el miedo a esta ciencia maravillosa.

Es a todos los profesores de matemáticas y a
todos los que no siéndolo la aman, a quienes está
dedicado esta investigación bibliográfica, la cual
jamás pretendió ser perfecta, sino que quien
escribe quiso simplemente darse el gusto de bucear en la historia
matemática argentina, sabiendo de entrada lo
difícil que es encontrar información de estas
características.

Gracias a todos, y hasta siempre.

Andrea Noemí Lopes,

31 de Marzo de 2007.

BIBLIOGRAFÍA

Biblioteca de Consulta Encarta, 2005.

Dassen, Cornelio. Las matemáticas en la
Argentina. Sociedad Científica Argentina,
1954.

Diario Clarín, 14 de abril de
2002.

Diario Clarín, 19 de junio de
2005.

Diario Clarín, 21 de abril de 2005.

Diario Clarín, 25 de marzo de
2006.

Diario La Nación, 17 de enero de
2007.

Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe. Editorial
Planeta, 2005.

Gutiérrez, Juan María. Origen y
desarrollo de la Enseñanza Pública Superior en
Buenos Aires. Imprenta del
Siglo, 1915.

http://linux0.unsl.edu.ar/~uma/hitos/monteiro.htm

http://www.cnba.uba.ar/historia/percol.php


http://www.fundacionkonex.com.ar/premios/curriculum.asp?ID=1937&ano=1997


http://www.navego.com.ar/biografias/historia_arg/ciencias_exactas_mayo.html


http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/ConociendoNuestraCiencia/evolucion%20del%20pensamiento.html

http://www.patagoniadixit.com.ar/Prologo/1710-1778.htm

http://www.unc.edu.ar/resena.html

Pigna, Felipe; Seoane, María. Revista Caras y
Caretas. Edición
especial sobre "La noche de los bastones largos", Julio de
2006.

Repetto, Celina. Geometría del Espacio. Editorial
Kapelusz, Buenos Aires, 1940.

Repetto, Celina; Linskens, Marcela; Fesquet, Hilda.
Geometría 1. Editorial Kapelusz, 1966.

Revista Newsweek. Edición número 14, 1
de Noviembre de 2006.

Roger Highfield, Paul Carter. Las vidas privadas de
Albert Einstein. Folio, 2003.

Tahan, Malba. Matemática curiosa y divertida.
Pluma y Papel ediciones, Buenos Aires, 2006.

www.ic.fcen.uba.ar

Dedicado
a:

Mis padres:
María Luiza Viegas y Antonio Dos Santos
Lopes.

A mis hermanos:
Víctor y Mario, gracias.

A Lali, mi hermana de la
vida.

A Stella, por estar y ayudarme
en el proyecto.

A mis profesores del Normal Nº
11.

Especialmente a mis
"profesorazas":

Claudia Bogado, nada más
ni nada menos que por haber confiado en mí,

Isabel Dudek, por estar
absolutamente presente siempre,

Marta Martinángelo, por
contestarme cada uno de los

correos y disipar mis
dudas

y a Beatriz Quintian, por su
corazón
de oro y el amor

por esta ciencia, que supo
transmitirme.

Sin usted, este libro no podría
haber sido escrito.

Gracias.

LA AUTORA:

Andrea Noemí Lopes nació en la
Ciudad de Buenos Aires el 7 de mayo de 1973.

Descendiente de inmigrantes portugueses que llegaron a
la capital argentina a mediados del siglo XX, estudió la
secundaria en el Comercial Nº 22 Doctor Gustavo A.
Martínez Zuviría.

Fue preceptora en la EMEM Nº 2 y en la Escuela
Normal Nº 8.

Luego de haber realizado diferentes cursos emparentados
con la educación, decidió estudiar el Profesorado
de Enseñanza Primaria, realizándolo en la Escuela
Normal Superior Nº 11 Doctor Ricardo Levene, del barrio de
Parque Patricios.

Es autora de poesías
teniendo varias publicadas en formato digital.

Para cualquier sugerencia dirigirse a:

Partes: 1, 2
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