- La Historia
- ¡Las drogas,
al servicio de la libertad de los
pueblos!… - ¡Los giros y
las vueltas del destino! - Así se
paga… - Ebrio
sí… gordo, no… - C’est la
vie… - Y beber,
fue… - No olvidemos ese
detalle… - Una adicción
precoz: la adicción pueril a la
lactosa - Otras drogas hacen
lo mismo - Fin de la
lección
(Parte IV Conclusión) Donde se Discuten
los Fariseos Originales en el Uso de las Drogas en
América: Sus Presidentes Electos. Donde se
Discute una Adicción Imprevista: a la
Lactosa… y Donde se Llega a una Conclusión
Final, sin que Nadie Pierda su Libertad, o su
Visa de Entrada…
Dr. Félix E. F. Larocca
Para entender la llamada Guerra Contra
las Drogas que,
como tantas guerras
caprichosas se originaran en los Estados Unidos,
es preciso que se examine la esencia política de la
oficina misma
del Presidente de esa nación
y de muchos quienes la han ocupado — sea por sufragio, sea
por accidente o, peor aún, sea por decisión
controversial de una Suprema Corte de Justicia,
manipuleada, y ajena a los intereses de un pueblo.
G.W.B. Presidente
circunstancial…
Sin dilación o preámbulo, comencemos la
lección de hoy.
Aunque parezca extraño, incontestablemente, los
EE.UU. han sido nación
bebedora, tabaquera, epicúrea, aficionada al vicio y la
prostitución, y consumidora ávida de
las drogas. En ese país se distribuye, se vende y se usa
la mayor cantidad de drogas ilícitas que en el mundo se
producen. Pero, esta nación controversial, es a la vez
eminentemente religiosa y crédula. Ahí es donde
reside la peculiaridad sorprendente y paradójica que la
distingue.
El término que aquí aplica es, que es
nación farisaica.
La Historia
En los años 1630s, América era la mayor
exportadora de la cosecha del tabaco a Europa. Lo que
hiciera a pesar de que muchos de los gobiernos de ese continente
impusieran severas penalidades en la prohibición para su
uso. En Rusia, a los
fumadores les cortaban la nariz y en Turquía se los
condenaba a morir.
Pero, sin resultados… porque todos
fumaban… y fumando, seguirían…
La pasión universal por el tabaco y sus derivados
beneficios financieros fueron las bases económicas para el
desarrollo de
plantaciones de esa hoja en las colonias de Virginia y Maryland.
Las regulaciones dirigidas a los vicios en esos dominios,
encontrarían resistencias
furiosas por los habitantes de las mismas, quienes asimismo
desafiaran la interferencia gubernamental con el uso de sus
drogas habituales.
En 1776, la industria del
tabaco era tan próspera que asistió al financiamiento
de la Revolución. Por esta razón
estratégica, el Comando Británico, ordenó
una acción
de asaltos coordinados, para destruir las reservas de la hoja
curtida y para eliminar sus plantaciones. Pero estos esfuerzos
fueron vanos. Porque el tabaco continuó
cultivándose y vendiéndose como fuera su
patriótico deber.
El General George Washington, uno de los sembradores
más prósperos de esta cosecha en su día,
exhortaba a sus compatriotas de esta manera: "Si no puedes
enviarnos dinero, manda
tabaco…" Fue Washington, quien introdujo el uso de la
nicotina, para combatir el estrés y
la fatiga de batalla en sus milicias.
La marihuana,
virtualmente desconocida como droga
recreativa, también aportó devotamente a la causa
de la libertad, lo que hiciera con el suministro de sus fibras
para la manufactura de
telas, papel y amarras para barcos.
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