Análisis del proceso de informatización de la sociedad cubana hoy
- Impacto de la
informatización en el mundo - La
informatización en Cuba - La
Informatización en Pinar del
Río - Conclusiones
- Bibliografía
La cultura y la
informatización ¿Caminos paralelos?
Introducción
Cuba vive momentos de gigantescas transformaciones, tal
parece que a las entidades de educación, cultura,
sociales, políticas
y de masas le han surgido alas nuevas. Desarrollo,
sobre todo sostenible son palabras de primer orden en cada
rincón de la Isla, que la educación, la
salud sea un bien
común es lo que alienta a que cada día se promuevan
las ideas del maestro de ser cultos para ser libres.
La cultura ha estado dejando
de ser un bien intocable para convertirse en el motor impulsor de
la sociedad, en
la que el hombre y lo
que él crea sea la riqueza inextinguible de su presente y
futuro.
Se llama a una revitalización en nuestro conocimiento
para que este sea revertido, cada día con mayor entrega y
profesionalismo, en los cambios que hoy se efectúan en
todo el mundo – en algunos casos con mayor fuerza que en
otros – en las comunicaciones, la biotecnología, la industria y la
informatización, de forma general, las nuevas
tecnologías.
Cabe destacar que las nuevas tecnologías, o sea,
su desarrollo e impacto no se dieron en una evolución natural o espontánea, sino
que fueron promovidas por gobiernos y grupos
financieros de países industrializados, con la expectativa
de una expansión evidente.
Es así como este inmenso caudal de nuevas formas
y hasta extraños objetos se han estado introduciendo en
los países subdesarrollados, por parte de los
desarrollados, propiciando, en muchos casos, beneficios –
dígase en las redes de comunicación, la automatización – pero también
perjuicios que tocan más a sus creadores, la
humanidad.
La cultura como reflejo de lo que somos y lo que hemos
creado se ha convertido en nuestra principal arma, de ahí
la importancia y esfuerzo que se hace para salvaguardar y hacer
de ella una fuente inagotable de bondades y
expectativas.
Pero cabría hacerse varias preguntas ¿es
la informática y las nuevas tecnologías
punto de mira en nuestros tiempos en Cuba?
¿Llevan la cultura y la informatización caminos
paralelos? Pudiéramos entonces reflexionar en torno a
ello.
Desarrollo.
"Tecnología en
función
de la cultura
y no culto banal a lo
tecnológico"
Elsa Bello
Marqués.
Cuba ha venido experimentando avances en torno a la
preparación, cada ves, más actualizada de su
sociedad, con vista a darle seguimiento al mundo tan cambiante y
dinámico en el que vivimos, en donde la máquina es
eslabón imprescindible, ya no solo para hacer mover una
industria sino también para su utilización en la
educación, la salud, la economía, en fin, en
todo el espacio humano.
Es así como en los últimos tiempos se ha
venido hablando de una "sociedad de la información", la cual se maneja en la
bibliografía como:
sociedad que se configura a partir de la popularización de
la Internet, basada
en la transmisión de conocimientos generalizada. A nuestro
entender, este concepto o
categoría no va a ser más que el conjunto de
individuos que para su desarrollo utilicen, almacenen, y
distribuyan información y conocimiento con la ayuda de
nuevas tecnologías. Es por ello que a continuación
se refleja como ha sido tomado este proceso en el
mundo y en Cuba hoy.
Impacto de la informatización en el
mundo.
En el siglo 300 a.n.e la historia recoge un sistema que
empleaba antorchas sobre torres distantes lo cual
contribuía a la transmisión de las 25 combinaciones
correspondientes a cada una de las letras del alfabeto griego,
pero no es hasta mediados del siglo XIX que se muestran reales
avances tecnológicos en la transmisión de datos con la
invención del telégrafo, el teléfono, la radio y la
creación de un aparato mecánico capaz de efectuar
una cadena de cálculos, esencia del software, creado por el
profesor de
Matemática
de la Universidad de
Cambidge (1833) Charles Babboge.
La actualidad está marcada por la unión
tecnológica, donde se experimenta un empaste entre la
electrónica, la informática, las
telecomunicaciones, entre otros, lo cual tiene su
máxima expresión en el crecimiento acelerado que ha
tomado la Internet. Es aquí donde aparecen conceptos como:
"era de la información", "telemática" o "tecnología
de información".
Estas tecnologías de la información y las
comunicaciones, han sido conceptualizadas como la integración y convergencia de la computación microelectrónica, las
telecomunicaciones y la técnica para el procesamiento de
datos, en donde, sus principales componentes son: el factor
humano, los contenidos de la información, el equipamiento,
la infraestructura material, el software y los mecanismos de
intercambio electrónico de información, los
elementos de política y
regulaciones y los recursos
financieros.
Por ello se hace imprescindible el estudio y dominio de las
tecnologías de la información, en cuanto se tienen
en cuenta las influencias que estas transformaciones le imponen
al ser humano como ente social, pues tiende a modificar no
sólo sus hábitos y patrones de conducta, sino,
también, su forma de pensar. Es de esta forma que se
desarrolla su uso en la industria, en el sector empresarial, en
la salud, la educación, el ocio y en los propios
hogares.
No obstante resulta un tanto contradictorio que en la
actualidad, muchos proveedores de
servicios
satélites
tienen cubiertos sus canales con negocios
lucrativos, sin embargo, ninguno pone tal infraestructura a
disposición de servicios de corte social, pudiendo salvar,
incluso, vidas humanas.
Pudiéramos poner como ejemplo que el alquiler de
un canal completamente vi.- direccional cuesta alrededor de 2000
USD por mes, con ello pudiera aplicársele a comunidades
pobres la telemedicina.
Así podemos decir que las técnicas
de las nuevas tecnologías y la informática han
hecho posible comercializar todo lo que se convierte en lenguaje
digital, muchas veces sin prestar atención a su bien más preciado, el
hombre.
"En este nuevo lenguaje se integran imágenes
multimedias, educación, servicios, transacciones y
asesorías. El estimado de tales operaciones se
calculaba en más de 900 mil millones de dólares
anuales en 1990."
Creemos importante señalar que organismos
internacionales como la UNESCO, la Oficina
Internacional del Trabajo y la
Unión Internacional de Telecomunicaciones, han detectado y
verificado como afectaciones de este auge incontrolado de la
información y las nuevas tecnologías, el aumento
del desempleo, la
reducción de la movilidad social y la pérdida de
valores o
elementos culturales, por lo que se considera un aspecto singular
el referido a la cultura.
Hoy los patrones, normas y actitudes, el
gusto popular y la moda, en
particular la de los jóvenes y adolescentes,
son decididos, en mucho de los casos, por el impacto audiovisual
y los cánones que difunden las imágenes y mensajes
publicitarios de la Internet, cuyo gusto mundial, en el primer
caso, se estimó en 1992 en más de 600 mil millones
de dólares.
Cientos de canales de televisión
son transmitidos por decenas de satélites a millones de
antenas
parabólicas o redes de cables semiclandestinos en buena
parte de América
Latina, durante veinticuatro horas. Se desarrolla en gran
medida, la venta y alquiler
de de videos donde el 90 % de los mensajes se corresponden con la
cultura de consumo, la
superviolencia y la pornografía.
Los datos que se manejan en la Conferencia de la
UNESCO en torno al tema plantea dos referencias esenciales,
según Patrice Flichy: uno el porvenir de las nuevas
tecnologías y dos la divulgación y
canalización de la cultura como objeto de producción mercantil e instrumento de
poder.
Es así como deviene en peligro que afrontan las
culturas, el flujo, cada vez más creciente, de mensajes y
modelos
foráneos, distantes de una verdadera y auténtica
cultura y cerca del diversionismo.
Los estudios, la educación para todos, es otro de
los problemas
actuales y que en alguna medida se relaciona con los
fenómenos antes mencionados. Un informe de la
Conferencia Mundial de la Educación (Bangkok, 1990)
elaborado por la UNESCO, indica que hay más de 965
millones de analfabetos mayores de 15 años y 150 millones
de niños
entre 6 y 11 años que carecen de escuelas, sin contar con
una cifra de más de 200 mil millones de subescolarizados,
ninguno de los cuales tendrá oportunidad en el nuevo mundo
interconectado y automatizado del
presente.2
Por todo lo antes expuesto se genera la siguiente
reflexión y es que la sociedad de la información
debe ser para todos, orientándola hacia el desarrollo
justo, equitativo y sostenible, lo cual obliga a una conciencia
mundial que determine la eliminación de la brecha digital
y lograr el acceso realmente universal, inclusivo, no excluyente,
a las modernas tecnologías de la
info.-comunicación.
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