¿Está preparada la familia del niño y de la niña con diagnóstico de retraso mental para enfrentar el reto educativo?
- Resumen
- Reflexiones
generales - Estrategia
educativa para la preparación de la familia del
niño y la niña con diagnóstico de retraso
mental - Bibliografía
Una propuesta
estratégica
Resumen:
La familia del
niño y de la niña con diagnóstico de retraso mental requieren de
una adecuada preparación para enfrentar el reto educativo
que se impone a partir del nacimiento del hijo(a). Por tal motivo
se propone una estrategia de
preparación como ayuda a esta institución
social.
Introducción:
Los especialistas coinciden en que la evaluación
de la familia con
hijos con algún tipo de necesidad educativa especial debe
realizarse lo más tempranamente posible, con la finalidad
de intervenir en la formación de actitudes
parentales que contribuyan al logro del equilibrio
emocional, después del sufrido por el nacimiento del
niño y de la niña con diagnóstico de RM; por
otra parte, evitar un diagnóstico que encasille desde un
inicio a esa familia.
En este sentido, son muy interesantes las reflexiones de
Castro Alegret, P.L, con las que concordamos plenamente, cuando
expresa que al trabajar con la familia, en la educación
especial se emplean términos tales como
"caracterización", "diagnóstico" y
"evaluación" sin una clara distinción, ni una
suficiente fundamentación científica. Y a
renglón seguido puntualiza:
1- A los efectos del trabajo
pedagógico, se requiere tener un conocimiento
de los alumnos que están en la escuela especial
mediante una rápida identificación de las
características de sus familias. Se presume que
toda característica de la familia o del hogar que pueda
afectar al hijo con necesidades educativas especiales debe
considerarse en su educación
compensatoria.
2- Por otra parte, se necesita un
diagnóstico de los alumnos y, por ende, una
evaluación más profunda de los padres, lo cual se
lleva a cabo con la colaboración de profesionales
especializados que se apoyan en un enfoque teórico del
asunto, emplean ciertos procedimientos
metodológicos de su disciplina
científica, y valoran a los alumnos mediante
clasificaciones sustentadas en dicho
diagnóstico.
3- Continuamente se evalúan
cualidades de los sujetos de nuestra educación y
de sus padres, así como los resultados que alcanzan, las
dificultades que pueden presentar, etc. La
evaluación está presente en el
diagnóstico, pero también se utiliza para la
caracterización.
Sin lugar a dudas, el estudio de los términos
utilizados obliga a separarlos conceptualmente para entender el
por qué de cada uno de ellos. Sin embargo, los mismos se
combinan, se retroalimentan, se condicionan el uno al otro, es
decir tienen un carácter cíclico en la cotidianidad
y en la práctica sistemática. Generalmente, se
parte de un diagnóstico con un carácter tentativo,
presuntivo, que conduce a una evaluación inicial, la cual
después de enriquecida, presupone la actualización
del diagnóstico. En ambos casos, se precisa de la
caracterización sistemática para describir y
sistematizar todo lo que se ha constatado desde diferentes puntos
de vista en la propia cotidianidad mediante la indagación
y la recopilación basadas en el desempeño de la familia en su labor
educativa.
Desarrollo:
Reflexiones generales.
De acuerdo con Castro Alegret, P. L, la
evaluación de los padres o el sistema familiar
es una actividad científica que requiere sistematicidad,
no es algo ocasional, sino todo un plan con
procedimientos, métodos e
instrumentos previamente determinados, es decir, asumidos o
determinados intencionadamente con anticipación.
También se requiere definir con anterioridad la
concepción sobre la familia sustentada por la
evaluación, las muestras de comportamiento
que se tomarán, así como los aspectos de tiempo y
frecuencia, los lugares donde se desenvuelven los integrantes de
la familia y manifiestan los comportamientos
observados.
Es por ello que, de acuerdo con las reflexiones del
mencionado especialista, al comparar la evaluación con el
diagnóstico es fácil deducir que las aspiraciones
de este último van más allá, por cuanto lo
que se desea es comprender a la familia mediante un
sinnúmero de evaluaciones.
Se trata entonces de evaluar y diagnosticar a la familia
del niño y la niña con diagnóstico de RM con
vista a diseñar y establecer una serie de acciones
educativas que faciliten su preparación para la
actuación diaria con su hijo(a), porque como bien expresa
Castro Alegret, P. L, a pesar de que la conceptualización
de la familia y su funcionamiento se han abordado en varias
publicaciones desde los años 90 del pasado siglo,
aún no hay un modelo
teórico sobre el funcionamiento familiar que se aplique en
la práctica del diagnóstico y la atención a la familia en los diversos
espacios profesionales. Sin un modelo aceptado por la generalidad
de los profesionales, se hace difícil avanzar en la
evaluación y el diagnóstico de las familias de los
niños y
las niñas con diagnóstico de RM.
Existen razones suficientes para redimensionar el papel
a desempeñar por esta clase de
familia en el desarrollo de
sus miembros, el
conocimiento de ésta, su evaluación y
diagnóstico.
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