Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La civilización cristiano-occidental en Chile



Partes: 1, 2

    1. ¿Qué
      se entiende por civilización cristiana
      occidental?
    2. Las tres
      entidades de la civilización cristiano
      occidental
    3. Aportes
      y precisiones conceptuales de la civilizacion cristiano
      occidenta en Chile
    4. La
      noción de "lo público" y de "derecho
      público"
    5. Noción
      de igualdad ante la ley
    6. La
      institución de la propiedad privada
    7. Constitución
      cristiana de la familia y su
      protección
    8. El legado
      de la conquista hispánica a nuestra civilización
      cristiana occidental
    9. Conclusión
    10. Bibliografía

     

    I.-
    INTRODUCCIÓN

    Anima Mundi es la más frecuente traducción latina del término griego
    psyjé tou kosmou, cuyo significado es Alma del Mundo
    (Vs. Velásquez Oscar: Anima Mundi. El alma del mundo en
    Platón.
    U. Católica de Chile, Santiago, 1982). El pensamiento
    antiguo quiso significar con ello que el universo
    entero era un ser vivo e inteligente. Entonces, como el hombre
    posee un alma que anima el cuerpo, así el mundo, se
    pensaba, estaba animado por un alma. La ordenada estructura del
    universo, no
    libre de crisis como
    veremos más adelante, con sus movimientos circulares de
    planetas y
    astros, evidenciaba la presencia inmanente de una divina realidad
    habitando en él: era el anima mundi.

    Los griegos, amantes de las formas geométricas,
    se sintieron atraídos por la idea de un cosmos que
    evidenciara, justamente, estas dos significaciones primarias de:
    "buen orden" y "ornamento". El tiempo de la
    divinidad y hechura suya, el mundo debía ser una entidad
    inteligente, poblada de inteligencias celestes establecidas en
    los astros, y habitada en sus partes centrales e íntimas
    por la raza humana y mortal. Indicios de esta concepción
    del mundo parecen evidenciarse en ciertos filósofos anteriores a Sócrates.
    Platón,
    sin embargo, realiza la síntesis
    decisiva del concepto para el
    mundo occidental.

    Anima Mundi. Así comienzo este ensayo, en la
    certeza de que esta noción resulta tan significativa como
    determinante en lo que entenderemos como "Civilización
    Cristiano Occidental
    ", que resulta para nosotros, ahora, el
    Alma del Mundo, nuestro mundo; el privado y el público,
    nociones que podemos precisar mas adelante, habida
    consideración de enfrentarnos a ideas no siempre bien
    claras a estas alturas de nuestra pretendida
    civilización.

    Determinar los elementos de lo que venimos denominando
    "nuestra civilización cristiano occidental", es un
    tema magno que por sus implicancias y proyecciones, parece
    temerario pretender siquiera agotar en el breve espacio de este
    trabajo. Ante
    tal magnitud he optado por contraerme en los más
    importantes aspectos de lo que entendemos –o debemos
    asumir– como las bases de esta civilización. Tales
    consideraciones las he elegido porque, fuera de su importancia
    intrínseca, en virtud de ellas nos será posible
    explorar varios otros aspectos relevantes de "lo cristiano
    occidental
    ".

    Debo advertir que este ensayo fue escrito para alumnos
    universitarios (lo que explica la metodología de citar autores y obras
    aludidas de inmediato o dejarlas al final del texto cuando
    la oportunidad así lo aconseja) y estudiosos del tema que
    nos motiva hoy y que proviene de quien ha dedicado algún
    tiempo largo al estudio de la historia y del derecho, de
    manera que será precisamente esta perspectiva la que
    inspira las siguientes líneas. La historia tiene la
    insustituible función de
    hacernos comprender mejor la realidad pasada, presente y
    proyectar (o inferir, como se dice modernamente), de
    algún modo, el futuro. Nos proporciona, además,
    elementos para la crítica.

    Además, nos da pautas para su reforma, señales
    no siempre oídas por quienes tienen a su cargo,
    precisamente, la historia. Resulta más discutible, porque
    aunque es falso que la historia no se devuelva hacia lo bueno y
    lo malo del pasado –desgraciadamente, por regla general,
    más hacia lo malo-, no siempre los retornos dependen de
    nosotros. En todo caso, queda ahí la experiencia
    histórica, siempre insinuante -mi deseo es precisamente
    insinuar, no aleccionar-, siempre fértil, siempre
    productiva. Advirtiendo, además, que la suerte en la
    historia no existe, lo que realmente ocurre es que desconocemos
    las causas.

    Por otra parte, decía que la mirada de estas
    notas es también desde el derecho -y cómo evitarlo
    si el derecho es la esencia de la vida humana –resulta
    vinculante, unificador y obligatorio. Es el derecho lo que
    contiene la justicia
    -acaso la historia del ser humano es la lucha por lograr, sino
    únicamente esa justicia para sí mismo, para los
    demás. Es el derecho lo que hace posible la paz, y a
    contrario sensu, la violencia, en
    cualquiera de sus formas, comporta, siempre, en un sentido u
    otro, injusticia. De ahí, por ejemplo, la exigencia de
    luchar por la justicia y el derecho que el Magisterio Social de
    la Iglesia
    Católica viene enunciando especialmente (no sólo)
    desde la Encíclica Rerum Novarum (1891) del papa
    León XIII.

    En suma, la historia nos dice cómo debemos hacer
    las cosas y el derecho nos insinúa qué debemos
    hacer con aquellas cosas; las públicas y las privadas,
    como estudiaremos más adelante, como aporte a nuestra
    civilización cristiano occidental.

    La historia nos enseña que no debemos cometer
    errores y como Clío no siempre es oída, el derecho
    nos señala la forma de enmendar los equívocos
    cometidos.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter