- Hombres y
mujeres - Desarrollo
sexual - Sexualidad y
amor - La
primera vez - Respuesta
sexual humana - Relaciones
sexuales - Contracepción
- Conclusiones
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La sexualidad es
una función
humana compleja y difícil de definir. Se puede manifestar
de muchas formas en las personas y evoluciona a lo largo de la
vida. En la actualidad, se considera que la sexualidad no es solo
una función para la reproducción (para tener hijos), si no
también un juego, un
intercambio, una comunicación. Estos elementos contribuyen a
una vida sexual serena, sin conflictos.
Finalmente, la vida sexual adulta también esta influida
por la
educación recibida y por las experiencias que se a
tenido desde pequeño y durante las adolescencia.
Son muy importantes las experiencias positivas que
acompañan al crecimiento: Los cuidados y la
satisfacción de las necesidades primarias (como el hambre
y el sueño), el contacto corporal (los mismos) y la
relación cariñosa con los padres y la
aceptación del propio cuerpo. En algún momento
entre los 10 y 13 años, los cuerpos los niños
empiezan a cambiar y se convierten en adultos. Todos los
niños y los jóvenes sienten curiosidad y se hacen
muchas preguntas sobre el sexo. El
bienestar y la salud sexual requieren
respuestas y, sobre todo, información.
La sexualidad nace con el ser humano y
le acompaña durante toda su vida. Empieza con el comportamiento
natural e instintivo del bebé que se toca los genitales y
continúa con el exploratorio juego de médicos y
enfermeras de los niños.
Pero es en la pubertad
cuando se despierta activamente la sexualidad para recorrer un
camino de aprendizaje y
experimentación llamado adolescencia, que
desembocará en la madurez sexual. Partiendo de la
pubertad, este libro se
divide en tres partes, según las distintas etapas del
crecimiento: de once a catorce años; de quince a
diecisiete años ya partir de los dieciocho
años. La Guía sexual para
adolescentes
es pensado para los jóvenes, pero que también puede
convertirse en una herramienta muy útil para profesores y
para los padres, lógicamente preocupados por saber lo que
piensan, necesitan y quieren sus hijos acerca de la sexualidad.
Si a alguien puede ayudarle, consideramos que ha valido la pena
escribirlo.
CAPÍTULO I
HOMBRES Y MUJERES
En la especie humana, igual que en las demás
especies animales, los
individuos se dividen en macho y hembras por las formas que
tienen sus órganos genitales.
La diferencia sexual permite establecer si se pertenece
al sexo masculino o femenino, sin embrago, en los seres humanos
la pertenecía a uno u otro sexo no esta definida solo por
las diferencias físicas, sino que también es el
resultado de la ecuación, las costumbres y las normas que se
originan en la cultura de la
sociedad.
Después de nacer, el ambiente
social propone, comportamientos y actitudes
consideradas idóneas para cada sexo y lleva a la adopción
de un rol sexual, masculino o femenino.
El primer lugar estos roles sexuales toman forma y se
transmiten en la familia.
Incluso antes de nacer, durante el embarazo, los
padres pueden conocer el sexo de su hijo (gracias a la
ecografía) y preparar su habitación y su ropa,
escogiendo los elementos que se adaptan mejor a un niño o
una niña, A niños y niñas se les invita poco
a poco comportarse. En casa y en la escuela, del modo
que se considera adecuado a un sexo o a otro, por ejemplo, en la
forma de vestir o en los juguetes. Las
diferencias en las costumbres y en los modos de comportarse se
diferencian cada vez más a medida que el niño o la
niña crecen.
Persona y sociedad
No obstante, los roles sexuales que establece cada
sociedad deben asumirse con condiciones. Cada persona tiene su
propia sensibilidad y una tendencia natural a preferir ciertas
actitudes y comportamientos. Por otro lado, las diferencian entre
los individuos son las que permiten la renovación y la
transformación de normas sociales que habían
permanecido inmutable durante mucho tiempo.
De hecho, en el seno de una misma sociedad los roles
sexuales pueden cambiar con el paso del tiempo. La imagen y la
condición de la mujer, por
ejemplo, han cambiado a lo largo de la historia. Hasta pocos
años, la niña era educada para su futuro papel de
esposa y madre: aprendía a cocinar y a realizar las tareas
domesticas, era poso frecuente que una chica estudiase, hiciera
una carrera universitaria o ejerciera una profesión. En la
actualidad, las cosas han cambiado en alguna medida, aunque no
totalmente, ni en todas partes por igual.
Muchos esquemas de comportamiento han variado
profundamente. Dos ejemplos claros son el ideal de la belleza y
la forma de vestir: cada uno viste como quiere, sin
ceñirse a las reglas rígidas y la delgadez es hoy
en día muy apreciada. También el en ámbito
de los sentimientos y las emociones han
cambiado muchas cosas, Las relaciones entre personas de la misma
edad son mas abiertas, u la amistad entre
jóvenes de ambos sexos se considera necesaria para un
crecimiento equilibrado.
Diferencia o desigualdad
Hace poco tiempo que las mujeres han conquistado, aunque
solo en parte todavía, la libertad,
expresada como la autonomía para moverse, vestirse, votar,
relacionarse o incluso decidir sobre sus proyectos en la
vida, incluyendo en su vida sexual.
Hay que hablar de diferencia y no de desigualdad entre
ambos sexos. La sociedad debe moverse hacia la paridad en las
tareas de hombres y mujeres y hacia la igualdad de
sus cualidades.
Esta progresiva igualdad en los derechos de ambos sexos debe
establecerse tanto en el terreno laboral como
social, político y familiar.
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