Las concursantes de belleza y sus peligros (página 2)

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Como todo lo que produce ganancias y dinero, los
concursos se han industrializado, abarcando todas las
categorías y las edades posibles para las
concursantes.

Muchos especialistas en los problemas del
sexo femenino,
nos advierten que los requerimientos estrictos que se requieren
de las concursantes, califica a un buen número a ser
candidatas para la anorexia, la
bulimia, o
ambas.

Las reglas y la rutina se asemejan a los concursos de
animales, lo
que disminuye la autoestima.

Acerca de la nutrición de estas
mujeres, muchos estudios se han llevado a cabo. Uno de ellos,
coloca a la mayoría de las concursantes por debajo de un
índice de masa corporal (IMC) de 18, los que las ubica por
debajo de lo que sugiere la
Organización Mundial de la Salud — entre 20 y 25 para
lo normal.

La delgadez extrema tiene desventajas y peligros de
salud reconocidos y serios para la mujer,
especialmente, para la mujer antes de la
pubertad y
para la mujer adulta, de edad joven.

La muerte entre
las anoréxicas es 12 veces más temprana que las de
las mujeres que no sufren de esta condición.

El 14 de noviembre del 2006, Ana Carolina Reston pesaba
88 libras cuando muriera en São Paolo. Antes de que esta
mujer sucumbiera a la restricción alimentaria, Luisel
Ramos de Uruguay se
desplomó durante un desfile de moda en Madrid,
muriendo de insuficiencia cardiaca.

Este evento causó que el gobierno español
iniciara la aplicación de medidas estrictas para limitar
el peso excesivamente bajos en las modelos.

Ana Carolina Reston

Pero, todo empieza temprano en la vida de muchas
niñas. De entre todas el caso más triste,
quizás, es el de JonBénet Patricia Ramsey
1990-1996). Modelo,
concursante de belleza, víctima del deseo vicario de ser
luminaria en el campo donde su madre se distinguiera. Su muerte
violenta, aun permanece un misterio, aunque teorías
abundan.

La industria se
defiende. Los aparatos de relaciones
públicas de las empresas de
concursos de belleza tratan de confundirnos, proponiendo que,
debido a la epidemia de obesidad que a
todos nos aflige, que sus concursantes son modelos de salud. Lo
que no es así.

Por ejemplo, la ganadora del concurso de Miss América
2001, Ángela Pérez Baraquio, redujo su figura de un
número 7 a un número 2, sólo cuatro meses
antes del evento. Lo que presenta una cuestión acerca de
la anorexia.

De acuerdo al National Center for Health
Statistics, la concursante promedio de Miss América ha
sido 5’ 7", 121 libras (IMC de 19.0); mientras que la mujer
average norteamericana mide 5" 4", pesando 142 libras (IMC
24.4).

La paradoja siendo la siguiente: la mujer americana no
es lo suficientemente delgada para ser bella, ni lo
suficientemente proporcionada para ser saludable.

Las mujeres que compiten en deportes de movimientos
rápidos, como el voleibol o el
basketball
mantienen un peso adecuado de acuerdo a su IMC.