1.
Introducción
2. Objetivos del
estudio
3. I Las franquicias como estrategia
comercial en el marco de la
globalización
4.
Terminología relacionada con las
Franquicias
6. La
Fanquicia
7. Ventajas y Desventajas de
las Franquicias
8.
Globalización
9.
II Las franquicias como estrategia de intercambio comercial entre
los paises
10.
Conclusiones
11.
Bibliografías
1. Introducción
¿Qué tienen en común las joyas de
una Miss Universo, un roll
de canela, el sistema de
gerencia de un
pre-escolar, una "cajita feliz" y un servicio
expreso de mensajería? A primera vista pareciera que nada,
pero en verdad todos representan ejemplos de la gran variedad de
bienes y
servicios que
se están comercializando en Venezuela a
través del sistema de
franquicias.
Cada vez son más los parecidos existentes entre
un centro comercial localizado en Caracas y otro ubicado en
Holanda o Miami. A nadie le sorprendería encontrar en
cualquiera de los dos, los mismos nombres comerciales, las mismas
marcas, el
mismo ambiente y los
mismos empaques, sabores y procedimientos.
La homogeneidad y la tranquilidad van de la mano, se mueven por
el mundo, produciendo familiaridad y confianza en el visitante y
ahorrándole, al mismo tiempo, la
incertidumbre de lo desconocido.
Los aspectos antes mencionados, se deben, en gran parte,
a la
globalización. Esta ha marcado una nueva etapa en la
economía
mundial caracterizada por un fuerte intercambio entre las
naciones, sin importar razas, regímenes políticos o
religiosos. Vivo ejemplo de esto son las franquicias. Las
franquicias han logrado cruzar las más fuertes barreras y
esto gracias a que esta modalidad de negocios
representa ganancias de todo tipo y una buena fuente de empleo en las
naciones en las que se introducen.
El propósito de este trabajo es describir la
evolución de las franquicias como estrategia
comercial en el marco de la globalización. Para esto se hará uso
de la investigación
documental. Se recogerán datos al respecto
y se realizara un análisis exhaustivo del tema.
La estructura del
trabajo comprenderá un primer capítulo en el cual
se expone el origen histórico de las franquicias, su
concepto,
clasificación, ventajas y desventajas. De igual forma,
este Capítulo explicará todo lo referente a
la
Globalización y su vinculación con el
intercambio comercial entre los países.
El segundo Capítulo analiza como las franquicias
contribuyen al fenómeno de la globalización, por qué se han
convertido en una forma eficiente de intercambio comercial entre
países y la razón del éxito que han tenido
en Venzuela.
Por ultimo se presenta la Bibliografía
consultada.
2. Objetivos del
estudio
Objetivo General
Analizar el funcionamiento de las franquicias como
estrategia de intercambio comercial entre los
países.
Objetivos Específicos
1. Describir la evolución de las franquicias como
estrategia en el marco de la globalización.
2. Describir la Evolución de las Franquicias en
Venezuela
3. I Las
franquicias como estrategia comercial en el marco de la
globalización
4. Terminología relacionada con las
Franquicias
Para entender mejor el sistema de franquicias es
necesario tener claros una serie de conceptos como
son:
Franquicia
Formato de negocios
dirigido a la comercialización de bienes y
servicios, en
la cual una persona -natural
o jurídica- concede a otra por un tiempo
determinado el derecho de usar una marca o nombre
comercial. Este proceso
también incluye la transmisión de los conocimientos
técnicos necesarios que permitan comercializar, de forma
uniforme, determinados bienes y servicios con métodos
comerciales y administrativos probados en diferentes mercados.
Franquiciante o Franquiciador
Es el titular de una marca o propiedad
industrial, así como del conocimiento
particular ("know how") que tiene que ver con la
fabricación, distribución, comercialización y prestación de
ciertos servicios y productos.
Franquiciado
Persona a la cual le es concedido por un tiempo
determinado el uso de una marca comercial debidamente registrada,
así como del "know how" para comercializar determinados
bienes y servicios.
Fee inicial o "Franchasing Fee"
Es el costo que un
franquiciado cancela al franquiciante por utilizar una marca
debidamente registrada. No incluye ni el costo del local
ni de los equipos o mobiliario de trabajo.
Royalties o regalías
Tasa que debe pagar mensual o anualmente el franquiciado
por el uso de la marca que le fue otorgada. Generalmente
representa un porcentaje que se calcula en base al total de
ingresos por
local franquiciado depende de la política de la empresa, puede
ser entre el 1 y 20%, algunas marcas lo
exoneran.
Fondo de publicidad
Tasa mensual que cobran algunas franquicias para
destinarlo a un fondo único de mercadeo y
promoción de la marca y sus productos. Se
reparte entre todos los franquiciados. Usualmente es menos del 3%
de las ventas.
Franquicia "chatarra"
Es aquella franquicia que
entra en un mercado sin
poseer los conocimientos técnicos ni el apoyo suficiente
para garantizar el éxito de sus franquiciados, los cuales,
en la mayoría de los casos, terminan perdiendo su inversión.
5. Origen
Histórico de las Franquicias
Si se considera a la franquicia
como una relación comercial básica o elemental en
la que simplemente se otorga un privilegio especial a un
individuo o grupo para la
explotación de un nombre o insignia, se encontraría
su origen más remoto en épocas medievales en las
que la Iglesia
Católica otorgaba "franquicias" a oficiales que
fungían como recolectores de impuestos, los
cuales se quedaban con un porcentaje de los mismos y entregaban
el resto al Papa. De igual forma Castellanos (2000) hace
referencia a que en el siglo XVIII los nobles ingleses otorgaban
franquicias similares a cambio de
pagos o responsabilidades específicas.
Ya en épocas más recientes las
franquicias, como hoy se conocen, tuvieron sus orígenes a
mediados del siglo pasado, cuando algunas empresas
norteamericanas agobiadas por los altos costos laborales,
decidieron implementar este sistema de concesión,
sustituyendo la tradicional remuneración salarial a sus
vendedores, por el cobro de un porcentaje sobre el volumen de
ventas que
ellos hiciesen de los productos, bajo los signos distintivos de
la empresa y en
condiciones de exclusividad en zonas prefijadas de común
acuerdo entre éstos y aquellas de acuerdo con Luque
(2000). Ello le permitió a los primeros franquiciados,
abrir establecimientos de comercio con
niveles de riesgo menores a
los que tendrían de organizar sus propios negocios, al
contar con el prestigio y el
conocimiento probado de las compañías
franquiciantes según comentarios de Rey (2000). Para
éstas últimas, el mecanismo permitió la
ampliación de la clientela, del darse a conocer, y por
supuesto, la obtención de regalías con
ocasión de la labor desplegada por los
franquiciados.
El ejemplo más resaltante de esta época se
puede ver en la compañía I.M. Singer and Co., la
cual se enfrentó a un problema serio en la distribución de sus famosas máquinas
de coser. Su dilema consistía en cómo distribuir el
producto a
nivel nacional, con reservas bajas de efectivo y en una
época en que sus ventas todavía no eran buenas,
dado el innovador producto. En
1851, uno de sus representantes de ventas ubicado en Dayton,
Ohio, que operaba bajo comisión logro vender su cuota de
dos máquinas y además, generar una lista de
personas interesadas en conocer el funcionamiento de las mismas.
La compañía al pasar por problemas
serios de flujo, no tenía capital,
motivo por el cual cambió su estructura
básica de funcionamiento. A partir de ese momento
empezó a cobrarle a sus vendedores en vez de pagarles,
estableciendo el primer esquema de concesionarios en Estados Unidos.
Por medio de este sistema los concesionarios acordaron pagarle a
Singer una cuota por el derecho de vender sus máquinas en
territorio específico de acuerdo a Héctor
Gamnondo.
Ahora bien, las franquicias dejaron de ser experimentos
exitosos para convertirse en una necesidad de los comerciantes,
al término de la Primera Guerra
Mundial. En países como Estados Unidos
creció alarmantemente la demanda de
bienes y servicios, especialmente por el incremento en la
población norteamericana. De esta manera,
las empresas que
querían ampliar sus mercados
empezaron a otorgar franquicias a lo largo del territorio,
pudiendo para ello contar con el concurso de un sinnúmero
de comerciantes con poca experiencia empresarial. Con el paso del
tiempo, fueron consolidándose las empresas ya existentes y
creándose otras empleando este valiosísimo
instrumento negocial.
El espíritu optimista del momento crearon un
sistema de consumimos que dio pié a la compra generalizada
de todo tipo de bienes, entre las que figuró los
automóviles. Al incrementar el número de autos, se hizo
evidente la necesidad de una mejor infraestructura de carreteras,
estacionamientos, esto impulsó la creación de
centros comerciales, esto generó una férrea
competencia
con las tiendas, hoteles
restaurantes y negocios tradicionales o familiares ubicados en
los centros de las poblaciones y ciudades.
En ese momento se presentaron las franquicias como el
medio ideal para distribuir cientos de nuevos productos que
satisfacían las nuevas condiciones de negocios, así
como la voraz demanda de los
consumidores norteamericanos, en este sistema, además
resolvían los problemas de
falta de capital en las
empresas, de controles administrativos y de control de
calidad de sus productos y servicios, asegurándose
así que todo se producía de acuerdo a sus
requerimientos de acuerdo a José Luis Fernández
(2000).
El boom fue tal, que de ser un sistema materialmente
desconocido, años más tarde cientos de innovadores
empresarios encontraron en la franquicia el sistema ideal para
ampliar sus negocios.
La realidad es que las franquicias no surgieron como
consecuencia del ingenio de una invención o como el
resultado de una tormenta de ideas, sino por necesidad de
resolver el problema que representaba la eficiente
distribución de un producto o servicio. Sin
embargo, los tiempos han cambiado la fisonomía del
franquiciante. De hecho, no solo la fisonomía sino su
razón de ser.
En un principio empresas como Singer, General Motors y
Standard Oil, que se constituyeron en los primeros casos de la
franquicia en Estados Unidos, lo hicieron para lograr un objetivo:
distribuir máquinas de coser, automóviles o
gasolina y lubricantes. Hoy en día se puede observar
que la franquicia ha pasado a ser un fin en sí mismo. Si
se toman algunas de las franquicias como Blockbuster (renta de
videos), Subway (sandwiches), se encuentra que ninguno de estos
casos fueron concebidos como un sistema de distribución de
productos y servicios, sino más bien la venta de
franquicias.
La franquicia, como ya se ha expuesto anteriormente, es
un sistema o método de
negocios en donde una de las partes denominada franquiciante, le
otorga a la otra, denominada franquiciatario, la licencia para el
uso de su marca y/o nombre comercial, así como sus
conocimientos y experiencias (know-how), para la efectiva y
consistente operación de un negocio.
En la franquicia, se encuentra que la licencia o
concesión para el uso y explotación de un nombre
comercial y/o marca no es más que uno de los objetos del
acuerdo. En efecto, Beneyto (2000) dice lo siguiente, en la
franquicia, además de otorgarle la licencia para el uso y
explotación no exclusiva de su marca o nombre comercial,
el franquiciante le trasmite al franquiciatario una gama de
conocimientos y experiencias que le permiten a este último
llevar a cabo la operación eficaz del negocio del
franquiciado.
Durante los últimos años, en países
como Venezuela o
México se
ha pretendido erróneamente adaptar sistemas y
contratos de
franquicia a partir de esquemas tradicionales de licencias o
marcas. Por ser la licencia o concesión de marcas o
nombres comerciales utilizado con frecuencia, principalmente en
las áreas de servicio y, especialmente, en el
ámbito de restaurantes, ha sido común observar que
el desarrollo de
nuevas franquicias se ha llevado a cabo alrededor de la marca y
no, conjuntamente, de la marca y la tecnología.
Los empresarios otorgan una franquicia de sus marcas o
nombre comercial como elemento distintivo de todo un sistema que
puede comprender, pero no limitarse, a las experiencias,
conocimientos, fórmulas, recetas, controles
administrativos, patentes, técnicas, y alineamiento
operativos del franquiciante.
La marca es tan solo uno de los elementos que
harán, o no, exitoso el negocio otorgado. La tecnología en su
conjunto y la forma en que el franquiciante es capaz de
transmitírsela a sus franquiciatarios constituye, el
elemento más importante para el éxito del
negocio.
Confundir a la licencia de marcas con la franquicia
seria como sustraer a esta última los conocimientos y el
know-how que son indispensables para la operación de un
negocio.
En base a los distintos grados de funcionamiento y
complejidad que presentan las franquicias se ha realizado la
siguiente clasificación:
Franquicia de producción
Es aquella donde el franquiciador, además de ser
el titular de la marca, fabrica los productos que comercializa en
sus establecimientos franquiciados.
Franquicia de distribución
El franquiciador actúa como intermediario en las
compras,
selecciona productos que son fabricados por otras empresas y los
distribuye a través de sus puntos de venta
franquiciados en condiciones ventajosas.
Franquicia de servicios
Es la explotación de un determinado servicio cuya
fórmula original es propiedad del
franquiciador, quien la transmite a sus franquiciados. Este tipo
de franquicias es la que tiene mayor auge en la
actualidad.
Franquicia industrial
El franquiciador -quien debe ser titular de la propiedad
industrial- cede a sus franquiciados la tecnología y
materias primas necesarias para manufacturar un determinado
producto y posteriormente venderlo en el mercado.
Franquicia máster
Es el resultado de exportar una franquicia de su
país de origen a otro a través de la presencia de
un máster franquiciado, a quien el franquiciador
dueño de la marca vende los derechos de sus franquicias
para que los desarrolle en el país destino. El
máster franquiciado es responsable del desarrollo de
la marca, de seleccionar a los franquiciados y adaptar el
concepto a las
características específicas de su
mercado.
Franquicia córner
Es aquella que se desarrolla dentro de otro
establecimiento comercial, con un espacio franquiciado donde se
venden los productos y/o se prestan los servicios del
franquiciador de acuerdo con sus especificaciones.
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