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Algunas preguntas acerca del Quijote




Enviado por gisu



Partes: 1, 2


    1.
    Propósito de Cervantes en el prólogo de la primera
    parte y modo en que se manifiesta en el texto.

    2. Objetivos de Don Quijote en Primera y
    Segunda Parte.

    3. Diferencias entre la Primera y la
    Segunda Salida de la Primera Parte.

    4. Tres razones para demostrar la unidad
    narrativa de la Primera Salida con la Primera
    Parte.

    5. Evolución de Don Quijote a
    través de los capítulos: VIII (1ª parte), XLV
    (1ª parte), XXVI (2ª parte), LXXIV (2ª
    parte).

    6. Evolución de
    Sancho Panza a través de los capítulos: VIII
    (1ª parte), XXXI (1ª parte), XLV (1ª parte) y los
    capítulos en los que asume como gobernador en la
    Ínsula Barataria.

    7. Problema de la
    "metaliteratura": definir los distintos planos de ficción
    que se observan en las dos partes del texto, a través de
    los capítulos IX (1ª parte), III (2ª parte) y
    LXXII (2ª parte).

    8. Discurso de la "Edad de
    Oro" y su relación con Don Quijote como obra
    barroca
    .
    9. Concepción
    filosófica de la realidad que puede inferirse a
    través del texto

    10. Opinión personal
    sobre el texto.

    1. Propósito de
    Cervantes en el prólogo de la primera parte y modo en que
    se manifiesta en el texto.

    – Deshacer la autoridad de
    los libros de
    caballería. Este es el principal propósito de
    Cervantes al escribir el prólogo y el Quijote mismo.
    Cervantes realmente parece detestar los libros de
    caballería, tan de moda por lo
    visto en la época, y por ello, para combatir la figura del
    héroe, tan ideal, que estos muestran, nos presenta al
    antihéroe, y utilizando como arma la parodia, libra un
    combate en el que, para mí, sale victorioso.

    En el prólogo en particular, esto se manifiesta a
    través de diversos comentarios del prologuista:

    – "Desocupado lector"… Se burla de los lectores de
    libros de caballería: para leerlos debes de estar
    realmente desocupado, "al divino botón"… Por así
    decirlo, no se justifica el leerlos… a menos que realmente no
    tengas nada mejor que hacer.

    – "El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los
    campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la
    quietud del espíritu son grande parte para que las musas
    más estériles se muestren fecundas y ofrezcan
    partos al mundo que le llenen de maravilla y de contento"…
    Claramente aparece aquí la estética renacentista;
    Cervantes plantea ese ambiente que
    parece ser muy preciado para él, y dice que es tan
    satisfactorio que hasta las musas más estériles
    (los autores de los libros de caballería), pueden escribir
    cosas que asombren (a las que no por nada llama
    partos).

    – Asimismo, a través de la ironía los
    alaba para en verdad ridiculizarlos. Él, que ha intentado
    copiarlos, y como no le da el genio, no puede crear un personaje
    bello, sino que lo inventa "feo y sin gracia alguna"… pero le
    pide al lector que lo acepte, aunque le remarca el derecho a
    tomar él mismo esa decisión. Esta cuestión
    de aceptación del personaje solía plantearse en los
    prólogos de los libros, por lo cual se podría decir
    que el hecho de que Cervantes la repita es también parte
    de la ironía.

    – Como volviendo a eso último, el autor menciona
    lo pobre de su obra, que no posee la erudición de otras
    (de las que él se burla), que citan "sentencias de
    Aristóteles, de Platón y
    de toda la caterva de filósofos , que admiran a los leyentes, y
    tienen a sus autores por hombres leídos, eruditos y
    elocuentes"… Podemos también resaltar que con esto
    último realmente se ría de los escritores de
    caballería, que citan, "para mandarse la parte"…
    Él en eso, según dice, va a innovar, pero de puro
    perezoso… No pondrá ni un parva de citas que vayan de la
    A a la Z, ni sonetos de gente importante a modo de
    introducción (se conforma con los de gente común,
    que según él son mejores) a causa de su
    "insuficiencia y pocas letras".

    – A través de su amigo (o alter ego), dice que
    para escribir como escriben esos portentosos autores (los de
    caballería) no se necesita demasiado: él conoce los
    trucos. También dice que lo ayudará al autor a
    volver al libro un
    "espejo de toda la caballería andante"; lo cual es muy
    irónico, porque podría decirse que es un espejo
    deforme, de feria, que enfrentará en la novela
    héroe – antihéroe, aventuras victoriosas
    – imaginarias situaciones que dan lástima, etc. La
    función de "espejo de feria de los libros de
    caballería", resume la estrategia de
    Cervantes en la obra en muy pocas palabras.

    – La sarta de artilugios para la escritura que
    proporciona el amigo: "Lo primero en que reparáis (…) a
    dar de improviso autoridad al libro…". Esta extensiva
    explicación del método es
    una completa y fortísima ironía en la que Cervantes
    pone de manifiesto la ridiculez de muchas de estas
    "demostraciones de erudición", como él las
    llama.

    – "…si bien caigo en la cuenta, este vuestro libro no
    tiene necesidad de ninguna cosa de aquellas que vos decís
    que le faltan, porque todo él es una invectiva contra los
    libros de caballerías, de quien nunca se acordó
    Aristóteles, ni dijo nada san Basilio, ni alcanzó
    Cicerón (…). Y pues esta vuestra escritura no mira
    más que a deshacer y cabida que en el mundo y en el vulgo
    tienen los libros de caballerías, no hay para que
    andéis mendigando sentencias de filósofos (…)
    sino procurar que a la llana (…) salga vuestra oración
    (…) pintando (…) vuestra intención…". No hay
    necesidad de explicar estas palabras del amigo, Cervantes
    sólo se dispone a desacreditar a esas noveluchas que tanta
    difusión tienen. Además, su amigo agrega que
    él deberá innovar, asombrar, y no ofrecer
    más de lo mismo…

    Si consideramos a los Elogios parte del texto,
    también podríamos decir que, como son puro invento
    de Cervantes, juegan un papel muy
    destacado en la parodia.

    Podría decirse que Cervantes, para justificar lo
    que hará, para justificar su innovación, nombra todo lo NO va a hacer
    (los recursos que no
    utilizará, los personajes de los que no dispone,
    etc.).

    – Introducción al mundo de realidad –
    ficción que significará la novela completa.
    El prólogo de la Primera Parte del Quijote forma ya parte
    de la novela misma, es ficción. Por estar en partes a
    manera de diálogo, permite al lector una visión
    cercana de los hechos, como si estuviese sentado con alguien que
    le cuenta algo. Así, la realidad literaria parece empezar
    a formarse en realidad propia.

    También, podría decirse que Cervantes, en
    este apasionante juego realidad
    – ficción, marca con el
    prólogo una introducción a la confusión. O
    sea, la realidad que debería ser un prólogo (que
    usualmente firma el autor del libro), es una ficción
    – forma parte de la novela misma -; pero intenta
    engañarnos de que es realidad, y para ello nos presenta al
    autor, que habla, que deja en claro los problemas de
    los escritores cuando necesitan alguna ayuda para expresarse
    (recordar que el que escribe el prólogo aparece en
    compañía de un amigo que le auxilia en su labor de
    encabezar la obra, al darle algunos consejos sobre la redacción).

    Construcción de una innovadora obra de
    arte. Como
    antes dije, crear algo que innove, pero que no surja por una
    cuestión de mercado (la gente
    lo pide, se lo vendo), sino por el simple hecho de que él
    quiere crearlo para sí mismo (por así decirlo:
    está en la cárcel, es muy buena
    distracción). Se arriesga entonces, es claro, a que la
    sociedad no lo
    acepte, lo vea como un "hijo feo".

    – Reconocimiento de quien escribe el prólogo de
    su tarea de narrador. La frase "aunque parezco padre, soy
    padrastro de Don Quijote" (I,
    Prólogo), es muy clara: no pertenece propiamente a
    Cervantes, autor real, sino al narrador, editor, prologuista y
    segundo autor del Quijote; y es de verdad padrastro y no padre,
    porque actúa como compilador y editor de las diferentes
    versiones, crónicas, textos y manuscritos que ha podido
    encontrar sobre la historia de Don Quijote.
    Podemos decir que de todos los niveles de realidad en los que
    Cervantes se maneja, él es pues el mayor y más
    decisivo de los intermediarios, pues su versión es la
    única que conocemos, la única con la que contamos y
    disponemos, y la única que unifica todas las historias
    anteriores (lo cual quiere decir que él puede haberlas
    modificado como creyese conveniente).

    Sin embargo, pasa muchas veces que Cervantes se mete en
    su propio discurso, y se
    presenta como cree que mejor sea, como si él fuese
    personaje de su historia (esto refuerza lo antes dicho de la
    confusión entre realidad y ficción y además,
    el sentido de ironía que tiene toda la novela).

    – Alejamiento de Cervantes de la responsabilidad de la historia. Cervantes se
    distancia, a través del uso de los autores ficticios, de
    la narración y de su responsabilidad de autor
    (real).

    2. Objetivos de
    Don Quijote en Primera y Segunda Parte.

    – En la Primera Parte de la novela, Don Quijote tiene
    dos objetivos que lo mueven en sus aventuras:

    – Uno de esos objetivos satisface un ideal ético,
    que es el que él deja de manifiesto al comienzo del
    Capítulo II: "…no quiso aguardar más tiempo a poner en
    efecto su pensamiento,
    apretándole a ello la falta que él pensaba que
    hacía en el mundo su tardanza, según eran los
    agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones
    que enmendar, y abusos que mejorar, y deuda que satisfacer…".
    Don Quijote pretende servir a su tierra, la
    Mancha, y cobrar renombre por ello en sus anales.

    – Otro de sus objetivos satisface un ideal
    estético, un ideal más egoísta que el
    anterior, que es el que representa el sueño de Don Quijote
    de convertirse en un personaje literario, como lo hicieron sus
    héroes, los caballeros andantes de sus libros. Es por esto
    que toma la determinación de copiar su accionar en la
    primera salida. Quizá Don Quijote supone que si hace lo
    mismo que hacía los caballeros tendrá la suerte de
    ellos de pasar a ser personaje literario (no olvidemos que Don
    Quijote cree reales a héroes Ulises, y que Sansón
    Carrasco lo corrige en ello).

    – En la Segunda Parte, estos dos objetivos han sido
    resueltos: Por un lado, Don Quijote se entera de la existencia de
    un libro (el Quijote I), que narra sus "hazañas"; es, por
    tanto, un personaje literario. Y por el otro lado, y según
    lo que él considera cierto, ya ha desfacido unos cuantos
    agravios y otras situaciones… aunque para nosotros, lectores,
    no hayan sido más que momentos patéticos. Por lo
    tanto, los objetivos de la Segunda Parte difieren de los
    anteriores:

    – El hidalgo quiere seguir teniendo aventuras.
    Sansón Carrasco lo insta a ello incluso, pues según
    dice, mientras Don Quijote descansa el mundo se pierde de su
    beneficioso accionar (II, 7).

    – Don Quijote quiere, a través de él, dar
    renombre a la caballería (que él ve claramente que
    es despreciada).

    Sin embargo, los objetivos en la Segunda Parte dependen
    más de Cervantes. Se podría decir que esta "nueva
    entrega", nace como respuesta al Quijote apócrifo de
    Avellaneda; por lo cual todo el libro gira en torno a su
    desacreditación, a la ira que causó esto en
    Cervantes. Asimismo, busca defender a su personaje, y
    diferenciarlo muy claramente del que tan sólo es una burda
    copia. Podríamos decir entonces que el objetivo de la
    Segunda Parte, que hace salir al Quijote es (desde
    Cervantes):

    – Hacer conocer el plagio que representa el Quijote de
    Avellaneda, y dejar bien claras las diferencias y la autenticidad
    del primer Don Quijote (para lo cual Cervantes también usa
    a Cide Hamete).

    Los objetivos de la Segunda Parte, entonces, responden a
    necesidades del autor mismo, que utiliza a Don Quijote como medio
    para manifestarse. Es una narración mucho más
    personal,
    cargada de autocrítica, pero asimismo una enorme
    autoalabanza… (es claro en sus propias ironías… "no
    sé escribir"… "no soy lo suficientemente inteligente",
    etc.).

    3. Diferencias entre la
    Primera y la Segunda Salida de la Primera
    Parte.

    – La Primer Salida de Don Quijote difiere en mucho de la
    Segunda por la simple razón de que es justamente la
    justificación de los cambios que aparecerán en la
    Segunda (se podría decir que se utiliza el mismo recurso
    que en el Prólogo). Por ejemplo:

    – Primero sale solo, sin Sancho que aparecerá en
    la Segunda Salida. Esto genera una situación demasiado
    pasiva, no hay diálogo, sólo monólogos, y no
    sería concebible una obra de la extensión de esta
    formada por completo de monólogos. Entonces, una
    diferencia es la ausencia – presencia de Sancho. Su salida
    solitaria muestra la
    necesidad de un interlocutor, hecho que luego se concreta.
    Justamente, en la Segunda Salida Don Quijote se dedica mucho a
    escuchar a su entorno (aunque sea una escucha
    alterada).

    – En la Primera Salida Don Quijote aún no ha
    definido su "personaje" de caballero, no ha definido
    todavía cómo lo representará. Esto lo lleva
    a repetir lo que ha leído, y a manejarse por completo de
    acuerdo a los libros de caballería. En la Segunda Salida,
    en cambio, ya
    actúa por él, ha asimilado esos conocimientos de
    los libros con sus propios códigos, se ha constituido casi
    por completo en un nuevo individuo, que es el que estará
    presente a lo largo de toda la obra (y que evoluciona y cambia):
    Don Quijote de la
    Mancha. Un ejemplo, es el Capítulo VIII, cuando al ver
    los molinos, él ya no piensa previamente (y aclara) voy a
    actuar como tal o tal otro, sino que directamente lo hace
    según la realidad que se ha creado en su
    entorno.

    – En la Primera Salida, Don Quijote es
    prácticamente único protagonista. Cervantes se
    encarga de presentárnoslo, describirlo a él y a su
    entorno, introducirnos en su accionar y el del mundo que lo
    rodea, etc. En la Segunda Salida ya hay muchos más
    personajes, y también se narran numerosos sucesos en los
    que Don Quijote no actúa o es mero espectador.

    4. Tres razones para
    demostrar la unidad narrativa de la Primera Salida con la Primera
    Parte.

    Creo que podrían señalarse algo más
    que tres razones (de ponernos quisquillosos), pero aquí
    van las tres que creo más importantes.

    Razón Primera: Don Quijote tiene que salir solo
    para que se vea la necesidad de Sancho. Principalmente, al
    Quijote le falta un interlocutor durante su primera salida; no
    tiene a quién hablarle, a quien enseñarle, a quien
    probarle lo buen caballero que es (y Sancho, al ser poco
    instruido, es perfecto para todas esas cuestiones). Como antes
    dije, la novela de tan larga extensión sería
    intragable de ser monólogo (aunque viniendo de Cervantes
    no hay nada dicho con certeza).

    Razón Segunda: Es el ventero en el
    Capítulo III quien dice a Don Quijote que entre los
    requisitos básicos de todo caballero está el tener
    un escudero. Esa es una fuerte motivación
    para el hidalgo para buscar uno, pues como bien sabemos su fin
    mayor es ser un perfecto caballero, como lo habían sido
    sus héroes. Finalmente, en el Capítulo VIII esto se
    concreta. Podríamos decir que Don Quijote hace dos salidas
    como quien hace prueba y error, y luego corrige (es una salida en
    borrador).

    Razón Tercera: Y quizá la más
    importante; si Sancho hubiese estado
    presente en esa Primera Salida de Don Quijote y hubiese visto
    como realmente se "armaba" caballero nuestro protagonista, su
    credibilidad en las fantasías de él
    disminuirían terriblemente. Sancho, no tomaría en
    serio su accionar, y seguramente no le hubiese tenido el mismo
    respeto que le
    tiene ahora, cuando cree que él es un
    caballero.

    … Otra razón muy clara es la vinculación
    lingüística de las partes. Los capítulos se
    siguen perfectamente unos con otros, e incluso perfectamente de
    manera intercalada.

    Se dice que puede ser que Cervantes haya escrito los
    primeros capítulos de la primera parte como una
    pequeña historia y después le agregó lo
    demás. Pero vimos que hay argumentos para que esto sea
    rebatido.

    Como dije en un comienzo, toda la Primer Salida es
    escrita como una simple excusa para el resto del libro. Si nos
    fijamos bien, todas las puntas que se tiran quedan sin
    conclusión en esta primer parte, y son resueltas a lo
    largo de la obra. Así es el caso de la realidad o no
    histórica de Don Quijote (que en el IX parece resolverse
    con Cide Hamete); o el de su necesidad de ciertos requisitos para
    ser caballero que el ventero le enumera (la parte del escudero se
    resuelve en el VIII con Sancho); etc.

    5. Evolución de Don Quijote a través de
    los capítulos: VIII (1ª parte), XLV (1ª parte),
    XXVI (2ª parte), LXXIV (2ª parte).

    Antes de sacar una conclusión, me gustaría
    marcar ciertos puntos de cada capítulo en
    particular.

    Primera Parte.

    Capítulo VIII. En este capítulo tan
    famoso, vemos la famosa aventura de nuestro hidalgo y los molinos
    de viento, el clásico símbolo quijotesco del
    encuentro entre la realidad y el idealismo
    (pasa lo mismo entre Don Quijote–el idealista–y
    Sancho–el realista).

    Habría que decir que en este capítulo la
    sanchificación del Quijote aún no comienza, el
    aún es 100% Quijote, y vive en una realidad paralela,
    alejada de la nuestra. Además, tiene frescos en su cabeza
    sus aprendizajes acerca de los caballeros (que usa continuamente)
    y su realidad propia (o sea, en este momento la realidad que se
    autoinventa Don Quijote es muy concreta – para él
    –, muy sólida).

    Hay ciertos detalles en el capítulo que
    ejemplificarían esto:

    – La razón que le da Don Quijote a Sancho acerca
    de su vencimiento por los gigantes: "Las cosas de guerra,
    más que otras, están sujetas a continua
    mudanza…y es así verdad, que aquel sabio
    Frestón que me robó el aposento y los libros ha
    vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su
    vencimiento". PURA FICCIÓN.

    – La nueva lanza que forma de una rama seca.

    – Los golpes que propina al fraile inocente.

    – La almohada que emplea el vizcaíno como escudo
    (y la creación de Don Quijote de un archienemigo.
    Así como necesita un interlocutor, todo héroe
    necesita de un malvado a quien atormentar).

    Capítulo XLV. "No sólo no es bacía
    de barbero, pero está tan lejos de serlo como está
    lejos lo blanco de lo negro y la verdad de la mentira". Esta
    frase dice el barbero, aunque en tono de burla, pero es muy
    relevante en lo que respecta a la novela completa. La distancia
    entre la verdad y la mentira, es una línea muy fina; es
    decir, no pienso que la verdad y la mentira están tan
    lejos como el barbero dice. Sin embargo, se podría decir
    que lo que dice el barbero es otra cosa: la distancia entre la
    verdad y la mentira–o la entre la realidad y la
    ficción–es tan grande como la entre el blanco y el
    negro. Y el mundo que se crea Don Quijote es un mundo lleno de
    tintes de gris (color ideal para
    mostrar la confusión).

    En este capítulo, la inventiva de Don Quijote
    aún es grande, pero ya comienza a chocar con la realidad
    de los demás. Él no lo nota, y los que están
    a su alrededor – a excepción de Sancho – se
    burlan de él por ello; cosa que sucederá, de ahora
    en más, numerosas veces en el texto.

    Segunda Parte.

    Capítulo XXVI. Obviamente nuestro caballero
    andante que "lee mucho y anda mucho" no sabe mucho de los
    retablos y el teatro, porque
    destruye el retablo y las figuras. Claro, el problema particular
    de él es que Don Quijote todavía no puede
    distinguir entre los personajes reales (históricos) y los
    ficticios (que se ve también en el III con lo de
    Ulises).

    Sin embargo, ahora él es diferente (pero
    todavía no está sano); justamente lo extraordinario
    es que Don Quijote ofrece a pagar por lo que destruyó, lo
    que muestra que él sabe que hizo algo incorrecto.
    Entonces, lo que tenemos es un hombre que
    hace algo sin saber si es bueno o malo y solamente después
    de hacerlo puede comprender sus acciones.

    Cuando Don Quijote comienza a entrar en cuenta de la
    realidad, en las acciones del personaje aparecen una especie de
    shocks de realidad y de alucinación. De pronto está
    en un lugar al que ve tal cual es, tiene un ataque de
    encantamiento, acciona con locura, tiene un shock de realidad,
    cae en cuenta de lo que realmente sucede y se siente realmente
    desconcertado, porque ve las consecuencias de sus cambios, del
    choque de sus mundos.

    Me atrevería a decir que así como la
    novela presenta en general la confrontación de la realidad
    con el idealismo, en Don Quijote mismo se ve esa
    confrontación en el individuo, en el ser humano. Cuando
    una persona
    ansía algo o defiende ciertos ideales, y de pronto la
    cruda realidad le muestra que no obtendrá lo que quiere o
    que no hay cabida para ciertas maneras de ver las cosas, es
    natural que se pase por un estado de desilusión, e
    incomprensión. Y todo esto es aplicable, por ejemplo, a la
    representación del retablo de Maese Pedro. Pasada la
    momentánea alucinación de Don Quijote y el asalto a
    los títeres del retablo, todo vuelve a la normalidad. Don
    Quijote paga los daños ocasionados a Maese Pedro e invita
    a cenar a todos los de la venta. Ese
    dinero, por
    así decirlo tiene como función cubrir la realidad
    dolorosa y la vergüenza de aquel momento de
    alucinación (como antes dijimos, Don Quijote cuando se da
    cuenta de lo que ha hecho, se avergüenza).

    Capítulo LXXIV. Para este capítulo, el
    último, Don Quijote se encuentra enfermo y realista.
    Justamente, quizá lo primero sea consecuencia de lo
    último: Don Quijote enferma y muere porque matan su mundo,
    el mundo en el que él habita, y sólo queda con vida
    Alonso Quijano, quien no tiene motivaciones vitalicias. Se ve
    aquí, cuando Don Quijote muere, que la novela nos muestra
    como en la mayor parte de las veces, la realidad del mundo
    exterior es tan fuerte que mata las ilusiones, las
    utopías.

    Él dice expresamente, como ejemplo de su total
    sanchificación: "Yo fui loco y ya soy cuerdo: fui Don
    Quijote de la Mancha, y soy ahora, como he dicho, Alonso Quijano
    el Bueno". Es claro que Don Quijote ya no es más un
    idealista, ha vuelto por completo a la realidad, realmente no es
    Don Quijote, es el sencillo hombre cincuentón de la
    Mancha. Aquí cierra entonces, su proceso
    evolutivo de sanchificación.

    Y aquí sucede, entonces, que Sancho pasa por uno
    de sus puntos cúlmines de quijotización (junto con
    los capítulos de Barataria), cuando dice a Don Quijote:
    "No se muere vuesa merced, señor mío, sino tome mi
    consejo, y viva muchos años: porque la mayor locura que
    puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin
    más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos
    le acaben que las de la melancolía. Mire, no sea perezoso,
    sino levántese de esa cama, y vámonos al campo
    vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras
    de alguna mata hallaremos a la señora Dulcinea
    desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere
    de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa,
    diciendo que por haber yo cinchado mal a «Rocinante»
    le derribaron; cuanto más vuesa merced habrá visto
    en sus libros de caballerías cosa ordinaria derribase unos
    caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor
    mañana".

    Cervantes, pensó muy minuciosamente cada
    partecita de ese enloquecimiento – desenloquecimiento, para
    escribir una completa novela de tantísimos
    capítulos acerca de ello. El libro entero es una larga
    evolución de un ser, bajo un "proyecto": la
    caballería. Sin embargo, me parece que la
    caballería no es más que una buena excusa de
    Cervantes para Don Quijote… El autor podría haberlo
    hecho enloquecer a través de diferentes cosas, y las
    realidades inventadas hubiesen sido distintas, pero se
    habría trasmitido el mensaje de Cervantes de cualquier
    manera: nosotros tenemos el poder de hacer
    de nuestra realidad un reflejo de nuestros sueños, de lo
    que queremos, ansiamos, sentimos, etc. La libertad es
    infinita.

    Resumidamente, entonces, podríamos ordenar la
    evolución del personaje así (ya que se plantea muy
    lógicamente):

    Primera Salida: se desfigura la realidad.

    Segunda Salida: la realidad se acomoda al mundo
    caballeresco.

    Tercera Salida: se asume un mundo encantado por los
    demás, que acaba con la imagen cuerda de
    un Quijote que ya no lo es más, y que es sólo un
    simple Alonso Quijano.

    Yo creo que más que de un caso de locura, parece
    todo un procedimiento de
    Cervantes, con el mero fin lingüístico de ilustrar
    literariamente el problema de la realidad y de la ficción.
    Por eso aparecen tan cuidadosamente los acercamientos de Don
    Quijote a la realidad de Alonso Quijano. Pero si nos fijamos, las
    equivocaciones continuas no dependen siempre de la locura; al
    contrario, suelen tener siempre alguna explicación
    posible: son las circunstancias (el viento, cuando los molinos;
    el sol y la
    lluvia, en el caso del yelmo; etc.), el contexto caballeresco
    (retablo de Maese Pedro, estancia con los duques), las malas
    mañas de los demás (encantamiento de Dulcinea) o el
    sueño (cueva de Montesinos) los que traicionan la manera
    de ver el entorno que tiene el Quijote.

    Por eso me gustaría decir que a Don Quijote, a lo
    largo de la novela, lo obliga todo su entorno a sanchificarse, a
    volverse cuerdo; y a medida que el tiempo transcurre, esto se
    hace más manifiesto. Y es al final, que la gente de su
    entorno que lo obligó a cambiar nota que la consistencia
    de la vida de Alonso Quijano estaba en Don Quijote, y que matando
    a uno han matado al otro.

    Partes: 1, 2

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